Por Memo Acuña (Sociólogo y escritor costarricense)
En la anterior columna sobre la región Centroamérica hablábamos sobre el grito de los excluidos en los procesos de resistencia popular. Es un grito fuerte, claro, directo.
Hoy lamentablemente debemos referirnos a otro tipo de grito: el grito excluyente.
Es ya lugar común que una parte de la afición mexicana que acude a ver a su selección de futbol, una y otra vez recurra a la emisión de un sonido claramente dedicado a insultar de forma homofóbica, al contrario. Por ello, la organización del fútbol mexicano ha recibido apercibimientos, multas, órdenes para parar ese flagelo.
De nada ha servido. Lo han vuelto a hacer. Esta vez en el último partido contra la selección de Honduras.
Los estadios donde se juega fútbol y en general los reductos que reciben afluencia importante de aficionados, son espacios que condensan una radiografía de sus sociedades, amparada en un anonimato oficializado. Ocurrió hace poco en un estadio costarricense, esa vez con insultos xenofóbicos de por medio hacia un jugador nicaragüense.
No hace mucho, en los años ochenta, cuando equipos o selecciones centroamericanas venían a jugar al estadio nacional costarricense, eran recibidos con gritos y sonidos parecidos a los que identificaban a los personajes indígenas de las películas estadounidenses de aquellos años. Todo el estadio. Al unísono.
Recordemos que esos aires de superioridad racial costarricense fueron construidos en la época de consolidación del proyecto liberal donde blancura y excepcionalidad conformaron los ejes temáticos del discurso hegemónico.
Aún queda mucho por trabajar en estos temas. México, su selección, está a las puertas de una fuerte sanción que le impediría inclusive jugar la Copa América. En Costa Rica la investigación de un nuevo caso de racismo de un jugador hacia otro nos recuerda la permanente tarea pedagógica, pero sobre todo humana, que debemos realizar todos y todas en esta sociedad para acallar esas voces, esos gritos excluyentes de una buena vez.
Usuarios de servicios de Conapdis se capacitan en INA
Se trata de un grupo de jóvenes limonenses en situación de discapacidad de la región Huetar Caribe, quienes mediante una alianza entre el Consejo Nacional de Personas con Discapacidad y el Instituto Nacional de Aprendizaje, se han capacitado como camareros.
Todos son usuarios de los servicios de Conapdis sede Huetar Caribe y con una pasantía realizada en un hotel de San José, aumentan sus posibilidades de incorporarse a alguna empresa hotelera.
Yancy Mora, jefa de la región Huetar Caribe de Conapdis destacó el derecho que tienen estos jóvenes en situación de discapacidad de educarse y acceder a empleos dignos. Por su parte, Gabriela Barahona, directora de Desarrollo Regional de Conapdis, destacó la fortaleza de las alianzas público – privadas para respetar el derecho de las personas con discapacidad a incorporarse a la fuerza laboral del país, en este caso en el sector turismo.
Aprovechando la presencia del presidente ejecutivo del INA, Juan Alfaro, los jóvenes solicitaron ser incluidos en cursos de inglés y de servicio al cliente para que sean impartidos en la provincia de Limón.
Wendy Arguedas, funcionaria de ICT, fue la encargada de coordinar la pasantía de los jóvenes limonenses en San José. Agradeció por abrir las puertas de manera inclusiva a los futuros camareros.
Dra. Macarena Barahona Riera, docente e investigadora de la Escuela de Estudios Generales, UCR.
“Reconstruir la memoria es tarea y compromiso ético de las ciencias sociales, valorarla críticamente para aportar luz a un presente lleno de violencia política, económica y física para las mujeres y los ciudadanos empobrecidos y más vulnerables”
La participación de las mujeres en la construcción de la sociedad camina en las diversas estrategias de una gran revolución que ha ido transformando la sociedad moderna. De la gran guerra contra el patriarcado, guerra que se despliega en las estrategias de sobrevivencia de las mujeres más humildes de la estructura económica y social, las sobrevivientes a la violencia política, a la exclusión social y al racismo.
Batallas de la solidaridad, de los épicos acontecimientos de la guerra contra los invasores de las fuerzas norteamericanas en la denominada Campaña Nacional, donde las mujeres como Francisca Carrasco, Bernarda Durán, Bernabela Chavarría, Mercedes Mayorga, María del Jesús Luna, Rita Gutiérrez, de las pocas que rescatan los documentos (ciudadanas no legales) pero que se unieron a las batallas del Fuerte de San Carlos, la batalla de Rivas, la captura de vapores, captura del Castillo, siendo parte de una guerra nacional con varios frentes que se organizaron en apoyos económicos , en ayudas a los soldados y en la solidaridad ante la epidemia del cólera.
