El mural “Encuentros” tiene como mensaje central “Cuando nos encontramos, crecemos con más fuerza”. Foto Laura Camila Suárez.
El proyecto “Lienzos Urbanos” realizó el pasado 7 de noviembre la inauguración del mural «Encuentros«, cuyo mensaje central fue “Cuando nos encontramos, crecemos con más fuerza”. Este mural fue construido colectivamente por jóvenes privados de libertad, personas de la comunidad de Granadilla de Curridabat, estudiantes de la UCR y artistas colaboradores.
La actividad buscaba rescatar el arte como un elemento fundamental y revolucionario que permite la transformación, el cambio y la integración. Así lo indicó Melania Rodríguez, participante de la IE-82, quien además afirma que “la cárcel no es solo un tema de quienes están adentro y de sus familiares, sino de toda la sociedad”.
“Para mí fue algo nuevo, una oportunidad más que le dan a uno de aprender nuevas cosas y de compartir con otras personas y aprender que hay diferentes métodos para expresarse (…) significa algo muy importante porque nos están dando la oportunidad de mostrar que somos aptos para compartir con gente de afuera y que no solo porque estamos privados de libertad somos algo raro”, afirmó Daniel, joven residente del Centro Ofelia Vicenzi.
En el proceso participaron chicos entre 18 y 24 años del Centro Especializado Ofelia Vicencio y que forman parte del Programa Penal Juvenil. Además de la comunidad de Granadilla, se contó con la participación de la Casa del Pueblo de la Municipalidad de Curridabat y el apoyo del Ministerio de Justicia y Paz.
Estudiantes de la Iniciativa Lienzos Urbanos: María José Cabezas y Josué Leiva de la carrera de Psicología, Fabiola Palacios de Trabajo Social y Melania Rodríguez de Comunicación Colectiva. Foto Laura Camila Suárez.
Maira Segura Valladares, integrante del grupo de folklore y teatro Senderos de Amistad de la Casa del Pueblo comentó: “para mí es primera vez que participo con estos muchachos y en sí me enriquece porque ver esta pintura en realidad es resaltar el arte en ellos y para nosotros también, nos enriquecemos en venir a alegrarles el espíritu con nuestros bailes”. Lienzos Urbanos tiene como objetivo crear procesos de reflexión y aprendizaje con jóvenes privados de libertad en y personas de la comunidad. Para esto, desarrollaron espacios que permitieron el abordaje de temáticas como diversidad, comunidad y unión y lograron que las personas participantes conocieran otras realidades por medio de la promoción, la reinserción social y la sensibilización sobre la población privada de libertad.
Lienzos Urbanos es una de las Iniciativas Estudiantiles (IE) de la Vicerrectoría de Acción Social (VAS) de la Universidad de Costa Rica (UCR). Estas iniciativas son proyectos de Acción Social desarrollados por estudiantes de bachillerato y licenciatura de la Universidad de Costa Rica en comunidades de todo el país.
Uno de estos corresponde a la población de graduados y graduadas de la Universidad de Costa Rica, que debatió sobre los ejes conceptual, estructural y funcional de la acción social durante su Encuentro de reflexión de graduadas y graduados para el aporte comunitario desde la UCR, realizado a finales de setiembre pasado y cuyos aportes fueron compartidos en el Encuentro de puesta en común, que tuvo lugar los días 26 y 27 de octubre del año en curso.
“Estamos pensando no solo en que la población graduada pueda actualizarse profesionalmente, sino como partícipe en este proyecto que tenemos como universidad a propósito del Foro de Acción Social, que nos viene a decir qué es lo que tiene que hace la universidad, el papel fundamental que cumple como un actor central en la sociedad hacia un camino más equitativo”, explicó Rebeca Gu Navarro, coordinadora de la Unidad de Graduados y Graduados, adscrita a la Vicerrectoría de Acción Social (VAS).
La magister Ileana Alfaro reconoció como muy valioso el Encuentro reflexivo de graduadas y graduado porque hasta ahora no había un lugar para la discusión de esa población universitaria. Foto archivo VAS.
De acuerdo con Gu Navarro, el propósito no es ejecutar proyectos de manera aislada, sino generar una diversidad y pluralidad en las voces y las necesidades para poder hacer una atención más oportuna, partiendo de la relación tripartita universidad, sociedad y población graduada”.
En el encuentro citado, las personas participantes consideraron que “deberían tener la oportunidad de incorporarse a proyectos e iniciativas de acción social; apoyar en la formación profesional, dar charlas, acompañar a campo, ser mentores de los y las estudiantes prontos a graduarse, participar en la investigación, nutrir los conocimientos y metodologías de trabajo que se proponen y ejecutan desde la Universidad”, esto en lo referente al eje conceptual propuesto por el foro.
En el aspecto estructural también hubo consenso, ya que se discutió que “las condiciones actuales desincentivan el ejercicio de la acción social pues hay muchas trabas, sobrecargo laboral y pocos incentivos, comparados con la posibilidad de investigar y publicar que permite ascender en régimen con menos complicaciones”.
Voces graduadas
Sobre el eje funcional en el encuentro se concluyó que las unidades académicas muestran poco interés en la población graduada, a menos que se involucre en un proceso de acreditación o reacreditación de alguna de las carreras.
