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Etiqueta: autodeterminación de los pueblos

Recurso de amparo para exigir cumplimiento del Convenio 169 de la OIT en favor de la población afrodescendiente

El ciudadano Marco Levy Virgo, afrodescendiente y miembro activo de la comunidad de Limón, presentó ante la Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia un recurso de amparo contra el presidente Rodrigo Chaves Robles, por lo que califica como omisiones y incumplimientos del Gobierno de la República en la implementación de acciones afirmativas en favor de la población afrodescendiente nacional.

En el documento, Levy argumenta que Costa Rica ha incumplido sus obligaciones derivadas de la ratificación del Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre pueblos indígenas y tribales, suscrito mediante la Ley N.° 7316 de 1992, lo cual perpetúa la discriminación estructural hacia la población afrodescendiente del país.

El recurso, presentado con fundamento en la Ley de la Jurisdicción Constitucional, sostiene que las comunidades afrodescendientes del Caribe costarricense cumplen con las características de pueblos tribales reconocidas por la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) en casos como Saramaka vs. Surinam y Comunidades Afrodescendientes Desplazadas de la Cuenca del Río Cacarica vs. Colombia. En esos precedentes, la Corte reconoce que tales comunidades gozan de derechos equivalentes a los pueblos indígenas, incluyendo consulta previa, libre e informada, propiedad colectiva y protección cultural.

Omisiones señaladas

Levy señala que, pese a la ratificación del Convenio 169 hace más de tres décadas, Costa Rica no ha adoptado legislación ni políticas públicas que garanticen los derechos reconocidos a la población afrodescendiente. Entre los incumplimientos destaca:

  • Falta de consulta previa en proyectos y políticas que afectan territorios afrodescendientes, como el plan de marina en el cantón central de Limón y otros proyectos impulsados por JAPDEVA.

  • Ausencia de legislación que reconozca la propiedad colectiva, participación política y protección cultural de estas comunidades.

  • Respuestas dilatorias e insuficientes del Ejecutivo ante solicitudes formales, pese a los mandatos de la Sala Constitucional en materia de consulta tribal afrodescendiente.

El recurso cita el Voto N.º 2025027898 de la Sala Constitucional, del 19 de septiembre de 2025, que reafirma la obligación estatal de realizar consultas previas a comunidades afrodescendientes, así como el Decreto Ejecutivo N.º 43532-MP-MINAE-MCJ-MEP (2024), que reconoce el autoreconocimiento de la población afrocostarricense como pueblo tribal.

Derechos violados según el recurso

Entre los derechos presuntamente vulnerados se mencionan:

  • Igualdad y no discriminación, consagrados en la Constitución y en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos.

  • Derecho a la consulta previa, libre e informada, establecido en el artículo 6 del Convenio 169.

  • Derechos territoriales y culturales, previstos en los artículos 13 al 19 del Convenio.

  • Supremacía de los tratados internacionales sobre las leyes nacionales, conforme al artículo 7 constitucional.

  • Derecho de petición, por las respuestas evasivas del Poder Ejecutivo a sus oficios.

Solicitudes a la Sala Constitucional

Levy solicita a la Sala Constitucional que:

  1. Declare con lugar el recurso de amparo.

  2. Ordene al presidente de la República implementar de inmediato el Convenio 169 de la OIT, garantizando consulta previa, reconocimiento territorial y legislación específica.

  3. Declare la nulidad de actos omitidos y ordene acciones afirmativas equiparables a las aplicadas a otras minorías.

  4. Condene al Estado al pago de daños y perjuicios, así como costas y honorarios.

El recurso solicita además que se requiera al Ejecutivo un informe detallado sobre los avances en la implementación del Convenio 169, con el fin de asegurar que el Estado cumpla sus obligaciones internacionales de respeto y garantía de los derechos de las comunidades afrodescendientes del país.

El Bloqueo a Cuba viola la Carta de las Naciones Unidas, el Derecho Internacional, la Autodeterminación de los pueblos y la Paz

Vladimir de la Cruz

(Intervención en el Acto “Voces contra el Bloqueo: Memoria viva de 65 años de bloqueo.”, organizado por la Fundación Centro de Estudios Políticos y Sociales Manuel Mora Valverde, Cátedra Abierta Manuel Mora Valverde la Universidad Estatal a Distancia, UNED, con participación del Jefe de la Misión Diplomática de Cuba en Costa Rica, Eric Valdés, realizado en el Paraninfo de la Universidad Estatal a Distancia, UNED, el martes 28 de octubre del 2025).

Nos reúne el compromiso de protestar y luchar contra el Bloqueo o Embargo, como también lo llama Estados Unidos, de carácter criminal, que por 65 años ha impuesto a la República y al pueblo de Cuba.

El Bloqueo es un acto que viola la Carta de las Naciones Unidas, las normas que regulan el Derecho Internacional, que afecta la libre determinación de los pueblos a su propio desarrollo político, económico, social, cultural relaciones internacionales, altera y viola del derecho a la Paz. Es un acto de reflexión sobre el impacto y la historia de este bloqueo, en solidaridad con el valiente y heroico pueblo de Cuba.

Bajo el concepto de Bloqueo o de Embargo, contra la República y el pueblo de Cuba se agrupan un conjunto de leyes, de medidas y acciones del gobierno estadounidense, todas de carácter coercitivo y represivo que de manera unilateral, a modo de gendarme internacional ha impuesto extraterritorialmente hacia Cuba y contra sus relaciones internacionales, habida cuenta de que Cuba no es un Estado de la Unión Americana, ni un Estado asociado, como lo es Puerto Rico, ni es una colonia de los Estados Unidos.

Este conjunto de leyes y regulaciones impuestas a Cuba regulan prohibiciones, relaciones económicas, comerciales y financieras, entre otros aspectos.

Este tipo de medidas empezaron en octubre de 1960 bajo el gobierno de Dwight D. Eisenhower, con motivo de las expropiaciones, de compañías y de ciudadanos estadounidenses, que se impulsaban por el gobierno revolucionario, después de derrotada la tiranía de Fulgencio Batista.

A medida que la Revolución cubana se afianzaba y avanzaba las medidas también se iban atilintando, alcanzando un alto nivel de tensión con la crisis de los misiles en octubre de 1962.

La presión del bloqueo hasta 1992 se hizo directamente a Cuba. A partir de ese año Estados Unidos se excedió en las medidas, provocando acciones extraterritoriales, al imponer sanciones a terceros países que acogieran a empresas cubanas, o subsidiarias de ellas y a barcos que comerciaran con Cuba.

Entre las leyes y regulaciones que se usaron y establecieron con este carácter fueron una vieja ley de 1917, que prohibía comerciar con el Enemigo, y las que durante la Revolución se fueron dando como las leyes de “Cooperación Internacional”, de 1961; la de Regulaciones al “Control de los Activos Cubanos”, de 1963; la “Ley para la Democracia en Cuba”, de 1992, también conocida como “Ley Torricelli”; la “Ley para la Libertad y la Solidaridad Democrática Cubanas”, de 1996, también conocida como “Ley Helm-Burton”.

En 1999, el presidente Bill Clinton amplió el embargo comercial prohibiendo a las filiales extranjeras de compañías estadounidenses comerciar con Cuba por valores superiores a 700 millones de dólares anuales, siendo por ello la primera ley transnacional en el mundo. También impuso la “Ley de Sanciones Comerciales e Incremento del Comercio”, del año 2000.

La Revolución Cubana en 1959 había hecho surgir un país, una República totalmente independiente; había marcado el inicio de una nueva época en las relaciones políticas, diplomáticas e internacionales, en todo el continente, al declararse como una Revolución Socialista, el 16 de abril de 1961, a 90 millas de los Estados Unidos.

En aquellos años el mundo socialista, el Sistema Mundial Socialista, el llamado Bloque del Este, se concentraba en la Unión de las Repúblicas Socialistas Soviéticas, URSS, en los países socialistas de la llamada Europa Oriental, Alemania Oriental, Checoslovaquia, Polonia, Hungría, Rumania, Bulgaria, Albania, además de China, Corea del Norte, Vietnam del Norte, Mongolia, Yemen del Sur (1967-1990), al que se integraba Cuba desde 1961.

La URSS comprendía 14 Repúblicas: Ucrania, Bielorrusia, Kazajistán, Moldavia, Kazajstán, Kirguistán, Tayikistán, Turkmenistán, Uzbekistán, Rusia, Armenia, Azerbaiyán, Georgia, Ucrania y los países bálticos, Estonia, Letonia, Lituania.

También se comprendía como parte de esa lucha socialista internacional la lucha insurgente y de liberación nacional que se daba en distintas partes del mundo, especialmente en su carácter anticolonial en África y Asia.

Por breves períodos, en el esquema de la Guerra Fría, se conceptuaron como “países de tipo o de orientación socialista”, considerando algunos casos de gobiernos reformistas por las reformas que impulsaban, o “países en vías de desarrollo socialista”, que fueron parte del Movimiento de Países No Alineados, entre ellos Laos, Kampuchea Democrática, Egipto (1952-1973), Siria (1955–1961, 1963–2024), Irak (1958-1963, 1968-2003), Guinea Ecuatorial (1958-1978), Malí (1960-1991), la República Democrática de Somalia (1969-1977), Argelia (1962-1991), Birmania (1962-1988), República Popular de Angola (1975–1990), República Centroafricana, Libia (1969-2011), República Popular de Mozambique (1975–1990), Tanzania (1964-1985), Zambia (1964-1991), Ghana (1960-1966), Perú, por su gobierno reformista (1968-1975), Sudán (1969-1972), República Popular del Congo (1969-1991), Chile, bajo el gobierno de Salvador Allende, (1970-1973), Jamaica (1972-1980), Cabo Verde (1975-1991), Santo Tomé y Príncipe (1975-1991), Uganda (1969-1971), Indonesia (1959–1966), India (1947-1991), República Popular de Bangladés (1971–1975), República Democrática de Madagascar (1972–1991), Guinea-Bisáu (1973–1991), Derg (1974–1987), República Democrática Popular de Etiopía (1987–1991), República Democrática Popular Lao (1975–1991), República Popular de Benín (1975–1990), República Árabe Saharaui Democrática (1976-1991), Seychelles (1977–1991), República Democrática de Afganistán (1978–1991), Gobierno Popular Revolucionario de Granada (1979–1983), Nicaragua (1979–1990), República Popular de Kampuchea (1979–1989), Zimbabue (1980–1991), Burkina Faso (1983–1987), Segunda República del Turquestán Oriental (1944–1949 y la India.

