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Día Mundial del Sello Postal

José Luis Pacheco Murillo

El 7 de enero se conmemora el Día Mundial del Sello Postal, debido a que ese día nació Heinrich Stephan, personaje que organizo el sistema postal de Alemania y además fue el fundador de la Unión Postal Universal (UPU), fue proclamado así por la Federación Internacional de Filatelia.

Hoy en día el impacto de esta conmemoración podría considerarse insignificante ya que el uso de los sellos postales ha venido a menos. Sin embargo, la UPU en su momento logró estandarizar las reglas internacionales para el intercambio de cartas y paquetes en un tiempo récord. La UPU consiguió que para finales del siglo XIX, todos los países del mundo excepto China, cumplieran con dichas normativas. Lo que convirtió al correo en el mayor servicio de intercambio de información que tuvo la humanidad durante varias décadas, hasta la llegada de Internet.

Los sellos postales, necesarios para poder pagar el importe que representaba y representa aún el envío de paquetes y cartas, llegaron a tener tal importancia, no solo por ese propósito de pago, sino que, se convirtieron en símbolos relacionados con personajes, países, lugares, eventos, animales, obras de arte, paisajes y muchas cosas más. Incluso, hubo sellos postales cuyos diseñadores hicieron obras de arte.

Eso fue motivando que algunos fueran coleccionando esos sellos y esa actividad comenzó a crecer hasta hacerse una verdadera competencia de coleccionistas que esos sellos fueran valorándose económicamente cada vez más, un sello postal puede llegar a valer miles de millones de dólares, todo dependiendo de su antigüedad, quién elaboró su arte y cuantas reproducciones de dicho sello existan en el mundo. Por ejemplo, el primer sello postal del mundo fue el Penny Black de la Reina Victoria, fue elaborado por un profesor llamado Rowland Hill, obviamente británico, quien se limitó a hacer un perfil de la reina con la palabra Postage en la parte superior y las palabras OnePenny (1 penique) en el margen inferior. Este diseño tan sencillo hoy en día está valorado en más de dos mil millones de dólares, una enorme fortuna si vemos cuales son las dimensiones y peso de esta pequeñísima obra, pero para un coleccionista tener este sello dentro de sus carpetas de ejemplares es una verdadera proeza que pueden legar a sus descendientes.

Dios quiera que esa actividad no cese porque a través de ella se mantiene la historia de la humanidad y eso es muy importante para las generaciones futuras.

Día de Reyes. ¿Eran reyes? ¿Eran magos?

Freddy Pacheco León

«Nacido, pues, Jesús en Belén de Judá en los días del rey Herodes, llegaron del Oriente a Jerusalén unos magos diciendo: «¿Dónde está el rey de los judíos que acaba de nacer?”. Evangelio de Mateo (2, 1-2)

“Y al entrar en la casa, vieron al niño con su madre María, y postrándose, lo adoraron; y abriendo sus tesoros, le ofrecieron regalos: oro, incienso y mirra». Evangelio de Mateo (2, 11).

Herodes mandó llamar secretamente a los magos y después de averiguar con precisión la fecha en que había aparecido la estrella, 8 los envió a Belén, diciéndoles: “Vayan e infórmense cuidadosamente acerca del niño, y cuando lo hayan encontrado, avísenme para que yo también vaya a rendirle homenaje”.9 Después de oír al rey, ellos partieron. La estrella que habían visto en Oriente los precedía, hasta que se detuvo en el lugar donde estaba el niño. 10. Cuando vieron la estrella se llenaron de alegría, 11 y al entrar en la casa, encontraron al niño con María, su madre, y postrándose, le rindieron homenaje. Luego, abriendo sus cofres, le ofrecieron dones: oro, incienso y mirra. 12. Y como recibieron en sueños la advertencia de no regresar al palacio de Herodes, volvieron a su tierra por otro camino.

«Las únicas menciones tan concretas a estos magos como las que han llegado hasta la tradición de nuestros días aparece en los evangelios apócrifos, concretamente en el Evangelio de la Infancia de Tomás, del siglo II. En él sí dan el número concreto de tres, posiblemente en base a que fueron tres los regalos que entregaron a Jesús: oro, incienso, y mirra. También les asignan los nombres que también llegan hasta nuestro tiempo, Melchor, Gaspar y Baltasar.

Difícil afirmar que fueren reyes, pues no tenían ningún reino. El Evangelio dice que son magos, pero no porque practicaran la magia, pues en la antigüedad, se llamaba MAGOS a los estudiosos de las ciencias, a los sabios, especialmente a los astrónomos y astrólogos, que investigaban el curso de los astros.

Sería hasta el siglo XV que la iconografía cristiana los representaría encarnando a las tres razas conocidas en la Edad Media: Melchor personificando a los europeos, Gaspar a los asiáticos y Baltasar a los africanos».

¡FELIZ DÍA DE REYES!

(Diversas fuentes de Internet).

Denuncia pública: Ricardo Araya Rojas denuncia excursión comercial a sitio sagrado de la comunidad de San José Cabécar

Martes 03 de enero, 2023. Se está organizando una excursión comercial al sitio sagrado de la comunidad de San José Cabécar. Dicha actividad es irrespetuosa y atenta contra la espiritualidad y cosmovisión de la cultura cabécar y más tratándose de una actividad que está lucrando con un sitio sagrado para ellos. 

Dicha actividad no cuenta con el permiso ni el aval de ninguna autoridad religiosa y espiritual del pueblo cabécar.

Desde la comunidad elevan la más alta protesta y dicen que no serán bienvenidos ni a San José Cabécar ni a lugares cercanos.

Marco, el del valle de las mañanas cristalinas

Luko Hilje Q. (luko@ice.co.cr)

Escrito como prólogo del libro “Obra reunida de Marco Aguilar”,

compilado por Erick Gil Salas, y publicado por la EUNED.*

* Esta reproducción es un homenaje de Luko Hilje para el poeta Marco Aguilar ante su fallecimiento. En la foto de portada Marco Aguilar se aprecia con Lucrecia, hija de Jorge Debravo.

No me siento calificado para hablar sobre la poesía del muy querido amigo y poeta Marco Aguilar, por una razón sencilla: soy científico de formación y no sé de poesía, aunque en una época por afición escribí bastante, y a menudo adquiero poemarios que leo con gusto.

