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Autor: María José Ferlini Cartín

65 Aniversario de la primera ley de reforma agraria en Cuba y aniversario de los natalicios de Maceo y Che

Para este programa se contará con el siguiente panel invitado:

Jorge Rodríguez (Embajador en Costa Rica desde enero 2020; Licenciado en Relaciones Internacionales; Licenciado en Economía y graduado del Instituto Río Branco de Brasil) y Ernesto Alfaro (MBA; Banca y Finanzas; Coordinador de la comisión de asuntos internacionales del Programa Alternativas)

Este aniversario se realizará el día 14 de junio 2024, a las 18:00 horas (-6 UTC).

Puede observarlo a través de las redes sociales de Alternativas, donde será transmitido por el Facebook Live  (https://www.facebook.com/AlternativasGrecia), YouTube (https://www.youtube.com/channel/UCg7skZFFGsNNy_dGu0PzExQ/videos) y por la plataforma de Spotify.

Además, será retransmitido por 107.1 FM Radio Actual los sábados a las 22:00 horas; Radio Guanacaste 106.1 FM; Radio Soberania; Radio Revolución. 

En los 60 años de la Organización para Estudios Tropicales

Estudiantes y profesores del curso de Ecología de Poblaciones, de 1974, en una visita al volcán Poás: Olga Méndez, Pedro Falco, Luko Hilje, Rafaela Sierra, Gary Stiles, Julio Sánchez, Sergio Salas, Gustavo Ramos, Carmelina Flores y Amado Suazo.

Publicado originalmente en la revista digital europea MEER

Luko Hilje (luko@ice.co.cr)

A mediados de diciembre de 2023, fui invitado como co-conferencista en el evento El aporte histórico de la OET: remembranzas de 60 años, junto con el renombrado biólogo Pedro León Azofeifa; tuvo lugar en la sede local de dicha entidad, en el campus de la Universidad de Costa Rica (UCR). Ello obedeció a que el año pasado la Organización para Estudios Tropicales (OET) u Organization for Tropical Studies (OTS) alcanzó su 60 aniversario, y las nuestras representaron el cierre de un ciclo de conferencias organizadas durante el año.

Como lo expresé esa tarde, aparte de sentirme muy honrado con dicha invitación, también lo fue compartir el podio con Pedro, colega por quien he sentido un profundo afecto y admiración desde siempre. De ello dejé constancia en mi artículo ¿Cabeza de…, León?, que publiqué hace 19 años en el diario La República (12-V-05, p. 16), cuando él fue galardonado como miembro de la Academia Nacional de Ciencias de EE. UU. Y, aunque tomamos rumbos muy diferentes, él en el campo de la biología molecular, y yo en el de la entomología agrícola y forestal, hemos confluido en instancias y ámbitos pertinentes a la conservación del ambiente y al desarrollo científico del país. Una expresión de esto fue la elaboración del artículo La biodiversidad de Costa Rica en dos siglos de vida independiente, y una mirada hacia el tricentenario que, encabezado por nuestro común y entrañable colega y amigo Rodrigo Gámez Lobo, publicamos en la Revista del Archivo Nacional de Costa Rica (2021, No. 85), con ocasión de la celebración del bicentenario de nuestra independencia.

Ahora bien, en cuanto a nuestras charlas de esa tarde, Pedro se refirió a los primeros años de la OET, no solo con su notable habilidad expositiva, sino que también con gran conocimiento de causa, pues durante seis años (1998-2004) fungió como presidente de la Junta Directiva de esta entidad. Por mi parte, con gusto acepté hacerlo, porque en los últimos años me he dedicado a investigar acerca del desarrollo histórico de nuestras ciencias naturales, y porque con la OET —aunque ocasional—, he tenido una relación muy positiva, no solo en mis años de estudiante, sino que también como profesional. Fue por eso que a mi conferencia —de apenas media hora, y que fue más bien una especie de «divertimento»— la intitulé Una opinión acerca del significado histórico de la Organización para Estudios Tropicales en Costa Rica, más algunas remembranzas personales.

Es a ella a la que deseo referirme en sus aspectos esenciales, para que mis palabras de esa inolvidable tarde no se las lleve el viento y caigan en el desolado fondo del olvido.

Un vistazo al siglo XIX

En realidad, para entender a cabalidad el surgimiento, al igual que el significado histórico de la OET, es ineludible dar una mirada en retrospectiva al siglo XIX, pues fue a mediados de dicha centuria cuando arribaron a Costa Rica los primeros naturalistas europeos.

Algunos de ellos fueron transeúntes, pero hubo cuatro que se instalaron en el país por períodos de longitud variable y, además, escribieron artículos formales en revistas, o incluso libros, sobre diferentes aspectos de nuestra naturaleza. El primero fue el danés Anders Oersted (1846-1848), quien fue seguido por los alemanes Karl Hoffmann (1854-1859), Alexander von Frantzius (1854-1868) y Helmuth Polakowsky (1875-1876). Asimismo, tras un prolongado interregno —de más de un decenio—, su labor sería continuada y acrecentada por los naturalistas suizos Paul Biolley, Henri Pittier y Adolphe Tonduz, contratados por el gobierno de Bernardo Soto Alfaro, durante la Reforma Liberal de 1885-1889.

A su vez, estos esfuerzos pioneros fueron ampliados y enriquecidos con la monumental obra Biología Centrali-Americana, que fue una iniciativa de los ingleses Frederick D. Godman y Osbert Salvin, y que quedó plasmada en 67 volúmenes, publicados en un intervalo de 36 años (1879-1915), escritos por numerosos especialistas europeos y estadounidenses. Además, se vieron favorecidos por una alianza establecida en 1862 por von Frantzius con el Instituto Smithsoniano —restringida a aves y mamíferos—, la cual también permitió la formación de José Cástulo Zeledón como el primer naturalista costarricense, a quien le correspondió actuar como una especie de eslabón o puente entre los naturalistas alemanes y suizos ya citados.

Asimismo, esto incidiría en la fundación del Museo Nacional, en 1887, como un espacio de encuentro e intercambio de conocimientos entre los consagrados y los noveles científicos de entonces (Zeledón, Juan José Cooper Sandoval, Anastasio Alfaro González, José Fidel Tristán Fernández, Otón Jiménez Luthmer y Alberto Manuel Brenes Mora), lo cual propició la institucionalización de las ciencias biológicas en el país. Ya en el siglo XX, ésta culminaría en 1957, con la fundación del Departamento de Biología en la UCR, convertido en 1974 en la actual Escuela de Biología, que hizo posible la formación de biólogos con énfasis en botánica, zoología, genética o ecología.

Acerca de este proceso, el lector puede consultar tres artículos míos recientes, publicados en revistas académicas: Las rutas históricas del desarrollo de las ciencias biológicas en Costa Rica (2022), Naturalistas y científicos extranjeros influyentes en el desarrollo de las ciencias biológicas en Costa Rica (2023) y Los pioneros de la entomología en Costa Rica (2023). El primero apareció en Herencia, y los otros dos en la Revista de Biología Tropical.

Surgimiento y vigencia de la OET

Aunque, con la creación del Museo Nacional se inició un flujo continuo de botánicos y zoólogos extranjeros —sobre todo estadounidenses—, ello no ocurrió de manera sistemática ni articulada, sino más bien aleatoria.

No obstante, esta situación cambió de manera radical con el surgimiento de la OET —cuya acta de nacimiento data del 5 de marzo de 1963, en Florida—, como un consorcio académico de siete universidades estadounidenses y la UCR. De ello da fe el artículo Un recuento de la historia de la biología en Costa Rica, en la voz del Dr. Rafael Lucas Rodríguez Caballero (Herencia, 2023) que, aunque elaborado por mí, su médula corresponde a un invaluable texto casi desconocido —una conferencia ofrecida en agosto de 1972— de ese insigne científico y educador, quien a su vez fue coartífice de la creación de la OET.

En dicho texto, don Rafa —como se le conocía en el ámbito universitario— narra los primeros intentos por crear un ente educativo orientado al estudio profundo de la naturaleza neotropical, pero la idea no cristalizaría sino hasta 1963. Fue por esos tiempos que confluyeron en un mismo propósito dos científicos realmente excepcionales, así como hábiles gestores en el mundo de la ciencia: él, como director del Departamento de Biología de la UCR, y Jay M. Savage, por entonces profesor en la Universidad de Southern California. Botánico don Rafa y herpetólogo Savage, tan contrastantes especialidades no fueron óbice para que sus mentes convergieran en cuanto al planeamiento y la concreción de un proyecto muy original e innovador en el mundo tropical. En efecto, se trataba de una aventura académica unificadora e integradora en su enfoque, así como de gran alcance científico.

Esa aventura se materializó en la OET, cuyo primer gran logro es haber alcanzado 60 años de existencia, es decir, una inusitada perdurabilidad, pues para entidades como estas —que no tienen fondos permanentes garantizados—, es sumamente difícil mantenerse en el tiempo. Gracias a quienes han sabido conducir sus destinos, así como a aquellas personas y agencias filantrópicas que han aportado fondos para su financiamiento, la trayectoria de la OET ha sido muy fructífera, a pesar de haber enfrentado situaciones realmente adversas en ciertas épocas.

Desde el punto de vista administrativo y logístico, aunque a lo largo de su historia su sede administrativa estuvo en edificios alquilados, ya en San Pedro de Montes de Oca o en Moravia, desde el 14 de mayo de 2004 se localiza en un hermoso edificio, dentro de la Ciudad de la Investigación de la UCR. Asimismo, cuenta con tres estaciones biológicas en el territorio nacional, en zonas ecológicas contrastantes: La Selva (Sarapiquí), Palo Verde (Guanacaste) y Las Cruces- Jardín Botánico Wilson (San Vito).

