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Etiqueta: calidad educativa

Informe Estado de la Educación revela retrocesos y gestión errática en el sistema educativo costarricense

El décimo Informe del Estado de la Educación advierte que Costa Rica enfrenta una crisis educativa más profunda que la de años anteriores, producto de rezagos históricos no resueltos, el apagón educativo que ocurrió entre 2018 y 2022 y una gestión errática que debilitó al sistema en los últimos años.

La investigación detalla que la falta de un plan educativo entre 2022 y 2025, junto con decisiones cuestionadas del Ministerio de Educación Pública (MEP), frenó los esfuerzos para atender los rezagos. El país registró retrocesos en indicadores clave: en las pruebas internacionales PISA de matemáticas se pasó de 402 puntos, en 2018, a 385 en 2022, uno de los niveles más bajos de la región.

Isabel Román Vega, coordinadora del informe, señaló que los diagnósticos previos ya advertían sobre el deterioro. “Hace seis años dijimos que nuestra educación estaba atrapada en una jaula de inercias. En 2021 hablamos de un apagón educativo y en 2023 de una educación de segunda clase. Hoy, Costa Rica sigue experimentando una grave crisis educativa y nuestra educación está perdiendo el valor que siempre tuvo en nuestra historia”.

Según el documento, tres factores principales agudizaron la crisis: los rezagos estructurales acumulados durante décadas, las interrupciones educativas por huelgas y pandemia entre 2018 y 2022, y la gestión errática reciente, sin una política clara ni planes de continuidad.

Entre las prácticas que afectaron la calidad educativa se incluyen:

1. Cambios de planes para remediar el apagón educativo: se pasó del Plan Integral de Nivelación Académica (PINA) a pruebas comprensivas y estandarizadas. Finalmente, todas las anteriores quedaron fuera y actualmente se aplica el diagnóstico de aula y la prueba nacional estandarizada, a cargo del docente, sin herramientas de apoyo.

2. Eliminación del programa PRORI para la informática educativa y de la estrategia de conectividad: en 2022, el MEP solicitó a la SUTEL suspender la distribución de dispositivos y la Contraloría General de la República eliminó la Red Educativa del Bicentenario. En 2023 se rompió el convenio de 30 años con la Fundación Omar Dengo, lo cual dejó las computadoras almacenadas en una bodega.

3. Supresión del programa de Afectividad y Sexualidad sin criterio técnico: fue sustituido por el Programa de Educación para la Paz y la Convivencia, que no incluye contenidos alternativos en materia de sexualidad.

4. Negociaciones anuales del FEES: el presupuesto limitado frena la planificación estratégica y generan estancamientos, caídas y conflictos, sin contemplar las necesidades futuras.

5. Debilitamiento en la fiscalización de universidades privadas: se modificó el reglamento del CONESUP, se autorizó la apertura de nuevas universidades internacionales sin supervisión y se aprobaron carreras virtuales sin control de calidad.

El documento no solo describe los problemas, también plantea seis prioridades de acción con soluciones prácticas: inversión educativa, reducción de la pobreza en los aprendizajes, mejoras en evaluación, fortalecimiento de la rectoría del sistema, gestión local y logro universitario.

La UNA reacciona

El pronunciamiento del Decanato del Centro de Investigación y Docencia en Educación (CIDE-UNA) se sumó a la discusión tras los hallazgos. “Estos datos nos interpelan como nación. Desde el CIDE consideramos urgente la construcción de un gran acuerdo nacional por la educación, que trascienda los ciclos políticos y siente las bases de una política pública de largo plazo. Este acuerdo debe traducirse en una estrategia país integral y sostenida, que convoque al Estado, las universidades, las familias y a toda la sociedad a un esfuerzo común por sacar a Costa Rica de la crisis educativa”, señaló Susana Jiménez Sánchez, vicedecana del CIDE.

La académica enfatizó que mejorar la gobernanza en el Ministerio de Educación, fortalecer la macro evaluación con instrumentos de calidad y crear mecanismos de acompañamiento pedagógico para los centros educativos son pasos necesarios que vinculan la escuela con la comunidad. También reconoció que los centros formadores de docentes, incluido el propio CIDE, deben revisar y mejorar su quehacer mediante innovación en la formación inicial y continua, investigación pertinente y propuestas que contribuyan a la recuperación de aprendizajes.

El pronunciamiento incluyó un mensaje al magisterio nacional: “Sabemos que los contextos educativos son diversos, que las complejidades sociales inciden directamente en su labor diaria y que los desafíos son enormes. Les agradecemos profundamente por mantenerse en pie de lucha, con compromiso y vocación, en defensa del derecho a la educación pública de calidad. Cuentan con el respaldo del CIDE en este camino”, mencionó la vicedecana.

