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Música para la memoria: Los sonidos de la historia

El próximo jueves 29 de septiembre se presentará en la Sala Vargas Calvo del Teatro Nacional, el espectáculo Los Sonidos de la Historia, del cantautor alajuelense Wilson Arroyo.

Este es un concierto que profundiza en el origen histórico de la conjunción entre la letra y la música como manera de mantener las memorias populares a lo largo de la historia humana. La canción como ancla de la memoria y la memoria como resistencia en las luchas sociales.

El espectáculo repasa múltiples historias, como la de Cayetana una mujer de Cartago que fue esclavizada en el siglo XVIII, el relato de Catalina Tuia la última hablante del huetar registrada en los archivos de la historia costarricense, o también pasaremos a la década de 1920 para conocer una de las huelgas más importantes por los derechos laborales en nuestro país. Esto y más podrá disfrutar durante este concierto.

Las entradas se pueden comprar en la boletería del Teatro Nacional o por la página web: https://boleteria.teatronacional.go.cr/ . Si la persona es adulta mayor o estudiante cuenta con un descuento.

Después de San Cristóbal

Por Memo Acuña. (Sociólogo y escritor costarricense)

Cuando uno persigue con pasión ese pájaro de la palabra, no para enjaularlo, sino para reconocerlo, advierte que el sentido de la vida se va construyendo de otra manera.

Acudimos a ese ritual conociéndonos algunos, otros como perfectos extraños.

Y la energía, el frío y la ancestralidad de un lugar emblemático para la resistencia latinoamericana como San Cristóbal de las Casas, en Chiapas, México, hizo su parte para juntarnos y no volver a separarnos más.

Es difícil decir en estas notas lo que el afecto provoca en un grupo de seres humanos cuyo cordón umbilical con la poesía es material no clasificado en sus biografías.

Pero sí es posible (y poesible) contar lo emblemático de sus propuestas, lo político de sus miradas, lo consecuente de sus reflexiones.

En medio de esta aparente seriedad de sus currículum, aparece el baile, la música, el encuentro, el abrazo (que ahora ha terminado su confinamiento y se supone en rebeldía desde esas montañas que significan el cariño y la luz).

Detrás de sus máscaras que los declaran y las declaran poetas, hay ciertamente una apuesta por la memoria, la igualdad, el árbol, el cine, el fútbol, las cosas que el amor no puede decir pero lo siente, el niño, el origen, la mujer, mejor dicho las mujeres y sus luchas. Y tantas cosas, tanta palabra desperdigada aquellos primeros días de un setiembre que se va terminando lentamente entre la lluvia y lo que sigue.

Me quedo con un fragmento de un texto de la poeta boliviana Paura Rodríguez, dedicada y homenajeada en la octava edición del Festival Mundial de Poesía Contemporánea de San Cristóbal de las Casas:

“Cruje como madera seca el alma.
Se arruga como un pañuelo
Pinta su rostro de otro rostro.
Miente el alma.
Finge una voz inexistente.
Revienta como un volcán.
Huye”

Después de San Cristóbal hemos prometido hacer de este un mundo poesible. Quizá volvamos a juntarnos en alguna otra ventana del tiempo para cantar con Nino Bravo o Ángeles Azules. Pero más allá de eso que es la alegría, hemos aprendido a hermanarnos a la distancia, lo que ningún decreto neoliberal ni pandémico podrá acabar jamás.

Textos de la colección personal del autor obsequiados e intercambiados con otros y otras poetas durante el 8º Festival de Poesía Contemporánea de San Cristóbal, en Chiapas, México entre el 1 y 4 de setiembre de 2022,

Sobre el 12 de octubre

Orlando Barrantes Cartín

Cuando los españoles ingresaron por primera vez a Costa Rica entrando por Nicaragua, después de 1544 año en que los indígenas del atlántico matan al primer conquistador de Costa Rica Diego Gutiérrez cerca del Rio Reventazón, encuentran una abundante y vigorosa población autóctona entre Nicoya y Santa Cruz.

En ese momento histórico ya los españoles habían empezado a explotar las minas de plata y cobre en Perú y Bolivia.

Como aún no existía la actividad económica que creó el sistema de compra y venta de personas africanas, los negros, los españoles despoblaron las costas del Pacífico. Miles de niños, mujeres y hombres fueron brutalmente extraídos de sus comunidades, en Guanacaste, embarcados en las naves españolas y trasladados a trabajar, sin paga, a las minas sudamericanas.

Como para los españoles los indígenas no eran humanos, certificado por los curas y la iglesia católica al tranquilizar a la Corona Española diciéndoles que los indígenas eran «criaturitas de Dios que NO tenían alma», los españoles nunca llevaron un censo de las personas indígenas deportadas, de manera que nunca sabremos quienes eran, cuántos eran, sus nombres, eran familiares entre sí, ¿amaban sus hijos?, ¿tenían ilusiones?

