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Federación de Trabajadores Financieros se opone a la venta de activos del estado

La Federación de Trabajadores Financieros ( FETRAFI) envió un oficio al presidente de la República, Rodrigo Chaves Robles, en el cual expresan su oposición a la venta de activos del Estado y solicitan una audiencia “a la mayor brevedad posible, con la finalidad de exponer los motivos de nuestra justificada inconformidad con la venta de esta institución, que nos heredaron nuestros abuelos; que hoy, los costarricenses tenemos la obligación moral e histórica de defender este invaluable legado”.

FETRAFI expresa en la carta: “En momentos tan aciagos, como estos, que está pasando la Patria, no podríamos dejar de evocar el discurso de uno de nuestros próceres, Joaquín García Monge, frente al Monumento Nacional, que, por lo visto, ahora más que nunca, tiene tanta actualidad”:

(…) Si es sumamente grave que aventureros extraños se atrevan a comprar la Patria, lo sería mucho más, e ignominioso, que hijos del país de bruces se la vendan.” Joaquín García Monge.

SURCOS comparte el documento de FETRAFI que llegó a nuestra redacción:

La contra-imagen de Chaves ante la venta del BCR, Bicsa e INS

Juan Pablo Chaverri Ruiz | 8 de septiembre, 2022

Con motivo del informe de los primeros 100 días de la administración Chaves Robles, expuesto el 16 de agosto pasado (Canal 13 Costa Rica, 2022), el presidente de la república anunció, como una de sus intenciones fiscales, la venta del Banco de Costa Rica, el Banco Internacional de Costa Rica y el 49% de las acciones del Instituto Nacional de Seguros con el fin de reducir la deuda pública; cuyo monto alcanzó los 28.9 billones de colones en junio de 2022 (Quirós Romero, 2022).

            El anuncio, oficializado en proyecto de ley tres semanas después (Arrieta, 2022), resulta llamativo por al menos dos razones. La primera consiste en el clima de confrontación social que antecede su presentación, ya que ese mismo día el ejecutivo obtuvo su primera derrota pública (Bermúdez Vives, 2022), luego de enfrentarse a una multitudinaria manifestación interuniversitaria contra el recorte presupuestario propuesto al Fondo Especial de la Educación Superior. De modo que el anuncio sugiere, en esta coyuntura, el impulso de una política de revaloración del aparato público, la cual parece más interesada en definir su valor monetario, de cara a subastas internacionales, que su potencial económico, político y social para el crecimiento estratégico del país más vulnerable a la venta de activos públicos. En este sentido, la propuesta constituye o bien un paso calculado hacia la radicalización de tal política o bien un intento por sondear las reacciones que ella puede provocar en el tejido institucional costarricense, dado el peculiar manejo digital de las redes sociales que el equipo de comunicación de Zapote ha mostrado en los últimos meses.

            La segunda razón consiste en la anomalía discursiva que el anuncio incorpora para un presidente interesado en desmarcarse del quehacer de sus antecesores, puesto que la idea de vender o privatizar instituciones públicas ha sido un proyecto planteado y avanzado por diversas administraciones desde la década 1980 (Durán Segura & Montes Ruiz, 2019; Vargas, 1993). Proyectos que han generado populares rechazos en distintos momentos, cabe destacar. De hecho, Miguel Ángel Rodríguez Echeverría fue uno de los expresidentes que aplaudió el anuncio al recordar que él había sido uno de los promotores de la venta de la citada tríada institucional durante su campaña electoral (Córdoba González & Campos, 2022).

            Visto así, el proyecto simboliza una idea que difícilmente puede considerarse contraria a las intenciones de la élite política y económica del país, ya sea que se la enfoque desde su aspecto oligárquico o desde su aspecto financiero. Por ello, el anuncio resulta un gesto anómalo para un presidente que procura despachar o ridiculizar proyectos arraigados en visiones remisibles al periodo donde el bipartidismo costarricense transitó su decadencia. Dicho de otro modo, la administración Chaves Robles no figura como una opción “antisistema” con tal anuncio; imagen que, valga decir, ha intentado cultivar con esmero.

            De este modo, su propuesta fiscal no solo parece ensanchar el frente de choque contra las entidades públicas, iniciado con las universidades; pero lo eleva a instancias donde su discurso “anticorrupción”, en cuanto núcleo de su imagen “antisistema”, deriva en el apalancamiento de posiciones defendidas durante el ocaso del bipartidismo.

Ahora bien, cabe indagar cómo este giro discursivo lo colocará ante la opinión pública, la cual le sigue siendo favorable (Murillo, 2022), dados los aportes financieros que dicha tríada implica para el fondo de pensiones del Régimen de Invalidez, Vejez y Muerte de la Caja Costarricense del Seguro Social, y demás entidades o programas estatales (Córdoba González, 2022).

            Así las cosas, una recomendación para evitar el clima de confrontación, la incertidumbre o desconfianza hacia el aparato público, y rectificar la retórica “antisistema” de la administración Chaves Robles, puede encontrarse en la búsqueda de políticas restrictivas de la elusión y evasión fiscal; y la búsqueda de bases impositivas más amplias para las industrias asentadas en las zonas francas del país, de modo similar al proyecto tributario impulsado por la administración Biden para las grandes corporaciones estadounidense alojadas en EE.UU. y otras fronteras (Watson & McBride, 2021).

            Esta última opción podría encontrar resonancias políticas para futuros proyectos fiscales, dada la emergencia de Costa Rica como nodo estratégico para la relocalización de las cadenas de suministro occidentales y estadounidenses, particularmente (Leitón, 2022).

