José Luis Pacheco Murillo
La vergonzosa actuación de la red de cuido que se manifestó a través de la reelección de un magistrado cuyos cuestionamientos fueron graves y continuos, evidencia una vez más la perversidad del sistema político, jurídico y constitucional que tenemos.
Lo cierto del caso es que quien lo reeligió fue el sistema, creado y mantenido para estos propósitos. Estuvieron presentes para la votación 50 diputados y diputadas y la votación fue de 25 en contra y 25 a favor. Esto, bajo cualquier circunstancia, implicaría una no elección, sin embargo, el artículo 158 constitucional indica que: “se considerarán reelegidos salvo que en votación no menor a las dos terceras partes de los votos se decida lo contrario”, es decir, se requieren 38 votos.
Pese a los cuestionamientos, fue reelegido por el sistema y con el apoyo de la “red de cuido”.
En cualquier trabajo, independientemente de la materia que sea, cuando se demuestra que ha incumplido con el más elemental de los requisitos, con la más elemental de las obligaciones, simplemente o se despide o no se le renueva el contrato.
Fue cuestionado y se demostró que debiendo cumplir con el principio de justicia pronta y cumplida tiene en su escritorio más de 800 expedientes sin resolver, y con solo ese precedente, era suficiente para que la reelección no se diera. Sin embargo, se dio y ganó el cinismo y perdió, una vez más la ciudadanía que queda una vez más a la espera de que “sus representantes” voten de acuerdo a su sentir.
Después pegan gritos en contra de quienes dicen que la Asamblea Legislativa no funciona, de que habrá que cambiar para el 2026 y que el señor Chaves está en campaña para lograr cambiar el sistema y en particular la Asamblea Legislativa. Pues con esa actuación dieron un paso enorme en que se logren esos propósitos.
Veremos si este pueblo reacciona y las cosas se hacen diferentes en el futuro.