La OET como un parteaguas

Cuando uno analiza la historia de las ciencias biológicas en Costa Rica, se percata de que, por más de un siglo, la investigación tuvo un sesgo hacia aspectos puramente taxonómicos, tanto de la flora como de la fauna. Esto era lógico, pues los investigadores extranjeros venían al país atraídos por su muy rica biodiversidad, que incluía no solo el asombroso número de especies que lo caracterizan, sino que también las singulares adaptaciones anatómicas y fisiológicas, relaciones simbióticas, comportamientos, sistemas de polinización, etc., que, a veces por insólitas, parecieran pertenecer al ámbito del surrealismo. Pienso que, millones de años antes de que emergiera esta corriente pictórica y literaria, en el mundo natural —y, en particular, el tropical— la flora y la fauna ya habían sobrepasado casi todos los límites de la imaginación.

Por tanto, en su afán de descubrir y describir las inefables formas y fenómenos con que se topaban a cada paso que daban en nuestras selvas y costas, o al bucear en sus mares, los investigadores extranjeros centraron sus esfuerzos en inventariar miles de especies de plantas y animales, sin necesariamente profundizar —por falta de tiempo y de recursos económicos— en las tramas de relaciones ecológicas, tanto estructurales como funcionales, de las que dichas especies forman parte, y menos aún en aspectos pertinentes a las relaciones genéticas o evolutivas de los grupos taxonómicos de su interés. Pero todo esto cambiaría con la OET.

Ahora bien, sí hay que tener claro que las expectativas originales de la OET eran de carácter docente. Así se percibe con meridiana claridad en el ya citado artículo de don Rafa, quien, al referirse a la génesis de la OET, relata lo siguiente:

«Esto arrancó de la lucha de casi diez años de un profesor de la Universidad de Michigan, que se llamó Norman Hartweg, quien soñaba con la instalación de un plantel de investigación de ciencias en el trópico. Luchó por establecerlo en el sur de México, donde se le desdeñó y quedó totalmente desanimado. Sin embargo, en una oportunidad llegaron a Costa Rica unos estadounidenses, que venían a estudiar la posibilidad de dar cursos de verano para profesores de su país. Para entonces estaba John de Abate Jiménez en el Departamento [de Biología], y él y yo hicimos amistad con este grupo, y por espacio de tres años realizamos cursos intensivos de biología tropical para profesores universitarios estadounidenses. Al año siguiente de comenzar, en 1962, promovimos una conferencia continental, con la participación de muchos países de América, desde Estados Unidos hasta la Argentina, con el fin de aunar esfuerzos para el estudio del trópico, y de esa reunión nació la Organización para Estudios Tropicales».

En realidad, esos primeros esfuerzos por familiarizar a profesores estadounidenses con el mundo tropical tomaron otro cariz, y muy pronto evolucionaron hacia la oferta de un curso de postgrado en inglés, tanto para estudiantes estadounidenses como latinoamericanos. Dicho curso se intituló Tropical Biology: An Ecological Approach (Biología Tropical: Un Enfoque Ecológico), aunque también se le ha denominado Fundamentals of Tropical Ecology. Si bien se dice que se inició en 1963, el verdadero curso no comenzó sino hasta 1965, según me lo indicó Daniel Janzen en estos días. Debido a su innegable éxito, se ofrece hasta hoy, junto con otros cursos de posgrado y grado surgidos en años más recientes.

Desde sus albores, ese curso clásico o fundacional fue concebido como de investigación en el campo, a tiempo completo, durante dos meses, y de manera intensiva. Sin embargo, dos brillantes jóvenes que lo habían tomado, Daniel Janzen y Norman Scott, le insuflaron un original enfoque metodológico, basado en la realización de experimentos cortos. Para ello, cada estudiante debía observar algún hecho o fenómeno que le llamara la atención, plantearse una pregunta inteligente al respecto, convertirla en una hipótesis, y determinar la veracidad de ésta mediante un experimento realizable en unas pocas horas de trabajo de campo. Por cierto, ellos provenían de disciplinas muy disímiles, de la entomología el primero, y de la herpetología el segundo; Daniel fue discípulo del célebre Ray F. Smith —uno de los proponentes del paradigma del manejo integrado de plagas— en la Universidad de California, en su campus de Berkeley, mientras que Norman lo fue del ya citado Savage, en la Universidad de Southern California.

Como lo afirmo en uno de los artículos académicos que cité al inicio de este artículo, «desde el punto de vista de la enseñanza de las ciencias biológicas, esos cursos intensivos de biología de campo representaron una especie de parteaguas o hito, vale decir, “un antes y un después” en la forma de percibir y entender la naturaleza tropical, y desde entonces ese enfoque y esa metodología las hemos aplicado a nuestros estudiantes durante nuestra vida académica». Esto último es muy satisfactorio para mí, pues algunos de mis estudiantes extranjeros en la Universidad Nacional (UNA) o el Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza (CATIE), años después me comunicaron cuán enriquecedora y gratificante fue esa experiencia académica, la cual ellos también replicaron con éxito en sus labores docentes.

Ahora bien, en determinado momento, las labores de la OET empezaron a trascender el ámbito docente, para también incentivar las actividades de investigación en ecología tropical. En efecto, con el paso de los años, y gracias al mejoramiento y modernización de su infraestructura, las estaciones de la OET se convirtieron en entornos ideales para el desarrollo de proyectos de largo plazo, gestados por profesores de algunas universidades estadounidenses, y financiados por diversas entidades. Esto ha permitido que sus estudiantes de postgrado realicen ahí las investigaciones para sus tesis, con lo cual se han logrado extraordinarios avances en el entendimiento de los complejos fenómenos y mecanismos que determinan la abundancia, la estructura, la funcionalidad, la distribución, la persistencia y la evolución de la biota tropical, así como sus interrelaciones con el entorno físico.

Por ejemplo, solamente en La Selva —la más antigua de las estaciones, y otrora perteneciente al célebre ecólogo Leslie R. Holdridge—, las investigaciones ahí realizadas han producido más de 4500 publicaciones, lo que permite afirmar que es uno de los sitios tropicales del planeta mejor estudiados. Es pertinente resaltar que estas y muchas otras publicaciones corresponden a artículos aparecidos en revistas científicas de muy alto nivel, al igual que a capítulos de libros, libros completos y otros tipos de documentos. Por cierto, toda esta información está sistematizada en la excelente base de datos BINABITROP —patrocinada por la OET—, así como disponible en Internet para cualquier usuario interesado.

Mi relación con la OET

Antes de continuar, aclaro que no pretendo reseñar aquí la historia de la OET —pues no soy quién para hacerlo—, sino relatar algunas remembranzas personales, como lo señalé al inicio.

Al respecto, por fortuna, se cuenta con tres excelentes publicaciones. La primera corresponde a un capítulo del libro Tropical rainforest diversity and conservation, escrito por Donald E. Stone —uno de sus directores, por largo tiempo—, el cual se intitula The Organization for Tropical Studies (OTS): a success story in graduate training and research (1988). La segunda es el artículo Evolution of the Organization for Tropical Studies (Revista de Biología Tropical, 2002), de Leslie J. Burlingame. La tercera es otro artículo, The Organization for Tropical Studies: History, accomplishments, future directions in education and research, with an emphasis in the contributions to the study of plant reproductive ecology and genetics in tropical ecosystems (Biological Conservation, 2021), escrito por Oscar Rocha y Elizabeth Braker. ¡Ojalá algún día se escriba un libro completo sobre la historia y los logros de la OET!

Ahora bien, en cuanto a mis remembranzas, debo indicar que mi relación con la OET ha sido discontinua y hasta intermitente a lo largo de medio siglo, pero siempre muy positiva.

Todo empezó cuando, por tratarse de un curso de postgrado, recién obtenido el bachillerato universitario en Biología —que completé a fines de 1973—, al comenzar el siguiente año, en el verano o estación seca de 1974, fui aceptado en el curso de Ecología de Poblaciones, al cual me referiré en detalle después.

Gracias a mi desempeño en dicho curso, en el verano del año siguiente sus coordinadores, el herpetólogo Douglas Robinson, el ornitólogo Gary Stiles y el ecólogo Sergio Salas —profesores en la UCR— me nombraron como su asistente, cuando frisaba yo los 22 años de edad. Además, salvo Douglas, ellos me conocían desde antes. Al respecto, en el verano de 1973 fui asistente de Sergio en el curso de Historia Natural de Costa Rica, como lo narro en el artículo Sergio Salas, mentor y amigo (Nuestro País, 20-II-2018), mientras que en el segundo semestre de 1974 había tomado el curso de Comportamiento Animal con Gary.

En virtud de mi responsabilidad como asistente, me correspondió ir a acondicionar un aula de la Escuela La Julieta, en Parrita, y un aposento en la estación de Palo Verde, como espacios de trabajo para los estudiantes. Llevábamos estereoscopios, microscopios, balanzas, jaulas de madera y vidrio, cajas entomológicas, reactivos químicos y una muy selecta biblioteca. Además, en varios baúles de madera acarreábamos gran cantidad de frascos de vidrio —para preservar especímenes de animales invertebrados y pequeños vertebrados—, binoculares, trampas, prensas para plantas, cuadrículas de alambre, redes de niebla, redes para capturar insectos, termómetros, higrómetros, cronómetros, contadores manuales, cintas métricas, sueros antiofídicos, etc. Para ello, yo contaba con la imprescindible ayuda de algún chofer de la OET, como Edgar Murillo y Jessie James, tico este último, pero con nombre parecido al del legendario bandolero del Viejo Oeste, y que dio origen a una marca de bluyins por entonces muy afamada.

Fueron varias las anécdotas vividas con ellos. Por ejemplo, en ruta hacia Guanacaste, a la camioneta se le pincharon tres llantas —de desgastadas que estaban—, y no había dinero para comprar nuevas, ante lo cual Edgar, después de llamar a la OET tres veces el mismo día y agenciárselas con Jorge Campabadal Madrigal —por entonces director residente— y su eficiente secretaria Flor Torres Acosta, debió recurrir a no recuerdo qué artimañas para que se las vendieran de fiado, mientras que la otra se pudo reparar. Asimismo, con Jessie, el maltrecho yip Land Rover de la OET nos falló, y tuvimos que dejarlo en un taller en Quepos, así como pedir aventón a un camión repartidor de muebles y aparatos electrodomésticos. En pleno verano, por la retorcida y apenas lastreada carretera hacia Puriscal, tuvimos que permanecer sentados en el piso del cajón hermético del camión, con los traseros maltratados de tanto brinco, sofocados y tragando polvo, así como atentos a que ninguno de aquellos enseres —que en las curvas y pendientes se querían desatar de los mecates con que estaban amarrados— nos fuera a golpear.

