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Etiqueta: 29 de octubre de 1821

Los avatares de setiembre y octubre de 1821

Vladimir de la Cruz

El mes de la Patria se le ha llamado generalmente a este mes de Setiembre, asociada esa denominación a la celebración que se ha hecho tradicionalmente del 15 de setiembre, cuando en Guatemala en 1821, se declaró la Independencia de esa Provincia, que era a la vez parte y capital de la Capitanía General de Centroamérica, que estaba constituida por las provincias de Chiapas, Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica y el Partido de Nicoya.

Los sucesos de Guatemala, de acuerdo al Acta misma de ese día, provocan la declaración de la Independencia de Guatemala, en la que dispone comunicar al resto de las provincias de la Capitanía General de Guatemala, lo que se hace, para que resuelva cada región lo que estime a su conveniencia.

Hecho es que, si la cabecera de la región resolvía independizarse, la Capitanía en sentido estricto se desintegraba, y dejaba libremente al resto de las provincias para que tomaran sus respectivas decisiones.

Chiapas lo había hecho con anterioridad al 15 de setiembre. A finales de agosto y a principios de setiembre de 1821 los pueblos de Chiapas habían declarado su Independencia, agregándose al Imperio mexicano de Agustín de Iturbide. El 28 de agosto el Cabildo de Comitán así se había pronunciado; el 3 de setiembre lo hizo el ayuntamiento de Ciudad Real, hoy San Cristóbal; el 5 de setiembre lo hizo el Ayuntamiento de Tuxtla, y el 8 de setiembre, la Provincia de Chiapas, como un todo, se pronunció por la Independencia.

Comunicadas estas decisiones de las comunidades de Chiapas a Guatemala, contribuyeron, para que en los días 13, 14 y 15 de setiembre, bajo la presión popular del pueblo guatemalteco, se tomara la decisión de declarar la Independencia, que desde agosto, por un enviado de Agustín de Iturbide, se presionaba también para declarar la Independencia y su anexión a México.

En Guatemala, desde el 4 de setiembre se recogían firmas para presionar por la declaratoria de la Independencia, lo que se discutía en el Ayuntamiento de Guatemala. En El Salvador sucedía lo mismo por iniciativa del padre José Matías Delgado.

El Acta de Independencia de Guatemala se hace circular al resto de las provincias. El 21 de setiembre se conoció en El Salvador, en que, ese mismo día, se pronunció por Independencia, en los mismos términos que lo había hecho Guatemala. El 28 de setiembre la noticia de la Independencia de Guatemala llegó a Honduras, a la ciudad de Comayagua, y a la Villa de Tegucigalpa, con copia también del Acta de Ciudad Real de Chiapas, pronunciándose Comayagua y Tegucigalpa por la Independencia, integrándose a México.

En Nicaragua el 23 de setiembre el Jefe Político Miguel González Saravia, enemigo de la Independencia, envió a Guatemala, un documento declarando la fidelidad a la monarquía española. El 27 de setiembre les llegó la noticia de la Independencia de Guatemala lo que obligó a que se convocara a las autoridades para definir su situación, reunión que se hizo el 28 de setiembre, que se pronunció dubitativamente sobre la Independencia, declarando acordarla hasta que “se aclararan los nublados del día”, situación que se mantuvo hasta mediados de octubre cuando rectificaron esa acta declarando su Independencia.

En Costa Rica, el 13 de octubre se conoció la noticia de lo sucedido en Guatemala, el 15 de setiembre; y, en León de Nicaragua el 28 de setiembre. A partir de ese momento se alteró el ambiente nacional entre los principales pueblos del Valle Central, Cartago, San José, Heredia, Alajuela, Escazú, Barva y Ujarraz.

Desde el 14 de octubre San José se pronunció por integrar una Junta, que tuvo su primera reunión el 25 de octubre. El día siguiente se volvieron a reunir momento en que se propuso integrar una Junta Superior Gubernativa de carácter provisional, lo que impulsó a reunirse urgentemente en Cartago, donde descansaba la capital de la Provincia de Costa Rica, el 29 de octubre, para resolver en definitiva la situación.

