El saludo de Putin al presidente norteamericano, cuando se encontraron al pie de los aviones que los llevaron a la cita en Alaska, el pasado viernes, 15 de agosto, revela el secreto de un cambio que la cita resume.
Pese a que son dos países vecinos, la historia los ha tenido de espaldas. Es poco frecuente verlos como vecinos. Ha sido más común verlos enfrentados, mirando, cada uno, hacia Europa.
El “buenos días” de Putin a su vecino hizo que, de repente, la historia coincidiera con la geografía. Cosa que hasta entonces no ocurría. Me parece que, visto con cuidado, esto simboliza un cambio radical. Los dos vecinos se dieron vuelta, para mirarse de frente en la cita de Alaska. A sus espaldas quedó Europa.
Es imposible saber, por ahora, si el cambio será permanente, si durará. Pero la lectura de los comentarios sobre la cumbre, sobre todo de los medios europeos, deja en evidencia su importancia.
Como decían los corresponsales de El País una semana antes de la reunión, “medio año de negociaciones y miles de muertos después, las humillantes concesiones de los aliados europeos en estos meses para tratar de que el republicano respaldase a Kiev semejan no haber servido de nada”. “El presidente ruso conseguirá una foto con el estadounidense y pondrá fin al estatus de paria en que se encontraba”.
El texto refleja bien esa sensación de los medios de Occidente, incluyendo la idea de que Putin se encontraba en un “estatus de paria” que los hechos difícilmente demostraban. El que Occidente cortara sus relaciones con Putin no significaba que el presidente ruso estuviera aislado del mundo. La afirmación parece recordar aquella otra, cuando en Gran Bretaña la prensa decía: “Niebla en la Mancha, continente aislado”. Pero esos eran otros tiempos.
Una cita importante
Para analistas rusos, como Fyodor Lukyanov, editor de Russia in Global Affairs y director del Valdai International Club, la cumbre tiene una importancia similar a las negociaciones para la reunificación alemana, hace unos 35 años. Un proceso que, en su opinión, “sentó los fundamentos del desarrollo político de las décadas siguientes”. Resta saber si la cita de Alaska tendrá esa misma relevancia. Si significará un cambio duradero en el orden internacional heredado de la Guerra Fría. Volveremos a esta idea más adelante.
Para el primer ministro eslovaco, Robert Fico, el encuentro borró una visión en blanco y negro sobre el conflicto, que el relato de Occidente trataba de imponer. “Tenemos que hablar de iguales garantías de seguridad para Ucrania y la Federación Rusa, tomando en cuenta las raíces históricas del conflicto”, afirmó.
También en el portal Brasil247 se podía leer: Putin y Trump reescriben las reglas de la geopolítica en la cita de Alaska. Mas que una avance en las negociaciones de paz en Ucrania, representó “un cambio estructural en las relaciones de poder globales”.
Ese cambo incluye una reasignación del papel de Europa en el escenario internacional, que el canciller alemán resumió bien cuando afirmó que “la Unión Europea no debería sobrestimarse; que el actor clave en ese escenario seguía siendo Washington”.
¡Sí, Washington. Pero como la reunión de Alaska dejó en evidencia, el interlocutor es Moscú!
Europa apuesta a la guerra, sin los recursos necesarios para eso. Con sus lazos cortados con Moscú, con toda iniciativa diplomática abandonada, la UE discute su presupuesto orientado principalmente a la guerra. Destinó 150 mil millones de euros al recién creado Security Assistance Facility, al que podrán acudir los países de la Unión para promover un programa de rearme y de apoyo militar a Ucrania.
Eso le genera dos problemas (además del que significa el pensar que la guerra es nuestro dramático destino): uno con los países altamente endeudados –entre ellos Francia, Inglaterra e Italia– y otro con los países “austeros” –como Alemania y Holanda– que han encabezado la lucha contra cualquier intento de generar deuda a cargo de la UE. Los dos se agravarán con los gastos acordados.
Ganar la guerra
No se puede entender los movimientos en torno al conflicto en Ucrania sin hacer referencia a los objetivos de esta guerra.
Rusia los ha explicitado: poner fin a la expansión de la OTAN y obtener garantías de seguridad en su frontera con Ucrania. Eso implica medidas contra el armamentismo o la presencia de tropas de la OTAN en ese país, considerada inaceptable por Moscú; el control de los territorios fronterizos ya parcialmente ocupados, con una población mayoritariamente de origen ruso; y un cambio de régimen en Kiev.
Naturalmente eso tendrá que ser negociado. La clave me parece que está en la exigencia de seguridad para Moscú. Algo similar a lo que Occidente pide para Ucrania, aunque sin considerar nunca exigencias similares de Rusia.
“Ganar la guerra” no es un objetivo fácil de definir en este caso. ¿Qué significa? Las garantías que tanto Ucrania como Rusia exigen pueden lograrse de diversas maneras. Trump ha reiterado su ofrecimiento a Ucrania en la reunión del lunes, en Washington.
Moscú no parece tener ninguna objeción porque no piensa conquistar Ucrania. El conflicto de hoy no es territorial, como los Acuerdos de Minsk, firmados en 2014 y 2015 –boicoteados por Occidente y por Ucrania– lo demostraban. Lo que estaba en discusión era la garantía para la población de origen ruso en las regiones fronterizas. Desechados esos acuerdos, Moscú decidió reivindicar por las armas los derechos de esa población.
Menos sentido tiene todavía la afirmación de dirigentes europeos poniendo fecha para una próxima agresión rusa contra Occidente. Hablan de prepararse para una guerra, como si esa guerra pudiera ser otra que una guerra nuclear.
En realidad, la historia ha discurrido en dirección contraria, tanto en la II Guerra Mundial como en la Guerra Fría. No han sido los rusos los que han iniciado una marcha hacia Occidente.
El complejo medio juego del ajedrez
Lukyanov señaló que Ucrania es el escenario más visible de cambios históricos que van más allá de sus fronteras. Coincido con esa idea. Con las piezas desplegadas en el tablero desde hace más de tres años, hemos llegado a un complejo medio juego, en el que los movimientos no dejan ver aun con claridad el desenlace.
En ese escenario, los movimientos han estado orientados, en primer lugar, a atraerse el apoyo de Washington, un poder capaz de inclinar la balanza hacia un lado u otro. Occidente ha insistido en un alto al fuego, tema puesto sobre la mesa por Trump quien, finalmente, parece haber entendido que es una medida inaceptable para Rusia: no conduciría necesariamente al fin de la guerra, pero contribuiría al fortalecimiento de Ucrania, que está en situación de desventaja militar.
«Ucrania debe convertirse en un puercoespín de acero», ha repetido la presidente de la Comisión Europea, la conservadora alemana Ursula Von der Leyen, para quien “la paz debe lograrse a través de la fuerza». Para atraer a Trump, Von der Leyen argumenta que “lo que importa debe ser parar las matanzas”. Preocupación difícil de considerarse seriamente, si se analiza la posición de la UE ante las matanzas en Gaza. Europa apuesta a un incremento de la ayuda militar, a la derrota de Rusia. Una tregua contribuiría a reforzar las posiciones de Ucrania. Rusia no lo va a aceptar.
Después de la cita de Alaska, las piezas de este ajedrez se movieron nuevamente durante la reunión de Zelensky y los líderes europeos con Trump, en la Casa Blanca, en lunes 18. El juego sigue. El objetivo no está definido por consideraciones humanistas sobre matanzas, ni solo por el conflicto en Ucrania, sino por el orden político de la post Guerra Fría. No se puede entender la partida en este tablero sin una visión del contexto mundial.
El fin de la dinámica de la Guerra Fría
En julio de 1990 Mikail Gobachov negociaba con el canciller alemán Helmut Kohl la retirada de las tropas rusas de Alemania y la incorporación de ese país a la OTAN. Eran los estertores de la Guerra Fría. Gorbachov estuvo de acuerdo. Entonces el secretario de Estado James Baker le prometió un cambio en el carácter de la OTAN, su transformación en una organización política, ya no militar. Y que no se extendería hacia el este. Como sabemos, ni una cosa ni la otra fueron cumplidas.
El presidente Ronald Reagan puso fin a la Guerra Fría en los términos de Washington. Pero hoy, 35 años después, el tema está de nuevo sobre la mesa, con esas reglas cuestionadas por Moscú. Y aunque en otros términos, también por China y por el Sur global.
La OTAN ya no puede seguir acercándose a las fronteras rusas sin pagar un precio. Europa sigue apostando a la OTAN, se resiste a la oposición rusa. Trump parece entenderla y aceptarla. Los papeles han cambiado. El del Reagan de entonces lo encarna hoy Putin. El de Gorbachov es Trump.
