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Etiqueta: Argentina

Argentina hacia el Balotaje. Claves para su comprensión – Voces y Política

Este miércoles 15 de noviembre tendremos el programa: «Argentina hacia el Balotaje. Claves para su comprensión», con la participación de la Dra. Carolina Ovares y la MSc. Mariela García.

Esperamos su participación en nuestras redes sociales o por medio de llamada telefónica al 2234-3233.

Puede escucharnos a través de Radio Universidad 96.7 FM o vernos mediante el Facebook de Radio Universidad de Costa Rica.

¿Hacia dónde va Argentina? -Alternativas

El Programa de Radio Alternativas invita a una nueva transmisión titulada “Entre la memoria y la ultraderecha: ¿Hacia dónde va Argentina?” Será este viernes 22 de setiembre a las 6:00 p.m.

Como panel invitado, se contará con la presencia de Geraldina Colotti – Poeta, escritora y periodista. Directora de Le Monde diplomatique- y Gustavo Espinoza -Escritor, periodista y ex parlamentario. Jefe de la edición peruana de Resumen Latinoamericano.

Facebook: https://www.facebook.com/AlternativasGrecia

Youtube: https://www.youtube.com/@alternativasgrecia4344  

Entre la memoria y la ultraderecha: ¿Hacia dónde va Argentina?

El Programa de Radio Alternativas invita a una nueva transmisión titulada “Entre la memoria y la ultraderecha: ¿Hacia dónde va Argentina? Será este viernes 22 de setiembre a las 6:00 p.m.

Como panel invitado, se contará con la presencia de Geraldina Colotti – Poeta, escritora y periodista. Directora de Le Monde diplomatique- y Gustavo Espinoza -Escritor, periodista y ex parlamentario. Jefe de la edición peruana de Resumen Latinoamericano.

Facebook: https://www.facebook.com/AlternativasGrecia

Youtube:  https://www.youtube.com/@alternativasgrecia4344

Inaudito y pernicioso

José Luis Callaci

En todos estos años de residir fuera de Argentina, al igual que otros compatriotas, nos hemos mantenido informados y conectados con todo aquello que hace a la vida de nuestro país, sin sentirnos ajenos o indiferentes a lo que acontece en general en el quehacer nacional y en particular en sus cambiantes realidades políticas y sociales.

Con relativa frecuencia, ya sea debido a una celebración patria o cuando una determinada situación lo amerita solemos reunirnos, y al margen de nuestros distingos ideológicos, partidistas o de otra índole procuramos amenizar o si algo nos inquieta sobre lo que está ocurriendo en nuestra tierra de origen, tratar de dilucidarlo.

Dicho lo anterior deseamos referirnos a algo que como pocas veces antes, o tal vez nunca, nos mantiene en vilo; en un estado de angustia e incertidumbre con motivo del actual proceso electoral que se lleva a cabo en Argentina.

Tal es así que cuando en otras latitudes el tema pasa a ser relevante en las redes sociales, en los medios y en las habituales conversaciones, se encienden alarmas y lo que no se entiende y desconcierta se manifiesta en forma de preguntas, que requieren respuestas. La repetida es: ¿cuál es la razón del inaudito apoyo que recibe uno de los candidatos por parte de un considerable número de electores?

Cuando llegan a nosotros, los argentinos, nos quedan dos opciones, rehuirlas o reconocer que no sabemos qué responder. No obstante, las opiniones crecen y se transmiten un día sí y otro también. Entre los más entendidos en la materia sobre la cual el candidato se presenta y hace gala en su campaña electoral prevalece el que es un diletante, alguien que esputa lo que ni siquiera merece ser considerado como algo serio. Deposiciones mentales, afirman algunos, de alguien que hace alardes de ser un experto que sabe de lo que habla, que “tiene toda la razón” y no acepta cuestionamiento alguno. Los más severos en sus apreciaciones lo caracterizan como un enajenado, un pamplinero que propone medidas de gobierno que, en caso de ser elegido, conducirá a situaciones caóticas. Un salto al vacío que amenaza con la propia disolución, no solo del Estado sino del propio país hermano. Será un mal que afectará a todos los de la región. No pueden concebir que gente con un mínimo grado de sensatez y cordura lo puedan estar apoyando.

Hay quienes aseveran que esto que hoy ocurre en Argentina puede tratarse de una de esas apariciones de monstruos de los que hablaba Antonio Gramsci; lo que tipificaba como resultado de transiciones de lo que fenece a algo nuevo que demora en perfilarse. También están los que coinciden en que este tipo de extrañas manifestaciones se dan debido a trastornos individuales y colectivos de carácter psicosocial. Los sonrojos de vergüenza asoman en muchos de nosotros cuando nos llegan a raudales expresiones de tal naturaleza, aunque también de pesar por esto que sucede en Argentina.

¿No es hora ya en que tirios y troyanos intenten, dentro de lo razonable y lo posible y del propio sentido común, sin renunciar a lo básico que marcan nuestras diferencias, comenzar a tender puentes en lugar de seguir levantando muros? A veces en situaciones cómo está, ¿no resulta más importante convencer en lugar de vencer?