Para el Ing. Harold Sánchez, graduado de la UCR y actualmente jubilado, su interés en participar en el encuentro radicó en su idea de “aprovechar los recursos que tenemos a montones, pero que no los sabemos y no nos comunicamos. Aquí veo una forma de aprovechar eso, tanto los recién graduados que pueden hacer prácticas o pasantías; así como lo que ya tienen sus vidas estables o jubilados que tenemos conocimiento de toda nuestra vida de trabajo y podemos aportar a las comunidades y estudiantes porque ya tenemos mucho más tiempo y disponibilidad”.
El graduado Harold Sánchez expresó su anuencia en participar activamente en los procesos de acción social con miras al bien común de la sociedad. Foto archivo VAS.
Además, enfatizó que la UCR forma personas para servir a la sociedad. “No solo se trabaja por dinero; también se trabaja por bienestar. Lo que necesitamos es un mecanismo de la universidad para compartir la información y los recursos disponibles”, recalcó.
De la misma manera, la magister Ileana Alfaro Álvarez, docente de las escuelas de Agronomía y Tecnología de Alimentos, dijo que “la acción social involucra muchas cosas, vinculación, trabajo con comunidades, mejoras en los procesos de formación. Los graduados tienen que participar activamente ayudándonos a formar mejor, a actualizar profesionalmente, y a mejorar la sociedad de manera conjunta”.
Asimismo, esta población tiene la posibilidad de participar en iniciativas interdisciplinarias y ver “proyectos comunes que podemos hacer entre las distintas unidades académicas y centros de investigación”, acotó Alfaro.
Otras de las recomendaciones de los graduados y graduadas es que la UCR podría vincularse a colegios profesionales y otras organizaciones privadas y públicas para poner en valor “las posibilidades y alcances de esta relación, así como los beneficios mutuos que puede obtener cada parte”.
El foro compartirá la sistematización de los aportes de las unidades académicas participantes a la fecha en las Jornadas de profundización, debate y propuestas de acción social, los días 12 y 13 de diciembre próximos.
Cambios en el currículo de las carreras y participación estudiantil son retos para la acción social futura
Denis Joel Segura Ujueta (con micrófono), estudiante participante en el Espacio de Puesta en Común, considera que el eje conceptual de la Acción Social universitaria está desactualizado y se ha quedado en términos muy académicos y no tanto en la praxi, además que este es un proceso dual. Le acompaña Steven Zúñiga, del colectivo de hip hop comunitario Artrópodos, de Concepción de Alajuelita. Foto Karla Richmond-ODI UCR.
“Las instituciones de educación superior tenemos la responsabilidad de formar a las y los estudiantes, para que se conviertan en ciudadanos profundamente motivados, provistos de amplio sentido crítico, capaces de analizar los problemas de la sociedad, de buscar soluciones, aplicarlas y asumir responsabilidades sociales”, comentó la M.L. Marjorie Jiménez Castro, Vicerrectora de Acción Social durante la apertura del Espacio de puesta en común de aportes de los Encuentros comunitarios y de reflexión acerca de la Acción Social realizado los días 26 y 27 de octubre pasados.
Al personal docente y administrativo de las unidades académicas, de la Vicerrectoría de Acción Social (VAS) y líderes comunitarios se unieron las voces de estudiantes que participaron en las discusiones de este espacio.
Jóvenes universitarios y estudiantes avanzados del Taller Nacional de Teatro, del Ministerio de Cultura y Juventud, organizaron talleres a personas sordas cuyo producto fue la obra “El manicomio de los recuerdos”, que se estrenó el pasado el 30 de setiembre de 2017, en el marco del Festival Internacional Sordo 2017. Foto cortesía FIS 2017.
Cambios metodológicos. Adriana Araya, estudiante de Antropología, destacó la pertinencia del Espacio en Puesta en Común, y el Foro de Acción Social en general, ya que ha permitido el diálogo entre distintos sectores universitarios y comunitarios. Asimismo, fue una oportunidad para conocer de cerca el trabajo que se realiza y el tipo de articulaciones que existe entre la universidad y la sociedad.
Sin embargo, Araya señaló que existen debilidades en los proyectos de acción social. A su criterio debe fortalecerse la construcción participativa en las mismas comunidades, “hay metodologías que no calzan con los momentos que están viviendo. Por ejemplo, no puede llegarse y pretender enseñar a pescadores cómo hacer un video y darles talleres que no han pedido. Lo que se haga no debe afectar la actividad propia de las comunidades”, dijo.
“Soy Joven y también sueño: juntos y juntas por nuestras comunidades” es otro de los proyectos de Acción Social que apoya al Colectivo Liderazgo Juvenil Salitre, con la coordinación de la estudiante de Psicología Abigail Rodríguez Calderón. Foto archivo VAS.
“No pretendamos que de la noche a la mañana estén dispuestos a participar en algún proyecto, cuando tienen necesidades específicas y están pasando momentos determinados. Tenemos que saber primero cuáles son sus inquietudes”, agregó.
Por su parte, Kathy Piedra Corella, estudiante de Antropología Social, reclamó mayor acompañamiento por parte de la universidad en el monitoreo y evaluación de los proyectos que se ejecutan. Como estudiantes tenemos pocos espacios para ser gestores de proyectos debido a que existe poco vínculo entre los ejes de Docencia y Acción Social, en parte porque los docentes prefieren inscribir más investigaciones ya que les da más puntos para ascender en el régimen académico. En ese aspecto existe inequidad en la universidad al considerar que para lograr el vínculo con las comunidades no se requiere investigar, profundizar en el abordaje ni sistematizar”. Piedra Corella es responsable del proyecto de “¡Soy sordo, no mudo!”, adscrito al programa de Iniciativas Estudiantiles de la VAS.
