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Etiqueta: agenda política para elección del directorio legislativo

Políticos cínicos y mentirosos

Vladimir de la Cruz

Los poderes públicos, llámense Ejecutivo, Legislativo, Judicial y Electoral, como los tenemos en Costa Rica, son los pilares de la base institucional y de la arquitectura y estructura del Estado costarricense, eso que también llamamos Estado de Derecho.

Estos poderes tienen una tradición histórica de más de 300 años de haberse formulado, como un gran escudo contra los gobiernos absolutistas, despóticos, autoritarios, donde la forma de manifestarse el poder del Estado podía ejercerse sin límites, dando paso a la caída de los regímenes monárquicos y al surgimiento de los gobiernos republicanos, donde se desarrollaron pesos y contrapesos en el ejercicio del poder, de las instituciones públicas, y de quienes ejercían esos poderes, destacando que cada uno de estos poderes fuera independiente de los demás, con funciones, propias o exclusivas, indelegables.

En el ejercicio de esos poderes quienes los ejercen se someten a la ley que los faculta en su funcionamiento, de manera que no pueden hacer nada más que lo que la ley les permite actuar. Así existimos políticamente en la República de Costa Rica, en la Segunda República actual, aunque algunos la quieran convertir en una República de Segunda.

La integración de los poderes públicos se produce por procesos electorales para conformar el Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo. Por disposición constitucional el Poder Legislativo configura al Poder Judicial y éste al Poder Electoral, al Tribunal Supremo de Elecciones, en el nombramiento de sus magistrados.

En el equilibrio de poderes, el Legislativo tiene la función de hacer las leyes y de ejercer control político sobre toda la administración pública del Estado, especialmente del Poder Ejecutivo, en su estructura funcional, del Presidente de la República, de sus Ministros y de los altos funcionarios de la Administración estatal.

Electoralmente, el Poder Ejecutivo lo controla, generalmente, un solo partido político, que es el que gana las elecciones. Así, el Presidente del Poder Ejecutivo nombra libremente sus Ministros, por su propia escogencia o por la que conjuntamente con el partido político que lo llevó al triunfo electoral decidan.

En el país, desde 1949 hasta hoy, no se han conformado gobiernos, concejos de ministros, resultado de coaliciones o alianzas electorales para gobernar. Eso no ha impedido que en algunos gobiernos se haya invitado a políticos de otros partidos a formar parte de algún ministerio. Lo hicieron, por ejemplo, los presidentes José Figueres en 1970 y Carlos Alvarado en el 2018.

Legislativamente, el Poder Legislativo se integra proporcionalmente al resultado de los votos a favor de los candidatos a diputados que los partidos políticos propongan. Así, la actual Asamblea Legislativa tiene representantes de seis partidos políticos. Cinco de ellos, de lo que podría llamarse la “oposición política”, porque no son representantes del partido de Gobierno, que dirige el Poder Ejecutivo.

Como partidos de “oposición” tienen una mayor responsabilidad ante los ciudadanos que los eligieron porque deben ejercer el llamado “control político”, sobre las autoridades del Poder Ejecutivo, en todo sentido, en el campo político, en el administrativo, en el de la corrupción y la narcopolítica que le pueda afectar etc.

En el ejercicio legislativo la formación y gestación de las leyes tienen dos caminos. El que proponen los propios diputados y sus partidos, a las que le dedican seis meses al año, en las llamadas sesiones ordinarias, y el que propone el Poder Ejecutivo, a las cuales le dedican, igualmente, seis meses al año, en las sesiones llamadas extraordinarias. En estas solo el Poder Ejecutivo puede proponer Proyectos de Ley. De hecho, y constitucionalmente, los diputados trabajan exclusivamente atendiendo lo que el Presidente presente para el trámite legislativo.