Superados estos avatares, lo realmente lindo vendría después, con el auxilio a los estudiantes —provenientes de varios países latinoamericanos—, al transportarlos en carro hasta los sitios de experimentación, así como ayudarles en aspectos logísticos para sus proyectos. No obstante, Douglas, Gary y Sergio no solo me honraron con elegirme como asistente de tan importante curso, sino que además me pidieron que diseñara dos experimentos de campo, para que los estudiantes los efectuaran, lo cual me demandó mucha imaginación, al igual que bastantes días de trabajo, debido a mis dudas acerca de si llenaría las expectativas de ellos y de los estudiantes. Eso fue en 1975, como lo indiqué previamente, pero en 1976 me solicitaron lo mismo, más una charla acerca de los fundamentos ecológicos del control biológico de plagas, dado que a mediados de 1975 había tomado el Curso Internacional de Control Biológico, en México, gracias a una beca de la Organización de Estados Americanos (OEA).

En realidad, movido por el impulso interno de servir mejor a la sociedad como profesional, para entonces ya había definido que —no sin dolor— me alejaba de la biología básica o «pura», para incursionar en la biología aplicada a la agricultura y la silvicultura. Ese sería mi campo de especialización, que se cimentaría al obtener el doctorado en Entomología, con énfasis en manejo integrado de plagas, en la Universidad de California, en su campus de Riverside.

Un singular curso de campo

Conviene destacar que, aunque la OET ofrecía su curso clásico, Douglas Robinson sentía la necesidad de que se creara un curso análogo, pero enseñado en español, pues muy pocos estudiantes latinoamericanos tenían solvencia en inglés. Por tanto, en 1971, y a título individual, se atrevió a dictar el curso Dinámica de Poblaciones, exclusivo para estudiantes de la UCR. Por cierto, en el concepto «dinámica» convergen los cuatro grandes factores (natalidad, inmigración, mortalidad y emigración), que determinan el curso de las poblaciones vegetales y animales en el tiempo, el cual se expresa en su abundancia, distribución y persistencia. Lo poco que conozco de esta tentativa lo debo al entrañable amigo y colega Freddy Pacheco León, quien fue uno de los que tomó ese curso, el cual tuvo mucho de «experimental» o «piloto».

Insistente en sus proyectos, esta experiencia pionera le permitió a Douglas hacer un nuevo intento tres años después, pero ahora acompañado por los ya citados Gary Stiles y Sergio Salas como cómplices. Estos conocían bien la metodología empleada en la OET pues, mientras cursaba el postgrado en la Universidad de California, en el campus de Los Ángeles, Gary había tomado el primer curso de la OET, en 1964, mientras que Sergio lo matriculó en 1967.

A ellos tres se sumó un selecto grupo de científicos, tanto nacionales (Carlos Valerio Gutiérrez y Carlos Villalobos Solé) como extranjeros; estos últimos fueron el mexicano José Sarukhán y el venezolano Ernesto Medina, más los estadounidenses Robert Hunter, Monte Lloyd, Gary Hartshorn, George Powell y Leslie Holdridge. Este curso se denominó Ecología de Poblaciones, y fue el que tomé yo. De Costa Rica, los estudiantes fuimos Olga Méndez Arburola, Julio Sánchez Pérez y yo, más la española Rafaela Sierra Ramos —residente en el país—, así como los extranjeros Gustavo Ramos Estrada (Guatemala), Amado Suazo Velásquez (Honduras), Pedro E. Falco González (Colombia) y Carmelina Flores de Lombardi (Venezuela).

Como una simpática curiosidad, para entonces el costo de la matrícula correspondía a ₡ 515, equivalentes a US$ 50. Ahora suena cómico y casi prehistórico, pero a los estudiantes extranjeros les informaban que desde el aeropuerto Juan Santamaría podían desplazarse en autobús hasta el centro de San José por ₡ 1,50, pero si preferían tomar un taxi hasta al hotel Holland House —cerca de la UCR, donde se les albergaría—, la tarifa era de ₡ 28. Estas abismales diferencias no obedecen solo al tipo de cambio per se —de ₡ 8,54 a inicios de 1974, y hoy de unos ₡ 500 por dólar—, sino especialmente al desmesurado aumento en el costo de la vida en Costa Rica; al respecto, hace poco tomé un taxi del aeropuerto a mi casa, en San Pablo de Heredia, y me cobraron $ 40 por apenas 11 km de recorrido, en tanto que la UCR está a 23 km del aeropuerto. Pero, bueno…, dejemos de lado las cosas desagradables, y pasemos a lo bonito de la enriquecedora experiencia vivida en el curso de la OET.

Efectivamente, como parte del pensum académico, a diferencia de muchas carreras en la UCR —que se basan exclusivamente en clases teóricas—, en la de Biología siempre hubo actividades de carácter práctico, para complementar la teoría que se nos enseñaba. Normalmente comprendían extensas jornadas de laboratorio o giras al campo, estas últimas los fines de semana, para que no interfirieran con los ajustados horarios de los días hábiles.

Sin embargo, Ecología de Poblaciones era muy diferente de todo lo vivido hasta entonces, pues era un curso intensivo en el campo. Focalizado en entender in situ las interacciones entre plantas y animales, en el contexto de ecosistemas particulares y contrastantes, durante casi dos meses pudimos ascender desde las planicies del Pacífico Sur, al nivel del mar, hasta el páramo de Talamanca, a casi 3500 m de altitud. Para ello, estuvimos poco más de una semana en cada una de las siguientes localidades: Parrita, Palo Verde, La Selva, Monteverde y el Cerro de la Muerte; a ellas se sumó una visita al CATIE, en Turrialba.

Es pertinente indicar que en Palo Verde y La Selva nos instalamos en las estaciones de la OET, donde se contaba con dormitorios con camarotes, servicio de comedor, y un amplio salón para trabajar, colocar el equipo, los instrumentos y la biblioteca, y en el cual también tenían lugar las conferencias, debates, etc. No obstante, para las demás localidades hubo que recurrir a lo que hubiera disponible. Por ejemplo, para trabajar en Parrita usamos como sede el pequeño hotel de la Compañía Bananera, en Quepos, donde nos facilitaron un salón; en Monteverde, nos prestaron la escuela —pues los niños estaban de vacaciones—, y nos hospedamos en dos o tres casas de familias cuáqueras, que funcionaban como pensiones; finalmente, para estar cerca del Cerro de la Muerte, nos albergamos en el hotel La Georgina, en Villa Mills, donde nos permitieron usar una pequeña sala para las actividades del curso.

En realidad, esta fue una experiencia formativa inédita. En efecto, durante casi dos meses permanecimos totalmente inmersos en la naturaleza, mientras que, a un incesante ritmo, realizábamos diversas actividades, que se complementaban de manera óptima. Sin duda, las más importantes eran los experimentos de campo, de los cuales había dos modalidades: proyectos de grupo —preparados por los profesores coordinadores o por los especialistas invitados— y proyectos individuales. Estos últimos eran concebidos por cada uno de los estudiantes, pero cada anteproyecto debía ser sometido a la aprobación de los compañeros y los profesores, lo que suscitaba discusiones nada benévolas, a veces bastante caldeadas. Y, por supuesto, durante esos dos meses no hubo un solo anteproyecto que se librara de ser modificado y replanteado, además de que no pocos terminaron en el cesto de la basura. «¡Critiquen, critiquen, critiquen!», era la consigna de nuestros profesores —auténticos mentores—, pues su propósito era contribuir a formar mentes críticas y creativas.

Obviamente, una vez efectuados los experimentos, iniciados desde muy temprano y finalizados antes del mediodía, los resultados debían ser analizados en términos estadísticos y biológicos, como paso previo a la elaboración del informe final y su presentación ante el grupo. Esto se hacía por las tardes, pero a veces el tiempo era insuficiente, por lo que se debía trabajar hasta altas horas de la noche, aunque hubiera que madrugar al día siguiente. Y, ya una vez presentado el informe final ante el grupo, en este segundo tamiz imperaba de nuevo la crítica, pues nuestros profesores se regían por el principio y la convicción de que es la crítica objetiva y sana el mejor proceder para depurar y perfeccionar cualquier obra. ¡Cuánto sufrimos, porque pensar duele! Pero, ¡¡¡cuánto aprendimos!!!

Ahora bien, este adiestramiento de carácter práctico era complementado con ricas conferencias de naturaleza teórica, impartidas casi todas las noches por los profesores y los expertos invitados. Además, a veces se tenía la oportunidad de interactuar con investigadores reputados, al igual que con estudiantes que trabajaban en sus tesis de doctorado, como parte de proyectos de largo plazo de dichos tutores en las estaciones de la OET. Es decir, durante esos dos meses pasábamos sumergidos, literalmente, en teoría ecológica y en hallazgos de campo recientes, generados in situ, por lo que el curso fue una auténtica experiencia vivencial, como lo manifesté en uno de mis artículos citados al principio.

Para concluir esta sección, cuando Douglas murió, escribí una especie de obituario en la prensa (Semanario Universidad, 28-VI-91, p. 4), en el cual resumí lo que, en esencia, fue el curso de Ecología de Poblaciones. En él expresé que Douglas «nos trasladó a los montes, y con Gary Stiles y Sergio Salas nos puso a trabajar, en jornadas de más de quince horas diarias durante dos meses, para estudiar la ecología de las poblaciones naturales. El curso fue una expurgación de lo libresco, del reportecito fácil, de la biología de folletín. Ahí, entre la extenuación, nacimos como ecólogos».