“Mi experiencia en el trabajo comunal fue desastrosa. Lo hice en Bahía Drake. Fuimos 50 personas invadiendo una comunidad, sin tener un vínculo o una idea clara de qué se quería hacer. A ese nivel creo que hay muchas discusiones que no se han dado y por eso hay docentes que hacen ese tipo de cosas. Hay que hacer un proceso de reflexión para que estudiantes y docentes construyamos unos criterios mínimos sobre qué es acción social y unos principios éticos y políticos desde los cuales mirarla, plantear las propuestas de trabajo para no hacerlas así porque tienen consecuencias en las comunidades”, relató Jeffrey Rodríguez Abarca, estudiante de Trabajo Social y Filosofía.
El estudiante Jeffrey Rodríguez Abarca fue uno de los estudiantes que participó en el Espacio de puesta en común de aportes de los Encuentros comunitarios y de reflexión acerca de la Acción Social realizado los días 26 y 27 de octubre pasados. Foto Eduardo Muñoz.
Rodríguez manifestó que en el Espacio de puesta en común se estaban buscando consensos, pero a su criterio el único “fue que todo era un nudo problemático, eso dice mucho. La acción social es una quimera, todo puede caber y al mismo tiempo todo no puede caber porque hay muchas discusiones que no se han desarrollado. Si a nivel docente hay mucho en qué trabajar, a nivel estudiantil es el doble por hacer, porque las discusiones que se daban eran muy docentes y académicas, dejando de lado la parte estudiantil y de comunidades”
Rodríguez criticó que se escuchó a los docentes hablando de sí mismos y de sus condiciones; eso es una parte pero el asunto va más allá, se trata de contemplar las repercusiones en las comunidades y el estudiantado. Hay que complejizar mucho más las discusiones”.
La estudiante Piedra Corella pidió mayor capacitación para que estudiantes aprendan cómo presentar y gestar proyectos, y que en la malla curricular se incluya estas iniciativas con una interacción entre Docencia, Investigación y Acción Social.
Posterior a este encuentro, la comisión organizadora se abocó a la sistematización de los aportes de las mesas de trabajo para nuevamente convocar a las unidades y comunidades participantes a las Jornadas de profundización, debate y propuestas de acción social, los días 12 y 13 de diciembre próximos.
Eladio Vásquez Piña fue el promotor de los cursos en ASOPAPEDI porque quiere ser un artista para vender sus cuadros y ayudar a su mamá.
La Dirección de Extensión Universitaria de la UNED vista sus proyectos en todo el país, así la directora, Yelena Durán y los coordinadores de los programas de esta dependencia conocen en estas visitas lo que están haciendo sus compañeros de la con el fin de sensibilizarse más e idear un trabajo en conjunto. El dos de noviembre visitaron el proyecto de talleres de muralismo, dibujo y pintura en Orotina, San Mateo y Labrador de Alajuela, que desarrolla el artista Denis Castillo del Programa Promoción Cultural y la extensionista Jeannette Rodríguez.
El trabajo que realiza Castillo en la zona está dirigido a grupos de mujeres, que ahora unidas y empoderadas descubrieron sus talentos y cuentan las historias de sus pueblos por medio de pinceles y colores, plasmándolas en lienzos y paredes públicas.
Doña Maritza Álvarez en San Mateo ama pintar animales. Aquí terminando una iguana.
Las participantes de los talleres coincidieron en que gracias la capacitación surgió un grupo unido de amigas, que descubrieron su potencial con el impulso y dedicación sincera de Castillo y Rodríguez. «Hemos dejado la vida en esto, es un premio de la vida poder pintar desde el corazón. Juntas aprendimos a ser mejores personas y a trascender en la vida. Agradecemos a la UNED que por medio de la Dirección de Extensión nos han enseñado a enaltecer la humanidad que hay en los pueblos y que a veces se olvida«, contó Andrea Agüero, nueva pintora y artista.
También conocieron el trabajo que se hace con ASOPAPEDI, una asociación de padres de familia con jóvenes con alguna necesidad educativa; todos los chicos y chicas de corazón valiente disfrutan y celebran cada nuevo trazo que aprenden a hacer con la paciente guía del pintor. “Tenemos jóvenes mayores de 18 años y menos de 25, nos unimos varios padres para atender a nuestros hijos pero también a muchos otros jóvenes que no contaban con un espacio para ayudarles con terapia y muchas otras actividades que estimulan su vida”, comentó Sonia Cascante, de ASOPAPEDI.
Mural en Labrador de San Mateo de Alajuela, rescata el papel de la mujer en el desarrollo del pueblo. El pintor Denis Castillo trabaja con los miembros de los talleres, diseñando los bocetos y pintando las paredes.
Los coordinadores y la directora de la Dirección de Extensión, gracias al acercamiento a estos proyectos de arte, ya están pensando en cómo llevar a esos grupos más servicios relacionados a la formulación de proyectos, emprendedurismo, metodologías de enseñanza, soporte emocional a los padres y muchos otros aportes.