Lo que está sucediendo no solo es inaudito sino pernicioso para la inmensa mayoría de un noble pueblo argentino deseoso de vivir en paz, luego de tantos años de violencia que ha dejado tantas heridas que aún no han del todo cerrado. Tal vez nos haga falta cierta pausa y mesura, en una reflexión nacional que nos acerque más a esa práctica de la democracia que mejor garantiza la convivencia en las diferencias y a esa anhelada paz social.

“Cosas veredes…”.

Elecciones, elecciones, elecciones…

Por Gilberto Lopes, 28 ago 2023
Reunión del Observatorio Político de la Comisión Brasileña de Justicia y Paz de la CNBB
Martes, 29 de agosto

Me han pedido que hable sobre las recientes elecciones en Ecuador, Guatemala y Argentina.

¿Cómo analizar estos temas?

El 20 de agosto, los votantes guatemaltecos eligieron a Bernardo Arévalo presidente de la República. Dos académicas estadounidenses, Shannon K. O’Neil (Vicepresidenta, Directora Adjunta de Estudios y Nelson and David Rockefeller Senior Fellow for Latin American Studies en el Council on Foreign Relations) y Will Freeman (Fellow for Latin American Studies en el CFR y Doctor en Política por la Universidad de Princeton) se refieren a Arévalo como «un candidato anticorrupción». La austera campaña de Arévalo es un signo de los tiempos, dicen. Y dicen que, en Guatemala, el dinero no puede comprar estas elecciones. Cada vez ganan más los candidatos con más seguidores en Tik Tok. No los que tienen más recursos.

Abro un paréntesis para tocar un tema actual. Entre las reformas que el padre de Arévalo, Juan José Arévalo, presidente de Guatemala entre 1945 y 1951, trató de consolidar en la constitución de 1945, estaba la reestructuración del ejército, con la suspensión del generalato, decretada con el triunfo del movimiento revolucionario de 1944 (en un contexto marcado por el final de la Segunda Guerra Mundial), junto con el esfuerzo de profesionalización del ejército, tema al que la constitución de la época dedicaba un capítulo entero. Una experiencia interesante, en circunstancias muy diferentes a las actuales, pero que tal vez merezca nuestra atención. Quién sabe si su hijo intentará retomar esta iniciativa, en un país en el que, durante la Guerra Fría, el ejército desempeñó un papel criminal, especialmente contra la población indígena de seis millones de habitantes, que representa entre el 45% y el 60% de la población guatemalteca total, y que sigue siendo un factor muy importante en la vida del país.

Retomo el hilo de nuestra conversación. Las académicas estadounidenses comparaban la campaña de Bernardo Arévalo con la de Daniel Noboa en Ecuador, miembro de una de las familias más ricas del país e hijo de un empresario que se ha presentado cinco veces a la presidencia sin éxito. El hijo habría sido un sorpresivo ganador en estas elecciones gracias a su buen desempeño en el debate electoral (y no por los recursos gastados en su campaña).

Quizás todo esto sea verdad, pero es difícil aceptar la idea sin ninguna sospecha, sobre todo sabiendo lo millonarias que son, por ejemplo, las campañas estadounidenses (y también las latinoamericanas); cualquiera de ellas requiere enormes recursos, ya sea para alcalde, congresista o presidente.

Tal vez más realista, leí un titular en el medio brasileño, «Correio da Cidadania», que decía: «Segundo round en Ecuador entre progresistas y millonarios».

Luisa González, la candidata de Revolución Ciudadana, el partido de Rafael Correa, mujer, madre soltera, creó la expectativa de ampliar el espectro electoral a nuevos votantes. Luisa González es de Manabí, una provincia electoralmente importante, y tiene una característica inesperada para un movimiento de izquierda: es evangélica. En los resúmenes más habituales, estas son las características que destacan de la candidata. Naturalmente, también su afiliación al «correísmo».

Está por ver si esta vez será capaz de sumar a su 33% de los votos, lo que le falta para la mayoría absoluta en la segunda vuelta. En las pasadas elecciones no pudo, a pesar del similar 32 por ciento de los votos obtenido por el correísmo en la primera vuelta.

Pero todo esto son simples cálculos electorales. Naturalmente, son muy importantes, pero no creo que sea el aspecto más importante para este análisis.

Me gustaría situar todo esto en un contexto más amplio: el de nuestra dificultad para transformar propuestas progresistas en apoyo mayoritario, ante el resurgimiento de los aspectos más irritantes de una derecha que, en mi opinión, no debería dividirse fácilmente en «extrema», por un lado, y otra, más «civilizada», con la que podríamos convivir. No me gustan mucho estas definiciones, aunque no desconozco el debate que inevitablemente surge cuando una sociedad se enfrenta a desafíos de grupos más radicales y tiene que elegir una estrategia para hacerles frente. Es un debate que puede resumirse en una opción «democrática» frente a otra «dictatorial».

Son debates contingentes, siempre controversiales, difíciles de resolver, pero inevitables. Estos debates no pueden resolverse simplemente con reglas generales. Aunque éstas sean indispensables, en estos casos la especificidad de cada experiencia adquiere una importancia particular.

Por lo tanto, me quedaré aquí en un nivel de discusión más general, tratando de comprender las dificultades que enfrentan lo que podríamos llamar «sectores progresistas» (sin entrar en mayores discusiones sobre la definición) para presentar una propuesta política que resulte atractiva para los sectores mayoritarios de la sociedad.

