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Etiqueta: cambio climático

Efectos económicos y financieros en América Latina y el Caribe del conflicto entre la Federación de Rusia y Ucrania

En un reciente informe de Naciones Unidas, la Secretaria Ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, Alicia Bárcena, analiza los efectos económicos y financieros del conflicto entre la Federación de Rusia y Ucrania, en América Latina y el Caribe.

Según Bárcena, el conflicto ocurre en un contexto de alta incertidumbre a nivel global asociada a diversos factores, entre los que destaca: el desigual ritmo de vacunación contra el COVID-19 y las nuevas variantes del virus, las presiones inflacionarias y la dificultad presente para mantener el estímulo fiscal, las tensiones comerciales y los riesgos en el sector inmobiliario de China, las disrupciones en las cadenas de suministro y la alza en los fletes, así como, los eventos extremos debido al cambio climático.

De acuerdo con el informe, este conflicto tiene un impacto en las economías de América Latina y el Caribe a través de los canales de transmisión de los efectos circunstanciales, principalmente el canal comercial (con efectos directos e indirectos), el canal de precios de las materias primas (incluidos los términos de intercambio y los problemas de inflación) y el canal financiero.

Los precios de productos básicos agrícolas y alimentos, la (in)seguridad alimentaria, la inflación, el desempleo y la pobreza son algunos de los efectos mencionados por la CEPAL como adversos, al contexto de incertidumbre y volatilidad que sufre hoy la Región.

Dicho informe fue presentado en el Diálogo de Alto Nivel “Escenarios ante el conflicto en Ucrania”, organizado por el Consejo Económico y Social (CES) de la República Argentina el 23 de marzo de 2022.

Le invitamos a descargar el informe y seguir de cerca los cambios en la geopolítica de los países latinoamericanos: https://www.cepal.org/es/publicaciones/47831-efectos-economicos-financieros-america-latina-caribe-conflicto-la-federacion

Frente al calentamiento global y el cambio climático no hay tiempo que perder

Alberto Salom Echeverría

albertolsalom@gmail.com

Hace más de un siglo que nuestra casa común, la Tierra, comenzó de manera progresiva a sobrecalentarse y consiguientemente a cambiar su clima. Como es bien sabido el hecho no es nuevo; nuestro planeta ha tenido a lo largo de su historia tras millones de años de evolución, varios ciclos de calentamiento y enfriamiento. En los últimos 650.000 años se han producido siete ciclos de avances y retrocesos glaciales. La última glaciación o “era del hielo” se dio hace 11.700 años. La ciencia ha estudiado estos ciclos y ahora se sabe que la mayoría de ellos han ocurrido debido a pequeñas variaciones en la órbita de la tierra alrededor de nuestro astro solar. Estas variaciones explican la cantidad de energía solar que penetra en la Tierra.

Sin embargo, es bien conocido también por los científicos con apoyo de muchos instrumentos tecnológicos cada vez más sofisticados que, desde el siglo XIX, la producción de dióxido de carbono y otros gases, se convirtió en el factor clave del calentamiento global que experimenta el planeta. A esos gases se les conoce como “gases de efecto invernadero”, ya que afectan la transferencia de energía infrarroja a través de la atmósfera. La energía infrarroja, en breve, es un filtro que excluye o filtra los rayos ultravioleta provenientes del sol. Los rayos ultravioleta a su vez, aparte de producir enfermedades de la piel como el cáncer, cataratas prematuras y hasta ceguera en los humanos, así como otras enfermedades en esta especie y en los demás animales y plantas, lo peor es que sobrecalienta la atmósfera terrestre.

Los científicos del Grupo Intergubernamental de Expertos que se creó en 1988 han producido seis informes evaluativos integrales acerca del estado de los conocimientos científicos, técnicos y socioeconómicos sobre el cambio climático, sus causas posibles repercusiones y estrategias de respuesta. (Cfr. archive.ippc.ch 2022) Al tenor de todo lo anterior es que el grupo Intergubernamental de expertos ha afirmado que: “… el actual calentamiento está ocurriendo unas diez veces más rápido que la tasa promedio de calentamiento que se dio tras las épocas glaciales. Tras la última Edad de Hielo -afirman- el dióxido de carbono producido por la actividad humana está aumentando a una velocidad más de 250 veces mayor que el proveniente de fuentes naturales.” (Cfr. Vostok ice core data; NOAA Manual Loa CO2 record. Y Gaffney, O; Steffen, W. 2017 “The Anthropocene equation” The Anthropocene Review. Vol.4, Issue 1, April 2017, pgs.53-61). Asertos como los anteriores nos permiten concluir que el actual ciclo de calentamiento global deriva principalmente de la intervención del ser humano de la época industrial sobre su entorno y, más concretamente, de las empresas productoras de combustibles fósiles. Según el Instituto Mundial de Investigación sobre el Clima, ya en el 2019, las mayores empresas de carbón, petróleo y gas, que extraen, refinan y comercializan estos productos, son responsables del 82% de las emisiones de todo el CO2 derivado de estos combustibles en el mundo. Asimismo, producen el 62% del total de las emisiones de “gases efecto invernadero” que, impulsan el calentamiento de la atmósfera y los cambios en el clima del único Planeta que habitamos.

Además, he obtenido la información de que las veinte principales empresas que producen combustibles fósiles lanzaron a la atmósfera 480 millones de toneladas de dióxido de carbono y metano (GT CO2 e) entre los años de 1965 y 2017, eso representa un volumen equivalente al 35% de las emisiones mundiales de combustibles fósiles en ese período que fueron del orden de 1.35 billones de toneladas de CO2 e. Corresponde que nos preguntemos ahora ¿Quién es el máximo responsable de contaminar la atmósfera terrestre y por lo tanto de enfermar al Planeta? Las seis principales empresas de esta naturaleza, para que todos sepamos son: Saudi Aranco (de Arabia Saudita), Chevron (de USA), Gazpron (de Rusia), Exxon Mobil (de USA), BP (del Reino Unido) y la Royal Dutch Shell de Holanda. Todas estas empresas, durante años se han beneficiado de subsidios estatales a granel, lo que constituye de hecho un incentivo para la producción de los combustibles fósiles; además se les ha otorgado preferencias reglamentarias entre otras (observen el descaro), “controles de contaminación laxos, términos de arrendamiento favorables para extraer recursos en tierras públicas y otros costos financiados por los contribuyentes al fisco, incluidos los de protección militar para que realicen las rutas marítimas en la comercialización del producto (es decir por todos los ciudadanos de esos países que pagan impuestos). ¿No es este acaso, como dice el economista Nicholas Stern, el mayor fracaso de la economía de mercado a lo largo de toda la historia? En efecto, leemos del economista (parafraseo): se privatizan los beneficios del gigantesco negocio de los hidrocarburos contaminantes, pero se externalizan los costos y daños. ¡Qué belleza! Como decimos en Costa Rica: ¡Así quien no! El negocio (¡el pésimo negocio!), lo terminan costeando quienes no causaron el daño ambiental, los ciudadanos de a pie, las personas dedicadas a la agricultura y, caigamos de espalda, los niños del mañana. Como dice mi nieto Marcelo de dos años y once meses copiando a su padre ¡Así de fácil! (Cfr. quien lo desee puede consultar más refiriéndose a: openglobalrights.org/fossil-fuel-producers-and-climate-responsabilities-and opportunities/?lang=spanish#:~:TEXT=algunos%20delos%principales20contribuyentes…)

Me siento en el deber ante mis congéneres, ante mí mismo de martillar una y otra vez, sobre datos verídicos y confiables que, nos permiten medir a dónde estamos y por dónde vamos en el calentamiento global de nuestra “Casa Común”. Trato de actualizarme en la información existente, sencillamente porque he decidido, humildemente lo expreso, dedicar esta última fase de mi vida que, espero sea larga y productiva, a trabajar muy duro en mi propio conocimiento de la cuestión y en la conciencia de todas las personas con las que me relaciono sobre el riesgo que corre la vida, nuestra vida y la de nuestros descendientes, la de los demás animales y plantas ante esta enfermedad que padece el Planeta. Así la llamo, nuestra Tierra está enferma, seriamente enferma. Me adhiero a semejante diagnóstico nada halagüeño que proviene de los científicos especialistas. Quien desee volver su mirada hacia un costado, una vez que conozca los datos sobre el tema, como queriendo soslayar la cuestión, no hace más que sumarse a los más imprudentes de la especie humana que, atizan con su actividad productiva de hidrocarburos principalmente, provocando la carbonización de la atmósfera y con ello, el calentamiento global del Planeta. Así de sencillo.

Antes de proseguir debo transmitir una idea: aquí estamos, conviviendo en nuestra única residencia común y tenemos derecho a aspirar a una vida digna. Eso quiere decir que tenemos que usar los recursos de que disponemos para procurarnos una existencia decorosa para todas las personas, corrigiendo las inequidades. De acuerdo con eso. Pero, debemos partir de varias premisas que quiero compartir una y otra vez con mis congéneres. Veamos.

La primera es “una premisa humanista” y de “una nueva filosofía de vivir”: “Una Nueva Cultura”. Consiste en lo siguiente: no tenemos derecho a continuar viviendo arraigados en la creencia que ha prevalecido en la cultura del “industrialismo” de que somos los dueños de la Naturaleza y por lo consiguiente, podemos disponer de ella como nos venga en gana. No señores, así no es. Tras habernos sentido los dueños, hemos abusado de nuestro hogar común, ora depredando los bosques, ora contaminándolo todo con los hidrocarburos, y un largo etcétera. Nos hemos ganado el “mote” de la especie más depredadora sobre el Planeta. En realidad, somos hijos de la Tierra y no sus dueños como arrogantemente nos hemos creído. Todos los seres humanos somos hijos de la “Madre Tierra”. Lo expresado implica que, para poder afirmar que nos respetamos a nosotros mismos y a todos los seres humanos, hay que amar y respetar la Naturaleza, con independencia de las creencias religiosas de cada persona y cultura. Respeto a sí mismo, lo conceptúo enlazado con el respeto al otro, a la otra, así como a la Naturaleza.

Una segunda premisa, es la premisa de “La Nueva Economía”. Al respecto expreso que la producción ha de ser sostenible y sustentable en el largo plazo, en lugar de consumir los recursos que pertenecen a las generaciones futuras. En sencillo sostenible quiere decir que no nos es dable acabar con los recursos que nos sean vitales, hay que invertir con vistas al corto, mediano y largo plazo; tampoco se puede afectar el ambiente y nuestro entorno por extraerlos y producirlos en aras del desarrollo común. Debemos apuntar en todo momento a una economía “ambientalmente sostenible”. Sustentable, también en forma sucinta, implica que, los recursos que produzcamos deben satisfacer y ser útiles a todos los habitantes de una región o país, propiciando desarrollo digno a toda la ciudadanía y a sus hijos y no solo a una parte minoritaria de la sociedad, como ocurre con harta frecuencia.

