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Etiqueta: Campeón del Mundo

Pujazon, el inmigrante andaluz que ganó seis mundiales

Gabe Abrahams

Raphäel Pujazon (1918-2000) nació en El Campillo (Huelva) en el seno de una familia muy humilde. Su padre era minero en las grandes explotaciones de cobre de Río Tinto y falleció a temprana edad por culpa de las malas condiciones laborales.

Debido a la prematura muerte del padre, la familia Pujazon tuvo que emigrar en busca de un futuro mejor a Alès, una población del sur de Francia.

El joven Raphäel Pujazon, que se había llamado Rafael hasta su llegada a Francia como inmigrante, destacó rápidamente en las carreras de ruta y de campo a través del sur del país, alcanzando la internacionalidad en 1939. Pero la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) y la ocupación nazi del territorio francés, detuvieron su progresión.

Finalizado el conflicto bélico, Raphäel Pujazon retomó sus entrenamientos, recuperó su progresión y, superando todo tipo de penurias y adversidades, consiguió dominar con gran autoridad la especialidad atlética del campo a través, tanto en Francia como a nivel internacional.

Pujazon fue Campeón de Francia de campo a través ininterrumpidamente entre 1944 y 1949 y alcanzó la gloria deportiva cuando, luciendo la camiseta francesa, se impuso en el Cross de las Naciones (denominación que recibía por aquel entonces el Campeonato del Mundo de campo a través) en las ediciones de 1946 y 1947.

A esos dos títulos de Campeón del Mundo de campo a través individual que causaron gran admiración a nivel internacional, añadió Pujazon otros cuatro títulos de Campeón del Mundo por equipos con Francia (1946, 1947, 1949 y 1950) y uno de Subcampeón del Mundo individual en 1949.

Jamás un corredor francés había conseguido hasta esa fecha tantos títulos mundiales de campo a través, contando los individuales y los de equipos. Tampoco lo ha conseguido a día de hoy ningún corredor nacido en España.

Aún tuvo tiempo y fuerzas el esforzado Raphäel Pujazon para alcanzar también la gloria deportiva en otra especialidad atlética, la pista. En el Campeonato de Europa de Oslo de 1946, celebrado el mismo año en el que consiguió su primer título mundial de campo a través, Pujazon ganó la medalla de oro en el mítico Bislett Stadium al imponerse con autoridad en la final de los 3.000 metros obstáculos.

Habituado al campo a través de aquellos años con numerosos y aparatosos obstáculos, Pujazon impuso un ritmo en la carrera que no pudieron mantener sus rivales y venció con un registro de 9:01.4. proclamándose Campeón de Europa y consiguiendo el récord de la prueba en el campeonato.

Raphäel Pujazon fue el primer atleta francés y el primer atleta nacido en España en lograr ese título. Y también fue el primer atleta nacido en España en lograr un título europeo. En el Campeonato de Europa de Praga 1978, treinta y dos años después del oro europeo de Pujazon, el marchador catalán Jordi Llopart consiguió el primer título europeo para España al vencer en la prueba de los 50 km marcha.

Las gestas internacionales de Pujazon son impresionantes: seis títulos mundiales de campo a través (1946-1950), una plata individual en la misma especialidad en 1949, un título europeo en pista (3.000 metros obstáculos) en 1946.

Raphäel Pujazon, en medio de esos éxitos, siempre recordó su origen humilde, la condición de minero de su padre y su condición de inmigrante andaluz. Nunca olvidó de dónde venía a pesar de haber llegado muy lejos como atleta.

En sus años de gloria, se desplazó a Barcelona para correr la prueba Jean Bouin en varias ocasiones, prueba que ganó en 1946 y 1949. Y, en una de ellas, ante la prensa, explicó: “Mis orígenes son muy humildes. Mi padre murió en condiciones atroces y tuve una infancia miserable; gracias al pedestrismo logré salir de la pobreza. Dominé primero en Provenza y, tras instalarme en París, seguí consiguiendo éxitos”.

Tras su retirada de la competición, Raphaël Pujazon fue monitor deportivo en la villa de Alès, población en la que el Estadio de atletismo lleva su nombre. En el año 2000, Pujazon falleció en esa misma población, rodeado de discípulos y de aficionados entregados a sus gestas.

Francia lloró su pérdida. Lloró al joven inmigrante andaluz y destacadísimo atleta que, en los duros años de la postguerra mundial, superando todo tipo de adversidades y enfundado en la camiseta de la selección francesa, logró las más grandes victorias a las que un corredor puede aspirar. En España, la tierra que le vio nacer, su figura ha pasado desapercibida.

Ken Matthews: el Campeón Olímpico que triunfó sobre el clasismo

Gabe Abrahams

Kenneth Joseph Matthews, conocido como Ken Matthews (1934-2019), fue un atleta británico que consiguió ser Campeón de Europa (1962), Campeón del Mundo (1961 y 1963) y Campeón Olímpico (1964) en la prueba de 20 km de marcha atlética. A pesar de ser uno de los más grandes marchadores atléticos de la historia, su condición de obrero le hizo padecer el clasismo de las élites británicas.

