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Etiqueta: Astrazeneca

La internacional de la avaricia

Luis Fernando Astorga Gatjens

En la semana anterior, se reportó que desde que se inició la pandemia de la Covid-19 hasta el presente, seis grandes compañías farmacéuticas de Estados Unidos y Europa, que desarrollaron vacunas contra la enfermedad, ganaron 227 mil millones de dólares en valor de mercado.

De esta manera, las farmaceúticas Pfizer, Moderna, Biontech, AstraZeneca, Novavax y Johnson & Johnson aumentaron ya sus abultadas fortunas, de manera astronómica. Un reducido grupo de accionistas y ejecutivos se tornaron más ricos al emerger esta enfermedad que ha marcado la vida del planeta en los últimos dos años y medio.

Se trató entonces de un pingüe negocio mediante el cual se transfirió un torrente de recursos públicos a estas empresas ya que las compras del inmunizante, lo hicieron los Estados.

Algunos líderes políticos (particularmente de países del sur planetario) clamaron para que se suspendieran las patentes y que se permitiera la libre producción de los antígenos, durante el periódo más grave de la pandemia. Pero tanto estas farmacúticas y líderes políticos alineados con sus intereses, negaron esta posibilidad de manera tristemente rotunda. De esta manera, pusieron en grave riesgo la salud de millones de personas que habitan los países más pobres. Es seguro que muchas muertes y complicaciones derivadas de la Covid-19 se hubieran evitado si las ganancias económicas se hubiesen pausado, en un corto lapso de tiempo, para dar prioridad al más elevado interés humanitario.

Sin embargo, no solo la farmacéuticas se han visto beneficiadas con la pandemia. Como ha venido denunciado Oxfam la riqueza de los diez hombres más ricos del mundo se ha duplicado mientras que los ingresos del 99 % de la humanidad se ha visto reducido. De esta manera, la pobreza y la desigualdad se ha incrementado en forma significativa.

Gabriela Bucher, Directora Ejecutiva de la mencionada ONG lo dice con medidiana claridad: “Los milmillonarios han tenido una pandemia de lujo. Los bancos centrales han inyectado billones de dólares en los mercados financieros para salvar la economía, pero gran parte ha acabado en los bolsillos de los milmillonarios, que se han aprovechado del auge de los mercados bursátiles. Con las vacunas se pretendía poner fin a esta pandemia, pero los Gobiernos de los países ricos han permitido que los milmillonarios y los monopolios farmacéuticos corten el suministro a miles de millones de personas. Esto podría traducirse en un incremento de todas las formas imaginables de desigualdad. La previsibilidad de esta situación es indignante, y sus consecuencias son letales”.

La pandemia abrió una enorme oportunidad para la solidaridad. Pero la avaricia de un reducido grupo de seres humanos le ganó la partida. Con ello, la brecha de desigualdad entre países ricos y pobres se ha ampliado y dentro de los países, la brecha social y económica entre sectores y grupos sociales también se ha hecho más honda.

Con datos del año anterior, en América Latina se amplió el enorme abismo que ha existido históricamente entre los pobres y los propietarios de grandes fortunas. El número de multimillonarios en la región latinoamericana se incrementó de 76 a 107 y la fortuna acumulada por este selecto grupo casi se duplicó: Pasó de US$ 284.000 millones a US$ 480.000 millones, según el análisis realizado por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

La avaricia (“afán de poseer muchas riquezas por el solo placer de atesorarlas sin compartirlas con nadie”) siempre ha existido. Empero con la pandemia escaló de manera exponencial. ¿Qué hay de nuevo para que se haya dado este repudiable fenómeno.

Lo nuevo nos viene de finales del siglo anterior. Se trata de la pandemia neoliberal que como un terrible matapalo se ha apoderado de la política y, con ello, de la economía, de la sociedad y de la cultura de la mayoría de los países del orbe.

Diversas expresiones de un neoliberalismo extremo han bloqueado que se fijaran impuestos a las enormes fortunas concentradas en pocas manos, para enfrentar el incremento de la pobreza y la desigualdad.

En Costa Rica, ni siquiera se insinuó tal posibilidad ya que hubiese sido aplastada por la mayoría legislativa neoliberal que imperó desde el 2018 al 2022. Tampoco un impuesto solidario que pudieran pagar los dueños de grandes fortunas, hubiese contado con el apoyo de las cámaras patronales.

La avaricia neoliberal es como un agujero negro, que no deja ni rastros de solidaridad y de preocupación por el bien común.

El Papa Francisco al caracterizar lo que hoy prevalece en el mundo y que nos plantea el enorme desafío de su erradicación, lo expresa claramente: “Veo un modelo de vida económica y social caracterizado por tantas desigualdades y egoísmos, en el que una exigua minoría de la población mundial posee la mayoría de los bienes, y que a menudo no duda en explotar a las personas y los recursos”.

