Ir al contenido principal

Etiqueta: bienestar

Por una participación efectiva y justicia social para salir de la crisis

FECON

La Federación Ecologista (FECON) se encuentra articulando con diferentes organizaciones sociales para impulsar propuestas justas y combativas ante la crisis del Covid-19. Desde el 2 de abril publicamos un comunicado de FECON exponiendo 12 propuestas basadas en nuestros valores organizativos y en rechazo directo a propuestas neoliberales presentadas por la UCCAEP al Gobierno de Carlos Alvarado.

Hemos hecho énfasis en que es momento para impulsar un plan de recuperación económica reorganizando el modelo de producción de alimentos. Hay que fortalecer la participación y articulación comunitaria entre pequeños y medianos agricultores, productores pecuarios y grupos pesqueros, apoyando primordialmente las prácticas ecológicamente sanas.

Esto significa que se deben establecer mecanismos de gestión público-comunitaria para la recuperación de la soberanía alimentaria del país. Los tratados de libre comercio ahogaron la producción local de alimentos y ahora nos ponen en indefensión ante el impacto internacional de la crisis de la salud.

La atención económica de la emergencia

El Estado tiene el desafío de hacer sostenible económicamente la atención de cientos de miles de personas afectadas por reducción de ingresos, recortes de jornadas laborales, paralización económica total, como por la pobreza estructural del país que supera el millón de habitantes. Sin las necesidades económicas cubiertas las medidas de aislamiento social son inviables.

Carlos Alvarado expresó que “en este momento el gobierno cuenta con recursos económicos suficientes para manejar los primeros tres meses de la emergencia”. Indicó además que “el Ejecutivo maneja actualmente cuatro alternativas para extender la atención luego de esos tres meses, que son: 1) Reducción o redistribución del gasto, 2) más ingresos con impuestos, 3) recurrir a más endeudamiento con el FMI, 4) generar política monetaria.”

Llamado de las organizaciones

Desde siempre y ahora más que nunca consideramos necesario detener las propuestas que aceleren la liberalización económica en Costa Rica. Casi cuarenta años y esta nueva crisis sanitaria internacional demuestran que es un modelo absolutamente dañino para la naturaleza e incapaz de garantizar la protección y el bienestar social de los pueblos.

Consideramos que el Gobierno debe analizar otros planteamientos creativos, con criterio de realidad y sin condicionamientos especulativos del capitalismo financiero. El modelo neoliberal requiere salidas urgentes y la participación ciudadana organizada es vital para construir las nuevas alternativas. Hay que combatir las desigualdades con propuestas que apunten a la justicia social, ambiental y de género, para incidir en las acciones del gobierno ante la crisis.

Compartido con SURCOS por Angélica Alvarado.

https://feconcr.com/noticias/por-una-participacion-efectiva-y-justicia-social-para-salir-de-la-crisis/

Lo público y lo privado: buscando el bien común

El Estado procurará el mayor bienestar a todos los habitantes del país, organizando y estimulando la producción y el más adecuado reparto de la riqueza. Artículo 50 de la Constitución de la República de Costa Rica.

Álvaro Vega Sánchez, sociólogo

Se habla hasta la saciedad de recortar salarios, pensiones y en general el gasto público. El peso de la balanza recae sobre este sector, mientras lo privado se mantiene casi intocable, como si fuese el “lugar santísimo” del templo de la patria. Este país, en materia de política pública y privada, es tan laico (de laos: pueblo) como cualquier Estado de Derecho.    

Efectivamente, nuestra Constitución establece que se pueden imponer limitaciones a la propiedad privada en razón del “interés social” (Artículo 45), es decir, del bien común. Hasta ahora, y en medio de un Estado de Emergencia Nacional, no se han impuesto limitaciones de ningún tipo sustantivo a lo privado, y por el contrario se le sigue facilitando su gestión, para que despida, postergue contrataciones y negocie condiciones con los trabajadores, que solo favorecen al gran empresario y su capital.