Un escenario más amplio
No todo, como hemos dicho, se resuelve en Ucrania, aunque la importancia de lo que decide ahí queda en evidencia por los inmensos recursos invertidos por Estados Unidos y Europa en ese conflicto.
Pero es la irrupción de China en el escenario mundial el mayor desafío al orden político surgido de la Guerra Fría, con sus instituciones económicas y su orden político liberal, impuesto en América Latina, con frecuencia, por golpes de Estado y regímenes militares.
El reconocimiento internacional de una sola China, con sus consecuencias sobre la inevitable incorporación de Taiwán al país, es el tema más sensible. Que China considera, además, como un asunto interno, lo que lo hace particularmente sensible. Es, sin embargo, objeto de presiones de Occidente. Es parte de las tensiones creadas en torno a la presencia cada vez más relevante de China en la política, en la economía y en el escenario militar internacional.
Además de China, Trump ha generado conflictos en materia comercial con aliados hasta ahora cercanos, incluyendo América Latina, donde la presión sobre Brasil ha escalado a niveles poco habituales. Del mismo modo, el genocidio de Israel en Gaza ha generado nuevos alineamientos internacionales, escenarios todos donde las viejas reglas del mundo de post Guerra Fría enfrentan cada vez mayores resistencias.
Foto extraída de artículo de prensa publicado en Israel, (Magazine+972, edición del 6 de agosto del 2025), titulado «Microsoft storing Israeli intelligence trove used to attack Palestinians».
«En fin de compte, ce plan n’est qu’un recyclage d’un vieux projet colonial, vêtu d’un nouveau costume linguistique. La « prise de possession » n’est rien d’autre qu’une occupation parfumée d’une légalité de façade, les frappes aériennes ne sont que des outils de domination, et le peuple palestinien, une fois de plus, est sommé de payer le prix d’une guerre qu’il n’a pas choisie, et abandonné à son sort dans une bataille que l’on veut trancher à la fois à l’encre et à la poudre.
Au milieu des décombres des maisons, des ruines des écoles et des corps des victimes, Gaza attend encore la justice, tandis que le monde s’attarde sur les mots… et oublie la vérité».
Testimonio de habitante de Gaza,Abu Amir, con fecha del 8 de agosto, publicado en Francia, bajo el título «Le plan de ‘prise de possession’ et non d ‘ ‘occupation’: une guerre sur papier glacé et une conscience en congé«. Texto completo disponible aquí.
Nicolas Boeglin, Profesor de Derecho Internacional Público, Facultad de Derecho, Universidad de Costa Rica (UCR)
El anuncio por parte de Israel de expandir sus operaciones militares en Gaza (que ya ocupa en un 75%) realizada el pasado 6 de agosto ha desatado una ola de repudio a nivel internacional, al tratarse de una decisión cuestionable desde todos los puntos de vistas (incluido el punto de vista militar y estratégico para muchos militares en la misma Israel como lo veremos en las líneas que siguen).
Desde el punto de vista jurídico se trata de confortar una ocupación total de toda la franja de Gaza: las autoridades israelíes sin embargo evitan oficialmente hablar de un plan de «ocupación» y usan el término más neutro de «toma de control«, o de «posesión» contando para ello con círculos de influencia (y con relevos de analistas y «expertos» en distintas partes del mundo para intentar sostener una diferencia entre ambos conceptos con el de ocupación).
Para quienes consideran válidos estos juegos de palabras, nos permitimos remitirlos a la opinión consultiva de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) del 19 de julio del 2024 (véase texto en francés y en inglés) en particular el párrafo dispositivo 285 en el que declara totalmente ilegales la ocupación y la colonización del territorio palestino, pese al uso de matices del lenguaje por parte de Israel desde hace ya bastante tiempo. Dicho sea de paso, para nuestros estimables lectores costarricenses, no está de más recordar que Costa Rica votó en contra con Guatemala la solicitud que se le hizo a la CIJ en diciembre del 2022 de esta opinión consultiva en el seno de la Asamblea General de Naciones Unidas (Nota 1).
Más allá de los juegos semánticos a los que ya tiene acostumbrados a muchos Israel cada vez que intenta maquillar lo obvio, la reacción oficial de varios Estados no se hizo esperar: la condena oficial de Emiratos Árabes Unidos (véase comunicado oficial) y de Turquía (véase comunicado oficial) del mismo 7 de agosto del 2025 evidencian la contundencia de la reacción de estos dos Estados de Oriente Medio, entre muchos otros. De igual manera el comunicado difundido desde la Unión Europea (UE) con varios otros Estados, entre ellos Australia, Canadá, Nueva Zelanda y Reino Unido: véase el comunicadocolgado en el sitio de la UE.
También es de destacar este comunicado conjunto colgado por España y suscrito por siete Estados europeos más (véase texto) en el que se lee que estos Estados:
» condenan enérgicamente el reciente anuncio del Gobierno de Israel de intensificar la ocupación y la ofensiva militar, entre otras zonas, en la ciudad de Gaza. Esta decisión no hará más que agravar la crisis humanitaria y comprometer aún más la vida de los rehenes que quedan. Esta operación ocasionará una cifra inaceptablemente elevada de víctimas mortales y el desplazamiento forzoso de casi un millón de civiles palestinos.
Rechazamos terminantemente cualquier cambio demográfico o territorial en el Territorio Palestino Ocupado. Las acciones en este sentido constituyen una violación flagrante del derecho internacional y del derecho internacional humanitario.
La intensificación de la ofensiva militar y la ocupación de la ciudad de Gaza representan un enorme obstáculo para la aplicación de la solución de los dos Estados, única vía hacia una paz global, justa y duradera«.
Es importante que nuestros estimables lectores costarricenses guarden en mente los términos usados por estos Estados o grupos de Estados para condenar esta nueva iniciativa de Israel: ello de manera que los tengan muy presentes, en particular cuando analicemos el contenido exacto del extraño texto elaborado por la diplomacia costarricense.
De algunas reacciones oficiales observadas en América Latina
Entre las reacciones oficiales, podemos referir al comunicado oficial de Brasil emitido el 8 de agosto, condenando de manera contundente la decisión de Israel de controlar a toda la ciudad de Gaza militarmente.
En su comunicado oficial (véase texto), se lee que:
«O governo brasileiro deplora a decisão do governo israelense de expandir as operações militares na Faixa de Gaza, incluindo nova incursão à Cidade de Gaza, medida que deverá agravar a catastrófica situação humanitária da população civil palestina, assolada por cenário de mortes, deslocamento forçado, destruição e fome«.
Por su parte, Chile emitió un comunicado oficial condenando de igual manera la decisión del gabinete en Israel de ocupar toda la ciudad de Gaza (véase comunicado de prensa) en el que señala de manera vehemente que:
«Chile considera que esta decisión representa un grave retroceso para la paz en Medio Oriente y un golpe estructural al compromiso de la comunidad internacional con la solución de dos Estados, único camino viable para alcanzar una paz duradera, que garantice la coexistencia de Israel y Palestina, dentro de fronteras reconocidas internacionalmente«.
En el texto divulgado por el aparato diplomático de Uruguay (véase comunicado), se lee que:
«La aprobación en el día de hoy por parte del Gabinete de Seguridad de Israel de la ocupación de la ciudad de Gaza representa una grave violación al Derecho Internacional que aleja aún más las posibilidades de avanzar hacia una solución pacífica de este conflicto. Amenaza, a su vez, con profundizar aún más la crisis humanitaria en la Franja de Gaza. Uruguay expresa la más enérgica condena a estos acontecimientos«.
Como ya viene siendo costumbre con las actuales autoridades Argentina, ningún comunicado sobre esta decisión en Israel fue considerado oportuno elaborar, al igual que Paraguay: hay que tener claro que desde ya un buen tiempo para acá, Argentina y Paraguay se han convertido en lo que podríamos denominar las dos «fichas útiles» de Israel en América Latina: así lo evidencian sus votos, alineados con los de Israel y los de Estados Unidos en Naciones Unidas, cuando se examinan resoluciones relacionadas a Israel y al drama indecible que se observa en Gaza.
Al momento de redactar los primeros esbozos de estas líneas (11 de agosto, medio día), el Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto de Costa Rica había mantenido el mismo mutismo, así como el de Ecuador. No obstante, este mismo día a las 14:42, se publicó un comunicado de prensa en el que Costa Rica, por alguna razón que sería de sumo interés conocer, omite condenar a Israel de manera expresa, limitándose a externar su «grave preocupación» (Nota 2). En cambio, en el texto se lee que Costa Rica «reitera su condena vehemente» a las acciones pasadas del Hamás: si se procede a comparar el texto de Costa Rica con el de los comunicados oficiales antes mencionados que han sido difundidos a partir del 7 de agosto, se debe concluir que la precitada «condena» al Hamás es solitaria y a decir verdad … bastante insólita.