El 28 de octubre se conoció en San José la decisión de Nicaragua de octubre que declaraba en definitiva la Independencia, lo que sumó al entusiasmo por declarar la Independencia absoluta del imperio y del gobierno español.

Así, el 29 de octubre, en Cartago, reunidos los representantes de los pueblos que se habían convocado tomaron la decisión de declarar la Independencia de Costa Rica. De esta manera, la fecha del 29 de octubre 1821 se impuso como la fecha de la Independencia nacional, la que debe celebrarse este día.

Sin embargo, por la decisión del Acta de Independencia de Guatemala, en la cual se convocaba a la integración de un Congreso, con representantes, diputados, de los pueblos para definir en forma absoluta la Independencia y en caso de que así se hiciera, formar un Gobierno y establecer una Ley, una Constitución, que lo sustentara.

El Congreso, Asamblea Nacional Constituyente, se constituyó hasta julio de 1823. Así empezó a funcionar las Provincias Unidas de Centro América y la República Federal de Centroamérica, que al integrarnos constituimos, como experiencia histórica institucional, el Estado de Costa Rica, como parte de esta organización centroamericana.

En la Asamblea Constituyente del primero de julio de 1823 se volvió a afirmar la Declaratoria de Independencia absoluta de España y de México, como de cualquier “otra potencia del mundo nuevo y antiguo”.

La Asamblea Nacional Constituyente de las Provincias Unidas de Centroamérica recordó memorar el 15 de setiembre de 1821 “en que el pueblo de Guatemala proclamó su independencia del gobierno español”, de manera que “se celebre con todas las demostraciones”, y se “declare feriado en esta capital”, Guatemala.

Igualmente, acordó “celebrar la Memoria en que todos los pueblos de las Provincias Unidas de Centroamérica, el día en que cada uno proclamó su Independencia del gobierno español”.

De esta manera, celebramos el 15 de setiembre el día que Guatemala declaró su Independencia, detonante de las declaraciones de Independencia del resto de las provincias centroamericanas. Pero, en el caso costarricense nos corresponde celebrar la Independencia de Costa Rica el 29 de octubre del 1821 próximo, así también decretado por la Asamblea Nacional Constituyente de las Provincias Unidas de Centroamérica.

 

Compartido con SURCOS por el autor.

El 29 de octubre de 1821 las autoridades firmaron el acta de la Independencia en el Ayuntamiento de Cartago

Hoy 29 de octubre se debería de celebrar con mayor regocijo y satisfacción el día de nuestra independencia de España. Fue el 29 de octubre de 1821 que las autoridades de aquel momento reunidas en el Ayuntamiento de Cartago decretaron y firmaron, según lo dice expresamente el acta: “Que se publique, proclame y jure solemnemente el jueves 1 de noviembre la independencia, absoluta del Gobierno español:» y como se lee también es el 1 de noviembre el día dispuesto para que esa independencia se diera oficialmente.

Sin embargo, por mera tradición seguimos celebrando nuestra independencia el día 15 de setiembre rememorando un acontecimiento en el que no tuvimos participación y del que no se supo nada hasta en octubre, incluso cuando ya había pasado, el 11 de octubre de 1821, en León Nicaragua otro acontecimiento en el que si estábamos representados y que fue precisamente el que se conoce en su momento en Costa Rica.

Otro elemento sorprendente que se registra en dicha acta fue el acuerdo segundo que expresamente dice: “Que absolutamente se observarán la Constitución y leyes que promulgue el imperio mexicano en el firme concepto de que en la adopción de este plan consiste la felicidad y verdaderos intereses de esta provincia”. Afortunadamente eso no sucedió y Costa Rica inició su vida independiente con una disputa sobre dicho sometimiento al imperio de Iturbide que afortunadamente ganó el criterio de no hacerlo. Republicanos e imperialistas en 1823 se disputaban el futuro del país y fueron los republicanos los victoriosos.