O sea, el gobierno no está cumpliendo a cabalidad con el mandato constitucional de procurar “el mayor bienestar de todos los habitantes” propiciando un “adecuado reparto de la riqueza”, hoy concentrada escandalosamente. Riqueza que ha crecido exponencialmente, porque ha sido eximida, vía concesiones tributarias y amnistías, de cumplir con la responsabilidad social que le compete en un Estado Social de Derecho, que todavía existe porque tenemos una Constitución que lo respalda.

El Banco Mundial, para nada sospechoso de ser enemigo del sector privado, llama la atención al peligro de festinar con los recursos públicos para enfrentar la crisis producida por el COVID-19. Plantea algunas consideraciones a tener en cuenta. Por ejemplo, proteger los trabajos, tanto públicos como privados, es una prioridad; los funcionarios públicos prestan gran parte de los servicios esenciales para responder a la crisis en primera línea; los Gobiernos deben permitir el teletrabajo y reorganizar las tareas y responsabilidades en vez de imponer recortes y despidos; la crisis ha subrayado la importancia de tener instituciones públicas eficaces para proteger las vidas y los medios de subsistencia de las personas.

Una propuesta razonable y proporcional, y que toma en consideración los aspectos mencionados, entre otros, es la formulada por el economista don Francisco Esquivel, que en sus nueve puntos condensa medidas  que  son una garantía para el cumplimiento del precepto constitucional contenido en el Artículo 50, columna vertebral de nuestro Estados Social de Derecho. No privilegia a ningún sector, sea público o privado, que cuente con la capacidad y responsabilidad de aportar solidariamente, y sin apelar a subterfugios como los que han venido abaratando el concepto de solidaridad, de gran contenido ético-humanista. Una propuesta juiciosa y patriótica.

También se han hecho aportes valiosos por parte de la Asociación Nacional de Empleados Públicos (ANEP), de la Federación Ecologista de Costa Rica (FECON), de la Maestría en Planificación de la Universidad Nacional, entre otras. El movimiento social y la academia han sido proactivos y solidarios en esta lucha de todos y todas.

Solo falta voluntad política, humildad y amplitud de miras para salir adelante, como bien señala Harari, ante los desafíos de este Siglo XXI: “Aunque los retos no tienen precedentes y aunque los desacuerdos son enormes, la humanidad puede dar la talla si mantenemos nuestros temores bajo control y somos un poco más humildes respecto a nuestras opiniones” (21 lecciones para el siglo XXI, p.179).

El gobierno tiene que contribuir a conjuntar las mejores ideas y propuestas, en esta hora decisiva, para ser garante del precepto constitucional que le asigna al Estado, como tarea fundamental, impulsar “el más adecuado reparto de la riqueza”.  

Tenemos que superar, de una vez por todas, los enfoques que han venido propiciando el antagonismo entre trabajadores del sector público y privado, para afirmar el compromiso que ambos tienen en contribuir al bien común, especialmente en situaciones de emergencia como la que estamos padeciendo. Solo a las élites económicas, políticas y mediáticas privilegiadas les interesa poner a pelear a los trabajadores de ambos sectores. No hay que prestarse a ese juego sucio y mal intencionado.

Foto: ANEP

COVID-19: encrucijadas y respuestas humanas

Andrey Pineda Sancho,
sociólogo e investigador CICDE-UNED

La grave crisis pandémica que actualmente tiene en vilo al planeta entero nos ha hecho regresar a viejas preocupaciones antropológicas, constitutivas de nuestra especie, y a debates sociopolíticos y filosóficos de largo, más bien larguísimo, recorrido en nuestras sociedades. Ha potenciado, por un lado, nuestro ya de por sí perenne, aunque no siempre consciente, terror al desorden, al caos y a la finitud, y por el otro, nos ha obligado a tratar de encontrar respuestas aptas tanto para conjurar la amenazante situación, como para hacerla asimilable o llevadera a nivel cognitivo-emocional. De este intento participan, en distintos grados, las instituciones que conforman y modelan la vida sociocultural de los distintos países, los agentes sociopolíticos con mayor poder dentro de ellos, y por supuesto, las personas que con su accionar día a día contribuyen a mantener a flote los mundos socialmente construidos.

