Detrás de la fachada de responsabilidad actitud antisindical ¿Qué más se puede esperar de la Nazión?

Carlos J. Cabezas Mora

Secretario general, Central General de Trabajadores, negociador de la Comisión Negociadora del Sector Publico

Detrás de la fachada de responsabilidad actitud antisindical

El medio de comunicación caracterizado por su actitud antidemocrática contra los sindicatos (derecho humano base de la democracia), trata de presionar mediante un llamamiento a una “responsabilidad” de los dos viceministros que integran la Comisión Negociadora de Sector Público, para que no cedan a los sindicatos del sector público pues hacerlo puede convertirse en un mal ejemplo para los trabajadores del sector privado.

Con el manejo típico de la herramienta del miedo, al mejor estilo del terrorismos psicológico, le plantea a sus lectores que grandes aumentos de salario provocarían desempleo, aumentos de tasas de interés, inflación, crecería la brecha social y vendrían los cuatro jinetes del apocalipsis, en palabras sencillas, en caos que generaría la caída del mundo económico, suponemos de los “pobrecitos” empresarios.

Para el periódico de los poderosos, comentarán un pecado imperdonable los viceministros que “parecen simpatizar con las propuestas” sindicales y desde luego también se opone a una política salarial de crecimiento real, presionando por “racionalizar” los salarios reviviendo los enterrados proyectos liberacionistas, pues cualquier aumento o reajuste que se decrete será “duplicado” por el efecto de los pluses salarios.

Para nadie es un secreto que en Costa Rica donde existe libertad sindical es en el Gobierno, los empresarios y sus prácticas antisindicales no aceptan el desarrollo de un movimiento sindical privado, por lo cual al no existir organizaciones laborales fuertes son poquísimas las convenciones colectivas que se pueden firmar y así los beneficios producidos por las empresas quedan solo en manos de los accionistas, es por tal razón que la política salarial  del sector privado es más que modesta e incluso no afecta a todos los trabajadores pues es si alguien gana 20 colones sobre el “salario mínimo”  no recibe ningún aumento.

Esos “malos ejemplos” que pueden tentar a los trabajadores del sector privado a luchar por mejores reajustes salariales y hasta el “horror” de sindicalizarse, no son los que provocan la brecha social entre pobres y ricos, esta ni siquiera es criticada realmente por el periódico, pues cerrarla implicaría el pago de parte del sector poderoso de mayores impuestos y mejores salarios, formas fundamentales de sacar a los pobres de la esa condición, ahí más bien predican “mejor calladitos que son más bonito”.

Nuestro papel como sindicatos en la negociación es la protección del salario real  de los y las trabajadoras, los representamos,  apenas inicia una discusión de cuál puede ser la política salarial que supere la tradicional de congelamiento salarial que han impuesto los gobiernos neoliberales, ni siquiera nos han expuestos las autoridades gubernamentales su posición, estamos a la expectativa de si habrá un cambio de rumbo por el cual el país botó al Partido Liberación Nacional.

Es evidente que parte de la discusión incluirá el tema fiscal, el cual ha sido impactado directamente por políticas domesticas para favorecer a la producción empresarial y con el TLC, que afectaron la capacidad de brindar servicios públicos de calidad y que abre “irónicamente” oportunidad de buenísimos negocios privados en esos sectores, como es el caso del Consejo Nacional de Producción y los servicios de salud brindados por la CCSS. En política y economía no hay “neutralidad” y menos en las posturas periodísticas.

Detrás de los comentarios se manifiesta en la Nazión su intento de que los trabajadores nos dividamos, al mejor estilo del viejo chiste que cuenta que cuando un tico está intentando salirse de la olla los demás lo jalan para que estemos todos igual, pues la posición real de ese periódico es que el país compita internacionalmente con una estrategia de bajos salarios, aunque los precios aumenten y aumenten pues de no ser así los “pobres” empresarios irán a la quiebra, algo que está muy alejado de la realidad actual.

Promover que los ciudadanos tengan buenos y dignos salarios implica individuos que dinamizarán la económica al mejorar su capacidad de compra, aumentando las ventas de esos empresarios, los que ya acumulan clavos de oro con nuestros salarios a través de los tradicionales altísimos precios y las actuales tasas de interés.

 

Enviado a SURCOS por Carlos Cabezas Mora.