«Agradezco la sensibilidad y el interés de mirar la extensión universitaria más allá de un escritorio y vivirla, palparla, saborearla, donde realmente se lleva a cabo: en las comunidades. Es ahí donde verdaderamente se da el diálogo y el intercambio Universidad Sociedad y se toman los insumos para decir con orgullo que somos una función sustantiva del quehacer académico. Orgullosa y feliz de ser parte de la Dirección de Extensión Universitaria, que día a día hace acción social de una u otra forma en todos los rincones del país«, opinó Jeannette Rodríguez extensionista del Centro Universitario de la UNED en Orotina.
Enviado por Martha V. Herrera Pérez / Comunicadora, Divulgación y Comunicación / Dirección de Extensión Universitaria / Universidad Estatal a Distancia.
Sede del Caribe imparte taller sobre buceo a comunidades con la colaboración de estudiantes de la Universidad del Este de Carolina, EE. UU.
Otto Salas Murillo,
Periodista Oficina de Divulgación e Información, UCR
Jóvenes limonenses quienes residen en comunidades del Caribe sur participan activamente en los talleres sobre arqueología subacuática y buceo tradicional incluidos en este proyecto (foto Anel Kenjekeeva).
Sucesos del pasado que marcaron el desarrollo del Caribe costarricense y que en muchos casos se trata de información desconocida, tienen sus eslabones sumergidos en las costas y para poder conocer y entender qué fue lo que aconteció hay que sumergirse en el agua, seguir las pistas, recuperar los vestigios y analizarlos.
El proyecto denominado El mar y sus beneficios, coordinado por la M.Sc. Marianita Harvey Chavarría, en colaboración con la M.Sc. María Suárez Toro, tiene precisamente como objetivos rastrear la historia del Caribe sur mediante la arqueología subacuática, impartir talleres de buceo a las y los miembros de las comunidades cercanas, y ayudar a que se conozcan aspectos desconocidos del pasado local; dicho proyecto está inscrito en el Departamento de Acción Social en la Sede del Caribe y se desarrolla principalmente en Puerto Vargas, en Cahuita.
Antes de iniciar el rastreo en las aguas de Puerto Vargas, los participantes trazan un mapa del área que se va a analizar con puntos definidos para la orientación (foto Anel Kenjekeeva).
“Instruimos a niños, jóvenes y adultos de las comunidades de Cahuita, Puerto Viejo y Manzanillo sobre buceo tradicional, en diversos niveles, y también les brindamos capacitación en buceo arqueológico, esto porque tenemos en nuestras costas barcos hundidos que datan de muchos años atrás en los que al parecer venían esclavos; de esta forma podemos recuperar parte de nuestra historia que aún no ha sido contada y que no se ha podido palpar, pero que podemos ir armando mediante los objetos o artefactos que podemos encontrar en el mar”, explicó Marianita Harvey, quien además es profesora y directora de Acción Social en la Sede del Caribe.
Restos de una edificación tipo muelle se puede observar en la playa de Puerto Vargas, Cahuita, la cual se supone sirvió en algún momento para el transporte de cargamentos de madera (foto Anel Kenjekeeva).
Dentro de esta iniciativa también se realizan campamentos infantiles en donde se ofrecen talleres a niñas yniños sobre temas como las riquezas naturales que alberga el mar Caribe y la problemática que existe entrono al pez León; “es una serie de acciones en las que logramos interactuar con las y los miembros de las comunidades, buscamos todos juntos artefactos hundidos en el mar para identificar de qué fechas datan e ir hilvanando la historia de la población afrodescenciente del Caribe costarricense, darla a conocer y aprender más sobre nuestra cultura para fortalecerla”, indicó Marianita Harvey.
Artefactos de hierro con apariencia de haber permanecido bajo el mar mucho tiempo han sido recuperados en las múltiples tareas de búsqueda que se llevan a cabo gracias a este proyecto (foto Anel Kenjekeeva).
Buceo arqueológico
Piezas que formaban parte de algún tipo de edificación ofrecen pistas a las y los investigadores quienes participan en la iniciativa El mar y sus beneficios (foto Anel Kenjekeeva).
Al trabajo de instrucción sobre buceo arqueológico se suman estudiantes provenientes de la Universidad del Este de Carolina (ECU), EE. UU., quienes participan en los talleres teóricos y prácticos, y colaboran en la recuperación y análisis de los objetos hundidos en las costas caribeñas; como complemento del equipo de trabajo que pertenece a este proyecto se une también el Centro Comunitario de Buceo Embajadores y Embajadoras del Mar del Caribe Sur, el cual es dirigido por María Suárez.
José Saballo López, guardaparque del Parque Nacional Cahuita, es uno de los asiduos participantes de los cursos sobre buceo tradicional y arqueología subacuática (foto Anel Kenjekeeva).
“Se ha encontrado un ancla de seis metros de altura, 16 cañones y cientos de ladrillos a los que hay que hacerles estudios para saber de qué país provienen; al respecto, hemos hallado una historia documental en el Archivo de Costa Rica sobre unos galeones que vinieron a algún lugar del Caribe sur en el año 1710 con 650 africanos para ser esclavizados, pero todos descendieron de las naves libres porque los marineros los soltaron”, mencionó María Suárez.