La tercera premisa que propongo es la de “Una Nueva Política”: De ella derivo algunos principios: El primero de estos estriba en que el ser humano debe estar dispuesto a “rendir cuentas” a los demás acerca de su quehacer. Libertad para cada persona sí, pero sin afectar la libertad de los demás y sujeta a la obligación moral de “rendir cuentas”. Quiero citar a Benito Juárez prócer de Los Estados Unidos Mexicanos y presidente de esa gran nación, quien en 1867 dijo: “Entre los individuos, como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz.” O también, como dijera el filósofo Jean Paul Sartre: “Mi libertad se termina donde empieza la de los demás”. También creo que, entre más alta sea la responsabilidad de cada ciudadano o ciudadana en su respectiva sociedad, mayor será la obligación de “rendir cuentas” de sus actos conforme a las premisas anteriores. El segundo principio de “La Nueva Política”, en mi valoración es complementario del anterior y están inextricablemente ligados entre sí; cada persona debe observar siempre un accionar “transparente” dentro de su núcleo familiar, su comunidad de vivencia y aprendizaje, su sociedad, así como en el ámbito internacional. El tercero de los principios de “La Nueva Política” tiene como núcleo central el imperativo de la sociedad en su conjunto, de cada comunidad y del individuo, de proceder de manera “solidaria” y “desprendida” con los demás seres vivientes (flora y fauna); en especial con los más desvalidos y sufrientes de entre nosotros. Empero, hemos de procurar siempre actuar de modo tal que no auspiciemos dependencias en las personas que nos proponemos ayudar. Solidaridad no significa entonces generar dependencias. Por el contrario, debemos crear las condiciones para que cada persona pueda llegar a desenvolverse de manera cooperativa pero autónoma en lo económico y, por añadidura, con solvencia en lo social, cultural e intelectual.

Todo lo anterior es un “deber ser”, un propósito, un norte. Con esas premisas y principios y abierto siempre a escuchar y compaginar mis ideas con las de todas y todos ustedes, vuelvo a retomar la idea central: un desarrollo sostenible y sustentable con la Naturaleza, su ambiente, es el camino para salvar la vida toda hoy amenazada por el flagelo del calentamiento global. Lo propuesto debe servirnos para cambiar el estilo de vida consumista, destructivo e individualista. Habremos de buscar un nuevo “modelo de civilización”, con sociedades más frugales, en las que nos eduquemos todas las personas, como un imperativo ciudadano en la búsqueda permanente de una convivencia pacífica y cooperativa. Con la educación de todas las personas en el centro, hemos de procurar que la solución a los ineludibles conflictos nunca de lugar a las formas violentas, sino a métodos alternativos de solucionarlos, donde prive el diálogo y no la insensatez. Salvar la vida en el Planeta es la prioridad y es ya, de lo contrario podemos llegar a encontrarnos en una situación de “no retorno”. No tenemos tiempo que perder.

 

Compartido con SURCOS por el autor.

ABACOTE DE CARLOS ALVARADO HONRÓ EL DIABLO AMBIENTAL

Juan Francisco Campos

Mayo 2022

Sin representar el único punto flaco de su gestión gubernamental y sea este por omisión o extralimitación, es constatable que, las autoridades costarricenses 2018-2022 desde el presidente, primera dama, ministros como los de Ambiente y Energía más los jerarcas de la Secretaría Técnica Nacional Ambiental (SETENA); se desbordaron en hipocresía con el tema ambiental. Así sucedió en su perenne recorrido por el mundo desde que asumieron el gobierno hasta el final. Por ejemplo, durante sus últimos paseos, el presidente una vez más discursea en España y Francia sobre un supuesto entusiasmo del país bajo su gobierno, por mantener valores como la democracia, los derechos humanos y la sostenibilidad. A lo cual no faltaron adulaciones para resaltar “…el compromiso del presidente Alvarado y del país para liderar con el ejemplo en la lucha contra el cambio climático y por impulsar el desarrollo sostenible tanto en el nivel nacional como en el internacional”1.

Otro ejemplo reciente, fueron las emociones expresadas por el actual ministro de turismo, a partir de las cuales, en México el diario El Heraldo se rajó con lo de “Costa Rica: el edén sustentable del mundo2. Posiblemente el joven ministrito, desconoce que un anterior colega suyo de los años noventa, por tan embusteros discursos y actuaciones inconsecuentes, recibió en sus propias manos el más justo premio conocido como el “Diablo Ambiental 1993”; entregado al entonces titular costarricense de la cartera de turismo por parte de organizaciones ecologistas alemanas3,4 .

Pero, hay de los falsos profetas, porque, lo realmente hecho en este país con la política ambiental del gobierno saliente, más allá de la lista de premios y sus dádivas millonarias, viajes por el mundo y los puestos asignados o por asignar en entidades extranjeras; altamente relevante y probado con suficiencia, es su boicot a la ratificación del Acuerdo de Escazú durante estos cuatro años, por parte de los tres poderes de la república. Acciones sin duda indicadoras de que, aplicaron un rechazo ad portas de los pronunciamientos y excitativas por parte de organizaciones sociales y hasta de los equipos humanos de mayor renombre científico del país5,6. También, la regresión en normativa de evaluación de impacto ambiental y la arremetida e impunidad en la violación de derechos humanos7,8,9, contra diferentes actores sociales representantes de pueblos indígenas10, organizaciones sindicales11, campesinos, ambientalistas12, etc.

Con respecto a la ratificación del Acuerdo de Escazú, Costa Rica, por intermedio de su gobierno pasó de protagonista a antagonista del citado Acuerdo jurídico cuyo nombre, rememora nuestra historia geográfica y ancestral. Y esto es así, máximo si observamos que, siendo el mismo Acuerdo impulsado al más alto nivel internacional por parte de la ONU a través de la CEPAL; es paradójico que durante el período 2020-2022 aún vigente, esta Comisión Regional haya estado bajo la presidencia pro tempore de Costa Rica13. Es decir, dicho gobierno ha actuado en el Organismo como un vil farsante, y por lo tanto merecedor de juzgamiento y condena; al menos por el agravio a nuestra Nación. En consecuencia, es claro que, mediante lo reseñado, se aportan elementos para la catorceava causa penal que, debería interponerse contra el señor Alvarado Quesada14,15. Además, téngase presente que, el principal socio en tan hipócrita actuación costarricense, fue el también desprestigiado y represor gobierno chileno del expresidente Piñera, no obstante que hasta el 2018, los gobiernos de ambos países, habían cumplido un meritorio desempeño como promotores del Acuerdo en la Región. Pero por nuestra parte, no fueron los mismos representantes, aunque personificaran el mismo partido gobernante. Hoy, para bien de Chile y lo contrario de Costa Rica, el nuevo presidente Gabriel Boric está rectificando16 la funesta actuación de su antecesor. Mientras en Costa Rica, por declaraciones ya emitidas17 y lo intereses economicistas que representa el nuevo presidente tico y la lista de sus colaboradores aparentemente nombrados a partir de una singular “feria de empleo público” a su cargo18, no hay esperanzas de algo similar o nuevo acompañamiento con los chilenos. De manera que, es poca la duda existente en cuanto a que la hipocresía continuará y posiblemente la lista de “premios” aumente; sin olvidar que, a veces, éstos es más lo que encubren que lo que distinguen.No se observó honradez ni consecuencia, ya sea del presidente Alvarado o al menos de la ministra de Estado Andrea Meza, titular del Órgano “encargado de emitir políticas ambientales en materia de protección ambiental, manejo y uso sostenible19, al haber desistido de estar presente en Chille durante la COP1 del Acuerdo de Escazú. Fue al canciller, cuyas funciones están también claramente definidas, a quien se delegó la participación presencial y decir algo; así como también a la vice presidenta E. Campbel, pero ella a distancia. Tomemos nota, se ha tratado de la Primera Conferencia de las Partes del Acuerdo de Escazú con sus 12 estados miembros plenos sin Costa Rica, llevada a cabo en la cede de la CEPAL en Chile del 20 al 22 de abril 202220. Sin embargo, transcurridos menos de dos meses, en la propia capital costarricense, durante la Quinta Reunión del Foro de los países de América Latina y el Caribe sobre el Desarrollo Sostenible del 7 al 9 de marzo, y el evento paralelo titulado “Los marcos de políticas socioambientales para un ambiente seguro en las inversiones: las oportunidades del Acuerdo de Escazú”; la llamada banca multilateral y la OCDE se pronunciaron señalándolo “…como herramienta fundamental para generar certeza y estabilidad en las inversiones,21.¿Dónde quedó el “liderazgo ambiental” de nuestro presidente y su corte? Recordemos que mientras el gobierno de Alvarado llevó a cabo todas las acciones complementarias inclusive sin escatimar los onerosos costos (más de dos mil millones de colones anuales por membrecía) para meter a Costa Rica como miembro de esta alianza de países ricos del Planeta22; paralelamente sucedió el boicot contra el Acuerdo de Escazú. Estas actuaciones no son jamás de ejemplo mundial; repudio y condena sí.Según el sitio web de la Agencia efe.com y la entrevista por parte de la periodista Alida Juliani a Carlos Alvarado durante su paso por Madrid23, el presidente declaró que “dejará el poder con la casa ordenada, en lo financiero, medioambiental y en avances en derechos humanos”; lo cual, considera que es «un logro después de mucho tiempo de desórdenes». A su juicio, estos temas representan los grandes asuntos en los que ha trabajado su Gobierno y a la vez, los avances que se deben mantener en un «país moderno». Y si bien hace algunas referencias de los supuestos logros en lo social y financiero, en cuanto a lo ambiental se limitó a la simple cita. Por tal razón, al menos para esta ocasión, planteamos que fue lo mejor que pudo haber hecho, pues ante la regresión de normas y otras acechanzas de su gobierno en materia de evaluación de impacto ambiental y las consecuencias negativas, es decir daños ambientales24,25 (según la contundente y consistente definición de la Ley 7554 y su Reglamento EIA) que ya se contabilizan, no hay palabras ni discursos que puedan ocultarlos. Para mayor detalle, es oportuno citar el artículo titulado: “La inconsecuente política ambiental de Costa Rica: un producto de las alianzas público-privadas”; publicado en el sitio web Rebelión del pasado 11 de diciembre 202126.

En la reseña de hechos de dicho artículo, se describe una lamentable situación, a la cual se condujo según su autor, a la Secretaría Técnica Nacional Ambiental; institución pública de desconcentración máxima por mandato de Ley. De tal caso y dado la aparente ilegalidad, es crítica la intervención política dirigida desde la propia presidencia de la República a cargo de la esposa del presidente y un viceministerio incrustado en la Institución, operando este último por aproximadamente dos años; e irrespetando así el nivel de administración que caracteriza a éste Organo y su funcionalidad técnica. Además, aunque no constituyen los dos únicos puntos, se describe también una serie de reformas normativas, especialmente decretos ejecutivos y acuerdos administrativos que también, aparentemente contravienen el derecho ambiental dispuesto constitucionalmente y las leyes nacionales; en tanto se promulgaron con carácter de regresividad. Asunto verificable en la función rectora de la cual la Institución es responsable: la Evaluación de Impacto Ambiental (EIA) de actividades, obras o proyectos irrestrictamente en concordancia a la Constitución, leyes y Reglamento.