Esta descripción alteraba las concepciones geopolíticas de los Estados Unidos como la potencia hegemónica, de tipo capitalista, luego de la II Guerra Mundial, en su preocupación por el avance del socialismo y la lucha por el socialismo a escala mundial.

El mundo, después de finalizada la II Guerra Mundial se dividió en los Bloques socialista y capitalista, en los Bloques del Este y del Oeste, y por los símbolos de la existencia de los países detrás de las llamadas “Cortina de Hierro” y de la “Cortina de Bambú”, en el Asia y extremo oriente, originando del mismo modo el marco de las relaciones internacionales bajo el concepto de la Guerra Fría, que fue un paraguas de contención, que se impuso al avance de las luchas por el socialismo.

La Liberación Nacional de las colonias impulsó el Movimiento de Países No Alineados, como un nuevo bloque de países frente a los países socialistas y capitalistas.

En el marco de la Guerra Fría, en América Latina, los Estados Unidos, estimuló e impulsó las dictaduras, los gobiernos militares, autoritarios, no democráticos, el fortalecimiento de los ejércitos, las políticas conservadoras del Plan Truman, del 12 de marzo de 1947, que daba apoyo a los “pueblos libres” que “resistían los intentos de regímenes que amenazaban el capitalismo”, y las políticas económicas del Plan Clayton, a finales de la década de 1940, de 1946, e inicios de la década de 1950, orientadas a frenar y “neutralizar”, la presencia comunista y revolucionaria y movimientos insurrectos en las zonas agrarias y urbanas del continente, constituyendo una especie de Plan Marshall para América. El macartismo, en la década de 1950, como política de represión, hostilidad y excitación mental y nerviosa anticomunista, en los Estados Unidos, se proyectó al continente con prohibiciones, reacciones y represiones políticas para los comunistas, socialistas y movimientos revolucionarios de la izquierda política, y la persecución de personas de los distintos estratos sociales y profesionales, que se les acusara de comunistas, llevando a algunos de ellos a la muerte, como en los Estados Unidos, a la silla eléctrica.

La Revolución Cubana se levantó en ese marasmo, de esa inmovilidad política y de esa paralización que se presentaba, y de ese núcleo de contradicciones, como una gran lucha popular, democrática contra la dictadura de Batista, lo que gozaba de simpatía y apoyo en el continente, escapándose de los controles que Estados Unidos ejercía de los movimientos revolucionarios, agrarios y campesinos latinoamericanos.

Frente a la insurgencia armada, revolucionaria, socialista y de la lucha de clases, también desde los Estados Unidos se impulsó la teoría del desarrollo por etapas del crecimiento y evolución económica, proponiendo avanzar a mejores estadios de desarrollo, sin necesidad de ir por la vía socialista, avanzando por mejoramiento del sistema capitalista, y sin la necesidad de sustituir el sistema capitalista. Lo usual era ubicar a los países en niveles o etapas de desarrollo, dentro del capitalismo.

La lucha armada, como una vía para la revolución socialista fue un amplio tema de discusión y de acción revolucionaria.

La lucha pacífica y la lucha armada fue tema de discusión en las décadas de 1960 y 1970, con las vías electorales o pacíficas de la revolución que fueron parte de esta dinámica. La política de la coexistencia política entre los sistemas capitalista y socialista, de la década de 1960, contribuyó en este escenario político e ideológico.

Las izquierdas se dividieron en estas discusiones y prácticas políticas. Frente a alzamientos de luchas armadas fracasadas, la insurgencia revolucionaria de Cuba, por la vía armada, de manera exitosa despertó los entusiasmos del triunfo socialista en el continente, aspecto que no se tenía avizorado. Cuba se levantó como un faro luminoso.

Los Movimientos de Liberación Nacional en África y Asia especialmente cobraron fuerza y se sumaron en la lucha conceptuada hacia el socialismo.

El triunfo de la Revolución Cubana estimuló parte de estas concepciones. Trató de articular el esfuerzo de la transmisión de experiencias revolucionarias, con la convocatoria a la Conferencia de la Tricontinental, en 1966, que reunió todo tipo de organizaciones, partidos y movimientos de izquierda, socialistas, comunistas y revolucionarios, que se enmarcaron en la lucha por la Liberación Nacional, la consolidación de la Independencia de las colonias y la Soberanía nacional. En la Conferencia de la Tricontinental participaron 500 representantes de 82 países, de Asia, África y América Latina, con una delegación importante de fuerzas de izquierda de Costa Rica que asistió. El próximo año se celebrará el 60 aniversario de aquel encuentro. De allí partió el Che Guevara en la década de 1960 a proyectar ese ideal revolucionario, con su consigna de “crear dos, tres, muchos Vietnam”, dado el empuje revolucionario de la lucha del pueblo vietnamita en esos años.

Por aquellos años también se hablaba del Tercer Mundo, que comprendía a esos países que hoy se conceptúan en el llamado Sur Global.

En 1967, Cuba impulsó la creación de la Organización Latinoamericana de Solidaridad (OLAS) y la Organización de Solidaridad con los Pueblos de Asia, África y América Latina (OSPAAAL), como parte de las políticas de solidaridad y apoyo a la liberación nacional de las colonias y pueblos oprimidos. La Revolución Cubana se convirtió en el país líder de este tercermundismo y de estas organizaciones internacionales.

El siguiente movimiento exitoso de lucha armada triunfante, en el continente, lo constituyó, a finales de la década de 1970, el Frente Sandinista de Liberación Nacional, también con un carácter antidictatorial muy marcado, sin una Bandera Socialista, como no se ha desarrollado de esa manera, aunque sí perfilaba ese rumbo.

En ambos procesos, el de Cuba y el de Nicaragua, con distintas intensidades y compromisos, desde Costa Rica se contribuyó a apoyar la insurgencia revolucionaria. Desde Costa Rica se contribuyó al proceso revolucionario de Cuba, en arma y a denunciar los apoyos mercenarios que se hacía desde la costa caribeña a la contra revolución cubana y a las acciones, vinculadas a la invasión de Bahía Cochinos. Especial apoyo hubo con el proceso insurreccional en Nicaragua, con las Brigadas Internacionales de combatientes costarricenses, que jugaron un papel muy destacado en la lucha contra la dictadura de Somoza y luego en la defensa de la Revolución Sandinista, enfrentando a los grupos contrarrevolucionarios que empezaron actuar contra ella desde Costa Rica, comandadas estas Brigadas por el compañero Manuel Mora Salas, esta noche aquí presente junto con otros compañeros combatientes internacionalistas.

Desde finales de la década de los 50, con la Sociedad de Amigos de la Revolución Cubana, se apoyó en Costa Rica el triunfo revolucionario del Movimiento 26 de Julio, su heroica lucha y el triunfo de la Revolución Socialista en Cuba.

Desde entonces se ha tenido, con Cuba y su pueblo, en alto, la bandera de la solidaridad, del respeto al cauce impreso de su Revolución, a la no injerencia en los asuntos internos de Cuba, y a respetar el desarrollo socialista de Cuba. Con ese brío se recibió al Canciller Raúl Roa García, cuando vino a la Conferencia de la OEA en 1960, cuando se empezaba a acusar a Cuba de su tendencia socialista. En aquella Conferencia aquí se le llamó a Raúl Roa “Canciller de la Dignidad”, defendiendo la Revolución Cubana.

A inicios de esta década el presidente Kennedy impulsó para contrarrestar el impacto de la Revolución Cubana el Plan de la Alianza para el Progreso, el Banco Interamericano para el Desarrollo y los Cuerpos de Paz; impulsó el Mercado común Centroamericano y una serie de organismos y planes regionales, entre ellos el Consejo de Defensa Centroamericano, CONDECA, que reúne a los ejércitos de Centroamérica, organismo del cual Costa Ria forma parte como país observador por no tener oficialmente ejército; congeló los activos cubanos en Estados Unidos, inclusive embargó el pago del arrendamiento de EE. UU. a Cuba que debía hacer por la Base militar de Guantánamo, embargo que permanece en «custodia» de un juez de EE. UU., que ha dispuesto de esos fondos como si fueran propiedad de EE. UU.

La Organización de Estados Americanos impuso sanciones multilaterales a Cuba el 26 de julio de 1964, que fueron levantadas el 29 de julio de 1975. En 1962 se expulsó a Cuba de la OEA y Estados Unidos exigió el rompimiento de relaciones diplomáticas. México fue el único país que no las rompió.

Con el presidente Carter se suspendieron regulaciones y restricciones, que las reinstauró Reagan en 1982, probablemente bajo la presión del auge de la insurgencia militar en Centroamérica, especialmente en El Salvador y Guatemala, luego del triunfo sandinista en Nicaragua.

Estados Unidos ha normalizado sus relaciones diplomáticas y comerciales con países comunistas como China y Vietnam, que los derrotó militarmente. La existencia de los exiliados cubanos establecidos en el estado de Florida ha dificultado el acercamiento de Estados Unidos con Cuba.

Algunos sectores productivos y sociales de Estados Unidos han presionado por mantener relaciones comerciales con Cuba. Por presión de los agricultores estadounidenses, el embargo fue debilitado, durante un tiempo, por la “Ley de Reforma de Sanciones y Mejora de las exportaciones”, que fue aprobada por el Congreso de los Estados Unidos, en octubre del 2000 y firmada por el presidente Clinton. La moderación del embargo permitió también la venta de bienes agrícolas y medicinas por razones humanitarias, por un breve período.

Ante la creciente demanda de productos cubanos, legisladores partidarios del libre comercio, elegidos por los estados del Oeste y las grandes llanuras centrales, de fuerte influencia y tradición agrícola, han intentado desde el 2000 suavizar o eliminar el embargo. Cuatro veces la Cámara de Representantes de los Estados Unidos ha apoyado levantar las restricciones de viajes, siendo apoyada en el 2003 por primera vez por el Senado. Sin embargo, el presidente George W. Bush, vetó el proyecto de ley.