(9 de mayo, 2022).

La Oposición en Venezuela utiliza la Vacuna de AstraZeneca como Arma Política

Lic. José A. Amesty R.

En estos momentos, la vacuna llamada AstraZeneca ha sido suspendida por varios países de Europa principalmente, así como otros países del mundo, después de reportes de posibles efectos secundarios graves y por las complicaciones que se han presentado a quienes han sido vacunados.

La principal preocupación de estos países se basa en los informes de que algunas personas vacunadas con el antídoto, creado por la farmacéutica AstraZeneca y la Universidad de Oxford, desarrollaron coágulos sanguíneos, sangrado, nivel bajo de las plaquetas.

La suspensión es hasta que la Agencia Europea de Medicamentos, investigue sobre los efectos secundarios sospechosos. No obstante, recientemente la Agencia Europea de Medicamentos (EMA, por sus siglas en inglés) informó de una posible relación entre la vacuna de COVID-19 de AstraZeneca, y unos pocos casos de coagulación de la sangre registrados en adultos que habían recibido la inyección.

Lo cierto es que la Agencia Europea de Medicamentos EMA, aunque afirma que más son los beneficios de la vacuna, y que seguirán investigando, quedan las sospechas e incertidumbres, y varios países están siendo cautelosos y esperan los últimos resultados.

Al margen de los resultados finales en esta diatriba, deseamos señalar cómo la oposición en Venezuela, en contra del gobierno legítimo de Nicolás Maduro y la Revolución Bolivariana, están utilizando esta situación como arma política, veamos…

Primero, ya sabemos que Juan Guaidó con el dinero robado a Venezuela, supuestamente financió la compra de la vacuna AstraZeneca. ¿Con qué intención?

Segundo, la oposición venezolana ha desatado una campaña psicológica y por redes sociales, a favor de la vacuna de AstraZeneca, para que a cualquier lugar la vacuna sea utilizada en Venezuela. ¿Con que intención?

Tercero, la campaña es: “dejen entrar las vacunas”, “el régimen no quiere que te vacunes”, “la elite chavista ya se vacunó”. Esta es la prueba contundente de las malas intenciones de la oposición venezolana, al desear la vacuna de AstraZeneca.

Cuarto, la farmacéutica inglesa-sueca que produce la vacuna llamada AstraZeneca, mantiene un prontuario de irregularidades y fraudes en las últimas dos décadas, cuyo proceder es muy oscuro.

Quinto, se agrega que el mecanismo Covax, el cual busca garantizar vacunas de manera equitativa para todos los países, principalmente los que tienen dificultades financieras, ha sido criticado, ya que solo tiene relaciones con las farmacéuticas occidentales, atraídas por el mercado que asegura la pandemia en términos de salud e investigación científica.

Sexto, además ya desde noviembre del 2020, según estudios de la Universidad Británica de Oxford y la Farmacéutica AstraZeneca, la vacuna desarrollada previene el Covid-19 en un 70,4% de los casos, indicaron resultados preliminares difundidos.

Estos datos contrastan con la efectividad del 95% mostrada por las vacunas producidas por las compañías Pfizer y Moderna. Asimismo, la Sputnik V, arroja una efectividad del 92%.

Con los anteriores puntos y las interrogantes planteadas, es evidente que estamos ante la más cruel y bárbara utilización de la pandemia y el uso de la vacuna de AstraZeneca, para que a toda costa, la oposición tome nuevamente el poder en Venezuela.

No les importa si la vacuna tiene efectos negativos o cause males de muerte. No les importa las múltiples denuncias contra la vacuna. No les importa hacer negocios con farmacéuticas mercantilistas e inhumanas, que solo les interesa la ganancia de dinero como sea.

Lo que les importa a la oposición venezolana, es erradicar la Revolución Bolivariana, llevándose a rastras a cualquier cantidad de venezolanos y venezolanas. Realmente es una actitud miserable y ruin, que será escrita en la historia de Venezuela, como la más despiadada, inhumana e inverosímil.

Aquí la salud es concebida como mercancía, y se encubre la empresa como parte del gran capital farmacéutico global, llamado la Big Pharma.

Por supuesto, Guaidó plantea de forma hipócrita y cínica que es el gobierno bolivariano quien está politizando el tema señalando “primero es la salud del pueblo”, la adquisición de la vacuna es “un paso importante para en los próximos meses hacerle frente al Covid-19. Una vacuna a través del mecanismo Covax, confiable, que podrá atender a seis millones de venezolanos y así brindar una solución a los más vulnerables en medio de esta pandemia”.