De manera que, debe observarse la gravedad de los hechos descritos y entre las consecuencias directas, determinar puntualmente las cifras (miles) de proyectos, obras o actividades a los que, sólo por medio del decreto ejecutivo No. 41815-2019 se les derogó la responsabilidad y obligación legal de ser evaluados según la herramienta de la EIA dispuesta en el Artículo No. 17 de la Ley 7554. Trabajo a cargo únicamente de la Institución según esta misma Ley, pero que, durante aproximadamente tres años ya no cumple. No puede pasar desapercibido que, mientras esta disposición legal, establece la obligación de llevar a cabo el proceso evaluativo ex ante, y que de concluirse que el estudio técnico del caso que sea es cabalmente satisfactorio, el órgano colegiado resuelve el asunto emitiendo una resolución debidamente fundamentada sobre la aprobación del estudio; a partir de la cual iniciará la etapa de control y seguimiento ambiental. Sin embargo, con la reforma antes citada al Reglamento, no sólo se elimina esa evaluación al cambiarla por el registro administrativo sin mediar estudios técnicos, sino que, un funcionario que verifica el registro también es quien aprueba el proyecto mediante una nota sin fundamentación y ninguna participación del órgano colegiado. Mientras tanto, las mismas huestes de la secretaria anterior (Cinthya Barzuna) elevada hace pocos meses a vice ministra de mares, contingente de donde eligieron el actual y nuevo secretario, llevan más de dos años repitiendo que modernizaron la institución, acabaron con las presas de expedientes, y “están migrando a un sistema de control y seguimiento”; pues como que lo que antes hacían era “evaluación de escritorio”27. Aseveración totalmente falsa. Pues que no lo cumplieran a cabalidad, es diferente.

Pero ¿Qué está sucediendo con los daños ambientales ya causados y los que seguirán acumulándose a nivel nacional, así como la colateral violación de derechos humanos consecuencia de esas decisiones y acciones tanto ejecutivas como administrativas, bajo argumentaciones sesgadas e inconsistentes, con las cuales, se alega que así corresponde por tratarse de proyectos de bajo impacto ambiental? Técnica y científicamente, en ninguna parte del mundo y por ende ni en Costa Rica, se ha demostrado hasta hoy, que alguna categoría de impacto clasificada como alto, medio o bajo; sea insignificante y por lo tanto puede omitirse el proceso de evaluación de impacto ambiental cuando se desarrollan proyectos que clasifican bajo alguna de ellas; pues la sinergia y efectos acumulativos siempre estarán presentes en todos. Vale como ejemplo, el desastre ambiental de Crucitas28, tan divulgado especialmente por intereses comerciales ligados al neo extractivismo y quienes, no dan igual cobertura a otros casos iguales o peores. Ahí, es real el impacto observado y los obvios daños ambientales causados por un tipo de minería que, no obstante por ser artesanal (coligalleros), definida según nuestra legislación como de pequeños operadores individuales o colectivos que laboran a pico y pala principalmente; podemos plantear que cada uno representa un proyecto de bajo impacto. Pero en este caso, han estado actuando en alto número y localizados en un espacio y tiempo dado; por lo tanto, el impacto que genera el conjunto o contingente de coligalleros, es sin duda alguna similar al de un proyecto de alto o muy alto impacto. Nada garantiza que si fuera la Cía. Infinito quien lleva a cabo tal explotación causara menos daños. Otro caso a la vista, es Guanacaste con la desertificación de suelos e insuficiencia del recurso agua, lo cual, esto no obedece a que un megaproyecto turístico o de otra naturaleza y por tanto de alto a muy alto impacto, se desarrolló por todo o gran parte del territorio provincial. Sino que, su principal causa son los Grandes, medianos y pequeños proyectos allí desarrollados hasta sobrepasar la carga ambiental sobre el recurso hídrico disponible y propia del territorio. Y con PACUME29 que será “agua para ampliar y prolongar la prosperidad del empresariado que seguirá expropiando a los guanacastecos, a corto o mediano plazo pedirá un PACUME 2; así haya que continuar cercenando Areas Silvestres Protegidas de incalculable riqueza bilógica como Lomas Barbudal. Vale recordar que, a PACUME le antecede el proyecto de Riego Arenal-Tempisque.

Mediante consulta al sitio web y archivos de la institución (SETENA), más otras fuentes periodísticas de información, hemos procurado dar seguimiento a estos hechos y actualizar cifras; a fin de procurar mayor conciencia en la ciudadanía acerca del desastre ambiental, y por ende, “el desorden en que dejan la casa” en lo ambiental, producto de las acciones inescrupulosas del gobierno saliente. Por lo tanto, ¿Qué ha sucedido y sigue sucediendo con los proyectos, obras o actividades que, según la Ley vigente se deben evaluar técnica y científicamente, a fin de identificar y prevenir sus impactos ambientales con medidas apropiadas, y de tal manera evitar los posibles daños ambientales cuyo carácter es irreversible; pero que mediante el D.E.N° 41815-MINAE-S-MOPT-MAG-MEIC vigente desde el 05 de julio del 2019 fue derogada tal obligación? Véase por ejemplo lo que al respecto dice el señor Ulises Alvarez secretario actual de la SETENA en su ambiguo e inconsistente Informe 2021: “El principal cambio que aporta este Decreto es que elimina el requisito de los trámites D2 pasen por la Comisión Plenaria”. Ahora, como simple registro y permiso inmediato, es un trámite que tarda 1,9 días. Y para mayores detalles de estos proyectos, estimados a priori como de bajo impacto ambiental por la parte desarrolladora y que luego de presentados casi automáticamente quedan registrados y con permiso dudoso de qué; por ser los más numerosos, se complementa el siguiente abordaje:

Cuadro 1. Efectos en los trámites ante la SETENA producto de reformas regresivas al Reglamento General de la EIA en el período 2018-2022

 Año D1 D2 D1+ D2 % D2
2022 149*  345*  494* 69.8
2021 609 1276 1.885 68.0
2020 692 1.013 1.705 59.4
2019 848 709 + 579** 2.136 60.3
2018 986 1.172 2.158 54.3
Total 3.213

*Cifras registradas durante el 2022 con corte al 18 de abril

**Cifra registrada a partir del 10 de julio al 20 de diciembre 2019

Corresponde aclarar que, los datos del presente cuadro, si bien no representan la totalidad de los trámites que atiende esta institución anualmente con los denominados documentos de evaluación D1, D2 y otros; estos dos representan un porcentaje mayor al 90 % del total. Razón por la cual, para lo que interesa destacar, se consideró irrelevante la inclusión de los otros.

Como se puede observar, la citada reforma ha contribuido a que, durante lo que lleva de vigencia, aproximadamente 3213 proyectos al parecer categorizados como de bajo impacto ambiental, no han recibido la Evaluación de Impacto Ambiental estipulada por Ley. Es decir, los que se hayan desarrollado, han impactado sobre el medio ambiente en ausencia de las previsiones y mitigaciones técnicas de rigor; consecuentemente derivando daños ambientales a nivel nacional, cuya acumulación, anualmente ha crecido y de hecho es cada vez mayor. Este, es un hecho fehaciente para plantear que el síndrome Crucitas, por esta vía se extendió a todo el territorio de Costa Rica a contra pelo del desarrollo ambientalmente sostenible. Además, estas cifras muestran una correlación significativa con el aumento, también anual de denuncias ambientales registradas por el MINAE. Ya que, de acuerdo con el sistema llamado SITADA30,31 y que coordina la Contraloría Ambiental para el recibo de las denuncias ambientales, tales acciones “se dispararon en un 86%” a partir del año 2018 con 3620 casos registrados. Luego, 5234 el siguiente año 2019, 5734 el 2020 y 6977 en el 2021. Por su parte, el Organismo de Investigaciones Judiciales (OIJ), integrante de la Comisión Nacional de Seguridad Ambiental; dado sus preocupaciones al respecto, le llevó a hacer efectiva la creación de una unidad especializada y dedicada a investigar los delitos ambientales, asignando 18 funcionarios quienes empezaron su labor el pasado 1 de abril 2022. “Según un comunicado de la Policía Judicial, el incremento en las denuncias por daño al medio ambiente “hace apremiante el abordaje de este delito con una sección especializada…”32,33. La atención de este tipo de denuncias por parte de la SETENA, es otro tema crítico que merece abordaje específico. En el artículo antes citado del sitio web Rebelión, se refieren algunos casos que deberían estar en manos de la Comisión que integra el OIJ así como de la oficina especializada; y determinar si ahora sí existe esperanza de sentar responsabilidades de quienes dañan el ambiente.

Cuando el presidente Alvarado firmó el referido Decreto que llamamos regresivo, en su alocución, entre otras cosas dijo que, la reforma permitiría tramitar “en tiempo récord de 1 minuto” y obviamente sin ser evaluados, un porcentaje equivalente al 54% de los procesos que tramitaba la SETENA34. La cifra en sí misma era cierta. Pero, los datos nos demuestran, que, al llegar aproximadamente a tres años de esa decisión, quizás en unión de otras prácticas comunes y vicios que afectan la Institución (ej.: oficios de exoneración de obligaciones sin criterio técnico), se observa un efecto dominó; pues ese porcentaje ha venido en aumento y ya ronda el 70%. Vale decir: en tres años, un aproximado al 70% de la función esencial de la SETENA, prácticamente no se lleva a cabo. Mientras tanto, en lugar de movilidad laboral como lógica respuesta a la “modernización” y relegación de funciones, lo observado también en el informe 2021del secretario, son recalificaciones y ascensos de personal. Además, entre la lista de debilidades, describe que el recurso humano es limitado, con baja experiencia institucional y poca capacitación.

En fin, este es parte del verdadero ordenamiento de la casa que nos deja Carlos Alvarado Quesada, donde el que la recibe no da señales de rumbo diferente si “por las vísperas ya conocemos el santo y sus ángeles”. Es por ejemplo el caso del entrante ministro de ambiente. Quién lo nombró, a pesar de quien lo presentó, no lo sabemos. Pero, como dicen algunos ecologistas35, a sus “enemigos imaginarios” sí. También, nos recuerda este ungido, la sorpresa vivida por un amigo, cuando, al atender una consultoría internacional para cierto país suramericano y le tocó visitar el despacho del ministro de ambiente; al observar en una pared de la oficina ministerial, nada menos que, la exhibición de una imagen alusiva a la transnacional Monsanto. De seguro, reveladora de los padrinos del ministro de allá, eso sí, sin olvidar que también en nuestra casa hay “anécdotas” de igual tipo.

Y así se empieza a escribir la historia de un presidente parejo, que, como por hechizo o tal vez lo real maravilloso, cayó en el poder con buenas intenciones de alinear un desordenado “Macondo” en América Central. Dijo al inicio que, trabajando y trabajando. Pero hasta ahora empezamos a verlo, era en el rescate de los mitos más profundos o escondidos en este territorio; los cuales, en competencia por el mundo voló y voló a aventurar. Hoy, al final de su novelesca travesía y el liderazgo de que todavía se cree que condujo36 sin igual por las premiaciones recogidas; el premio de lo realmente maravilloso de su obra, es lo último que mejor le han otorgado a nivel continental y lo llevará colgando siempre. Y aunque no da muestra de haber vuelto a la realidad, lo queremos comprender. En su soledad sólo lo acompaña un duque del Sur. Qué pena, pues por el Norte ríen desde lo alto, mientras ni los correligionarios que desde el Buenos Aires se fueron a celebrar su extinción partidaria, lo acompañan. Y como la fantasía es infinita, este espectador desea 100 años “vivir para contarla”. Buen día señor presidente.