“¿Dónde podemos estudiar esta historia si no es en el mar y respaldarla con documentos históricos?”, preguntó Suárez, al tiempo que afirmó que “al consultarle a los habitantes de Cahuita sobre esto nos responden que eran barcos piratas; la historia oral tiene un conocimiento empírico importante que se asienta en realidades y sabemos que esta zona por excelencia fue escondite de los piratas, así que pueden haber barcos piratas hundidos acá y también conocemos personas de estas comunidades quienes son descendientes de piratas”, aseveró María Suárez.
Parte del equipo de investigadores e instructores que colaboran con el proyecto, en orden usual: Ian Harrison y Anna D´Jernes de la ECU; Alexander Koblensky, instructor de buceo; Giovanni Sandoval, instructor del Centro Comunitario de Buceo; Jason Raupp de la ECU; y María Suárez Toro (foto Anel Kenjekeeva).
Una meta adicional que pretende cumplir el proyecto El mar y sus beneficios es poder contribuir a la conformación de una normativa que proteja el patrimonio arqueológico subacuático que existe en las costas del Caribe.
“Mucha gente en las comunidades no conocen la historia que hay acá, pues el área marina esconde muchos capítulos nuevos. En las expediciones que se hacen se procura que participan personas de las localidades cercanas para que se involucren en esta obtención del conocimiento, además la forma en que se logra es bastante llamativa y muy bonita de hacer: buceando”, concluyó José Francisco Saballo López, quien es guardaparque del Parque Nacional Cahuita y quien ha estado presente en los cursos que se imparten dentro del proyecto.
El programa Kioscos Socioambientales promueve que las mismas comunidades sean las encargadas de revitalizar sus saberes para el cuido de bienes comunes, metodología aplicada en el proyecto de Agroecología, que se ejecuta en Guacimal, Puntarenas. Foto cortesía Kioscos Socioambientales.
El personal destacado en ese programa y estudiantes que participan en los proyectos que coordina analizaron los aspectos conceptual, funcional y estructural de la Acción Social universitaria.
El propósito fue dibujar un mapa con posibles rutas para mejorar la Acción Social (AS), con propuestas a una integración efectiva con los pilares de la docencia y la investigación en el quehacer cotidiano de la Universidad de Costa Rica (UCR).
Para Mauricio Álvarez Mora, docente coordinador de Kioscos Socioambientales, “en este momento hay deudas de la universidad pública para intervenir nuevas problemáticas más complejas, como el trabajo con minorías y poblaciones vulnerabilizadas por pertenecer a minorías o migrantes. Es importante reivindicar algún grado de irreverencia en los espacios de AS en el sentido que el mandato último de la universidad es la transformación social; y eso implica ir un paso adelante”.
Cambios significativos en AS
Para José Antonio Mora Calderón, docente y coordinador de proyectos en Palmar Sur, Puntarenas, el Foro de Acción Social es un espacio muy positivo “para reflexionar sobre temas que damos por sentados en la universidad. Espero que estas discusiones tengan una real incidencia en la política universitaria. Nosotros desde la VAS observamos en los últimos años una burocratización, tenemos que repartir nuestros tiempos entre labores administrativas, con las docentes y de investigación para la AS”.
En ese sentido, Zuiri Méndez Benavides, también docente y coordinadora de un proyecto de Agroecología en Guacimal de Puntarenas, consideró que la VAS debe generar cambios en la forma de gestionar los proyectos y convertirse en “espacio de comunidades de aprendizaje, donde no los separen por sus componentes de extensión docente, cultural o trabajo comunal. Más bien, recomendó, que se unan bajo el mirada de los ejes temáticos que trabajamos, como por ejemplo población, juventud, cultura”, remarcó Méndez.
El Foro de Acción Social está generando insumos para mejorar el vínculo sociedad-universidad. Mediante los proyectos del programa Kioscos Ambientales, los docentes, estudiantes y personas de las comunidades se unen en dinámicas participativas para construir alternativas locales, solidarias e inclusivas. Foto Eduardo Muñoz.
“Hagamos encuentros permanentes de evaluación colectiva en los que la administración propicie debates y genere espacios de intercambio metodológico, en los que las comunidades tengan un rol importante para definir si un proyecto de AS se abre, si les parece pertinente o de su interés”, agregó Méndez.
Por su parte, Juan José Álvarez Hidalgo, estudiante de sociología y asistente de proyectos, expresó que “la administración tiene que encargarse de ver la universidad como un espacio abierto donde se pueda ingresar a discutir temas y encontrar apoyo para aportar con las problemáticas que viven las comunidades. Para mejorar no se debe quedar solo con una reflexión en cierto momento del año, sino que el cambio es un proceso permanente a partir del diálogo universidad-comunidades”.
Además, Valeria Montoya Tabash, de la carrera de Antropología y quien realiza una asistencia en este programa, agradeció la existencia de esta iniciativa, ya que “ Kioscos Socioambientales es un espacio de formación que genera muchos retos al pensar la AS en varios sentidos. Es una oportunidad de formación, se aprende de esos vínculos que se generan en las comunidades a la par de la docencia y la investigación. Desde el trabajo comunal se articula profesores, estudiantes, comunidades, investigación”.
Álvarez Hidalgo concluyó que “desde mi entrada a Kioscos Socioambientales noté que los saberes salen de las comunidades, no es la universidad sola. Se pueden hacer estas articulaciones en un proceso de horizontalidad; la pregunta que me viene a la mente es para quién es la universidad, creo que es para toda Costa Rica”.