A mi entender, al imperio español no hay que darle rostro humano, porque no lo tenía.

La urgencia del arte interdisciplinar para respirar, sanar y trascender

Marcelo Valverde Morales. Académico Instituto de Estudios Latinoamericanos (IDELA-UNA)

Un precedente

Tendría 17 años cuando vi una de las obras que más marcaría mi vida. Se trató de un monólogo de Alfredo Catania sobre el libro “La Hoja de Aire” de Joaquín Gutiérrez. La forma magistral en que “Pato” interpretó la historia me conmovió al punto de cambiar mi forma de entender mi propio lugar en el mundo. Se trató en esa ocasión de un reconocimiento de mi propio sentido, efímero y al mismo tiempo mágico, pero sobre todo humano.

El Silencio: Soy como el Agua que se Derrama

“El Silencio: Soy como el agua que se derrama” es la más reciente instalación del artista costarricense Rafael Ottón Solís, obra fundamental en la exhibición “El hilo vibrante” del Museo del Banco Central de Costa Rica. Ottón cuenta con un reconocimiento amplio, no solamente por su calidad profesional, sino además por su personalidad sensible, dotada de una naturalidad estética impresionante. Sus obras han sido parte de exposiciones en otros países de América Latina e incluso una de ellas dotó de sentido la “III Cumbre de la CELAC”, realizada en Costa Rica en el 2015.

La instalación se encuentra en el centro de la Plaza de la Cultura, pleno corazón de San José, y se fundamenta en un dialogo entre la cosmovisión judeocristiana y la cosmovisión precolombina. Estrechando un vínculo simbólico entre la pasión de Jesucristo y la agonía del planeta. De manera que se trata de una obra con sentido ambiental y espiritual. Literalmente un altar que evoca la inspiración que lugares como el Monumento Nacional Guayabo brindan al autor.

Es de esperar que la instalación haya interpelado a los miles de personas que transitan la capital, dando como resultado impresiones de todo tipo. Una de estas personas hizo viral un video semanas atrás (en redes sociales toda violencia tiene espacio), en el cual repudiaba la instalación, reproduciendo un discurso violento donde acusaba de banal e innecesaria la obra. Sin la menor profundidad en su reflexión, se refirió de forma despreciativa al trabajo de Ottón.

Esta acción, en lo personal, me hizo sentir profundamente indignado, no solamente por el irrespeto a la trayectoria y la talla de Ottón, sino además por una afrenta que interpeló mis propios sentimientos, pues debo confesar que la instalación tocó mis fibras más profundas al verla imponente y al mismo tiempo sigilosa en un lugar tan cotidiano para quienes frecuentamos la capital.

Días después tuve la oportunidad de escuchar a Ottón en Radio Universidad de Costa Rica, refiriéndose al tema con una ecuanimidad y una lucidez que me hizo sentir invitado a cultivar en mí mismo su sensibilidad. Conocedor de que toda gran obra genera las más diversas reaccionas en las personas, comentó sobre la manera en que otras de sus obras han invitado a las personas a involucrarse en la instalación. Por ejemplo, la ocasión en la que niños se sumergieron en el maíz de una de sus obras para jugar, una imagen sobre todo poética.

La más reciente iniciativa del Museo en relación con la obra ha sido la realización de talleres, donde se invita a niños a intervenir pintando las piedras que componen la instalación. Una respuesta de altura y espíritu, a la violencia que de forma impune y muchas veces oculta, se reproduce en la virtualidad.

Trama y Urdimbre

El pasado fin de semana, del viernes 16 al domingo 18 de septiembre se presentó por segunda vez, en esta ocasión en el Centro para las Artes de la Universidad Nacional, la obra “Trama y Urdimbre”, producida e interpretada por Amalia Guadrón, Mónica Alvarado y Fátima Montero. La emoción sincera, que bajo tres árboles con “barbas de viejo”, me produjo este trabajo, me evocó algunas reflexiones.

La primera de ellas es sobre la impresionante capacidad profesional que tres mujeres jóvenes demuestran. Tanto en la conceptualización, como en la estructura y la ejecución. Dando como resultado del trabajo, un producto artístico de altísima calidad estética y sociocultural. Este punto en particular enorgullece a quienes formamos parte de la UNA, universidad de la que son graduadas las gestoras de la obra. Pero sobre todo nos llama la atención sobre la importancia de dar a las artistas jóvenes el valor que como profesionales se merecen. En este caso, a mi criterio, se trata de un valor estelar.