Referencias

1.https://www.presidencia.go.cr/comunicados/2022/04/ocde-reconoce-el-liderazgo-de-costa-rica-en-materia-ambiental-como-un-componente-que-fortalecera-a-la-organizacion/

  1. https://heraldodemexico.com.mx/temas/eden-sustentable-49180.html

3.https://www.ambientico.una.ac.cr/wp-content/uploads/tainacan-items/5/20565/198_16-17.pdf

  1. https://www.ambientico.una.ac.cr/wp-content/uploads/tainacan-items/5/463/7_3-4.pdf

5.https://www.ucr.ac.cr/noticias/2021/05/10/la-ucr-insta-al-gobierno-y-a-la-asamblea-legislativa-a-ratificar-el-acuerdo-del-escazu.html

6.https://www.elpais.cr/2022/03/17/consejo-universitario-de-la-una-a-favor-del-acuerdo-de-escazu/

  1. https://www.elpais.cr/2022/02/28/las-palabras-del-padre-de-jerhy-rivera/

8.https://costaricaintegra.org/comunicados-de-prensa/bicentenario-sin-derecho-pleno-de-acceso-a-la-informacion/

9.http://www.oacnudh.org/costa-rica-se-necesitan-reformas-urgentes-sobre-los-derechos-de-los-pueblos-indigenas-dice-el-experto-de-la-onu/

10.https://semanariouniversidad.com/pais/mas-de-80-agresiones-contra-pueblos-indigenas-fueron-documentadas-en-la-zona-sur-durante-2020/

11.https://anep.cr/dirigentes-sindicales-perseguidos-en-el-gobierno-de-carlos-alvarado-violador-de-derechos-humanos/

12.https://www.informa-tico.com/29-03-2016/jairo-mora-justicia-impunidad

13.https://www.cepal.org/es/noticias/presidente-costa-rica-vicesecretaria-general-la-onu-secretaria-ejecutiva-la-cepal

14.https://www.monumental.co.cr/2021/02/09/fiscalia-abrio-17-causas-penales-contra-presidente-carlos-alvarado-en-lo-que-va-de-su-mandato/

15.https://www.diarioextra.com/Noticia/detalle/473293/presidente-tiene-13-causas-penales-abiertas

16.https://www.dw.com/es/chile-quiere-recuperar-el-liderazgo-del-acuerdo-de-escazu/a-61246221

  1. Acuerdo de Escazú: la deuda de Costa Rica con las comunidades indígenas | Diario Digital Nuestro País (elpais.cr)

18.https://www.diarioextra.com/Anterior/detalle/474527/8-000-personas-presentaron-su-curr-culo-a-chaves-

  1. ttps://es.wikipedia.org/wiki/Ministerio_de_Ambiente_y_Energ_(Costa_Rica)

20.https://elpais.com/clima-y-medio-ambiente/2022-04-20/solo-12-paises-han-ratificado-hasta-ahora-el-primer-gran-tratado-ambiental-de-latinoamerica.html

21.https://acuerdodeescazu.cepal.org/cop1/es/noticias/banca-multilateral-ocde-consideran-fundamental-acuerdo-escazu-generar-un-clima-inversiones

  1. https://www.oecd.org/acerca/miembros-y-socios/
  2. https://www.efe.com/efe/espana/mundo/carlos-alvarado-dejamos-la-casa-ordenada-y-eso-es-un-logro/10001-4772294

24.https://www.pgrweb.go.cr/scij/Busqueda/Normativa/Normas/nrm_texto_completo.aspx?param1=NRTC&nValor1=1&nValor2=27738&nValor3=93505&strTipM=TC

25.http://www.pgrweb.go.cr/scij/Busqueda/Normativa/Normas/nrm_texto_completo.aspx?param1=NRTC&nValor1=1&nValor2=53029&nValor3=93264&strTipM=TC

26.https://rebelion.org/la-inconsecuente-politica-ambiental-de-costa-rica-un-producto-de-las-alianzas-publico-privadas/

27.https://www.setena.go.cr › documentos › Informes/Informe anual de labores 2021

28.https://semanariouniversidad.com/pais/la-nefasta-herencia-de-la-fiebre-del-oro-en-crucitas/

29.https://www.periodicomensaje.com/guanacaste/5282-al-fin-proyecto-paacume-es-declarado-constitucional-y-podra-seguir-su-rumbo

  1. https://www.larepublica.net/noticia/denuncias-ambientales-aumentaron-un-86-en-2018

31.https://minae.go.cr/noticias-minae/comunicados/290-21-denuncias-sitada

32.https://www.nacion.com/sucesos/judiciales/oij-estrena-seccion-especializada-en-dano-a-mantos/JS66LPNS2JE2NNXQIV2REJSENE/story/

33.https://enbcr.go.cr/sites/default/files/informe_labores_2019_comision_nacional_seguridad_ambiental.pdf

34.https://www.larepublica.net/noticia/54-del-total-de-trabajo-que-realiza-setena-se-hara-en-linea

35.https://www.elpais.cr/2022/04/26/los-enemigos-imaginarios-del-ministro-franz-tattenbach/

36.https://www.elpais.cr/2022/04/28/alvarado-abogo-porque-costa-rica-continue-liderazgo-ambiental/

Imagen tomada de civilsocietyreview.org

Petición: Alto a la pesca de arrastre de fondo #stoptrawling

Los efectos del cambio climático ya nos afectan a todos los seres humanos, particularmente a quienes son más vulnerables. No obstante, a pesar de la urgencia de los desafíos que presenta la adaptación al cambio climático, todavía queda tiempo para reaccionar.

Una de las formas en las que nos podemos adaptar ante el cambio climático es eliminando aquellas prácticas que han demostrado no ser sostenibles, tales como la pesca de arrastre de fondo, actividad que libera millones de toneladas de CO2 cada año, debido a la alteración del fondo marino, que es uno de los mayores almacenes de carbono del planeta.

Ante esta situación, debemos promover la eliminación de la pesca de arrastre de fondo alrededor del mundo, así como que los Estados les garanticen a los más vulnerables y a quienes dependen de esta actividad no sostenible, el acceso a recursos y medidas de adaptación efectivos que les permita vivir dignamente y dedicarse a actividades más sostenibles.

Colabore para alcanzar un millón de firmas de apoyo para presentarlas ante el Secretario General de las Naciones Unidas mediante el siguiente enlace: https://chng.it/zvLPncVR

 

Fuente Cocos Initiative.

OIDH: ¿El cambio climático  promueve o atenta contra los DH de los grupos históricamente vulnerabilizados?

La Organización Interseccional Pro Derechos Humanos le invita a participar de la conferencia: “¿El cambio climático  promueve o atenta contra los DH de los grupos históricamente vulnerabilizados?”, que se realizará este jueves 28 de abril a las 7 pm, por medio de la plataforma Facebook Live. 

Compartimos el enlace a la conferencia: https://www.facebook.com/oidhcr

Cambio Climático: ¿Qué pasa con la vulnerabilidad de las personas?

SURCOS comparte la siguiente información:

El pasado 28 de febrero del 2022 se presentó el «Informe Cambio Climático 2022: impactos, adaptación y vulnerabilidad», el cual nos aporta algunos elementos para reflexionar sobre no sólo la agudización de las consecuencias del cambio climático, sino también problematizar el rumbo de las políticas de adaptación y mitigación dominantes en nuestras sociedades.

Puede descargar el informe aquí, y pueden leer algunas reflexiones sobre el contexto del cambio climático en el sitio del Observatorio de Bienes Comunes.

 

Compartido con SURCOS por el Observatorio de Bienes Comunes.

Pronunciamiento de COCIGA ante campaña mediática sobre cambio climático del Ministerio de Ambiente y Energía

El Comité Costarricense de Ingeniería Geológica y del Ambiente se permite informar, a la población costarricense, que la Dirección de Cambio Climático (DCC) del Ministerio del Ambiente y Energía (MINAE) hace circular, por las redes sociales, varios audios cuyo contenido es cuestionable, con contenido erróneo, tendencioso, anticientífico y con lenguaje inapropiado, pues poseen elementos que se oponen a las buenas prácticas científicas y éticas que deberían caracterizar a una entidad que forma parte del gobierno de la República de Costa Rica.

Por ejemplo, adjuntamos los siguientes dos audios y su transcripción:

Audio No.1:

“911: ¿Cuál es su emergencia?

Señora: ¡Ay Vea! Es que se me está inundando la casa, el agua nos está llegando encima de las rodillas. ¡Tengo chiquitos! ¡Necesitamos que nos rescaten ya!

911: ¿Cuál es la dirección?

DCC: En el futuro, podemos reducir el dolor de estas llamadas si nos tomamos en serio el cambio climático. Las acciones individuales son importantes, pero hoy, toca organizarnos para reducir nuestras emisiones y adaptarnos al cambio climático en los barrios, las municipalidades, en el país. ¡Metete en la vara! Un mensaje de la Dirección de Cambio Climático del MINAE.”

Audio No. 2:

“911: ¿Cuál es su emergencia? /Ruidos de llamadas de emergencia de fondo/

DCC: En las recientes inundaciones de Turrialba, más de 3.850 personas llamaron al 911, para solicitar ayuda. El Cambio Climático nos está golpeando; las acciones individuales ya no bastan. Si queremos evitar otras crisis como está, toca organizarnos para reducir nuestras emisiones y adaptarnos al cambio climático en los barrios, las municipalidades, en el país. ¡Métete en la vara! Un mensaje de la Dirección de Cambio Climático del MINAE.

Es necesario aclarar, a la opinión pública, que las inundaciones, tales y como se producen en nuestro país y en otros territorios en el mundo, se producen en gran proporción a causa de los regímenes normales de lluvias (pluviosidad) y de sus variaciones temporales y espaciales, sobre todo cuando se concentran según su intensidad, duración, frecuencia y volumen (variabilidad climática) y los ríos se desbordan desde sus lechos menores hacia los lechos mayores. Por causa del desorden en la ocupación de la tierra, los lechos mayores y llanuras de inundación han sido ocupados inadecuadamente por viviendas, edificaciones, infraestructura y la red vial (carreteras y puentes) sin las debidas salvaguardas ante la dinámica fluvial ni del diseño y protección hidráulica requeridos. Por ello se ha generado (y sigue generándose), la exposición creciente, gestación de daños y pérdidas sociales, económicas y ambientales, muertos, heridos y traumas psicosociales.

Es posible afirmar que la influencia de los cambios del régimen pluviométrico, en determinada región, puede conducir tanto a aumentos como disminuciones en la tendencia neta de las lluvias: extensión de los períodos secos o aumento de la cantidad de agua en los cauces fluviales.

En el futuro, el riesgo derivado de las inundaciones, sus efectos e impactos, la proporción de la influencia del calentamiento global antropogénico es sustancialmente menor que el ejercido por el exceso de exposición y vulnerabilidad humana, conjugados por los factores derivados de la variabilidad climática.