Las mujeres participan activamente en las manifestaciones de apoyo a las elecciones en noviembre de 1889, ellas están en las jornadas cívicas, en San José́, Heredia, Cartago, y es por esto que el presidente electo José́ Joaquín Rodríguez en su discurso del 8 de mayo ante los diputados pide el voto a las mujeres, reconociendo el tiempo nuevo de la modernidad y la democracia. El 17 de Julio de 1919 Angela Acuña escribió́ en el periódico Fémina: “La mujer prepara poco a poco su revolución y parece adquirir fuerzas suficientes para hacerse dar una declaratoria de derechos. Las tinieblas en las que han vivido siempre se disipan y la lucha se empeña con energía”
Las mujeres en Costa Rica supieron leer los tiempos del siglo XX, actuaron decididas contra la dictadura de los Tinoco, supieron ser valientes, críticas, dieron decencia a la oligarquía patriarcal de los políticos, acomodados en la dictadura, y al igual que el valor de Rogelio Fernández Güell y sus compañeros, tomaron la calle, símbolo inequívoco de la democracia y la resistencia. Las mujeres tendrán que enfrentar el poder patriarcal, una y muchas veces en los siguientes años, desde 1923 que piden por primera vez los derechos políticos, con la Liga Feminista.
Las mujeres costarricenses no debemos olvidar nuestra historia, los costos y violencia ejercida.
El “tema de la mujer”, fue siendo el tema de las feministas, de las socialistas, de las comunistas, de las profesionales, de las artistas, de las trabajadoras, de las maestras, las teósofas, de las estudiantes, de las amas de casa; a la vez que desarrolló a sus legítimos enemigos, la iglesia católica, a sectores del Partido Republicano, del Partido Social demócrata, a periodistas, a caricaturistas; lo más rancio y estirado de la sociedad costarricenses.
Las mujeres no se doblegaron nunca, resistieron con sus participaciones en la prensa, a través de sus artículos, en sus gestiones en las campanas pro-derechos, recogieron firmas de miles de mujeres, en Guanacaste, Puntarenas, Alajuela, Heredia, Cartago, San José́. El movimiento social que se inició́ hace un siglo, desbordó el sistema patriarcal, se luchó́ por los derechos humanos de las mujeres, en el convencimiento de que los derechos humanos son de todos, de que la democracia política es democracia social, y económica.
La década de los 30 y 40 es una lucha de clases intensa, ideológica. La cuestión de la mujer incluye más variables y enfoques en las discusiones nacionales e internacionales, la delimitación del problema va a depender del enfoque ideológico. Podemos observar en la narrativa histórica, que la igualdad de la mujer en todos los planos une a las mujeres y a los hombres simpatizantes, es un asunto de derechos humanos, y la transformación de la sociedad tiene sus caminos según la perspectiva ideológica.
La legislación social de 1943 reconoce a las mujeres trabajadoras sus derechos de igualdad. Faltaba el asalto final al poder político, el patriarcal espacio del poder político no se rundía fácil. En palabras de Angela Acuña . “La paciencia ha sido la gran aliada del trabajo femenino, a lo largo de los años, en sus esplendidas batallas emancipadoras. No la paciencia inerte, reducida a aceptarlo todo sin protesta, sin defensa, sino aquella que actúa junto al valor, para alcanzar la meta, para transformar en realidad los ideales que forjó la mente y alentó́ el corazón”
La primera demanda en pro de los derechos políticos, en 1923, luego 1925, 1929, 1931,1932, 1934,1939,1943 y 1947. A partir de la fundación del Partido Comunista, en 1931, se unen mujeres que van a ser decisivas en las luchas sociales y protagónicas del espacio por las demandas sociales y la igualdad de las mujeres en todos los aspectos de la vida: María Isabel Carvajal (Carmen Lyra) Luisa González, Emilia Prieto, entre otras. El trabajo de organización con mujeres de las zonas bananeras, de barrios urbanos de trabajadores, de amas de casa, va a fortalecer el movimiento como un todo, hacia la aceptación de la necesidad de los derechos políticos de las mujeres como una realidad social sin distingo de clases.
