Vladimir de la Cruz

El intercambio estudiantil internacional es una práctica que se realiza en el país, por lo menos, por lo que yo recuerdo y experimenté, desde la década de 1960. Mi esposa Anabelle a finales de esa década estuvo en un intercambio en Vancouver, en la Columbia Británica de Canadá, en la época en que eran fuertes los movimientos estudiantiles de protesta contra la guerra en Vietnam, de los hippies y de los Beatles…

Amigos cercanos han dirigido una de estas organizaciones de intercambio estudiantil y juvenil.

Nuestros hijos Presbere y Tupac tuvieron la oportunidad de ir a un intercambio estudiantil y juvenil a Nueva Zelandia, una experiencia para ellos muy rica, y llena de contrastes culturales. Tupac en la Isla del Norte, en Masterton, donde vivió con una familia de un solo hijo, poco sociable con él, que es parte de la experiencia que les toca vivir en esos intercambios, Celso de su presencia, pero su madre le dio muy buena atención e hicieron muy buena química, por el carácter especial de Tupac. Presbere también estuvo en la Isla del Norte, en Hafting, compartiendo con cuatro jóvenes, dos hermanos y dos hermanas, por lo que su experiencia de intercambio fue diferente, muy rica que todavía recuerda positivamente.

Recientemente, en el hogar y la familia que ha construido Presbere, con su esposa Laura, y sus tres hijos, Ema de 11, Constanza de 8 y Nico de 5, se les ha incorporado una joven alemana, Lily, de 16 años, oriunda de Berlín, que lleva varios meses compartiendo y viviendo con ellos, como parte de la familia, que es lo que se busca en estos intercambios estudiantiles, además de que estudia secundaria en un colegio nacional, para fortalecer su conocimiento, especialmente el idioma español, que lo habla perfectamente. En este sentido se le ha dado el trato y respeto familiar que merece.

Lily tiene muchas cualidades. Es inteligente, de hablar bajito, de una sonrisa permanente, de ojos celestes, de mediana estatura, 1.63 metros, pelo corto, es colaboradora, sin que se le pida, en todos los quehaceres de la casa, que todos realizan, no tiene problemas para comer y experimentar comidas ticas, siendo el gallo pinto una de sus comidas favoritas, es atenta, servicial, cariñosa con los miembros de la familia, super respetuosa, se apunta a viajar a donde la lleven y como una gran esponja aprende y asimila todo lo que pueda de nuestro país. Al principio reaccionaba con cuidado ante los gastos de comidas, cuando se le invitaba a almorzar o a comer algo, o se salía con ella. Siempre preguntaba si ella tenía que pagar o colaborar con el gasto de lo que ella se comía, probablemente para no hacerse sentir como una carga familiar, o un gasto adicional. Ya dejó de preguntar y entiende que es parte de la familia que la ha aceptado maravillosamente. Laura, dice, que si pudiera dejársela como hija, se la dejaría.

Está, me parece, enamorada de Costa Rica, de su gente, de sus personas. Le hace propaganda entre sus amigas alemanas al país, y dice que una vez que regrese a Alemania volverá en cuanto pueda. Desde ahora está pensando en volver… y todavía le faltan días de estancia entre nosotros.

Mis hijos Presbere y Laura son de intensas relaciones sociales. Presbere, ha cultivado desde el Kinder amistades que son como una Hermandad, un grupo de jóvenes compacto, blindado entre ellos, compañeros sin límites, leales a toda prueba, que comparten vidas familiares, que han enseñado a sus hijos, de iguales edades, a ser como ellos, familias que tienen a sus hijos como norte de sus vidas. Lily también ha sido incorporada a estas actividades del grupo de amigos y sus familias, de Presbere y Laura. Como parte de sus familias la tratan, porque además son gentes, jóvenes para mí, muy educados.

Pertenece Lily a un grupo amplio de jóvenes alemanes, cerca de 30, que como ella están viviendo esa experiencia con familias costarricenses. La organización que las trajo es muy cuidadosa con ellos, los mantiene en contacto permanente y les organiza giras en el interior del país, en distintas regiones y paisajes geográficos, donde pasan varios días disfrutando de nuestras bellezas naturales. Me parece que es una organización muy profesional en la tarea, trabajo y cuido de los muchachos que tiene o trajo bajo su responsabilidad.

En la casa, Lily tiene una excelente relación con Ema, con Constanza y con Nico. Con Constanza y Nico más, y con Nico extraordinaria, porque a pesar de la diferencia de edades, han empatado con él maravillosamente. Para Nico Lily es su hermana mayor, que también le ayuda a pintar, hablan todo el día, Lily le enseña palabras en alemán, las que Nico le solicita y otras.

Nico, con su corta edad es muy inteligente, gran conversador, de grandes iniciativas, buenísimo para hacer rompecabezas, hasta de 200 piezas ya los hace solo, de 300 y 350 piezas se le ayuda, pero cuando los empieza es hasta que los termine, “sin rendirse”, lo que parece ser un sello de los nietos, tiene una sonrisa que le cruza toda la cara, unos ojos chispeantes que hablan por todo lado, con colochillos, y con una piel morena, tostada por las asoleadas que disfruta, que lo hacen muy atractivo. Goza de gran popularidad entre sus compañeritos de prekinder.

Lily participa de las actividades extra curriculares de Ema, Constanza y Nico. Natación todos los practican. Aprendieron a nadar y a caminar a la vez. En natación, Ema ya compite. También aprendió baile flamenco que lo hacía muy bien, hasta que llegó la pandemia, y ha practicado la gimnasia. A Constanza la gimnasia le gusta mucho. En la categoría de 5 a 7 años, se ha distinguido entre las primeras, en competencias nacionales, que existen para esa edad, es muy elástica con su cuerpo. Nico bicicletea en categorías superiores a las de su edad. Los tres practican instrumentos musicales, violín y piano, y Ema tiene una voz privilegiada. También pintan, más lo hace Ema. En ese mundo está Lily, con ellos, compartiéndolo todo. Para Nico Lily es como parte suya, hablan montones, se entretienen juntos. Lily tiene una química especial hacia él, y hacia los niños, por lo que ha encajado muy bien en la familia. A Lily le dieron un cuarto propio y Ema y Constanza comparten. Nico con el suyo.

Recientemente, le pregunté a Nico:

“Nico, ¿cómo te va con tu amiga Lily?”

De inmediato me contestó:

“Abu, No es mi amiga, ¡es mi Hermana!”

En un cuadro que le pidió su maestra que pintara, Nico incorporó a Lily. Cuando la maestra le preguntó por ella, ya que no conocía a esa “persona” de la familia. Nico igualmente le dijo que era su “otra hermana”.

Lily está totalmente integrada a la familia. Es apreciada no como una visitante, o una extraña pasajera, sino como parte de la familia, como debe ser en estos casos.

Cuando Lily regrese a Alemania mucha falta les va hacer a Ema, a Constanza y a Nico, a Laura y a Presbere también, como a todos los que la hemos conocido y compartido con ella. A nuestra familia nos ha enriquecido su presencia… a los nietos Ema, Constanza y Nico ni qué decir… una experiencia maravillosa de amistad, solidaridad y de afecto para sus vidas.

 

Publicado en Facebook el 26 de abril del 2022, compartido con SURCOS por el autor.