Recientes textos adoptados en Costa Rica
Hace pocos días, el 6 de agosto, en Costa Rica, el Consejo Municipal del cantón de San Pedro de Montes de Oca adoptó un acuerdo municipal exhortando a las autoridades costarricenses a suspender toda negociación de un tratado de libre comercio (TLC) con Israel y a abstenerse de relativizar el drama indecible que se vive en Gaza: véase nota del medio digital Delfino.cr. Es muy posible que las “carcajadas” a las que refiere este interesante artículo del Semanario Universidad del 4 de julio del 2025 por parte del Presidente de Costa Rica hayan, al menos en parte, motivado esta iniciativa de varios regidores de San Pedro Montes de Oca.
Este acuerdo municipal fue adoptado en la víspera del 7 de agosto, fecha en la que se conmemoraron 22 meses desde la fecha del 7 de octubre del 2023. Al respecto, desde esta vez la Asamblea Legislativa, se dio a conocer el 7 de agosto un manifiesto suscrito por 59 premios nacionales del sector cultural y académico costarricenses contra toda idea de negociar y de suscribir un TLC con Israel en estos momentos (véase nota del Semanario Universidad con listado de los firmantes y video de la actividad, con presencia de la Cónsul Honoraria de Palestina en Costa Rica). En esta nota de Delfino.cr, del 10 de agosto del 2025, uno de los enlaces refiere al texto mismo del manifiesto conjunto suscrito por una impresionante cantidad de intelectuales de renombre y de intachable trayectoria costarricenses.
Como se puede apreciar, las iniciativas desde la sociedad civil y los espacios a nivel local se multiplican ante silencios, omisiones, o en este caso, extrañezas de la clase política que gobierna desde el año 2022 los destinos de Costa Rica. Se trata de un fenómeno observado de igual manera en Europa, en la que recientemente un grupo de juristas indignados ha entablado una demanda por omisión contra la Comisión de la Unión Europea (UE) y el Consejo de Europa, por mantener inalteradas las relaciones comerciales de la UE con Israel (véase nota de prensa de l´Humanité (Francia) del 17 de julio del 2025).
Una decisión que responde a un malestar cada vez más creciente … en los círculos militares de la misma Israel
Más allá de la forma bastante peculiar del aparato estatal de Costa Rica para elaborar un comunicado de prensa cuando se trata de las exacciones de Israel en Gaza, cabe precisar que unos días antes este anuncio, en Israel más de 600 ex responsables militares y de agencias de seguridad interna habían pedido cesar la insensatez total de la acción militar de Israel en Gaza, cuestionando su fracasada estrategia en Gaza (véase nota de RFI): y es que en 22 meses desde el 7 de octubre del 2023, con bombardeos masivos sobre la población civil de Gaza, y con la destrucción de toda la infraestructura pública existente en Gaza, ninguno de los dos objetivos militares de Israel han sido alcanzados, a saber:
– «erradicar al Hamás» y:
– recuperar a los rehenes que el Hamás mantiene bajo su custodia.
Raramente se ha observado a un ejército mantener durante tanto tiempo dos objetivos militares que claramente está en la incapacidad de materializar, arriesgando con el paso del tiempo, la vida de los rehenes israelíes que pretende recuperar salvos.
A esta presión interna, las máximas autoridades de Israel han tenido que enfrentar la presión internacional que se ha ido ejerciendo sobre Israel, con aliados tradicionalmente indefectibles como Alemania, Australia, Canadá o el Reino Unido que han tomado sus distancias con Israel en los últimos meses.
El último informe de Naciones Unidas sobre la situación en Gaza (al 13 de agosto del 2025) esté disponible en este enlace con la mirada de un niño palestino que lo dice todo en portada y que interpela a la comunidad internacional.
Su lectura puede ser completada con el informe anterior (al 6 de agosto del 2025), disponible en este enlace, en el que podemos leer que 730 personas perdieron la vida entre tan solo el 30 de julio y el 6 de agosto en Gaza:
“According to the Ministry of Health (MoH) in Gaza, between 30 July and 6 August, 730 Palestinians were killed, and 4,479 were injured. This brings the casualty toll among Palestinians since 7 October 2023 to 61,158 fatalities and 151,442 injuries, according to MoH”;
Dejamos a cada uno de nuestros estimables lectores realizar por sí mismo un macabro cálculo mental sobre el número de personas que asesinó deliberadamente Israel cada día desde el 30 de julio del 2025, siendo muchos de ellos niños, mujeres y personas hambrientas y desesperadas en largas listas esperando recibir algún tipo de ayuda humanitaria.
Al contener este mismo extracto el número de muertes reportadas por las autoridades sanitarias (61.158 fallecidos) desde la tarde/noche del 7 de octubre del 2023, le sugerimos de igual manera a nuestros lectores proceder a dicho macabro cálculo al cumplirse 22 meses, el pasado 7 de agosto del 2025, desde el 7 de octubre del 2023: el ratio obtenido supera todos los pronósticos que pudimos entrever desde el mismo mes de octubre del 2023 con el “asedio total” anunciado por parte de Israel en Gaza desde el 7 de octubre del 2023.
El pasado 12 de agosto, un comunicado del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de Naciones Unidas condenó el asesinato deliberado por parte de Israel de cuatro comunicadores (véase comunicado oficial), un asesinato que viene a añadirse a una larga lista que alcanza casi 200 profesionales de la comunicación que han sido asesinados por Israel en Gaza desde la tarde/noche del 7 de octubre del 2023. En este comunicado (muy pocamente divulgado en medios de prensa) los tres expertos señalan lo siguiente:
«We demand an immediate independent investigation into the killings and for Israel to urgently grant full access to the international media to enter Gaza. If Israel has nothing to hide, why does it continue to keep international journalists out?«
Este 13 de agosto, fueron dos expertos de Naciones Unidas denunciando el «medicidio» de Israel en Gaza, al destruir deliberadamente e intencionalmente la infraestructura en salud y hospitalaria existente (véase comunicado de prensa).
Nuestros estimables lectores podrán revisar por sí mismos si estos dos comunicados de prensa elaborados por el servicio de prensa de Naciones Unidas dejaron (o no…) huella en las agencias internacionales de noticias.
Este 14 de agosto, un medio israelí bastante bien informado, reveló la existencia de una unidad dentro del ejército israelí para confeccionar conversaciones telefónicas de celulares que «sirvan» la narrativa oficial de Israel y hagan pasar a periodistas palestinos por integrantes del Hamás: véase al respecto artículo publicado por Magazine+972 titulado » ‘Legitimisation cell’: Israelí unit tasked with linking Gaza journalists to Hamas«. Este mismo medio israelí, que al parecer tiene acceso a documentos ultra confidenciales en Israel, había dado a conocer al mundo, en abril del 2024, la existencia del programa informático «Lavender» – véase su artículo titulado » ´Lavender´: The AI machine directing Israel´s bombing spree in Gaza» (edición del 3 de abril del 2024) – y en mayo del 2024, la existencia de un monitoreo de Israel permanente y ello desde varios años, sobre el personal y las computadoras de la Corte Penal Internacional (CPI): véase al respecto artículo. editado el 28 de mayo del 2024, titulado «Surveillance and interference: Israel´s covert war on the ICC exposed «. Esperamos que el esfuerzo valiente de estos periodistas de investigación israelíes por informar al mundo sobre lo que es capaz de hacer Israel en Gaza sea ampliamente difundido y conocido por la opinión pública internacional.
A modo de conclusión
La estrategia militar de Israel en Gaza puede resultar desde hace 22 meses fracasada, costosa para la reputación y la imagen de Israel en el mundo, costosa para la economía israelí y también costosa para la vida de soldados fallecidos israelíes – muchos de ellos extremadamente jóvenes (Nota 3) – y para muchos jóvenes israelíes que han regresado a sus casas con traumas severos debido al tipo de instrucciones que han tenido que obedecer en Gaza contra una población civil totalmente indefensa: la tasa de suicidios dentro de las filas del ejército israelí empieza (por fín…) a interesar a la prensa israelí: véase artículo del TimesofIsrael de agosto del 2025 sobre tasa de suicidios y artículo de mayo del 2025 sobre reservistas sufriendo serios traumas llamados a volver a ponerse el informe y enviados a Gaza.
No obstante, desde el punto de vista estratégico a nivel interno, esta decisión del gabinete israelí del 6 de agosto permite al Primer Ministro de Israel alcanzar su principal objetivo desde hace 22 meses: mantenerse a toda costa en el poder en Israel, cueste lo que cueste.