En medio del apremio, cada grupo, institución o persona, procurará hacer cuanto esté a su alcance para encontrar las respuestas que les permitan lidiar con la situación y para evitar con ellas el desmoronamiento del mundo que hasta ahora conocían. Las empresas, de distintos tamaños y colores, tratarán de evitar la quiebra o la disminución dramática de sus ganancias, el Estado echará mano de su poder para gestionar la crisis en sus muchas aristas y niveles de complejidad, los y las científicas correrán a ofrecer alternativas para atender lo urgente y resolver el futuro que se dibuja en el horizonte, mientras que la ciudadanía común, en su diferencia constitutiva, oscilará entre la espera de las soluciones externas y la imperiosa necesidad de solventar de forma autónoma sus más acuciantes angustias. Lo que no parece estar para nada claro, sin embargo, es si estos intentos resultarán capaces de cumplir con sus propósitos, si resultarán o no compatibles entre sí, o si serán realmente benéficos, no ya para un sector específico de nuestras sociedades, sino en general para el colectivo. El gran reto que tenemos al frente no reside tanto en encontrar respuestas, pues estas de una u otra forma llegarán y han estado llegando ya, como en hacer que estas respuestas estén inspiradas por criterios que resulten favorables a la consecución del mayor bienestar posible a nivel societal.

Entre los múltiples y multiformes, aunque no siempre creativos, atisbos de respuesta que se han estado proponiendo desde los círculos de poder, y en menor medida desde la ciudadanía, creo poder identificar el retorno y/o a la renovación de viejas discusiones político-filosóficas, así como la revitalización de algunos debates de más reciente data. Todo ello en el fondo no hace más que confirmar que casi todos los problemas que hoy nos estallan en la cara, en realidad nos han venido acompañando desde antes de la emergencia del covid-19 en el planeta. Entre otras cosas, esta crisis ha propiciado que:

  • volvamos a debatir sobre la pertinencia o no de dejar que el mercado colonice y cope los aspectos más esenciales del acontecer y del devenir humano. En la mayor parte del mundo la mano invisible del mercado se ha mostrado francamente incompetente para atender o resolver la crisis;
  • reflexionemos, una vez más, sobre la naturaleza del Estado y sobre su rol tanto en las dinámicas económicas, como en la vida privada de las personas. En este momento tiende a pedírsele, con particular vehemencia, que mantenga viva la economía y que procure la salud y la seguridad de las personas;
  • nos debatamos entre la necesidad de incentivar el control externo (biopolítico) de las conductas y la de apelar a la responsabilidad de cada persona. Aquello que en ocasiones se ha presentado como una dicotomía, en estas condiciones se ha tendido a posicionar más bien como una imperativa complementariedad;
  • se nos presenten con mayor crudeza las injusticias estructurales de nuestros ordenamientos sociales. Hoy se notan doblemente las duras e inhumanas consecuencias del empobrecimiento, de la desigualdad, del desempleo, de la informalidad laboral, del inequitativo acceso a la salud, de la falta de vivienda digna, de la indefensión en la que viven muchos de nuestros adultos mayores y de las desventajas socioeconómicas que padecen millones de mujeres alrededor del planeta;
  • adquiramos nueva o renovada consciencia de nuestra naturaleza eminentemente social. Hoy nos está quedando más claro que dependemos de otros y de otras para subsistir; que el otro y la otra son condición de posibilidad para mi propia existencia. Ello se ha revelado de forma notable en el trabajo realizado por las instituciones públicas, pero también en las cadenas de solidaridad que se han abierto en distintos frentes, ya sea para apoyar a la pequeña y mediana empresa, o para garantizar la sobrevivencia de los sectores más desposeídos y vulnerables de la sociedad;
  • reparemos en el carácter global de las grandes problemáticas que comprometen no sólo nuestra continuidad en tanto especie, sino también la del planeta como tal. Aún cuando hemos corrido a refugiarnos en la aparente, y sólo aparente, comodidad de los estados-nación, es muy obvio que de este tipo de apuros solamente podremos salir a través de respuestas y acciones de alcance global.
  • resurjan en nosotr@s todo tipo de incomodidades y sospechas no ya solamente respecto del funcionamiento del capitalismo en tanto sistema económico de corte mundial, sino sobre todo respecto del modelo civilizatorio que este ha configurado a lo largo de más de 500 años. Ha resultado inevitable preguntarse si dentro de tal proyecto podremos encontrar y tornar viables aquellos valores que requerimos para hacer frente, de forma eficaz, a nuestros problemas y retos comunes;
  • debamos preguntarnos sobre el papel que tendría que jugar la ciudadanía organizada, tanto a escala nacional como transnacional, en la necesaria construcción de un mundo menos devastador y excluyente. En última instancia, son las clases más desposeídas alrededor del planeta las que sufren con mayor dureza ante cualquier crisis de grandes proporciones, ya sea esta de naturaleza económica, sanitaria o ecológica.