Con relación a su contenido. “Trama y Urdimbre” plantea con una enorme ternura la sanación intergeneracional de las mujeres. Abuelas, madres e hijas. Las cuales encuentran en sus historias de vida patrones en común, entrelazados a partir de las violencias, las resistencias, los sentimientos y la propia trascendencia espiritual. Todo esto dentro una cultura patriarcal que impone multidimensionalmente un “sentido común” que ha vulnerabilizado a las mujeres en todos los ámbitos de su vida. Dotando a los hombres al mismo tiempo de privilegios monolíticos y naturalizados.

El sentir para los hombres que salimos del teatro fue de ruptura. La interpelación a mano tendida para revisar no solo nuestros privilegios, sino además las cadenas de violencia que reproducimos, de igual manera en una expresión intergeneracional.

A partir de esto “Trama y Urdimbre” nos lleva como hombres a preguntarnos ¿Conocemos a profundidad las violencias que abuelos y padres ejercieron a las mujeres en nuestras familias? ¿Somos cómplices de la censura familiar a estos temas? ¿Qué actitudes heredamos y mantenemos vivas? Quizá las respuestas sean incómodas, pero ocultarlas nos hace cómplices activos en un presente continuo.

La urgencia

La instalación de Ottón y el trabajo escénico de Amalia, Mónica y Fátima han despertado en mi aquella transformación que viví a los 17 con el monologo de Alfredo Catania. “Volver a los 17” diría Violeta Parra, después de sentir que vivimos un siglo en un mundo que transcurre entre cambio climático, pandemias y guerras. En tiempos que inspiran más bien cataclismo, su trabajo me ha llevado a pensar en la urgencia que tenemos como sociedad de seguir participando, de forma cada vez más democratizada, del arte en todas sus posibles expresiones.

El compromiso y la calidad de su trabajo debe recibir el reconocimiento público y el apoyo necesario de todas nuestras instituciones. Esto también dice mucho de nosotras y nosotros como sociedad. Por otro lado, nos merecemos todas y todos la oportunidad de ser partícipes del arte. De regocijarnos hasta el tuétano, de sentir como la piel se eriza, de elevar nuestro espíritu y que nuestra mente se llene de preguntas.

En un país donde una diputada oficialista mencionó algunos meses atrás que la cultura era prescindible. Donde se toma del limitado presupuesto de cultura para subir el salario de ministros. Donde se amenaza permanentemente con recortes al presupuesto de las universidades públicas y donde las mujeres siguen resistiendo la cultura violenta del patriarcado. En un país como este, el arte definitivamente es una urgencia. Una infusión para poder respirar, sanar y trascender.

Breve instructivo del arribista

José Manuel Arroyo Gutiérrez

         Si no se tiene una formación jurídica sólida ni una carrera ejemplar; si  tus sentencias no han aportado nada  y no se conocen, ni se citan; si ha tenido que intervenir el régimen disciplinario no una, sino varias veces, por tus negligencias, atrasos, alteraciones de datos; si no se tiene el más mínimo reconocimiento, estima o auténtico respeto entre los compañeros de trabajo, entonces… la pregunta íntima, última y existencialmente radical es: ¿cómo se puede ascender?, ¿cómo se puede escalar y llegar hasta arriba-arriba?

         Si no se tienen virtudes, lo que corresponde es cultivar vicios, pero claro está, los indicados. Lo primero que hay que buscarse es un buen padrino. Ojalá un padrino en desgracia, que necesite, con urgencia, una importante influencia en al más alto nivel, con  juezas y jueces dispuestos a reescribir la historia, a borrar con el codo lo que la Justicia ha hecho con mano recta y firme. Este “contacto” facilitará todo lo demás. Se puede intentar sacar a la fuerza a un alto juez incómodo para abrir el espacio requerido. Si esta maniobra falla, entonces habrá que esperar un poco, pacientemente. Esta oportunidad vendrá cuando haya sobre la mesa la elección de dos vacantes simultáneamente, en el tribunal ansiado. No habrá necesidad de concursar: ¿para qué?  Esos procesos son, casi siempre, comedias burlescas  para ingenuos. Además, costará mucho justificar lo evidente, las limitaciones profesionales y personales, las sanciones recibidas. Así que si el bando de enfrente está apuntado con una buena candidata, la condición será apoyarla si, a cambio, se acepta la imposición de tu nombre, sin concurso, sin currículum, y con poca vergüenza. “Pa´ eso tenemos la mayoría”.

         Otro factor decisivo será parecer bueno. Aquí no hay nada tan efectivo como convertirse en “un hombre de Dios”, con vínculos, eso sí,  muy cercanos en la Curia Metropolitana, la misma que prohija, tutela, protege y esconde a sus peores agentes, los abusadores de niños. Esa Iglesia, también necesita influencias en lo más alto, no del Cielo, sino de la cúpula judicial. Quien quita si ahí, por arte de birlibirloque puede aparecer una prescripción, una casación o una revisión favorables.