Desde el punto de vista político, esta decisión de Israel puede también ser entendida como una respuesta iracunda (y desesperada) de las actuales autoridades de Israel a la comunidad internacional, la cual ha ido reforzando la idea de reconocer a Palestina como Estado: a ese respecto, resulta oportuno recordar que el pasado 30 de julio, en el marco de una importante reunión en Nueva York auspiciado por Arabia Saudita y Francia sobre la solución de dos Estados y el reconocimiento de Palestina como Estado, España y varios Estados europeos, así como Australia, Canadá y Nueva Zelanda, habían manifestado su repudio al accionar de Israel en Gaza y su apoyo a Palestina (véase comunicado oficial colgado en el sitio de la diplomacia española denominado «Llamamiento de Nueva York«).
Remitimos a nuestros estimables lectores al comunicado oficial de Eslovenia a esta cumbre en Nueva York (véase comunicado), al tratarse de uno de los últimos Estados en haber reconocido formalmente a Palestina como Estado, en junio del 2024.
En cuanto a Costa Rica y a su extraña manera de «condenar» a Israel, un reciente foro virtual auspiciado por SurcosDigital y Alianza por una Vida Digna realizado el 13 de agosto en Costa Rica (véase enlace), denota la total inconsistencia, a partir de las mismas cifras del comercio exterior existente entre Israel y Costa Rica, de otra iniciativa gubernamental bastante insólita: la negociación y la suscripción de un tratado de libre comercio con Israel (Nota 4).
–Notas–
Nota 1: Véase al respecto BOEGLIN N., «Breves apuntes sobre el insólito voto en contra de Costa Rica: América Latina ante la solicitud de opinión consultiva a la justicia internacional sobre la situación en Palestina«, Portal de la UCR, edición del 13 de febrero del 2023. Texto integral disponible aquí.
Nota 2: El texto de Costa Rica colgado el 11 de agosto a las 14:42 se lee como sigue (véase enlace):
«AGOSTO 11, 2025 02:42 PM
Costa Rica llama a respetar y proteger el Derecho Internacional y el Derecho Internacional Humanitario en la Franja de Gaza
San José, 11 de agosto de 2025. En el complejo contexto de tensión y conflicto, Costa Rica expresa su grave preocupación ante la reciente decisión de Israel de tomar el control militar de Gaza, como parte de la estrategia de intensificación de las medidas contra las acciones del grupo Hamas.
Se recuerda que toda actuación, incluso en situaciones de conflicto o guerra debe estar sometida a los principios, normas y garantías establecidos en el Derecho Internacional y el Derecho Internacional Humanitario, con especial énfasis en la protección de la dignidad humana, de los derechos fundamentales y la necesidad urgente de permitir el ingreso sin obstáculos de ayuda humanitaria a la zona en conflicto.
Costa Rica reitera su condena vehemente a todas las acciones terroristas del grupo Hamás y a que los civiles sean usados como escudos humanos, ya que constituye una flagrante violación al derecho humanitario; y hace un llamado a la liberación inmediata e incondicional de todos los rehenes.
Costa Rica, reafirma su convicción pacifista, su compromiso con la defensa de la paz y seguridad internacional, la justicia y la resolución pacífica de las controversias y exhorta a todas las partes en el conflicto a redoblar esfuerzos para evitar una escalada que solo puede traer más sufrimiento y más violencia«.
Nota 3: El pasado 25 de junio, Israel anunció la muerte de siete jóvenes soldados en Gaza, con edades oscilando entre 19 y 21 años (véase nota del Timesof Israel): un aspecto que debiera preocupar a muchos en Israel, al evidenciarse, como en ocasiones anteriores, la muy poca experiencia y preparación de los soldados que envía a combatir en Gaza. A mediados de junio, fueron ocho las bajas de muy jóvenes israelíes en un solo día (véase nota del TimesofIsrael del 15 de junio). Al iniciar junio, esta nota del TimesofIsrael también refirió a tres soldados muy jóvenes que perdieron la vida en Gaza. El pasado 8 de julio del 2025, fueron esta vez cinco jóvenes soldados de los cuales cuatro son menores de 21 años los que fallecieron en Gaza (véase nota del TimesofISrael). El pasado 14 de julio otro tres jóvenes soldados israelíes murieron en Gaza (ver nota del TimesofIsrael): a una ofensiva militar sin sentido en Gaza desde haces más de 21 meses, ahora la sociedad israelí debe observar cómo jóvenes sin mayor preparación militar al combate caen día tras día o casi.
Nota 4: Sobre la inconveniencia de suscribir cualquier tipo de tratado bilateral con Israel en este 2025, véase BOEGLIN N., «¿Resultará realmente oportuno y conveniente para Costa Rica … firmar un TLC con Israel?«, 10 de agosto del 2025. Texto disponible aquí. Con relación al foro del 13 de agosto del 2025 auspiciado por SurcosDigital y Alianza por una Vida Digna, un foro similar, realizado el 30 de noviembre del 2023 con presencia de la representante de Palestina en Costa Rica ya anticipaba de manera muy precisa y detallada, lo que esperaba a Gaza de no frenar Estados Unidos la sed de venganza de Israel y el «asedio total» contra toda Gaza, población civil incluida (véase enlaceen YouTube).
Pbro. Luis Alejandro Rojas A. Arquidiócesis de San José 18 de agosto de 2025
Estimados miembros de la Corporación Arrocera Nacional e invitados especiales:
Con motivo del Décimo octavo Congreso Nacional Arrocero, 2025, el señor arzobispo de San José, Mons. José Rafael Quirós, agradece la atenta invitación para compartir este momento de encuentro anual de productores arroceros y de agroindustriales. En esta ocasión no podrá acompañarlos físicamente. No obstante, se une a este acto con su oración, rogando a Dios, Creador de todas las cosas, que, a semejanza de la parábola del Sembrador, la buena semilla caiga en tierra fértil y produzca el ciento por uno.
De gran interés para la Iglesia, serán las deliberaciones y acuerdos de todos ustedes, ya que el sector arrocero soporta un “temporal”, con abundante lluvia y rayería, que pone en alto riesgo la soberanía y seguridad alimentaria de nuestra población, con la llamada “Ruta del arroz”.
Rumbo que está conduciendo por senderos oscuros a los productores costarricenses del grano y abriendo brechas injustas entre productores nacionales e importadores. Para los neófitos en este asunto, la matemática se nos complica, al constatar que el erario requiere de captar el dinero necesario para invertir en educación, salud, vivienda popular, obra pública, seguridad ciudadana y más, y curiosamente los aranceles a la importación del arroz de cualquier origen se redujeron al 4 % para el arroz blanqueado y al 3,5 % para el arroz en bruto.
Entonces, ¿quién o quiénes se dejaron casi ₡27.000 millones al 2024, que habrían tenido que pagar al Estado si no se hubieran disminuido los aranceles en los decretos que dieron comienzo a la “Ruta del Arroz”?
Nuestra “matemática” es de acumulación, que acentúa el egoísmo; la “matemática” de Dios es la lógica del amor. En palabras del querido y recordado Papa Francisco, de feliz memoria; “la matemática de Dios es extraña: ¡se multiplica solamente si se divide!»1 Es decir, en la lógica divina el compartir vence el egoísmo y acrecienta el bien común.
Se necesita volver al equilibrio entre producción nacional del grano en beneficio de nuestros arroceros y las importaciones para compensar los faltantes del arroz necesario, en aras de la seguridad alimentaria. Sumado a la urgencia de contar con políticas públicas en defensa del productor nacional y para el fortalecimiento del sector agroalimentario.
El pasado 2 de agosto, con motivo de la Celebración en honor a nuestra Patrona Nacional la Virgen de los Ángeles, el señor arzobispo de San José, en su homilía dijo: “Que nuestros agricultores tengan certeza que venderán sus cosechas, porque los costarricenses preferimos lo que se produce en nuestra tierra”.
En el pensamiento y en el corazón de Mons. José Rafael Quirós, procedente de una familia de agricultores de la Zona Norte de Cartago, también estaba el clamor de los paperos y cebolleros de nuestro país.
Por eso, no es justo que se siga inundando el mercado agroalimentario con productos de baja calidad y sin controles fitosanitarios, tal como lo ha denunciado la Corporación Hortícola Nacional y otras organizaciones de agricultores. Tampoco, es justa la voracidad de algunas cadenas de supermercados que compran al agricultor con precios ruinosos y venden desde la codicia del mayor beneficio en prejuicio de los consumidores.
Al respecto, la Encíclica Laudato Sí, manifiesta: “el mercado por sí mismo no garantiza el desarrollo humano integral y la inclusión social” (# 109).
Los criterios de una economía de mercado en la que se beneficia a unos pocos excluyendo otros, se encuentra distantes del espíritu evangélico del bien común, la solidaridad, la justicia social y el amor fraterno.