De acuerdo con los estudios científicos más recientes (IPCC, 20211), la verdadera definición de “cambio climático” (CC) incluye tanto el componente natural, activo desde que existe la atmósfera en el planeta Tierra (hace aproximadamente 4.200 millones de años) y cuyas variaciones se expresan en escalas de miles y millones de años, como las más recientes (desde hace aproximadamente entre 60 años y 300 años), derivadas de la influencia de la actividad humana. Para evitar confusiones, cuando se desea referir a esta última, es recomendable hablar de “calentamiento global antropogénico” (CGA).

Ante lo anterior, advertimos que:

  1. La generación del miedo es una estrategia aplicada para generar reacciones emocionales de quienes escuchan, sobre todo cuando no hay datos y argumentos adecuados y rigurosos y cuando se trata de personas que no cuentan con todos los elementos científicos, información y nivel educativo adecuados.
  2. La inyección mediática del alarmismo y catastrofismo es una técnica de comunicación utilizada para reforzar temas de índole político e ideológico. Los tonos, ruidos de fondo y contexto de estos mensajes infunden temor hacia situaciones que no pueden ser controladas, como supuestamente lo sería el Calentamiento Global Antropogénico. La credibilidad de estos mensajes no está en su longitud, ni en quién lo enuncia, sino en las historias que busca representar.
  3. La Dirección de Cambio Climático (DCC) del MINAE, quien genera el mensaje, aplica la imagen de autoridad, para dar peso a la “información” ofrecida en el audio.
  4. Muchas poblaciones, en Costa Rica, se ven impactadas recurrentemente por las denominadas “inundaciones”, lo cual no necesariamente se debe a un comportamiento anómalo de los ríos sino por consecuencia del desorden territorial imperante, de decisiones erróneas y/o postergadas por las autoridades y por circunstancias socioeconómicas de los pobladores.
  5. La estrategia de mencionar 3.850 familias en crisis, busca dar mayor credibilidad y sensación de impacto y hace entender que la mayor amenaza para las familias en Costa Rica es el Cambio Climático. Pero esto es falso: desempleo, elevado costo de la vida, desorden territorial, pretensión de solucionar esas “inundaciones” mediante la construcción de diques que se dañan y reconstruyen todos los años, inseguridad, pérdida de calidad de la educación, contaminación de los ríos, carreteras y puentes en mal estado, pandemia y su “post”, terremotos, vulcanismo, deslizamientos, impuestos desmedidos, déficit fiscal, endeudamiento externo y otras amenazas, ya perjudican a las familias y al país.
  6. Cuando se insta a la prevención de las inundaciones mediante la reducción de nuestras emisiones de CO2 (en realidad y para ser científicamente rigurosos también deberían incluirse los otros gases, vapores y partículas a efecto de invernadero) y se menciona que así “…en el futuro podemos reducir el dolor de estas llamadas…” se exagera grotescamente la realidad de los datos e información. En la actualidad, Costa Rica emite tan sólo el 0,002% de las emisiones mundiales y si fuéramos realmente “carbono-neutrales”, no cambiaríamos, prácticamente en nada, la situación global de esas emisiones ni influiríamos en las condiciones del clima.
  7. En los audios no hay una sola sugerencia acerca del camino racional a tomar. Los anuncios indican la necesidad de tomar acciones individuales, comunales, municipales y nacionales, pero no indica cómo hacerlo.
  8. El cambio climático siempre ha existido, los desbordamientos de los ríos también; no son situaciones nuevas. Por lo tanto, asustar al ciudadano no es el camino correcto para enfrentarlos responsablemente. Sí debería serlo la educación sobre sus verdaderos alcances, separados de los mitos y noticias alarmistas y catastrofistas.
  9. La intranquilidad de la comunidad no debe ser la justificación para el cumplimiento del programa de trabajo de entidades gubernamentales o internacionales, ni del seguimiento de las modas mundiales.
  10. Debe fortalecerse el análisis climatológico y las aplicaciones de las técnicas hidrológicas e hidráulicas para integrarlas a los procesos de inversión en los proyectos de vivienda, e infraestructura para la producción de bienes y servicios.
  11. El ordenamiento territorial, la gestión del riesgo, que incluye la denominada “adaptación” como uno de sus subcapítulos, y la gestión ambiental y social, son las tres políticas públicas transversales que sí pueden ser efectivas para enfrentar a las amenazas hidrometeorológicas y climáticas.
  12. Los mensajes como estos no son propositivos ni conciliadores; más bien buscan eliminar la responsabilidad sobre lo sucedido en esta y otras ocasiones, y ocultar la negligencia e inacción ante otras amenazas reales y materializadas. Esas 3.850 familias seguirán igualmente expuestas y sus necesidades y soluciones no serán atendidas como realmente corresponde.

COCIGA se manifiesta, una vez más, en la mejor disposición de contribuir con el desarrollo de foros y debates nacionales en los que se analicen las realidades del cambio climático y sus repercusiones específicas para Costa Rica. Con ello se podrán proponer las medidas adecuadas para garantizar nuestro desarrollo sostenible.

1 IPCC. (2021). Summary for Policymakers. In: Climate Change 2021: The Physical Science Basis. Contribution of Working Group I to the Sixth Assessment Report of the Intergovernmental Panel on Climate Change. Cambridge University Press. Disponible en: https://www.ipcc.ch/report/ar6/wg1/downloads/report/IPCC_AR6_WGI_Full_Report.pdf

 

Compartido con SURCOS por la Comité Costarricense de Ingeniería Geológica y del Ambiente.

Disponible en https://www.geologos.or.cr/cociga-comunica/

DÍA MUNDIAL DEL AGUA: LA UCR PROMUEVE CAMBIOS EN LA GESTIÓN HÍDRICA

Si no se realizan cambios en la gestión del agua, actividades como la agricultura y la ganadería sufrirán debido a la escasez crónica. En Costa Rica estas actividades consumen el 70% del agua potable; le siguen la industria con 20% y los hogares con el 10%. Foto archivo ODI, UCR.

El cambio climático, la extracción masiva y uso desmedido son amenazas para el futuro hídrico

Autoría: Eduardo Muñoz Sequeira (Vicerrectoría de Acción Social, UCR)

Aunque en décadas pasadas se enseñó en las escuelas que el agua es un recurso inagotable, hoy las evidencias científicas demuestran que la humanidad debe hacer cambios sustanciales para asegurar que en los siguientes años la escasez crónica no afecte a millones personas.

Si bien el 72% del planeta está cubierto por agua, solo el 3% del líquido es agua dulce y la mayoría está congelada, por lo que la humanidad solo tiene disponible el 0.34% para sus necesidades cotidianas.

Según la ONU, durante el siglo XX el consumo de agua se ha duplicado cada 20 años, y la mayoría de fuentes están amenazadas por la contaminación, ya que diariamente se depositan en los acuíferos dos millones de toneladas de productos industriales, desechos humanos y agrícolas. Además, la sobreexplotación, que se refiere a extraer más agua de la que se recarga por medio de la lluvia o la nieve, provoca el agotamiento del recurso o una gran reducción para llevarla a cada hogar.

Sin embargo, pese a las advertencias poco se hace para detener estas amenazas, lo que afectará en las próximas décadas la agricultura y la industria. Esto cambiaría la vida tal como se conoce hasta ahora, incluso este mismo día unos 2200 millones de personas no tienen acceso al agua potable.

Los datos aportados por la ONU, en el marco de la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible para llevar agua potable y construir infraestructura adecuada sigue siendo un desafío internacional con pocos avances. Esa organización ha señalado que dos de cada cinco personas no disponen de una instalación básica para lavarse las manos con agua y jabón, y más de 673 millones de personas aún defecan al aire libre. Para el año 2050, el 25% de la población global -unos 10000 millones de habitantes-, vivirá en regiones con escasez crónica.

Desde 1993, cada 22 de marzo el mundo celebra el Día Mundial del Agua con el objetivo de hacer conciencia sobre esta crisis global y la necesidad de lograr acuerdos globales sobre su conservación.  Además, la Asamblea General de la ONU proclamó el período 2018-2028 como el “Decenio Internacional para la Acción: Agua para el Desarrollo Sostenible”, ya que el acceso al líquido es vital para la vida y es considerado un Derecho Humano fundamental.

RETOS REGIONALES

Para el año 2022, el Día Mundial del Agua se enfoca en las aguas subterráneas, con el lema “Aguas subterráneas, hacer visible lo invisible”, ya que son elementales para el funcionamiento de los ecosistemas y todos los acuíferos del mundo.

Globalmente, “el agua subterránea es utilizada principalmente para el riego de cultivos 70%, en la industria 20% y en el consumo humano 10%, de manera que es clave en el desarrollo de prácticamente todas las actividades humanas”, explicó la magister Ingrid Vargas Azofeifa, científica en hidrogeología y coordinadora del proyecto de Acción Social denominado Gestión y entendimiento del flujo del agua subterránea (ED-2799). 

Aunque cada región del mundo tiene sus propios desafíos con respecto al recurso hídrico, en el caso centroamericano, la ONU catalogó el istmo como una área bajo estrés hídrico, debido a los problemas en la infraestructura adecuada para la distribución, saneamiento y acceso a todas las poblaciones.

Costa Rica, pese a ser considerada una nación rica en recursos hídricos, también carece de la infraestructura para una distribución equitativa y tiene múltiples obras pendientes en saneamiento del agua potable y la protección de sus cuencas hidrográficas y recurso marino.

En Costa Rica, las aguas subterráneas se destinan a la captación mediante la perforación de pozos y manantiales para abastecer a los hogares, el riego de cultivos, la ganadería, la industria, el comercio y el turismo.

Sobre el tema, el informe Estado de la Nación en Desarrollo Humano Sostenible 2021, al referirse al “Uso, manejo y gestión del Agua en Costa Rica”, apuntó que tras los primeros años de la pandemia sanitaria por la Covid-19, se impactaron más allá de sus capacidades los cuerpos de agua y desde el año 2020 se ha registrado un alto consumo.  Otro de los problemas nacionales es que las soluciones para el tratamiento de aguas residuales industriales y domésticas avanzan lentamente, y éstas caen en ríos o tanques sépticos mal diseñados, lo que se constituye en contaminantes no solamente de las aguas superficiales, sino también de las subterráneas.

«Las instituciones del sector hídrico nacional deben fortalecerse según sus competencias y unir esfuerzos con la academia y otros actores sociales para realizar estudios conjuntos en zonas en donde ha aumentado la demanda o se prevé que ocurra en el futuro”

Geóloga e Hidrogeóloga Ingrid Vargas
Escuela Centroamericana de Geología, UCR

APORTES UNIVERSITARIOS

Desde la docencia, la investigación y acción social la Universidad de Costa Rica (UCR) ejecuta proyectos sobre la conservación del recurso hídrico desde varios abordajes. Concretamente, en la Vicerrectoría de Acción Social (VAS) al menos unos 30 proyectos trabajan directamente en el apoyo de las iniciativas comunitarias para el manejo sostenible del recurso, destinados al consumo humano, la agricultura y resguardo de ecosistemas.