Cómo dejar atrás el mundo neoliberal

Y aquí, si me lo permiten, voy a referirme, más que a Argentina, al caso chileno, donde los debates son intensos, en el contexto del 50 aniversario del golpe contra Salvador Allende, que seguiré en Chile a partir del 8 de septiembre.

Sobre el debate constitucional chileno y el resultado del referéndum de septiembre de 2022, publiqué el artículo «El debate constitucional chileno» en la página «A Terra é Redonda«, el 16 de mayo.

En él decía que, mirando 50 años atrás, Chile necesitaba retomar el camino de las reformas interrumpido por la dictadura. Analizando la cuestión más ampliamente, me preguntaba: ¿qué proyecto de desarrollo necesita la izquierda latinoamericana para llevar a cabo reformas que desmantelen el mundo neoliberal? Me parece que ésta es la esencia del desafío.

¿Qué es, para mí, el modelo neoliberal? Es el modelo de un sector voraz y minoritario cuyo objetivo es apropiarse de la mayor parte posible de la riqueza de un país. El principal elemento para lograr este objetivo es la privatización de empresas públicas por parte de grupos empresariales nacionales y extranjeros. En el caso chileno, principalmente el cobre, que Allende había nacionalizado y definido como «el sueldo de Chile». No es difícil encontrar ejemplos similares en Brasil, por ejemplo. Cito los casos de minera Vale, de la Petrobrás o de Eletrobrás. Pero estos son sólo algunos ejemplos.

La destrucción de las organizaciones sindicales y políticas que puedan oponerse a estas medidas es también una tarea permanente del proyecto neoliberal.

Como señaló hace muchos años el destacado dirigente del partido conservador chileno Renovación Nacional, Andrés Allamand, diputado, senador y ministro de Relaciones Exteriores en el gobierno de Sebastián Piñera, en su libro «La travesía del desierto», lo que Pinochet ofreció a la derecha neoliberal fue la oportunidad de aplicar radicalmente las transformaciones exigidas por el modelo, sin restricciones desde el poder político. «Más de una vez, en el frío penetrante de Chicago, los esforzados estudiantes que soñaban con transformar el rostro de Chile deben haberse devanado los sesos con una sola pregunta: ¿alguien que asuma este proyecto ganará alguna vez la presidencia? Ahora [con el golpe militar] ya no tenían ese problema», dijo Allamand.

Esta frase nos permite introducir otro tema: los derechos humanos. Para mí, está perfectamente claro que la violación de los derechos humanos no fue más que una herramienta para alcanzar los objetivos políticos y económicos de una derecha sin escrúpulos. La principal violación de los derechos humanos fue esta política neoliberal.

Como dijo el sociólogo Felipe Portales en un artículo titulado «Chile: 50 años de neoliberalismo», el modelo de sociedad extremadamente neoliberal impuesto violentamente por la dictadura no fue combatido, sino legitimado, consolidado y profundizado pacíficamente durante los 30 años de «democracia». Es decir, nunca pudimos recuperar el proyecto de Unidad Popular, un proyecto construido sobre la apropiación de los recursos nacionales por parte del Estado y el estímulo a la organización política y social de los sectores populares.

Portales critica el modelo que «concentra la riqueza en grandes grupos económicos fundamentalmente financieros, extractivos y que controlan los sistemas de educación, salud y bienestar, apoyados por el Estado y con sectores populares y medios atomizados y sin poder real».

Si este es el caso, es particularmente importante definir una propuesta progresista que no se limite a lo accesorio: en este caso, los derechos humanos. Una propuesta que no deje de lado, que lo convierta en su principal demanda, el desmantelamiento de los mecanismos que han permitido el asalto al patrimonio público y privado de los chilenos, como el escandaloso caso de las AFP, las «Administradoras de Fondos de Pensiones». No es posible profundizar aquí en este tema, que el economista Marco Kremerman y la Fundación Sol, entre otros, han analizado en detalle.

Lo que quiero destacar aquí, porque creo que esta relación no ha sido tratada adecuadamente, es la importancia que le doy a esta política neoliberal y a los mecanismos de destrucción de las organizaciones políticas y sociales populares. Cualquier análisis de los «derechos humanos» desvinculado de su contexto político sólo sirve para que los latinoamericanos se peleen entre ellos, con Washington mirando, aplaudiendo desde la primera fila del público. Estados Unidos que, como sabemos, no ha ratificado ningún instrumento de derechos humanos, incluida la Convención y la Carta Interamericanas. Derechos humanos que han sido sistemáticamente violados por las sanciones ilegales que Washington ha aplicado contra Cuba durante décadas, condenadas casi unánimemente año tras año en la Asamblea General de las Naciones Unidas. Sanciones impuestas más recientemente a Venezuela, y que Washington aplicó a Chile durante el gobierno de Allende.

Debemos aprender de esta lección, aunque comprendamos perfectamente las dificultades de transformar una visión general en una política práctica que responda a las necesidades de cada caso particular.

En Chile, hace muy poco, Tomás Mosciatti, un comentarista muy popular en la radio Bio-Bio y crítico al gobierno de Boric, recordaba que «el gobierno no ha hecho nada frente a la ofensiva concentración económica que existe en el país», hecho que, a su juicio, «atenta contra el mercado». Boric y compañía -continuó- «no tienen ni idea de quiénes son los más necesitados, quiénes son los más pobres. Por eso, en las dos últimas elecciones, los sectores más desfavorecidos fueron los que votaron contra Boric y su Gobierno».