El Presidente puede enviar proyectos propios, de su partido, de los sectores económicos, financieros, productivos y cualquier otro, que lo apoye, que el presidente proteja, o que por su medio trate de impulsarlos. Bien puede, también, el Presidente poner a discusión proyectos, en sus sesiones extraordinarias, de otros diputados, que generalmente están en la corriente legislativa en trámite. Esto le permite al Presidente realizar pactos con los diputados…me apoya y lo apoyo… Si el Presidente no enviara proyectos la Asamblea Legislativa no trabaja; los diputados no podrían poner a discusión proyectos de su propia agenda parlamentaria.

Así, los diputados trabajan seis meses al año atendiendo solo asuntos de la Casa de Gobierno. En las sesiones ordinarias los diputados que representan al partido de Gobierno pueden presentar sus propios proyectos de ley, lo que le da un tiempo adicional al Poder Ejecutivo en toda la discusión parlamentaria.

En el trámite legislativo los proyectos de ley se pueden aprobar o improbar, es decir rechazar. A esto están expuestos todos los proyectos de ley, hasta los del Presidente.

En estas sesiones extraordinarias todos los diputados pueden actuar a favor del gobierno apoyando sus proyectos. Hasta allí llega su responsabilidad legislativa.

La Asamblea Legislativa para su gobierno interno, cada primero de mayo, elige a su Directorio Parlamentario y a su Presidente. El presidente legislativo es la figura más importante, jerárquicamente, porque representa ese Poder para todos los efectos, y porque ocupa el cuarto lugar en la línea de sucesión presidencial en caso de que llegaren a faltar, permanentemente, el Presidente y sus dos vicepresidencias.

El Presidente Legislativo también tiene la facultad de integrar las comisiones parlamentarias de trabajo de los diputados y de dirigir las sesiones plenarias de los diputados. No importa de qué partido político sea el Presidente Legislativo. Puede serlo de cualquiera de los que hay en la Asamblea si así lo deciden los diputados.

Alrededor de la integración del Directorio y del nombramiento del Presidente de la Asamblea Legislativa, siempre se pone gran tensión. Se procura escoger el mejor posible, el más experto parlamentariamente, el que tenga más experiencia política, en su sentido amplio; que tenga señorío, formación profesional distinguida, méritos personales que se le reconozcan.

Usualmente, cuando ha habido partidos, que mayoritariamente tienen más diputados, estos partidos han impuesto sus Presidentes. Así sucedía cuando Liberación Nacional y la Unidad Social Cristiana tenían esas mayorías legislativas.

En 1998, cuando se descompuso esa mayoría parlamentaria del bipartidismo tradicional, con una variedad de partidos políticos, se impulsó la tesis de que el Directorio Legislativo debía ser integrado proporcionalmente con representantes de todos los partidos, lo que no se logró. Se siguió con la negociación política de todos los partidos para nombrar el Presidente y el Directorio legislativo. En ocasiones, muy particulares, cuando, en el 2014 y 2018, un nuevo partido político asumió la dirección del país, el Partido Acción Ciudadana, que en ambas ocasiones no eligió más de 12 diputados, se le dio la oportunidad al inicio de sus gobiernos, en el 2014 y el 2018, que se nombrara un Presidente Legislativo, de ese partido, para la primera legislatura. Esa oportunidad no se le dio al actual partido de gobierno. Su principal diputada, y Jefa parlamentaria, no puede ocupar la presidencia legislativa, porque no es costarricense de nacimiento, lo que se exige constitucionalmente. En las filas de ese partido no había nadie con experiencia política como para que se le hubiera dado esa cortesía política de presidir el Poder Legislativo en la primera legislatura, en la segunda y tampoco la hay para la tercera legislatura que inicia el 1 de mayo próximo. Esta es la situación que se tiene encima.