La forma en que se “resuelva” la crisis y sus consecuencias posteriores es algo que aún está por verse. Lo cierto del caso es que, con independencia de las respuestas que le demos a la situación, ya no volveremos a ser l@s mism@s; para bien o para mal, ya no volveremos a serlo. Estamos ante lo que la escuela institucionalista llama “una coyuntura crítica”, las decisiones que tomemos hoy marcarán, de forma cuasi definitiva e irreversible, nuestra trayectoria futura. La gran pregunta que se levanta es: ¿cuál rumbo deseamos tomar? Dependerá de todos y todas apuntar hacia la dirección correcta.

UCR, una meta personal para el 2020: alimentación con sentido

¿Sabía que su forma de alimentarse tiene relación con su historia de vida? ¿Por qué nos cuesta cambiar de hábitos?

El Taller de Alimentación con Sentido es un proceso, dividido en varias sesiones de trabajo, que ofrece a las personas la posibilidad de profundizar en sus hábitos alimentarios, por medio de un autoanálisis. El objetivo es darse cuenta del grado de satisfacción que generan los alimentos y la carga emocional que tienen. Esto trasciende el contar las calorías y pensar en intercambios.

Según la Mtr. Ana Yanci Zúñiga, nutricionista de la Oficina de Bienestar y Salud (OBS) y facilitadora del taller, el fin es explorar cuáles son los patrones de alimentación y qué historia hay detrás de ellos, cuáles son los pilotos automáticos cotidianos para identificar qué significa realmente una alimentación sana.

La inspiración para crear el taller surge al observar el abismo entre lo que conocemos y lo que hacemos; pues, a pesar de que manejamos muchos conocimientos prácticos sobre alimentación y nutrición, estos no se ven reflejados en nuestras prácticas.

El taller ofrece a las personas la oportunidad de conectarse consigo mismas, además de facilitar la búsqueda de motivaciones y valores para el cambio. Es un proceso interno y el impacto depende del momento que esté viviendo cada ser humano.

¿Cómo disfrutar de una parrillada saludable? Parte del Taller de Alimentación con Sentido, impartido al personal del Consejo Universitario.

Para Zúñiga, significa un gran reto lograr que las personas puedan conectarse con su historia, conectarse con sus prácticas de alimentación y, a la vez, hacer un alto en el camino, ver más allá de cuántas calorías y cuáles tiempos de comida realizan e indagar qué pueden determinar ciertas prácticas.