Referencias:

Arrieta, E. (2022, septiembre 7). Rodrigo Chaves oficializa propuesta para vender BCR. La República.net. https://www.larepublica.net/noticia/rodrigo-chaves-oficializa-propuesta-para-vender-bcr-al-congreso

Bermúdez Vives, M. (2022, agosto 17). Presidente pierde primer pulso con la calle y deja a su ministra de Educación expuesta en intento de recortar el FEES. Semanario Universidad. https://semanariouniversidad.com/pais/presidente-pierde-primer-pulso-con-la-calle-y-deja-a-su-ministra-de-educacion-expuesta-en-intento-de-recortar-el-fees/

Canal 13 Costa Rica. (2022, agosto 16). Informe 100 días de gobierno Rodrigo Chaves Robles. https://www.youtube.com/watch?v=8ZarsJ1gCB4

Córdoba González, J. D. (2022, agosto 22). Venta de BCR y 49% del INS plantea dilema sobre aportes para IVM y otras entidades. La Nación. https://www.nacion.com/el-pais/politica/venta-de-bcr-y-49-del-ins-plantea-dilema-sobre/4U2EUCXC3BEZLEC2CMJVCDTBFU/story/

Córdoba González, J. D., & Campos, M. (2022, agosto 22). ‘Más vale tarde que nunca’, dice Miguel Ángel Rodríguez sobre venta de BCR y acciones del INS. La Nación. https://www.nacion.com/el-pais/politica/mas-vale-tarde-que-nunca-dice-miguel-angel/YGFWIKQ3TFGBTEJG7SJK54KHQU/story/

Durán Segura, L. A., & Montes Ruiz, A. P. (2019). Tres apuntes sobre la ciudad neoliberal en Costa Rica (1980-2017). Revistarquis, 8(1), 1-23. https://doi.org/10.15517/ra.v8i1.35793

Leitón, P. (2022, marzo 24). Subsecretario de Crecimiento Económico de Estados Unidos: ‘Sabemos el valor de Costa Rica en cadenas de suministro mundial’. La Nación. https://www.nacion.com/economia/negocios/subsecretario-para-crecimiento-economico-energia-y/BSHK2KJOERC5FHIZQBLJSFUDSY/story/

Murillo, Á. (2022, agosto 24). Población da apoyo récord a Chaves, pero no un cheque en blanco. Semanario Universidad. https://semanariouniversidad.com/pais/poblacion-da-apoyo-record-a-chaves-pero-no-un-cheque-en-blanco/

Quirós Romero, M. (2022, julio). Deuda Pública del Gobierno Central [Presentación del Ministerio de Hacienda y del Banco Central de Costa Rica]. https://www.hacienda.go.cr/docs/PresentacionMinisterioHaciendaRevPlanFinanciamiento2022.pdf

Vargas, M. (1993). Privatización de servicios públicos. El caso de los servicios de salud en Costa Rica. Salud Pública de México, 35(2), 186-193.

Watson, G., & McBride, W. (2021, febrero 24). Evaluating Proposals to Increase the Corporate Tax Rate and Levy a Minimum Tax on Corporate Book Income. Tax Foundation. https://taxfoundation.org/biden-corporate-income-tax-rate/

Crisis del PLN muestra una situación política nacional delicada

Roberto Salom Echeverría

La renuncia en pleno del Comité Ejecutivo Nacional del Partido Liberación Nacional es muestra de una situación nacional delicada, no se puede tomar a la ligera.

Aunque dista mucho de ser lo que fue, es uno de los partidos emblemáticos de la Costa Rica reformista de 1940-80, relevada por el PAC a partir de año 2000, y ambas agrupaciones están en una ostensible crisis, quizá de muerte.

Acontecimientos incidentales aparte, sendas crisis son expresión del colapso del reformismo democrático, acicateado por el triunfo de Chaves en las elecciones recién pasadas.

El rumbo que lleva este gobierno apunta en dirección a una contrarreforma, y tiene como objetivo las más representativas instituciones democráticas de nuestro país, con el agravante de que, dada la crisis de los partidos reformistas, la bancarrota del sindicalismo y del movimiento popular en general, la ofensiva contrarreformista parece incontrastable.

Por el momento el capítulo de la respuesta a esta situación se las quedo debiendo, por ahora, aún falta elaborar sobre la crisis del PLN, cuyo desenlace aún estamos por presenciar.

Entre dos fuegos

Oscar Madrigal

Los sectores populares se encuentran en medio del fuego cruzado entre dos sectores de la derecha a cual más reaccionario y conservador. Por un lado el Gobierno encabezado por el presidente Chaves que desea conducir el país disparado hacia el autoritarismo, promoviendo la centralización del Estado a costa de la participación ciudadana, la desaparición de la producción nacional, junto al ataque a La Nación, a otros grupos reaccionarios de la derecha. Es un gobierno que fundamentado en un mensaje de eficiencia impulsa políticas muy de derecha que se orientan a acabar con los rescoldos democráticos que dejó el gobierno de Alvarado.

El gobierno de Chaves propone rebajar el precio del arroz a costa de la desaparición de los pequeños productores de arroz y cambiar a los poderosos industriales del arroz por los poderosos importadores de arroz.

Propone acabar con Setena y otros órganos ambientales para convertirlos en apéndices del Ministro del ramo y con ello debilitar las políticas ambientales a cambio -supuestamente- de mayor inversión.

Propone adherirse a la Alianza del Pacífico para terminar de abrir las fronteras a los productos agrícolas y acabar con lo poco que queda del campesinado nacional.

Ataca a La Nación, cerrando una empresa de su grupo económico, justificado en potenciales emergencias, aunque eso signifique ahogar más a esa empresa y dificultar aún más la recuperación de las inversiones hechas por la Caja y otras instituciones.

La izquierda defiende la libertad de expresión y de prensa, aunque sabe que ninguno de esos grupos, el de Chaves o La Nación, representan esa libertad. Simplemente debe desenmascarar ese juego sabiendo que ninguna de esas fuerzas vendrá en auxilio de la auténtica defensa de la libertad de expresión, en especial de la izquierda.

La izquierda está en medio de esos dos fuegos, de grupos ambos reaccionarios y antipopulares.