Una huella realmente indeleble

Aunque, como lo indiqué en páginas previas, ya en 1975 había decidido enrumbarme hacia la entomología aplicada, la formación que me dejó el curso me reafirmó la noción de que el manejo de plagas agrícolas y forestales de ninguna manera está disociado de la ecología de las poblaciones y comunidades naturales. De hecho, bien sabemos que la presencia de plagas es en sí misma la expresión de desbalances poblacionales en los agroecosistemas.

Por ello, desde entonces sentí la necesidad de acrecentar mi formación en el campo ecológico. Fue así como en el propio 1975 aproveché para tomar el curso Ecología Avanzada, dictado por Gary Stiles y Susan Smith —ofrecido una sola vez, creo—, así como dos seminarios en 1976, intitulados Competencia y Depredación, ambos a cargo de Carlos Villalobos. Además, mi tesis de licenciatura versó sobre relaciones planta-insecto, al estudiar por dos años consecutivos la fenología y la polinización por dípteros de la planta de patito (Aristolochia grandiflora); fue dirigida por Gary, mientras que los demás miembros del Comité de Tesis fueron Sergio, Carlos Valerio, Carlos Villalobos y el Dr. Luis A. Fournier Origgi, profesor de los cursos de Ecología Vegetal, Botánica Forestal y Métodos de Investigación.

Posteriormente, a inicios de 1979, al comenzar el postgrado en la Universidad de California, era obligatorio tomar el curso Ecología de Insectos. Esa vez fue impartido por Dac A. Crossley, profesor visitante de la Universidad de Georgia, quien había sido discípulo del célebre ecólogo Eugene P. Odum. Después de asistir a clases por un par de semanas, el curso me pareció muy básico, por lo que solicité a la División de Estudios de Postgrado que me relevaran de tomarlo y me reconocieran en su lugar el de Ecología de Poblaciones. Por fortuna, ello ocurrió con presteza, dada la alta reputación de la OET en el ámbito académico en EE. UU.

En trimestres posteriores me matriculé en Ecología de Poblaciones de Insectos, dictado por Robert F. Luck y, por interés propio, asistí como oyente al de Introducción a la Ecología de Poblaciones y Comunidades, que impartía Clay A. Sassaman en el Departamento de Biología. Asimismo, después de tomar Cálculo I y Cálculo II, asistí como oyente a los cursos de Ecología Matemática y Genética de Poblaciones, a cargo de Richard F. Green y Charles E. Taylor, respectivamente, de los cuales debí desertar, pues no daba abasto, entre mis cursos obligatorios y las labores de investigación para mi tesis. Por cierto, esta última fue de carácter completamente agroecológico, al analizar en el tiempo y el espacio las fluctuaciones poblacionales del lepidóptero Heliothis virescens, cuya larva es una seria plaga del algodón y otros cultivos.

Fue así como, con una sólida formación en entomología ecológica, a mi regreso al país, por varios años me correspondió impartir los cursos de Ecología General y Manejo de Enfermedades y Plagas Forestales, para la carrera de Ingeniería en Ciencias Forestales, en la Escuela de Ciencias Ambientales, en la UNA. Asimismo, tuve la oportunidad de dictar el curso Ecología de Poblaciones Animales, al igual que Análisis y Combate de Vertebrados Plaga, para la Maestría en Manejo de Vida Silvestre, también en la UNA. Posteriormente, al mudarme al CATIE, por casi 20 años tuve a cargo el curso Manejo Agroecológico de Insectos Plaga, dentro de la Maestría en Fitoprotección. Además, de las 66 tesis en que me correspondió participar como director o como miembro de Comité —ya fuera de licenciatura, maestría y doctorado—, todas se refirieron al conocimiento y las aplicaciones de aspectos ecológicos clave para manejar plagas agrícolas o forestales sin causar efectos adversos al ambiente.

Es oportuno mencionar que, durante mis años de docente e investigador en la UNA, varias veces fui invitado por la OET como conferencista en el curso Ecología de Poblaciones, en temas como la estacionalidad de insectos en ambientes tropicales, el herbivorismo en insectos, algunas relaciones insecto/planta, y las aplicaciones prácticas del conocimiento de las interacciones depredador/presa y parasitoide/hospedante, lo que me permitió retornar a sitios añorados, como La Selva, Palo Verde y Monteverde. Además, cuando en 1985 se decidió ampliar la oferta académica e instaurar el curso Agroecology, me solicitaron ser miembro del comité gestor de tan relevante proyecto académico, al lado de los reputados científicos Robert Hart, Jack Ewel, Barbara Bentley, Rodrigo Gámez, Steve Gliesmann, Steve Risch, y uno o dos más que escapan a mi memoria. Asimismo, fui conferencista en la primera versión de dicho curso y varias veces más, al igual que cuando el curso se impartió en español, con el título Agroecología.

En síntesis, el original y sugerente abordaje ecológico aprendido y asimilado en aquel memorable verano de 1974 —hace exactamente medio siglo—, moldeó mi mente de manera indeleble, y marcó para siempre mi vida profesional.

Para concluir, lo hasta ahora narrado y una que otra anécdota más, fue lo que evoqué con Pedro León aquella tarde decembrina del año pasado, permeada por los frescos vientos alisios de la época navideña, cuando el alma es más sensible a la rememoración y a la gratitud. Por tanto, aproveché tan sin igual ocasión para agradecer todo cuanto recibí de la OET y de mis mentores. Y, para que no haya riesgo de que mi tributo se esfume, aunque Douglas y Sergio ya no están con nosotros, Gary —hoy con 81 años— reside en Colombia, y los amigos Daniel Janzen y Norman Scott tienen 85 y 89 años, respectivamente, en estas páginas dejo constancia y reafirmo lo imperecedero que ha sido en mí su legado formativo, el cual también traté de infundir en quienes por más de 30 años fueron mis discípulos. ¡Muchas gracias!

Concejo Municipal de Montes de Oca se solidariza con pueblo Palestino

Por: Jorge Mora Portuguez
Regidor Suplente
Municipalidad de Montes de Oca.

Concejo Municipal de Montes de Oca reitera condena a Israel por genocidio y crímenes de lesa humanidad contra el pueblo palestino y reconoce y saluda al Campamento de Solidaridad instalado en UCR.

El pasado lunes 10 de junio el Concejo Municipal de Montes de Oca aprobó en forma unánime la moción que presentó esta regiduría junto a otras más que la suscribieron.

Esta moción va en consonancia con el acuerdo adoptado el 11 de diciembre del 2023 por el Concejo Municipal anterior, en que se llama al gobierno de Costa Rica a asumir un rol más beligerante en la busque de un cese al fuego y por la paz.

Se exige al gobierno de Israel cesar sus ataques en contra de la población civil palestina en Gaza y Cisjordania.

A continuación el texto de la moción aprobada:

10-06-24

CONSIDERANDO QUE:

PRIMERO. Que en la Sesión Ordinaria Nro. 189/2023, Articulo N° 10, del día 11 de diciembre 2023, el Concejo Municipal de Montes de Oca acordó en forma unánime hacer un llamado al gobierno de Costa Rica y a la Asamblea Legislativa para que asumieran un papel de mayor liderazgo en el llamado internacional a un cese al fuego inmediato, duradero y sostenido en la franja de Gaza.

SEGUNDO. Que en ese mismo acuerdo se condena y repudia toda acción de represalia indiscriminada del ejército israelí en contra de la población civil palestina en los territorios de Gaza y Cisjordania; así como el bombardeo de instalaciones civiles, clínicas, hospitales, centros de refugiados, o en contra de la prensa internacional, los organismos de Naciones Unidas y de Socorro internacional. Y se hace un llamado al gobierno de Israel, para que, de acuerdo con la resolución de la Asamblea General de la ONU ES-10/21, respete el derecho humanitario internacional; así como el sistema internacional de derechos humanos y a que cese de inmediato los ataques indiscriminados contra la población civil.

TERCERO. Que desde entonces el ejército israelí no solo no ha cesado las agresiones en contra de la población civil en Gaza, sino que las ha extendido y endurecido. Pasando de 16 mil personas asesinadas a más de 40 mil al día de hoy, de las cuales más de 15 mil son niños y niñas.

CUARTO. Que estas acciones constituyen al tenor del derecho internacional, actos de genocidio y de crímenes de lesa humanidad; por lo que diversos países han interpuesto denuncias contra el gobierno de Israel ante la Corte Penal Internacional y ante la Corte Internacional de Justicia

POR LO TANTO, ESTE CONCEJO MUNICIPAL ACUERDA:

PRIMERO. Reiterar la condena y repudio de este gobierno local por los crímenes de genocidio y lesa humanidad cometidos por el ejército y el gobierno de Israel en contra de la población civil palestina en Gaza y Cisjordania.

SEGUNDO. Reiterar nuestro llamado para que el Gobierno de Costa Rica asuma un mayor compromiso con la causa de la paz, y con la causa de los derechos humanos que siempre nos han caracterizado como nación; y exija a Israel un cese al fuego inmediato de conformidad con las resoluciones de la ONU.

TERCERO. Manifestar nuestro reconocimiento y solidaridad con los movimientos estudiantiles universitarios, que alrededor del mundo se movilizan en solidaridad con el pueblo palestino y que en varias ocasiones han sufrido represión y persecución en sus países.

CUARTO. Manifestar nuestro reconocimiento y solidaridad con las personas, organizaciones y movimientos que por mes y medio han mantenido un campamento permanente de solidaridad con Palestina en las instalaciones de la Universidad de Costa Rica. Siendo el de mayor duración en toda América Latina.

QUINTO. Comunicar este acuerdo a todas las demás municipalidades del país, instándolas a que se pronuncien de la misma forma; al gobierno de Costa Rica, a la embajada de Israel, al consulado honorario del Estado de Palestina en Costa Rica, así como a los medios de comunicación y a la población de Montes de Oca.

Geopolítica y coyuntura de crisis

Por: Trino Barrantes Araya
camilosantamaria775@gmail.com

I.- La crisis geopolítica actual, ¿hay realmente un declive de la hegemonía norteamericana?