Y, debo decirlo, son muy pocos los poetas y poemas que me conmueven, que tocan profundo las fibras de mi sensibilidad. No digo -presuntuoso sería- que ese sea el único ni el más relevante criterio para juzgar en valor de un poema, pero en mí es lo más importante, como me sucede con la música, la pintura, la escultura y otras de las bellas artes.

Fue por eso que, al ser invitado a escribir unas palabras para esta obra reunida, mi primera reacción fue negarme a hacerlo, justamente por respeto a Marco. ¿Un pobre biólogo metido a crítico de poesía?

Pero, por fortuna, pronto el amigo Erick Gil Salas me aclaró que no se trataba de eso, y que tan solo quería unas palabras mías sobre Marco, por el afecto que siento hacia él y su obra. Y entonces, pues así sí acepté, porque para hablar de su poesía no hay que saber de ésta sino, más que leerla, aspirarla y sentirla como al aire, porque tiene el don de llegar sola, espontánea y fluida hasta los más recónditos intersticios del alma.

Porque Marco tiene la inmensa virtud de insuflar valor poético a lo simple y lo cotidiano, oficiando como una especie de demiurgo que transmuta lo trivial y lo obvio en joyas poéticas. En su poesía no hay rebuscamientos ni nebulosas, sino palabras y conceptos sencillos, entendibles por todos, con las que él construye imágenes y sensaciones que realmente conmueven, provocando un grato regocijo.

Me atrevo a decir que uno puede tomar cualquiera de sus poemas de manera aleatoria y de seguro que las hallará de inmediato. De hecho, lo acabo de hacer y, tras un breve chapuzón en dos de sus poemarios, he extraído estas cuatro hermosas perlas: “No hay nada más terrible que un segundo; / de segundo en segundo nos movemos / acumulando siglos y milenios”, “Es tan manso el maíz y tan humilde / que lo eligieron dios y se apenaba”, “¡Cómo sabe a mujer la ortografía / si me pongo a escribir de Magdalena!”, “Te quiero así no más, sencillamente, / y es tan complejo el rumbo de quererte / que a veces ya no entiendo, de repente / si voy a acariciarte o a morderte”.

Al respecto, creo oportuno relatar una significativa vivencia con un grupo de productores de tomate de Guayabo de Turrialba, con quienes desarrollamos un proyecto hace pocos años. Al concluir éste, en el reverso de la carátula de un cuadernillo con varios panfletos sobre agricultura orgánica y manejo de plagas, decidí incluir su “Canción de Juan”, que inicia así: “Soy un hombre cualquiera que cultiva / su pequeña parcela de tomates. / En mi casa hay chiquillos y petates / y una mujer instándome a que viva”.

Y el día de la clausura del proyecto en el CATIE, antes de entregarles el cuadernillo, se me ocurrió leer el poema. Cuando rematé diciendo “a mí me basta para estar contento, / engañar a los niños con un cuento / y ver muchos tomates en la mesa”, los ojos vidriosos de esos hombres y mujeres -fiel reflejo de sus corazones estremecidos- me revelaron el claro poderío de la palabra de Marco.

Artífice de la palabra, Marco es un excelente contertulio, con quien he compartido decenas de horas de rica conversación en los casi diez años que tenemos de conocernos. Llegué una tarde de algún mes de 1997 al taller de televisión en que labora, con su poemario “El tránsito del sol”, pues quería que me lo autografiara.

Pero lo cierto es que ese era el pretexto para conocer en persona al miembro de la portentosa tríada de iconoclastas -junto con el recordado Jorge Debravo y Laureano Albán- que hace poco más de 40 años creó el Grupo de Turrialba y después estremeció nuestro anodino mundo literario con la refrescante renovación inducida desde el Círculo de Poetas Costarricenses. Por supuesto que desde muchacho conocía muchos de sus poemas, gracias a mi hermano Niko, cuya afición por la poesía lo hacía comprar libros y coleccionar los suplementos culturales dominicales de algunos periódicos.

Y, desde aquella tarde, con esas exageradas humildad y bonhomía que lo caracterizan, forjamos una linda e imperecedera amistad que, lamentablemente, tenemos menos tiempo para cultivar desde que dejé de vivir en Turrialba.

Sin embargo, como voy allá con cierta frecuencia, siempre muy de mañana, varias veces me ha recibido a bocajarro toda la luz del amanecer, desde las alturas del volcán. Y, contemplando ese espléndido valle, me es imposible no evocar a Marco siempre, quien supo decirnos que: “En el valle amanece de repente. / No es igual que en el mar o en la llanura / donde el sol, tan despacio y sin premura / incinera las rutas del oriente. / Llega toda la luz rápidamente / para sorpresa de la noche oscura. / La mañana de aquí nace madura / y el cielo es como de agua transparente”.

¡Bendito territorio de lluvias y aguajes! Pródiga y mágica tierra de la que por alguna razón insondable a menudo brotan poetas, sobre todo en enero (¿verdad Jorge, Laureano, Clarita, Erick y Marco?), quienes han sabido cantar con desenfado y originalidad a la vida, al ser humano y a la maravilla de la creación.

Sí, a esa que se recrea en cada alborada, en la insolente y frenética algarabía de aves prodigiosas, cuando el sol se asoma de súbito desde el Caribe, colmando el cielo de luz y forjando las mañanas más cristalinas jamás imaginadas.

Cambiar para bien

José Luis Pacheco Murillo

Por lo general aprovechamos el cambio de año para proponernos muchas cosas y en la mayoría de ellas lo que refléjanos es un deseo de cambio en relación con lo que venimos haciendo.

Eso es bueno, cambiar siempre traerá beneficios si el cambio al que aspiramos es para garbos mejores personas y poder disfrutar más de esta vida que estamos teniendo. Precisamente por eso y para eso el enfoque del cambio que queremos aplicar debe ser muy personal. Es decir, el cambio al que aspiramos es y debe ser para quedar bien con nosotros mismos y no para satisfacer o quedar bien con los demás. Eso nos llevaría a tener muchas obligaciones y responsabilidades que nos llenarán de tensión y estrés y de eso no se trata.

Cambiar para satisfacer nuestras necesidades y nuestros deseos y aspiraciones, es lo que nos debe importar y sobre lo que debemos trabajar. Posiblemente afectemos a los demás con nuestros cambios para bien personal, pero la prioridad debo ser yo.