Sin embargo, no puede desinteresarse del asunto y ver el pleito desde el palco o el balcón.

En ese pleito las fuerzas populares deberían levantar sus propias banderas para no quedar encerradas en la disyuntiva planteada por los grupos reaccionarios. Levantar una tercera vía, una alternativa clara, en especial por parte de la organizaciones populares, sindicatos, ambientalistas, organizaciones campesinas, de vivienda, federaciones de estudiantes, para no quedar encerrados en disyuntivas falsas y contrarias a los intereses populares.

Por ejemplo, si el sistema de producción de arroz es injusto con el consumidor, es necesario construir uno que combine esa aspiración con la defensa de la producción nacional.

A nivel ambiental hay que oponerse radicalmente a los intentos de secuestrar los avances ambientales en función de los egoístas intereses económicos. Al igual hay que defender a los pequeños propietarios de la amenaza de la Alianza del Pacífico creando soluciones y alternativas.

Hay que defender la libertad de prensa amenazada por el Gobierno aunque eso no represente una defensa de las políticas reaccionarias que ha defendido a lo largo de la historia La Nación.

El Gobierno de Chaves da signos de avanzar hacia el autoritarismo estilo Bukele en El Salvador, para beneficiar esencialmente a grupos oligárquicos poderosos.

Hay que pasar a la ofensiva, aunque noto una gran pasividad, como que estamos paralizados. Espero equivocarme.

El Momento Social y Acciones que Abren el Futuro

Surcos los invita a escuchar este domingo 17 de julio a la 1 pm de Costa Rica, el conversatorio titulado “El Momento Social y Acciones que Abren el Futuro”, con un mensaje dirigido a toda hispanoamérica. 

Podrá seguir la transmisión en el Facebook de P.Humanista.

https://www.facebook.com/102399328948305/posts/pfbid02sjRhEN6ZTVWTMwHDfVxkCuNi3DjXhtKsqEXMHDtrFZ4CcbcxY4ht1MvJ6eJNUydwl/

Página oficial del Partido Humanista:

https://www.internationalhumanistparty.org/es

En el pos triunfo

Por Carlos Meneses Reyes

A tres días del triunfo electoral de Gustavo Petro como presidente y Francia Marquez como vicepresidenta de Colombia para el periodo 2022 – 2026, en el país se respira un ambiente de distensión y de concordia luego de una campaña basada en el odio, el engaño y la sinrazón. El desconocido patán fue vencido por el favorito y reconocido, con calidad de estadista a nivel nacional e internacional.

Sin seguir un orden cronológico ni de importancia de temas, destaco el triunfo por primera vez en Colombia de una opción de Presidencia Alternativa con la coadyuvancia y el trabajo militante de la izquierda legal.

Colombia se inclinó, con histórica votación, por el cambio de Petro. El domingo 19 de junio, 22’658.694 colombianos, equivalentes al 58,09% de los posibles votantes, salieron a las urnas en los 32 departamentos. 39 millones de colombianos estaban a habilitados para votar.

Bajó la abstención en un 5%. Petro se alzó con la victoria en 16 regiones y en Bogotá, mientras que Hernández conquistó esa misma cantidad de departamentos y se quedó con la mayor votación de los colombianos en el exterior.

El candidato del Pacto Histórico y ahora presidente electo se impuso en regiones como la Costa Caribe, el Pacífico y buena parte de la Amazonía. (Hace 4 años Iván Duque se alzó con la victoria en el país, con un total de 10’373.080 votos, en tanto que Gustavo Petro aseguró su triunfo con el respaldo de 11’281.013 electores).

Por su parte, el ex alcalde de Bucaramanga obtuvo 10.580.412 votos, conquistando el oriente colombiano, parte de la región Andina y el Eje Cafetero. (Los votos de Federico Gutiérrez en la primera vuelta, vertieron en Rodolfo Hernández).

Significa lo anterior que se cumplió el cálculo de romper en un 5% la abstención en favor de Petro , pues esta pasó del 45% al 40 %.

El progresista Gustavo Petro llega al gobierno con apoyo de la izquierda legal así como de centristas, urbanistas, periféricos, moderados y socialdemócratas, con cerca de 11.3 millones de votantes. Lleva al poder al progresismo junto con la izquierda legal por primera vez en la historia del país.

Gustavo Petro obtiene el 50,4% de los votos frente a Rodolfo Hernández, que pierde con el 47,3%.

Este último, a su vez, pasó de 5’953.209 votos, que consiguió en la primera vuelta del pasado 29 de mayo, a 10’580.412 en la jornada de ayer, una cifra nada despreciable.

No obstante, de lo anterior no se puede concluir que el país colombiano este dividido en dos extremos opuestos. Estos resultados electorales tampoco dan base para determinarlo así. Sucede que hay 18 millones de colombianos que no votan. No son participativos y encuadran en el dicho: “¿para dónde va Vicente?, para donde va la gente”.

A los votantes que sufragaron por Gustavo Petro corresponde calificarlos de conscientes. La suma de votantes a favor del candidato perdedor obedece a una gama de votos cautivos sumados a votos comprados. En ese orden presentado no estamos en realidad ante un país dividido o polarizado. En gracia de discusión se podría considerar una variante de unos 5.250.000 que calificarían como ricos o acomodados de este país, que constituyen las fuerzas retardatarias, conservaduristas, opuestas a cualquier cambio. Por ello es dable concluir que el gobierno del presidente G. Petro y de la vicepresidenta Francia Marquez será un gobierno de y para las mayorías.