Es vital cuestionarse por qué y para qué se quiere cambiar. Si tenemos claridad en los objetivos, los cambios son más fáciles de lograr.

En el desarrollo del taller se brindan herramientas para facilitar el cambio. No obstante, depende de cada individuo, de sus motivaciones y valores realizar tal aventura. Algunas personas están más dispuestas al cambio que otras. «Soy consciente de que no todos están listos, pero, si realizan variaciones en sus hábitos, poco a poco lo lograrán», señala Zúñiga.

El taller responde a las necesidades detectadas en los diagnósticos de salud y se desarrolla en el contexto del Plan de Salud Laboral interno de cada unidad administrativa o académica de la UCR.

El diagnóstico de salud se puede gestionar con el personal de la OBS, solo debe enviar un correo de solicitud a enlaces.obs@ucr.ac.cr.

 

Sonia Vargas Cordero

Periodista, Oficina de Bienestar y Salud (OBS-UCR)

Información tomada de: http://www.ucr.ac.cr/

Sea parte de SURCOS:

https://surcosdigital.com/suscribirse/

Asociación indígena de Rey Curré le da chaneadita a sitio muy concurrido

La Asociación de Desarrollo Indígena de Rey Curré/Yímba ha iniciado un proceso de limpieza y acondicionamiento a las orillas del Río Grande de Térraba, uno de los sitios más visitados por familias locales y visitantes que a diario llegan a disfrutar de esta belleza natural.

El Paso Jesús María o Lajas como le llaman los vecinos ofrece sus frescas aguas para la recreación. En ellas se puede realizar recorridos en botes, lavar, pescar, meditar, practicar la natación o simplemente conversar a sus orillas.

De acuerdo a Margarita Rojas, coordinadora de este Plan de Acciones «se tiene previsto cortar la maleza de sus alrededores, acondicionar las vías de acceso, rotular el entorno con mensajes amigables con la protección del medio ambiente e incitar al público en general a disfrutar de manera responsable de este recurso natural».

Enviado a SURCOS por Uriel Rojas.

UNA: Un día del niño y la niña con grandes deudas

Pablo Chaverri (*)

El nueve de setiembre se celebra en Costa Rica el día del niño y la niña. Se trata de una celebración establecida por recomendación dada en 1954 por parte de la Asamblea General de Naciones Unidas, pidiendo que todos los países instituyeran un día consagrado a la fraternidad y comprensión entre niños del mundo entero, destinado a actividades para promover los ideales y objetivos de las Naciones Unidades, así como el bienestar infantil, e intensificar y extender los esfuerzos a favor de todos los niños y niñas del mundo. Según la Convención de Derechos del Niño, se entiende por niño a toda persona menor de 18 años, por lo que se incluye también a las personas adolescentes.

Como se puede ver, se trata de una fecha que va más allá de solamente un día de entretenimiento infantil, como se acostumbra en nuestro país, y que tiene que ver, entre otras cosas, con la intensificación de los esfuerzos para asegurar el bienestar de todos los niños y niñas. En este sentido, resulta muy importante aprovechar esta fecha simbólica para reflexionar sobre las deudas que Costa Rica mantiene con su población menor de edad, y en consecuencia, con toda la sociedad. A continuación se reseñan algunas consideradas particularmente críticas por sus implicaciones para todo el desarrollo nacional.

Salud

Pese a que Costa Rica tiene un perfil de salud adelantado para América Latina y que su esperanza de vida es elevada, subsisten retos importantes, tales como el de mejorar la calidad de los servicios en salud y ampliar la cobertura en los sistemas de atención a madres, niños, niñas y adolescentes, desarrollando un enfoque de prevención con mayor participación de las comunidades. El país todavía cuenta con coberturas bajas de captación y atención de mujeres en el posparto (69%) y la atención integral de adolescentes se estima que no supera el 40%.