Entonces, la intención de presionar para la compra y el uso de las dosis de AstraZeneca, por parte del antichavismo, es de daño humanitario a los venezolanos, al parecer una nueva táctica de Guaidó, para sus fines políticos, en concordancia con el mecanismo Covax instrumento de confusión y agresión a Venezuela.

Para las pantallas internacionales, se entiende que el gobierno de Maduro no aprueba el uso del producto de AstraZeneca por indolencia y “control social” desde una posición dictatorial, cuando la decisión obedece a razones empíricamente científicas, y no se le puede imponer al país por la vía de la presión mediática, una vacuna que está siendo cuestionada por muchos otros Estados en el mundo.

Otros datos sobre AstraZeneca:

  1. Al inicio de la pandemia, ésta se benefició de un laboratorio financiado por el gobierno británico, en la universidad pública de Oxford, para generar una vacuna de acceso libre sin patente y con precios bajos garantizados.
  2. La economista india Jayati Ghosh, cuenta cómo se desarrolló la vacuna de AstraZeneca: La vacuna fue desarrollada en su totalidad por un laboratorio financiado con fondos públicos de la Universidad de Oxford. El modelo de distribución original era para una plataforma de licencia abierta, diseñada para que la vacuna estuviera disponible gratuitamente para cualquier fabricante. Sin embargo, la Fundación Gates, que tenía influencia porque había donado 750 millones de dólares a Oxford para el desarrollo de vacunas, persuadió a la universidad de cambiar de rumbo por completo y firmar “un acuerdo exclusivo de vacunación con AstraZeneca que le otorgaba al gigante farmacéutico los derechos exclusivos y ninguna garantía de precios bajos».

Oxford y AstraZeneca prometieron no obtener ganancias con la venta de la vacuna, pero los detalles se dejaron difusos. Si bien Oxford no recibirá regalías durante la pandemia, posteriormente podría beneficiarse de patentes, incluidas las de Vaccitech, una empresa derivada con fines de lucro.

Mientras tanto, AstraZeneca está cobrando precios diferenciales por sus vacunas enviadas a diferentes países, y algunos países más pobres pagan tarifas más altas. La Unión Europea paga $3,50 por dosis, mientras que Bangladesh paga $4 y Sudáfrica hasta $5,25.

¿Todo lo relatado por Ghosh no suena más bien a estafa?

  1. Y sin embargo es curioso que el fraude haya sido una constante de AstraZeneca, no solo durante estos meses pandémicos, en los que esta empresa se ha visto inmersa en escándalos de corrupta transparencia en los contratos firmados con la Comisión Europea y sobre el retraso y la cantidad de las dosis acordadas con cada país, también en otros periodos de la historia la farmacéutica anglosuiza ha estado en cortes estadounidenses y europeas procesada por delitos más o menos relacionados con lo reseñado.
  2. Una breve búsqueda en la web da cuenta de que en 2003, 2010, 2014, 2018 y 2020 la empresa AstraZeneca, ha tenido que pagar cientos de millones de dólares por casos de fraude, en las que sucesivamente sus representantes han tenido que aceptar la culpabilidad de las causas o han sido hallados culpables en juicio procesal.
  3. Así que no sería la primera vez en que el currículo de esta empresa, se ha visto manchado ante la opinión pública, la impunidad sobre estas farmacéuticas impera como un dogma religioso y seguirán mermando los intereses de la población pobre global, con el ojo puesto sobre el drama lucrativo que inyecta un mercado tan grande como la tragedia pandémica que vivimos.

Solicitan plan específico de vacunación que atienda a personas con discapacidad

CARTA ABIERTA AL PRESIDENTE EJECUTIVO DE LA CAJA: Es urgente un plan específico de vacunación que atienda a las personas con discapacidad

Luis Fernando Astorga Gatjens

Señor Román Macaya Hayes: Ya hemos completado como país, más de un año y un mes desde que apareció el primer caso de Covid-19 en Costa Rica. Han sido y son tiempos muy difíciles, para la gran mayoría de las y los habitantes de Costa Rica, especialmente para los miles de personas que se han contagiado y, más grave y lamentablemente aún, desde luego, para las más de tres mil personas que han fallecido como consecuencia del coronavirus.

La pandemia ha agravado y desnudado la situación económica, social y política del país. La esperanza de una pronta salida a esta crisis la trajo el primer cargamento de vacunas que ingresaron al país, el 23 de diciembre del año 2021. Pero esa esperanza se ha desvanecido producto del lentísimo ingreso de las vacunas y de la manera cómo el Gobierno y la CCSS, han organizado y desarrollado el plan de inmunización.