         Lo tercero, pero no menos importante, es desarrollar una personalidad “encantadora”, hasta donde se pueda y con quienes se pueda, por supuesto. Habrá que convertirse en todo un “chavalazo”. Habrá que cultivar contactos no sólo en el sector del padrino venido a menos. Hay otros señores feudales a los que se les puede convencer de tu simpaticura, disponibilidad, amistad y utilidad en la transmisión de información reservada. Además, eso de tener una ideología y ciertos principios es también cosa de ingenuos. Lo mejor será ser amigo de todos los poderosos e influyentes, del partido que sea, estén donde estén.

         Una vez acomodado en el sillón, de lo que se trata es de dedicarse al “lobby” y a la intriga palaciega. En esto no faltará algún maestro, que te alimentará con todas sus enseñanzas, que como puede verse, dan abundantes y luengos resultados. La jurisprudencia y el gobierno judicial son para otros, los terceros ingenuos de esta historia. Aquí de lo que se trata es de que, cada vez que haya una vacante, apostar por la promoción de alguna o algún cercano y hacerle creer que sin tu apoyo no logrará el acceso a la cima. Esta estrategia neutralizará tu carencia de méritos profesionales, personales o de auténtico respeto. No te respetarán, pero te temerán, a vos y sobre todo a tus amigos de Cuesta de Moras y Zapote. Eso, tarde o temprano, te ayudará a sumar los votos necesarios para todo tipo de causas.

         El lado oscuro del viejo Maquiavelo se estará frotando las manos, donde quiera que esté, satisfecho de que, más allá de los principados monárquicos renacentistas y las recetas para conservar el mando, se ha filtrado, intacta, en los regímenes republicanos contemporáneos, o mejor dicho, en las pseudo-democracias de nuestros días, la lógica de un poder por el poder mismo.

         Lo que sí considero indispensable advertirte es que se viene lo que ya conocemos. Alcanzar una posición para la que no se tiene las mínimas condiciones, sólo exhibirá sin pudor, en la vitrina pública,  las desnudas carencias que se padecen. Y el final podrá ser, una vez más, la salida penosa, por la puerta trasera, pagándose un precio muy alto en esta extenuada democracia.

         También debe quedarte claro que en toda esta caída al abismo habrá, además del protagonista, otros dos responsables principales. Los políticos que, para protegerse de sus corruptelas apuestan por colocar amigos como jueces en puestos estratégicos, por si llegado el momento, haya que sacar las castañas del fuego. Y en segundo lugar, los compañeros de cúpula, sobre todo los que creen, a veces con razón, deberle el puesto a alguien verdaderamente temible.

Asociación Americana de Juristas – Rama Costa Rica pide suspender elección de presidencia de la Corte Suprema de Justicia

La Asociación Americana de Juristas, Rama Costarricense, se une a la petición de los sindicatos y de otras organizaciones y grupos cívicos, dirigida a la Corte Suprema de Justicia, en el sentido de que suspenda el procedimiento de elección de su presidencia, hasta que sean resueltos los recursos de amparo en los que se sostiene la necesidad de publicidad y transparencia en las correspondientes votaciones.

Como sustento de lo anterior, los miembros de la Asociación han considerado que, en primer lugar, dicha suspensión se impone ex lege, como efecto directo de la admisión de los recursos por parte de la Sala Constitucional; y en segundo lugar, que la misma es adecuada en la medida en que es funcional a los principios de transparencia y juego limpio que deben regir en certámenes de la importancia de una elección presidencial en el seno de la Corte Suprema de Justicia.

El poder Judicial es el baluarte de la institucionalidad y uno de los pilares de la Democracia en nuestro País; asegura la primacía del orden jurídico e inspira la confianza y la rectitud entre los ciudadanos.

Dada en San José, el 19 de setiembre de 2022.

Arturo Fournier Facio. Vicepresidente

Martín Rodríguez Miranda. Fiscal

Feria de emprendimientos – 500 años de Chomes en la historia de Costa Rica

SURCOS comparte la siguiente información:

En el marco de la celebración de la Semana Cultural por el aniversario de los 500 años de existencia del pueblo de Chomes, en Puntarenas, se le invita a participar de la feria de emprendimientos, con el fin de apoyar estas iniciativas para la reactivación económica de la comunidad.

Los siguientes emprendimientos brindarán sus productos y servicios del 10 al 18 de setiembre:

Se contará con gran variedad de productos y platillos que podrán degustar en la gran celebración de aniversario.

¡No te lo puedes perder!