Ante el triunfo del Frente Amplio Popular y Democrático que expresa el Programa y Plataforma Política del Pacto Histórico (PH) corresponde reseñar las acciones inmediatas de actuación del nuevo gobierno una vez obtenido el triunfo, explicado en la variable del llamado a un Gran Acuerdo de Unidad y de Concordia Nacional,

LO DE IMPLEMENTACIÓN

Los acuerdos de La Habana y el Teatro Colón se constituyen, en su implementación, como alcances por materializar en las conquistas del movimiento popular colombiano. La nueva presidencia alternativa asume ese derrotero. Llegó la hora de cumplimentar, facilitar y poner al orden del día el compromiso del Estado colombiano con las antiguas FARC-EP, sus desmovilizados y desarmados, sobre todo respecto de la aspiración inconclusa y la frustración histórica que ha significado para la nación colombiana volver trizas lo acordado y, paralelo a ello, la actitud frente a los compromisos asumidos como Estado, colocando al país de espaldas a la obligatoriedad de instrumentos internacionales plasmados en convenios. Todo por conductas dolosas del gobierno que concluye y que nos colocan en la picota al ensañarnos por los incumplimientos de los pacta sund servanda ante el escenario de la comunidad y el derecho internacional.

Se deleitaron, trayendo consigo el enfurecimiento y coraje de la opinión popular nacional, al causar el mayor daño posible a la justicia transicional como método civilizado aplicable a la solución de conflictos armados internos, como a la que se llegó con las insurgencias de las FARC-EP en Colombia.

Este triunfo electoral revindica el desagrado causado por la sensación de placer contra las aspiraciones populares causada por la secta de gobierno derrocada, que se había entronizado en el poder.

Rememoremos que en un tejido de telaraña jurídica el gobierno oligárquico del expresidente Santos acudió a un referéndum innecesario y que la incapacidad política del antiguo Secretariado de las FARC-EP admitió -jugando de tahúr el presidente- en la aplicación de la lógica “ni tanto que alumbre , ni tanto que queme al santo¨”. Santos ya había obtenido un premio Nobel y también complacía a sus amigos del Country Club.

Sometieron a referéndum la pregunta: «¿Apoya usted el acuerdo final para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera?». Pregunta que, como se sabe, fue respondida mayoritariamente con el NO y conllevó al desmonte de esenciales circunstancias y situaciones, así como a concesiones por la parte plenipotenciaria de la antigua insurgencia, lo cual concluyó en el Acuerdo del Teatro Colón. Se admite que lo único incólume de lo acordado en La Habana fue la JEP (Jurisdicción Especial para la Paz).

LOS CINCO PUNTOS DE LOS ACUERDOS

Estos se materializarán en dirección del contenido del Estado colombiano, que desmontará todos los vestigios del poder narcoparamilitar, tan vilmente instalado. En resumen, con el triunfo del gobierno Alternativo se impone:

  1. La Reforma Rural Integral, falseada durante el transcurso mismo de las conversaciones por la Ley Zidres, como plan real, y que dejó en mera ilusión lo conversado y plasmado. Al orden del día está la reforma agraria democrática y radical.
  2. Reforma Política Electoral. Por plenas libertades de expresión, organización y movilización. Contra los votos a cambio de balas y de dinero, y por sepultar un sistema electoral corrupto, clientelista, de casino y de garantías de papel. La aplicación de un estatuto para la oposición, en el entendido de que hoy las fuerzas alternativas son gobierno.
  3. Terminación del conflicto armado interno con las Farc-ep, que consiste en el fin de los combates y acciones militares por parte de las Farc y los ataques y la persecución militar por parte del Gobierno a esta guerrilla. Es el llamado “Cese al fuego y hostilidades bilateral y definitivo”. Fin que quedó trunco con la facción denominada “Nueva Marquetalia”, integrada por combatientes que firmaron los acuerdos y luego alegaron el incumplimiento estatal de los mismos y retomaron las armas. En forma alguna implican ¨disidencias” y en la actualidad se encuentran cobijadas bajo el presupuesto normativo en calidad de rebeldes según el derecho internacional.
  4. Solución del problema de las drogas ilícitas. Es decir, sustitución de cultivos ilícitos. Este acuerdo ha sido el de menos implementación y va ligado al acuerdo primero sobre reforma rural integral.
  5. Acuerdo sobre las víctimas del conflicto. Vale decir, aplicación de la justicia transicional en desarrollo de los principios de autonomía e independencia. Esta ha sido la garantía de no impunidad. Extendidas estas normas de justicia transicional a todos: ex guerrilleros, militares, miembros de las Fuerzas Armadas en todas las ramas y composición de agentes estatales participantes y/o financiadores del paramilitarismo. El acuerdo sobre víctimas impedirá la impunidad para los paramilitares, los empresarios que los financiaron y los agentes estatales que los promovieron. Así, el acuerdo garantiza que no sea un pacto de impunidad. Este acuerdo contempla dos componentes: Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) y Derechos Humanos. Jurisdicción Especial para la Paz en aplicación de un sistema integral y alterno que garantice el derecho a las víctimas y cumpla con la obligación estatal de justicia, buscando, mediante investigaciones penales especiales, la determinación de responsabilidades de sindicados de delitos de guerra y de lesa humanidad ocurridos durante y con ocasión del conflicto armado. La garantía de vigencia del contenido de derechos humanos asume lo relativo a la no repetición.

LO DEL CONFLICTO ARMADO INTERNO

Con el Nuevo Gobierno Alternativo llegó el momento histórico y político de asumir de fondo y lograr en definitiva el fin del conflicto armado interno colombiano. Para ello, el nuevo gobierno ha de llamar a conversaciones a todas las insurgencias: 1. Ejército de Liberación Nacional de Colombia (ELN). 2. Ejército Popular de Liberación (EPL). 3. Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), en las diferentes facciones en que se transformaron, como ejército popular insurgente luego de los Acuerdos de la Habana y el Teatro Colón, resumidos en la “Segunda Marquetalia”, es decir, las facciones lideradas por Gentil Duarte y/o sus sucesores, y los frentes 10 y 28, con sus caracterizaciones particulares. En este item es primordial destacar que la contraparte estatal colombiana debe actuar de conformidad y en relación con un país con conflicto armado interno, bajo las distinciones y calificaciones del derecho internacional. Distinguiendo las características de mando unificado, presencia territorial y motivación antigubernamental asúi como de lucha armada contra el establecimiento estatal, en la configuración de una contraparte que tenga el carácter y reconocimiento de rebelde e insurgente.