En el año 2004, la administración de George W. Bush aplicó un nuevo paquete de medidas dentro de la llamada “Comisión para la Asistencia a una Cuba Libre”. Dentro de las medidas tomadas, se limitan los viajes y envíos de remesas a solo los familiares cercanos (padres, abuelos, hijos, hermanos), y se alargó la espera para viajar a Cuba a tres años, en el año 2006, con el objetivo de restringir aún más los viajes de los estadounidenses a Cuba. Se impuso también la pena de cárcel y grandes multas, hasta de un millón de dólares, e ilegalizó la compra, por parte de ciudadanos estadounidenses, de bienes de consumo fabricados en Cuba fuera de Estados Unidos

El Bloqueo o el Embargo afecta a Cuba en millones de dólares. De acuerdo con el gobierno cubano, Cuba ha dejado de recibir, por exportaciones y servicios, 40 427,5 millones de dólares, ha tenido pérdidas en el comercio por reubicación geográfica del comercio por 592 millones de dólares, ha afectado a la producción y los servicios por 2 866,2 millones de dólares, el embargo tecnológico ha afectado en 9 375,0 millones de dólares, los servicios a la población se han afectado en 1 565,3 millones de dólares, en el campo monetario financiero la afectación ha sido de 8 640,2 millones de dólares y las limitaciones la emigración ha significado 6 533,8 millones de dólares.

Los Estados Unidos no ha dejado de creer que está, por su cercanía geográfica con Cuba, en la posición que tuvieron a finales del siglo XIX, cuando en 1898, con motivo de la Firma del Tratado de París, se involucraron en la llamada Guerra Hispano Estadounidense, que le permitió apropiarse de Puerto Rico, de las Filipinas y de Guam, sin poderse apropiar en ese momento de Cuba, la última importante colonia española que luchaba por su Independencia, que España negociaba con Estados Unidos, imponiéndose el dominio estadounidense desde 1899 hasta 1902, reservándose Estados Unidos el derecho de intervenir militarmente en la isla, en caso de que surgieran nuevos conflictos internos, y apropiándose a la vez, por arriendo, de la base militar de Guantánamo, territorio que tenía de manera ilegal, para asegurar y proteger las “inversiones estadounidenses”, imponiendo la Enmienda Platt en la Constitución Cubana de 1901, y ejerciendo control de aduanas y de préstamos de Cuba.

En los años siguientes los Estados Unidos tuvo un peso enorme en la economía y política de Cuba. La Enmienda dio origen a lo que en Cuba se conoce como la “República Plattista”.

Frente al desarrollo de la Revolución en la Sierra Maestra, en 1958, en vísperas del triunfo revolucionario Estados Unidos impuso un embargo de armas al régimen de Fulgencio Batista.

Con el triunfo revolucionario del 1 de enero de 1959, con la primera Ley de Reforma Agraria de Cuba, las expropiaciones que siguieron de empresas estadounidenses, que la propia Corte Suprema de Estados Unidos las validó, situación que Canadá y Reino Unido también habían aceptado.

En 1960 Cuba firmó un acuerdo con la Unión Soviética para comprar azúcar a cambio de petróleo ya que las empresas establecidas en Cuba, Texaco, Esso y Shell, se negaron a refinar, lo que obligó a Cuba a tomar la decisión de la nacionalización de ellas, lo que llevó al presidente Eisenhower a romper relaciones con Cuba, el 3 de enero de 1961, siguiendo con la ruptura con las relaciones comerciales, basándose en una “Ley de Comercio con el enemigo de 1917”, ley surgida en el marco de la I Guerra Mundial.

En 1933 se fortaleció esta ley por el Congreso de Estados Unidos que facultó al presidente para imponer sanciones económicas contra países extranjeros a través de la prohibición, la limitación o la regulación de las transacciones comerciales y financieras con países hostiles a Estados Unidos en tiempos de guerra. Eran los tiempos de desarrollo de la URSS, a partir del 30 de diciembre de 1922, y del avance del fascismo en Italia, a partir 31 de octubre de 1922, y del nazismo en Alemania, a partir del 20 de febrero de 1920.

De ese modo, a la Revolución Cubana había que descarrilarla desde sus inicios. Así impulsó los Estados Unidos la intervención de la CIA en Bahía Cochinos, en abril de 1961, y medidas para debilitar la vida económica de Cuba, reducir los salarios reales y monetarios, ocasionar hambrunas, desesperación y provocar con ello el derrocamiento del gobierno revolucionario.

Cuba se integró al Consejo de Ayuda Mutua Económica (CAME), que era la alianza comercial de los países socialistas, que le permitió mantenerse en pie, situación que se sostuvo hasta la caída de la URSS y de los países socialistas, a pesar del bloqueo que ya había iniciado Estados Unidos.

Esta situación obligó a tomar medidas restrictivas, en el llamado período especial, desde 1991 hasta prácticamente el 2007, en el consumo de combustible, de electricidad, en inversiones en la refinería, en la fábrica de níquel.

Estados Unidos aprovechando esta situación arremetió nuevamente impulsando las leyes para la “Democracia en Cuba” o “la Ley Torricelli, de 1992”, del gobierno de George Bush, ley que incluía sanciones para las empresas estadounidenses que mantuvieran tratos con Cuba a través de subsidiarias y prohibía que buques que recalaran en Cuba lo hicieran también en Estados Unidos.

Una segunda Ley, llamada “Para la Libertad y la solidaridad Democrática Cubana” o “Ley Helms-Burton” endureció la anterior ley estableciendo el derecho de acción civil contra cualquier persona que «trafique» con bienes de ciudadanos estadounidenses confiscados o expropiadas en Cuba, aplicable a actos realizados en Estados Unidos como fuera de Estados Unidos.

Se entendía, en esta ley, los actos de vender, transferir, distribuir, dispensar, truecar, dirigir, disponer de propiedad confiscada, o bien comprar, rentar, recibir, poseer, controlar, usar, adquirir o mantener un interés en propiedad confiscada; o a quien se involucre en una actividad comercial usando o beneficiándose de algún modo de propiedad confiscada, o cause, dirija, participe, obtenga provecho y de se involucre en el tráfico por medio de otra persona.

La “Ley Helms-Burton” le permite a Estados Unidos convertir en delito actos cometidos fuera de sus fronteras y tratarlos tal como si se hubieran cometido dentro de ellas.

Con esta ley se obligó a que empresas extranjeras terminaran sus negocios en Cuba y se redujeran las inversiones y cancelaran sus acuerdos comerciales con Cuba.

En el 2014 los presidentes Barak Obama y Raúl Castro anunciaron la normalización de las relaciones diplomáticas. El gobierno de Obama eliminó a Cuba de la Lista de Estados Patrocinadores del Terrorismo, facilitó las transacciones de exportación, financieras y comerciales y permitió el ingreso de inmigrantes cubanos a Estados Unidos cuando hubieren pisado la costa de este país.

En el 2017 se deterioran nuevamente las relaciones de Estados Unidos con Cuba, a la llegada de Donald Trump a la presidencia. Con Trump se revertieron las medidas tomadas por Obama y tomó 240 medidas contra Cuba. Entre ellas restringió viajes, prohibió que estadounidenses se alojen en hoteles del Estado cubano como en residencias privadas de ciudadanos cubanos, lo que afectó a más de 400 hoteles cubanos.

En el 2019 prohibió los viajes de estudiantes a Cuba, la llegada de aviones corporativos, cruceros, veleros y barcas pesqueras estadounidenses a Cuba, eliminó los permisos para que ciudadanos estadounidenses asistan u organicen encuentros o conferencias profesionales y participen en presentaciones públicas, talleres, competiciones atléticas o no atléticas y exhibiciones en Cuba, limitó la llegada de vuelos de aerolíneas estadounidenses a Cuba, y los vuelos comerciales de aerolíneas, los vuelos chárter y los vuelos chárter privados estadounidenses a Cuba.

Trump, también vetó los servicios de empresas destinadas a entregar remesas de dinero a Cuba, limitando las dirigidas a ciudadanos cubanos a $1000 por trimestre. Restringió importaciones, reincorporó a Cuba en la lista de Estados patrocinadores del terrorismo. Impuso restricciones a navieras que exportan petróleo desde Venezuela a Cuba.

Con Trump se ha fortalecido el incrementado y el endurecimiento de las medidas del bloqueo a Cuba.

El endurecimiento del embargo durante el gobierno de Donald Trump es una de las causas principales de la reducción del crecimiento de Cuba desde el 2019. Mientras que el crecimiento de Cuba fue de un 2,2% en el año 2018, en el 2019 registró solo un 0,8%.

Con las medidas impuestas por Trump, Cuba no puede acceder a ningún mecanismo de compensación ni a recursos externos de organismos financieros internacionales.

A pesar de las sanciones al petróleo venezolano, Cuba ha continuado recibiendo petróleo venezolano, pero ha caído la cantidad de barriles de petróleo venezolano de 32 000 bpd de crudo, en el 2023, a 8000 bpd en junio de este año, 2025.

También, en junio Trump prohibió transacciones financieras directas o indirectas al ejército cubano, prohibió a ciudadanos estadounidenses viajar a Cuba, con algunas excepciones a foros y conferencias internacionales, y prohibió el turismo estadounidense a Cuba y el envío de remesas a Cuba.

Trump respalda el embargo económico a Cuba y se opone a los llamamientos para su eliminación en Naciones Unidas y otros foros internacionales.

El Bloqueo o el Embargo comercial hacia Cuba es el más prolongado que se conoce en la historia moderna. Ha sido condenado 30 veces por la Asamblea General de Naciones Unidas.

La comunidad internacional sostiene que el Bloqueo viola el derecho internacional.

En octubre de 2016, la votación en la ONU para poner fin al embargo Cuba contó con la abrumadora cantidad de 191 votos en contra y dos abstenciones: Estados Unidos e Israel, los dos únicos países que históricamente han votado en contra.

El máximo órgano de debate de Naciones Unidas ha reafirmado, entre otros principios, la igualdad soberana de los Estados, la no intervención y no injerencia en asuntos internos, y la libertad de comercio y navegación internacionales

El resultado de las votaciones del Proyecto de Resolución contra el embargo de Estados Unidos a Cuba, presentado por Cuba en la Asamblea General de la ONU, es el siguiente, en orden cronológico.