Ciertamente no es una opinión compartida por todos, y menos aún por el gobierno de Boric. Pero no creo que esté alejada de la realidad, ni que deje de señalar un problema de fondo.

Tampoco creo que Mosciatti esté muy preocupado por los más necesitados, pero no deja de tener razón en su crítica al gobierno de Boric, uno de los principales referentes de la política de defensa de los «derechos humanos» que lo ha colocado junto a los más reaccionarios de América Latina, en ocasión de la cumbre sudamericana de mayo pasado en Brasilia, cuando criticó a Venezuela, sin hacer ninguna referencia a las sanciones impuestas por Estados Unidos a ese país.

Creo que puedo resumir esta ya larga presentación con una frase del economista brasileño Paulo Nogueira Batista sobre el gobierno chileno, una frase que ayuda a entender todo este proceso, así como nuestras enormes dificultades para estructurar una alternativa que enfrente el modelo neoliberal: «Boric es la izquierda que le gusta a la derecha». Una vertiente de la izquierda «centrada en la llamada ‘agenda identitaria’, es decir, en cuestiones relacionadas con género, raza y otros aspectos de la identidad, en detrimento de las agendas sociales y laborales».

En mi opinión, esto resume el reto de reconstruir una idea de nación que sólo tendrá futuro si acaba con los mecanismos que destruyen o debilitan toda organización popular, y si recupera los recursos de los que hoy se apropian poderosos sectores minoritarios, base de los mecanismos que alimentan la enorme desigualdad que caracteriza nuestras sociedades.

Una propuesta

Las reglas de organización política para América Latina quedaron establecidas en la Carta Democrática Interamericana, aprobada por la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA) en septiembre de 2001 en Perú.

Se trata de un documento que consagra los principios liberales, los mismos que han servido de base a prácticamente todas las dictaduras y modelos neoliberales en América Latina, como se desprende del texto del conservador chileno Andrés Allamand.

El primer párrafo de la Carta establece que la Carta de la Organización de los Estados Americanos reconoce que la democracia representativa es indispensable para la estabilidad, la paz y el desarrollo de la región y que uno de los objetivos de la OEA es promover y consolidar la democracia representativa, respetando el principio de no intervención.

Después de este párrafo, lo que sigue son las normas que rigen la intervención en los países que deciden buscar nuevos modelos de organización política, económica y social, sin que se respete, ni siquiera se vuelva a mencionar, el principio de no intervención.

«En el caso de Pinochet, se le atribuyó el milagro de Chile, un exitoso experimento de libre mercado, privatización, desregulación y expansión económica, cuyas semillas de liberalismo se extendieron desde Valparaíso hasta Virginia», escribió el periodista Greg Palast en 2006. Pinochet había muerto dos días antes.

Palast opinaba que Pinochet no había destruido por sí solo la economía chilena. «Fueron necesarios nueve años de duro trabajo de las mentes académicas más brillantes del mundo, un grupo de aprendices de Milton Friedman, los Chicago Boys. Bajo el hechizo de sus teorías, el general abolió el salario mínimo, prohibió los derechos de negociación de los sindicatos, privatizó el sistema de pensiones, suprimió todos los impuestos sobre el patrimonio y la renta de las empresas, redujo el empleo público, privatizó 212 industrias estatales y 66 bancos, y logró el exceso fiscal.»

La relación entre esta política económica liberal y las más crueles violaciones de los derechos humanos queda clara no sólo en el texto citado, sino también en las prácticas habituales de las dictaduras latinoamericanas. Es bien conocido el debate sobre el apoyo de Friedrich Hayek a Pinochet, a quien el filósofo-economista visitó por primera vez cuatro años después del golpe de Estado de 1977.

El economista portugués, excoordinador del Bloque de Izquierda, Fracisco Louçã, lo recordaba también en reciente artículo sobre “La extrema derecha en América Latina”.

“América Latina fue una de las regiones con mayor implicación de las instituciones estadounidenses en la formación neoliberal de las élites; formaba parte de la Guerra Fría”, recordó Louçã. “A principios de los 60, Chile no contaba con más de 120 economistas; en dos décadas, la Universidad de Chicago creó la columna vertebral de una nueva política económica. Arnold Harberger, el académico que lideró este proceso de transformación de la enseñanza y selección de ejecutivos en Chile y América Latina, se jactaba de haber formado a 300 líderes, entre ellos 70 ministros y 15 presidentes de bancos centrales. ‘La buena economía llega a América Latina’ es el modesto título de una de sus publicaciones”.

Probablemente no me equivoco si digo que la inmensa mayoría de los latinoamericanos no ha leído nunca esta Carta Democrática. Menos aún la han estudiado. Es un documento que establece un marco político para el funcionamiento de nuestras sociedades y sanciones para quienes se salgan de ese marco. Aprobada en Lima, Perú, el 11 de septiembre de 2001, en un clima político muy diferente a las exigencias actuales, necesitamos discutir esta Carta liberal y adaptarla a las diferentes necesidades políticas de nuestra región. Necesitamos crear las condiciones para salir de este marco rígido impuesto a la región.