Pobreza

En Costa Rica, se estima que cerca de una tercera parte de la niñez y la adolescencia se encuentra en situación de pobreza, lo cual sube aun más en zonas rurales y costas, donde se acerca a la mitad de la población menor de edad (43%), viéndose así lesionados múltiples derechos y limitándose seriamente las posibilidades de desarrollo integral a largo plazo para esta población. Esto se relaciona con que las familias más pobres suelen ser más numerosas, ya que los niños y niñas representan el 46% del total de miembros de los hogares que están en pobreza extrema, mientras son apenas el 22% en los hogares no pobres.

Educación

Aunque la amplia mayoría de la niñez en Costa Rica asiste a la educación primaria, todavía un 66% de niños y niñas de los dos quintiles de más bajos ingresos no asiste al nivel preescolar de preparatoria, y se estima que cerca de un 50% de quienes tienen entre 18 y 22 años no culmina la educación secundaria, mientras que solo un 28% de quienes están entre 25 y 34 años alcanza la educación superior, lo cual menoscaba las opciones de desarrollo futuro de quienes resultan excluidos del sistema educativo. Además, evaluaciones internacionales de desempeño educativo, tales como las pruebas PISA, muestran bajas calificaciones en las tres áreas evaluadas (matemáticas, ciencias y lenguaje), lo que evidencia que la calidad del sistema educativo costarricense es deficiente, dificultándose así el desarrollo pleno del potencial de sus habitantes.

Sexualidad

Aunque la comunidad internacional reconoce la importancia de una educación integral de la sexualidad, en Costa Rica, este sigue siendo un asunto polémico, pues algunos sectores se oponen a que se hable abiertamente de este tema en escuelas y colegios. Mientras esto ocurre, la situación de las personas menores de edad en esta materia es preocupante, puesto que, por ejemplo, un 17% del total de nacimientos ocurre en madres adolescentes, y algunos estudios recientes revelan considerable ignorancia en la población menor de edad sobre sexualidad, métodos anticonceptivos y prevención de enfermedades de transmisión sexual.

Violencia

Según el Hospital Nacional de Niños, se tiene que, cada día, se reciben en este centro un promedio cercano a los seis casos de violencia contra personas menores de edad, siendo el tipo principal la negligencia por parte de las personas encargadas del cuido de estas. Pese a que la investigación reciente, particularmente la neurocientífica, viene confirmando que las personas menores de edad que sufren agresión ven dañado su desarrollo cerebral, y a pesar de que en Costa Rica el castigo físico y el trato humillante están prohibidos por ley desde el 2008, diversos estudios realizados por el INEINA de la Universidad Nacional y otras entidades, reflejan que una mayoría de padres y madres (50% a 55%) siguen considerando el castigo físico como un método apropiado para criar a sus hijos.

Derechos

Si bien es cierto que Costa Rica ratificó la Convención sobre Derechos del Niño en 1990 y aprobó su Código de Niñez y Adolescencia en 1998, estudios recientes realizados por el INEINA reflejan que el Sistema Nacional de Protección Integral se encuentra desarticulado y con una capacidad débil para promover el cumplimiento efectivo de todos los derechos para todos los niños y niñas en el territorio nacional.

¿Qué hacer frente a estos grandes retos?

Algunas de las acciones que debería emprender el Estado costarricense para dar un salto cualitativo frente a los anteriores desafíos, son las siguientes:

  1. Pasar de un enfoque centrado en instituciones individuales, a uno centrado en los sistemas interinstitucionales, ya que los retos que tenemos son de una envergadura y complejidad tal que ninguna institución por sí sola puede enfrentarlos integral y eficazmente.
  2. Pasar de un enfoque centrado en el activismo asistencialista, a uno centrado en resultados en términos de incidencia en desarrollo humano, priorizando la evaluación científica de las intervenciones y la toma de decisiones basada en evidencia.
  3. Pasar de una protección especial basada en la institucionalización (albergues, hospicios u orfanatos) a una centrada en las familias.
  4. Descentralizar la protección, dando mayor protagonismo a los espacios locales, particularmente a las municipalidades, de manera que desde estos niveles se puedan identificar prioridades y ejes articuladores de la acción que faciliten el encuentro y desarrollo de sinergias interinstitucionales más cerca que quienes más lo requieren. La creación de políticas cantonales de niñez y adolescencia puede ser un instrumento valioso para impulsar esto.
  5. Fortalecer decididamente la prevención, atendiendo integralmente los factores generadores de riesgo y vulnerabilidad, y no esperando pasivamente a que revienten las emergencias y los casos más agudos.
  6. Consolidar y blindar la inversión en niñez y adolescencia, reconociendo sus altos niveles de retorno social, gracias a los grandes beneficios que la misma ofrece al desarrollo social del país, así como a la disminución de la incidencia de graves problemáticas tales como la delincuencia, la inseguridad, la pobreza, la desigualdad, así como el abuso y tráfico de drogas.

Es central que el país deje de ver el tema de niñez y adolescencia como un asunto meramente sectorial y comprenda su importancia neurálgica, sistémica y, en consecuencia, estratégica para el país como un todo. De otra manera, corremos el riesgo de mantener estas grandes deudas sin ser saldadas.

 

(*)Académico del Instituto de Estudios Interdisciplinarios de la Niñez y la Adolescencia de la Universidad Nacional (Ineina-UNA).

***Mayores detalles con Pablo Chaverri, Ineina, 8842-4749 o en la Oficina de Comunicación 2277-3067.

 

*Imagen de portada con fines ilustrativos tomad de vox.lacea.org

Enviado por UNA Comunicación.

Suscríbase a SURCOS Digital:

https://surcosdigital.com/suscribirse/

UNA reconoce valentía y compromiso de los Oficiales de Seguridad

una-reconoce-oficiales-de-seguridad

El día 07 de diciembre 2016 un grupo de Oficiales de Seguridad que laboran en la Universidad Nacional, fueron galardonados por actos encomiables en beneficio de la comunidad universitaria.

Los oficiales Marlon Arguedas Marín, Manuel Enrique Carballo Avendaño, Randall Garro Quesada, Juan Pablo Madrigal Ardón, Minor Sáez Saborío, recibieron una medalla y un certificado de la UNA, por haber detenido un acto de vandalismo en los Campus Universitarios el día jueves 06 de octubre 2016 en horas de la mañana y ejecutar un plan de seguridad intachable incluso arriesgando su integridad física, puesto que algunos resultaron heridos y todo en defensa del bienestar de la Comunidad Universitaria.

una-reconoce-oficiales-de-seguridad3

En el hecho resultó detenido y sometido por la fuerza pública la persona que estaba realizando el acto de vandalismo, por lo que los Oficiales de Seguridad demostraron sin duda una gran gallardía, amor por la institución, entrega por el trabajo y sobre todo cumplimiento de los deberes establecidos para el equipo humano de la seguridad institucional.

Por su lado, los Oficiales José Alberto Chaves Ramírez, Rolando Espinoza Vega y Christopher Acosta Sánchez, igualmente fueron reconocidos por su valentía y entrega en el trabajo, al detener otro acto de vandalismo el día sábado 12 de noviembre 2016 en horas de la mañana en el Campus Universitario.

una-reconoce-oficiales-de-seguridad2

Al acto asistieron el Dr. Alberto Salom Echeverría, Rector, Dr. Pedro Ureña, Vicerrector de Administración, el Msc. Gilbert Mora, Director de Recursos Humanos, el Director del Programa de Servicios Generales Msc. Willian Paéz y el Director de Seguridad Brayan Baldi Jiménez, así como otros compañeros de la institución.

Esta actividad se llevó a cabo a las 09:00 a.m. frente a la entrada principal de la Rectoría

Campus Omar Dengo-Heredia.