En palabras del mencionado Papa Francisco: “la realidad es superior a la idea”. No matemos actividades agrícolas exitosas como la siembra del arroz, papa, cebolla y otros productos, donde somos competitivos por área de siembra y producción. Sin ser experto en economía agraria, pero sí un cura observador en mis labores pastorales en Cipreses de Oreamuno hace varios años, el problema principal sigue siendo el mercado.
Mi experiencia frustrante, al sembrar con un grupo de feligreses en una asociación de agricultores que nació en la Casa Cural un día, fue arrancar la cosecha de zanahorias y por precio de mercado no retornó ni el costo de inversión.
Es una grosería que algunos políticos de turno pretendan enseñar a nuestros agricultores a sembrar. Ahí no está el problema. Mejor que los políticos serios resuelvan la injusticia social para los pequeños y medianos productores agrícolas que son víctima del mercado y las escasas políticas públicas para el sector agroalimentario. Solo un favor basta, que no estimulen las importaciones masivas de lo que producimos bajando aranceles aduaneros, y que tengamos dignidad como costarricenses al oponernos al ingreso de algunos productos agrícolas sin los respectivos controles fitosanitarios. Asimismo, que el consumidor obtenga un mayor beneficio en calidad y precio.
Particularmente, después de leer el Proyecto de Ley 24.211, denominado: Ley para la creación del Fondo de Competitividad y Auxilio arrocero (FONARROZ), considero que las señoras y señores diputados tienen un excelente texto legislativo para ofrecer medios y recursos mínimos que resguarden la seguridad alimentaria de la población costarricense “mediante el fomento de la actividad arrocera y la protección de las hectáreas de cultivo necesarias, priorizando a los productores de arroz micro, pequeños, medianos y grandes, para disponer de una base de producción de grano nacional y la capacidad de escalamiento, que garantice la disponibilidad del grano ante cualquier contingencia internacional”. Tal como reza el artículo # 2, respecto al objetivo de la ley propuesta.
Estamos en una encrucijada para los arroceros, paperos y cebolleros, o desaparecen como la mayoría de los frijoleros o los rescatamos de la presente situación injusta.
Al salvar a nuestros agricultores y sus familias, también redimimos el alma del costarricense que está apegada al campo y le da identidad cultural al tico. Los arquetipos de nuestra tierra en el inconsciente colectivo nos hacen vibrar cuando escuchamos: “Y cuando caen los fuertes aguaceros es como si yo fuera la semilla me huele a tierra fértil el sendero llenando de ilusión mi alma sencilla”.
Queridos arroceros y agricultores todos, que no desfallezca la esperanza de un mañana mejor. Gracias por la noble misión de labrar la tierra para depositar la semilla por el fruto de mañana. Y así, procurar que no falte el alimento de cada día en la mesa de la familia costarricense. Recuerden lo que dice el Salmo 126, 5-6: “los que sembraban con lágrimas recogen entre cantares”.
Finalmente, felicitaciones por el décimo octavo Congreso Nacional Arrocero, 2025. Que la fraternidad, la esperanza y la alegría, en búsqueda del bien común se manifieste en estos días para el fortalecimiento de la Corporación Arrocera Nacional y del sector agroalimentario. ¡Qué Dios el Creador de todas las cosas les ayude!
1Papa Francisco, Mensaje a los pobres, refugiados y detenidos. Visita pastoral a la diócesis de Bolonia, el 1 de octubre de 2017.
Votar hoy en Costa Rica no es un trámite: es resistir. El Estado social de derecho está bajo ataque del populismo y el autoritarismo. Abstenerse es entregar el país. La democracia se defiende en las urnas.
Roberto Salom Echeverría
La participación en elecciones libres es uno de los pilares fundamentales de toda democracia. Sin embargo, cuando el Estado social de derecho se encuentra en peligro y las conquistas sociales alcanzadas durante décadas están amenazadas, el deber de acudir a las urnas adquiere un significado aún más trascendente: no se trata solo de elegir autoridades, sino de defender un modelo de sociedad basado en derechos, equidad y libertades.
La convocatoria ciudadana y la limpieza del sufragio
En este contexto, todos los ciudadanos y ciudadanas están convocados a participar. El sufragio, como fundamento de legitimidad democrática, solo tiene sentido si se garantiza su limpieza, transparencia e imparcialidad. La pureza del voto no es únicamente un requisito técnico, sino la principal garantía de que la voluntad popular prevalezca.
A ello se suma la defensa de principios básicos como la libertad de expresión y la división de poderes, tal y como lo planteó Montesquieu, indispensables para mantener un equilibrio que evite la concentración autoritaria del poder.
La situación política en Costa Rica
La política costarricense de los últimos años se caracteriza por una gran volatilidad en la opinión pública y por la dispersión de la oferta electoral tras el colapso del bipartidismo tradicional. Este fenómeno ha generado tanto oportunidades como amenazas.
La ciudadanía se muestra fragmentada entre posiciones de estabilidad y volatilidad; entre la desideologización y las opciones políticas más definidas; entre la emocionalidad y la racionalidad en las decisiones. Por ello entiendo el debilitamiento de los partidos políticos dada la pérdida de los principios ideológicos que antes los cohesionaban. Conviven, además, la expectativa de un cambio incierto con la defensa de la institucionalidad democrática, el caudillismo con las propuestas orgánicas, la abstención con la participación, y el populismo con la demanda de más democracia.
La oferta electoral es inestable e incierta. Frente a los impulsos autoritarios y populistas que buscan ganar terreno, los partidos democráticos y progresistas aparecen dispersos y a la defensiva, sin un horizonte claro de articulación. Paralelamente, aumenta la desconfianza hacia las instituciones, que tienden a debilitarse y a perder credibilidad ante una ciudadanía golpeada por la polarización, la desigualdad y la inequidad.
Origen y contexto de la crisis
La problemática no puede entenderse únicamente desde lo local. Se relaciona también con los cambios globales tras la caída de la URSS y de los países socialistas de Europa del Este, que marcaron un viraje en la fe ciudadana hacia las instituciones del Estado social de derecho. El colapso de ese régimen representado por la URSS y de los países socialistas de Europa del Estele soltó las amarras al capitalismo, y a partir de entonces decayeron las políticas distributivas en las democracias capitalistas, dando paso cada vez más al neoliberalismo, que privilegió el mercado a costa del intervencionismo del Estado en la economía, como ente regulador de los excesos del libre mercado.
En este marco, se intensifica la amenaza de soluciones autoritarias frente a la necesidad de profundizar la democracia. Las conquistas sociales alcanzadas se ven cada vez más vulnerables, mientras surgen expresiones populistas que intentan capitalizar el descontento social.
El populismo, en su versión más agresiva, se presenta como un movimiento liderado por sectores de las clases altas y medias-altas que buscan manipular a los grupos más vulnerables. Su lógica se basa en la emocionalidad más que en la racionalidad, en el caudillismo por encima de la propuesta programática, y en discursos demagógicos que sustituyen las realizaciones concretas. Se trata, en esencia, de reemplazar unas élites por otras, sin otorgar concesiones reales a los sectores populares, e instaurar un régimen sin contrapesos, autocrático y autoritario.
A ello se suma el tema de la corrupción, entendida no solo como actos ilegales individuales, sino como el reflejo de un sistema de privilegios posicionales que profundiza la inequidad. Este fenómeno es la punta del iceberg de un deterioro mayor: la pérdida del sentido de comunidad democrática, que comenzó con la crisis del bipartidismo y que erosiona la confianza en la institucionalidad.
¿Qué hacer?
Ante este panorama, la pregunta central es cómo fortalecer la democracia costarricense.
• Desde la sociedad civil, es fundamental organizar y estimular la participación ciudadana activa en defensa de la institucionalidad democrática. La democracia no puede reducirse al voto cada cuatro años; requiere vigilancia constante, acción colectiva y compromiso con el bien común.
• Desde los partidos políticos democráticos y progresistas, se impone la tarea de promover la unidad de fuerzas para defender y ampliar los derechos alcanzados. La fragmentación debilita y abre espacio a las corrientes autoritarias; la unidad, en cambio, ofrece la posibilidad de construir alternativas creíbles y sostenibles.
• Hacia una sociedad de derechos, el reto es avanzar en más democracia, más participación y más inclusión. En tiempos de amenaza, la respuesta no es menos democracia, sino todo lo contrario: más espacios de deliberación, de control ciudadano y de solidaridad social.
