Las autoridades políticas de Costa Rica. Con algunas tenemos una deuda de reconocimiento
Vladimir de la Cruz
Generalmente, acudimos a señalar como autoridades políticas, refiriéndonos a los gobernantes que ha tenido Costa Rica, a los Jefes de Estado y a los Presidentes de la República. Existe la Galería de ellos en la Asamblea Legislativa como el máximo tributo de reconocimiento a ellos. Sus cuadros han sido pintados por grandes artistas, nacionales y extranjeros, entre ellos Toribio Jerez, Aleardo Villa, Tomás Povedano, Enrique Echandi, Lucio Ranucci, Fernando Calvo, Lorenzo Fortino, Aquiles Bigot Marie, Nicolás Jaury, José Claro Azcarreta, Juan Andrés Bonilla Mata, Gonzalo Morales Alvarado, Fabio Fournier, Dinorah Bolandi Fernández.
¿Pero realmente fueron solo ellos? ¿La Historia de Costa Rica se remontan solo a este período histórico, a partir del surgimiento del Estado de Costa Rica, como parte integrante de las Provincias Unidas de Centroamérica y de la República Federal de Centroamérica, como finalmente se constituyó?
Mi Maestro, el gran historiador Rafael Obregón Loría, nos enseñó que también había que considerar a las “Autoridades coloniales Superiores de Costa Rica”, quien publicó un libro mimeografiado, como se estilaba en esos días, sobre esas autoridades, en el cual hizo breves semblanzas de las autoridades y gobernadores coloniales, sobre la base de lo que había publicado el historiador Ricardo Fernández Peralta, que incluyó autoridades que ejercieron el cargo interinamente. Su publicación fue de modo cronológico de esas autoridades, como correspondía hacerlo. De ellas están incluso sus firmas que también se han publicado. También el historiador León Fernández Bonilla amplió la lista, con minuciosa investigación en los Archivos Históricos de Guatemala y de España.
Así, conocemos la lista de quienes estuvieron a cargo de la dirección político-administrativa de Costa Rida, cuando éramos dependencia española, dentro del Virreinato de Nueva España, el de México, y como parte de la Capitanía General de Guatemala, el Reino de Guatemala, un reino que no tuvo reyes gobernantes, y las Diputaciones provinciales surgidas al amparo de la Constitución de Cádiz, de 1812, que funcionaron hasta 1814 por la suspensión de la Constitución hasta 1820. Unos meses después sobrevino la Independencia, de todas las provincias centroamericanas y pertenecientes a la Capitanía, desde finales de agosto de 1821, con la Independencia de las regiones de Chiapas, que pertenecían a la Capitanía General de Guatemala, hasta la de Costa Rica el 29 de octubre de 1821, pronunciándose la Independencia de México el 27 de setiembre de 1821, fecha en que finalmente se acabó el Virreinato de Nueva España o de México.
Como parte de esa estructura de autoridades coloniales se pueden señalar las siguientes, que empezaban con la de los Reyes de España, como autoridad suprema de España y sus colonias en ultramar. El ejercicio de su poder el Rey lo hizo por medio de autoridades que se concentraban en la Casa de Contratación de Sevilla y el Consejo de Indias, la Junta de Indias, Superintendencia de Indias, el Consejo Real y Supremo de las Indias, los Adelantados, los Virreyes, los Capitanes Generales, los Intendentes, los gobernadores, los Alcaldes Mayores o Corregidores, las Reales Audiencia, los Cabildos y otras formas institucionales de manifestarse. La Capitanía General de Guatemala, en un momento llego a tener cuatro Intendencias, una Gobernación, la de Costa Rida, ocho Alcaldías Mayores y dos Corregimientos.
Los virreyes fueron las autoridades superiores en los territorios de la américa hispana, o del Nuevo Mundo, como empezó a conocerse el continente.
El Historiador Rafael Obregón Loría estableció que la Primera autoridad española en Costa Rica fue Cristóbal Colón, señalando de seguido a él a los Reyes españoles.
Luego siguieron las Audiencias, a las que perteneció Costa Rica, como la de Santo Domingo, la de Panamá, la de Los Confines, la de Guatemala. A partir de allí la lista de Gobernadores e Capitanes Generales de Guatemala, las autoridades de Veragua y de Nicaragua que ejercieron autoridad sobre Cota Rica, y la lista de Gobernadores, Capitanes Generales, Alcaldes Mayores y otras autoridades de la Provincia de Costa Rica.