Votaciones en la ONU sobre la resolución contra el bloqueo a Cuba (1992–2024)

Año

A favor

En contra

Abstenciones

Ausencias

1992

59

3 (Estados Unidos, Israel, Rumanía)

71

46

1993

88

4 (Estados Unidos, Israel, Albania, Paraguay)

57

35

1994

101

2 (Estados Unidos, Israel)

48

33

1995

117

3 (Estados Unidos, Israel, Uzbekistán)

38

27

1996

137

3 (Estados Unidos, Israel, Uzbekistán)

25

20

1997

143

3 (Estados Unidos, Israel, Uzbekistán)

17

22

1998

157

2 (Estados Unidos, Israel)

12

14

1999

155

2 (Estados Unidos, Israel)

8

13

2000

167

3 (Estados Unidos, Israel, Islas Marshall)

4

15

2001

167

3 (Estados Unidos, Israel, Islas Marshall)

3

16

2002

173

3 (Estados Unidos, Israel, Islas Marshall)

4

11

2003

179

3 (Estados Unidos, Israel, Islas Marshall)

2

7

2004

179

4 (Estados Unidos, Israel, Palaos, Islas Marshall)

7

7

2005

182

4 (Estados Unidos, Israel, Palaos, Islas Marshall)

1

4

2006

183

4 (Estados Unidos, Israel, Palaos, Islas Marshall)

1

2007

184

4 (Estados Unidos, Israel, Palaos, Islas Marshall)

1

2008

185

3 (Estados Unidos, Israel, Palaos)

2

2009

187

3 (Estados Unidos, Israel, Palaos)

2

2010

187

2 (Estados Unidos, Israel)

3

2011

186

2 (Estados Unidos, Israel)

3

2012

188

3 (Estados Unidos, Israel, Palaos)

2

2013

188

2 (Estados Unidos, Israel)

3

2014

188

2 (Estados Unidos, Israel)

3

2015

191

2 (Estados Unidos, Israel)

0

2016

191

0

2

2017

191

2 (Estados Unidos, Israel)

0

2018

189

2 (Estados Unidos, Israel)

0

1 (Moldavia)

2019

187

3 (Estados Unidos, Israel, Brasil)

2 (Colombia, Ucrania)

1 (Moldavia)

2021

184

2 (Estados Unidos, Israel)

3 (Brasil, Colombia, Ucrania)

4 (Myanmar, Moldavia, República Centroafricana, Somalia)

2022

185

2 (Estados Unidos, Israel)

2 (Brasil, Ucrania)

4 (Liberia, Moldavia, Somalia, Venezuela)

2023

187

2 (Estados Unidos, Israel)

1 (Ucrania)

3 (Moldavia, Somalia, Venezuela)

2024

187

2 (Estados Unidos, Israel)

1 (Moldavia)

3 (Afganistán, Ucrania, Venezuela



El embargo tiene el objetivo de evitar el éxito del plan económico del estado cubano, evitando así que la Revolución Cubana sirva de ejemplo en otros países latinoamericanos.

Desde 1964 del Departamento de Estado también ha afirmado que Cuba representa una amenaza a la hegemonía de Estados Unidos y un desafío abierto a la Doctrina Monroe.

El Bloqueo no ha impedido que algunos países no se sometan a las presiones de la Casa Blanca, que actúan como socios comerciales de Cuba, tanto en las importaciones como exportaciones, como son China, España, Alemania, Portugal, Suiza, Países Bajos, Indonesia, Singapur, México, Argelia, Brasil.

En las relaciones comerciales internacionales, Cuba no puede usar el dólar estadounidense en sus transacciones, lo que le impide tener cuentas bancarias en terceros países en ese tipo de moneda y acceder a créditos por parte de bancos estadounidenses o sus filiales en otros países. Tampoco puede acceder a créditos de instituciones internacionales como el Banco Mundial o el Banco Interamericano de Desarrollo

En el ámbito sanitario, el embargo ha afectado la llegada de equipos e implementos médicos como oxígeno medicinal, medios de diagnóstico, medicamentos varios, ventiladores pulmonares y los insumos necesarios para llevar a cabo fertilizaciones in vitro y trasplantes de diverso tipo debido a la imposibilidad de comprar productos estadounidenses dentro de esta categoría.

La violación que hace los Estados Unidos por el carácter extraterritorial de su política de Bloqueo ha sido denunciada en los documentos finales de las Conferencias o Encuentros mundiales como la XIX Cumbre del MNOAL, la III Cumbre Sur, la Resolución contra el bloqueo adoptada en el marco de la 38 Cumbre de la Unión Africana, la de la VIII Cumbre de la CELAC, la XXIII Cumbre del ALBA-TCP, la Declaración del Comité de Coordinación Conjunta G77-MNOAL, la 47 Conferencia de Jefes de Gobierno de CARICOM y la 48 reunión ministerial del G77 y China, entre otros foros importantes.

El bloqueo económico, comercial y financiero socava la economía cubana, afecta, directamente, el bienestar de la población, sin distinguir entre sectores sociales o actores económicos, o políticos.

El bloqueo limita los derechos constitucionales de los ciudadanos estadounidenses y vulnera la soberanía de terceros Estados al imponer sanciones extraterritoriales.

Consideremos algunas cifras. 10 minutos de bloqueo equivalen a 142 mil 966,82 dólares, 2 horas de bloqueo equivalen a 1,4 millones de dólares aproximadamente, 2 días de bloqueo equivalen a 40 millones de dólares, 6 días de bloqueo equivalen a 129 millones de dólares aproximadamente, 16 días de bloqueo equivalen a 339 millones de dólares aproximadamente, 2 meses de bloqueo equivalen a 1 600 millones de dólares.

Desde el mes de marzo de 2024 al 28 febrero del 2025 el bloqueo ha causado daños y perjuicios materiales a Cuba estimados en 7.556,1 millones de dólares.

El bloqueo ha provocado perjuicios cuantificables por 2 billones 103 mil 897 millones de dólares.

En los más de sesenta años de bloqueo el impacto ha sido de 170 000.677,200 millones de dólares, una factura que se le ha pasado al pueblo cubano, que heroicamente la ha resistido aun cuando afecta e impacta a todos los sectores de la sociedad cubana, obstaculizando el bienestar y desarrollo y bienestar del pueblo cubano.

El bloqueo afecta el cuadro básico de medicamentos de Cuba en todo sentido, en producción de medicinas. En adquisición de tratamientos y medicamentos avanzados de fabricación estadounidense, en adquisición de equipos de las diversas especialidades médicas, que ha repercutido para elevar las listas de espera en cirugías casi a un millón de personas.

Empresas de fabricación de instrumentos médicos como Baxter Healthcare, la primera en ventas de máquinas de diálisis a América Latina, y la empresa Drake Whillock, tienen prohibido vender equipos a Cuba.

En educación el bloqueo también tiene su impacto, especialmente en la adquisición de materiales educativos y en la producción de libros de texto. Solo en el 2024 se dejaron de producir textos docentes equivalentes a 2.147.300 ejemplares para escuelas.

En el campo de las exportaciones cubanas el bloqueo provocó daños y perjuicios por 2.608.000 millones de dólares.

Del mes de marzo del 2024 al de febrero del 2025, 40 bancos extranjeros se negaron a realizar operaciones con entidades bancarias cubanas (27 bancos de Europa, 6 de América y 7 del resto del mundo), con 140 operaciones involucradas.

El impacto de la inclusión en la lista de Estados supuestamente patrocinadores del terrorismo, que se ha hecho de Cuba, ha sido significativo para el sector del turismo. Ha hecho reducir el número de visitantes casi en un 50% solo de la Unión Europea.

De marzo de 2024 a febrero de 2025 ese impacto ha sido 2 mil 528 millones 791 mil 469 dólares.

Estados Unidos ha impuesto requerir visa de entrada a cualquier persona que haya viajado a Cuba lo que ha generado un efecto adverso en la llegada de visitantes de los 42 países y ha desalentado los viajes de estadounidenses a Cuba.

En el sector de energía y minas, los daños en este mismo periodo se estima en 496 millones 75 mil 620 dólares. La Unión Nacional Eléctrica reporta el monto más grande de las afectaciones, con 279 millones 345 mil 500 dólares.

Desde el 10 de enero de 2024, la central termoeléctrica Ernesto Che Guevara no ha podido recibir repuestos para sus bombas luego de que la empresa italiana proveedora C.R. Technology Systems fuera adquirida por Trillium Flow Technologies, que gestiona las compras desde EE.UU.

Frente a toda esta criminal política hay dichosamente un rechazo universal al Bloqueo, así expresado en diversos foros internacionales y en las Asambleas Generales de la ONU, de 193 países, como la 80 Asamblea General que se realiza en estos días, que conocerá de nuevo el tema del bloqueo a Cuba.

De los 193 países miembros de la ONU, en esta ocasión del 2025, probablemente algunos países que han votado, en años anteriores, en contra del Bloqueo se abstengan o se sumen a las posiciones de los Estados Unidos por la presiones que están sufriendo directamente del propio presidente Trump, por la redefinición geopolítica que está impulsando para hacer de los Estados Unidos el país hegemónico más importante del mundo, y por estar tratando de imponer un poder mundial unipolar., con los Estados Unidos al frente, y como el gendarme internacional sin control ni límite. Pero, no habrá duda que la inmensa mayoría de países, y con ellos de pueblos del mundo, condena el bloqueo y exige que se suspenda o elimine.

De nuestra parte, condenamos el bloqueo, pedimos que se elimine, que se respete el Derecho de autodeterminación de los pueblos, que se respete la Independencia, la Libertad, la Soberanía de la República de Cuba.

Frente al Bloqueo, nos sumamos a clamar con el pueblo cubano, ¡Patria o Muerte, Venceremos!

Pronunciamiento: “Nos unimos en defensa de la soberanía, la seguridad y la paz duradera en nuestra región”

Nosotros, los parlamentarios y dirigentes políticos abajo firmantes de toda América Latina y el Caribe, nos unimos en defensa de la soberanía, la seguridad y la paz duradera en nuestra región frente a la inminente amenaza de intervención armada en Venezuela.

Nuestro continente logró un triunfo histórico cuando la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) declaró a la región como una «Zona de Paz», hace una década. Esta declaración representó la voluntad colectiva de nuestros pueblos: resolver nuestras diferencias a través del diálogo y la cooperación, y no a través de la violencia y la intervención.

Hoy, ese triunfo está bajo amenaza.
La administración Trump está intensificando una peligrosa escalada militar frente a las costas de Venezuela, desplegando fuerzas navales en el Caribe en preparación para una posible intervención armada.

El pretexto es conocido. El presidente Trump justifica la intervención de los Estados Unidos en Venezuela como un medio para combatir los «cárteles», celebrando los ataques letales contra pescadores acusados de transportar drogas. Ya hemos vivido esta catástrofe. En Colombia, en México y en toda nuestra región, la primera «guerra contra las drogas» de los Estados Unidos solo trajo consigo derramamiento de sangre, despojo y desestabilización.