Conclusión
Costa Rica enfrenta hoy un momento de definiciones. La participación electoral y el fortalecimiento del Estado social de derecho son la mejor defensa frente a las amenazas autoritarias y populistas. La democracia costarricense, aunque frágil y tensionada, tiene en la ciudadanía organizada y en las fuerzas democráticas su mayor esperanza de continuidad y renovación
Nota del autor: Este artículo fue elaborado a partir de mi intervención en un panel organizado por el Programa Alternativas, que produce el colectivo Reflexión Acción y es dirigido por el filósofo Luis Ángel Salazar Oses. La emisión del 15 de agosto de 2025 en la cual participé fue moderada por el teólogo Mainier Barboza.
En un mundo hiperconectado pero emocionalmente fracturado, una paradoja define nuestra era: nunca hubo tanta información al alcance, y nunca fueron tan vulnerables las sociedades al engaño. Personas de todas las clases sociales —especialmente aquellas de estratos medios y bajos golpeados por la desigualdad— caen en la seductora telaraña de teorías conspirativas, discursos de odio y líderes populistas que les hablan «como uno más de nosotros«, prometiendo soluciones simples a problemas complejos: “acabamos con la corrupción dominante y todo Se resuelve solo”. Este fenómeno, global en su alcance pero local en sus manifestaciones, no es un error cognitivo inocente. Es el síntoma de una crisis democrática que aprovecha el miedo y la desesperanza para vaciar de sentido la política.
El mecanismo del engaño: identidad sobre razón
El éxito de los demagogos no reside en la veracidad de sus afirmaciones, sino en su capacidad para apelar a la identidad tribal. Estudios en psicología social —como los de Daniel Kahneman y Jonathan Haidt— revelan que bajo estrés económico o incertidumbre, los seres humanos priorizan la pertenencia grupal sobre el análisis crítico. Un político que grita «¡Ellos te roban!» o «¡Yo soy como vos, soy uno de ustedesque está igual de harto!» activa un atajo emocional: ofrece certidumbre identitaria en medio del caos. Así, el votante promedio perdona —o incluso celebra— las contradicciones flagrantes. En Europa, partidos como el Rassemblement National francés o Alternativa para Alemania han convertido a migrantes y élites en chivos expiatorios, mientras promueven agendas económicas neoliberales que profundizan la precariedad de sus propias bases. El Brexit fue el paradigma: comunidades empobrecidas del norte de Inglaterra votaron por una fantasía de soberanía, ignorando que sus empleos dependían del mercado único europeo.
América Latina: el caldo de cultivo de la ira útil
En nuestra región, este modelo encuentra terreno fértil. La historia de desigualdades estructurales, combinada con la desilusión tras ciclos de gobiernos tradicionales fallidos que solo hicieron lo que el FMI y otras instituciones financieras les indicaron como un manual, alimenta la demanda de «outsiders» que hablen sin filtros. Jair Bolsonaro en Brasil o Nayib Bukele en El Salvador ejemplifican la fórmula: retórica violenta («balas contra el crimen«), demonización de minorías (LGTBIQ+, indígenas) y ataques a la prensa («fake news» o “prensa canalla”), todo envuelto en un discurso de «hombre del pueblo«. La paradoja es cruel: sus políticas —recortes al gasto social, flexibilización laboral, privatizaciones— perjudican precisamente a quienes los aplauden emocionados. En Argentina, sectores populares apoyan figuras como Javier Milei, cuyo ultraliberalismo promete «quemar el banco central» mientras desarma redes de protección social. La pregunta obvia —¿por qué un desempleado celebra la reducción de pensiones? — tiene respuesta en la neuropolítica: el cerebro procesa el resentimiento antes que el interés económico.
Costa Rica: el sueño de la excepcionalidad agrietado
Costa Rica no es inmune. Aquí, el mito de la «Suiza centroamericana» choca con una realidad de pobreza creciente (el 25% en 2025) y desconfianza institucional. Políticos oportunistas han aprendido a empaquetar el odio con acento tico:
Contra el empleo público: Se sataniza a funcionarios como «privilegiados«, ocultando que muchos son enfermeras, maestros o técnicos municipales de salarios modestos. Mientras, se aplauden recortes al IMAS o al INA, pilares de movilidad social.
Contra migrantes: Se difunden bulos en WhatsApp sobre «invasores» nicaragüenses que «colapsan servicios», ignorando que su trabajo sostiene agricultura y construcción.
Populismo digital: Figuras como el presidente Rodrigo Chaves dominan el algoritmo con frases simples («¡Hay que poner orden!») y ataques a medios, mientras su gobierno recorta presupuestos para vivienda o ambiente. El resultado es un electorado que vota contra sus intereses: clases medias empobrecidas exigen menos impuestos a grandes capitales, y trabajadores informales apoyan reformas que debilitan sindicatos.
La Trampa Final: El Circulo Vicioso del Odio
Este fenómeno se retroalimenta. Las redes sociales —diseñadas para maximizar engagement mediante la indignación— amplifican mentiras que confirman sesgos. El ciudadano, atrincherado en su burbuja, desconfía de expertos («¡Son parte del sistema!») y normaliza la violencia retórica. En Costa Rica, esto se traduce en amenazas a periodistas como Ernesto Rivera, despedido del Sinart por investigar corrupción, o en marchas donde se pide «mano dura» mientras se defienden8 recortes policiales. La democracia se reduce a un espectáculo de gritos, donde el proyecto colectivo muere por mil heridas de egos individualistas.
Reflexión final: Las sociedades que intercambian hechos por consuelos identitarios no están ejerciendo «libertad«. Están cavando su propia fosa. Cuando el odio al diferente, el desprecio al conocimiento y la fe en salvadores autoritarios reemplazan el debate informado, el patrón es claro: no es una teoría conspirativa que élites manipulen a las masas. Son las masas, engañadas por su propia necesidad de pertenencia, las que eligen a sus verdugos. Y en ese camino, como bien advirtió Bertolt Brecht, llega un punto donde la estupidez se vuelve crimen contra uno mismo.
Un pueblo que cree en espejismos vota por espejismos. Y al despertar, solo encuentra el desierto que ayudó a crear.
El Informe sobre Discursos de Odio y Discriminación: Análisis de redes 2025, presentado por las Naciones Unidas y la firma COES Comunicadores el pasado 12 de agosto, indica que entre el 1 de junio de 2024 y el 31 de mayo de 2025 se registraron 2,093,056 publicaciones y comentarios con discursos de odio en las redes sociales Facebook y X; si se agregan Instagram y Reddit, el total asciende a 2,138,854. El incremento anual fue de 16%, menor al de años previos, lo que sugiere una desaceleración del crecimiento, aunque el volumen sigue en máximos históricos.
El Informe utilizó una metodología basada en el uso de inteligencia artificial y herramientas de escucha social (social listening), analizando perfiles públicos con geolocalización en Costa Rica. En el caso de Facebook, el estudio trabajó con una base de más de 5.000 páginas de medios, personas influyentes, instituciones y organizaciones nacionales.
¿Qué son los mensajes de odio?
El Informe define los discursos de odio como mensajes verbales, escritos, visuales o conductas que usan lenguaje ofensivo o discriminatorio contra una persona por su nacionalidad, etnia, género, orientación sexual, lugar de origen, creencias u otra característica de identidad.
Pueden ser directos, incitando explícitamente al odio o la violencia, o indirectos, fomentando prejuicios, exclusión y discriminación. En ambos casos, debilitan la cohesión social y limitan la capacidad de diálogo constructivo.
Principales hallazgos
Más emisores y tono más agresivo: las personas que emitieron discursos de odio aumentaron 31% frente a 2024, con un comportamiento “más violento y personalizado” hacia la integridad y capacidades de las personas afectadas.
Masculinidades agresivas encienden odio en redes: por tercer año consecutivo, los hombres concentran la mayor participación, escribiendo alrededor de cada 10 mensajes de odio y discriminación.
Temas con mayores interacciones: en principal tema que produce mayores reacciones negativas es el de Política y Realidad Nacional con 789,442 menciones en Facebook y X en el periodo estudiado, representando un aumento interanual del 43%. El tema Género acumula 490,639 menciones (+37% interanual) y Orientación Sexual e Identidad de Género es la categoría que más se dispara, aumentando en un 344.68% frente a 2024.
Disminuyen algunos ejes de discriminación: se registra una reducción en los discursos de odio relacionados con xenofobia (-16%), racismo (-23%), discapacidad (-10%) y religión (-56%) respecto al año anterior.
Ataques a instituciones y prensa: las agresiones se concentran en Asamblea Legislativa (21.70%), medios de comunicación (17.33%), Poder Ejecutivo (15.26%), Poder Judicial (14.92%) y partidos políticos (13.87%). Los ataques a periodistas y medios crecieron 110% respecto al año anterior.
La red social con mayor prevalencia de estos mensajes: X concentra la mayor parte del volumen (58.55%), seguida de Facebook (37.43%); Reddit (3.42%) e Instagram (0.60%) quedan muy por detrás.