Con la Declaración de Independencia, el 29 de octubre de 1821, iniciamos el período de reconstrucción democrática republicana, estableciendo hasta el 8 de setiembre de 1823, un período de breves gobiernos, de carácter colegiado mediante órganos de gobierno que se llamaron o reconocieron como Junta de Legados de los Pueblos, Junta Interina, Junta Electoral, Primera, Segunda y Tercera Junta Superior Gubernativa, y, entre ellas, la Diputación Provincial o Triunvirato, Comandantes Generales y Congreso Constituyente, para llegar al establecimiento del Estado de Costa Rica, a partir del cual se reconocen los Jefes de Estado y luego los Presidentes de la República.
Como Estado de Costa Rica fuimos parte integrante de la República Federal de Centroamérica. La República se constituyó siguiendo el modelo moderno de las Repúblicas que estaban surgiendo después de la Independencia de los Estados Unidos y de la Revolución Francesa. Mucho se ha insistido que la República Federal siguió el modelo norteamericano. A la par estaba el modelo que iniciaba México a partir de su Independencia, también de características republicanas, aun contemplando la idea de Imperio que trató Agustín de Iturbide, que motivó las adherencias al mismo por las declaraciones de Independencia de las Provincias Centroamericanas.
La Galería oficial de Jefes de Estado y Presidentes de la República, a partir de la Independencia, que existe en la Asamblea Legislativa, no contempla, ni siquiera una placa, que destaque con su nombre a las primeras autoridades de las Juntas de Gobierno del período 1821-1823. Si no se quisiera poner la lista de todos sus integrantes, al menos las de quienes presidieron esas Juntas, que fueron el Pbro. Nicolás Carrillo Aguirre, 12 nov. 1 diciembre 1821, el Pbro. Pedro José Alvarado, 1 diciembre 1821-5 enero 1822; Rafael Barroeta Castilla, 5-12 enero 1822; Santiago Bonilla Laya-13 enero- 31 diciembre 1822; José́ María Peralta-13 enero- 31 diciembre 1822; José́ Rafael Gallegos-(4)-13 enero- 31 diciembre 1822; José́ Santos Lombardo-1 enero-14 marzo 1823, Rafael Francisco Osejo-14-29 marzo 1823; Joaquín de Oreamuno y -29 marzo-5 abril 1823; Gregorio José́ Ramírez-2-16 abril 1823; José́ María Peralta-16 abril-6 mayo 1823; Manuel Alvarado H. Pbro.-16 mayo-8 setiembre 1823.
A partir de aquí se inició la Jefatura de Estado con Juan Mora Fernández, hasta el 8 de marzo de 1833, en tres gobiernos que la ejerció.
Formamos parte de la República Federal de Centroamérica, y tuvimos como autoridades superiores, a los Presidentes de la República Federal, a Manuel José Arce, Francisco Morazán Quesada, quien también fue jefe de Estado de Costa Rica, en 1842, José F. Barrundia y José Cecilio del Valle, siendo Morazán el que más tiempo ejercicio la Presidencia de Centroamérica.
Estamos en deuda con estos gobernantes superiores de Costa Rica en el Salón o Galería de Jefes de Estado y Presidentes de la República. Se debe establecer, al menos, una placa que reconozca a estas Autoridades Superiores gubernativas de Costa Rica, en lo que corresponda, formal o informalmente. Contribuiría su reconocimiento a fortalecer los estudios históricos desde los textos escolares y colegiales fundamentalmente, donde casi no se dice nada de gobernantes y períodos históricos de Costa Rica, los períodos de las Juntas y de la República Federal.
En las tendencias globalistas, y centroamericanistas que existen, es necesario fortalecer el conocimiento histórico que nos permita entender mejor ese proceso, desde sus raíces hasta la actualidad.
Las autoridades del periodo colonial quedan para la historia.
Antes de la presencia europea y española en el continente tuvimos también los reinos indígenas. Los caciques de Costa Rica, en sus diversas comunidades y regiones, también podrían ser reconocidos con otra placa. Son parte de nuestra Historia, son nuestras raíces remotas. También a ellos les debemos ese reconocimiento.