Ahora, la administración Trump planea liderar una nueva «guerra contra las drogas».
Esa guerra parece empezar con un cambio de régimen en Venezuela, pero sabemos que no terminará ahí. Estados Unidos ya está amenazando con ataques ilegales con drones en suelo mexicano en nombre de su «seguridad nacional». Si no defendemos la paz ahora, corremos el riesgo de una nueva ola de intervenciones armadas en toda la región, lo que desencadenaría una crisis humanitaria de proporciones inimaginables en todos nuestros países.

Ya vivimos esta pesadilla antes.
Las intervenciones militares de Estados Unidos en el siglo XX resultaron en dictaduras, desapariciones y décadas de trauma a nuestras naciones. Conocemos el terrible costo de permitir que potencias extranjeras hagan la guerra en nuestro continente. No podemos permitir, ni permitiremos, que la historia se repita.

Solo la unidad de todas las fuerzas políticas organizadas de América Latina y el Caribe es lo suficientemente poderosa como para evitar esta catástrofe. A pesar de nuestros diferentes contextos políticos, compartimos una causa común: la soberanía de nuestras naciones y la seguridad de nuestros pueblos. Debemos permanecer unidos ahora.

Es nuestra responsabilidad defender la Zona de Paz. El futuro de nuestro continente depende de nuestra unidad en este momento.

Firmantes

Larga lista de firmantes de toda América Latina y el Caribe, entre ellos representantes de Bolivia, México, Colombia, Brasil, Argentina, Perú, Cuba, Ecuador, Costa Rica y otros países.

Puede ver la lista completa en este enlace:

https://surcosdigital.com/wp-content/uploads/2025/10/Zona-Paz4.jpg

Hoy Venezuela y Colombia, ¿mañana quién?

Juan Carlos Cruz

Las amenazas de intervención militar de Estados Unidos nos competen a todas y todos.

El reciente despliegue militar del gobierno de Estados Unidos en el Caribe, incluyendo el portaaviones USS Gerald R. Ford, y las crecientes acusaciones sin prueba alguna contra los gobiernos de Venezuela y Colombia, constituyen una grave amenaza a la paz regional, a la soberanía de nuestros pueblos y al principio de no injerencia consagrado en el derecho internacional.

Las acusaciones de narcoterrorismo dirigidas contra los presidentes Nicolás Maduro y Gustavo Petro parecen un último recurso de desprestigio a gobiernos soberanos cuando otros calificativos no han tenido efecto, pero, sobre todo, carecen de pruebas contundentes y verificables. Este nuevo discurso se sustentan en narrativas mediáticas que buscan criminalizar y justificar agresiones que se realizan por razones geopolíticas.

¿Por qué los sobrevivientes a los ataques no han sido presentados ante ninguna instancia legal como prueba de la «presunta implicación de Venezuela y Colombia» en el narcotráfico?

Tal como ha señalado la vicepresidenta venezolana Delcy Rodríguez, Venezuela no figura como país relevante en los informes internacionales sobre tráfico de drogas. Por su parte, el presidente Petro ha denunciado que estas amenazas ignoran décadas de lucha efectiva contra el narcotráfico en Colombia y las sanciones anunciadas vienen más bien a debilitar los programas ya existentes.

La presencia de fuerzas militares estadounidenses en la región, bajo el pretexto de combatir el crimen organizado elevado al nivel del terrorismo, representa una escalada peligrosa que vulnera el principio de autodeterminación de los pueblos y revive prácticas intervencionistas que han causado sufrimiento y desestabilización en América Latina.

Independientemente de suscribir o no las circunstancias políticas y económicas por las que transitan los respectivos gobiernos, las condiciones geopolíticas de nuestro Caribe demandan solidaridad con los pueblos de Venezuela y Colombia y respeto irrestricto a su soberanía.

Es imperativo de la comunidad internacional, los movimientos sociales y las organizaciones defensoras de la paz, mantenerse alertas y condenar cualquier intento de intervención militar que atente contra la estabilidad de nuestra región. Hoy la amenaza es contra Venezuela y Colombia, mañana puede ser contra cualquiera.

Imagen: Portaviones USS Gerald R. Ford (Wikipedia)

ACUDHECA vigila cumplimiento de la orden de consulta tribal afrocostarricense del Plan Regulador Costero de Cahuita

Bernardo Archer Moore, presidente de ACUDHECA.

La Asociación para la Promoción de la Cultura y los Derechos Humanos de la Población de Cahuita y Afines (ACUDHECA) informó que ha remitido una carta formal a la Asociación de Desarrollo Integral de Cahuita (ADIC) con el propósito de garantizar la representación legítima del Pueblo Tribal Afrodescendiente de Cahuita en el proceso de consulta ordenado por la Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia.

El pronunciamiento de ACUDHECA se realiza en el marco del cumplimiento de la Resolución N.º 2025-029985, emitida el 19 de septiembre de 2025 por la Sala Constitucional en el expediente N.º 23-027898-0007-CO (Recurso de amparo), que ordena a la Municipalidad de Talamanca realizar una consulta previa, libre e informada con la comunidad tribal afrocostarricense sobre el Plan Regulador Costero (PRC) del distrito de Cahuita.

Garantizar legitimidad y autodeterminación

La carta enviada por Bernardo Archer Moore, en su condición de presidente de ACUDHECA y afiliado a la ADIC, solicita verificar el cumplimiento del Decreto Ejecutivo N.º 43532-MP-MINAE-MCJ-MEP, del 5 de mayo de 2022, que reconoce el autorreconocimiento del pueblo afrodescendiente como pueblo tribal y establece la obligación del Estado de realizar procesos de consulta conforme al Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

El documento recuerda que, según la resolución constitucional, la ADIC tiene la responsabilidad legal de integrar la representación tribal de la comunidad de Cahuita y garantizar elecciones legítimas de sus representantes. Además, subraya que ninguna autoridad, institución o persona puede arrogarse la representación del pueblo tribal sin haber sido elegida conforme a sus tradiciones y principios de autodeterminación.

Defensa de los derechos históricos

ACUDHECA enfatiza que la consulta previa, libre e informada debe realizarse dentro del plazo de tres meses, con carácter vinculante para las autoridades municipales, y en respeto al principio de participación efectiva de la comunidad afrodescendiente.

La organización reitera que el reconocimiento del territorio tribal afrodescendiente no constituye una concesión del Estado, sino la continuidad jurídica de un derecho preexistente, conforme a los artículos 33 y 45 de la Constitución Política y los compromisos internacionales de Costa Rica en materia de igualdad y no discriminación racial.

“A Dios rezando y con el mazo dando — un pueblo que no se rinde ni se vende”, expresó Bernardo Archer Moore, presidente de ACUDHECA.

Vanguardia Popular expresa solidaridad con Venezuela y respalda posición del Movimiento de Países No Alineados

El Partido Vanguardia Popular (PVP) de Costa Rica manifestó su solidaridad con el pueblo de Venezuela ante lo que calificó como una ofensiva sin precedentes, derivada del reciente despliegue de fuerzas militares estadounidenses en el Caribe. Según explicó Humberto Vargas Carbonell, la acción constituye una provocación directa bajo el pretexto del combate al narcotráfico, pese a que informes internacionales han señalado la inexistencia de producción de drogas en Venezuela.

En su pronunciamiento, el PVP recordó que, en la reunión de septiembre en Caracas, delegaciones de 21 países aprobaron una declaración firme que exige el retiro inmediato de tropas extranjeras, condena el uso del narcotráfico como pretexto para la intervención y reafirma el derecho de Venezuela a vivir en paz, sin bloqueos ni amenazas.

La organización política llamó a fortalecer alianzas como ALBA, CELAC y BRICS, a redoblar la solidaridad internacional y a rechazar la intervención militar y las sanciones económicas. Enfatizó que debe prevalecer la soberanía y la autodeterminación de los pueblos.

Asimismo, el PVP expresó su apoyo al pronunciamiento emitido el 19 de septiembre de 2025 en Nueva York por el Buró de Coordinación del Movimiento de Países No Alineados (MNOAL). Dicho comunicado reitera la defensa de América Latina y el Caribe como Zona de Paz y Libre de Armas Nucleares, con base en el Tratado de Tlatelolco (1967) y en la declaración de la CELAC de 2014.

El MNOAL subrayó la necesidad de resolver las controversias internacionales por vías pacíficas, condenó las acciones hostiles y la retórica agresiva, y reafirmó la integridad territorial y la igualdad soberana de los Estados frente a cualquier injerencia.

Para el PVP, estas posiciones coinciden con la convicción de que la paz, la justicia social y el respeto al derecho internacional deben prevalecer en América Latina y el Caribe, frente a lo que consideran una política imperialista que busca someter a los pueblos de la región.

¿Por qué no podemos llevarnos bien?

Bernardo Archer Moore
Cahuita

Al menos entre nosotros los negros en Costa Rica:

¡Porque no deberíamos!

La unidad de nuestro pueblo siempre será una amenaza para quienes están en el poder y para los intereses económicos que los sostienen.

Esta verdad quedó demostrada durante el breve pero significativo período de organización en Limón en la década de 1970.

Desde la época colonial hemos sido divididos, y hoy sus sustitutos modernos, vestidos de traje y corbata, continúan aplicando la misma estrategia. El problema no es su estrategia; el problema es nuestra incapacidad de responder con un propósito común.

Invocamos la unidad, pero sin una meta clara que nos cohesiona. Eso es como poner el carro delante de los bueyes y esperar que avance.

También se nos vendió el mito del “goteo”: Que si unos pocos llegaban al poder, las puertas se abrirían para todos. ¡Falso!

La evidencia es innegable: Tuvimos una Vicepresidencia de la República y la Presidencia del Primer Poder del Estado, y sin embargo seguimos colectivamente iguales: Sin desarrollo, cargando con desempleo, pobreza y hambre.

No funcionó en Costa Rica, como tampoco funcionó en Estados Unidos bajo Ronald Reagan. Las puertas solo se abren cuando el pueblo las tumba.

Lo que necesitamos es claro:

  • Restitución de tierras arrebatadas por el Estado y sus instituciones (ITCO/IDA, hoy INDER), MINAE, ICT, JAPDEVA y las Municipalidades.

  • Autonomía caribeña para decidir nuestro propio destino.

Miremos a Burkina Faso: Un líder con una visión clara, y un pueblo unido y resuelto.

A menos que construyamos nuestro propio horizonte, arraigado en nuestra realidad sociocultural, con inclusión a través de la autodeterminación, seguiremos divididos y débiles.

Y quien se oponga a esa unidad y objetivo es, sin duda, un adversario, venga de donde venga. Porque en esta lucha, las acciones hablan más fuerte que las palabras.