Esta discusión sería una oportunidad extraordinaria para repensar nuestro orden político, para clarificar aspectos fundamentales de ese orden. Podría dar un nuevo impulso a la labor de las fuerzas progresistas, revitalizando el debate político, que hoy carece de perspectivas frescas.

A este respecto, puede ser útil un artículo de Tarso Genro (un exministro de gobiernos anteriores de Lulas, en Brasil), publicado en «A Terra é Redonda» el 25 de agosto, con el título «Para dónde va la socialdemocracia». Se refiere a un programa de Naciones Unidas, «Reconstrucción del Estado de Bienestar en las Américas», lanzado por el PNUD en 1996 y coordinado hoy por Jorge Castañeda, Gaspard Estrada y Carlos Ominami. Conozco poco el trabajo de Estrada, pero estoy seguro de que con Ominami y, sobre todo, con Castañeda, canciller de Vicente Fox, este trabajo no aportará ninguna orientación novedosa, que pueda ser de utilidad para la región. Tampoco veo en las propuestas de Genro la necesaria renovación de este debate.

¿Por qué no dar un empujón a esta puerta y entrar por ella con ideas más frescas?

FIN

Javier Milei, monstruo ultraneoliberal, fascista y antiargentino

Mg. José A. Amesty Rivera

Es ciertísima la frase de Antonio Gramsci «El viejo mundo se muere. El nuevo tarda en aparecer. Y en ese claroscuro surgen los monstruos«. Detrás de esta expresión está la idea que el viejo mundo capitalista fallece, y el mundo nuevo del socialismo emergente tarda en aparecer, en ese ínterin (que parece muy largo), surgen los monstruos, engendros, los ogros, que son individuos, corporaciones, instituciones, otros.  

Y es que esta frase, se ve reflejada en las últimas décadas en América Latina, en las gobernanzas de algunos países: Pinochet en Chile, en Brasil Bolsonaro, Fujimori en Perú, Duque y Uribe Vélez en Colombia, Boric en Chile, por mencionar algunos, además de algunos otros monstruos más pequeños, pero al fin y al cabo engendros del mal.

Todos estos seres tienen en común, moverse dentro del neoliberalismo salvaje y fascista, y además la derecha del continente parece sacarlos de una especie de caja, donde se encuentran los más malos y perversos, además de ser desconocidos, y cuando salen a la arena política algunos suelen ser de una apariencia infernal, muy poco agraciados, repulsivos a la vista y a un paso de la demencia.

Tal es el caso reciente de Javier Gerardo Milei en Argentina, quien acaba de ganar las elecciones primarias argentinas, también llamadas PASO (Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias), que​ fueron creadas en el 2009.

Pero ¿quién es este enigmático personaje? Según el Diario Octubre y otras fuentes, nacido en Buenos Aires, el 22 de octubre de 1970. Es un economista, político y docente argentino, líder, (diputado) del espacio político La Libertad Avanza. Comúnmente es definido por medios de comunicación internacionales como un político de extrema derecha, en tanto que medios nacionales argentinos y consultores políticos de ese país, lo describen como de derecha libertaria. Es seguidor de los postulados formulados por los economistas de la escuela austriaca, y se autodenomina como anarcocapitalista en la teoría, liberal-libertario y minarquista en la vida real, aunque varias de sus posiciones políticas han sido descritas como conservadoras o ultraconservadoras.

El libertarismo, es una filosofía política y legal que promueve una sociedad que garantice la libertad del individuo, los derechos de propiedad privada y la asignación de los recursos a través de la economía de mercado. El libertarismo considera la propiedad y los mercados libres como las bases más sólidas para garantizar la libertad individual.

Milei, se declara admirador de Donald Trump y Jair Bolsonaro. Ha sido retratado en los medios por sus posturas controversiales (y fascistas) en temas como la prohibición del aborto, la liberalización de la venta de armas y órganos humanos, así como por poner al Estado como el principal enemigo.

Se autodenomina un libertario que promete cerrar el Banco Central. Javier Milei ganó notoriedad gracias a sus apariciones en televisión y su discurso agresivo. A pesar de que hace poco tiempo era un desconocido en el mundo público, hoy en día se presenta como el salvador de la “revolución moral” y dice oponerse a todos los políticos tradicionales del país, a los que llama “la casta”.

En un momento cuando en el mundo están surgiendo bloques económicos que desafían la hegemonía de la moneda estadounidense, Javier Milei propone dolarizar la economía argentina.

¿Cuáles son sus propuestas de gobierno más cuestionadas?

  • Milei considera que el peso argentino, es una moneda inviable y que la única solución es adoptar el dólar estadounidense, como signo oficial, así como eliminar la política monetaria.
  • Plantea la privatización de la salud, la educación y las empresas estatales, en función de lo que argumenta que el sistema privado proporciona mejores servicios.
  • Busca la eliminación de todos los ministerios, dejando únicamente los de Economía, Justicia, Interior, Seguridad, Defensa y Relaciones Exteriores.
  • Propone una reforma económica basada en la reducción del gasto público y los impuestos, así como la eliminación de la obra pública.
  • En términos energéticos, aspira terminar con los subsidios e “implementar un esquema tarifario realista”.
  • Proyecta una reforma judicial, y acusa el sistema judicial actual de “perseguir opositores o favorecer amigos”.