La complejidad de la situación en el panorama del conflicto armado interno colombiano implica singularizar la continuación de las conversaciones existentes con el ELN. El trato especial a facciones de las FARC, que firmaron los acuerdos enunciados, incluyendo en ello a la Nueva Marquetalia. Dentro de este mismo trato especial ha de incluirse a los reductos del EPL que desde hace tres décadas continuaron la lucha armada pese a la des movilización de la mayoría de esa organización político-militar, con presencia actual en zonas como las del Catatumbo, la antigua provincia de Ocaña y el sur del Cesar. El llamado a conversaciones a actuales facciones de las FARC-EP que no aceptaron ni firmaron los acuerdos de La Habana: bloque identificado como el dirigido por Gentil Duarte. Incumbe además incluir la suerte en la definición de los citados frentes 28 y 10, acorde con las caracterizaciones del derecho internacional y en la definición definitiva, si califican o no como fuerzas rebeldes y/o insurgentes y/o perteneciente a fuerzas del crimen organizado multiforme. Los ingredientes del conflicto armado interno colombiano lo componen actores armados insurgentes o rebeldes y las fuerzas armadas estatales colombianas en todas sus expresiones. Por ello, al buscar el fin de ese conflicto, el armado, no ha de volverse a la imprecisión de “proceso de paz” ni continuar utilizando un lenguaje impropio de calificaciones y clasificaciones al colocar en un mismo recipiente a todos los actores armados que asolan la geografía nacional, comprendiendo que lo multiforme del crimen común organizado difiere de las causas, motivaciones, ejercicio y alcances de los rebeldes insurgentes.

En todo lo anterior está el meollo del asunto, es decir, en la distinción del diseño y aplicación de una política gubernamental nueva que logre la finalización del conflicto como solución política y no de calificativos y frases confusas.

Tan extenso tema, tangencialmente abordado, se resume en la continuación de las conversaciones rotas con el ELN, facilitando que sus plenipotenciarios en La Habana definan su equipo negociador de común acuerdo entre las partes. En un primer acto soberano del gobierno alternativo del presidente Gustavo Petro: retomar el carácter plenipotenciario de los líderes del ELN en La Habana y coordinar su regreso inmediato de conformidad con los convenios existentes desconocidos por el saliente gobierno narco paramilitar. Determinar si las conversaciones han de continuar en el exterior o, por el contrario, en el territorio nacional, constituyendo esta posibilidad la de mayor acogida.

Las conversaciones con el Ejercito de Liberación Nacional de Colombia (ELN) no serán difíciles en cuanto al reconocimiento de beligerantes como parte plenipotenciaria frente a la contraparte estatal. Se regirán por el alcance de profundas reformas económicas, políticas y sociales con participación de la sociedad civil, conforme al planteamiento de Programa Máximo y Mínimo de satisfacción con el movimiento popular. Existe un acumulado de experiencias con el proceso de fin del conflicto armado con las antiguas FARC-EP. Desde ya, es necesario que la dictadura mediática no se apropie de la estulticia de un “proceso de paz”. Hoy se trata de un proceso de conquistas sociales y populares. Por eso, es conveniente que se desarrollen en territorio colombiano.

LO DEL CONFLICTO SOCIAL

No es fácil describirlo o explicarlo. Lo conforman múltiples factores y se dice que en toda sociedad existirá el conflicto social. Es por ello que al asumir una solución del conflicto social colombiano corresponde identificar una caracterización en el llamado conflicto multicrimen. El tema y su solución ha de abordarse desde lo sociológico y político, sin que se resuma en que se trata de un problema político y sociológico por sí mismo.

Los múltiples conflictos colombianos (armado, político, económico, social, ecológico) están relacionados. De manera que corresponde asumir el tema, en particular, en lo atinente con la seguridad ciudadana.

No es motivo del presente artículo la motivación profunda de contenido y conocimiento de este conflicto. Hay que partir de la base de que es uno de los problemas más difíciles que afectan la convivencia ciudadana, para poder abordar el tema de seguridad de los ciudadanos en la ciudad y en lo rural. Para ambos escenarios no se dan tratos diferenciales. Las estadísticas y volumen de incidencias del conflicto social abarcan los escenarios tanto urbanos como rurales.

El gobierno que termina aplicó una política hegemónica oligárquica y contrainsurgente para enfrentar el conflicto social y el conflicto armado. Los resultados han sido ciertamente calamitosos. Hoy corresponde dilucidar las llamadas lucha contra las drogas, contra la minería ilegal, contra la ganadería extensiva y su efecto depredador; contra las organizaciones multicrimen y sus agentes, incluidos los delincuentes de cuello blanco; contra los acaparadores de recursos básicos, especuladores y prestamistas, así como también contra los especímenes, en todos los matices, de la corrupción y los aliados del narco paramilitarismo.

Hay que desenmascarar toda una cultura de alienación que funciona con la premisa de convivir con el crimen. Llamar a los delincuentes y los delitos por su nombre. Destaco aquí el efecto subliminal de “borrrar” el delito de robo y designar a todo como meros hurtos, tal como hacen la mediática y los responsables policiales. En un hurto no opera el factor violencia; en el robo sí y esa simple circunstancia ha hecho carrera para mitigar el agobio que produce la inseguridad que padece la sociedad colombiana.

Defensa, protección y solidaridad con el pueblo de Colombia

Comunicado:

SEÑOR IVAN DUQUE, ES HORA DE DETENER EL ASESINATO Y LA VIOLACIÓN DE LOS DERECHOS HUMANOS

“…EXIGIMOS del gobierno nacional, suspender su actividad fascista, hacemos responsable al presidente Duque, al gobernador del Cauca Elías Larrahondo Carabalí y al alcalde de Popayán Juan Carlos López Castrillón por la integridad de nuestros ultrajados compañeros y compañeras.,,” ((PCC, 17 de junio 2022)

El 13 de enero de 2022, la prensa internacional alternativa y las redes sociales nos informan del Asesinato de 78 activistas de Derechos Humanos, en el valle del Cauca en Colombia.  Casi que simultáneamente con esa macabra noticia, Laura Quiñones, denunció los asesinatos de los defensores indígenas en Cali.