Vivimos afectados negativamente, con muchas preocupaciones y con una carga enorme por quedar bien con los demás incluso hasta con nuestra apariencia física. Eso nos lleva incluso a una NO ACEPTACIÓN de nosotros mismos y nos llenamos de temores e incluso de odios y no vivimos con alegría y paz con nosotros mismos.

Somos bombardeados diariamente con publicidad que nos indica y a veces casi que nos exige que nos comportemos de tal o cual forma, que nuestro cuerpo debe tener tales y cuáles medidas. Que nos tenemos que vestir de tal o cual manera. Que debemos cumplir con estos y aquellos horarios. Que debemos tomar y comer estos o aquellos productos.

Por pretender cumplir al pie de la letra esos patrones sociales dejamos de ser nosotros y vivimos sumergidos en insatisfacciones y rencores con nosotros mismos por no lograrlo.

Dejemos de lado todo eso y vivamos para y con nosotros mismos y según nuestras propias reglas, eso sí, con valores morales, cívicos y espirituales que nos llenen de energía positiva. Especialmente creciendo en la relación personal con Dios, “cualquiera que sea su idea de Él” (Desiderata). Entendiendo que si cambio yo para bien todo mi entorno cambiará igualmente para bien.

Dios quiera que ese sea nuestro propósito para este nuevo año.

Texto completo del discurso de la toma de posesión del presidente Lula

Brasília, DF, 1 de enero de 2023

Por tercera vez me presento a este Congreso Nacional para agradecer al pueblo brasileño el voto de confianza que recibimos. Renuevo mi juramento de fidelidad a la Constitución de la República, junto al vicepresidente Geraldo Alckmin y los ministros que trabajarán con nosotros por Brasil.

Si estamos hoy aquí es gracias a la conciencia política de la sociedad brasileña y al frente democrático que formamos a lo largo de esta histórica campaña electoral.

La democracia fue la gran vencedora de esta elección, superando la mayor movilización de recursos públicos y privados jamás vista; las más violentas amenazas a la libertad de voto, la más abyecta campaña de mentiras y odio conspirada para manipular y avergonzar al electorado.

Nunca antes se habían malversado tanto los recursos del Estado en beneficio de un proyecto autoritario de poder. Nunca la máquina pública estuvo tan alejada de los controles republicanos. Los votantes nunca han estado tan limitados por el poder económico y las mentiras difundidas a escala industrial.

Pese a todo, prevaleció la decisión de las urnas, gracias a un sistema electoral reconocido internacionalmente por su eficacia en la captación y escrutinio de votos. La actitud valiente del Poder Judicial, en especial del Tribunal Superior Electoral, fue fundamental para hacer prevalecer la verdad de las encuestas sobre la violencia de sus detractores.

SEÑORAS Y SEÑORES DE LOS PARLAMENTOS,

Al regresar a este pleno de la Cámara de Diputados, donde participé en la Asamblea Constituyente de 1988, recuerdo con emoción los enfrentamientos que dimos aquí, democráticamente, para inscribir en la Constitución el más amplio conjunto de derechos sociales, individuales y colectivos, por beneficio de la población y de la soberanía nacional.

Hace 20 años, cuando fui elegido presidente por primera vez, junto con el también vicepresidente José Alencar, comencé mi discurso inaugural con la palabra “cambio”. El cambio que pretendíamos era simplemente implementar los preceptos constitucionales. Empezando por el derecho a una vida digna, sin hambre, con acceso al trabajo, a la salud ya la educación.

Dije, en esa ocasión, que la misión de mi vida se cumpliría cuando cada brasileño y brasileña pudiera comer tres comidas al día.

Tener que reiterar hoy este compromiso -ante el aumento de la pobreza y el regreso del hambre, que habíamos superado- es el síntoma más grave de la devastación que ha impuesto al país en los últimos años.

Hoy, nuestro mensaje a Brasil es de esperanza y reconstrucción. El gran edificio de derechos, soberanía y desarrollo que esta Nación construyó desde 1988 ha sido sistemáticamente demolido en los últimos años. Es para reconstruir este edificio de derechos y valores nacionales que vamos a dirigir todos nuestros esfuerzos.

SEÑORAS Y SEÑORES,

En 2002 decíamos que la esperanza había vencido al miedo, en el sentido de vencer los miedos ante la inédita elección de un representante de la clase obrera para presidir los destinos del país. En ocho años de gobierno dejamos claro que los temores eran infundados. De lo contrario, no estaríamos aquí de nuevo.

Se demostró que un representante de la clase trabajadora sí podía dialogar con la sociedad para promover el crecimiento económico de manera sostenible y en beneficio de todos, especialmente de los más necesitados. Quedó demostrado que sí era posible gobernar este país con la más amplia participación social, incluyendo a los trabajadores y los más pobres en las decisiones presupuestarias y de gobierno.

A lo largo de esta campaña electoral vi brillar la esperanza en los ojos de un pueblo que sufre, producto de la destrucción de las políticas públicas que promovían la ciudadanía, los derechos esenciales, la salud y la educación. Vi el sueño de una Patria generosa, que ofrece oportunidades a sus hijos e hijas, en la que la solidaridad activa es más fuerte que el individualismo ciego.

El diagnóstico que recibimos del Gabinete para la Transición de Gobierno es espantoso. Vaciaron los recursos de salud. Desmantelaron la Educación, la Cultura, la Ciencia y la Tecnología. Destruyeron la protección del Medio Ambiente. No dejaron recursos para comedores escolares, vacunas, seguridad ciudadana, protección forestal, asistencia social.

Desorganizaron la gobernabilidad de la economía, el financiamiento público, el apoyo a empresas, emprendedores y el comercio exterior. Dilapidaron empresas estatales y bancos públicos; entregó el patrimonio nacional. Los recursos del país fueron saqueados para satisfacer la codicia de los rentistas y accionistas privados de las empresas públicas.

Es sobre estas terribles ruinas que asumo el compromiso, junto con el pueblo brasileño, de reconstruir el país y hacer de nuevo un Brasil de todos y para todos.