Con el título inicial se han escrito varios ensayos. Todos, pues, tienen como punto de partida de que existe hoy un hegemón, el imperio yanqui, pero que francamente está sumido en una profunda crisis hegemónica, económica, geopolítica y de legitimidad.

Esa lectura es parcialmente cierta y se ajusta al concepto de “Guerra Fría” que sirvió de marco en el análisis coyuntural, antes de 1989 y 1991. En rigor, con la caída del muro de Berlín y el fracaso del socialismo real en la URSS.

Pero lo cierto es que, ninguna lectura de la narrativa actual, puede obviar el papel del imperialismo que, aunque viva un profundo proceso de crisis , logra “resetearse”, para mantener su posición dominante.

Ahora bien, sin querer agotar, de ninguna manera la definición de que es la geopolítica, podemos aventurar una simple acepción:

“La Geopolítica es la conciencia geográfica del Estado. Ella proporciona la materia prima de donde el hombre de Estado, de Espíritu creador, obtiene su obra de arte” (Karl Haushofer).

II.- El cambio del sistema internacional.

Tal vez aquí, la puntualización podría ser exhaustiva. No tratamos de ninguna manera de agotar el tema. Sin embargo, como parte de una razonable lectura y de un cierto ejercicio, compartimos para nuestro análisis estos tres puntos básicos ofrecidos por algunos autores.

Siguiendo esa lógica, algunos estudiosos descansan su teoría afirmando que, el cambio del sistema internacional depende de tres factores:

“… un fracaso absoluto estadounidense en el ámbito económico, militar y diplomático; una nueva crisis del capitalismo global que le afecte significativamente, o un cambio de la orientación de su política exterior debido a un cambio en su política doméstica…”

Pero lo cierto de todo esto, es que hoy tenemos puntos concretos de inflexión y, a riesgo de no ser tan esquemáticos, podemos indicar los siguientes puntos de fricción, inflexión y riesgo del mundo contemporáneo.

III.- Los actuales puntos de inflexión del sistema mundial.

En primer lugar, asoma como constante la guerra de IVta. generación, un sistema más impulsivo y caótico y, obviamente la crisis de las hegemonías, frente a un mundo multipolar y nuevo concepto económico a través de los BRIC´S.

Cualquier espacio geográfico se convierte hoy en punto de disputa y polarización. La ruptura de los consensos es una constante y el fantasma de la conflagración de una guerra mundial toca con más fuerza a las puertas del mundo contemporáneo.

Así pues, el mundo unipolar cede violentamente a un mundo multipolar en donde el cambio de los actores ofrece a Rusia, China, la India, Sudáfrica y otras formaciones económico sociales, una perspectiva de nuevo tipo.

Un segundo momento. Con base en el punto anterior, podemos señalar que existe hoy un nuevo sujeto histórico. Pero también una nueva lógica de mirar el conflicto armado bajo otra naturaleza. La Inteligencia Artificial-IA, las redes sociales (Las llamadas GAFA (acrónimo de Google, Apple, Facebook y Amazon) afectan e interceden en las nuevas narrativas y el discurso.

El tercer elemento que cruza el firmamento es el cambio que estamos viviendo de la guerra convencional a la guerra híbrida. La lucha mediática, los troles, los drones y otra serie de elementos son de nuevo orden en el conflicto militar. No se abandona, claro está, el estado salvaje de la fuerza militar; pero nuevas formas le dan al conflicto una lectura diferente.

El cuarto aspecto que no deja de ser importante en las nuevas lógicas de dominación y de afirmación geopolítica son las criptomonedas, y lo que en cibernética llamamos el poder del “big data”.

El uso indiscriminado de “datos”, dará a las nuevas hegemonías un lógica de dominación muy diferente al poder que hasta ahora se ha ejercido por la vía bancaria, las armas militares y los más medias.

Como lo señaló, positivamente, Gabriel Rivas, en la Escuela de Cuadros del PVP: “…por otro lado, si no apostamos a la soberanía alimentaria, a crear fronteras humanas en defensa del cambio climático, si no somos capaces de leer correctamente los fakes news, es decir el mar de desinformación que nos atosiga la 24 horas del día, no podemos hablar de crear entonces una nueva conciencia revolucionaria. La desinformación hoy es tóxica, su estructura está basada en informaciones falsas y descontextualizadas que se hacen pasar por ciertas…”.

Un quinto aspecto, tan importante como lo otros que hemos mencionado, son los riesgos y amenazas concretas en el los ataques ciberespaciales, la crisis en los indicadores sociales: económicos, medioambientales, sociales, culturales, tecnológicos y geopolíticos y la afirmación cada vez más frecuente de los gobiernos “populistas de derecha”.

Sin ser una afirmación comprobada, la humanidad está dando pasos muy acelerados hacia un nuevo proyecto neofascista.

El elemento sexto que podemos puntualizar en este pequeño examen, es la crisis del dólar, la crisis económica y la deslegitimación de los procesos electorales.

Las nuevas lecturas de la sociedad contemporáneas ponen en igualdad de posiciones prestigiosas profesiones liberales, a la par del sicariato. La estructura natural de la empresa, colapsa frente a la lógica que asumen las estructuras del comercio del narcotráfico.

Sumado a todo ello, la crisis de un liderazgo propositivo, el ascenso de las masas en sus nuevas propuestas políticas, no aparecen en el horizonte a corto plazo.

El sexto elemento, se tiene que ubicar en tres contextos geopolíticos y geográficos de muy distinto signo: América Latina, el Cercano Oriente y África.

En cada una de ellas los desafíos son de muy distinta naturaleza. No obstante, las asimetrías y diferencias que existen en cada uno de dichos espacios, los tres comparten la lógica de la “Guerra de la Cuarta Generación” y el contexto de la Guerra Híbrida.

IV.- “Guerra de la Cuarta Generación”, el contexto de la “Guerra Híbrida” Marcapasos de la Tercera Conflagración, hoy de carácter nuclear.

“… después de todo el tiempo que el norte

acomodó al mundo a sus intereses, ya toca

al SUR cambiar las reglas del juego…”

Miguel Díaz-Canel

Este último apartado, tiene como estructura una aproximación hacia algunos párrafos conclusivos, no definitivos, pero sí objeto del resultado que nos anticipa.

“Nunca es más oscuro que cuando va a amanecer”. El cielo está lleno de señales. Señales que cruzan el firmamento con un verdadero sello apocalíptico. Porque de desarrollarse una guerra termonuclear, el resultado es impredecible. Hiroshima y Nagasaki, asoman como fantasmas incuestionables.

Pero hablemos someramente de “geopolítica”. La geopolítica no solo debe verse como la disciplina que estudia la expansión territorial; la consolidación de la geopolítica está estrechamente ligada a la expansión de los imperios y a la dominación que han ejercido y ejercen sobre los territorios sometidos a su dominio.

Por eso a esta disciplina del saber humano, no solo debe entendérsele como estudio de un determinado territorio donde se expresa un particular campo de conflicto; al contrario, debemos entenderla más ampliamente, es decir en sus implicaciones económicas, relación con el ambiente, el espacio vivencial de afirmación de la cultura y, consecuentemente, como límite geográfico.

De tal suerte que, hablar hoy de geopolítica, exige ampliar el panorama a temas y retos de una naturaleza más compleja, tales como:

  • Las grandes movilizaciones de migrantes
  • La lucha contra la pobreza
  • Las políticas contra los desastres naturales y el calentamiento global
  • La sostenibilidad de los océanos y la defensa del agua
  • Depredación del ambiente y el calentamiento global
  • Erradicación de la exclusión, la desigualdad, la discriminación y el enfrentamiento a las visiones supremacista

Pero también la geopolítica pasa por otros grandes ejes que comprometen el destino de la humanidad:

  • ¿Cómo enfrentar la Inteligencia Artificial?
  • El comportamiento de los nuevos bloques de poder y económicos
  • Los conflictos armados a gran escala

Ni los anteriores puntos señalados, ni tampoco estos tres ejes agotan la narrativa contemporánea en la cual está inserta toda la humanidad.

Frente a las disparidades económicas y geopolíticas, el mundo reclama hoy una nueva arquitectura para reacomodar sus nichos ecológicos, en un marco que rompa con las disparidades y asimetrías existentes.

Tenemos en el orbe 70 bases militares y 16 conflictos armados a gran escala (Programa de Datos de Conflicto de Uppsala-Suecia). Guerra y conflictos adquieren así una clara diferenciación, cuyo análisis se mide en función del número de muertos. Necrológico indicador, que nos dice, que más de 1000 muertos corresponden a una guerra, menos de esa cifra a un conflicto.

Un tema de tal envergadura no se agota, más bien nos lleva a una gran interrogante colectiva: ¿ Qué hacer?

Los derechos democráticos de los trabajadores se desmoronan: Índice Global de los Derechos de la CSI 2024

El Índice Global de los Derechos de la CSI de 2024 es de difícil lectura: una clara y urgente advertencia de que los valores democráticos y los derechos fundamentales suscritos por la mayoría de los países a escala internacional se están desmoronando.

El secretario general de la CSI, Luc Triangle, ha declarado: «El Índice viene registrando desde hace 11 años un rápido deterioro de los derechos de los trabajadores y las trabajadoras en todas las regiones del mundo. Los trabajadores son el corazón latente de la democracia; su derecho a ser escuchados es crucial para la vitalidad y la sostenibilidad de los sistemas democráticos. La vulneración de sus derechos constituye un ataque a la propia democracia. La democracia, los derechos sindicales y los derechos de los trabajadores van unidos: no se puede tener lo uno sin lo otro.

El Índice Global de los Derechos de la CSI es un examen exhaustivo de los derechos de los trabajadores y las trabajadoras recogidos en la legislación de 151 países, los cuales se califican en función de una lista de 97 indicadores derivados de la jurisprudencia y los Convenios de la OIT. Como tal, es la única base de datos de este tipo. Los países se califican en una escala del 1 al 5+ basada en el grado de respeto de los derechos de los trabajadores. Las violaciones de los derechos se registran cada año de abril a marzo.