 

Enviado por Msc. Efraín Cavallini Acuña, Asesor Comunicación, Rectoría UNA.

Suscríbase a SURCOS Digital:

https://surcosdigital.com/suscribirse/

UNA: Sala de lactancia

ALBERTO SALOM ECHEVERRÍA

La Vicerrectoría de Vida Estudiantil impulsa el bienestar del estudiantado

UNA sala de lactancia

La Vicerrectoría de Vida Estudiantil ha venido impulsando iniciativas que contribuyen al bienestar del estudiantado de la UNA. En este sentido, se han puesto a funcionar salas de lactancia y gestiones para diversas opciones de cuido para niños y niñas, que permiten apoyar a los estudiantes en condiciones de maternidad y paternidad.

Cabe mencionar que se está implementando en coordinación Federación de Estudiantes-FEUNA y el Departamento de Bienestar Estudiantil, brindar una ayuda económica mensual de treinta y cinco mil colones para el cuido de niños y niñas menores de 5 años. Para ello se cuenta con un Fondo de 15 millones de colones aportados por la FEUNA, para la cobertura a 50 estudiantes. Al 29 de julio se indica que 17 estudiantes ya disfrutan de este beneficio.

UNA sala de lactancia2

Desde el mes de mayo se ha iniciado el análisis y las acciones para la viabilidad de generar opciones de cuido para hijos e hijas de estudiantes universitarios, tarea a la que se integraron estudiantes de la FEUNA y del “Movimiento Pro-Guardería Infantil”. En este sentido, se han ido a visitar centros modelos como el Taller Infantil del TEC, para conocer con detalle su funcionamiento y valorar la viabilidad de una propuesta similar en la UNA.

Además, recientemente se llevó a cabo una reunión con la coordinadora Regional de CEN-CINAI (Centro de Educación y Nutrición Infantil) del Ministerio de Salud-Heredia, donde existe la posibilidad real e inmediata de facilitar espacios para el ingreso de niños y niñas menores de 5 años, hijos e hijas de estudiantes universitarios. Estos centros están ubicados en diversos cantones de Heredia, inclusive dos de ellos con horarios nocturnos.

UNA sala de lactancia3

Esta iniciativa en la UNA será promovida en el Campus de Nicoya-UNA, ya que en sus alrededores existe un CEN-CINAI y en este Campus hay una necesidad evidente de atender la gran cantidad de infantes que asisten con sus madres a clases.

Se ha previsto inaugurar el Campus Omar Dengo-Heredia la primera sala en el mes de agosto 2016, con ocasión de la celebración mundial de la lactancia materna, y de manera paralela se realizan acciones con los coordinadores de Vida Estudiantil de las Sedes Regionales, para ubicar un espacio físico donde opere la sala de lactancia, cuyo equipamiento lo asume la Vicerrectoría de Vida Estudiantil.

UNA sala de lactancia4

Estas salas de lactancia deberán ser equipadas adecuadamente, con los requerimientos básicos para este fin y su equipamiento tiene un costo aproximado de 2 millones de colones.

La Vicerrectora de Vida Estudiantil va a plantear al Consejo de Admisión que preside el Vicerrector de Docencia, analizar la posibilidad de una acción afirmativa en materia de matrícula. La idea es dar prioridad en la matrícula a aquellas estudiantes en condición de maternidad, para que tengan la posibilidad de escoger mejores horarios que les facilite atender a sus hijos. Asimismo, tomar en cuenta a estudiantes en condición de paternidad que tienen la responsabilidad de la crianza de sus hijos, esto pensando en la equidad de género.

 

*Foto portada: diarioelargentino.com-ar

Información enviada a SURCOS Digital por Efrain Cavallini, Asesor de la Rectoría, UNA.

Suscríbase a SURCOS Digital:

https://surcosdigital.com/suscribirse/