Meses pico: julio y agosto de 2024 fueron los meses con más discursos de odio.
El caso de TikTok:
Aunque las restricciones de TikTok impiden un análisis totalmente retroactivo y masivo (la plataforma permite seguir hashtags y analizar hasta 1.000 publicaciones públicas por 90 días), el equipo incorporó observación cualitativa.
El análisis describe a TikTok como un “espejo” de tensiones sociales: desencanto político, pérdidas de confianza institucional y miedos al cambio que se canalizan en insultos, desinformación y odio, con normalización del odio político, misoginia hacia mujeres en espacios de poder, y xenofobia, especialmente contra personas nicaragüenses.
El narcotráfico dejó de ser solo un negocio criminal para convertirse en un actor que penetra las estructuras políticas, económicas y sociales de América. Su poder financiero, sustentado en miles de millones de dólares en circulación, se ha transformado en un factor necesario para economías debilitadas y en un combustible oscuro de campañas políticas.
En Argentina, los informes judiciales y periodísticos han señalado cómo las bandas del narco se infiltran en los barrios populares, no solo controlando territorios sino tejiendo complicidades con autoridades locales y fuerzas policiales. El financiamiento ilícito encuentra rendijas en campañas políticas, lo que convierte al voto en un botín disputado por intereses ilegales.
En Estados Unidos, país que concentra el mayor consumo mundial de drogas, el narcotráfico ha generado una doble paradoja: mientras se promueve la “guerra contra las drogas”, al mismo tiempo la economía bancaria y financiera se ha beneficiado del lavado de capitales. La propia DEA y congresistas han advertido sobre la infiltración del narco en niveles estatales y municipales, especialmente en la frontera con México.
En Ecuador, la situación se volvió explosiva. El asesinato del candidato Fernando Villavicencio en 2023 evidenció que el narcotráfico dejó de ser un problema de seguridad para convertirse en una amenaza directa contra la democracia. El país se ha convertido en un enclave estratégico del crimen organizado, con cárteles que imponen su ley en puertos, cárceles y hasta en las calles de las principales ciudades.
Más allá de fronteras, lo común es el poder económico del narcotráfico: flujos de dinero que se insertan en sistemas financieros, campañas electorales y proyectos de infraestructura, debilitando las bases de los Estados. El narco no solo compra armas o voluntades: compra legitimidad y espacio político.
En Costa Rica, a las puertas de nuevas elecciones, la advertencia se repite en la prensa y en los informes policiales: el narcotráfico no es un fantasma lejano, sino un peligro inminente. Los asesinatos ligados a ajustes de cuentas, el aumento del lavado de dinero y la corrupción en instituciones locales son síntomas de un mal que puede capturar la democracia desde dentro.
El desafío es claro: o se frena esta simbiosis entre política y crimen organizado, o el narcotráfico terminará escribiendo las reglas del juego democrático en la región.
Como si la metáfora no fuera suficiente, la principal vía de comunicación que conecta el Aeropuerto Internacional con la ciudad capital, San José, sufrió un colapso producido por aguaceros intensos, rayería e inundaciones. La carretera se llenó de escombros de todo tipo.
La imagen, valga decirlo, asemeja en mucho a la de un país que ha sido entregado sin dilación a los poderes fácticos, que ahora sí hacen lo que les venga en gana. El país se llenó de escombros, se entrampó, se inundó todo de su propia agua profunda.
No solo los efectos del clima producidos por el hombre y sus modelos económicos extractivistas y lacerantes fue lo que tuvimos este fin de semana en esta Costa Rica, ya para nada excepcional.
En menos de 48 horas, seis asesinatos nos muestran la gravedad de lo que nos hemos convertido: el sicariato salió de las pantallas y de las narconovelas para convertirse en una realidad absoluta. Como tantas otras cosas que nos han ocurrido en el pasado reciente, llegó para quedarse.
Es claro.
El dejar hacer, dejar pasar en materia de seguridad tiene un propósito político: convencer a la ciudadanía de que el único camino posible para “detener” esta violencia, implica la construcción de una megacárcel al estilo salvadoreño. Todo ello bajo la operación de una oprobiosa industria que hace millones a costa de respuestas populistas como esta.
Esos escombros en que nos hemos convertido en materia de seguridad apuntan a la instalación de un régimen de excepción (al igual que en El Salvador) en el que, a cambio de restablecer la paz, todo lo demás y de forma irregular se justifica: las desapariciones, los juicios sumarios, las detenciones arbitrarias contra defensores y defensoras de los derechos humanos.
Estamos a un minuto para que esto ocurra en Costa Rica.
Para evitar esa debacle, el camino, la vía costarricense como ha sido llamado históricamente a ese pacto sociopolítico, debe ser recuperado. Si hay un elemento que ha dibujado ese cierto excepcionalismo, es la forma cómo hemos recuperado el rumbo cuando estamos a punto de perderlo.
El programa «Alternativas» realizará un panel de discusión el próximo 15 de agosto de 2025 a las 18:00 horas (-6 UTC) para abordar una de las preguntas más urgentes de nuestro tiempo: «¿Qué significa participar en las elecciones en democracia, con el Estado social de derecho en peligro? ¿Cómo definir una posición equilibrada ante el autoritarismo, desacreditación y el desmantelamiento del Estado social?»
Panel de expertos
El evento contará con la participación de tres destacados académicos:
Alberto Salom Echeverría, politólogo, ex rector de la Universidad Nacional, ex diputado, profesor universitario y autor de libros y artículos especializados en temas políticos y sociales.
Roberto Salom Echeverría, profesor universitario jubilado con maestría en Sociología por la Universidad de Costa Rica, autor de libros y artículos, y colaborador editorial de la revista Porvenir.
Luis Paulino Vargas Solís, economista, profesor universitario jubilado, investigador y autor de libros y artículos sobre temas económicos y sociales.
Transmisión en vivo
El panel será transmitido en vivo a través de múltiples plataformas digitales, incluyendo Facebook Live, YouTube y Spotify, garantizando amplio acceso a la discusión.
Emisoras colaboradoras
El evento cuenta con el respaldo de importantes medios de comunicación alternativa:
Guanacaste 106.1 FM
Radio Soberanía
Radio Revolución
506 Ondas Alajuelita Radio
Reflexión necesaria
En un contexto regional y global donde los sistemas democráticos enfrentan múltiples amenazas, desde el crecimiento de movimientos autoritarios hasta el debilitamiento sistemático de las instituciones del Estado social, este panel busca generar un espacio de reflexión crítica sobre los desafíos actuales de la participación electoral y la defensa de la democracia.
La discusión promete abordar temas fundamentales como la crisis de legitimidad de las instituciones, las estrategias para fortalecer el Estado de derecho, y las alternativas para construir una posición política equilibrada que haga frente tanto al autoritarismo como a las políticas de desmantelamiento de los servicios públicos y la protección social.
El programa «Alternativas» forma parte de los esfuerzos por promover el diálogo académico y social sobre los grandes retos contemporáneos, especialmente aquellos relacionados con la defensa de la democracia y la justicia social.
Fernando Rodríguez Garro Observatorio Económico y Social, Universidad Nacional
Fernando Rodríguez Garro.
Puede sonar prematuro, dado que estamos a varios meses de finalizar el año 2025, empezar a hablar de la agenda fiscal de la siguiente administración, pero es probable que dado el tiempo que queda, el hecho de que la Asamblea Legislativa está metida en una discusión compleja del proyecto de ley de jornadas extraordinarias, que está pendiente en el camino la tramitación del presupuesto ordinario del año 2026 y que las elecciones son en poco más de 6 meses, que el espacio para poder avanzar más en temas de política fiscal se le acabó al presente gobierno o es mínimo lo que puede hacerse en el periodo restante. Está pendiente, dentro de los temas de interés de la actual administración, algunas aprobaciones de créditos internacionales, lo que tendrá que encajar dentro de la compleja agenda legislativa del presente, pero no hay espacio para mucho más.
Considerando el contexto, claramente los retos de la política fiscal nacional no van a poder ser abordados en los siguientes meses, por lo que tendrán que retomarse por las siguientes autoridades del país, razón por la cual poner el tema sobre la mesa para promover su discusión en la próxima campaña parece algo necesario. Para entender el nivel del desafío, analizaré los retos en 3 áreas de la política fiscal: gasto público, ingresos tributarios y deuda pública. Es muy importante que los partidos políticos aborden los detalles de las propuestas que van a plantear y no hagan afirmaciones muy generalistas, como “vamos a impulsar un sistema tributario más progresivo” o “vamos a ejercer un estricto control sobre el gasto”, sin mayores detalles de lo que eso implica, mientras que por otro lado hacen un largo listado de acciones de política pública que quieren promover o insisten en que “no son necesarios nuevos impuestos”.