Por ejemplo, el proyecto “Gestión y entendimiento del flujo de las aguas subterráneas” (ED-2799), iniciativa de Acción Social de la Maestría de Hidrogeología y Manejo de Recursos Hídricos capacita a personas que gestionan recursos hídricos, mediante cursos cortos acerca de los conceptos básicos sobre aguas subterráneas, calidad del agua y prevención de la contaminación de los acuíferos. Este proyecto ha establecido alianzas con la iniciativa internacional Groundwater, de la Universidad Guelph, Canadá; lo que ha permitido el intercambio científico para el estudio de las aguas subterráneas.

Dadas las restricciones sanitarias, el año pasado el proyecto realizó actividades virtuales, como la charla con la científica Dra. Claudia Varnier, del Instituto Geológico de Brasil; y la HidroGira, una gira virtual educativa. Además, durante el año 2021, se realizó un foro acerca del rol de la mujer en la gestión del agua subterránea.

Sobre la relevancia de este tema para el país, la hidrogeóloga advirtió que Costa Rica tiene muchos temas pendientes por resolver en la conservación del agua subterránea, como la falta de políticas y legislación que regulen su adecuada explotación, carencia de un mapeo territorial de su localización y el uso excesivo de agroquímicos.

Al respecto, la científica recalcó que Costa Rica es el mayor consumidor de plaguicidas del mundo, y sin duda esto sigue impactando los ecosistemas.  Por ejemplo, “en el Cairo, Milano, La Francia y Luisiana de Siquirres; y en Veracruz, San Carlos, varios manantiales se contaminaron con bromacil, un herbicida muy soluble y móvil que se usó para el control de la maleza en el cultivo de piña, que aunque fue prohibido en el año 2017, estas fuentes de abastecimiento público fueron clausuradas”.

Otra de los proyectos sobre “La Cultura del Agua como instrumento para la Gestión Integrada del Recurso Hídrico” (ED-2873), proyecto de Acción Social del Centro de Investigaciones en Ciencias Geológicas (CICG), y coordinado por el geólogo Mario Arias Salguero, se concibió como un enlace entre la universidad y comunidades, grupos organizaciones y otras instituciones y dependencias universitarias que trabajan en la protección del recurso hídrico.

Mediante cursos, talleres y publicaciones el ED-2873 brinda información técnica sobre la situación del recurso hídrico costarricense, criterios sobre su manejo y contribuye a gestar lo que se ha llamado la cultura del agua, referida a los cambios sociales que se requieren para ver este recurso como parte de la vida cotidiana.

Según Arias, este proyecto “aporta a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), específicamente al ODS 6, contribuyendo desde el punto de vista social, ambiental e incluso político al avance para la consecución de agua limpia y segura, pues brinda el apoyo técnico y asesoría para que diversos usuarios del agua (ASADAS) unidades académicas de la UCR y otros centros académicos cuenten con información pertinente y de calidad que les permita tomar decisiones en el marco de la cultura del agua que coadyuve en la gestión integral del recurso hídrico.

Para Arias, el tema del año 2022 tiene una profunda trascendencia, porque aunque las aguas subterráneas son invisibles, en algunas regiones áridas es la única fuente de agua para las personas. Por lo tanto, “lo que hacemos en la superficie repercute bajo tierra. Los únicos productos con los que debemos tratar los suelos deben ser inocuos y biodegradables, y debemos utilizar el agua con la mayor eficiencia posible…Por otra parte, las aguas subterráneas atraviesan fronteras, por lo que debemos trabajar juntos para gestionar las aguas subterráneas transfronterizas”, mencionó el geólogo.

Entre los diversos recursos virtuales que se han divulgado en este proyecto destaca el más reciente vinculado a la temática que la ONU propuso al mundo, referido a la protección de las aguas subterráneas. Este es un libro gratuito, titulado “101 Respuestas sobre el Agua Subterránea”, y el geólogo Arias responde en lenguaje no técnico las dudas más usuales recopiladas en comunidades, charlas, cursos y entrevistas. “Debemos considerar que las aguas subterráneas desempeñarán un papel fundamental en la adaptación al cambio climático. Tenemos que trabajar juntos para gestionar de forma sostenible este preciado recurso”.

Durante el año 2022 el proyecto ED-2873 impartirá cursos sobre Los ciclos del aguaGestión Integrada del Recurso HídricoPozos y ManantialesRecarga del agua en el suelo. Todos son gratuitos y para participar no se requiere formación académica previa; y al finalizar se entregará un certificado digital de participación. Los mismos serán impartidos por las plataformas Zoom y UCR Global. Para conocer sobre las fechas y otras actividades programadas siga este enlace.

En Costa Rica existen 5429 captaciones de agua utilizadas para abastecimiento público y el 93 % proviene de agua subterránea, de la cual el 70% es manantiales, el 23% de pozos; solo el 7% corresponde a agua superficial, como los ríos. Foto archivo VAS, UCR.

LOS EXTRAÑOS SIGUEN TOCANDO A LA PUERTA

Por Memo Acuña (sociólogo y escritor costarricense)

Las imágenes son elecuentes y revelan el drama de cientos de miles de personas desplazadas como consecuencia de la intervención rusa en Ucrania.  Los medios internacionales se han encargado de vibilizar con insistencia, escenas de personas corriendo por carreteras, tratando de abordar medios de transporte, huyendo de sus edificios destruidos, casi al borde del derribo. 

Son, evidentemente, imágenes que no quisiéramos haber visto luego de dos años de crisis civilizatoria, que nos hizo cuestionarnos todo lo que somos como especie humana: el modelo económico depredador, desequilibrante e inhumano, el daño ambiental que le hemos hecho a los territorios y que ahora llamamos de forma conveniente como los efectos del cambio climático, la desigualdad presente en el acceso a la información, la salud y los medios de reproducción de la vida. 

Pensamos, efectivamente, que estos eran tiempos de aprendizaje, de reconstituirnos como especie.  Hace unos años en una vista a la Universidad Nacional, en Costa Rica, el teólogo Leonardo Boff decía que posiblemente estábamos en los últimos cinco minutos de la existencia de toda vida posible, si no éramos capaces de cambiar nuestras formas de relacionarnos con la economía, la naturaleza, el otro y la otra. Nada aprendimos.

Lo que nos devuelven esas imágenes sobre la guerra es la confirmación de que tenemos pendiente tareas y que los aprendizajes persisten.  Si, es claro que se trata de cientos de miles de personas desesperadas, desplazadas (que es distinto conceptual y operativamente al concepto de refugio) y que buscan por todos los medios, subsistir.

Sin embargo, lo que esas imágenes provenientes de los principales medios de comunicación no nos cuentan es que no todas las personas en situación de riesgo por el conflicto tienen las mismas oportunidades de sobrevivencia. 

En un artículo publicado por Gabriela Wiener el 11 de marzo (Un mundo que nos odia. recuperado de eldiario.ar el 18 de marzo de 2022) se denuncia la desigualdad, discriminación y racismo que experimentan otros miles de personas que han querido salir de Ucrania y que por razones étnicas y de nacionalidad son conminados a permanecer en ese país en contra de su voluntad.

En su reflexión, Wiener es bastante enfática al indicar como el sistema de asilo europeo se volcó a apoyar a la población ucraniana en condiciones de desplazamiento, pero años antes amuralló sus contornos contra la crisis humanitaria producida en varios países africanos.  La actualización de esa selectividad en el sistema de solidaridad europeo ha sido tema en estas semanas de conflicto, sin que la comunicación hegemónica cuente como personas no ucranianas son obligadas a abandonar la posibilidad de escapar de los horrores de la tensión  bélica que no cesa.  Un fragmento de un testimonio incluido en su artículo, es elocuente en este sentido:

“Los negros no, los negros no, cuenta una mujer que escuchó mientras intentaba con sus hijos subir a un tren gratuito para salir de Ucrania. Vio cómo un hombre ucraniano sacaba una pistola y hacía bajar a un hombre negro del tren: ”ayudan a su gente pero no quieren ayudar a los negros“. Quienes no son blancos no llegarán al otro lado porque sus vidas no son importantes si no es para ser carne de cañón de unos bandos”.

En uno de sus últimos trabajos sobre la coyuntura migratoria en Europa, el sociólogo Sigmund Bauman refería que había personas de tercera, cuarta categoría, que literalmente “tocaban a la puerta” para ser escuchadas, sin éxito.  En esta ocasión, seguimos viendo a los extraños pasar y ya no solo no les abrimos las puertas sino que los amenazamos con quitarles la vida, por precisamente querer conservarla.

Es cierto, nada aprendimos.  El reloj de Boff sigue su marcha inexorable. Ya solo quedan segundos y posiblemente esto que conocemos como civilización se acabe para siempre.  Está en nosotros decidir cómo queremos vivir este periodo de tránsito hacia nuevas etapas, nuevos vínculos.

La promesa del hidrógeno verde

Mauricio Gutiérrez Arguedas

Mauricio Gutiérrez. Foro Confluencia Solidaria / Escuela de Química UCR

La descarbonización de las actividades humanas

La lucha contra el cambio climático causado por la emisión excesiva de gases de efecto invernadero (CO2, metano, etc.) es uno de los principales retos de la sociedad humana contemporánea. La principal fuente antropogénica de gases de efecto invernadero es el CO2 que se emite del uso de combustibles fósiles (gas natural, derivados del petróleo y carbón mineral) en diversas actividades humanas, como el transporte, procesos industriales, calefacción, generación de electricidad, etc. Por lo tanto, para evitar los peores efectos del cambio climático (que ya está ocurriendo) es necesario reemplazar, en todas estas actividades humanas, los combustibles fósiles por alternativas que no resulten en emisiones netas de gases de efecto invernadero. A esto se le conoce como descarbonización.

Hidrógeno gris vs. hidrógeno verde

El hidrógeno (H2) es un gas que se puede usar como combustible. La ventaja con respecto a los combustibles fósiles es que el producto de su combustión no es CO2, sino agua. El hidrógeno no solo es un gran combustible, sino que también es esencial en varios procesos industriales de importancia global, notablemente la producción de amoniaco, materia prima de los fertilizantes sintéticos y otros materiales.

¿De dónde sacamos el hidrógeno? Por ser tan reactivo, la concentración de hidrógeno en la atmósfera es bajísima, por lo que es necesario sintetizarlo de alguna forma. Actualmente, la mayoría del hidrógeno (alrededor del 95%) se produce a partir de combustibles fósiles, en particular gas natural (metano) por medio de un proceso llamado reformado con vapor, en el que se mezcla el gas con vapor de agua a altas temperaturas [1]. Esta es la opción más barata, pero tiene una huella de carbono alta, puesto que no solo se produce hidrógeno, sino también CO2. Al hidrógeno producido a partir de fuentes fósiles se le conoce como hidrógeno gris. En este caso el “gris” tiene una connotación de sucio o contaminante.

Otra alternativa (actualmente más cara) para producir hidrógeno es a partir de la llamada electrólisis del agua. En este proceso se usa electricidad para separar el agua en sus dos componentes: oxígeno e hidrógeno [2]. La clave es que si la electricidad que se aplica al agua proviene de fuentes con una baja huella de carbono (energía solar, eólica, etc.), entonces habremos logrado reducir drásticamente la huella de carbono de la producción de hidrógeno. A esto se le conoce como hidrógeno verde. En este caso el “verde” tiene una connotación de limpio y ecológico.