SEÑORAS Y SEÑORES,

Ante el desastre presupuestario que hemos recibido, he presentado propuestas al Congreso Nacional que nos permitan apoyar a la inmensa capa de población que necesita del Estado para simplemente sobrevivir.

Agradezco a la Cámara y al Senado su sensibilidad ante las urgencias del pueblo brasileño. Observo la actitud sumamente responsable del Supremo Tribunal Federal y del Tribunal Federal de Cuentas frente a situaciones que distorsionan la armonía de poderes.

Lo hice porque no sería justo ni correcto pedir paciencia a los que tienen hambre.

Ninguna nación se ha levantado ni puede levantarse sobre la miseria de su pueblo.

Los derechos e intereses de la población, el fortalecimiento de la democracia y la recuperación de la soberanía nacional serán los pilares de nuestro gobierno.

Este compromiso comienza con la garantía de un Programa Bolsa Família renovado, más fuerte y más justo, para atender a los más necesitados. Nuestras primeras acciones tienen como objetivo rescatar a 33 millones de personas del hambre y rescatar de la pobreza a más de 100 millones de brasileños y brasileñas, que han llevado la carga más dura del proyecto de destrucción nacional que hoy termina.

SEÑORAS Y SEÑORES,

Este proceso electoral también se caracterizó por el contraste entre diferentes cosmovisiones. La nuestra, centrada en la solidaridad y la participación política y social para la definición democrática de los destinos del país. El otro, en el individualismo, en la negación de la política, en la destrucción del Estado en nombre de supuestas libertades individuales.

La libertad que siempre hemos defendido es vivir con dignidad, con plenos derechos de expresión, manifestación y organización.

La libertad que predican es oprimir a los vulnerables, masacrar al oponente e imponer la ley del más fuerte por encima de las leyes de la civilización. El nombre de esto es barbarie.

Entendí, desde el inicio del camino, que debía ser candidato en un frente más amplio que el campo político en el que me formé, manteniendo el firme compromiso con mis orígenes. Este frente se consolidó para evitar el retorno del autoritarismo al país.

A partir de hoy se volverá a dar cumplimiento a la Ley de Acceso a la Información, el Portal de la Transparencia volverá a cumplir su función, se volverán a ejercer los controles republicanos para defender el interés público. No llevamos ningún espíritu de venganza contra quienes intentaron subyugar a la Nación a sus designios personales e ideológicos, pero garantizaremos el estado de derecho. Los que erraron responderán de sus errores, con amplio derecho de defensa, dentro del debido proceso legal. El mandato que recibimos, frente a opositores inspirados en el fascismo, será defendido con las facultades que la Constitución le confiere a la democracia.

Al odio, responderemos con amor. A la mentira, con la verdad. Al terror ya la violencia, responderemos con la Ley y sus más duras consecuencias.

Bajo los vientos de la redemocratización, dijimos: ¡dictadura nunca más! Hoy, luego del terrible desafío que hemos superado, debemos decir: ¡democracia por siempre!

Para confirmar estas palabras, tendremos que reconstruir la democracia en nuestro país sobre bases sólidas. La democracia será defendida por el pueblo en la medida en que garantice a todos los derechos consagrados en la Constitución.

SEÑORAS Y SEÑORES,

Hoy firmo medidas para reorganizar las estructuras del Poder Ejecutivo, a fin de que vuelvan a permitir que el gobierno funcione de manera racional, republicana y democrática. Rescatar el papel de las instituciones del Estado, la banca pública y las empresas estatales en el desarrollo del país. Planificar las inversiones públicas y privadas hacia el crecimiento económico sostenible, ambiental y socialmente.

En diálogo con los 27 gobernadores vamos a definir prioridades para retomar obras irresponsablemente paralizadas, de las cuales hay más de 14 mil en el país. Vamos a retomar Minha Casa, Minha Vida y estructurar un nuevo PAC para generar empleos a la velocidad que requiere Brasil. Buscaremos financiamiento y cooperación -nacional e internacional- para la inversión, para dinamizar y ampliar el mercado de consumo interno, para desarrollar el comercio, las exportaciones, los servicios, la agricultura y la industria.

Los bancos públicos, especialmente el BNDES, y las empresas que promueven el crecimiento y la innovación, como Petrobras, tendrán un papel fundamental en este nuevo ciclo. Al mismo tiempo, vamos a impulsar a las pequeñas y medianas empresas, potencialmente las mayores generadoras de empleo y renta, el emprendimiento, el cooperativismo y la economía creativa.

La rueda de la economía volverá a girar y el consumo popular jugará un papel central en este proceso.

Vamos a retomar la política de valoración permanente del salario mínimo. Y ten por seguro que vamos a poner fin, una vez más, a la bochornosa cola del INSS, otra injusticia reestablecida en estos tiempos de destrucción. Vamos a dialogar, de manera tripartita -gobierno, centrales sindicales y empresariales- sobre una nueva legislación laboral. Garantizar la libertad para emprender, junto con la protección social, es un gran desafío en los tiempos actuales.

SEÑORAS Y SEÑORES,

Brasil es demasiado grande para renunciar a su potencial productivo. No tiene sentido importar combustibles, fertilizantes, plataformas petroleras, microprocesadores, aviones y satélites. Contamos con la capacidad técnica, el capital y el mercado suficientes para retomar la industrialización y ofrecer servicios a un nivel competitivo.

Brasil puede y debe estar a la vanguardia de la economía global.

Corresponderá al Estado articular la transición digital y llevar la industria brasileña al siglo XXI, con una política industrial que apoye la innovación, estimule la cooperación público-privada, fortalezca la ciencia y la tecnología y garantice el acceso a financiamiento a costos adecuados.

El futuro será de quienes inviertan en la industria del conocimiento, que será objeto de una estrategia nacional, planificada en diálogo con el sector productivo, los centros de investigación y las universidades, en conjunto con el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, público, estatal y bancos privados agencias de financiación de la investigación.

Ningún otro país tiene las condiciones de Brasil para convertirse en una gran potencia ambiental, a partir de la creatividad de la bioeconomía y los emprendimientos de la sociobiodiversidad. Vamos a iniciar la transición energética y ecológica hacia una agricultura y minería sustentables, una agricultura familiar más fuerte y una industria más verde.

Nuestro objetivo es lograr cero deforestación en la Amazonía y cero emisiones de gases de efecto invernadero en la matriz eléctrica, además de incentivar la reutilización de pastos degradados. Brasil no necesita deforestar para mantener y expandir su frontera agrícola estratégica.