Nuestra historia debería estar más presente y al menos en esta fecha rendir tributo a los que valientemente tomaron ese primer acuerdo y oficializar de alguna manera nuestra independencia de España.

Quizá esa decisión pudiera darnos un mayor arraigo nacionalista a esta Patria y se diera en nosotros un mayor deseo de defenderla de tantos que quieren hacerle daño, aunque hayan nacido en esta tierra.

Hoy más que nunca se requiere de ese amor al país y especialmente por los que tienen el poder político y económico, que no son siempre los mismos y que se enfrentan entre sí causando mucho daño, en ocasiones a esta Costa Rica que merece mejor presente y que añora un mejor futuro.

Conocer la historia podría ayudar a lograr esa unidad que tanto necesitamos y que fue ejemplo que dieron nuestros antepasados, especialmente después de ese enfrentamiento fugaz.

Dios quiera podamos lograrlo.

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Nuestra independencia, dos fechas y un feriado

Freddy Pacheco León

A propósito de la ocurrente discusión legislativa alrededor del feriado equivocado (parece que es lo único que les interesa) del 15 de setiembre como parte de un final de semana largo para ayudar al turismo local, cabe recordar a los señores diputados un par de cositas que habrían de tomar en cuenta en el debate que se ha propuesto.

Lo que se firmó el 15 de setiembre de 1821 fue la declaratoria de independencia de la Capitanía General de América Central, que desconocía la autoridad colonial de España. Los costarricenses no solo no se enteraron, sino que poco les importaba lo que se había decidido allá lejos en Guatemala, pues lo sucedido ese día estaba lejos de hacernos un país independiente, aunque se reconoce que fue un paso adelante hacia el ejercicio de nuestra plena soberanía.

Al conocerse la noticia, que algunos consideraron positiva mientras otros la desdeñaban por irrelevante, sucedió un hecho de gran trascendencia histórica. Resulta que a poco más de un mes de los hechos en Guatemala y en la Diputación provincial de León, exactamente el 29 de octubre «se firmó y juró en la ciudad de Cartago, con la participación del pueblo y de las autoridades de la provincia, nuestra ABSOLUTA INDEPENDENCIA del Gobierno Español».

Hecho trascendental expresado, sin ambigüedades mezquinas, por el expresidente Daniel Oduber en su Decreto Ejecutivo N°5303-E del 23 de octubre de 1975, mediante el cual se pretende (¡porque no ha sido derogado!) recuperar la fecha del 29 de octubre como la que ha de reunirnos en la gran celebración nacional de nuestra independencia patria.

Don Daniel lo hizo, escribió, porque «la fecha del 29 de octubre de 1821 debe ser consagrada en las páginas de nuestra historia como el INSTANTE TRASCENDENTALMENTE SUBLIME en que el pueblo costarricense juró y consagró su destino a la causa de la libertad, la democracia y de los más altos ideales de justicia y de igualdad entre los hombres».

Y es que como escribe el historiador Miguel Rojas, el acta del 29 de octubre es la que registra el nacimiento de Costa Rica como país, y expresa su ligamen tierra-cosmos y su presencia internacional para siempre fuera del yugo español. Lo demás es un producto de una costumbre que no necesariamente es correcta.

¿Debe celebrarse la Independencia el 15 de setiembre o el 29 de octubre?

(29 de octubre de 1821 fecha de la independencia de Costa Rica,

Ensayo de Miguel Rojas, BBB Producciones, San José, 2014)

Por Adriano Corrales Arias

hachaencendida@gmail.com

Con una prosa sencilla pero apasionada y contundente, el historiador y dramaturgo Miguel Rojas Jiménez, nos invita a participar en el debate de la historiografía nacional acerca de la génesis de nuestra independencia y su proceso histórico. Específicamente sobre la delimitación del día en que la naciente república costarricense se independizó de los dominios de España.

Por supuesto, el autor desde el principio nos deja ver muy clara su posición con un epígrafe tomado de la Comunicación del Congreso Provincial de Costa Rica que ratifica el 29 de octubre de 1821 como la fecha de Independencia de Costa Rica, firmado por José María Peralta, Diputado Presidente y Rafael Osejo Diputado Secretario, el 19 de marzo de ese año en Cartago (fuente: Archivo Nacional de Costa Rica).

