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Etiqueta: volcán Poás

Expertos advierten sobre efectos del Poás en la salud de comunidades cercanas

La ceniza volcánica puede afectar significativamente la salud de las personas, sobre todo cuando hay una exposición prolongada o intensa a este material. El pasado 2 de mayo los investigadores Geoffroy Avard, vulcanólogo del Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica (Ovsicori-UNA), y José Pablo Sibaja Brenes, del Laboratorio de Química de la Atmósfera de la Escuela de Química, de la Universidad Nacional (LAQAT-UNA), visitaron las instalaciones de la Cruz Roja Costarricense en Poás, con el fin de brindar un informe actualizado sobre la actividad del volcán y su impacto potencial en la salud pública.

Durante la reunión, se abordó el comportamiento reciente del cráter activo y se discutieron los efectos que la emisión de gases volcánicos y de ceniza de varios tamaños puede estar teniendo sobre las poblaciones aledañas al Parque Nacional, particularmente en lo que respecta a alergias, afecciones respiratorias y problemas gástricos reportados por vecinos.

“El volcán continúa emitiendo gases como dióxido de azufre y otros compuestos que pueden afectar a personas con sistemas respiratorios sensibles, especialmente si las condiciones meteorológicas favorecen su desplazamiento hacia zonas pobladas”, explicó Sibaja Brenes.

La inhalación de partículas finas presentes en la ceniza puede provocar irritación en la nariz, garganta y pulmones, lo que se manifiesta en forma de tos, estornudos, dolor de garganta o dificultad para respirar. Quienes padecen enfermedades respiratorias como asma, bronquitis son especialmente vulnerables, ya que la ceniza puede provocar broncoespasmos o crisis asmáticas.

Además del sistema respiratorio, los ojos también sufren los efectos de la ceniza volcánica. Las partículas pueden causar enrojecimiento, ardor, lagrimeo constante y sensación de cuerpo extraño. La ceniza también puede causar resequedad, picazón e irritación en la piel, sobre todo en personas con condiciones dérmicas previas o sensibilidad. Asimismo, las mucosas de la nariz y la boca pueden resecarse o irritarse al estar expuestas al polvo fino.

En la actividad participaron representantes de la Cruz Roja de los comités de Grecia, Poás, Naranjo, Alajuela, así como del equipo de la Dirección Nacional de Respuesta (DINARE), quienes manifestaron su preocupación por la salud de los voluntarios y de los pobladores que podrían estar expuestos a estos agentes, como sucedió en las comunidades Cajón, San Luis y Cabuyal.

“Agradecemos a los investigadores de la UNA que han compartido su conocimiento y experiencia con los miembros de la Cruz Roja Costarricense, mediante las capacitaciones. Las cuales son fundamentales para fortalecer nuestras habilidades y prepararnos ante situaciones de emergencia relacionadas con fenómenos volcánicos y químicos. Su compromiso y dedicación no solo enriquecen nuestro trabajo, sino que también contribuyen a la seguridad y bienestar de nuestras comunidades”, agregó el paramédico Yeison Murillo Ulloa, coordinador de la actividad.

“Es importante que podamos venir a la comunidad para informar de primera mano el estado actual del volcán y las afectaciones que puede provocar. Agradecemos a Yeison por organizar este encuentro y toda la logística que requiere”.

Los especialistas recomendaron a la comunidad extremar precauciones, evitar la exposición prolongada a los gases y a la ceniza, llamar al 911 y acudir a los servicios de salud en caso de presentar síntomas persistentes. Asimismo, destacaron la importancia de fortalecer la coordinación entre instituciones para garantizar una respuesta oportuna ante cualquier cambio en la actividad volcánica.

Oficina de Comunicación
Universidad Nacional, Costa Rica

De larguito: Volcán Poás desde El Chiverral

José Luis Valverde Morales.

José Luis Valverde Morales

*Prefiero los nombres de los maiceros o polonchos.

Los volcanes de Costa Rica se salvaron del cambio de nombre producto de proceso de evangelización.

De repente, denominaciones propias del terruño, fueron cambiadas por el santoral, abundan los poblados rebautizados San Antonio, San Rafael, no conformes, están los de arriba y abajo.

¿Púas?

El volcán Poás luce imponente estos días, la foto captada desde El Chiverral, poblado al sur cerca de las montañas de Escazú.

Se presume la palabra Poás es de origen prehispánico, huetar, derivada de los términos poasi o puasi, de significado desconocido. 

Otras hipótesis apuntan es un derivado del vocablo latino púa.

En las faldas del Poás, es abundante la presencia de bromeliáceas, planta cuyas hojas tienen forma de espinas.

Volver.

En todos los pueblos de Costa Rica, deberíamos hacer el esfuerzo, recuperar los nombres heredados de los ancestros.

Los concejos municipales próximos a renovarse, tendrían el hermoso reto la colocación de rótulos donde se destaquen antiguas denominaciones.

“¡Chiverral suena muy maicero, no me gusta!” Aducen algunos.

Nada mejor, honrar la memoria de los “polos”, prefiero el lenguaje sencillo de los 

campesinos, al grosero, vulgar de los pachucos, ahora en boga hasta en los altos estrados.

Algo nos quiere decir el volcán Poás, prestémosle atención.

UNA: Escuela de Geografía pone a disposición mapa de peligros del volcán Poás

Aprovechando el interés que ha generado la reciente actividad del volcán Poás, el académico Gustavo Barrantes, de la Escuela de Ciencias Geográficas de la Universidad Nacional (UNA), en un trabajo conjunto con el también geógrafo, Eduardo Malavassi, ha puesto a disposición de los usuarios interesados un mapa de peligros del volcán Poás.

Este mapa, elaborado con la aplicación ArcGIS Online, permite detectar qué lugares se pueden ver afectados por una eventual erupción; es decir, identifica por capas dónde puede haber afectación por la caída de ceniza, emanaciones de gases, caída de materiales piroclásticos e incluso, aunque menos probable, emanación de lava, detalló Barrantes.

El mapa se puede acceder desde cualquier dispositivo electrónico en la dirección https://arcg.is/1O1rOz

Si bien el mapa de peligro se basa en una investigación previa que habían realizado los autores, ahora está disponible desde el 19 de febrero de 2019, en la plataforma de ArcGis, la cual permite el uso masivo y público de la información científica. Barrantes adelantó que ya se tienen estudios parciales sobre el volcán Irazú que a futuro se publicarán en esta misma plataforma; de igual forma, se dará a conocer el registro de deslizamientos provocados por el terremoto de Cinchona (enero 2009) y el huracán Otto (noviembre de 2016).

Barrantes comentó que para la elaboración de estos mapas se ha trabajado con la colaboración del Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica (Ovsicori).

— Para mayor información comuníquese con el académico Gustavo Barrantes (8841-8862) o co la Oficina de Comunicación de la UNA 2277-3066.

 

Enviado por Oficina Comunicación, UNA.

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