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Etiqueta: voz crítica

Voces y Política y Kioscos Socioambientales: dos aniversarios que marcan la Acción Social universitaria

Ciudad Universitaria Rodrigo Facio, Costa Rica – 7 de octubre de 2025.
La Universidad de Costa Rica celebra este año dos aniversarios que reflejan su compromiso con la Acción Social: el Programa Kioscos Socioambientales, con 18 años de trabajo junto a comunidades, y el programa de radio Voces y Política, que llega a sus 20 años al aire, de los cuales una década ha sido compartida en alianza con Kioscos.

Ambos espacios se han consolidado como puentes entre universidad y comunidades, plataformas para visibilizar voces y territorios que con frecuencia quedan al margen de los grandes medios.

La celebración conjunta de estos aniversarios se realizará el miércoles 8 de octubre a las 5:00 p.m. en el programa Voces y Política, transmitido por Radio Universidad 96.7 FM y en sus redes sociales.

El Programa Kioscos Socioambientales nació en 2007 en el marco de la lucha contra el TLC con Estados Unidos, Centroamérica y República Dominicana, cuando la UCR impulsó los “Kioscos Informativos” para llevar conocimiento crítico a más de cien comunidades. Con los años, evolucionó hacia un trabajo sostenido de acompañamiento a comunidades indígenas, campesinas, costeras y migrantes en regiones como Talamanca, el Caribe Norte, la Zona Norte y el Pacífico Sur.

En 2011 se consolidó como programa permanente, integrando docencia, investigación y acción social. Desde entonces ha generado vínculos profundos con diversos territorios, incidencia en políticas públicas y articulación a nivel latinoamericano en temas como ecología política, pedagogías críticas, derechos humanos y territorialidad. Su trayectoria también se refleja en la producción de materiales socioeducativos, audiovisuales, cartografías y publicaciones.

Para la coordinadora del Programa, Mdh. Dylanna Rodríguez Núñez, “Kioscos Socioambientales es el resultado de 18 años de trabajo colectivo entre universidad y comunidades, en defensa del territorio, la justicia social y ambiental, mediante procesos que ponen en el centro lo común y lo colectivo por encima de valores que apuestan al individualismo y la competitividad. Su historia refleja la importancia de que la Acción Social universitaria no solo acompañe procesos locales, sino que se constituya en una voz crítica frente a los conflictos socioambientales del país”.

Por su parte, Voces y Política nació en 2005, impulsado por las emisoras culturales de la UCR bajo la dirección de Giselle Boza Solano, con el sociólogo Manuel Rojas Bolaños y el periodista Elbert Durán Hidalgo. El programa se planteó como un espacio para ofrecer análisis político documentado, plural y responsable, en contribución a la democratización de la información y al fortalecimiento de la opinión pública.

En dos décadas ininterrumpidas ha acumulado más de 920 emisiones y 1.840 invitados, con la participación de cerca de 20 locutores, productores y equipos de apoyo. Desde hace diez años forma parte de la Vicerrectoría de Acción Social, en articulación con la Escuela de Ciencias Políticas, Kioscos Socioambientales y, más recientemente, la Escuela de Estudios Generales.

Hoy, Voces y Política combina las voces universitarias con las de comunidades rurales, costeras y transfronterizas, consolidándose como un espacio radiofónico que conecta la academia con la realidad social y política del país, siempre con espíritu crítico y vocación pública.

Estos aniversarios reafirman la misión transformadora de la Universidad de Costa Rica y su compromiso de articular saberes con las comunidades, fortalecer la Acción Social y posicionar una voz crítica frente a los desafíos nacionales.

Honduras en llamas

Marlin Oscar Ávila

Cuando al menos la mitad de la institucionalidad catracha ha sido destruida y corrompida, todo el país se desploma y cae en pedazos. Nada funciona adecuadamente.

Los servicios básicos al público, incluyendo los privatizados, son sumamente ineficientes. Hospitales y clínicas privadas están cobrando hasta diez veces los precios, porque el gobierno no les controla, al contrario, funcionarios públicos se asocian a ellos. Frecuentemente la energía eléctrica, privatizada, no funciona, por ende, el internet, los celulares, todo esto privatizado, mantiene un deficiente servicio. En mucho, la industria y comercio apenas funciona horas si tienen instalada plantas generadoras privadas. El sistema educativo, ahora más dependiente (a distancia) de la energía eléctrica, consecuentemente, tampoco funciona casi en un 50 por ciento.

