El pueblo deberá defender las instituciones que considera fundamentales

José Luis Pacheco Murillo

Por lo general, los sabios y los entendidos nos inculcan la filosofía de vivir “ligeros de equipaje”. Es decir, no obsesionarnos con la acumulación de cosas materiales. El fundamento es el estar preparados para alzar vuelo en cualquier momento y bajo cualquier circunstancia. Ese pensamiento es válido para seres humanos.

Sin embargo, ese principio no necesariamente es bueno cuando del Estado se trata. La venta de instituciones públicas no siempre ha sido un buen negocio para el Estado y por ende para la ciudadanía. Mucho menos cuando esas instituciones son exitosas y proveen al país oportunidades de desarrollo. Ya conocemos lo que ha sucedido en otros países cuando se han despojado de las instituciones que brindaban bienestar, el pueblo termina pagando las consecuencias.

Quizá haya que poner orden en algunas. Quizá haya que mejorar la forma de prestar servicios o quizá haya que ponerlas a competir para hacerlas más eficientes, pero deshacerse de ellas no siempre es la mejor decisión.

El dinero que pagarán por ellas durará poco y luego ya no tendremos ni dinero ni instituciones y eso simplemente es empobrecernos más y hacer que el futuro sea poco halagüeño.

El pueblo deberá defender las instituciones que considera fundamentales para que tengamos un futuro promisorio y especialmente para las nuevas generaciones. No siempre nuestros representantes en la Asamblea Legislativa tienen los mismos pensamientos e intereses que el pueblo y por ello también ahí se debe presionar y hacer saber que no queremos despojarnos de lo que tanto ha costado mantener.

Vender lo que ha sido bueno es un pensamiento de pobreza y abandono en manos de otros que vendrán a explotarnos. Tengan mucho cuidado señores del gobierno, Presidente y diputados con lo que hacen con lo que pertenece al pueblo.

Dios quiera que entiendan que eso de las instituciones no son bienes de difuntos sin herederos, por el contrario, nuestros antepasados lucharon mucho por tener y dejarnos algo para nuestro futuro. No despilfarren y no hagan de lo que no les pertenece una fiesta para beneficio de amigos y financistas de campaña.