De esta forma, los colores se usan como indicadores cualitativos de la huella de carbono asociada a la producción del hidrógeno. En un extremo del espectro está el hidrógeno gris, con la huella de carbono más alta, mientras que en el extremo opuesto está el hidrógeno verde. En el medio hay otros colores, como el azul, que denota un hidrógeno con una huella de carbono intermedia, en el que se utiliza el proceso de reformado con vapor, pero luego el CO2 resultante se atrapa y se almacena para que no salga a la atmosfera. Para una explicación más completa de los diferentes “colores” del hidrógeno, se puede revisar [3].

Hacia la economía del hidrógeno

La visión que tienen en mente varios grupos importantes a nivel mundial es que en una sociedad futura descarbonizada el hidrógeno verde tomará el papel que tienen actualmente los combustibles fósiles. Se usará este hidrógeno con baja huella de carbono en el transporte, procesos industriales, calefacción, almacenamiento de energía, etc. A esto se le conoce como la economía del hidrógeno [4]. También se podría usar otra sustancia derivada del hidrógeno que sea más fácilmente transportable. Por ejemplo, también se ha estado hablando de una posible economía del amoniaco [5]. Lo importante es que el material que se utilice para almacenar y transportar la energía tenga una huella de carbono baja.

Si en la sociedad actual los países “bendecidos” con yacimientos de combustibles fósiles gozan de enormes privilegios, en el futuro serán los países “bendecidos” con amplias fuentes de energía renovable barata los privilegiados. Bajo esta visión, en la futura economía del hidrógeno verde, un país como Costa Rica podría aprovechar su constante sol, generosos vientos, poderosos ríos y fuerte calor subterráneo para convertirse en una potencia exportadora de la nueva gran commodity: el hidrógeno verde. Países como Chile, con gran potencial solar y eólico, incluso ya han desarrollado estrategias nacionales para convertirse en futuras potencias exportadoras de hidrógeno verde [6]. En Costa Rica, recientemente una empresa internacional anunció su interés de instalar una planta de hidrógeno verde y ya firmó una carta de entendimiento con el ICE [7, 8].

¿Quiénes están promoviendo el hidrógeno verde y por qué?

La visión de la economía del hidrógeno verde se está discutiendo cada vez más en diversos sectores internacionales, incluidos gobiernos, agencias supranacionales, empresas privadas y think-tanks. Está siendo promovida apasionadamente de forma abierta y a veces encubierta por grandes compañías (particularmente petroleras) y organizaciones internacionales afines a los intereses de estas compañías como el World Economic Forum (WEF). Basta con hacer una búsqueda rápida en Google con las palabras clave “green hydrogen world economic forum” para ver las numerosas publicaciones que esta organización ha hecho con respecto a este tema solo en el último año. Las grandes compañías petroleras finalmente han reconocido abiertamente (aunque lo sabían desde un principio) que el cambio climático es un problema grave para la humanidad. También reconocen que los gobiernos del mundo se están moviendo (lentamente, pero a fin de cuentas moviendo) hacia la descarbonización. Lo que las grandes compañías quieren es lograr mantener, en el futuro descarbonizado, el poder económico que actualmente gozan. Para esto es necesario que la transformación energética no sea demasiado rápida (para que les dé tiempo de adaptarse sin sufrir muchas pérdidas) y, sobre todo, que no sea demasiado revolucionaria, en el sentido de que no se alteren las relaciones de poder actualmente existentes en el mercado. En particular, las grandes compañías no quieren perder sus millonarios activos de capital y pretenden reconvertir toda la infraestructura usada para el almacenamiento y transporte de petróleo para ser usada con hidrógeno. Para esto, están promoviendo una transición primero a hidrógeno azul (para que no sea demasiado rápida) y eventualmente a hidrógeno verde, siempre con la mira en utilizar la infraestructura existente [9].

Todo esto no quiere decir que el hidrógeno verde sea malo, irremediablemente perpetuador de las relaciones actuales de poder o que no sea una idea que Costa Rica deba considerar. Sin embargo, sí es crucial entender quienes lo están promoviendo y cuáles son sus intereses. La pregunta que debemos tratar de responder como sociedad es si, en este contexto, los intereses del pueblo de Costa Rica y, en general, los pueblos del Sur Global tienen espacio en esta visión de la economía del hidrógeno. La respuesta no es obvia a priori. Yo personalmente no tengo una respuesta final, pero sí algunas consideraciones.

¿Tiene sentido producir hidrógeno verde a gran escala en Costa Rica?

El hidrógeno verde que se produciría en Costa Rica podría consumirse en el mercado nacional o podría exportarse. A nivel nacional la prioridad es descarbonizar el transporte. Como bien lo ha apuntado el Plan Nacional de Descarbonización [10] y otros reportes, el sector transporte es el que produce mayores emisiones en Costa Rica. Por lo tanto, es imperativo sustituir los combustibles fósiles en este sector.

Resulta útil clasificar el transporte en dos grandes grupos: terrestre y de otro tipo (marítimo, aéreo). Para el transporte terrestre, ya ha sido ampliamente documentado que el hidrógeno (incluso el verde) está lejos de ser la mejor opción [11]. Es más efectivo electrificar el transporte; es decir, usar la electricidad para movilizar el vehículo directamente (en el caso de un tren eléctrico, por ejemplo) o para cargar una batería que luego va a ser usada para proveer la electricidad para movilizar el vehículo (en el caso de buses, carros, motos eléctricas, por ejemplo). Resulta sumamente ineficiente utilizar esta electricidad para generar hidrógeno, almacenarlo, transportarlo y luego quemarlo en un vehículo en vez de usar la electricidad directamente para impulsar el vehículo. En el pasado algunas personas en el país han sugerido producir hidrógeno verde para descarbonizar la flotilla vehicular. Esto sería extremadamente ineficiente e innecesariamente costoso.

Por otro lado, a diferencia del transporte terrestre, el transporte marítimo y aéreo, es sumamente difícil de electrificar. Se pueden electrificar pequeñas embarcaciones y aeronaves usando las mismas baterías que usaría un carro eléctrico [12]. Sin embargo, no es viable electrificar grandes buques transoceánicos o grandes jets porque las baterías necesarias serían prohibitivamente grandes [13]. Lo mismo ocurre con vehículos pesados para transporte terrestre, como algunos camiones. En este caso sí tiene sentido considerar el hidrógeno verde como una opción. También tiene sentido considerar el hidrógeno verde como sustituto de combustibles fósiles en procesos industriales. El papel de este tipo de industria en la economía costarricense es muy pequeño, por lo que este sería hidrógeno que probablemente se exportaría. Sin embargo, también es posible que el acceso a hidrógeno verde barato sirva para impulsar este tipo de industria en el país. En todo caso, lo cierto es que en un mundo post-fósil probablemente habrá mucha demanda internacional por hidrógeno verde para ser exportado desde un país con amplias fuentes de energía renovable como Costa Rica.

El siguiente paso sería cuantificar de forma precisa y completa cuál será el impacto ecológico y social de los posibles grandes proyectos de producción de hidrógeno verde. Incluso el hidrógeno verde tiene una huella de carbono y una huella material asociadas. Es imprescindible responder: ¿Cuál será la huella de carbono de los materiales necesarios para producir los equipos? Por ahora, en términos de electricidad, Costa Rica se encuentra en una posición privilegiada dado que la demanda eléctrica es considerablemente inferior a la capacidad de generación. En este escenario es fácil imaginar esta capacidad extra siendo aprovechada para producir hidrógeno verde. Pero cuando la demanda alcance la capacidad instalada, ¿se aumentará la capacidad instalada? ¿Cuáles serán las fuentes de electricidad para producir el hidrógeno? ¿Serán sobre todo fuentes hídricas? Está bien documentado que la hidroelectricidad no es limpia en un sentido amplio, aunque sea renovable y su huella de carbono no sea tan alta como otras fuentes [14, 15]. ¿Será energía solar y eólica? ¿Serán plantas del ICE o plantas privadas? También está bien documentado que la generación privada le ha costado caro al ICE y al pueblo de Costa Rica [16]. ¿Dónde se construirán los proyectos de producción de hidrógeno verde? ¿Tomará la batuta el ICE, RECOPE y otras instituciones públicas o serán iniciativas de empresas transnacionales o quizás sociedades público-privada? Todas estas son preguntas cruciales que deben ser exploradas de forma seria, transparente y democrática.

También es importante considerar que existen otras opciones para producir combustibles para transporte marítimo y aéreo y para la industria pesada. Una alternativa muy interesante son los biocombustibles; es decir, combustibles derivados de sistemas biológicos, en particular plantas. Dependiendo de la región geográfica los biocombustibles pueden tener más sentido que el hidrógeno verde. Por ejemplo, si quisiéramos sustituir el diesel usado en los grandes buques transoceánicos, en los países nórdicos, con poco sol, pero bastante viento y buen recurso hídrico, tiene más sentido producir hidrógeno verde que producir biodiesel a partir de palma aceitera (que ni siquiera crece a esas latitudes). Por otro lado, en un país tropical como Costa Rica, con mucho sol todo el año, puede tener más sentido producir biodiesel a partir de palma aceitera u otro cultivo. Resulta interesante que desde los grandes centros de poder mundial se esté hablando tanto de hidrógeno verde y no tanto de biocombustibles, pero un país tropical como Brasil ha implementado durante décadas programas de biocombustibles muy exitosos que le ha permitido lograr un nivel considerable de descarbonización y un alto grado de soberanía energética [17].

Por otro lado, está bien documentado que los biocombustibles pueden tener un impacto social y ecológico considerablemente negativo [18] y es necesario, en el caso particular de Costa Rica, cuantificarlo y contrastarlo con el impacto del hidrógeno verde. También se requiere de ciencia: investigación en cultivos más eficientes para producir biocombustibles y en otros procesos para generar biomateriales. En última instancia, la pregunta de si los biocombustibles son una mejor opción que el hidrógeno verde no ha sido respondida de forma contundente a nivel global y dependerá de las condiciones de cada región en particular. Esta es una pregunta de carácter empírico que solo una evaluación basada en la evidencia científica puede responder.

El calentamiento global como un problema mayoritariamente político-económico y la necesidad de nuevas formas de organización social

Finalmente, en contraste con la forma como usualmente se presenta en buena parte de los medios de comunicación y campañas políticas, el cambio climático es un problema primordialmente de carácter político-económico y no técnico. Si bien el abordaje técnico es imprescindible y se necesita mucha investigación científica, desarrollo tecnológico y construcción de infraestructura para lograr una descarbonización completa, el aspecto político-económico tiene un peso mayor [19].

El grueso del calentamiento global está siendo causado por el consumo excesivo en los países del Norte Global (así como las élites económicas en otras partes del mundo) [20]. Estas emisiones están íntimamente ligadas al extractivismo y a relaciones comerciales de carácter neocolonial, puesto que los niveles altísimos de consumo se sostienen por una transferencia de recursos a muy bajo precio del Sur Global al Norte Global, así como una mano de obra sumamente barata en los países del Sur Global enfocada en producir bienes consumidos sobre todo en el Norte Global. Es decir, el calentamiento global es una criatura de las relaciones de poder capitalistas a escala planetaria [21] y es crucial politizar la descarbonización [22].