¡Sin dobles discursos!

¡Sin titubeos!

¡Así se hacen las revoluciones sociales!

3 de septiembre, 2025

El poder por encima del derecho (la tragedia de Cuba)

Walter Antillón

“Escucha pues -dijo Trasímaco-: sostengo que lo justo
no es otra cosa que lo que conviene al más fuerte”

(Platón: La República; Parte I, 338ª, c )

         1.- Libre determinación de los pueblos

Año 1945. Al término de la Segunda Guerra Mundial con la derrota del nazi-fascismo, los Estados victoriosos lideraron la fundación de la Organización de las Naciones Unidas, con el propósito de mantener la paz y la seguridad internacionales, fomentar relaciones de amistad basadas en el respeto al principio de libre determinación de los pueblos, al principio de igualdad de derechos, etc.; y era que ya en aquel momento el panorama conjunto de los países del Mundo presentaba un aspecto variopinto: repúblicas liberales junto a satrapías autocráticas; monarquías constitucionales con férreas dictaduras; repúblicas socialistas con principados orientales; monarquías teocráticas con federaciones republicanas. La nueva regla: diversidad; respeto recíproco; cada uno un voto en el seno de la flamante organización.

Entre los principios allí afirmados, precisamente el de libre determinación de los pueblos, que había sido ensalzado por el Presidente Wilson en 1919, era nuevamente reafirmado por el presidente Franklin Roosevelt y por el premier Winston Churchill en la Carta del Atlántico de 4 de agosto de 1941, donde ambos manifestaron que “… 3. Respetan el derecho que tienen todos los pueblos de escoger la forma de gobierno bajo la cual quieren vivir…”.

                El mentado principio era de vieja data: recordemos que estaba ya presente en los Tratados de Westfalia de l648; y comparece en la Constitución de los Estados Unidos de 1776 y en la Declaración francesa de los Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1789; para ser finalmente consagrado en el siglo XX como norma jurídica internacional en la Carta de la ONU, ya mencionada.

A partir de entonces sirvió de apoyo jurídico y moral a los movimientos en pro de la independencia de los pueblos africanos y asiáticos sometidos al dominio colonial (Resolución de la ONU: 1514 XV de 1960)

            2.- Prepotente e ilegítima reacción

Aunque de los Estados Unidos proviene la Carta Atlántica de 1941, y aunque dicho país haya sido uno de los principales impulsores de la Carta de las Naciones Unidas, su Presidente Dwigt Eisenhower se olvidó de la autodeterminación de los pueblos cuando orquestó con Gran Bretaña el golpe de Estado que depuso al Primer Ministro de Irán, Mohammad Mossadegh en 1953, (porque éste había nacionalizado el petróleo en su país); así como el golpe de Estado contra el Presidente socialista Jacobo Arbenz de Guatemala en 1954 (por haber intentado, entre otros cambios, una reforma agraria que afectaba los intereses de empresas norteamericanas). No es sorprendente, entonces, que cuando el movimiento revolucionario jefeado por Fidel Castro, que toma el poder en Cuba en 1959, se identifica como socialista, la misma Administración Eisenhower, valiéndose de su enorme poder económico y de la dependencia estructural de la economía cubana, inicia la política de presiones y represalias que, en una línea ascendente, se mantendrá hasta nuestros días. Todo comienza con la gradual disminución y final supresión de la cuota azucarera (1960-1962). Y recordemos que, con ocasión de la intervención cubana de las refinerías de petróleo, propiedad norteamericana, Eisenhower declara (julio de 1960) que nunca permitirá el establecimiento de un régimen dominado por el comunismo internacional en el Hemisferio Occidental”.

Pero lo cierto es que, ya el 17 de marzo de 1960, el mismo Eisenhower había ordenado a la CIA la organización de una unidad de guerrilla compuesta por exiliados cubanos, con el apoyo bélico de Estados Unidos, a fin de derrocar a la Revolución. Así se inicia la preparación de la invasión que tendrá lugar el 17 de abril de 1961 con el desembarco en Playa Girón (Bahía de Cochinos) de fuerzas de infantería y artillería, precedido por el bombardeo de varias ciudades cubanas por parte de aviones norteamericanos camuflados. Como sabemos, esa invasión fue derrotada.

Frente a la nacionalización de las industrias del azúcar, el cemento, las refinerías, la electricidad, los teléfonos y otras por parte de Cuba, la respuesta norteamericana es la prohibición de toda exportación a la Isla, excepto suministros médicos y alimentos (octubre de 1960). Y después del fracaso de Playa Girón, la Ley de Asistencia Exterior de la Administración Kennedy (octubre de 1961) prohíbe toda ayuda a países comunistas; y la llamada Proclama Kennedy prohíbe la importación de bienes de origen cubano (1962).

Por su parte, Cuba busca infructuosamente negociar con otros países: Canadá, Gran Bretaña, Bélgica; pero, como vimos, ya desde 1960 había iniciado un acercamiento con la Unión Soviética, China y Europa Oriental, que se concreta primero con la política de reemplazo de Estados Unidos, por parte de los soviéticos, en la compra de la cosecha azucarera cubana; y luego por una serie de convenios de intercambio, financiamiento y ayuda militar, para culminar en 1970 con el ingreso de Cuba en el COMECON (Consejo de Mutua Ayuda Económica) agrupación de países socialistas equivalente a la Unión Europea. Esta situación se mantuvo hasta los años noventas.

Después de la desaparición de la Unión Soviética y de la caída de los regímenes europeos de socialismo real, hechos que ponen al Régimen Cubano en dificultades extremas, el Congreso de los Estados Unidos promulgó dos leyes más, buscando asegurar su irremediable caída: la llamada Ley de la Democracia Cubana (Ley Torricelli) de 1992, que empeoró las sanciones económicas; y la Ley de Libertad y Solidaridad Democrática Cubana (Ley Helms-Burton) de 1996, que buscaba nuevas sanciones internacionales contra el Gobierno cubano. Dichas medidas, al conferir nivel legislativo a las sanciones, eliminaban también la posibilidad de que un presidente pudiera modificarlas o suprimirlas en el futuro.

En los años siguientes, y hasta la fecha, el bloqueo se ha perfeccionado y se ha intensificado sobre todo en las últimas administraciones de Trump y de Biden. Y el futuro no promete nada mejor.

3.- Una historia sugestiva 

Para entender lo ocurrido entre Cuba y Estados Unidos desde 1959 hasta nuestros días, es indispensable repasar, aunque sea someramente, la historia de la mayor de las Antillas a partir del Siglo XIX:

a. A diferencia de la gran mayoría de los países latinoamericanos, que lograron su independencia de España a comienzos de dicho siglo, Cuba no lo consigue sino al final, a través de un cruento proceso revolucionario que se extiende por más de treinta años. Pues, en efecto, en 1868 Carlos Manuel de Céspedes (Padre de la Patria Cubana) va a proclamar la independencia de la Isla, con la ayuda, en lo militar, del dominicano Máximo Gómez (quien durante esos 30 años luchó en Cuba contra el dominio español); y la primera Constitución de la Patria independiente fue redactada por Ignacio Agramonte y Antonio Zambrana un año después, dando así origen al proceso insurreccional que, con interrupciones y altibajos, se extenderá gradualmente y comprometerá la siguiente generación de patriotas (Antonio Maceo, José Martí, Calixto García).

b. Pero hay que recordar que en 1848, dos decenios antes del ‘grito de Yara‘ por Carlos Manuel de Céspedes, políticos y empresarios norteamericanos habían tratado de comprar la isla de Cuba. Al respecto, el historiador español Benedicto Cuervo (Universidad de Oviedo) relata lo siguiente:

“…En ese momento (1848) políticos importantes y hombres de negocios norteamericanos anhelaban la incorporación de Cuba como un nuevo Estado dentro de los estados del Sur esclavistas. Para ello se ponen en contacto con políticos y banqueros españoles reiteradamente (durante varias décadas) para intentar su compra por unos 100 millones de dólares. Al no conseguirlo por este medio, Estados Unidos apoyará a los insurrectos cubanos con entregas de armas, además de cuantiosas sumas económicas que entregarán los ricos hacendados cubanos a sus compatriotas establecidos en Nueva York para sobornar a diputados, periodistas, banqueros y comerciantes para que provocasen la intervención de Estados Unidos en el conflicto…” (Cuba: su difícil camino hacia la independencia: 1845-1898; La Razón Histórica, Oviedo, 1989).

c. En el año 1898, cuando los recursos humanos, económicos y militares de España se estaban agotando, y la balanza se inclinaba a favor de los independentistas al mando del generalísimo Máximo Gómez; la explosión en un barco norteamericano anclado en el puerto de La Habana provocó la intervención de EEUU, que declaró la guerra a España y la derrotó con facilidad, ocupando militarmente la Isla. El ejército revolucionario del héroe Máximo Gómez, que había luchado contra España hasta el final, entró en La Habana en 1889, y fue licenciado con todos los honores… bajo la ocupación norteamericana. Sometidos a esa abusiva presión, los constituyentes cubanos aceptaron en su Constitución la Enmienda Platt y el arrendamiento de Guantánamo, que todavía continúa. Y sabemos que cuando la Enmienda Platt quedó incorporada a la Constitución cubana, el gobernador yanqui de Cuba, general Leonard Wood escribió:

“Cuba está en nuestras manos y creo que no hay un Gobierno europeo que la considere por un momento otra cosa que lo que es, una verdadera dependencia de los Estados Unidos. Con el control que, sin duda, pronto se convertirá en posesión, en breve prácticamente seremos dueños del comercio del azúcar en el mundo” (Cintio Vitier, Ese sol del mundo moral, pág. 116; citado por Ernesto Limia Díaz: La Enmienda Platt: Una camisa de fuerza contra la Cuba mambisa. Cubadebate; 12 junio de 2021).

d. La gobernación militar del general Wood en Cuba duró hasta 1902, pero, en aplicación de la Enmienda Platt, un nuevo paréntesis de gobernación yanqui se repitió de 1906 a 1909, siendo gobernador esta vez el senador William Howard Taft (futuro presidente de Estados Unidos). Allí se iniciaron la corrupción y los sobornos en gran escala, que continuaron con ocasión de la apertura de los diferentes gobiernos cubanos a la inversión y al dominio del capital norteamericano.

e. En efecto, a mediados de la década de los cincuenta, Estados Unidos tenía 713 millones de dólares de inversión directa en Cuba (al cambio de la época), que era el 95 % del total de la inversión extranjera en la Isla. Entre sucursales y empresas madres norteamericanas, estaban, además de los principales bancos newyorkinos, el First National Bank of Chicago, las petroleras Texaco, Esso, Shell, Standard Oil; y muchísimas otras firmas conocidas: Coca Cola, Caterpillar Tractor, Abbot Laboratories, IBM, Xerox, Dow Chemical, John Deere, Cuban Electric Co., ITT Corp., North American Sugar, Moa Bay Mining Co., United Fruit Sugar Co., West Indies Sugar Co., American Sugar Co, Bangor Punta Corp., etc.

f. Al final, no hubo necesidad de comprarla. De hecho, Cuba era “casino y lupanar para el weak end de los norteamericanos”: estratificada y con segregación racial, la Cuba en donde los yanquis: funcionarios, estrellas de Hollywood, empresarios, tahures, residentes, mafiosos y turistas constituían una poderosa élite, a cuyos exclusivos clubes tenían acceso los miembros de la oligarquía criolla: un país con una fachada de refinamiento y grosera opulencia, que ocultaba la extendida pobreza y el analfabetismo de las clases populares.