Según, el escritor y periodista argentino, Juan Martín Porto, en su artículo: «Milei y una propuesta de política exterior «altamente ideologizada» y «casi caricaturesca», Milei promete, romper relaciones diplomáticas con Brasil y China (los dos principales socios comerciales de la Argentina), en caso de llegar a la Casa Rosada.

A su vez afirma, que su «alineamiento de geopolítica es Estados Unidos e Israel», dos naciones que paradójicamente mantienen un fuerte intercambio comercial con la gigante China.

Para concluir, Porto enfatiza: en un contexto de reconfiguración de la hegemonía global, el candidato presidencial Javier Milei promete una política exterior «altamente ideologizada» desde un alineamiento automático con los Estados Unidos y el congelamiento de los vínculos con países que juzga «comunistas» en un revival «casi caricaturesco de un escenario de Guerra Fría que ya no existe».

A pesar de que estas ideas se fundamentan en falsedades que pasan por alto la realidad histórica y social de Argentina y del mundo, han logrado fundamento entre una parte de la población que expresa su descontento y cansancio ante la situación económica del país.

No en balde, armas, drogas, venta de órganos, homofobia, negacionismo de la dictadura, antiabortismo y misoginia; diversas polémicas en la carrera de Milei, han resultado en críticas hacia su figura, pero también le han proporcionado una notable visibilidad y reconocimiento en el ámbito público.

Milei, también posee una serie de elementos excéntricos en su vida personal que lo distinguen. Tiene una fuerte convicción religiosa y afirma mantener conversaciones con Dios; tiene afición por la seudociencia; convive con cinco perros, a los cuales ha nombrado en honor a economistas famosos, y asegura que puede contactarse con uno de sus canes fallecidos; tiene afición por el rock en inglés y suele cantar canciones de este género en sus actos políticos; también se rodea de mujeres jóvenes y atractivas que se encargan de organizar y promover sus actos y candidaturas, y ha sido acusado por pedir favores sexuales.

En una reciente entrevista al exmandatario uruguayo, José Mujica, por parte del periodista Leo Sarro, respondió el reconocido político, sobre la pregunta ¿Qué sucedería si Milei llega a la presidencia? ¡Socorro! “no porque sea de derecha; me parece que es un loco”.  

A su vez, el youtuber brasileño Diego Ruzzarin, menciona como parte de las excentricidades y secretos de Milei:

  • Duerme con su hermana
  • Elige a sus candidatos con el Tarot
  • Es amigo de multimillonarios oligarcas
  • Se hizo amigo de un rabino, para que no lo acusen de nazi
  • Quiere que haya un libre mercado de órganos y bebes.
  • Quiere privatizar las Fuerzas Armadas Argentinas, entre otras cosas.

Entonces, ¿Cómo se explica que un personaje tan polémico y desestabilizado, con ideas excéntricas, y propuestas cuestionables y regresivas, haya logrado captar la atención y el apoyo de una parte importante del electorado argentino?

Una de las hipótesis plantea que, las condiciones de descontento político y la frustración de un segmento significativo de la sociedad argentina ante los errores del gobierno de Alberto Fernández, sumadas a la crisis económica que venía desarrollándose desde el gobierno de Mauricio Macri, (lo que algunos llaman el hartazgo de la sociedad argentina), fueron elementos determinantes para el ascenso político de Milei, quien supo aprovechar este malestar y presentarse como una supuesta alternativa radical al kirchnerismo y al macrismo, con un discurso antisistema y provocador.

Otros hablan que, ante su triunfo en las primarias y al estar detrás de él, ganó el Fondo Monetario Internacional FMI y el Poder Judicial Argentino.

Otros que ganó Milei, pero, no debemos pasar de subestimarlo a sobrestimarlo. Lo importante es lograr caracterizarlo y entenderlo. El voto le llega por diferentes vertientes: la bronca, lo ideológico y lo mesiánico. Está sólido, sí, pero valoremos todo en su justa medida: tiene apoyo del 20 por ciento del padrón electoral (30 por ciento sobre voto válido), ni más ni menos, según Alfredo Serrano locutor y director argentino.  

 En resumen, varias de las democracias sudamericanas se encuentran bajo un doble acecho: el del narcoestado y el de la restauración salvaje de las políticas neoliberales (como es el caso de Milei), que devastaron a la región hace tres décadas, y de cuyos efectos apenas comenzaban a reponerse las naciones que experimentaron el giro a la izquierda de inicios de siglo.

Por otro lado, el profesor argentino Daniel Campione, Milei, es un apóstol de la “libertad de mercado” que descalifica de cuajo la perspectiva de ponerle la más mínima limitación a las “recompensas” y “castigos” que administraría el autónomo juego de la oferta y la demanda y el imperio absoluto de la llamada libertad de empresa. A lo largo de su alocución (durante la campaña electoral), el candidato no se privó de nada. Ni siquiera de dedicar la victoria a sus perros. Y tampoco de azuzar al coro de adherentes que cantaba “Que se vayan todos, que no quede ni uno solo”, apropiándose de una consigna que cuando surgió hace más de dos décadas, tenía un fuerte tinte de cuestionamiento por izquierda a la dirigencia de la época. Pareciera una mueca trágica.

