¿Usted se metería en este negocio con los chinos?

Freddy Pacheco León

 

Una empresa de la República Popular China, mezcla de intereses públicos y privados, donde juegan capitales estatales mezclados con los de reconocidos multimillonarios como los señores Li Ka Shing, Lee Shau Kee, Joseph Lau, Robert Kuok y Alwaleed bin Talal, le ofrece a Costa Rica un préstamo por $395 MILLONES para ampliar un tramo de 107 km de la ruta 32.  Transacción comercial que además determina que NO ha de existir licitación pública de por medio, por tratarse de un negocio de país a país (¡argumento incorrecto!).

Empresa que, por sus características, COMBINA hasta niveles indeterminados, funciones de empresa constructora con los de entidad bancaria vinculada al “Bank of China”,  al “Bank of Communications”, al “China Construction Bank”, y al “China Merchants Bank”, que dificultan conocer con quiénes se estaría, eventualmente, haciendo el negocio.

Empresa, sin duda alguna, gigantesca, con proyectos de infraestructura en unos 43 países, gracias a lo cual tiene vasta experiencia en el desarrollo de proyectos y el poder de negociación que su capital y apoyo del gobierno chino le permiten. Máxime que sus negocios se relacionan con países subdesarrollados como el nuestro, donde la escasa capacidad gubernamental solo encuentra “posible” atender, las necesidades de infraestructura SEGÚN SEAN LAS PROPUESTAS que vienen de afuera.

Negocio en que, incuestionablemente, la ausencia de una licitación pública es la condición responsable de que no sea hasta ahora, que estaría por votarse en la Asamblea Legislativa el proyecto de préstamo, que se empiezan a conocer DETALLES como los que se están ventilando de cara a la opinión pública. Como por ejemplo, la disimulada SANCIÓN que pesa sobre la empresa constructora y sus múltiples subsidiarias, de parte del Banco Mundial.

Es imposible soslayar el efecto trascendente de los actos de ese banco planetario, conformado por 188 Estados en su forma del Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF), con proyectos en igual número de países y emisor de políticas económicas y financieras globales. Así que el hecho de que por ACTOS DEMOSTRADOS de fraude y corrupción ejecutados en Filipinas, el Banco Mundial mantenga como INHABILITADA a la “China Communications Construction Company” (CCCC) o cualquiera de sus subsidiarias, como por ejemplo las “China Harbour Engineering Company Group” (CHEC) y la “China Road and Bridge Group”, es de singular importancia.

Inhabilitación que rige HASTA el 12 de enero del 2017 y que, por sus efectos, PROHÍBE que ningún proyecto que reciba financiamiento del Banco Mundial, pueda ejecutarse tomando en cuenta a la citada empresa china y sus subsidiarias. De hacerlo, el país que se atreva a soslayar tan seria resolución, se vería expuesto a sanciones en el ámbito de acción que le corresponde.

Pero hay algo más. Por tratarse de actos de fraude y corrupción, inaceptables desde el punto de vista ÉTICO y contrarios a la SANA COMPETENCIA empresarial, cualquier Estado que pretenda “hacerse el ruso”, en un afán deshonroso de desdeñarlos, no se libraría de las consecuencias que fácilmente se podrían vislumbrar.

Podría argumentarse, como dan a entender los gobernantes costarricenses, que se trata de un asunto “viejo” y que además, el proyecto de préstamo y construcción con los chinos, no tiene nada que ver con fondos provenientes del Banco Mundial, cual si un compromiso con la empresa corrupta no harían mella en las NORMAS ÉTICAS Y MORALES que han de privar en los actos públicos y privados de los costarricenses.

Cuando leemos que el candidato Johnny Araya “apoya” este otro negocio con los chinos, pese a los “detalles” que ahora se han ido haciendo evidentes, entendemos por qué existe tanta desilusión con la democracia costarricense. Y es que sumados a lo comentado arriba, el asunto se agrava cuando vemos también como el contrato suscrito por la señora presidente Chinchilla con el presidente Xi Jinping en junio pasado, y el correspondiente proyecto de ley enviado a la Asamblea Legislativa, buscan “flexibilizar” las normas AMBIENTALES, MIGRATORIAS y laborales de Costa Rica, según el deseo de los nuevos colonialistas.

Por eso cabe la pregunta: ¿Usted se metería en este negocio con los chinos?

*Biólogo, asesor ambiental.

frepaleon@gmail.com

 

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