                        En ese ambiente pretencioso y cambalachero se desenvolvía, como pez en el agua, el último sangriento dictador de la Cuba pre-revolucionaria: Fulgencio Batista, un verdugo y un ladrón que nunca sufrió sanción, embargo o bloqueo de parte del Gobierno Norteamericano.

            4.- La ONU y la autodeterminación de los pueblos

La Organización de Naciones Unidas fue creada con el propósito de consagrar la igualdad de los Estados y evitar las guerras y toda acción unilateral directa de un Estado fuerte contra uno débil, en forma de agresión, amenaza o cualquier otra acción ‘incompatible con los propósitos de aquella. Dice la Carta:

Artículo 1

Los Propósitos de las Naciones Unidas son:

            “(…) 2.- Fomentar entre las naciones relaciones de amistad basadas en el respeto al principio de igualdad de derechos y al de la libre determinación de los pueblos, y tomar otras medidas adecuadas para fortalecer la paz universal.

            3.- Realizar la cooperación internacional en la solución de problemas internacionales de carácter económico, social, cultural o humanitario, y en el desarrollo y estímulo del respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales de todos, sin hacer distinción por motivos de raza, sexo, idioma o religión…”

Artículo 2.-

            Para la realización de los Propósitos consignados en el Artículo 1, la Organización y sus Miembros procederán de acuerdo con los siguientes Principios:

(…) 4. Los Miembros de la Organización, en sus relaciones internacionales, se abstendrán de recurrir a la amenaza o al uso de la fuerza contra la integridad territorial o la independencia política de cualquier Estado, o en cualquier otra forma incompatible con los Propósitos de las Naciones Unidas.

Propósitos que se reiteran y se refuerzan en los artículos 55 y 56 de la misma Carta:

            “55.- Con el propósito de crear las condiciones de estabilidad y bienestar necesarias para las relaciones pacíficas y amistades entre las naciones, basadas en el respeto al principio de la igualdad de derechos y al de la libre determinación de los pueblos, la Organización promoverá:

  1. niveles de vida más elevados, trabajo permanente para todos, y condiciones de progreso y desarrollo económico y social;
  2. la solución de problemas internacionales de carácter económico, internacional en el orden cultural y educativo; y
  3. el respeto universal a los derechos y a las libertades fundamentales de todos, sin hacer distinción por motivos de raza, sexo, idioma o religión y la efectividad de tales derechos y libertades.”

            56.- Todos los Miembros se comprometen a tomar medidas conjunta o separadamente, en cooperación con la Organización para la realización de los propósitos consignados en el artículo 55.”

Posteriormente el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, del que también son partes los Estados Unidos, consagra puntualmente como derecho de cada pueblo, el propósito expuesto en el apartado 1) de su artículo 1:

            “…1.- Todos los pueblos tienen el derecho de libre determinación. En virtud de ese derecho establecen libremente su condición política y proveen asimismo a su desarrollo económico, social y cultural …”

En las normas citadas, la autodeterminación de los pueblos ha sido elevada a principio fundamental del derecho internacional, reconociéndose su carácter general y vinculante erga omnes. Se trata del reconocimiento de un derecho propio de los pueblos políticamente organizados, expresión de su soberanía, cuyo correlato es el deber de los otros Estados de respetarlo y facilitarlo. En tales condiciones, los pueblos están facultados para actuar libres de cualquier género de presión u opresión en la determinación (como dice el Pacto) de su condición política y su desarrollo en la esfera económica, social, cultural.

Los pueblos se autodeterminan de diferentes maneras, emprendiendo para ello operaciones muy diversas: luchando por su independencia, si están sometidos a coloniaje (como los africanos); o dividiendo un Estado unitario en dos o más Estados nuevos (como Checoslovaquia); o, viceversa, ingresando a una confederación o a una comunidad de Estados (ingreso a la UE); o modificando su organización político-económica (China, Cuba), etc. Todas estas manifestaciones de autodeterminación son legítimas y están reconocidas y tuteladas por la normativa citada en la Carta de la ONU, en el Pacto de los Derechos y en otras fuentes subsidiarias.

Según el artículo 2 citado, toda forma de violencia entre los Estados es contraria al espíritu de la Carta, incompatible con sus propósitos, ya se trate de amenazas, agresión armada u otras medidas de presión desplegadas por un Estado poderoso contra otro más débil. En virtud de la igualdad jurídica de los Estados, cuando surge un conflicto, las partes deben recurrir a los medios disponibles en manos de los órganos que la Carta estatuye.

5.- El daño inconmensurable

Ahora vamos a lo nuestro: guiado por la vanguardia revolucionaria del Movimiento 26 de julio, cuyo comandante general era Fidel Castro, el pueblo cubano, en ejercicio de su derecho de autodeterminación, se liberó de la Dictadura de Fulgencio Batista el 1º de enero de 1959, y conformó el Gobierno Revolucionario que muchos países reconocieron, incluidos los Estados Unidos. Meses después, a través de sus órganos competentes, el Gobierno de la Isla se declaró socialista, con un respaldo popular masivo. Parecidos cambios, en circunstancias análogas o no, se han producido muchas veces en la historia: desde los acometidos por Sun-Yat-Sen (fundador de la República China) en 1912; o por Mao-Tse-Tung (fundador de la República Popular) en 1949; hasta los logrados por Charles de Gaulle (fundador de la V República Francesa) en 1958: todos con un enorme respaldo de sus pueblos. Se trató de operaciones extraordinarias (de muy diversa magnitud), preñadas de importantes consecuencias, perpetradas por los dirigentes, que los pueblos inspiraron, apadrinaron o respaldaron como auténticas manifestaciones de su libre determinación: operaciones legítimas, respaldadas por normas universalmente reconocidas.

            Empero, al margen de lo que estatuye el derecho vigente sobre autodeterminación, para el pueblo cubano estaba prohibido optar por la vía del socialismo, en razón de una norma no escrita, pero que, de hecho, se ha revelado más potente que la Carta de las Naciones Unidas: una norma específica derivada del “Destino Manifiesto” (Grundnorm del ordenamiento jurídico usano). Según dicha norma, por su disposición geográfica Cuba debe pertenecer a los Estados Unidos; de manera que, en vista de aquella pretensión libertaria de la Isla, había que hacerla regresar a su “dominio natural” sin escatimar los medios para lograrlo. Y esto explica la implacable, infinita perversidad de las medidas adoptadas por su verdugo durante los últimos sesenta años; sólo comparable con el contemporáneo proceso de sistemático despojo del territorio palestino por obra de Israel; y el exilio, la represión y el exterminio de sus habitantes.

Había que escarmentar al pueblo cubano, haciéndolo probar el hambre, la escasez, la frustración por tiempo indefinido, hasta que abjurara de sus ideales y repudiara a sus líderes; de modo que durante sesenta años, los Estados Unidos han ido tejiendo una abigarrada y creciente red de leyes, reglamentos, órdenes, listas negras, etc. para tratar de impedir cualquier proyecto de inversión extranjera en el país; hacer fracasar cualquier iniciativa que suponga un alivio o una mejora en las condiciones de vida, cada vez más precarias, del pueblo cubano; o las posibilidades de avance de la actividad científico-tecnológica, artística o deportiva; o de aplicación de estrategias de desarrollo económico y social, frustrando el crecimiento y la diversificación de la agricultura, de la industria o del comercio interno y exterior de Cuba.

El pueblo cubano ha soportado estoicamente los efectos severamente abrasivos del bloqueo, que inciden en su capacidad adquisitiva, en su acceso a los alimentos y bienes esenciales: ropa, servicios médico-quirúrgicos, medicamentos, artefactos domésticos. Jurídicamente ilegítimo, pero implacable, el bloqueo ha robado la alegría, el futuro y la vida misma a millones de cubanos de varias generaciones. En el largo camino muchos se han rendido: abandonan sus ideales, abandonan la isla para tratar de poner término a sus frustraciones, sus carencias, sus sufrimientos.

6.- El papel del jurista

Los juristas que, por definición, son los guardianes de la justicia ¿qué tienen que decir ante semejante ignominia? A ellos corresponde declarar, en primer lugar, que aquel acoso, aquella agresión es injusta y, como tal, intolerable. Desde el punto de vista jurídico, el bloqueo se ha ido configurando claramente como una gravísima violación continuada y redoblada durante más de sesenta años: la violación deliberada e impune de principios jurídicos llenos de vigencia como son los principios de soberanía y de libre determinación del pueblo cubano.

Porque, a la fecha de hoy, es un hecho patente, indudable, que el sistema de sanciones impuestas a Cuba por los Estados Unidos es ilegítimo y unilateral, perpetrado de espaldas al orden jurídico internacional; planeado y perpetuado alevosamente desde la impunidad del poderoso. Jurídicamente hablando, toda sanción (política, económica, militar) que se imponga a un Estado sólo puede emanar del Consejo de Seguridad o de la Asamblea General de la ONU. Y en este terreno tenemos que ya en 32 ocasiones la Comunidad Internacional, por una mayoría constantemente abrumadora, ha exigido a los Estados Unidos poner fin al bloqueo contra Cuba.

Y sabemos que, frente a esta exigencia, el claro mensaje que nos envía la gran Potencia, junto con su aliado Israel, es que el derecho Internacional no vale, no cuenta: lo que vale es la voluntad del poderoso: el poder desnudo, contra toda racionalidad y contra toda justicia. Y a estas alturas tenemos que aceptar que la iniquidad impune del gobierno norteamericano está a punto de triunfar sobre una Cuba que agoniza.

