Maldito Estado, aunque me sirva

Oscar Madrigal

Para los economistas neoliberales y los grandes empresarios el mercado es el dios supremo, al cual hay que rendirle pleitesía. Es la mano invisible que corrige todos los males. Los grandes empresarios son fieles creyentes en él… hasta que no les conviene.

Cuando el mercado no les sirve salen corriendo donde el maldito y detestable Estado para que les ayude.

Esa es la noticia que se recoge. Los grandes señores del turismo piden que el Banco Central detenta la caída del dólar porque les perjudica, aunque al resto de la sociedad les pueda beneficiar. Piden con urgencia que el Banco vuelva a subir el precio del dólar. El repudiable Estado, hacedor de todos los males según ellos, debe sacarle las castañas del fuego. Consecuentes ni en sueños.

El que aparece lloriqueando es el presidente de Canatur, el señor Acón. Pero además, la familia Acón es una de las principales productora y exportadora de banano y piña, con lo cual los grandes bananeros y piñeros se colarían por la cocina. Tontos ni un pelo.

Solo quieren las maduras aunque al resto de la sociedad nos lleve el pisicuas.