El alegato de Rojas Jiménez es arduo y parte de una cronología de estudios y fuentes de información como referentes del 29 de octubre de 1821. Luego echa un vistazo a los antecedentes de la independencia y su complejo proceso de correos, cabildos y hechos militares, para comprender el año de 1821, pasando por el estado en que se encontraba la Provincia de Costa Rica (“tierras altas” y Partido de Nicoya). Luego pasa por los hechos políticos y militares que se suceden en Chiapas, México, Guatemala, Honduras y El Salvador, básicamente.

Y al final remata con un apéndice, donde, punto por punto responde a sus detractores ante un proyecto de ley presentado a la Asamblea Legislativa para cambiar la fecha de la celebración de nuestra independencia. Así, en una exhaustiva y puntual réplica, señala los supuestos desaciertos del Ministerio de Educación, la Academia de Geografía e Historia de Costa Rica y el Archivo Nacional, según consulta de la Asamblea Legislativa.

El texto cuenta con un anexo importante que va desde cantos para celebrar la Independencia el 29 de octubre, pasando por el Plan de Iguala con la proclama de Iturbide, la Sala 29 de Octubre que existía en el antiguo edificio del Archivo Nacional y la celebración de esa fecha en el mismo archivo en 1979, hasta los datos de la Independencia de Comitán, Ciudad Real y Tuxtla el 3 y 5 de setiembre de 1821, el Acta de Independencia de la ciudad de Guatemala del 15 de setiembre de 1821 (léase bien “ciudad de Guatemala”, ni siquiera de la provincia/país de Guatemala e, incluso, con visos de nulidad dado que no estuvieron presentes todos los delegados), el bando de la Diputación de León del 11 de octubre de 1821, el Acta de Independencia de Costa Rica del 29 de octubre de 1821 y el Acta del pronunciamiento de independencia del Ayuntamiento del Partido de Nicoya el 26 de octubre de 1821.

Antes de ello hemos conocido el hecho importantísimo de la declaratoria del 29 de octubre “como fecha destinada a la conmemoración de la firma y jura de nuestra Independencia Patria”, por parte del gobierno de Daniel Oduber (1974-1978) y firmado por su Ministra de Cultura; Juventud y Deportes y encargada del Despacho de Educación Pública, la recordada escritora Carmen Naranjo Coto, el 3 de octubre de 1975. Aunque este decreto tiene dos pifias, según el autor (habla de la Capitanía General de Guatemala que de hecho y derecho ya no existía y de la Diputación Provincial de León en su comunicado de setiembre de 1821 que no resolvió nada para Costa Rica), es un antecedente fundamental para aspirar a que los costarricenses en un futuro próximo celebremos la independencia de España los días 29 de octubre.

Las conclusiones no dejan duda alguna. Cito: “Concluimos el estudio presente con la certeza de que el 29 de octubre de 1821 es la fecha histórica y jurídica de la Independencia de Costa Rica, así como que es la que señala la soberanía histórica del país, ratificada en el contexto de la época en nuestra primera constitución política, conocida como Pacto de Concordia, el 1º de diciembre de 1821”. Lo anterior, como ya se dijo, basado en un riguroso análisis de documentos de la época y estudios y conclusiones de diversos historiadores e investigadores.

Vale la pena leer este alegato en favor del cambio de celebración de nuestra independencia para que la polémica baje de la élite académica y política a la discusión ciudadana. Así, personas que no somos especialistas, podríamos aportar a la recuperación de lo que Miguel Rojas llama la “soberanía histórica”, pues, al parecer, hemos venido celebrando una independencia errónea, por tanto falsa y artificial, es decir, de antorchas, faroles y desfiles escolares impostados en nuestras más profundas identidades.

Adriano Corrales Arias
hachaencendida@gmail.com

[1] Escritor costarricense

 

Enviado a SURCOS por Adriano Corrales Arias.

Fuente original