En 1947 es la última vez que se presenta la solicitud, acogida por el presidente Teodoro Picado y es votada en el Congreso el 4 de junio de 1947, quince diputados votan a favor. El camino de la guerra civil había iniciado, el tema de la mujer no logró convencer a la oposición que votó en contra para quitarle el reconocimiento al presidente Picado que sí apoyaba la demanda. La guerra civil fue cruenta, y más cruenta la postguerra, la represión no tuvo limites contra los perdedores, ni contra las mujeres, Un dramático final a una larga lucha por los derechos políticos, de ser electas y poder elegir, uno de los últimos países de América Latina.
Lo paradójico, cruel e irónico, es que mientras los diputados de la constituyente votaban finalmente por los derechos políticos de las mujeres, muchas lideres de la izquierda sufrieron cárcel, expulsiones y pérdidas de trabajo; fueron mancilladas públicamente y expulsadas del país, y negado su regreso a morir en su patria a María Isabel Carvajal, Pilar Bolaños, Corina Rodríguez, María Alfaro, Stella Peralta, Emilia Prieto, Luisa González, Adela Ferreto, mujeres luchadoras por los derechos, desde otros espacios. Y Ángela Acuña Braun, la líder fundadora ejemplo de resistencias, perseverante, cuidadora de la memoria de las mujeres, se encontraba fuera del país. En la constituyente de 1949, tampoco tenían los mismos derechos ni los afrodescendientes del Caribe que no eran aceptados ciudadanos, ni los pobladores de los pueblos ancestrales. Faltaba muchos años para ser aceptados. Sistema democrático racista, discriminatorio y excluyente.
En 1937 escribió Emilia Prieto, “…la inconformidad y la protesta serán fecundadas en reivindicaciones. Y a quien más le corresponde en revelarse es a la mujer, víctima eterna de todos los sistemas opresivos, medievales y oscurantistas, para perpetuar los cuales y hacerlos peores, en esta babilonia confusión, solo podrán hacernos ver claro, nuestro sano sentido común y el alto anhelo de justicia y dignidad humana que ha de llevar consigo toda mujer consciente.”
A un siglo de la fundación de la primera organización feminista en Costa Rica, la lucha continúa. ¡¡¡¡¡Viva el Centenario de la Liga Feminista de Costa Rica!!!!!!!
Dra. Macarena Barahona Riera Profesora Escuela de Estudios Generales, UCR
El Observatorio de la Imagen de las Mujeres, del CIEM-UCR invita al taller: “Sexismo en la publicidad y derechos de las mujeres”. El taller se impartirá de manera presencial el día 13 de octubre de 8:00 a.m. a 12 m.d. en la Casa Municipal de la Mujer de Esparza. El taller incluye refrigerio y materiales.
Esta actividad es gratuita, de cupo limitado y requiere inscripción previa. En cuanto se llene el cupo, se estará cerrando el formulario de inscripción.
El Instituto sobre Migración y Refugio LGBTIQ para Centroamérica – IRCA CASABIERTA – con sede en San José-Costa Rica, manifiesta la misma preocupación del fenómeno migratorio que ha ido en aumento, pero también sostienen que Costa Rica ha sido históricamente un pueblo noble, respetuoso de los derechos humanos y sobre todo, humanista, que ha brindado techo, alimento, educación, trabajo y salud para aquellas personas que atraviesan por desafortunados acontecimientos provocados por dictaduras, violencia, corrupción y pobreza.
IRCA CASABIERTA, agrega, que Costa Rica podría hacer frente de este fenómeno migratorio con mayor planificación para la integración socioeconómica de las poblaciones migrantes, y ver esta situación como una oportunidad para integrar los conocimientos, la riqueza cultural, social y económica que traen las personas migrantes para fortalecer al país.
IRCA CASABIERTA insta al gobierno costarricense acogerse al espíritu constitucionalista de igualdad en derechos hacia las personas extranjeras, así como a los acuerdos internacionales ratificados bajo el espíritu democrático, humanista y multicultural que defiende bajo un marco de paz y respeto.
Pro Mujer y Alterna en el marco del proyecto: Enfoques Escalables basados en el Mercado para Reducir, Redistribuir y Reconocer el Trabajo de los Cuidados en las Mujeres, extiende una cordial invitación a participar en el Encuentro: “La Economía de los Cuidados como Base para la Igualdad: La perspectiva de las mujeres costarricenses” que se realizará el viernes 22 de septiembre de 08:30 a 11:30hrs, en el Hotel Radisson San José – Salón Cedral Torrealba.
