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Matrimonio igualitario

Luis Paulino Vargas Solís

Los primeros proyectos de ley que intentaban conceder algún reconocimiento a las parejas del mismo sexo datan de 2006, 14 años atrás. Yo participé en su redacción. Hubo luego, a lo largo de los años, nuevas propuestas, otros proyectos más o menos similares. Sin excepción se trataba de reconocimientos de muy limitado alcance, centrados en cuestiones estrictamente patrimoniales, que, en algunos casos, intentando salvar las archiconocidas objeciones religiosas, recurrían a la legislación comercial ¡cómo si de un contrato mercantil se tratase!

Todo fue inútil: siempre se chocaba contra el blindaje invulnerable de un discurso religioso dogmático, que apelaba a una idea acerca del matrimonio como una institución inmutable: una especie de principio etéreo que flotaba en el aire a lo largo de las épocas, siempre la misma en cualquier sociedad, cultura o momento histórico. Todo lo cual es falaz, y basta remitirse al mismísimo Antiguo Testamento de la Biblia para constatarlo.

Pero, y en cualquier caso, nadie pretendió nunca –ni hasta el día de hoy– tocar el matrimonio en su concepción religiosa. Siempre se le ha respetado absolutamente. De lo que se trata es de actuar en el ámbito civil, para el reconocimiento de algunos derechos muy básicos a una parte de la población costarricense.

Nunca se logró nada: cero voluntad legislativa por propiciar ni el más mínimo avance. Así, hasta la opinión consultiva de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, comunicada el 9 de enero de 2018. Ante la tozudez dogmática y la inflexibilidad religiosa dominante en ámbitos legislativos, tuvimos que soportar la vergüenza de que desde afuera “se nos jalara el aire”.

Tomemos como punto de referencia la resolución de la Corte IDH: 8 meses hasta la resolución de la Sala Constitucional; casi 11 meses hasta la publicación de esta; casi 29 meses para que entre en vigencia lo dicho por la Corte IDH.

Y no olvidemos que es una historia que empezó a escribirse hace 14 años.

¡¡¡Y ahora resulta que a los diputados y diputadas no les ha alcanzado el tiempo para decidir lo que correspondía!!!!!

Qué clase de charlatanes e irresponsables.

 

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