Fomentaremos la prosperidad en la tierra. La libertad y la oportunidad de crear, plantar y cosechar seguirán siendo nuestra meta. Lo que no podemos admitir es que es una tierra sin ley. No toleraremos la violencia contra los niños pequeños, la deforestación y la degradación ambiental, que tanto daño ya le han hecho al país.

Esta es una de las razones, no la única, para la creación del Ministerio de los Pueblos Indígenas. Nadie conoce mejor nuestros bosques ni es más capaz de defenderlos que quienes están aquí desde tiempos inmemoriales. Cada terreno demarcado es una nueva área de protección ambiental. A estos brasileños y brasileñas les debemos respeto y con ellos tenemos una deuda histórica.

Derogaremos todas las injusticias cometidas contra los pueblos indígenas.

SEÑORAS Y SEÑORES,

Una nación no se mide sólo por las estadísticas, por impresionantes que sean. Al igual que un ser humano, una nación se expresa verdaderamente a través del alma de su gente. El alma de Brasil reside en la diversidad sin igual de nuestra gente y nuestras manifestaciones culturales.

Estamos refundando el Ministerio de Cultura, con la ambición de retomar con mayor intensidad las políticas de incentivo y acceso a los bienes culturales, interrumpidas por el oscurantismo en los últimos años.

Una política cultural democrática no puede temer a las críticas ni elegir favoritos. Que broten todas las flores y se cosechen todos los frutos de nuestra creatividad, que todos la disfruten, sin censuras ni discriminaciones.

Es inaceptable que negros y pardos sigan siendo la mayoría pobre y oprimida de un país construido con el sudor y la sangre de sus ancestros africanos. Creamos el Ministerio para la Promoción de la Igualdad Racial para ampliar la política de cupos en las universidades y la función pública, además de retomar las políticas dirigidas a los negros y pardos en salud, educación y cultura.

Es inadmisible que las mujeres reciban menos que los hombres, desempeñando la misma función. Que no sean reconocidos en un mundo político sexista. Que sean acosados ​​con impunidad en las calles y en el trabajo. Que sean víctimas de violencia dentro y fuera del hogar. También estamos refundando el Ministerio de la Mujer para demoler este castillo centenario de desigualdad y prejuicio.

No habrá verdadera justicia en un país donde se agravia a un solo ser humano. Corresponderá al Ministerio de Derechos Humanos velar y actuar para que se respeten los derechos de cada ciudadano, en el acceso a los servicios públicos y privados, en la protección contra prejuicios o ante la autoridad pública. La ciudadanía es el otro nombre de la democracia.

El Ministerio de Justicia y Seguridad Pública actuará para armonizar los Poderes y entidades federativas a fin de promover la paz donde sea más urgente: en las comunidades pobres, en el seno de las familias vulnerables al crimen organizado, las milicias y la violencia, venga de donde venga.

Estamos revocando los decretos penales para ampliar el acceso a armas y municiones, que causaron tanta inseguridad y tanto daño a las familias brasileñas. Brasil no quiere más armas; quiere paz y seguridad para su pueblo.

Bajo la protección de Dios, inauguro este mandato reafirmando que en Brasil la fe puede estar presente en todas las viviendas, en los diferentes templos, iglesias y cultos. En este país todos podrán ejercer libremente su religiosidad.

SEÑORAS Y SEÑORES,

El período que acaba de terminar estuvo marcado por una de las mayores tragedias de la historia: la pandemia del Covid-19. En ningún otro país el número de víctimas mortales ha sido tan elevado en proporción a la población como en Brasil, uno de los países mejor preparados para enfrentar emergencias sanitarias, gracias a la competencia de nuestro Sistema Único de Salud.

Esta paradoja solo puede explicarse por la actitud criminal de un gobierno negacionista, oscurantista e insensible a la vida. Las responsabilidades de este genocidio deben ser investigadas y no deben quedar impunes.

Nos corresponde, en este momento, solidarizarnos con los familiares, padres, huérfanos, hermanos y hermanas de las casi 700 mil víctimas de la pandemia.

El SUS es probablemente la más democrática de las instituciones creadas por la Constitución de 1988. Por eso seguramente ha sido la más perseguida desde entonces, y también la más perjudicada por una estupidez llamada Techo de Gastos, que tendremos que revocar .

Vamos a recomponer los presupuestos de Salud para garantizar la asistencia básica, la Farmacia Popular, promover el acceso a la medicina especializada. Vamos a recomponer los presupuestos de Educación, invertir en más universidades, en educación técnica, en acceso universal a internet, en la ampliación de guarderías y en educación pública de tiempo completo. Esta es la inversión que verdaderamente conducirá al desarrollo del país.

El modelo que proponemos, aprobado en urnas, sí exige un compromiso de responsabilidad, credibilidad y previsibilidad; y no nos daremos por vencidos en eso. Fue con realismo presupuestario, fiscal y monetario, buscando la estabilidad, controlando la inflación y respetando los contratos que gobernamos este país.

No podemos hacer otra cosa. Tendremos que hacerlo mejor.

SEÑORAS Y SEÑORES,

Los ojos del mundo estaban puestos en Brasil en estas elecciones. El mundo espera que Brasil vuelva a ser líder en el enfrentamiento de la crisis climática y ejemplo de país social y ambientalmente responsable, capaz de promover el crecimiento económico con distribución del ingreso, combatiendo el hambre y la pobreza, dentro del proceso democrático.

Nuestro protagonismo se materializará a través de la reanudación de la integración sudamericana, desde el Mercosur, la revitalización de la Unasur y otras instancias de articulación soberana en la región. Sobre esta base podremos reconstruir el diálogo orgulloso y activo con los Estados Unidos, la Comunidad Europea, China, los países del Este y otros actores globales; fortalecer los BRICS, la cooperación con los países africanos y romper el aislamiento al que estaba relegado el país.

Brasil tiene que ser dueño de sí mismo, dueño de su destino. Tiene que volver a ser un país soberano. Somos responsables de la mayor parte de la Amazonía y de vastos biomas, grandes acuíferos, yacimientos minerales, petróleo y fuentes de energía limpia. Con soberanía y responsabilidad seremos respetados para compartir esta grandeza con la humanidad, en solidaridad, nunca con subordinación.