Cada vez se suman más voces que reclaman al Gobierno y a la Caja, por la manera que han gestionado y siguen gestionando el proceso de vacunación, tanto en la compra de las vacunas como la forma de organizar la inmunización.

Un sector que ha venido reclamando respuestas claras y contundentes, es el de las personas con discapacidad y sus familias. Aunque el CONAPDIS, ente rector en la materia, ha planteado el tema de que hay personas con discapacidad que requieren ser priorizadas en el plan de inmunización, las autoridades de salud, simplemente, han ignorado su petición.

En tal contexto y tratándose de un tema de vida o muerte para habitantes de este cada vez más alicaído país, es que personas con discapacidad y familiares, así como personas y organizaciones aliadas, queremos levantar la voz para presentar nuestras necesarias preguntas y reivindicaciones al Gobierno y la Caja, en espera de respuestas tan urgentes como razonables.

De no obtener tales respuestas en un plazo razonable, ya muchas organizaciones y personas con discapacidad, han planteado la idea de movilizarnos frente al edificio principal de la CCSS hasta obtener las impostergables respuestas. Las preguntas que le formulo, sitetizando los reclamos del sector, son las siguientes:

1) ¿Por qué el Gobierno y la Caja solamente han contratado compras de vacunas con las empresas farmacéuticas Pfizer y Astrazeneca, cuando existen otras vacunas en el mercado?

La información de que disponemos indica que la vacuna de la Pfizer resulta más cara, debe mantenerse a temperaturas bajo 70 grados centígrados (lo que exige equipo de refrigeración adecuado), esta farmacéutica fija condiciones al país (que se han mantenido en secreto) y, para colmo, las está entregando a cuentagotas.

Por su parte, la vacuna de Astrazeneca plantea dudas razonables por el problema de generación de coágulos sanguíneos en personas a las que se le ha administrado e, incluso, a algunas les ha provocado la muerte.

2) ¿Por qué no diversificar las compras para agilizar el proceso de vacunación cuando el disponer, en forma urgente, de tales vacunas es crucial para hacer efectivo el derecho a la salud y para la pronta reactivación económica y social?

Un ejemplo cercano y reciente de una compra muy grande, la ofrece El Salvador que contrató un millón de vacunas en un laboratorio de China. Mientras tanto Guatemala ha contratado la compra de la vacuna rusa Sputnik V y Panamá, además de contratar compras con Pfizer, Astrazeneca y Johnsson y Johnnson, ha contratado compras de la vacuna china Sinovac, la mencionada rusa y también mediante el mecanismo Covax de Naciones Unidas.

3) ¿Por qué las autoridades sanitarias y Caja no han sido completamente transparentes en el plan de vacunación, y no han respondido en forma oportuna sobre situaciones de «desorden», que han beneficiado a personas que se han brincado la fila, sin estar en los grupos de riesgo o en razón de su edad?

Se ha informado de que el Gobierno ha destinado más 47 mil millones de colones para las vacunas. Se tratan de dineros públicos; por lo que las autoridades no tienen más remedio que rendir cuentas claras y urgentes.

4) ¿Por qué la CCSS no ha diseñado un mecanismo adecuado de vacunación de personas con discapacidad, en las que existen razones muy claras de factores de riesgo?

Hasta ahora, las autoridades sanitarias no han ofrecido razones para no emprender una política específica que proteja personas con discapacidad, que tienen mayor riesgo de contagio.

5) Hay personas con discapacidad física, que por su condición de inmovilidad permanente, tienen mayor riesgo de formación de coágulos sanguíneos. ¿A personas con tal riesgo potencial, se les administraría la vacuna del laboratorio Astrazeneca sin tomar en cuenta este grave factor de riesgo antes especificado?

Para un sector mayoritario de las personas con discapacidad de Costa Rica, la pandemia ha significado mayor empobrecimiento, que profundiza el círculo vicioso entre discapacidad y pobreza preexistente. Igualmente, ha significado un agravamiento de su aislamiento social y comunicacional debido al limitado acceso a Internet; un profundo retroceso en el campo educativo y el incremento del desempleo y de las –de por si– limitadas oportunidades laborales. Y como lo estamos demostrando al presentar el panorama de acceso a la vacunas anti-covid, un amplio incumplimiento al derecho a la salud.

Ante tan justos y bien razonados planteamientos, Señor Presidente Ejecutivo de la CCSS, Dr. Román Macaya Hayes demandamos una respuesta inmediata a nuestras preguntas y reivindicaciones, que nos evite a las personas con discapacidad, a los familiares y a personas y organizaciones aliadas, llegar a tocar las puertas de su despacho en los próximos días.

Atentamente,
Luis Fernando Astorga Gatjens,
Cédula: 302050706