Esto, en cierto modo, es una buena noticia, porque significa que en vez de estar desconectadas o, aún peor, ser contradictorias, la lucha contra el cambio climático y la lucha contra la desigualdad y por la construcción de relaciones más equitativas entre los pueblos están completamente alineadas. Por lo tanto, el abordaje técnico tiene necesariamente que ir de la mano con el abordaje político-económico.

Para lograr esto, se necesitan tomar varias medidas. En primer lugar, es imprescindible reducir los niveles de consumo ecológicamente insostenibles, particularmente en los países del Norte Global [23]. Será mucho más fácil descarbonizar una economía más reducida que una economía en perpetuo crecimiento innecesario. Discuto tres ejemplos para ilustrar cómo un abordaje meramente técnico es insuficiente si no se complementa con un abordaje político-económico que promueva la reducción en el consumo:

  • En el sector transporte: es necesario implementar medidas que desincentiven el transporte privado motorizado (carros) y más bien incentiven el transporte colectivo (trenes, buses) y no motorizado (bicicletas). Esto hará que lograr una electrificación (y por lo tanto descarbonización) sea mucho más fácil y barato. Además, la huella de carbono y huella material de un esquema basado en transporte colectivo serán menores que las de uno basado en transporte privado, aunque ambos sean totalmente electrificados, porque la producción de carros y baterías requiere de energía y materiales [24]. De este modo, el abordaje técnico (electrificación) se complementaría con el abordaje político-económico-social (promoción del transporte colectivo)
  • En el sector agrícola: se necesita promover el uso de fertilizantes orgánicos producidos a partir de compost como sustituto de fertilizantes sintéticos. Como se mencionó en una de las secciones anteriores, uno de los usos industriales más importantes del hidrógeno es en la síntesis de amoniaco, que a su vez se usa para producir fertilizantes sintéticos. La huella de carbono de estos fertilizantes es enorme. Entonces, si bien el abordaje técnico es crucial (usar hidrógeno verde en vez de gris en la síntesis del amoniaco), es igual o incluso más importante un abordaje más holístico y cuestionar la necesidad de producir la enorme cantidad de fertilizante sintético que se produce actualmente. Está bien documentado que una agricultura basada en fertilizantes orgánicos a partir de compost, aunque de rendimientos ligeramente menores, es totalmente viable y más sostenible en el largo plazo [25]. Este abordaje beneficiaría particularmente a un país como Costa Rica que importa la totalidad de sus fertilizantes, lo que lo deja a merced de eventos a nivel internacional fuera de su control [26].
  • Aunque este ejemplo no aplica a Costa Rica, es pertinente para muchos países con inviernos fríos. En el sector vivienda: es necesario promover la construcción de edificios de apartamentos (en los que el calor escapa más lentamente) en vez de casas individuales (en las que el calor escapa más rápidamente). De nuevo, el abordaje técnico (uso de hidrógeno u otro combustible con baja huella de carbono para calefacción o uso de bombas de calor) necesariamente tiene que complementarse con un abordaje más holístico que permita una reducción en el consumo mediante un cambio en ciertas prácticas sociales.

Por lo tanto, se necesita un compromiso por parte de los gobiernos, sobre todo los de los países del Norte Global, donde el consumo es particularmente alto, de promover prácticas que reduzcan drásticamente el consumo material y energético. Un primer paso, insuficiente pero necesario, sería implementar impuestos altamente progresivos, como un impuesto a la riqueza, para reducir el poder adquisitivo de los grupos más ricos de la sociedad, quienes tienen niveles de consumo y huellas de carbono ecológicamente insostenibles [27]. Esto no solo hará la parte técnica de la descarbonización más fácil, sino que también ayudará a crear sociedades más justas, al reducir la concentración de poder económico y político.

Por otra parte, para países del Sur Global como Costa Rica, vale la pena preguntarse por qué, en última instancia, se querría exportar hidrógeno verde. La respuesta parece ser porque en general no tenemos mucho dinero y necesitamos dólares para importar bienes que no producimos acá. Eso está bien, pero entonces en paralelo se debería implementar un programa ambicioso de sustitución de importaciones, para lograr producir localmente muchos de los bienes que importamos, especialmente los de importancia estratégica, como alimentos, productos médicos como vacunas, etc. [28]. Es decir, debemos construir lo que generalmente se conoce como soberanía alimentaria y tecnológica. Además, la dinámica actual a nivel global es que los países pobres tienden a exportar productos de bajo valor añadido (como materias primas), así como productos y servicios no esenciales (café, turismo, etc.) a bajo precio, muchas veces con un alto costo ambiental, y tienden a importar productos de alto valor añadido a un mayor precio (vacunas, productos electrónicos, etc.). Esta dinámica asimétrica perpetúa una dependencia terrible y es precisamente lo que permite la extracción multi-billonaria de recursos del Sur Global por parte del Norte Global y su consumo ecológicamente insostenible [29]. Claramente, como sociedad global debemos acabar con esta dinámica. Si en el futuro el hidrógeno verde tomara el papel que tiene actualmente el petróleo, ¿se habrá acabado con esta dinámica o se mantendrá, pero con otro producto?

Para poder garantizar prosperidad sostenible para sus poblaciones, Costa Rica y los países del Sur Global tienen que construir economías descarbonizadas, pero también resilientes. Tienen que construir soberanías o agencias alimentarias, energéticas, tecnológicas y monetarias [30]; es decir, construir la capacidad de producir alimentos (incluidos sus insumos como fertilizantes) [31], energía, tecnologías cruciales (como vacunas) localmente, así como disminuir y eventualmente eliminar las deudas pública y privada en monedas extranjeras [32]. Esto dotaría al país de una enorme resiliencia y protegería a la población de los efectos perjudiciales del aumento en los precios internacionales de productos esenciales que importamos, como está ocurriendo actualmente [33]. Además, tienen que librarse de la dinámica de exportación de materias primas a bajo precio e importación de productos de alto valor añadido a alto precio, así como formar alianzas Sur-Sur que les permitan avanzar estos proyectos [34]. La pregunta que nos toca responder es si es posible encajar la promesa del hidrógeno verde dentro de esta visión de un mundo más equitativo, próspero, sostenible y resiliente.

Notas y referencias:

[1] https://es.wikipedia.org/wiki/Reformado_con_vapor

[2] https://es.wikipedia.org/wiki/Electr%C3%B3lisis_del_agua

La electrólisis del agua a pequeña escala es un experimento lo suficientemente sencillo como para hacerlo en la casa y se realiza en los cursos introductorios de Química.

[3] https://www.weforum.org/agenda/2021/07/clean-energy-green-hydrogen/

[4] https://www.irena.org/newsroom/pressreleases/2022/Jan/Hydrogen-Economy-Hints-at-New-Global-Power-Dynamics

[5] https://cen.acs.org/business/petrochemicals/ammonia-fuel-future/99/i8

[6] https://energia.gob.cl/sites/default/files/estrategia_nacional_de_hidrogeno_verde_-_chile.pdf

[7] https://delfino.cr/2022/02/empresa-australiana-anuncia-interes-en-instalar-planta-para-producir-hidrogeno-verde-en-costa-rica

[8] https://semanariouniversidad.com/pais/ice-firma-carta-de-entendimiento-con-empresa-extranjera-interesada-en-construir-planta-para-producir-hidrogeno-verde/

[9] https://time.com/6098910/blue-hydrogen-emissions/

[10] https://cambioclimatico.go.cr/wp-content/uploads/2019/02/PLAN.pdf

[11] https://theconversation.com/hydrogen-cars-wont-overtake-electric-vehicles-because-theyre-hampered-by-the-laws-of-science-139899

[12] De hecho hay una empresa en Costa Rica dedicada a la construcción de pequeños barcos eléctricos: https://www.sailcargo.inc/.

[13] http://vaclavsmil.com/wp-content/uploads/2019/03/March2019.pdf

[14] https://e360.yale.edu/features/as-warming-and-drought-increase-a-new-case-for-ending-big-dams

[15] https://semanariouniversidad.com/opinion/energia-hidroelectrica-costa-rica-la-necesidad-escuchar-otras-voces/

[16] https://semanariouniversidad.com/opinion/gobierno-se-somete-a-generadores-privados-de-electricidad/

[17] https://www.brookings.edu/articles/ethanol-lessons-from-brazil/

[18] https://www.epa.gov/environmental-economics/economics-biofuels

[19] No pretendo tampoco subvalorar la importancia del aspecto técnico en la lucha contra el cambio climático. De hecho, en dos ocasiones he impartido un curso en la Escuela de Química enfocado en la Química de la Descarbonización, en el que precisamente nos enfocamos en toda la investigación científica y tecnológica asociada a la descarbonización: nuevos materiales para celdas solares, nuevos diseños para baterías, nuevos procesos para producción de biocombustibles, transmisión de electricidad eficiente, energía nuclear segura, hidrógeno verde, descarbonización de procesos químicos como producción de amoniaco, cemento, asfalto y acero, etc.

[20] https://www.bbc.com/news/science-environment-56723560

[21] https://www.currentaffairs.org/2021/11/what-would-it-look-like-if-we-treated-climate-change-as-an-actual-emergency

[22] https://semanariouniversidad.com/opinion/hay-que-politizar-la-descarbonizacion/

[23] https://foreignpolicy.com/2019/09/06/the-path-to-clean-energy-will-be-very-dirty-climate-change-renewables/

[24] La huella material y la huella de carbono asociadas a la minería de los componentes necesarios para producir vehículos eléctricos (litio, cobalto, etc.) aún no ha sido cuantificada de forma completa y exacta. Sería ingenuo pensar que sustituir todos los vehículos privados de combustión por vehículos eléctricos de baterías sin promover la colectivización del transporte es ecológicamente sostenible.

[25] https://www.fao.org/3/cb0438en/CB0438EN.pdf

[26] De hecho, en los últimos meses el precio de los fertilizantes sintéticos ha aumentado considerablemente por el aumento del precio internacional del gas natural (necesario para producir hidrógeno gris). Esto ha impactado negativamente a pequeños agricultores, que han visto los precios de los fertilizantes sintéticos duplicarse y hasta triplicarse. Un programa nacional de agroecología evitaría este tipo de eventos inflacionarios perjudiciales para los agricultores y en última instancia toda la sociedad, al dotar al país de mayor resiliencia.

[27] https://www.bbc.com/future/article/20211025-climate-how-to-make-the-rich-pay-for-their-carbon-emissions

[28] https://www.cepal.org/en/publications/47253-plan-self-sufficiency-health-matters-latin-america-and-caribbean-lines-action-and

[29] https://www.aljazeera.com/opinions/2021/5/6/rich-countries-drained-152tn-from-the-global-south-since-1960

[30] https://redmmt.cr/posts/carta-abierta-respuesta-de-africa-pandemia

[31] https://feconcr.com/agroecologia/agricultura-ecologica-comunitaria-para-la-recuperacion-de-la-autosuficiencia-productiva-y-soberania-alimentaria-en-costa-rica/

[32] https://redmmt.cr/posts/como-la-deuda-externa-socava-la-sobernia

[33] https://semanariouniversidad.com/pais/la-crisis-ucraniana-llegara-al-pais-con-aumentos-en-electricidad-gas-gasolina-y-granos/

[34] https://newint.org/features/2021/08/09/money-ultimate-decolonizer-fjf