Las dos primeras legislaturas, del 2022, del 2023 las ha presidido el diputado Rodrigo Arias Sánchez. Está postulado para continuar a partir del primero de mayo próximo. No es una simple candidatura lo que se discute para esa elección. Realmente, es el ejercicio de la independencia de poderes públicos lo que está en juego. El partido Liberación Nacional lo ha postulado, teniendo la base más amplia de diputados, 18, de 29 que se necesitan para elegirlo. Dentro de Liberación Nacional le salieron dos astillas a Rodrigo Arias, señalando esos dos diputados que si Rodrigo no era aceptado por los otros partidos sus nombres podrían sonar como candidatos de transacción. Eso sería válido si Rodrigo Arias se retirara de su candidatura, pero la mantiene, lo que obliga a los diputados liberacionistas a cerrar filas por la presidencia de Rodrigo Arias Sánchez.

En las otras fracciones parlamentarias se ha levantado la candidatura de Horacio Alvarado, del partido Unidad Social Cristiana, como la alternativa principal ante la de Rodrigo Arias. Es también una candidatura contra Liberación Nacional con Rodrigo Arias o con cualquier otro diputado de Liberación. Alrededor de ella han cerrado filas los seguidores de Eli Feinzaig, de Fabricio Alvarado y atizando esa candidatura la jefa parlamentaria del gobierno, Pilar Cisneros.

Han tratado de presentar esta candidatura, de la manera más mentirosas y cínica, como si fuera una candidatura de “oposición política”. No hay nada más y desvergonzado y cínico que hacer ese discurso.

En esa propuesta no hay ninguna “oposición” política. En primer lugar no se puede hablar de “oposición política” cuando se acude a la Casa Presidencial, a una reunión “amorosa” con el Presidente, cómo se ve en la foto que publicaron, a solicitar la bendición de ese grupo, a ofrecerse, que fue lo que realmente hicieron esos diputados, y Jefes de fracciones parlamentarias, para que el Presidente les diera el visto bueno, les aprobara sus candidaturas y plancha electoral, que fue definida y aprobada en Zapote.

Lo que firmaron los diputados, entregados al gobierno, fue el derecho de pernada política, de prima noctis, que le dieron al Presidente Chaves, lo que le debe haber encantado, de pasar la larga noche de la boda de elección presidencial legislativa, que inició ese día, con esos vasallos que se presentaron al desvirgue legislativo de ese día, lo que durará hasta la sesión del primero de mayo, en esa luna de miel, ¿o de hiel? Esos diputados fueron “desflorados”, como se decía en la edad media, por el Presidente ese día.

Resultado del pacto de desfloración y del derecho de pernada que pactaron por un año, no va a ser solo para estas noches hasta el primero de mayo. Va a ser para impulsar, una agenda parlamentaria, durante los próximos doce meses, protegidos, amparados, y policialmente protegidos, como en la edad media el señor feudal daba protección militar a esos vasallos, sobre los que ejercía el derecho de “prima noctis”, el derecho de pernada, que en este caso es por el próximo año, porque las medidas acordadas deben aprobarse este año, y no el próximo que es año electoral.

En este sentido seguirán trabajando sin Plenarios Legislativos, convirtiendo la sesión del Plenario Legislativo en comisión de aprobación de las leyes, como se hizo con la Ley 4-3 que les fue rechazada.

La agenda parlamentaria pactada el día de la orgía política presidencial con los jefes parlamentarios, fue sencilla:

1.- La venta del Banco de Costa Rica. El partido Liberación Nacional y el Frente Amplio han dicho que no están de acuerdo con esta venta. Los sindicatos y trabajadores del Banco, y del sistema bancario nacional, no se han pronunciado.

2.- De nuevo discutir y aprobar, de ser posible, el proyecto de las leyes laborales esclavistas, el Proyecto de la Ley de la Jornada de Trabajo de 12 horas, la del 4-3, donde Liberación Nacional tiene sus objeciones y el Frente Amplio la combate. En el trámite de esta ley cubrirán todos los aspectos legales que la Sala IV les objetó en su trámite. Igualmente, simplificarán algunos aspectos del Proyecto para que lo puedan aprobar. Todos los sindicatos y trabajadores deben prepararse y deben exigir que se dé audiencia a las instancias, profesionales y técnicas, que en la primera discusión del Proyecto no les dieron.