El objetivo del encuentro es crear un espacio para conversar sobre las distintas experiencias y acciones que como lideresas de sus organizaciones han llevado a cabo para contribuir la igualdad desde los cuidados.
Es una verdadera vergüenza que mientras los gobiernos y organizaciones internacionales se dan golpes de pecho sobre la maravilla del Pacto Global sobre Migraciones, esto esté ocurriendo. Este espantoso e inhumano tratamiento a mujeres, niñas hombres y personas LGBTT+ no es solo en NY, no es aislada, ocurre en todo el planeta y es espantoso, una verdadera plaga.
¡Tu voz es Poderosa! ¡Denunciemos a Una Sola Voz! .
Encuesta revela que ellas dedican más del doble del tiempo por semana al trabajo doméstico no remunerado que los hombres.
Como es bien conocido, hombres y mujeres desarrollan un rol establecido por la sociedad patriarcal. Después de décadas de luchas: unas en silencio, otras en las cortes y la mayoría en la calle, las féminas ocupan mayores espacios en centros educativos, laborales, de investigación y de las artes, entre otros. La Encuesta Nacional del Uso del Tiempo (ENUT 2022) así lo revela.
Las mujeres incrementaron el tiempo dedicado al trabajo remunerado (TR) en 16,4 % (aproximadamente 6 horas más por semana) entre el 2017 y el 2022. La ENUT investiga las actividades de trabajo como trabajo doméstico no remunerado (TDNR), trabajo de autoconsumo, trabajo voluntario a otros hogares y a la comunidad y el trabajo remunerado; además de las actividades de no trabajo como educativas, tiempo libre y necesidades personales.
Aun así, hay cifras en cuanto al uso del tiempo que dejan ver que la brecha entre hombres y mujeres se mantiene, y esta diferencia limita la autonomía económica de ellas, pues aún dedican el doble del tiempo semanal a las labores domésticas no remuneradas y de cuido.
“La ENUT 2022 revela que las brechas por sexo con respecto al TDNR se mantienen en comparación con la ENUT 2017, cuando la encuesta se realizó por primera vez; continúan siendo las mujeres quienes dedican una mayor cantidad de tiempo efectivo por semana, con 32:04 horas (treinta y dos horas y cuatro minutos); entretanto, los hombres destinan 15:44 horas, lo que significa que las mujeres dedican en promedio cerca de 16:30 horas a la semana más que los hombres”, reveló el informe del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).
Con el objetivo de profundizar en el análisis de los resultados de dicha encuesta, el programa televisivo de opinión de la Universidad Nacional (UNA), UNA Mirada, invitó a especialistas en el tema a desgranar los resultados. Los invitados concluyeron que, aunque se vislumbran pequeños avances en cuanto a la incorporación de los hombres en las tareas del hogar, aún falta mucho trabajo por hacer.
“Al comparar los datos de la ENUT 2022 con la ENUT 2017, se observa que las mujeres redujeron en aproximadamente 4 horas el tiempo dedicado a TDNR, mientras que los hombres incrementaron el tiempo semanal en 1:49 horas,” según la ENUT.
Freddy Araya, coordinador de la Encuesta Nacional de Uso del Tiempo Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), explicó que “la encuesta permite brindar información para facilitar el seguimiento, la formulación de política pública y busca avanzar en la corresponsabilidad social de los cuidados. Este cuidado está más recargado en las mujeres y lo vemos con los datos de la encuesta”.
Corresponsabilidad social de los cuidados
Irma Sandoval, investigadora del Instituto de Estudios Sociales en Población (Idespo) de la UNA, y quien da seguimiento a este tema desde hace más de 20 años, explicó que “la corresponsabilidad social de los cuidados quiere decir que no solamente las familia deben hacerse cargo de los cuidados, si no que el Estado, a través de política pública, las comunidades y las empresas, también deben velar por el cuidado de las personas; y dentro del hogar, la corresponsabilidad permite que la distribución de la labores sea repartida justamente entre los miembros de las familias”. Pero, actualmente, las mujeres de todos los estratos tienen una participación mayor que los hombres, en trabajos de cuido y labores domésticas no remuneradas.
Cindy Quesada Hernández, ministra de la Condición de la Mujer, destacó que esta situación “incide en que ella tenga menos tiempo para dedicarse no solo a sí misma, sino también al crecimiento productivo y esto definitivamente se traduce en menos oportunidades de tener autonomía económica”.
