6 de junio Día Mundial de los Pacientes Trasplantados

Dr. Mario Sánchez Arias
Especialista en Cirugía General, Terapia Intensiva y Nutrición Clínica
Miembro de Número de ACANAMED

El día 6 de junio ha sido designado, Día Mundial de los Pacientes Trasplantados, por la Organización Mundial de la Salud (OMS), con el propósito de estimular en la población una cultura de donación de órganos y así dar una oportunidad de vida a pacientes que no tienen ya otro tratamiento más que el trasplante como su última alternativa.

El hombre siempre ha tenido el deseo de prolongar su vida (cuando el funcionamiento de un órgano en particular llega a un estado terminal) a través del uso de órganos de otras especies. Y fue así cómo se iniciaron los trasplantes a principios del siglo XX; trasplantando riñones de perro o cerdo a seres humanos (xenotrasplantes).

Es con las técnicas quirúrgicas introducidas por Alexis Carrel, cirujano francés (premio Nobel de fisiología y medicina en 1912), como se posibilita el desarrollo de estos implantes que requerían sutura vascular. El primer reporte de un trasplante renal de un humano a otro fue realizado por Voronoy, un cirujano Ucraniano en 1933. Luego David Hume en Boston, EU en 1953 publica los primeros 9 trasplantes de riñón en el muslo. El primer trasplante de riñón con donador vivo (una madre le dona a su hijo) se realizó en Paris en 1952.  Pero todos estos intentos fracasaron por rechazo de los injertos, pues no había cómo inmunosuprimir al receptor y así evitar la pérdida del órgano.  No fue hasta que Murray, Merril y Harrison (en el hospital Brigham de Boston en 1954) realizan un trasplante de un gemelo idéntico a otro, es que se tuvo una supervivencia a largo plazo del receptor, pues no requería inmunosupresión.

De modo que no se obtuvieron sobrevidas adecuadas de los receptores hasta que se descubren sustancias que inducen inmunosupresión (depresión del sistema inmunológico del receptor) y permiten que el receptor no rechace el órgano. Fue Calne en 1959 quién introdujo la 6-mercaptopurina (6-MP) un antimetabolito que induce tolerancia del receptor al injerto y demostró supervivencia prolongada de riñones trasplantados en perros por lo que en el mismo año se inició su uso en los humanos en Boston, Paris y Londres. Luego se usó la Azatrioprina un nitroimidazol derivado de la 6-MP, ambos tienen un efecto difuso en la síntesis de ADN Y ARN.  Seguidamente Goodwin en California en 1960 utilizó la prednisona, un glucocorticoide que provoca retardo en la inmunidad mediada por células para inhibir un episodio de rechazo. Y el Dr. Starzl en 1963 utiliza y recomienda el uso de azatrioprina y glucocorticoides desde el inicio del trasplante, sin esperar que ocurriera rechazo y así se empezó a tener mejores sobrevidas.  Hasta aquí los trasplantes eran considerados solo como tratamiento experimental, pero con el primer trasplante de hígado realizado por Starzl en la Universidad de Colorado en 1967 y el primer trasplante de corazón realizado por Barnard en Suráfrica en ese mismo año, pasó a ser el trasplante, una opción terapéutica de la enfermedad funcional terminal de un órgano y dejó de ser un tratamiento experimental.

De aquí en adelante aumentan y perfeccionan las técnicas y los medicamentos para no rechazar el injerto. El descubrimiento de la ciclosporina (una nueva droga inmunosupresora que previene el aumento de linfocitos T, inhibiendo la inerleukina-2) en 1980 y la utilización de varios medicamentos inmunosupresores al mismo tiempo y desde el inicio del trasplante fueron produciendo mejoras en los resultados y sobrevida de los pacientes. Así se inician los trasplantes de pulmón en 1963 por Hardy en EU, de páncreas-riñón en Minesotta en 1966 por Kelly y Lillehei, de intestino por Benedetti en Illinois en 1998.

En Costa Rica hemos tenido notables médicos que se han dedicado a este campo, realizando el primer trasplante de riñón en 1969 en la Clínica Católica por H. Weinstok y su grupo, de corazón por el Dr. L Soto y su equipo en 1991 en HM., de hígado por el Dr. F. Ferraro y su servicio de cirugía general en HCG en 1993, trasplante combinado de páncreas-riñón por Dr. C. Montalbert y Dr. Sánchez en HCG en 1994, de intestino en 2013 por Dr. Sánchez en HCG, pulmonar doble en 2019 en HCG. Hoy día la Seguridad Social ofrece a su población casi todo tipo de trasplante para prolongar su vida, con la limitación de una donación de órganos muy baja.

Sin duda la baja donación de órganos en nuestro país, es el mayor limitante a la resolución de la enfermedad terminal funcional de muchos pacientes.  La donación en nuestro país es de 5-6 por millón de habitantes, cuando hay países como España que alcanzan cifras de más de 30 por millón. A pesar de que hemos hecho mejoras en la organización de la actividad de trasplantes con una ley para donación, un reglamento, una política de trasplantes aprobada por la Caja Costarricense de Seguro Social, una participación de lleno del Ministerio de Salud en la administración de los órganos, nos quedan innumerables campos de mejora para comprender y mejorar la actividad trasplantológica en nuestro país y así darle el beneficio a los pacientes terminales de volver a una vida casi normal.  Por otro lado nos falta trabajar más con donador vivo y donador con corazón parado (aquel donador que sufre muerte orgánica comprobada, se deja unos minutos, se toma el consentimiento de donación y luego inmediatamente se perfunde para recuperar los órganos), dónde podríamos tener la solución a muchos casos en la actualidad.

Costa Rica tiene un nivel muy bueno de conocimiento en este campo, profesionales muy dedicados y preparados, un solo sistema de Seguridad Social que abarca todo el país, todo lo cuál obliga a tener una práctica de trasplantes muy fuerte pero todavía es débil.  Deberíamos estar publicando lo que hacemos. Pero en la Institución no se estimula el reporte de resultados.

Vivimos en un país dónde la insuficiencia orgánica terminal va en aumento, gastamos millones manteniendo a los pacientes en terapias de sustitución muy caras y no alcanzamos a trasplantar un buen porcentaje de ellos, lo que sería más barato.  El trasplante es la terapia médica más costo-efectiva.  Porque devuelve a un paciente crónico, casi en la línea de muerte a tener una vida normal, con la ingesta de unos pocos medicamentos.

Los grupos médicos debemos reorganizar todo el aparato trasplantológico del país y utilizar todos los tipos de donadores, así como la población seguir donando órganos para que nuestros pacientes tengan mejor oportunidad.