La actividad finalizó con una plenaria en la que expusieron los aportes de los grupos de trabajo. Las propuestas serán compartidos en el Espacio de puesta en común de aportes de los Encuentros comunitarios, a realizarse los días 26 y 27 de octubre próximos en el Auditorio de la Ciudad de la Investigación.
Esos días las unidades académicas identificarán temas prioritarios en AS, así como puntos de consenso y nudos problemáticos en torno a los tres ejes del Foro de Acción Social.
Alternativas colectivas para las comunidades
Fortalecimiento de organizaciones rurales comunitarias mediante procesos que permitan la construcción colectiva de alternativas frente a conflictos socio-ambientales.
Esto a partir de seis proyectos de Acción Social, un proyecto de Investigación y una Cátedra; manteniendo vínculos formales con distintas unidades académicas, sedes, institutos y centros de investigación de la Universidad de Costa Rica.
Desde su creación, ha acompañado procesos socioeducativos con distintos grupos campesinos que defienden sus territorios frente a la construcción de megaproyectos extractivistas, como grandes cadenas hoteleras, marinas, monocultivos como la piña, proyectos hidroeléctricos, aeropuertos, así como iniciativas de despojo que amenazan la autonomía indígena. Actualmente, articula su trabajo con grupos comunitarios en las zonas sur y norte y en el territorio Bribri de Talamanca.
En un ambiente lúdico y en medio de un franco intercambio de ideas unas 75 personas protagonizaron una jornada fructífera que concluyó con una serie de recomendaciones de parte de pobladores y representantes de organizaciones comunitarias hacia las autoridades universitarias, recogidas en un informe por las organizadores del encuentro.
El encuentro inició con una actividad rompehielos para crear una dinámica colaborativa entre las personas asistentes.
Según la profesora Steffany Forester Delgado, coordinadora de la actividad, la finalidad del encuentro fue que habitantes de la zona y sus colectivos sociales conocieran “más a fondo a las universidades. Además de esto, familiarizar a las comunidades ajenas, o que no han estado tan cercanas a la institución con la universidad, para crear un sentido de pertenencia con la institución. Finalmente y no menos importante, le da la posibilidad a la universidad de conocer a las poblaciones, conocer sus necesidades y sus fortalezas”.
La magister Gloriana Rodríguez-Corrales, co-coordinadora de la actividad, dio la bienvenida y motivó a las personas a representar con mímica algún aspecto relevante que distingue a sus comunidades. Posteriormente, con un espectáculo de títeres se les planteó como punto de reflexión si la universidad ha sido un apoyo importante en su cotidianidad y qué tipo de trabajo ha realizado hasta el momento la Universidad de Costa Rica (UCR) en sus comunidades.
Las actividades lúdicas previas a las mesas de trabajo contribuyeron a fomentar la creatividad para lograr exposiciones creativas a la audiencia.
Al concluir el trabajo del día, además de la exposición de ideas, cada grupo creó un estribillo que resumía sus aspiraciones para que su relación con la UCR fuera aún más provechosa en el futuro.
En la actividad participaron habitantes de las comunidades de Guacimal, Paquera, Monteverde, Isla Cedros, Sabana Bonita, Isla Chira, Miramar, Orotina, Cóbano, Esparzol, Santa Elena y Fray Casiano. Asimismo, representantes de la Universidad Estatal a Distancia (UNED), Cuerpo de Paz, Red Interinstitucional pro Puntarenas, Municipalidad de Esparza y el Centro Cívico Jacó.
Este encuentro comunitario analizó los componentes conceptual y funcional de la Acción Social. Previamente, el pasado 17 de agosto se abordó el aspecto estructural con el personal de la sede.
Líderes comunitarios pusieron a disposición de la UCR sus saberes, infraestructuras y sitios de alojamiento para personal y estudiantes.
Aportes comunitarios. Las personas participantes externaron al personal universitario que es necesario crear formas de difusión más efectivas para que las comunidades se enteren de las actividades que organiza la sede.
De la misma forma, pidieron mayor involucramiento de los liderazgos comunales en el diseño de proyectos para toda la zona pacífica del país. En ese sentido, la mayoría coincidió en que el aporte de las comunidades a los proyectos son sus conocimientos, como el arte de la pesca, al ser ésta una gran área costera.
Los grupos de trabajo coincidieron en que la carencia de opciones de capacitación técnica es una de las principales necesidades. Las asociaciones de mujeres de Paquera y Cóbano explicaron a la audiencia que la falta de oportunidades para la juventud de la zona incide en el bajo ingreso a las universidades y que ante la falta de formación técnica las opciones laborales son ocupadas por residentes del área metropolitana del país.
La profesora María José Quesada explicó a las personas participantes los temas de discusión del encuentro comunitario. Foto cortesía SRP.
En términos educativos, se solicitó apoyo para que la Universidad, mediante alianzas interinstitucionales inicie un proyecto de alfabetización básica, como primer paso para proseguir capacitando en otros temas y fomentar liderazgos.
En contraparte, representantes comunitarios de Guacimal, Paquera y Cóbano mostraron su anuencia a facilitar infraestructura y alojamiento al personal universitario y estudiantil participantes en futuros proyectos.