Por ejemplo, el cuidado de personas totalmente dependientes está a cargo de mujeres en un 77%. En el cuido de personas menores de 12 años, el 72% lo hacen las mujeres y el cuidado de personas de 65 años y más está a cargo de ellas en un 67%. “El cuido de personas lo están haciendo las mujeres y la encuesta dice que eso no ha cambiado; es decir, las mujeres seguimos asumiendo esa tarea y eso nos limita en nuestras posibilidades de trabajo remunerado”, recalcó Sandoval.
En el caso de las mujeres en condición de pobreza y/o migrantes, las cargas en TDNR son aún mayores, lo cual limita aún más su acceso a la educación y empleo, ya que entre las mujeres del primer y quinto quintil la diferencia es en promedio de 9 horas (37 horas y 28 horas, respectivamente).
Ana Lucía Fernández, investigadora del Instituto de Estudios de Género de la Universidad Estatal a Distancia (UNED), complementó que según sus estudios, las mujeres en condición de pobreza con menos ingresos hacen mucho más trabajo doméstico remunerado y no remunerado porque las familias que sí tienen un ingreso económico pueden pagar una empleada doméstica.
Políticas para cerrar brechas
Pamela Jiménez, investigadora del Programa Estado de la Nación (PEN), destacó la importancia de este tipo de encuestas como fuente de información para la toma de decisiones en materia de política. Por ejemplo, la planificación de la demanda de cuido infantil favorece el ingreso de más mujeres madres al mercado laboral.
En este punto coincide Ana Carcedo, representante de Centro Feminista de Información y Acción (Cefémina), quien comentó que estos datos también deberían de servir—por ejemplo—para que cuando se discute el presupuesto nacional se apoye a las familias y se considere como una inversión el destinar recursos estatales para cuidado de niños y personas dependientes.
Todos los especialistas concuerdan en que los datos de la ENUT deben ayudar a crear políticas públicas dirigidas a reducir las brechas en el uso del tiempo y en brindarle a las mujeres más oportunidades laborales, de estudio e incluso de esparcimiento. Sandoval propone que en un inicio las políticas deben obligar al Estado, la comunidad y las empresas a ofrecer espacios seguros para el cuido de las personas dependientes. Esto favorecerá “no solo el desarrollo económico de un país, si no al desarrollo de las mujeres” concluyó la ministra Quesada.
Oficina de Comunicación Universidad Nacional, Costa Rica
Comunicado. 10 de agosto de 2023. El Directorio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) aprobó hoy otorgar US$20 millones no reembolsables a Costa Rica para la implementación del Programa Integral de Seguridad Ciudadana y Prevención de la Violencia para la Inclusión de Grupos Migrantes Vulnerables. El objetivo de esta donación es contribuir a reducir la vulnerabilidad de la población local y migrante a la violencia, la marginalidad y la discriminación.
Costa Rica es principalmente un país de destino para los migrantes y tiene una amplia tradición de inclusión, con políticas receptivas hacia migrantes y refugiados. Ante el creciente número de migrantes que ingresan al país, o que hacen tránsito en su camino a Estados Unidos, surgen nuevos retos de seguridad para esta población: riesgos de convertirse en víctima y/o victimarios del crimen y la violencia, limitada capacidad institucional para atender necesidades de los migrantes, o el aumento de actitudes en contra de la migración, entre otros.
En este contexto, la donación es posible gracias a que Costa Rica es uno de los países elegibles para acceder a los recursos de la Facilidad No Reembolsable para Apoyar a Países que Reciben Flujos Migratorios Intrarregionales Repentinos y de Gran Magnitud, que el BID constituyó con recursos propios en 2019 por US$100 millones.
El programa será ejecutado por el Ministerio de Justicia y Paz (MJP) y consta de dos componentes: prevención social de la violencia y fortalecimiento de las capacidades institucionales para atender los flujos migratorios.
El primero permitirá ampliar la infraestructura y los servicios orientados a la prevención de la violencia, beneficiando tanto a la población migrante como a las comunidades de acogida en diversas regiones del país. Por medio del segundo componente se fortalecerán las capacidades institucionales de la Dirección General de Migración y Extranjería para atender los flujos migratorios, con el objetivo de promover la inclusión socioeconómica de la población migrante y así reducir sus niveles de vulnerabilidad y exposición a delitos y violencia.
La iniciativa complementará el trabajo que ya se realiza en el país a través del Programa de Seguridad Ciudadana y Prevención de Violencia, financiado por el BID mediante un préstamo por US$100 millones. Dicho programa incluye la construcción de delegaciones policiales y la creación de Centros Cívicos por la Paz en comunidades vulnerables.