La relevancia de las elecciones en Brasil se refiere, finalmente, a las amenazas que viene enfrentando el modelo democrático. En todo el planeta se articula una ola de extremismo autoritario que difunde el odio y la mentira a través de medios tecnológicos que no están sujetos a controles transparentes.

Defendemos la plena libertad de expresión, conscientes de que es urgente crear instancias democráticas de acceso a la información fidedigna y de rendición de cuentas por los medios por los cuales se inocula el veneno del odio y la mentira. Este es un desafío civilizatorio, al igual que la superación de las guerras, la crisis climática, el hambre y la desigualdad en el planeta.

Reafirmo, para Brasil y para el mundo, la convicción de que la Política, en su más alto sentido – ya pesar de todas sus limitaciones – es el mejor camino para el diálogo entre intereses divergentes, para la construcción pacífica de consensos. Negar la política, devaluarla y criminalizarla es el camino de las tiranías.

Mi misión más importante, a partir de hoy, será honrar la confianza recibida y responder a las esperanzas de un pueblo que sufre, que nunca perdió la fe en el futuro ni en su capacidad para superar los desafíos. Con la fuerza del pueblo y las bendiciones de Dios tendremos queu reconstruir este país.

¡Viva la democracia!

¡Viva el pueblo brasileño!

https://gabinetedatransicao.com.br/noticias/discurso-do-presidente-lula-no-congresso-nacional/

Compartido con SURCOS por Oscar Jara Holliday.

Chaves, los troles y el Día de los Inocentes

Por José Luis Amador

Me llama poderosamente la atención la forma en que el gobierno del señor Chaves viene manejando la información y la manera ingenua en que la población la consume.

Siempre he creído que los gobiernos deben tener mecanismos eficientes de información para divulgar su obra. Aquí el asunto va más allá de eso. Lo que el señor Chaves hace es propaganda pura y dura.

Recuerdo cuando el gobierno Alvarado intentaba divulgar su obra y como se le recortaba el presupuesto y se hacían alharacas por parte de los diputados de oposición para que no pudiera hacerlo.

Considero que incluso las instituciones estatales deben dar a conocer lo que están haciendo. No solo porque es un derecho del ciudadano estar informado, sino porque es fácil golpear instituciones que la gente desconoce: la peor agresión contra un gobierno o una institución estatal es cultivar la ignorancia y el desconocimiento respecto a su obra.

Sin embargo, la propaganda simplemente adulatoria, el engrandecimiento vano, el bluf no es sano. Es el mismo fenómeno que vemos en El Salvador con el presidente Bukele. Basta con abrir YouTube para encontrar la propaganda a favor de este señor, presancochada y destinada a bukelizar su país y allá ellos. Pero igualmente nos está ocurriendo aquí con el señor Chaves.

Recientemente ha trascendido el testimonio de un troll que asegura que se le ha pagado dinero del Estado por engrandecer y magnificar la imagen del señor Chaves y de la señora ministra de Salud, y al mismo tiempo empañar y denigrar la imagen de sus adversarios políticos y periodísticos. Incluso asegura este señor, que se le ha pagado para atacar al anterior partido de Chaves y favorecer la imagen del nuevo partido, que los amigos de Chaves están fundando. ¡Vaya usted a saber!

Este manejo tan deshonesto de la información y de los medios no tiene nada de nuevo. Es la manera en que han actuado siempre ciertos partidos políticos, pero se ha puesto de moda en los últimos tiempos bajo el elegante nombre de post-verdad, como un cáncer y una aberración que enferma nuestra democracia.

En México, por ejemplo, se denunció la existencia de casas actuando de manera oculta en la campaña contra López Obrador. En estas casas operaban oficinas con editores con diseñadores gráficos para elaborar memes escritores a sueldo contratados para tal fin. Toda una fábrica de información de masas para movilizar a una nación, pero especialmente a los sectores más vulnerables y menos avezados en el manejo de información política. Aquellos para quienes un chiste o un chisme, es toda la información necesaria para decidir la suerte de un país.

En nuestro país era obvio la existencia de baterías solapadas de desinformación, desfigurando y atacando la imagen del gobierno y la persona de Carlos Alvarado. Lo paradójico es que mientras Alvarado hacía un trabajo favorable a la derecha, con impuestos y leyes antihuelgas y antilaborales, en las redes electrónicas y en algunas emisoras de radio, los troles le construían una imagen de izquierdista vinculado a Cuba y Venezuela. Imagen que todavía hoy consumen sectores de bajo nivel académico, en donde arraiga bien este tipo de trabajo desinformativo.

Siempre en nuestro país, me llamó la atención observar que, coincidiendo con el triunfo de Chaves, algunos pequeños comunicadores rurales de la zona sur, o de la zona norte, muy conocidos en los disturbios contra Alvarado o contra el Covid, aparecieran de pronto formando un coro de pequeños comunicadores, todos haciendo propaganda a favor del nuevo gobierno, muy posiblemente reclutados y alineados. Los vemos divulgando notas de apoyo al gobierno, fragmentos de las ruedas de prensa, participando activamente ellos mismos en tales eventos, reproduciendo manifestaciones favorables a Chaves, atacando a los eventuales críticos al gobierno y etc. Nótese que esto ocurría al mismo tiempo que se anulaba a la Gran Prensa, la prensa comercial tradicional, la “prensa canalla”.

Obviamente existe una intencionalidad, una inteligencia al respecto y una lógica de comunicación estructurada, no por coincidencia, a favor del gobierno y es entonces fácil de entender cómo se sostiene el alto rating de simpatía y de inocencia, a favor del gobierno y del Señor Presidente de la República.

Lo que llama poderosamente la atención es la falta de estudios, y el silencio de los periodistas profesionales, así como el silencio de las escuelas de comunicación del país. Me extraña. Será porque vengo de una época y de una generación donde estos fenómenos sociales, eran objeto de análisis y denuncia, aunque no fuera más que por desahogo y ejercicio académico.

Por lo pronto sigamos celebrando EL DÍA DE LOS INOCENTES, por algunos meses más.

FELIZ DÍA DE LA INOCENCIA, PARA USTED TAMBIÉN.