4.- La posible venta de la Fábrica Nacional de Licores, FANAL, por el gran negocio que ella representa, especialmente en la elaboración del alcohol, y del alcohol industrial.

5.- La mayor apertura de los Seguros, el debilitamiento hacia la privatización total del Instituto Nacional de Seguros. Por eso no han celebrado oficialmente el centenario de esta Institución, inicialmente llamada Banco Nacional de Seguros, que la Junta Fundadora de la Segunda República, en su Decreto Ley No. 26 , del 20 de mayo de 1948, reformuló como Instituto Nacional de Seguros.

6.- La mayor apertura y debilitamiento posible del Instituto Costarricense de Electricidad, de lo que se está hablando en esas alturas políticas y en la cama-agenda de la pernada. Los sindicatos del ICE deben ponerle atención. El COMBO sigue latiendo en estas nuevas circunstancias.

7.- La privatización posible de todo lo que tiene que ver con el recurso hídrico, entre otras cosas acabar, de ser posible, con Acueductos y Alcantarillados. La “crisis” del agua que hemos vivido no es casual ni accidental. Se ha llevado a esa situación a la institución para justificar la privatización y la tercerización de este servicio.

Desde 1865 se impulsó la cañería de agua potable en Costa Rica. La fuente que se usó para su inauguración, simbólicamente, está al frente de la Biblioteca Carlos Monge Alfaro en la Universidad de Costa Rica.

Desde que se autorizó la venta de agua en botellas se prohibió que la Fábrica Nacional de Licores y el Servicio Nacional de Acueductos y Alcantarillados pudieran vender agua embotellada, que sin lugar a dudas es también un gran negocio, sobre todo por las fuentes de agua de alta pureza que controlan los fabricantes de cervezas en el país. Desde ese momento se privatizó esa parte del agua costarricense.

8.- La privatización y tercerización de servicios de la seguridad social y de la salud pública al máximo posible. El paro y huelga médica que se acaba de realizar frenó esta iniciativa por el cariz de la naturaleza de este movimiento laboral médico. Pero, eso sigue. Los 45 sindicatos de la CCSS y del sector salud, la Unión Medica Nacional, UNDECA y SIPROSIMECA, entre ellos, deben estar más atentos.

9.- El apoyo al desfinanciamiento de la educación pública y universitaria; el no cumplimiento de la obligación constitucional económica para la educación, la eliminación de becas para la educación, el cierre de comedores escolares, la deserción escolar forzada que se ha provocado, el cierre de aulas e instalaciones educativas, el poco mantenimiento a las instalaciones de escuelas y colegios, la eliminación de subsidios a los apoyos logísticos para la educación.

Esta es parte de la agenda en marcha, resultado del acuerdo logrado en Zapote buscando la papeleta, hija de esta pernada, que dirigirá la Asamblea Legislativa Nacional, que encabezará Horacio Alvarado del Partido Unidad Social Cristiana, con la comparsa de Eli Feinzaig, de Fabricio Alvarado y del grupo de Pilar Cisneros.

El Frente Amplio comete un error táctico y conceptual. Ha dicho que está de acuerdo con un directorio legislativo que no tenga a Rodrigo Arias Sánchez en él.

No ha dicho que está en contra de Liberación Nacional en el Directorio. Ha personalizado en la figura, y quizá en los apellidos, de Rodrigo Arias Sánchez.

La alternativa contra la candidatura de Rodrigo Arias es la propuesta de Rodrigo Chaves Robles, lo que empezó a cocinarse en la Asamblea Legislativa y en el PUSC, que se adobó en Zapote, el día de la pernada, que no fue nocturna; que fue pública, a la luz del día. Ahora está esta propuesta con Horacio Alvarado, pero puede ser, para los intereses de Zapote, con cualquier diputado que esté dispuesto a la pernada política de Rodrigo Chaves Robles.