El mensaje del decanato concluye con un llamado a la acción: “La educación es el cimiento de la democracia, la equidad y el desarrollo humano. Desde el Decanato del CIDE hacemos un llamado a la unidad nacional, con visión de futuro y responsabilidad histórica, para garantizar que cada estudiante costarricense tenga acceso a una educación de calidad que le permita construir su vida y aportar al bienestar colectivo”.

El informe fue presentado el 28 de agosto a las 9:30 a. m. en el auditorio Franklin Chang Díaz, en Pavas, por el Consejo Nacional de Rectores (CONARE).

Oficina de Comunicación / Universidad Nacional, Costa Rica

UNA expone delicada situación educativa: ¡Costa Rica en Alerta!

La Universidad Nacional de Costa Rica (UNA), en un acto de responsabilidad cívica y urgencia nacional, revela la impactante verdad sobre el sistema educativo costarricense y lanza un llamado de emergencia a toda la sociedad. Este revelador evento tuvo lugar el pasado miércoles 27 de setiembre y contó con la destacada participación de los ponentes académicos Pablo Chaverri Chaves y Guiselle Román López, además de la investigadora Isabel Román Vega, coordinadora del Estado de la Educación.

El noveno informe del Estado de la Educación, una investigación exhaustiva y crítica, ha dejado al descubierto la crisis que amenaza con desmantelar el futuro del país. Los hallazgos de este informe son devastadores y exigen una acción inmediata, según expresaron los ponentes.

Pablo Chaverri Chaves, académico de la UNA, tras el análisis del documento, comentó que “podríamos decir que hay tres conclusiones e implicaciones fundamentales. La primera y la más importante se refiere a los estudiantes y la crisis de aprendizaje que se está dando. El segundo caso se relaciona con las personas docentes y sus condiciones laborales, así como los sistemas de contratación y selección, que son fundamentales para garantizar calidad educativa: no puede haber calidad educativa sin calidad docente. El tercer elemento es el financiamiento, tal como lo indica el artículo 78 de nuestra Constitución Política, que establece que se debe destinar al menos un 8% del PIB a la educación en Costa Rica, y lamentablemente, tenemos una tendencia a la baja”.

Por su parte, Guiselle Román López, académica de la Universidad, acotó que este rezago viene desde muchos años, pero que la situación ahora es crítica. “Hay varios aspectos que construyen toda una estructura del proceso educativo en Costa Rica y que ha atravesado los diferentes momentos en las últimas décadas, especialmente desde los 80, cuando hubo una crisis terrible de la educación y un rezago importante de esa generación que hoy está trabajando. Esto sigue como una herencia que hoy se manifiesta en diferentes indicadores que siguen siendo estructurales. Para mí, eso es lo más grave: que no se está abordando de la manera correcta un fenómeno que es complejo desde una solución compleja; es decir, multidimensional. Deben abordarse equipos interdisciplinarios, ya que sigue habiendo no solo un rezago educativo y la adquisición de habilidades y conocimientos técnicos, sino que también esto va agravar la expulsión de un grupo importante de estudiantes del sistema educativo.”

Entre los aspectos del informe que los expositores identificaron como “alarmantes”, se encuentran cuatro puntos cruciales:

  1. Desplome en la inversión educativa:

Los académicos de la UNA hacen un llamado de emergencia para revertir el dramático descenso en la inversión en educación, buscando alcanzar el 8% del PIB. Según los expertos, esta inversión es esencial para rescatar nuestro sistema educativo y garantizar un futuro prometedor para las generaciones venideras.

  1. Rescate de aprendizajes y reducción de rezagos:

La crisis ha causado estragos en el aprendizaje de todos los estudiantes. Es vital que la sociedad se una en un esfuerzo masivo para recuperar lo perdido y eliminar las brechas educativas que amenazan con perpetuar la desigualdad.

  1. Transformación urgente de la evaluación educativa:

La evaluación educativa está en crisis. Es imperativo que se reevaluen y reformen radicalmente los procesos de evaluación para garantizar una educación de calidad y pertinente.

  1. Respeto y mejora de las condiciones docentes:

Los educadores y educadoras, pilares fundamentales de la sociedad, merecen condiciones de trabajo dignas y respeto absoluto. Es hora de reconocer su ardua labor y brindarles el apoyo que necesitan según los experimentados en educación.

El CONARE convoca a todos los sectores de la sociedad, desde el gobierno hasta la sociedad civil, para unirse en un esfuerzo sin precedentes y tomar medidas audaces para abordar esta emergencia educativa. La crisis educativa de Costa Rica no puede ni debe ser ignorada, concluyeron.

Pueden ver las entrevistas en el siguiente video:

Oficina de Comunicación
Universidad Nacional, Costa Rica