DAMA DE LAS LETRAS

Por Arnoldo Mora

Julieta Pinto. Foto Anel Kenjekeeva – UCR.

En este año celebramos en el ámbito de la cultura nacional y, de modo particular, en la Academia Costarricense de la Lengua, un evento dedicado a honrar una dama, mejor aún, a la dama de las letras costarricenses. Consideramos, con sobrados argumentos, que si la razón de ser de nuestra corporación es honrar la lengua de Cervantes, hoy hablada por más de quinientos cincuenta millones de personas en los cinco continentes, una de las mejores y más justas maneras de hacerlo es honrando a quienes han dedicado su larga, fecunda y ejemplar vida a cultivar nuestro idioma. Me refiero, en concreto, al merecidísimo homenaje que nuestra Academia ha rendido este año a uno de sus más preclaros miembros como es Julieta Pinto, una de nuestras grandes escritoras, con ocasión de cumplir cien años de vida. Con este homenaje, la Academia, no sólo hace justicia a quien tiene sobrados méritos para ello, sino que se honra a sí misma; porque una institución, más allá de sus objetivos y normativas, es lo que sus miembros han hecho y hacen de ella; si una institución es grande y reconocida, se debe a quienes la han hecho grande a través del tiempo. Debemos ver, por ende, en esta hermosa actividad la realización de este objetivo: honrar a quienes – instituciones o personas- cultivan nuestra mayor riqueza cultural, cual es el idioma.

Valga la pena recalcar que nuestra lengua nunca ha tenido un mayor auge, en sus más de mil años de historia, como actualmente; más de 500 millones de personas hablamos español como lengua materna; en muchos países es el idioma extranjero más estudiado después del inglés; nuestra lengua es hablada en los 5 continentes como último y único vestigio de aquel imperio en cuyos dominios “nunca se ponía el sol”.

Pero no debemos obsesionarnos mirando tan sólo al pasado, ni vernos absorbidos únicamente por la dinámica del presente; es necesario ver al futuro; un idioma es una realidad viva, en permanente transformación; lo que lo hace ser un instrumento idóneo de comunicación entre los pueblos más diversos y dispersos del planeta. Esa homogeneidad se estaría consolidando gracias a la revolución tecnológica, pues la necesidad de comunicarse lleva a usar palabras y expresiones lingüísticas que sean comunes a todos los usuarios. Un idioma es, ante todo, un medio de comunicación que minimiza las distancias geográficas o políticas y étnico-culturales.

 Pero la importancia del idioma va más allá de ser un indispensable instrumento de comunicación y de construcción del pensamiento (no se piensa con palabras sino desde las palabras, como lo intuyó Platón en su diálogo Cratilo). Un idioma es una manera de comprender el mundo, una sensibilidad colectiva que le da sentido a la vida, un acto fundante de cultura que posibilita la identidad de un pueblo; hecho de la máxima importancia en una época como la nuestra, que se caracteriza por la globalización de los mercados, de la política y de la masificación de las grandes expresiones del arte (rock) o el deporte. En todos los campos, pero especialmente en el político, la humanidad actual urge comunicarse porque los desafíos que debe asumir, si quiere sobrevivir, son planetarios.

Nuestra lengua, la de Cervantes y García Márquez, ha logrado reconocimiento a escala universal. Pero igualmente lo ha logrado en el ámbito nacional y regional, como en el caso de la gran dama de las letras costarricenses, Julieta Pinto. Porque nuestro idioma es la mejor herramienta para lograr la comunicación que nos haga a todos los hombres y mujeres del planeta hermanos y nos enriquezca con una cultura variopinta que, sin perder sus raíces locales, nos convierta en ciudadanos del mundo.

 Julieta Pinto ha sido, no sólo una grande y prolífica novelista, sino también una maestra insigne, como lo prueba su condición de fundadora de la Escuela de Literatura y Ciencias del Lenguaje de la Universidad Nacional (1975). Sus novelas son un reflejo de nuestra injusta realidad. Julieta ha prestado su pluma y su talento al pueblo humilde; en sus páginas se han tomado la palabra quienes no la han tenido tradicionalmente en nuestra sociedad; hombres y mujeres del pueblo, niños pobres, todos han sido protagonistas gracias a una narrativa que hace de sus obras una denuncia social y una interpelación, humana pero no por ello menos vehemente, a fin de cambiar el rumbo de nuestra desigual sociedad. Julieta ha hecho realidad aquello de que un gran escritor no es más que el portavoz de los que no tienen voz; un auténtico gran escritor no es más, pero tampoco menos, que el amanuense de su pueblo; por su pluma hablan los hombres y mujeres que hicieron la historia de ayer y configuran la sociedad del presente.

 Pero Julieta va más allá o más acá del presente; su inquisitiva pluma escudriña el pasado de nuestra nación, a la manera no de un historiador, aunque con el rigor científico de su método, sino con el afecto de un biógrafo de su propia familia; al indagar los orígenes de su apellido, Julieta busca refocilarse, no sólo como un deleite un tanto narcisista – justificado, por lo demás – sino como una búsqueda de nuestra identidad como nación; lo que mueve a Julieta a bucear en torno a sus antepasados, como es el célebre ”Tata Pinto”, es porque éste configura el imaginario colectivo de nuestra historia patria, por haber sido un personaje que ha sido protagonista de una de las páginas más dramáticas de la vida política costarricense del siglo XIX; todo lo cual lo ha convertido en una auténtica leyenda, formando con ello parte también de nuestra pequeña historia.

 Pero Julieta Pinto nunca perdió su objetivo como destacada cultora de nuestra lengua, como sus múltiples y merecidos premios lo confirman, cual es el de mostrar la belleza de la lengua nacional y la fecundidad y originalidad de los temas que aborda; lo cual no se reñía con las exigencias de la justicia social y reclamo en pro de la dignidad de todo ser humano, en especial de los sectores tradicionalmente marginados en nuestra sociedad. De sus obras pueden hacerse múltiples lecturas; su legado literario sigue siendo un rico manantial de enseñanzas, un delicioso manjar para las sensibilidades más refinadas y un ejemplo a seguir para los escritores de hoy y de siempre. Su legado debe perpetuarse y su autora debe ser honrada. Porque la mejor manera de honrar un bello idioma, como el nuestro, es honrar a quienes lo han cultivado de manera ejemplar y señera.