Los 10 peores países para los trabajadores y las trabajadoras son: Bangladesh, Belarús, Ecuador, Egipto, Eswatini, Filipinas, Guatemala, Myanmar, Túnez y Türkiye.

  • Un total de 22 sindicalistas han sido asesinados en 6 países: Bangladesh, Colombia, Filipinas, Guatemala, Honduras y República de Corea.
  • En 12 países las condiciones son pésimas debido a la ruptura del Estado de derecho, por lo que han obtenido una calificación de 5+.
  • Solo dos países han registrado mejoras en su puntuación en 2024: Rumanía ha pasado de un 4 a un 3, y Brasil ha obtenido un 4, lo que supone una mejora con respecto al 5 registrado el año pasado
  • Trece países han obtenido peores calificaciones: Arabia Saudita, Costa Rica, Federación Rusa, Finlandia, Israel, Kirguistán, Madagascar, México, Nigeria, Qatar, Sudán, Suiza y Venezuela.
  • En el 87% de los países se ha vulnerado el derecho de huelga.
  • En el 79% de los países se ha vulnerado el derecho a la negociación colectiva.
  • En el 75% de los países se excluye a los trabajadores del derecho a establecer o afiliarse a un sindicato.
  • En el 74% de los países se ha impedido el registro de sindicatos.
  • En el 65% de los países los trabajadores carecen de acceso o tienen un acceso restringido a la justicia.
  • En el 43% de los países se ha restringido la libertad de expresión y de reunión.
  • En 74 países se han efectuado arrestos y detenciones de trabajadores.
  • En 44 países se han dado casos de trabajadores que sufrieron actos de violencia.
  • Europa ha obtenido una puntuación media de 2,73, peor que el 2,56 que obtuvo en 2023, manteniendo un rápido deterioro con respecto al 1,84 de 2014 y registrando así el mayor declive de todas las regiones del mundo en los últimos 10 años.
  • La peor región del mundo para los trabajadores es Oriente Medio y Norte de África, con una calificación media de 4,74, peor que el 4,53 que recibió en 2023 y que el 4,25 que obtuvo en 2014. Los derechos a la negociación colectiva, a afiliarse a un sindicato y a registrar un sindicato han sido vulnerados por todos los países de la región.

Un movimiento verdaderamente democrático

Luc Triangle ha declarado: Aunque se han constatado modestos indicios de mejora, el panorama general proyecta un ataque implacable a las libertades civiles, a los derechos laborales y a los intereses de los trabajadores y las trabajadoras. El Índice cuenta la historia de trabajadores, trabajadoras y sindicalistas valientes que a menudo se enfrentan a graves peligros para mejorar la vida de sus compañeros y defender los derechos democráticos.

“Esto se produce en el contexto de una persistente y devastadora crisis del coste de la vida, de una disrupción tecnológica que está cambiando rápidamente el mundo del trabajo, y de un empeoramiento de los niveles globales de conflictos violentos en el marco de los cuales los trabajadores y las trabajadoras se enfrentan a las catastróficas consecuencias de la guerra.

» La única manera de abordar estas tendencias de manera sostenible es con un movimiento verdaderamente democrático. Un movimiento que trascienda fronteras y sectores, edades y géneros, razas y religiones, y que tenga el poder, la presencia y la responsabilidad para transformar el equilibrio de poder en todos los lugares de trabajo, países e instituciones mundiales. Los sindicatos son ese movimiento.

“Por eso, con la publicación del Índice de 2024, en un año en el que 4.000 millones de personas acudirán a las urnas, la campaña de la CSI Por la Democracia se ha propuesto defender y reforzar la democracia en el lugar de trabajo, en la sociedad y a escala mundial frente a los intereses creados de la derecha, centrados en erosionar los derechos de los trabajadores y las trabajadoras. Esta es nuestra lucha común.

«Somos los que más abogamos y luchamos por los valores democráticos que ejercemos cada día para crear un mundo más justo y seguro para todos. Nuestro trabajo es ahora más crucial que nunca».

El Índice Global de los Derechos de la CSI 2024 se publicará el 12 de junio a las 13h00, durante la Conferencia Internacional del Trabajo que tendrá lugar en la sede de la Organización Internacional del Trabajo en Ginebra (Suiza). La presentación podrá seguirse en línea a través de este enlace.

El acto contará con contribuciones y testimonios de representantes sindicales sobre la violación de los derechos que sufren los trabajadores y las trabajadoras en algunos de los países peor clasificados del mundo; y contará con las intervenciones de Luc Triangle, secretario general de la CSI, y Paapa Danquah, director jurídico de la CSI.

Compartido con SURCOS por Lorea Pino.

Fuente: https://www.ituc-csi.org/ituc-global-rights-index-2024-es

Un tamalito a referéndum

Freddy Pacheco León

Cuando el Departamento de Servicios Técnicos, de la Asamblea Legislativa, comunique al Directorio su dictamen acerca de los CUATRO proyectos incluidos en el «proyecto Jaguar», se habría de hacer las consultas a la Sala IV de la Corte Suprema de Justicia. Consultas que, por legalidad y consideración a los señores magistrados, se tendrían que hacer por separado, para cada uno de los proyectos respectivos.

Para ello, la Sala debería contar con el plazo máximo dispuesto para el estudio y resolución de cada uno, pues jamás podría jugar, en un trámite tan trascendental, el concepto del «combo», pese a haber sido remitidos cual si fuese un solo componente de lo que se sometería a votación en el Plenario Legislativo.

Se trata de proyectos tan diversos, como el del uso por privados, de terrenos demaniales bajo la custodia de Japdeva, el de desfigurar la estructura y funciones, de la Contraloría General de la República, así como la flexibilización de la Ley de Contratación Pública, para liberarla de controles constitucionales.

Por supuesto, que lo mismo se aplicaría, para el TSE, quien también tiene el deber de tratar de determinar, previamente, la existencia de posibles roces con la Constitución Política, en algunos o en los cuatro proyectos, que le fueron presentados, con sabrosos ingredientes, cual  «tamalito» de temporada, para no hacer incurrir al pueblo, en un error, costoso, pero evitable.

Defensoría monitorea control del Estado a centros de personas adultas mayores con fondos públicos

Realizó seguimiento con el CONAPAM en visita a centro diurno de la Asociación de la Casa de la Persona Adulta Mayor de Moravia (ACAPAM)

En el mes de abril 2024 se tuvo conocimiento de denuncias por presuntas agresiones (maltratos psicológicos, emocionales y tratos discriminatorios) en contra de personas adultas mayores en el centro diurno de cuido Asociación Casa de la Persona Adulta Mayor de Moravia (ACAPAM).

La información recibida por CONAPAM refiere que realizarán labores de observación y trabajo de campo para verificar la atención que se brinda a las personas adultas mayores que continúan asistiendo al lugar. La Asociación mantiene suscrito y en vigencia, el convenio de transferencia de recursos púbicos del CONAPAM para el año 2024.

La Municipalidad de Moravia informó que las siete denuncias recibidas fueron trasladas a la Junta Directiva para un abordaje en coordinación con la psicóloga del centro diurno para los procesos de contención de las personas denunciantes y refiere la creación de una Comisión Especial para la evaluación operativa del Centro Diurno del Adulto Mayor del Concejo Municipal y una revisión de los registros contables, sobre lo cual se ha solicitado mayor información.

La Defensoría de los Habitantes solicitó al CONAPAM ampliar información sobre las coordinaciones interinstitucionales que se realizan para contar con un diagnóstico integral de la condición de las personas adultas mayores usuarias del servicio, por lo que la Unidad de Gestión Social de esa institución realiza un proceso de observación, realizándose entrevistas a cada una de las personas adultas mayores que acuden al centro, así como su personal.

Esta semana, la Defensoría de los Habitantes en acompañamiento al CONAPAM, realizó una inspección en el centro diurno, donde se llevó a cabo un encuentro con representantes de la Municipalidad local y la administración del centro diurno.

CONAPAM informó que la actual intervención de la entidad se da a fin de identificar si hay situaciones de abuso, posibles usuarios agredidos y posibles responsables de las agresiones, así como, corroborar la prestación del servicio a favor de la población adulta mayor y desescalar las situaciones de conflicto que se han presentado. Asimismo, efectuar una verificación de la información financiera referente a la utilización de los recursos y efectuar un informe contable.

Desde la Municipalidad de Moravia, manifiestan se han efectuado algunas visitas, se ha intentado un acercamiento con la población adulta mayor y las personas funcionarias. Se ha detectado una mejora significativa en el trato, los horarios y la alimentación. Se prevé mayor contacto con el centro, más visitas periódicas, y mayor fiscalización.  Desde la oficina de la Persona Adulta se les da seguimiento a los casos denunciados, se conversa con las personas usuarias para constatar cómo se sienten y tratar de darles contención ante las preocupaciones suscitadas con ocasión de las denuncias.  Se procura trabajar en la modificación del reglamento y del convenio que se tiene con la Asociación el cual vence en el 2025.

La actual administradora del centro informó que continúa recibiendo un promedio de 34 personas usuarias diarias, a quienes intenta unirlos y siempre estar pendiente de sus necesidades y su estado general. Se compromete a realizar una depuración de los usuarios activos, a intentar un acercamiento con la comunidad y con quienes fueron usuarios y se hayan retirado.

La Defensoría de los Habitantes continuará dando un estricto seguimiento a este trabajo de campo realizado por la CONAPAM a diferentes centros, en aras de la protección de los derechos de la población adulta mayor en situación de vulnerabilidad.  

Oficina de Comunicación Institucional
Defensoría de los Habitantes

El empleo, los salarios y los alimentos en Honduras

Por Marlin Oscar Ávila

En Honduras, según datos oficiales el 60% del producto interno bruto (PIB) es generado por las micro, medianas y pequeñas empresas (MIPIMES). Lo que no sabemos es si éstas están pagando los salarios adecuados a las leyes nacionales y a los convenios internacionales, honrando los derechos laborales del trabajador.