Nacido y criado en Birmingham, Inglaterra, Ken Matthews trabajó desde 1957 como electricista en una planta de energía local en Hams Hall, cerca de Sutton Coldfield, situado en el distrito de Birmingham.

Birmingham fue la locomotora de la Revolución Industrial en Gran Bretaña. La ciudad fue conocida como “el taller del mundo” o “la ciudad de los mil oficios”.

Gracias a su trabajo de electricista en la empresa de Hams Hall, Ken Matthews pudo tener una licencia para las competiciones y un lugar idóneo para sus entrenamientos de marcha atlética que le condujeron a la gloria deportiva.

Tras la jornada laboral, Matthews realizaba cada día sus entrenamientos en los circuitos de la zona de su empresa, los cuales eran perfectos para un entrenamiento específico de marcha atlética. En esos circuitos, Matthews poco a poco empezó a dar señales de que algo grande le estaba esperando. Su ritmo de marcha era cada vez más demoledor. Notaba aquello que es la señal de que un marchador o un corredor van por el buen camino. «Es difícil de explicar a la gente: tienes el ritmo en tu mente. Sabes si vas bien o no vas bien», comentaba a sus cercanos.

El talento, la tenacidad y el entrenamiento diario finalmente dieron sus frutos.

En 1959, 1961, 1963 y 1964, Ken Matthews ganó varios títulos británicos de marcha atlética. La lista de récords que logró en esos años también fue larga.

En 1961, Matthews consiguió su primer gran éxito internacional al vencer en la prueba de los 20 km de marcha atlética del Campeonato del Mundo por equipos de la especialidad, proclamándose Campeón del Mundo con Gran Bretaña.

En 1962, Ken Matthews consiguió su segundo gran éxito internacional al ganar la prueba de los 20 km de marcha atlética del Campeonato de Europa, proclamándose en esta ocasión Campeón de Europa de la distancia. Detrás suyo, llegaron a la meta dos grandes campeones: Hans-Georg Reimann (RDA) y Volodimir Golubnichi (URSS). Este último logró la victoria en los 20 km de los Juegos Olímpicos de Roma 1960 y México 1968.

En 1963, Ken Matthews repitió su éxito de 1961 en la prueba de los 20 km de marcha atlética del Campeonato del Mundo por equipos de la especialidad, cruzando la meta delante de su compatriota Paul Nihill y consiguiendo un nuevo título mundial para Gran Bretaña.

En 1964, Matthews coronó su carrera deportiva al proclamarse Campeón Olímpico en los Juegos Olímpicos de Tokyo. Tras su abandonó en la prueba de 20 km de los Juegos de Roma 1960, Matthews se prometió a si mismo que entrenaría para vengar aquella derrota. Se entrenó tenazmente en la zona de su empresa y logró alcanzar su sueño.

El electricista, el obrero de Birmingham, se impuso en la prueba de los 20 km de marcha atlética de los Juegos Olímpicos de Tokyo 1964, llegando a la meta por delante de Dieter Lindner (RDA) y Volodimir Golubnichi (URSS).

La imagen de Ken Matthews marchando dentro del Estadio Olímpico camino de la meta con gran autoridad y en medio de un público entregado ha quedado para los anales de la historia del olimpismo.

También el abrazo emocionado que se dio con su mujer, Sheila, tras concluir la prueba. Sheila pudo estar a su lado en ese momento tan especial, gracias a los trabajadores de la empresa de Matthews, los cuales realizaron una colecta y pagaron su viaje.

La victoria olímpica le supuso a Ken Matthews conseguir el oro olímpico y un nuevo Récord Olímpico de los 20 km (1:29:34).

Tras regresar a Birmingham, la principal celebración de su título olímpico que realizó Ken Matthews fue con sus compañeros de la empresa de Hams Hall, quienes le tributaron un gran recibimiento.

Por su condición de electricista y obrero, después de su victoria olímpica, Matthews también padeció el clasismo de las élites británicas. Fue el único de los cuatro medallistas de oro de Gran Bretaña en los Juegos Olímpicos de Tokyo que no recibió la condecoración MBE (Most Excellent Order of the British Empire), ligada a la realeza británica.

«Los medallistas de oro siempre reciben un MBE cuando han ganado. Los otros tres (británicos) tuvieron la suya en un par de años y a mí me dejaron sin medalla durante 13 años. No me importó, porque yo ya tenía la medalla que realmente me importaba, la de Campeón Olímpico», declaró Ken Matthews en una entrevista a la BBC News en 2004.

Después de varias protestas públicas, Matthews recibió la condecoración MBE en 1977. La injusticia duró más de una década. 

En 2011, Matthews también fue admitido en el England Athletics Hall of Fame.

Ocho años más tarde de ese último reconocimiento, exactamente el 2 de junio de 2019, el campeón europeo, mundial y olímpico Ken Matthews falleció en Wrexham (Gales) a la edad de 84 años, por culpa de una reacción alérgica. Gran Bretaña y el mundo del deporte lloraron su muerte, lloraron la pérdida de uno de los más grandes marchadores atléticos de todos los tiempos.