Gasto público: es la variable más impactada por el proceso de ajuste en los últimos años, propiamente desde la entrada en vigencia de la regla fiscal. Para tener una idea del impacto, entre el año 2018 y el 2024, el gasto sin intereses bajó casi tres puntos porcentuales del PIB, pasando de 16,82% del PIB en el 2018 a 14,03% en el 2024, habiendo variado el gasto dirigido a la atención de rubros claves como el de educación, los recursos dirigidos a programas sociales e incluso el gasto de capital.
En materia de gasto algunas facturas se han ido acumulando a lo largo del tiempo, no solo por el gasto recortado, sino por el gasto evitado que se acumula como necesidades sin atender que se hace cada vez mayor. En ese sentido no estamos midiendo el costo de los recursos no gastados, lo que probablemente implique un mayor gasto en el futuro, cuando los problemas se hagan más complejos y requieran de una mayor inversión para su atención. La seguridad es uno de esos temas, en las que no solo el gasto no ha crecido para hacerle frente a una arremetida mayor del crimen organizado, sino que se ha reducido a lo largo de los últimos años. Por ejemplo: el presupuesto del Ministerio de Seguridad Pública pasó de ser el 0,69% del PIB en el 2019, a ser el 0,62% del PIB en el 2024.
La administración de justicia es otra área pública afectada por las restricciones de gasto, para el año 2019 se le había asignado un presupuesto equivalente al 1,25%, mientras que ese porcentaje disminuyó a un 1,03% del PIB en el 2024. Y, por supuesto, está la situación del presupuesto de educación, que para el año 2019 significaba un 7% del PIB, mientras lo presupuestado para el 2024 fue de 5,27% del PIB, incluso habiendo sufrido una disminución en términos absolutos en ese presupuesto, pues en el año 2019 era de ₡2.648.412 millones, mientras que para el 2024 fue de ₡2.586.221,85 millones. También ha estado sujeto a recortes el gasto destinado al financiamiento de programas sociales y ayudas a cargo del Estado.
Pero el Estado también tendrá que intervenir en algunas actividades a fin de corregir problemas que se están presentando y que afectan a la población. Un ejemplo de ello es la crisis actual del transporte público, que se vio afectado por la caída de demanda como consecuencia de la pandemia del Covid19 y que al día de hoy no se resuelve, sino más bien el problema se profundiza con el abandono de rutas de buses por parte de los concesionarios y permisionarios. Al 2025 la demanda de servicio de transporte en modalidad bus es un 80% de los números prepandémicos, mientras que para julio de este año 103 rutas de buses habían dejado de operar. Esto sin duda va a requerir de la implementación de un subsidio al transporte público para su funcionamiento, que deberá salir del presupuesto nacional.
En resumidas cuentas, la próxima administración, si desea recuperar áreas de servicio público afectadas por el ajuste fiscal centrado en el gasto, deberá subir la asignación de recursos, devolver el nivel de gasto a los niveles preajuste, aunque sea parcialmente, y buscar una asignación más eficiente de los recursos. Claro, eso deberá hacerse con la restricción de la regla fiscal de por medio, con la cual no podrá mejorarse la asignación de gasto en ningún área, incluyendo dentro de eso al gasto en educación, si la regla sigue vigente en las condiciones en la que está hoy.
Ingresos tributarios: Aunque parte de la reforma del año 2018 se centró en hacer ajuste en la legislación del impuesto sobre la renta y en la creación del impuesto al valor agregado, sobre la base del antiguo impuesto general sobre las ventas, el avance en materia de recaudación es pírrico, muy por debajo de las expectativas creadas durante la reforma fiscal. La explicación de eso, que por supuesto requiere un análisis mucho más amplio, subyace en los ajustes realizados a los proyectos presentados en el proceso de discusión legislativa, al efecto de la pandemia del Covid19 y a otras reformas que se hicieron posteriormente, por parte de los diputados, y que han venido a minar la capacidad recaudatoria del gobierno central.
Los ingresos tributarios en el año 2018 fueron de 12,68% del PIB, mientras que el año 2024 fueron de 13,39% del PIB, un aumento de 0,7% del PIB, que está por debajo de los números esperados en el trámite de las reformas aprobadas en el 2018. Revisando la evolución por impuesto, en el 2018 se había recaudado un 4,13% del PIB por concepto de impuesto general sobre las ventas, mientras que para el año 2024 la recaudación del impuesto al valor agregado fue de 4,93% del PIB. En el caso del impuesto sobre la renta, su recaudación fue de 4,72% del PIB en el 2018, mientras que en el 2024 la recaudación del impuesto sobre la renta fue también de 4,93% del PIB. Si entre ambos impuestos aumentó un 1% del PIB, ¿por qué los ingresos tributarios crecieron solo un 0,7% del PIB?
En ese lapso se redujo la recaudación producto del impuesto a los combustibles, que pasó de 1,42% del PIB en el 2018, a un 1,24% del PIB en el 2024, tendencia que seguirá en los próximos años y se redujo la recaudación del impuesto a la propiedad de vehículos, que pasó de 0,46% del PIB en el 2018 a un 0,34% del PIB en el 2024, en este último caso producto de una decisión legislativa. De esta forma, en los últimos años se perdió un 0,27% del PIB en la recaudación de estos dos impuestos, que restó impulso a una reforma tributaria ya en todo caso modesta, que es hoy insuficiente para atender las necesidades de un gobierno central que necesita retomar muchas actividades golpeadas por casi 6 años de ajuste fiscal.
La próxima administración deberá revertir la pérdida de recursos provocada por la decisión legislativa del 2023, que redujo el impuesto a la propiedad de vehículos, deberá empezar a sustituir los ingresos tributarios perdidos en la recaudación del impuesto único a los combustibles, que seguirá viéndose afectado por el proceso de electrificación del transporte, deberá cerrar los portillos que facilitan la evasión del impuesto al valor agregado, propiamente por medio del uso de la plataforma SINPE-Móvil, y tendrá la tarea de completar la reforma pendiente del impuesto sobre la renta. Todo esto para encontrar un financiamiento apropiado para enfrentar la titánica tarea de revertir los recortes de gasto en áreas clave y permitir que las demandas sociales de servicios públicos sean atendidas de forma correcta.
En ese sentido, el país debe retomar, con la seriedad del caso y con la mira en el largo plazo, una agenda de reformas para fortalecer la gestión de la administración tributaria y procurar mayor eficacia en su gestión de cobro. También es tiempo de que nos sinceremos como sociedad y discutamos el aumento de la tasa del impuesto al valor agregado, introduciendo un mecanismo de compensación vía devolución para las personas de menores ingresos. La magnitud de la tarea que el próximo gobierno, y las subsiguientes administraciones, tienen por delante, para retomar el impulso que el Estado debe dar al desarrollo del país, amerita que pongamos estos temas de la política tributaria en la mesa de discusión.
Deuda pública: en este tema seguirá pendiente una cuestión que hemos advertido desde la Universidad Nacional en el pasado y que sigue sin abordarse, que es el del costo de la deuda pública. En los últimos años la tasa implícita de la deuda del gobierno central, dato que se obtiene de dividir los intereses pagados entre el volumen total de deuda, ha venido creciendo. En el 2018 la tasa implícita de la deuda era un 6,53%, mientras que para el año 2024 la tasa implícita de la deuda era de un 8,1%, lo que sucede, además, en un entorno deflacionario, complicando aún más la gestión de la deuda pública, que está pagando intereses reales muy elevados.
Las políticas impulsadas de reforma fiscal adolecen de propuestas más amplias en este tema, que se ha vuelto vital en la medida en que el gasto en intereses ha seguido creciendo. En el año 2018 se pagaron 3,41% del PIB en intereses, mientras que para el año 2024 esa cifra alcanzó el 4,83% del PIB, recursos que sin duda podrían estarse utilizando en la atención de otras necesidades claves, como el gasto en educación. Es muy importante reducir el gasto en intereses, que reduzca el peso del financiamiento de la deuda dentro del gasto público y que permita más espacios de acción a la política pública, sumado a los ingresos adicionales que se generen en el futuro.
Un tema complejo en este apartado será la solución que se le dé al asunto de la deuda con la CCSS, pues el reconocimiento de esta deuda como parte de la deuda del gobierno central, sumaría varios puntos del PIB al nivel de deuda que existe hoy, que se mantiene por debajo del 60% del PIB, y obligaría al reconocimiento del pago de intereses correspondiente, lo que haría crecer también ese rubro de gasto, de ahí la importancia de contar con ingresos frescos por un lado, y de reducir el pago de los intereses por el otro, que abra un espacio para la incorporación de la deuda con la CCSS y su eventual atención en el largo plazo.