No lo sabemos porque las instituciones académicas, ni el gobierno, realizan investigaciones y, menos supervisiones oficiales, para garantizar que al menos se esté pagando el salario mínimo. Este salario, estimado en base a 30 productos de la canasta básica familiar, incluye: pan y cereales, carnes, pescado y mariscos; lácteos y huevos, aceites y grasas; frutas, legumbres y hortalizas; azúcar, mermelada, miel, jarabes, y chocolate; agua mineral, refrescos y jugos. Los montos establecidos van desde L.725.99 (US$29.39) a L1,406,05 (US$56.99) mensuales, dependiendo de la actividad económica que se realice dentro de las once categorías definidas oficialmente. La tabla de salarios mínimos acordada va desde las actividades agrícolas, silvicultura, caza y pesca hasta servicios comunales sociales y personales, seguridad y limpieza. Por “salario mínimo” de hecho, debe entenderse un salario máximo, puesto que la patronal no está dispuesta a pagar más de eso, pero sí menos. Sin embargo, sí en este momento tomamos esa lista de productos y visitamos un mercado en la ciudad, no lograríamos llevar a casa los alimentos para cinco miembros de la familia, ni para quince días.

Los trabajadores asalariados para lograr ese pago mínimo vienen a ser quienes, al no tener organización sindical, ni suficiente supervisión del gobierno existe una mayor explotación del trabajador. Afuera de las industrias textiles o maquiladoras, donde sus sindicatos han logrado firmar contratos colectivos, incluso en las industrias cementeras, embotellaras y las agroindustriales para la exportación, donde también se tienen contratos colectivos, a excepción de los trabajadores en las plantaciones hortícolas, como existe en el Valle de Comayagua, la fuerza laboral en las MIPIMES, vienen a ser quienes, al no existir organización sindical ni suficiente supervisión del gobierno, hay una mayor explotación del trabajador.

Desde luego, en la época actual, se da el llamado trabajo en línea. Es decir, el trabajo que se realiza desde una computadora, de manera virtual. Es una forma moderna de hacer que una o varias personas trabajen por metas y objetivos, o sea a destajo. Esto se inició en la industria maquiladoras, donde se han experimentado una variedad de formas de explotación, entre ellas los horarios laborales de dos días no y tres sí, ir a la fábrica, o tres y tres, cuatro y tres, etc., las invenciones para que la patronal pague menos han sido diversas. El servicio de transporte de personas como son el denominado UBER, ha sido una de las formas más actuales de contratación en línea, donde el empleado no tiene más derecho que un porcentaje de la tarifa establecida por la empresa, cuya sede está en Estados Unidos de Norte América, ofreciendo al pasajero cierta seguridad personal mediante el uso de un GPS. Se dan otros contratos de trabajo en línea por empresas y compañías cuya sede está en otro país de adonde está el empleado. Este puede trabajar muchas horas diarias, sin cobrar las horas extras ni otros de los derechos a los cuales debe tener acceso de acuerdo al código de trabajo y los convenios internacionales. La Organización Internacional del Trabajo (OIT) esta consiente de esa situación, pero no hace nada para resolver el problema, es otro de los motivos que la Organización de Naciones Unidas (ONU) está siendo fuertemente criticada.

Con el avance tecnológico vienen profundizándose las formas de explotación y el desempleo. Estamos en una carrera donde la inteligencia artificial y la robótica está afectando a los países menos desarrollados. Se está profundizando los niveles y escalas de la pobreza y la desnutrición. Las instituciones educativas están desactualizadas, los jóvenes buscan opciones para mejorar su calidad de vida, las grandes empresas tratan de evadir impuestos del Estado y la clase política quiere seguir con su tradicional sistema de enriquecimiento ilícito e impune.

Esto ocurre mientras los productores agrícolas se las ingenian para extraer los alimentos de las tierras nacionales, luego de una fuerte sequía, los comerciantes buscan abastecer el mercado de alimentos importándolos para lograr una renta mayor, el poder Ejecutivo se debilita al perder a uno de sus principales ministros: Rodolfo Pastor de María y así seguiremos sin cumplir ningún plan de desarrollo soberano.

14 de junio de 2024

El agua y la electricidad se deben fortalecer en manos del Estado

Vladimir de la Cruz

El Partido Liberación Nacional surgió como resultado de los sucesos de la guerra civil, de marzo y abril de 1948, que llevaron al líder político militar de esos eventos militares, José Figueres Ferrer, a presidir el gobierno del período 1948-1949, que surgió de esos enfrentamientos bélicos.

Figueres había impulsado el movimiento armado, bajo la conducción del Ejército de Liberación Nacional, que organizó y preparó con ese fin, para asegurar el triunfo electoral de Otilio Ulate Blanco, frente a Rafael Ángel Calderón Guardia, que le fue arrebatado por el Congreso de la República, al haber anulado la elección presidencial de febrero de 1948, al conocer el resultado de esas elecciones, con base en el mismo informe que le dio el Tribunal Nacional Electoral, como le era obligado al Congreso, para su aval.

Los combates de esos días hicieron que militarmente se impusiera el movimiento revolucionario encabezado por Figueres, reconocido a partir de ese momento no solo como el líder militar sino también como el líder político en que se fue convirtiendo

Para evitar la Batalla de San José, que se preveía muy sangrienta para los bandos que estaban en lucha, como el gran enfrentamiento que se esperaba, estando Figueres en Cartago, dominando en la práctica todo el país, se impuso la racionalidad de buscar un acuerdo político que así lo evitara. Esto se logró con las conversaciones realizadas en Ochomogo, que suspendieron las acciones militares, entre José Figueres y Manuel Mora Valverde, en ese momento, el secretario general del Partido Vanguardia Popular, comunista, y Jefe político militar de la principal fuerza de apoyo al gobierno de Teodoro Picado, que luchaba con el gobierno por mantener el acuerdo de anulación de las elecciones de Otilio Ulate.

José Figueres y Manuel Mora, se hicieron acompañar por Benjamín Núñez y Carlos Luis Fallas, que resultaron testigos finales de esa conversación, con el compromiso de José Figueres y de Benjamín Núñez de entregar un documento resultado de esa conversación. Dicho documento se presentó a las autoridades del Partido Comunista o Vanguardia Popular, del gobierno y a representantes del cuerpo diplomático, que se había reunido en la Embajada de México, para avalar el fin del conflicto militar, reconociendo el triunfo de Figueres y consecuentemente la victoria electoral de Otilio Ulate que debería recibir el gobierno el 8 de mayo de 1948.

A partir de esos días de finales de abril, Teodoro Picado, el presidente de la República, y Rafael Ángel Calderón Guardia, el candidato derrotado, habían salido del país, quedando a cargo del gobierno Santos León Herrera, Designado a la Presidencia, que fue llamado por Teodoro Picado para sustituirlo hasta el 8 de mayo.

El primero de mayo de 1948 Figueres se impuso sobre Otilio Ulate garantizándole que él le entregaría el gobierno, en un plazo de dos años, una vez que él lo asumiera el ocho de mayo. Otilio Ulate no pudo evitar esa decisión establecida en el llamado Pacto. Figueres-Ulate.

El 8 de mayo, Santos León Herrera le entregó el poder a José Figueres, que al mediodía se había instalado al frente del Gobierno, proclamando la Fundación de la Segunda República, con un grupo de ministros que se reunieron bajo la forma de una Junta de Gobierno, con dominio de todo el aparato político institucional del Estado, de la República y de la sociedad costarricense.

Sus casi dos años de gobierno, desde el 8 de mayo de 1948 hasta el 7 de noviembre de 1949, fueron muy importantes para la institucionalidad y el desarrollo político nacional, que emergió de las políticas que se impulsaron por parte de la Junta de Gobierno, entre ellas la sustitución de todas las autoridades políticas nacionales, a nivel cantonal, la integración de una nueva Corte Suprema de Justicia, la convocatoria y elección de la Asamblea Nacional Constituyente que redactó la actual Constitución Política, la nulidad de las elecciones legislativas de febrero de 1948 y la integración de una nueva Asamblea Legislativa, a finales de 1949, para acompañar al gobierno de Otilio Ulate. Junto a esto, Figueres impulsó una serie de grandes medidas institucionales, que han marcado desde entonces el desarrollo político institucional y democrático del país.

Una de esas medidas o políticas fue la creación del Instituto Costarricense de Electricidad, al que le encomendó el desarrollo racional de las fuentes productoras de energía física que la Nación posee, en especial los recursos hidráulicos, con la responsabilidad fundamental, del Instituto ante los costarricenses, para encauzar el aprovechamiento de la energía hidroeléctrica con el fin de fortalecer la economía nacional y promover el mayor bienestar del pueblo de Costa Rica.

El ICE debía, en su gestión y desarrollo, dar solución pronta y eficaz a la escasez de fuerza eléctrica en la Nación, cuando ella exista, y procurar que haya en todo momento energía disponible para satisfacer la demanda normal y para impulsar el desarrollo de nuevas industrias, el uso de la electricidad en las regiones rurales y su mayor consumo doméstico. Para ello empezaron a desarrollarse proyectos hidroeléctricos que han asegurado esa electricidad y el progreso material de las distintas regiones del país, resultado de la política que la Junta de Gobierno estableció de asegurar la construcción de nuevas plantas de energía hidroeléctrica y de redes de distribución de la misma, dentro de los límites de las inversiones económicamente justificables.

Así surgió el ICE para promover el desarrollo industrial y la mayor producción nacional haciendo posible el uso preferencial de la energía eléctrica como fuente de fuerza motriz y de calefacción, ayudando por medio de asesoramiento y de la investigación tecnológica, al mejor conocimiento y explotación de las fuentes de riqueza del país.

Al ICE se le encargó, por la Junta de Gobierno, el procurar la utilización racional de los recursos naturales y terminar con la explotación destructiva y desperdiciada de los mismos. En especial, tratar de promover el uso doméstico de la electricidad para calefacción en sustitución de los combustibles obtenidos de los bosques nacionales y de combustibles importados, e impulsar el uso de la madera como materia prima industrial.

