Pequeños avances y enormes realidades del desarrollo regional

German Masís

A finales del mes de diciembre un medio de comunicación informa que San Carlos remoza su parque empresarial con valor agregado, alta tecnología y turismo de bienestar. (LN,29-12-2019, Economía)

En el artículo se menciona que “el parque empresarial de la zona norte experimenta un cambio en su oferta de bienes y servicios a raíz del mejor clima de inversión que se respira en parte por la llegada de empresas tecnológicas, apertura de zonas francas, formación bilingüe y la expectativa de mejoras en infraestructura pública”.

Entre las acciones presentadas como avances en un proceso de transformación enfocado en incrementar la productividad, el valor agregado y la calidad por medio de la renovación de su oferta de productos y servicios, se encuentran que dicho cambio viene de la mano de esfuerzos para mejorar la preparación del recurso humano bilingüe, aumentando la preparación de los 1.200 profesionales que hay en la zona, de la consolidación de la actividad San Carlos Technology Summit que reúne cada año a 500 personas encargados de empresas desarrolladoras y responsables de tecnologías y comunicación de las empresas, la disponibilidad ha crecido con más de 350 ingenieros informáticos y un dinámico grupo de firmas TIC que brindan soluciones informáticas y tienen de conexión entre ellas.

Pese a estas buenas noticias y a la importancia del impulso de esas acciones en el campo tecnológico y de formación del recurso humano, así como en el desarrollo del turismo y el comercio en la zona, es necesario valorarlas a luz de la conformación y las características de las distintas subregiones que conforman la región Huetar Norte, como la de San Carlos, la de Los Chiles, Upala y Guatuso y la de Río Cuarto y Sarapiquí y a que éstas presentan importantes diferencias en cuanto a la concentración de las actividades productivas y el acceso desigual a los servicios, lo que favorece que los avances mencionados se concentren en determinados centros de población, como Ciudad Quesada.

Ligado a lo anterior, éstas subregiones, generan necesidades, demandas y proyectos diferentes que movilizan los recursos y la acción institucional hacía acciones específicas que no siempre están interconectadas, como las que se incluyen en el programa Franja de Desarrollo de la Administración Alvarado que incluye una lista de proyectos para la reactivación económica en los cantones fronterizos, en energías alternativas, agua potable, emprendimientos verdes, turismo en comunidades indígenas y agroindustrialización. (LN 30-3-2019)

Así mismo, es bueno tener en consideración que desde hace más de 18 años, la región Huetar Norte se ha planteado la elaboración de una estrategia de desarrollo integral impulsada por la anterior Zona Económica Especial y actualmente por la Agencia de Desarrollo de la Zona Norte, constituida por la Cámara de Comercio, la Academia, la Municipalidad y otras instituciones y sectores, que ha buscado impulsar iniciativas para el crecimiento de la economía y el empleo de la región, pero que aún no logrado articular verdaderos ejes de desarrollo y un nivel de concertación interinstitucional e intersectorial importante, prueba de ello ha sido que en la en la zona se han impulsado 2 parques empresariales, uno de ellos ubicado en Muelle, pero no se ha logrado una atracción significativa de empresas para consolidar el establecimiento de estos parques.

Igualmente, resulta incierto que los sectores de la zona tienen grandes expectativas en los proyectos como la construcción del aeropuerto y la ampliación del tren de carga hasta Muelle, obras a mediano plazo que consideran determinantes para explotar más el potencial productivo, pero no se considera la reconstrucción al menos parcial de la trocha fronteriza y la conclusión de la carretera a San Carlos, obras ampliamente demandadas por la población.

Otro tema fundamental en el desarrollo de la región Huetar Norte, es el modelo de desarrollo económico vigente y las posibilidades de lograr una transformación importante del mismo, el cual está centrado en monocultivos, en la producción de naranja, piña y raíces y tubérculos a gran escala, junto a la producción ganadera extensiva y de granos. Frente a esa dinámica económica, social y ambiental de la región se plantean grandes desafíos al desarrollo regional, ya que la dinámica productiva en especial agroexportadora no está generando el empleo necesario para sostener a la población de la zona y estas formas de producción presentan una creciente degradación y pérdida de su rica base de recursos naturales.(Cudeca,2011).

Respecto a la orientación hacia una producción agrícola y agroindustrial más sostenible en la región, son escasas y puntuales las noticias mencionadas, como que en el sector de raíces y tubérculos los esfuerzos se dirigen a tener una oferta con mayor valor agregado, aplicar buenas prácticas y responder a la demanda de producción carbono neutral, que una empresa capacita a más de 200 productores, se ha elaborado manuales de BP y se cuenta con un proyecto de semillas de yuca limpia, mientras otra empresa logra producir energía más limpia a partir de desechos de madera

El desarrollo de la región Huetar Norte, presenta una dinámica económico-productiva que expresa territorialmente la implementación del modelo de apertura comercial que se ha venido gestando desde los años noventa, la que requiere ser modernizada y diversificada con la introducción de actividades de alto valor e innovación, de uso intensivo de nuevas tecnologías, importantes flujos de inversión público y privada y de incorporación incluyente de todos los sectores y actores del desarrollo en las subregiones y comunidades

Como lo indicara un estudio de SEPSA-PROCOMER del año 2008, a pesar de las potencialidades de la RHN (invaluables recursos naturales, para la producción para el mercado nacional y para la exportación), contradictoriamente, presenta bajos índices de desarrollo social y humano (Upala, Los Chiles y Guatuso, poseen las posiciones más bajas entre los últimos diez cantones más pobres del País); existe una concentración de la actividad productiva, de la exportación y de los servicios básicos en los principales cantones y se expresan grandes disparidades a lo interno de la Región.

Además como lo apuntara el XIII Informe del Estado de la Nación “la respuesta de las instituciones públicas a los desafíos y oportunidades que presenta la Región Huetar Norte se caracteriza por la dispersión, los agotados esquemas de coordinación regional de las instituciones públicas, los cuales no coinciden unos con otros, lo que dificulta emprender programas integrales de alcance regional”.

 

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