La constante, del gobierno de Iván Duque y de la derecha uribista que lo acompaña se caracteriza en profundizar, la pobreza, la desigualdad, la corrupción, el asesinato, el autoritarismo, la detención arbitraria, el fraude y el narcotráfico, en fin se pudre la democracia que hoy sueña todo un pueblo en recuperarla.

Como organismo de Derechos Humanos, desde Cosa Rica, la ACODEHU, acoge y se solidariza con las denuncias del Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos de la hermana República de Colombia.

Compartimos la urgente acción en la defensa, protección y solidaridad contra estos crímenes de Estado que se viven hoy en Colombia.

Condenamos y denunciamos de igual forma los ataques despiadados, las detenciones masivas y los asesinatos los cuales han afectado 206 municipios, durante los últimos meses del presente año.

Por eso, desde Costa Rica y para la opinión nacional e internacional, lo fundamental es la denuncia y rechazo. Expresamos a una sola voz, expresamos señor Iván Duque “ES HORA DE DETENER EL ASESINATO Y LA VIOLACIÓNDE LOS DERECHOS HUMANOS”

“…Hacemos un llamado a la población a rechazar enérgicamente estos actos de injusticia, a fortalecer los lazos de solidaridad entre todas y todos quienes quieren las transformaciones para Colombia, a no cesar en nuestros principios y a mantenernos esperanzados en una Colombia para la vida…” (PCC, 17 junio 2022).

Por eso hoy, como la mayoría de colombianas y colombianos, creemos que es urgente un pacto histórico por la vida en la Patria Grande de Bolívar. 

San José, viernes 17 de junio de 2022.

Ana Cecilia Jiménez Arce
Presidenta ACODEHU
Correo-e: derechos.humanos@acodehu-ddhh.org

Elecciones en Colombia: entre el caos y el “realismo mágico” (Escenarios electorales)

Lic. José A. Amesty Rivera

27 mayo, 2022

El próximo domingo 29 de mayo de 2022, será la primera vuelta de las elecciones presidenciales de Colombia, y en ella se escogerán al presidente y vicepresidente del país para el periodo 2022-2026.

Mucho se ha escrito al respecto y se ha abundado en torno a las elecciones y los antecedentes históricos que han traído a Colombia hasta este momento, que son, además, también abundantes, pero que se han movido y mueven en un caos político, social, económico, militar, entre otros.

No obstante, hacemos un resumen apretado del quehacer político-económico de los últimos años en Colombia:

-Desaceleración económica, encontrando su clímax a partir del 2020, con la llegada del Covid-19.

-La expresión militar, el conflicto social y armado, de más de cincuenta años.

-Los intentos de salidas pacíficas, como la del acuerdo de la Habana en 1917, y el de 2017, traicionados por las elites hegemónicas de Colombia.

-Ante estas traiciones, la reaparición de excombatientes insurgentes a retomar las armas.

-Los años de 2020, 2021, han sido de estallidos sociales en las calles de Colombia, muy fuertes que han sobrepasado la fuerza del Estado.

-A su vez, en este año 2022, se han incrementado las muertes de líderes y lideresas, firmantes de acuerdos de paz, y en el contexto de las elecciones.

Los estallidos, protestas y movilizaciones del pueblo, se han visto aplacadas y mermadas, por la aparición de una posible vía pacífica de escape, ante el horror y el caos, las elecciones venideras, el surgimiento del llamado Pacto Histórico y su candidato Gustavo Petro.

Habría que mencionar, que se añade a este contexto eleccionario, la presencia del Clan del Golfo, que son estructuras paramilitares herederas de las antiguas Autodefensas Campesinas de Córdoba y Urabá (ACCU) y las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), que se han mostrado, con secuelas de muertes y acciones armadas, a pocas semanas de la primera vuelta de las elecciones presidenciales.

Las encuestas de las elecciones, dan como amplio favorito a ganar las mismas, a Gustavo Petro, candidato del Pacto Histórico, que adelantamos, independiente de su carácter “revolucionario” o reformista, representa una esperanza de transformación paulatina, para el pueblo colombiano y el visto caos de la Nación-Estado.

De igual modo, haciendo una revisión a las propuestas de cambio de Petro en su programa de gobierno, observamos que son moderadas, no comprometiendo los intereses del gran capital colombiano, no obstante, representan un pequeño paso y resultando atractivas, frente a la situación del caos colombiano.

Pero esta posibilidad histórica, a su vez, se debe enfrentar a una “tradición política mafiosa que ha mantenido la superioridad de las élites en las urnas, utilizando herramientas ilegales como el fraude electoral, la compra de votos, el clientelismo, la presión paramilitar y de bandas armadas mafiosas, entre otros métodos violentos. Esto es posible toda vez que la mafia tiene a sus representantes en partidos políticos y en las instituciones del Estado, o más bien, porque las mafias capturaron los partidos políticos y gran parte de la institucionalidad estatal”, según el escritor Enrique Acosta, en su artículo “Colombia: crisis socioeconómica y elecciones presidenciales”.

A su vez, señala Acosta, “otro elemento a tener en cuenta muy vinculado al narcotráfico y el paramilitarismo es la configuración de un orden mafioso en las ciudades, que mantiene el control social con base en la venta de la seguridad a cuestas del pago de extorsiones y del negocio del prestamista que da créditos generalmente al 20% diario y que cobra con el arma en el cinto, esto ha consolidado ejércitos urbanos descentralizados, pero con un alto poder de acción. A este panorama se suma el apoyo descarado de la administración de Iván Duque, que trasladará 6,5 billones de pesos, (1.600 millones de dólares) a contratistas electorales, más o menos unos 3.300 contratos suscritos, la mayoría en Antioquia, Córdoba, Nariño, Valle y Amazonas (El Colombiano, 2022), además de la entrega de la supervisión del reconteo y de otros procesos electorales al FBI, que es como poner al ratón a cuidar el queso”.