Nadie sensato, medianamente inteligente, puede pensar que es correcto afirmar que la papeleta para integrar el Directorio Legislativo, que se negoció en Casa Presidencial, pueda tener algo de “oposición política”. La “oposición política” no la define, como sucede en otros países latinoamericanos, el presidente de la República. No. Esa es la papeleta oficial del Presidente autoritario de Costa Rica.

La reunión de Zapote exhibió cínicos y mentirosos políticos. Los cínicos son las personas que actúan falsamente, son descarados, desvergonzados, que mienten. Son egocéntricos y escépticos, se dice a la “máxima potencia”. Les son indiferentes las opiniones, especialmente las negativas, que sobre ellos se tengan por parte de las otras personas, lo que los puede llevar a actuar con maldad hacia esas otras personas para satisfacer sus intereses.

Los cínicos no se preocupan por nadie; solo por ellos. Desprecian las instituciones, pueden servir a otros, como si fueran sus esclavos. Así pinta Zapote.

Los cínicos usan mucho las falacias, defendiendo sus posiciones, combatiendo y desacreditando personas, como se estila en ciertas mesas de prensa los miércoles, especialmente atacando personas, apelando al respeto a la autoridad y provocando emociones, sobre la base de que el cinismo es contagioso.

Las falacias son engaños, fraudes y mentiras, que pueden presentarse como argumentos aparentes de débil validez, por lo que engañan, procurando lograr un efecto de persuasión. En todo se pueden usar falacias. En política especialmente se les da relevancia.

Los argumentos falaces que se presentan como válidos, en la realidad no lo son. Son, por ejemplo, los que se emiten para hacer pensar que en una reunión de diputados con el Presidente, procurando integrar un directorio político legislativo de “oposición” al gobierno, al Presidente, al Poder Ejecutivo, donde se acude a la Casa Presidencial, para solicitarle la bendición, para el acuerdo, para la escogencia de esos diputados que integrarán la papeleta de “oposición”, es realmente una papeleta, de candidatos de “oposición” política. Nada más falso que esa pantomima.

En la falacia justamente está la calidad de saber fingir. En este caso, de “ser oposición”. En esto se contiene la ambigüedad de la falacia, para que el argumento de la búsqueda de una papeleta diseñada y aprobada por el Presidente, se presente como real e independiente del Presidente.

Los cínicos actúan generalmente con sonrisa desdeñosa, despreciativa, espasmódica y sardónica, despreciando a las personas, a sus ideas y actividades, con comentarios irónicos y sarcásticos, “baja pisos”, también amenazantes, intimidantes, autoritarios, con posibilidad de poner en peligro la integridad física, personal, familiar y social del “criticado”. Así actúa el Mandatario.

El egocentrismo de los cínicos les lleva, por su auto valoración exagerada, a presentar grandes dificultades de relacionarse con los demás. Se estiman estos egocentristas como el centro de mesa, el florero de la mesa, el muerto de la vela; se consideran el “centro” del círculo social o político, el centro de la atención, si es del caso. A los cínicos egocéntricos les cuesta relacionarse interpersonalmente.

La vida política nacional no está al margen de estos escenarios y pasarelas, ocasionales, de cínicos y mentirosos.

Rodrigo Chaves ha sabido, en este corto tiempo de ejercicio presidencial, manejar los hilos de la tramoya política que vive y de actuar cínica y mentirosamente cada vez que puede.

De imponerse el directorio legislativo, impulsado por el Presidente Chaves, avanzamos hacia la bukelización de la Asamblea Legislativa, con las órdenes legislativas que se trazarán y enviarán desde Zapote para la aprobación de la agenda económica, social y política neoliberal que se tratará de aprobar a redoble de tambor este año. Eso está claro.

De continuar así, tendremos en lugar de la Segunda República, una República de Segunda que se conocerá como la “Papá Chaves Republic”, como en algunos sectores importantes del país, ya se conoce…

Compartido con SURCOS por el autor.