También, el insigne escritor y pensador Atilio Boron en su artículo, «Apostillas sobre las primarias y un par de recomendaciones prácticas«, señala que el triunfo de Milei, se trata de un «voto castigo», de un grito desesperado que no supo ser escuchado por las fuerzas políticas mayoritarias y que Milei, un astuto demagogo, supo capitalizar muy bien con su gritería y su fiera gestualidad, presuntamente destinada a plantarse en contra del sistema, cuando en realidad es su más reciente y estrafalaria manifestación.

Enfatizando además Boron que, sería temerario arriesgar un resultado definitivo para las próximas elecciones presidenciales. Es más, ni siquiera estamos en condiciones de asegurar quienes serían los protagonistas del balotaje, en caso de que lo hubiera, algo de lo cual tampoco estamos ciento por ciento seguros.

Boron, además, se pregunta: vistos los resultados de las PASO, ¿estamos condenados a ser gobernados por la ultraderecha, o por el fascismo, o por el neofascismo, en cualquiera de sus personificaciones? ¡De ninguna manera! En coyunturas como ésta la voluntad política juega un papel fundamental. De allí que, debemos evitar «caer en los horrores y el caos subsecuente que desatará cualquier gobierno de extrema derecha o fascista, que se instale en la Casa Rosada a partir del próximo 10 de diciembre».

Finalmente, parte de la política exterior, de Milei no es menos desastrosa, él asegura que, si llegara a ser presidente de Argentina, rompería relaciones con China, Venezuela, Brasil, Cuba, Nicaragua y promoverá la eliminación del Mercosur. Por su política monetaria de dolarización de Argentina, critica el ingreso a los BRICS, «no nos alinearemos a los comunistas».

En fin, todavía queda tiempo para no permitir que Milei llegue a la presidencia de Argentina. En este tiempo, es necesario tomar las calles del pueblo y desde allí convencer a los confundidos/as, a los indecisos y a los conscientes, que el camino del neoliberalismo, ya no es una alternativa, y menos la de Milei.

La izquierda argentina, debe tomar un papel protagónico en esta tarea, si es que quiere ser consecuente con sus postulados, acompañando al pueblo en sus luchas, desafíos y a mantener sus logros.

Imagen: https://efe.com/

Masacre de Napalpí, una matanza de pueblos indígenas hace 99 años

Este 19 de julio se cumplen 99 años de la Masacre de Napalpí, una matanza de pueblos indígenas perpetrada por el Estado argentino.

Un podcast de tres episodios expone este hecho histórico y sus repercusiones hasta hoy.

Un documental testimonial que forma parte de la sentencia del Juicio por la Verdad que declaró lo ocurrido como crimen de lesa humanidad.

Guión y locución: Marcos Perearnau. Edición de sonido: Diego Skliar. Producción: Juan Carrique.

Una elaboración de Fósil para el Ministerio de Cultura de la Nación y el Instituto de Cultura del Chaco.

Puede escucharlo aquí.

Información compartida con SURCOS por Claudio Monge Pereira.

Humanistas exigen cese de la represión en Jujuy y la liberación de Milagro Sala

(Imagen de Titi Nicola)

En un documento dirigido a la Comunidad internacional, diversas expresiones humanistas denunciaron la represión desatada por el gobierno de Gerardo Morales en la provincia argentina de Jujuy contra la protesta no violenta de trabajadores de la educación, pueblos originarios, organizaciones sociales y sindicales, campesinos y pobladores.

Asimismo, expresaron su repudio ante la nueva arremetida contra la salud y la vida de su primer presa política Milagro Sala y su compañero Raúl Noro, quién se encuentra en su domicilio transitando una situación de salud muy complicada.

El enérgico llamamiento convoca a todas las personas y organizaciones afines de cada provincia, de Nuestra América y del mundo, a sumarse activamente a este reclamo, por una resistencia justa contra toda forma de violencia, la vigencia total de los Derechos Humanos en la provincia de Jujuy, el cese inmediato de la represión y la violencia, y la urgente liberación de Milagro Sala.

A continuación, el texto íntegro del comunicado.

Convocatoria Humanista a la Comunidad Mundial

POR EL CESE DE LA REPRESIÓN Y LA VIOLENCIA EN JUJUY, ARGENTINA Y LA LIBERACIÓN DE MILAGRO SALA

Desde el Movimiento Humanista, Partido Humanista, Organismos e integrantes de Comunidades de El Mensaje de Silo a nivel mundial, repudiamos y denunciamos enérgicamente la sostenida violencia ejercida por el Gobernador de Jujuy Gerardo Morales sobre su propio pueblo mediante una salvaje represión, persecución, torturas y hostigamientos a manifestantes, a sus familiares, a trabajadores de la educación, a Pueblos Originarios, Organizaciones Sociales, Sindicales, pobladores y campesinos en general que se suman a las protestas, que por cierto, han sido siempre pacíficas, no violentas.

Al mejor estilo de las dictaduras que asolaron nuestra región en otras épocas, Morales reinicia una espiral de violencia que nos remonta a oscuras etapas de nuestra historia que creíamos superadas. Morales utiliza esta represión como parte de su campaña política, postulándose a la vicepresidencia de Argentina junto a Horacio Rodríguez Larreta como candidato a Presidente, y refuerza su muestra de poder arremetiendo nuevamente contra la salud y la vida de su primer Presa Política Milagro Sala y su compañero Raúl Noro, quién se encuentra en su domicilio transitando una situación de salud muy complicada.