Se sumaron a ese ofrecimiento otras personas de Monteverde y Esparza hicieron eco de estos ofrecimientos de capital humano, infraestructura y mucho entusiasmo para asumir responsabilidades en los proyectos de Acción Social que se diseñan entre la UCR y sus comunidades.
Una de las conclusiones generales fue que la universidad trabaje en conjunto con otras entidades, como las municipalidades, la Fuerza Pública y ministerios de Educación Pública y Salud para el diseño de los proyectos futuros, en aras del bien común de la ciudadanía del Pacífico costarricense.
Al igual que el año anterior, en este 2017 Año por la vida, el diálogo y la paz, la Universidad de Costa Rica hace un llamado a reflexionar sobre la importancia del reconocimiento de la diversidad cultural existente en el país y la urgencia de llevar a cabo diálogos interculturales respetuosos de la pluralidad cultural y lingüística.
Del 9 al 13 de octubre, durante la semana «Construyendo interculturalidad en la Universidad» en las sedes del Caribe, Guanacaste y Rodrigo Facio, se llevarán a cabo presentaciones artísticas, talleres y conversatorios que mostrarán la riqueza cultural de los pueblos indígenas y la población afrodescendiente. Asimismo, esta semana pretende servir como un medio para reflexionar sobre la situación pasada y actual de poblaciones históricamente marginadas y con esto buscar mejores condiciones de equidad y justicia con miras a construir un país verdaderamente respetuoso de su carácter multiétnico y pluricultural.
En próximos mensajes se estará compartiendo mayor información sobre las actividades programadas.
Vídeo realizado en el marco de las celebraciones de la Semana de la Madre Tierra. Noviembre 2016.
Información generada desde la Vicerrectoría de Acción Social, UCR.
Las personas participantes en el foro sobre acción social en la Sede del Pacífico resaltaron que el aporte de las comunidades costeras a los proyectos universitarios son sus conocimientos, como por ejemplo el arte de la pesca (foto archivo ODI, UCR).
Como parte del Foro de Acción Social: La inter-acción Universidad- Sociedad: propuestas y desafíos a cien años de la Reforma de Córdoba, el pasado 7 de setiembre la Sede del Pacífico de la Universidad de Costa Rica (UCR) realizó el Encuentro comunitario a nivel regional para reflexionar en torno a la Acción Social.
En un ambiente lúdico y en medio de un franco intercambio de ideas, unas 75 personas protagonizaron una jornada fructífera que concluyó con una serie de recomendaciones de parte de pobladores y representantes de organizaciones comunitarias hacia las autoridades universitarias, recogidas en un informe por las organizadores del encuentro.
Según la profesora Steffany Forester Delgado, coordinadora de la actividad, la finalidad del encuentro fue que habitantes de la zona y sus colectivos sociales conocieran “más a fondo a las universidades. Además de esto, familiarizar a las comunidades ajenas, o que no han estado tan cercanas a la institución con la universidad, para crear un sentido de pertenencia con la institución. Finalmente y no menos importante, le da la posibilidad a la universidad de conocer a las poblaciones, conocer sus necesidades y sus fortalezas”.
La magister Gloriana Rodríguez-Corrales, co-coordinadora de la actividad, dio la bienvenida y motivó a las personas a representar con mímica algún aspecto relevante que distingue a sus comunidades. Posteriormente, con un espectáculo de títeres se les planteó como punto de reflexión si la universidad ha sido un apoyo importante en su cotidianidad y qué tipo de trabajo ha realizado hasta el momento la UCR en sus comunidades.
Al concluir el trabajo del día, además de la exposición de ideas, cada grupo creó un estribillo que resumía sus aspiraciones para que su relación con la UCR fuera aún más provechosa en el futuro.
En la actividad participaron habitantes de las comunidades de Guacimal, Paquera, Monteverde, Isla Cedros, Sabana Bonita, Isla Chira, Miramar, Orotina, Cóbano, Esparzol, Santa Elena y Fray Casiano. Asimismo, representantes de la Universidad Estatal a Distancia (UNED), Cuerpo de Paz, Red Interinstitucional pro Puntarenas, Municipalidad de Esparza y el Centro Cívico Jacó.
Este encuentro comunitario analizó los componentes conceptual y funcional de la Acción Social. Previamente, el pasado 17 de agosto se abordó el aspecto estructural con el personal de la Sede.
Representantes de algunas comunidades del Pacífico Central, personal universitario y estudiantes analizaron la acción social de la UCR en sus poblados.
Aportes comunitarios
Las personas participantes externaron al personal universitario que es necesario crear formas de difusión más efectivas para que las comunidades se enteren de las actividades que organiza la Sede.
De la misma forma, pidieron mayor involucramiento de los liderazgos comunales en el diseño de proyectos para toda la zona pacífica del país. En ese sentido, la mayoría coincidió en que el aporte de las comunidades a los proyectos son sus conocimientos, como el arte de la pesca, al ser dicha zona una gran área costera.
Los grupos de trabajo coincidieron en que la carencia de opciones de capacitación técnica es una de las principales necesidades. Las asociaciones de mujeres de Paquera y Cóbano explicaron a la audiencia que la falta de oportunidades para la juventud de la zona incide en el bajo ingreso a las universidades y que ante la falta de formación técnica las opciones laborales son ocupadas por residentes del área metropolitana del país.
En términos educativos, se solicitó apoyo para que la Universidad, mediante alianzas interinstitucionales inicie un proyecto de alfabetización básica, como primer paso para proseguir capacitando en otros temas y fomentar liderazgos.