¡AD MULTOS ANNOS JULIETA¡

La matanza de los Santos Inocentes

Freddy Pacheco León

El Día de los Santos Inocentes es la conmemoración de un episodio hagiográfico del cristianismo: la matanza de los niños menores de dos años nacidos en Belén (Judea), ordenada por el rey Herodes I el Grande con el fin de deshacerse del recién nacido Jesús de Nazaret.

La mayoría de las biografías de Herodes dudan de que el hecho tuviera lugar, pero la simple declaración de que la masacre es un hecho legendario y no histórico tiene también un soporte basado en la argumentación.

El historiador, arqueólogo y explorador Stewart Perowne señaló que la matanza «es totalmente coherente con todo lo que sabemos de Herodes)» El historiador israelí Abraham Schalit también apoyó la historicidad de la narración.

La ausencia de fuentes alternativas a la Biblia puede deberse a que Belén era un pueblo pequeño y el número de niños varones de menos de dos años podría no haber pasado de 20.

En el Nuevo Comentario Bíblico San Jerónimo se señala que, si bien existe la posibilidad de que el relato no sea histórico, posee cierta verosimilitud y recuerda el decreto del faraón de matar a todos los primogénitos varones israelitas (Éxodo 1, 16), La matanza de los Inocentes es un episodio relatado en el Evangelio de Mateo (Mt 2, 16-18) y se presenta nuevamente en los evangelios apócrifos, como el Protoevangelio de Santiago y en el Evangelio armenio de la infancia. «Entonces Herodes, al ver que había sido burlado por los magos, se enfureció terriblemente y envió a matar a todos los niños de Belén y de toda su comarca, de dos años para abajo, según el tiempo que había precisado por los magos».

«Herodes es el prototipo de todos los opresores que asesinan solo por miedo a perder un ápice de poder. En los inocentes de Belén vemos UNA REALIDAD que siglo tras siglo, década tras década, empaña la historia de la Humanidad y se torna en rostros concretos, independientemente de las razas o religiones. La matanza de inocentes es una realidad que no podemos negar, de la misma forma que cada época ve surgir un nuevo faraón-Herodes que hace de la vida humana un objeto de trabajo, de libre uso o de placer, sobre el que decide según su conveniencia. Los santos inocentes están vivos hoy y siguen mostrando sus rostros perseguidos».

(Pedro Ignacio Fraile Yécora). (Diversas fuentes).

En busca del fuego

Por Memo Acuña (Sociólogo y escritor costarricense)

Una reacción en pólvora seca sobre un texto de Vladimir Amaya

En 1981 pocas cosas eran ciertas. Corría el rumor de una década perdida y el breakdance ya daba tumbos en las tranzetas urbanas, las medias eran blancas y los cepillos o peines se exhibían como símbolos de guerra en la bolsa de atrás del pantalón.

Mientras eso sucedía con mucho color y polifonía masterizada, una producción cinematográfica francófona batía todas las posibilidades de éxito basada en la terquedad de ir a los inicios, encontrarse con la noche, acinturarse en todas las formas decorosas de la búsqueda.

Llamada en español “En busca del fuego”, aquella producción se encargaría de retratarnos a las generaciones adolescentes de la época, cómo fueron los primeros pasos, el primer sexo, la batalla primera del hombre (o sus ancestros) sobre la tierra.

Sin mediar diálogo alguno, la película relata el principio tal como fue: sin consenso, sin epifanía, pero con mucha claridad estratégica: había que pelear hasta el final por poseer la luz.

Ambientada en el pleistoceno superior hace unos 70.000 años, reza una de tantas sinopsis perdidas en el internet profundo, una horda de Neanderthales mantienen el fuego, pero no saben cómo crearlo. Sufren los embates de un clan homínido que acaba con la única fogata conocida entonces. Así surge la búsqueda, el barro primero, cuando tres jóvenes de la tribu original son enviados por el fuego y encargados a regresar con él si o si, a toda costa.

Pienso en el “Atonal entrado en años, imparable contra toda fuerza enemiga” con que Vladimir Amaya inicia su demoledor texto (como no concebirlo de otra forma) sobre una figura mítica, casi lírica, construida sobre los cimientos de una lucha permanente entre el conquistador y los conquistados, el colonizador y los colonizados.

Vladimir se pregunta si acaso la emblemática figura existió. Pero es que de esas preguntas están hechos los tejidos de las subalternidades que requieren de un personaje, cierto o no, que les guíe sus pasos, que salga como los primeros hombres y mujeres sobre la tierra, a buscar el fuego por ellos.

Atonal, el compañero en jerga revolucionaria de barrio, tiene consigo la verdad, el saber y el conocimiento. Amaya le pone pólvora en sus manos, la llama y la luz con la que va quemando todo a su paso.

Con ese saber ancestral les ha ganado la partida a las maras, se ha granjeado el mito de la humanidad a cuestas, ha sido solemne con las muchachas del Pasaje. Atonal fue condecorado con el Trofeo de los silbadores, aquel que proviene de la fricción entre dos piedras o en su defecto, entre dos corazones. De esa mecánica del tacto brota el fuego, el primero, el puesto en las manos del luchador.

En este texto Amaya recupera al mismo tiempo la gesta y la paradoja.

La gesta del hombre-mito, su inscripción en libros contables y efímeros en los que se produce la geografía del amor, la ética del avance, el ensayo del triunfo mil veces conseguido. La paradoja de los finales que no se esperan: así como el fuego de aquellos primeros hombres fue apagado para que renaciera la lucha y la búsqueda, la pulsión de Atonal fue lentamente silenciada por la fuerza de un agua homínida y criminal, acaso la expresión de una región que lentamente se hunde entre los resultados de una acumulación por despojo de sus élites más bárbaras, que le quiebran las rodillas a sus territorios y la acción bíblica de un cambio climático que se lo lleva todo a su paso, hasta la pólvora.

Este diciembre no habrá triunfos en la guerra de los silbadores. Los compas de Atonal siguen en su búsqueda y del fuego que latía en sus manos. Su existencia en los barrios se comenta: no hay duda alguna, Atonal existió y eso en un país como este, ya es más que suficiente.

Heredia, 11 de noviembre de 2022

Publicada en El Escarabajo (El Salvador), compartida con SURCOS por el autor.