El sistema de salud, como el peor del continente, termina en un mar de lágrimas y un funeral inagotable, sin dejar un minuto de respiro. No se logra un manejo confiable del Coronavirus, aunque esta población de 9 millones acepte casa por cárcel para el resto del año y más allá. Se dan instrucciones desde comisiones políticas, más que técnicas, pero no se dice por cuánto tiempo, dada la inexistencia de una estrategia viable, apegada a la realidad. El gremio médico, quien a través de su colegio ha hecho propuestas adecuadas a las circunstancias, no ha sido escuchado por los políticos en el poder, aun cuando sigue luchando contra decisiones descabelladas, siendo otra víctima al frente de esa guerra global contra el Covid-19, pero sin herramientas de combate. Honduras dispone de escasa investigación científica, su recurso humano intelectual ha carecido de apoyo oficial en toda la historia y menos ahora.

Los partidos políticos, están entusiasmados haciendo campañas políticas para tomar el poder, pero sí lo ganan no sabrían qué hacer, pues su objetivo llega hasta allí: tomar el poder. Que Dios nos guarde, después, con los pleitos que se darán por beneficios a la clase política que gane.

La sabiduría popular no está lejos de saber esto. Sí lo deseado por más del 80 por ciento de la población en cuanto a que desde EUA saquen, extraditen, expulsen, les corten las ayudas externas, a la cúpula gobernante, sencillamente es porque no creen que la oposición nacional lo haga. Por eso, un significativo porcentaje de trabajadores y juventud emigra, aun sabiendo los altos riesgos que conlleva irse hacia el norte. Sí la oposición ha tenido 11 años sin lograr hacer un cambio estructural, ahora que han visto que Bolivia lo hizo en 11 meses, saben que ha habido más que un error o desinterés en la dirigencia de la oposición local para concretar el cambio a fondo exigido.

Decir esto, molesta a los que dicen ser de izquierda, pero el cuestionamiento lo dan los hechos y no las palabras. Desde luego, hay escasas excepciones en este asunto. Quién se atreve a levantar su voz crítica dentro de la oposición, se arriesga a ser linchado por sus correligionarios.

La gran pena es ese pueblo trabajador, marginado del sistema de salud pública, al cual le siguen robando hasta lo más elemental para su salud. Cuando fallece un ciudadano humilde, simplemente lo entierran en una fosa común.

Ya no podemos hablar de un «sistema de educación» puesto que hasta esto se le ha sobrecargado a los padres y madres de familia. A adultos con un promedio de educación formal de cuarto grado de primaria, sino es menor, con los efectos del año 2020. Sin acceso a medios electrónicos y sin internet, no digamos a una computadora que les cuesta más de un año de salario. La señal electrónica cubre un tercio de la zona rural, si hay fluido eléctrico. Una proporción elevada de municipios de tercera categoría viven a oscuras la mayoría del tiempo.

No existe duda alguna que este gobierno está manejado por una mafia de narcos, que el poder fáctico se ha beneficiado a lo grande, por lo que un cambio de poder a manos de una izquierda democrática popular (quien ganó las dos últimas elecciones, pero perdió por fraude), será muy difícil que obtenga el beneplácito del nuevo gobierno de EUA y de la banca, comercio e industria nacional con mayor influencia política actualmente.

Muchos analistas ven nuevamente la preparación de un nuevo fraude para noviembre del presente año.

Así que el futuro inmediato es incierto, tanto para los partidos progresistas. Irónicamente, el mismo gobernante, quien ahora solamente parece sostenerse en el poder de la cúpula militar y financiera nacional tiene seguro su futuro inmediato. Algunos analistas piensan que, al solo concluir su mandato, será extraditado por la Corte Suprema estadounidense.

 Este pueblo quiere ver, ansiosamente, lo que Joe Biden hará con el presidente Juan Orlando Hernández, líder de un cartel de drogas, según datos de la Corte de Nueva York.

Este pueblo ha resistido más de lo imaginable y aunque le sigan cerrando rutas de salida, seguirá tratando de escaparse, pues su barco está en llamas.