En contraparte, representantes comunitarios de Guacimal, Paquera y Cóbano mostraron su anuencia a facilitar infraestructura y alojamiento al personal universitario y estudiantil participantes en futuros proyectos.
Se sumaron a ese ofrecimiento otras personas de Monteverde y Esparza hicieron eco de estos ofrecimientos de capital humano, infraestructura y mucho entusiasmo para asumir responsabilidades en los proyectos de Acción Social que se diseñan entre la UCR y sus comunidades.
Una de las conclusiones generales fue que la universidad trabaje en conjunto con otras entidades, como las municipalidades, la Fuerza Pública y ministerios de Educación Pública y Salud para el diseño de los proyectos futuros, en aras del bien común de la ciudadanía del Pacífico costarricense.
Marjorie Jiménez, Vicerrectora de Acción Social, piensa que los conocimientos que poseen las comunidades enriquecen el quehacer universitario en todos los sentidos. Foto archivo ODI, UCR.
“Estamos planteando una forma diferente de hacer la acción social (AS), una manera distinta del vínculo de la UCR con las comunidades, para reivindicar el conocimiento de las comunidades, que es igual de importante que aquel que se genera en las aulas y laboratorios científicos”, aseguró la M.L. Marjorie Jiménez Castro, vicerrectora de Acción Social de la Universidad de Costa Rica (UCR), al referirse al Foro de Acción Social: La inter-acción Universidad- Sociedad: propuestas y desafíos a cien años de la Reforma de Córdoba.
Entre los objetivos del foro está la realización de propuestas concretas en las dimensiones conceptual, funcional y estructural de la AS de la UCR frente a los desafíos del siglo XXI. A partir de éstas, definir los cambios que se requieran en la normativa institucional para ponerlos en práctica.
El vínculo Universidad-sociedad se basa en una relación de apoyo a las necesidades detectadas por las mismas comunidades, en un diálogo horizontal de saberes. Foto archivo VAS, UCR.
En este diálogo reflexivo, crítico y propositivo están participando estudiantes, personal docente y administrativo de las unidades académicas y representantes de comunidades y organizaciones civiles.
Según la vicerrectora Jiménez, este intercambio enriquecerá la AS, la docencia y la investigación de la UCR, y revaloriza los procesos creativos y los conocimientos que existen fuera de las aulas y laboratorios universitarios. En este aspecto, la vicerrectora hizo clara alusión al concepto de ecología de saberes, propuesto por el sociólogo Boaventura de Sousa Santos, quien visitará la UCR en abril del 2018 para el cierre de este gran foro institucional.
El fomento de la creatividad en poblaciones infantiles y juveniles es parte intrínseca de los proyectos de la VAS. En la imagen aparece el profesor Carlos Rubio, coordinador del TC-503 “La animación y la promoción de la lectura por medio del uso de la biblioteca”. Foto archivo VAS, UCR.
“Defendemos la AS que se hace desde las comunidades, en comunión y participación con ellas. Queremos favorecer la AS dirigida a pueblos que no han tenido voz, y que han sido excluidos de las oportunidades. Por eso, rescatamos aquella AS que centra sus acciones en lo humano y no solo aquella que centra su labor en la dimensión lucrativa”, acotó la jerarca.
Diálogo horizontal. La vicerrectora Marjorie Jiménez Castro afirmó que el pensamiento de la Lic. María Eugenia Dengo Obregón, primera vicerrectora de Acción Social, sigue vigente en la esencia universitaria.
Dengo abogaba por trascender la proyección externa y el concepto de extensión universitaria. Ella creía que el objetivo de la UCR es “trabajar de cara a la sociedad en labor recíproca de dar y recibir y de enriquecerse continuamente”, comentó Jiménez Castro.
Al respecto, la vicerrectora explicó que en la UCR la escogencia misma del término de acción social, en vez de extensión marcó esa diferencia. “La idea de extender y cobijar puede resultar gratificante; sin embargo, tiene una carga negativa. Significa que la universidad ve en los otros objetos que debe civilizar, llenar de luz mientras que propaga su conocimiento generado en los olimpos universitarios”.
La VAS tiene inscritos variedad de proyectos que apoyan el proceso de enseñanza-aprendizaje en escuelas y colegios estatales, como el TC-501 que crea materiales didácticos en inglés, acordes a las necesidades de los centros educativos involucrados. Foto cortesía TC-501.
La vicerrectora Jiménez, afirmó que en la UCR coexisten formas de concebir el vínculo Universidad-sociedad, contrastes con los que se conviven en muchas universidades estatales de América Latina.
Por ello, Jiménez destacó que el Foro de Acción Social es “una oportunidad para volver sobre los puntos de encuentro y de desencuentro. Los Encuentros comunitarios y de reflexión que se están realizando en las sedes y recintos nos permiten aprender de los proyectos, sus metodologías, del acercamiento a las comunidades, del desafío que tenemos todos de mantener una universidad inclusiva y trascender constantemente las fronteras de la comunidad universitaria”.
Finalmente, la vicerrectora Marjorie Jiménez concluyó diciendo que la AS toca las fibras del quehacer universitario y cuestiona continuamente el propio de concepto de Universidad.
Información generada desde la Vicerrectoría de Acción Social de la UCR.