Habría que seguir añadiendo a esta trama política compleja, las negociaciones y quizás pactos-coaliciones del candidato Petro y su partido con, por ejemplo, “la izquierda representada en el Partido Comunista de Colombia (PCC) y el Partido Comunista de Colombia Marxista Leninista (PCML), pasando por lo que quedó del partido de las FARC actual Comunes, el Polo Democrático Alternativo y el Congreso de los Pueblos, liberales y verdes, entre otros, hasta personajes de liberalismo progresista como Armando Benedetti”. Acosta, “Colombia: crisis socioeconómica y elecciones presidenciales”. Así como con otros personajes, y sectores contrainsurgentes.

Finalmente, deseamos hacernos eco de los tres posibles escenarios de cara a las elecciones del próximo domingo 29, en su primera vuelta, planteados por Enrique Acosta.

Primer escenario, “cabe la posibilidad de que Colombia nos sorprenda positivamente y Petro logré un 51% de los votos que le garanticen un triunfo en primera vuelta, este escenario, que se ha convertido en una consigna para la campaña, lo consideramos como poco probable, ya que en las encuestas ningún candidato ha superado más del 40%. A su vez, el fraude electoral y el robo de las elecciones han marcado la historia política en Colombia y más que un escenario es una realidad con la que toca lidiar, ya el pasado 13 de marzo habían dejado de contar más de 1.5 millones de votos, las movidas del Estado en la registraduría, las contrataciones a dedo y el rol que cumplirá el FBI, parecen abonar el terreno para este escenario, donde el pueblo tendrá que defender su derecho acompañando el proceso hasta las últimas instancias ejerciendo la veeduría como testigos electorales, pero también con cualquier otra instancia de control y vigilancia popular”.

Segundo escenario: Ante una posible segunda vuelta, “a pocos días de las elecciones, otro escenario está ganando carrera y es que las apuestas del bloque hegemónico ya no estén por el candidato de la extrema derecha Federico Gutiérrez, y que los grupos de poder están cambiando su estrategia y redirigiendo su apoyo a Rodolfo Hernández. Los últimos datos dan cuenta de que la distancia entre Gutiérrez y Hernández cada vez es más corta, esto le permitiría mayor maniobrar a Hernández vendiéndose caro en una segunda vuelta, lo seguro es que los votos de Rodolfo Hernández irán contra Petro en la segunda vuelta, de no ser el mismo Hernández el que canalice los votos de la derecha en estos últimos días y pase a una segunda vuelta junto con Petro”.

Tercer escenario: “Quizá el más probable, por ahora, es que la segunda vuelta esté disputada por Petro y Gutiérrez, esto implica una segunda vuelta donde la derecha conservadora y mafiosa colombiana usará todas las herramientas de las que dispone para conservar el statu quo y no dejar que Petro gane la presidencia, los temores y denuncias fundadas de un posible atentado a Gustavo Petro o Francia Márquez no se han hecho esperar. En este orden de ideas, un magnicidio con el pueblo en resistencia en las calles es una salida radical de la extrema derecha, generaría un caos que le permitiría al gobierno de Duque decretar un estado de excepción que acabe con las pocas garantías constitucionales, en este posible escenario el rol de las Fuerzas Armadas es fundamental”.

En toda esta historia plagada de crímenes, guerras internas y un número de vericuetos de la política colombiana, y atendiendo al título de este breve artículo, al pueblo colombiano y su Nación, los asiste e impulsa una utopía por un verdadero cambio en la vida económica y social del país, donde los sueños y los artificios son posibles en la tierra del “realismo mágico”, y de las múltiples posibilidades, eso sí, el pueblo debe estar preparado para cualquier escenario.

Una consigna que es una auténtica trampa

Carlos Luis Chacón

Siento la obligación de expresar mi opinión en relación con el movimiento convocado para este lunes 23 de mayo.

No hay duda de que cualquier esfuerzo que se haga para evitar que, el costo de cualquiera de las aventuras de las mafias vaya a salir del bolsillo y el estómago de nuestro pueblo merece oponerle resistencia, con toda la inteligencia y la fuerza que podamos, pero aprovechar una lucha tan justa como la de oponerse al alza desproporcionada del costo de la vida para sembrarnos la vieja idea de apropiarse de lo poco que ya nos van dejando de los bienes del Estado, a través de la consigna NO MAS RECOPE, es una auténtica trampa.
Cumplo con advertirlo.

No dudo que ahí se moverá gente bien inspirada pero, mediante esa consigna veo claramente la mano de la mafia, que por lo demás, es donde ponen el mayor acento.