En el mismo marco de abusos de poder, es conocido el interés económico sobre el manejo del litio, siendo Jujuy uno de los principales productores a nivel mundial, promoviendo desde el Estado, expropiaciones de tierras, persecuciones y represión. Morales y sus socios, son actualmente los principales beneficiarios que hoy extraen y exportan litio desde Argentina, produciendo una alta contaminación del agua que se utiliza para el consumo humano, animal y de riego.

A todos estos atropellos, el Gobernador Morales agrega un nuevo abuso de poder y violación de derechos, introduciendo ilegalmente reformas a la Constitución Jujeña, lo que motivó aún más al pueblo a continuar las protestas pacíficas, obteniendo como respuesta, una feroz represión en lugar del diálogo.

Es por eso que denunciamos y repudiamos estos hechos de violencia, solicitando a los poderes correspondientes que intervengan, incluido el actual gobierno nacional, para detener esta situación de injusticia que camina por andariveles terminales.

Convocamos a todas las personas y organizaciones afines de nuestro país, de cada provincia, de Nuestra América y del mundo, a sumarse activamente a este reclamo, por una resistencia justa contra toda forma de violencia, la vigencia total de los Derechos Humanos en la provincia de Jujuy, el cese inmediato de la represión y la violencia, y la urgente liberación de Milagro Sala.

La violación a los derechos humanos no tiene jurisdicción, su defensa tampoco, es por eso que apelamos a la comunidad internacional.

Para lograr estos cambios, invitamos a fortalecer, no solo las acciones sociales y políticas en esta dirección (tan importantes en este momento), sino también, a fortalecer nuestro espíritu y nuestra Fuerza interna, para acompañar diariamente con nuestras mejores imágenes y deseos de tranquilidad y de bienestar, a nuestra querida hermana y hermano, Milagro Sala y Raúl Noro y a todo el Pueblo jujeño.

Quienes lo deseen, pueden adherir con su firma a este documento a través de este enlace https://forms.gle/rBgVnP2Pi73hYPDs9

 

Fuente: https://www.pressenza.com/es/2023/07/humanistas-exigen-cese-de-la-represion-en-jujuy-y-la-liberacion-de-milagro-sala/

Compartido con SURCOS por la Asociación Mundo sin Guerras y sin Violencia.

Campaña de Firmas: JUJUY NO ESTÁ SOLO

Manifestamos nuestra preocupación por la escalada de violencia desmedida y emprendida en contra del pueblo de Jujuy de Argentina, con el único anhelo de fortalecer el neoliberalismo extractivo en la región y controlar agresivamente a las poblaciones, por medio de una reforma constitucional, que desconoce la existencia de pueblos indígenas y de diferentes grupos sociales en el territorio.

Nos oponemos a toda clase de violencia que enluta a familias pobres de Argentina, principalmente a las del Pueblo Jujuyano y que violenta los derechos fundamentales reconocidos por el consorcio de naciones, principalmente el de la vida, la libertad y la paz.

Como cristianos y no cristianos, que tenemos como principio la “No Violencia Activa” y como mandamiento “el amor al prójimo”, manifestamos que resolver los problemas sociales, políticos y económicos que quejan a las poblaciones, principalmente pobres, no se debe hacer con el uso de la fuerza, porque no solo va en contra de los principios reconocidos internacionalmente bajo la doctrina de los derechos humanos y contra el Estado de Derecho, sino que también violenta todos los preceptos cristianos, de no atentar contra la vida de los demás.

“¿Que has hecho de tu hermano?”, es un principio bíblico que debemos comprender su dimensión.  Esto significa que no podemos ir en contra de nuestro hermano, solo porque no está de acuerdo con nuestras ambiciones e intereses.  Es por ello, que implementar reformas a las leyes y en particular a la Constitución que es el acta fundamental para una convivencia pacifica y armónica entre los ciudadanos, no es justo, y es más quererla violentar con acciones de amedrentamiento y represión, solo es fruto de gobiernos dictatoriales, represivos y genocidas, que supuestamente en este siglo XXI no deberían existir, para instaurar una verdadera democracia con justicia e igualdad.

Como personas, hombres y mujeres, comprometidos con la defensa y protección de la vida de los pueblos originarios y afrodescendientes que además son los más empobrecidos por el sistema, por quienes hemos hecho nuestra opción, hacemos un llamado urgente, “a la instauración de un diálogo constructivo, intercultural e igualitario”, para terminar con la violencia y evitar el derramamiento de más sangre inocente.

Responsabilizamos a Gerardo Morales, gobernador de Jujuy de la actual escalada de violencia, y hacemos un llamado al Gobierno de Alberto Fernández y los poderes del Estado de Argentina, a convocar urgente a un diálogo entre las partes y a velar porque estas violaciones a los derechos humanos no queden en la impunidad.

Abya Yala 22 de junio del 2023

COMISION PUEBLOS ORIGINARIOS Y AFRODESCENDIENTES de SICSAL – CONVIDA 20 y adherentes a este comunicado

Comunicado completo y formulario para firmar.