El derecho, como aspiración hacia la justicia, vale para todas las situaciones, o no vale en absoluto. La injusticia no puede ser aprobada, ni en lo grande ni en lo pequeño. Aceptar en silencio las violaciones al derecho no significa otra cosa que abjurar del derecho, de la juridicidad en general, de la justicia. Porque si la Carta de las Naciones Unidas sólo vale lo que un puñado de papeles mojados y arrugados ¿qué valor tendrán entonces los tratados internacionales en general, y las constituciones y las leyes?

Ante la pasividad de los juristas de todo el mundo frente a la tragedia de Cuba ¿debemos interpretar que el derecho y sus valores han perdido su vigor? ¿que fue correcto el allanamiento de la Embajada de México ordenada por el presidente Novoa? ¿que fueron correctas las barrabasadas de Trump y de Bolsonaro ante los resultados electorales en sus países? ¿que son correctas la paulatina apropiación del territorio palestino por Israel, y la dispersión, la expulsión y la eliminación de sus habitantes originarios?

El silencio y la pasividad que prevalecen mayoritariamente en la comunidad internacional de los juristas ante la tragedia de Cuba es uno de los rostros de la indiferencia del ciudadano globalizado de hoy; de la aceptación generalizada de la iniquidad, y de la renuncia de la juridicidad y de la justicia por parte de la Humanidad.

Mensaje de la Comisión Nacional de Asuntos Indígenas

Comunicado oficial

El proceso llevado a cabo por DINADECO en Cabagra no es culturalmente apropiado y no cumple con los estándares internacionales de Derechos Humanos que protegen a los pueblos indígenas, preocupa los temas de seguridad, paz y convivencia pacífica en este contexto.

Comisión Nacional de Asuntos Indígenas con fundamento en su Ley de creación N°5251, le compete pronunciarse en protección del pueblo indígena Bribrí de Cabagra. Manifiesta, que el procedimiento seguido por DINADECO violenta los derechos culturales de los pueblos indígenas reconocidos nacional como artículo 1 de la Constitución Política y la Ley Indígena e internacionalmente como la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas y el Convenio 169 de la OIT (supraconstitucional para Costa Rica). Se denota desconocimiento, de carácter riesgoso en derechos, ante las medidas tomadas para apresurar la asamblea de este territorio del 10 de junio 2023, poniendo en peligro sistemas propios culturales del pueblo Bribrí.

La institución considera de gran importancia empoderar al territorio de Cabagra a realizar procesos en mira de la transparencia y anticorrupción. Sin embargo, se debe cumplir con los estándares internacionales donde se procure respetar los principios de autodeterminación y autonomía, procurando con ello que no se ponga en riesgo la participación legítima de las personas indígenas, así como la protección contra personas no indígenas con intereses particulares que puedan amedrentar los espacios propios de las personas indígenas, tal como lo indica las recomendaciones del Relator Especial sobre los derechos de los pueblos indígenas en su apartado de Libre determinación, autogobierno y participación política (A/HRC/51/28/Add. 1) y el dictamen de la procuraduría «… por ello es inconcebible que personas no indígenas puedan participar de ellas por ejemplo, en la asambleas generales, en mucho menos, que se les permita acceder a puestos de decisión como la Junta Directiva, o aún representantes por las asociaciones ante otras entidades…» (C-045-2000 del 9 de marzo del 2000)

Es por esto que la CONAI hace un llamado a las instituciones en este caso DINADECO a respetar su resolución del 29 de marzo del 2023, cumpliendo la consulta según los estándares internacionales antes de convocar a asamblea según la resolución DDN-RE- 035-2023 en donde su parte dispositiva resolvió: La Dirección Nacional de Desarrollo de la Comunidad, con fundamento en los hechos expuestos y consciente del perjuicio en la comunidad, estima anular el nombramiento de la Comisión para la Revisión y Conformación del Padrón de Afiliados de la ADII de Cabagra y el Grupo de Mayores citado, así como sus actuaciones, con el fin de replantear el proceso seguido y garantizar que situaciones tan gravosas no se vuelvan a dar. En este cometido, de previo a determinar las acciones a seguir, con miras al objetivo de depurar el padrón de afiliados de la ADII, que permita la celebración de una nueva asamblea que elija su junta directiva, la institución consultará a distintas instancias territoriales e institucionales con la finalidad de que el proceso a seguir sea respetuoso de la autonomía, costumbres y tradiciones intrínsecas del Territorio Indígena de Cabagra. 

Manifiesto sobre Ucrania

Texto elaborado por Adolfo Pérez Esquivel, premio Nobel de la Paz y otras personalidades internacionales

La guerra en Ucrania es una expresión (por cierto, no la única) del proceso de descomposición del capitalismo en su etapa neoliberal, pues mientras los medios dominantes ponen el foco en el Este europeo, los israelíes han atacado Siria y Cisjordania, donde se han cobrado nuevas vidas y cientos de heridos palestinos, y el Pentágono acaba de bombardear Somalia. Sin embargo, parece que solo Ucrania ha visto vulnerado su derecho a la autodeterminación.

Pero al mismo tiempo, resulta evidente que con contradicciones, avances y retrocesos la humanidad enfila hacia un nuevo orden multipolar, no sin la resistencia de la que ha sido durante más de un siglo la mayor potencia del planeta, lo cual explica las convulsiones económicas, políticas y militares y hoy se ve jaqueada por la competencia de China.

La acción militar de Rusia sobre Ucrania no puede entenderse sin contextualizarla en la guerra que el gobierno pro occidental de Ucrania viene librando desde 2014 contra la población pro rusa del Donbáss, donde ya han muerto 14 mil personas y destacan por su crueldad los grupos paramilitares neonazis armados y azuzados por la OTAN y Estados Unidos. Esos ataques vulneran los acuerdos de Minsk de 2015.

El empeño de Estados Unidos de expandir la OTAN hacia las fronteras de la Federación Rusa acompañado de la entrega de moderno armamento a Ucrania, constituye de hecho la consumación de un cerco militar progresivo que ningún Estado puede aceptar de brazos cruzados.

Una verdadera campaña de desinformación y la tentación de censurar y acallar toda voz disidente de la versión hegemónica pro OTAN y pro EE.UU. desnudan la vocación antidemocrática de los portavoces del gran capital.

La conquista de una paz duradera, que, con moderado optimismo, entendemos viable, no puede lograrse a expensas de la seguridad de ningún Estado miembro de la comunidad internacional. Retomar los acuerdos de Minsk puede ser el camino más apto para restablecer el diálogo entre las partes en conflicto.

La pelea de fondo, que la clase trabajadora y los pueblos debemos sostener es la lucha por un orden alternativo al capitalismo, sin explotación y de cooperación entre los pueblos, des mercantilizado y solidario, respetando a la Naturaleza y a la vida.

Adolfo Pérez Esquivel, premio Nobel de la paz. Argentina.

Piedad Córdoba, defensora de los derechos humanos. Colombia.

Atilio Boron, analista internacional. Argentina.

Alejandro Rusconi, secretario relaciones internacionales del Movimiento Evita. Argentina.

Saúl Ortega, diputado nacional por el PSUV. Venezuela.

Stella Calloni, periodista y escritora. Argentina.

Sandra Russo, periodista y escritora. Argentina.

Jorge Kreynnes, secretario de relaciones internacionales del Partido Comunista Argentino. Argentina.

Luisa Valenzuela, escritora. Argentina.

Nidia Diaz , Negociadora y firmante de la Paz en El Salvador. Por FMLN.

Luis D’ Elia, presidente de MILES. Argentina. 

Jorge Elbaun, sociólogo y periodista. Argentina.

Roberto Perdía, Argentina.

Carlos Aznarez, director de Resumen Latinoamericano. Argentina.

Julio Gambina, profesor universitario. Argentina.

Christiane Barckhausen, Escritora, Alemania.

Lois Pérez Leira, escritor y cineasta. Argentina.

Carlos Lenin Villa Toribio, Docente y miembro del Departamento del Trabajo Internacional del Partido del Pueblo de Panamá.

Xavier Moreda, portavoz de Vigo Antifascista. Estado Español.

Dante Alfaro, gremialista docente. Argentina.

Carlos Pronzato escritor y cineasta. Brasil.

Pascual Manganiello – conductor «Monitor Global»- TV-Sindical. Argentina.

Pedro Cardoso. Cineasta. Brasil.

Gustavo Maradini, abogado de derechos humanos. España.

Edgar Gutiérrez Cordero, Secretario General de la Federación Nacional de Trabajadores de Plantaciones, Fentrap. Costa Rica.

Norma Guevara Ex diputada del FMLN.

Ricardo Salgado. Partido Libre. Honduras.

Adair Pintos. Periodista. Bolivia.

Mary Soto, escritora, periodista y consultora de DDHH. Perú.

Federico Lopardo Corriente NuestraPatria. Argentina.

Rodolfo Nadra, periodista. Argentina.

Alberto Nadra, escritor y periodista. Argentina.

Sergio Ortiz. Periodista. Partido de la Liberación PL. Argentina.

Norberto «Champa» Galiotti, Coord. Gral. Red Continental Latinoamericana y Caribeña de Solidaridad con Cuba y las Causas Justas. Argentina.

Francisco López , Coordinador de Conversatorios Latinoamericanos Antifascistas. Podemos Latinoamérica.

Ricardo Gadea, escritor y periodista Perú.

Tirso W. Sáenz ex Ministro de industria.  Cuba.

Norma Guevara Ex diputada del FMLN. El Salvador. 

Blanca Flor Bonilla. Ex diputada Parlacen. FMLN.

Fátima Rallo Gutierrez, Antropóloga, historiadora. Paraguay. 

Héctor Celano, escritor, poeta, recitador y periodista cultural.

Edgardo Hernán Cardo, Presidente del Instituto de Investigación y Análisis Geopolítico Alexandre Pétion. Argentina.

Emilio Mendoza Saldaña. Luchador social. Perú.

Norberto Fabian López comisión directiva INDUSTRIALES PROVINCIA DE BUENOS AIRES.

Gerardo Fernández, organización Evita para la Victoria.

Mario Alderete. Coordinador Nacional de la CONAT (Corriente Nacional «AGUSTÍN TOSCO») Integrante de la CTA-T y de la FSM.

Enrique Juan Box, periodista. Argentina.

Siguen las firmas . . .