Costa Rica en la encrucijada

Por Arnoldo Mora

Las elecciones presidenciales y del Congreso constituyen uno de los acontecimientos mayores, si no el mayor, de la vida política en nuestro régimen republicano. No hace mucho ese acontecimiento sobrevenía cada cuatro años; ahora, en la práctica, se ha fragmentado en dos eventos, ambos de gran importancia para el normal funcionamiento de la institucionalidad democrática del país, pues bajo este procedimiento se eligen a quienes han de regir los poderes sujetos a la elección directa del Soberano. En el primer domingo de febrero se elige a quienes van a conforma el primer poder de la nación; los ciudadanos escogen entre listas confeccionadas por los partidos políticos; es un ejercicio de democracia representativa; el pueblo no elige directamente a quienes nos representarán en el parlamento sino a quienes proponen los partidos; ni siquiera el pueblo sabe a quién está eligiendo, pues vota no por un individuo sino por una lista escogida dentro de la estructura del partido. Esta vez nuestro pueblo será representado por 6 partidos; llama la atención la desaparición del partido que ha gobernado el país en los dos últimos cuatrienios; la causa de ese insólito cataclismo debe verse como un castigo al gobierno saliente, cuyo presidente es el peor calificado por la opinión pública desde los lejanos días de la dictadura de Tinoco. Dos meses después –¿demasiado tiempo?- de nuevo la ciudadanía es llamada a elegir a quien será la cabeza del Poder Ejecutivo. Como ya se dio en las dos últimas elecciones, el presidente no cuenta con mayoría en la Asamblea Legislativa, aunque esta vez los cinco partidos de derecha se unieron para presidir el Congreso, por lo que excluyeron al Frente Amplio, llamado por ello mismo a convertirse en la única y auténtica oposición; para lograrlo, el Frente Amplio dependerá en mucho de su capacidad para ligarse a un movimiento popular que, sin duda, será muy dinámico, dadas las condiciones de empobrecimiento que la administración saliente ha dejado a la entrante como hipoteca social. Pero Zapote no debe hacerse muchas ilusiones, la situación se le puede complicar porque en Cuestas de Moras nadie quiere aparecer ante la opinión pública, a riesgo de despilfarrar su capital político, como un furgón de cola de un gobierno que, más temprano que tarde, dará signos de un evidente desgaste en el ejercicio del poder.

Capítulo aparte merece el nuevo presidente, Rodrigo Chaves, doctor en economía y, por muchos años, alto funcionario del Banco Mundial en la isla de Indonesia, una potencia emergente situada geográfica y culturalmente en las antípodas de la diminuta Tiquicia; allí se forjó la personalidad del nuevo inquilino de Zapote. Pero no resulta difícil intuir lo que será su estilo de gobierno. Acostumbrado a los hábitos burocráticos y autoritarios de un organismo que acostumbra situarse por encima y más allá de las normas democráticas, Rodrigo Chaves, a pesar de adolecer de una casi total carencia de experiencia personal en el teje y maneje de la política criolla, muy pronto ha mostrado sin ambages en la escogencia de los jerarcas que lo han de acompañar en el complejo ejercicio del poder, lo que pretende hacer; el presidente Chaves no delegará su autoridad, quiere funcionarios-ejecutivos, leales hasta la sumisión, el típico ”mandarín”, que el imperio chino creó desde hace milenios como figura ideal de ser humano, al decir de Max Weber. Es de notar que en la segunda elección o balotaje, en que se elige al presidente de la República, no se trata de optar por un partido, su ideología y su programa, sino de escoger entre dos personalidades. En la campaña recién pasada ambos candidatos hicieron gala de un obsceno abuso de una retórica malsonante, en que la ausencia de una propuesta seria, como se espera que haga alguien que aspira a gobernar un país, fue sustituida por una plétora de insultos mutuos en que procazmente se aludía, incluso, a la vida privada del uno contra el otro; en este abyecto juego incurrieron por igual los dos candidatos; pésimo ejemplo de carencia de civismo, forma corrupta de despilfarrar los millones que, con los impuestos del pueblo, se contribuye a pagar una campaña electoral; cualquier ciudadano que ame su patria podría cuestionarse si valía la pena escoger, para regir los destinos de la Patria, entre dos individuos de tan bajo perfil cívico; esto constituye una de las causas de por qué el abstencionismo creció. Menos de un tercio del electorado eligió a un advenedizo; para explicar esta insólita decisión, hay que verla como un repudio frontal a la clase política, lo cual representa el mayor desafío para el nuevo gobernante; el pueblo espera que con Rodrigo Chaves se respiren nuevos aires en Zapote y que no sea más de lo mismo. De mi parte, mucho me temo que en no mucho tiempo, nuestro sufrido pueblo sea víctima de una nueva decepción.

Esto explica también el inusitado interés mostrado por la opinión pública en la designación de los nuevos jerarcas de los ministerios, instituciones autónomas y demás organismos que por ley, debe nombrar el jefe de Estado. Llama la atención la heterogeneidad de las personas escogidas, que pone de manifiesto que, quienes llevaron al poder al nuevo presidente, no configuran un partido organizado sino un conglomerado heteróclito sin una propuesta clara de país. Algunos de los elegidos poseen poca experiencia en el ejercicio del poder, al menos a un alto nivel, si bien parecen ser profesionalmente competentes; por eso considero que, en cuanto pase “la luna de miel” que el pueblo suele otorgar a todo nuevo gobierno, aunque sospecho que ésta será breve dada la magnitud de desafíos y problemas que debe afrontar, se empiece a desgranar la mazorca. Los mayores desafíos los tiene la Ministra de Educación, pues carece del más elemental conocimiento de ese elefante burocrático que debe jinetear; los responsables de la seguridad deben afrontar el serio desafío de la alarmante presencia del narcotráfico, que amenaza con controlar vastas regiones del país, como los escándalos en la zona Sur lo han demostrado; el equipo económico no debe limitarse a lo fiscal, debe tener muy en cuenta las implicaciones sociales de las medidas que implemente; la desigualdad, el desempleo y la pauperización de amplios sectores de la población, incluida la clase media, son causantes de un descontento generalizado, que podría convertirse en cólera incontrolable. El pacto social y político forjado después de la sangrienta guerra civil de 1948, se ha roto. Hoy vivimos en una Costa Rica fragmentada. La casi mitad del electorado lo ha demostrado mediante la abstención; ese sector que podría convertirse en mayoría, mira con desconfianza pero no con indiferencia este cambio de gobierno, pues sospecha que son arreglos de cúpula. Para solucionar este desafío sólo hay un camino: que esos sectores se organicen en un frente patriótico que rescate el Estado social de derecho. La democracia directa, participativa y popular debe perfeccionar a la democracia formal y representativa actual…Tal es la encrucijada en que hoy se encuentra nuestra querida Costa Rica.