Asimismo, conservar y defender los recursos hidráulicos del país, protegiendo las cuencas, las fuentes y los cauces de los ríos y corrientes de agua, tarea en que deberían ayudar al entonces llamado Servicio Nacional de Electricidad y los Ministerios de Agricultura y Obras Públicas, por medio de un programa de cooperación mutua.

La Junta de Gobierno señaló la necesidad de ayudar a la habilitación de tierras para la agricultura por medio del riego y la regulación de los ríos, cuando esto fuera económicamente factible al desarrollar en forma integral los sitios que se usaren para producir energía eléctrica.

Igualmente, el ICE debía hacer de sus procedimientos técnicos, administrativos y financieros, modelos de eficiencia que no sólo garantizaran el buen funcionamiento del Instituto, sino que pudieran servir de norma a otras actividades de los costarricenses; así como, procurar el establecimiento, mejoramiento, extensión y operación de los servicios de comunicaciones telefónicas, telegráficas, radiotelegráficas y radiotelefónicas, para lo cual tendría de pleno derecho la concesión correspondiente por tiempo indefinido.

Para su extraordinaria labor, la Junta de Gobierno le dio al ICE personería jurídica y la más completa autonomía, a fin de que estuviera en la mejor posición para llenar sus objetivos. A cambio de esa autonomía, el Estado demandaría que el Instituto, y todos los que formaren parte de él, respondieran con absoluta responsabilidad a la realización plena de los objetivos expresados en esta ley.

Como Institución se le dio una duración de noventa y nueve años, de los cuales han trascurrido setenta y cinco.

Como institución autónoma, el Instituto ejercería su gestión administrativa y técnica con absoluta independencia del Poder Ejecutivo, guiándose exclusivamente por las decisiones de su Consejo Directivo, el cual actuaría conforme a su criterio y con apego a las leyes y reglamentos pertinentes y a los principios de la técnica, y sería responsable de su gestión en forma total e ineludible. Igualmente, tendría capacidad para entrar en contratos de todo orden lícito; para comprar, vender y arrendar bienes muebles e inmuebles, valores y empresas dentro de los propósitos de su creación; para emprestar, financiar e hipotecar; y para toda otra forma de gestión comercial y legal que fuera necesaria para el desempeño de su cometido, dentro de las normas corrientes de contratación que su situación financiera le permitiera, sin incurrir en riesgos indebidos para la estabilidad de la institución.

A los miembros de la Junta Directiva del ICE, la Junta de Gobierno, les dio entera independencia del Poder Ejecutivo, siendo los únicos responsables de su gestión ante la ley, inamovibles durante el período de su cargo, establecido en ese momento de ocho años, salvo el caso de declararse contra ellos alguna responsabilidad legal.

En el caso de solicitudes de concesión para aprovechamientos hidráulicos mayores de quinientos caballos de fuerza, el Instituto podía ejercer un derecho de prioridad, previa demostración al Servicio Nacional de Electricidad para proceder a desarrollar el sitio de que se tratare, por los siguientes cinco años.

En 1951, el grupo político emergente con la guerra civil fundó el partido político llamado Liberación Nacional, que desde 1953 empezó a participar en elecciones con éxito. De los 18 gobiernos que ha habido desde ese año, ha tenido nueve bajo sus riendas, de los cuales, en sus primeros cuatro, veló por el desarrollo institucional que surgió de las políticas de la Junta de Gobierno. En los siguientes mantuvo una posición de indiferencia y complacencia con las políticas privatizadoras que se impulsaban internacional y nacionalmente, y de silencio cómplice con las entreguistas de los recursos naturales.

Del gobierno de Mario Echandi apenas se rescata, en ese entramado, el fortalecimiento que le dio al SNAA, y a la protección del agua, y del recurso hídrico, que le mereció un monumento, en la pista General José María Cañas, rumbo a Alajuela, monumento que han eliminado, probablemente como parte de esa estrategia de debilitar los símbolos protectores del agua y la electricidad nacional, frente a los interesados en apropiarse de esas riquezas naturales nacionales.

Con el ICE, y el desarrollo eléctrico en todo el país, con sus trochas instalando postes y llevando electricidad, se abrieron las puertas para mejorar la calidad de vida de los habitantes de las zonas rurales, para evitar la fuga campo-ciudad; de llevar educación y salud a la población rural del país. El ICE se convirtió en el motor y eje principal del desarrollo nacional, lo que le da un valor estratégico en la generación de riqueza.

Esta situación ha hecho que sobre el ICE caigan los grupos interesados en su privatización, en la tercerización de sus servicios, en romper el control monopólico que tiene en el sector, en apropiarse de la riqueza económica que genera. Intentos en esta dirección se han hecho abiertamente desde el año 2000 cuando se dieron las luchas contra el llamado Combo del ICE, un conjunto de leyes orientadas en ese sentido. Allí se afirmó la defensa de la institución eléctrica.

Desde entonces, no han dejado de revolotear las aves de mal agüero con la intención de apropiárselo. Abierta o solapadamente se mueven y vuelan a su alrededor, como animales depredadores y aves carroñeras. Por cierto, el jaguar es un típico animal depredador.

Actualmente, en la corriente legislativa se encuentra un proyecto de ley orientado en esta dirección de debilitar al ICE para fragmentarlo y vender lo que se pueda de él, para quitarlo del patrimonio que nos fue heredado, al pueblo y la nación costarricense, por la Junta de Gobierno en 1949.

Parte del diseño estratégico de esta venta es hacer sentir a la población, que el ICE está mal administrado, que no alcanza a llenar las necesidades nacionales ni de la población, que no satisface la demanda eléctrica. En esta dirección, de manera perversa, se han provocado intencionalmente apagones, se bajó el caudal de aguas de las represas, se vendió electricidad a países centroamericanos afectando las reservas de agua nacionales con esa oscura intención, que no se pudo materializar en toda su extensión por las lluvias que la naturaleza nos ha obsequiado, evidenciando, y paralizando a la vez, las tendencias antinacionales y antipatrióticas de los agentes vendedores del ICE y de quienes promueven el proyecto de ley que debilita la institución más importante y estratégica del Estado para el desarrollo y la economía nacional. Con esas acciones pretenden engañar a los ciudadanos de que, siendo el ICE incapaz de atender su ámbito de acción, es necesario privatizarlo para que sea el sector privado nacional o extranjero el que pueda resolver la atención de la demanda y las necesidades eléctricas del país, lo que no es cierto.

Por el alcance de la proyección institucional del ICE, en toda la geografía nacional, los trabajadores del ICE hoy, como ayer, en las luchas del Combo, deben contribuir a alertar sobre este desafío que enfrenta la institución. Si el ICE se privatiza y sale de la órbita del Estado, el país avanzará a mayores índices de pobreza, de extrema pobreza, de mayor encarecimiento del costo de vida y mayor reducción del poder adquisitivo de los salarios e ingresos de las personas, que ya están en el quinto año de congelamiento, sin que los costos de los servicios en paralelo se congelen.

El hermano siamés del ICE, el Servicio Nacional de Acueductos y Alcantarillados, opera con igual perversidad. Hay dentro de esa institución políticas de hacer ver las dificultades de atención de los recursos hídricos, con igual interés de indisponer a la población con el SNAA para su posible privatización.

La cañería en la ciudad de San José se inauguró en 1865. La fuente traída para ese propósito está al frente de la Biblioteca Carlos Monge Alfaro, de la Universidad de Costa Rica, recordándonos el esfuerzo que desde hace 159 años nuestros presidentes de entonces hicieron por mejorar la calidad de vida de los costarricenses, impulsando una infraestructura institucional, que fue desarrollándose por los cantones para garantizar agua pura, potable en todo el territorio nacional, para todos los habitantes de nuestro país.

Costa Rica está considerada como una de las naciones de mayor riqueza hídrica de todo el continente americano, con una capacidad de poco más de 113.1 km3 anuales de agua, de los cuales 73 km3 corresponden a la escorrentía superficial, y alrededor de 40 km3 a la recarga natural de acuíferos; con 34 cuencas hidrográficas, formando parte de las principales cinco cuencas hidráulicas más importantes del mundo, con un consumo de agua del 63% que proviene de nacientes, un 23% de pozos y un 10% de quebradas, siendo el 93% del agua total utilizada en las actividades del país, proveniente de aguas superficiales. Esa condición permite satisfacer las necesidades básicas de las personas, favorecer los altos índices de salud y longevidad que hay en Costa Rica y estimular la producción de alimentos, tanto como la de energía eléctrica.

Recordemos, igualmente, que, a finales de la década de 1870, y a principios de la década de 1880, ya se iniciaba en el país la explotación eléctrica, resultado de lo cual se inauguró la iluminación pública en 1884, siendo la ciudad de San José, la tercera ciudad “iluminada”, con unos cuantos faroles de la época, del mundo, después de Paris y New York. En 1896 ya se vendía electricidad para el sector privado. El Teatro Nacional al inaugurarse en 1897 ya tenía electricidad incluida.

Desde principios del siglo XX, a partir de 1900, los cantones en sus nacimientos y desarrollos fueron previendo las instalaciones de electricidad y de agua. En manos privadas, hasta la guerra civil de 1948, estos elementos básicos para la población, electricidad y agua no alcanzaban a cubrir el 10% de la población ni del país. En manos del Estado, hoy hay electricidad en todo el territorio nacional y el agua potable se puede beber en cualquier parte del país.

Todo esto es lo que hay que salvar frente a los jaguares depredadores del Estado nacional, de la institucionalidad pública, que quieren vender y deshacerse del ICE y del SNAA.

Los trabajadores, y los sindicatos de estas instituciones, tienen una tarea y un compromiso importante con el resto de los ciudadanos y trabajadores, de protegerles estas sagradas fuentes de vida, de los jaguares depredadores que también hay en la Asamblea Legislativa trabajando afanosamente, por liquidarlas y sacarlas del ámbito del Estado costarricense.

Los costarricenses también debemos estar alertas frente a estos atentados criminales de despojarnos de estas riqueza nacionales e institucionales, del agua y la electricidad.

No se deben privatizar. Se deben fortalecer institucionalmente permaneciendo en manos del Estado.