Gabe Abrahams
Kenneth Joseph Matthews, conocido como Ken Matthews (1934-2019), fue un atleta británico que consiguió ser Campeón de Europa (1962), Campeón del Mundo (1961 y 1963) y Campeón Olímpico (1964) en la prueba de 20 km de marcha atlética. A pesar de ser uno de los más grandes marchadores atléticos de la historia, su condición de obrero le hizo padecer el clasismo de las élites británicas.
Nacido y criado en Birmingham, Inglaterra, Ken Matthews trabajó desde 1957 como electricista en una planta de energía local en Hams Hall, cerca de Sutton Coldfield, situado en el distrito de Birmingham.
Birmingham fue la locomotora de la Revolución Industrial en Gran Bretaña. La ciudad fue conocida como “el taller del mundo” o “la ciudad de los mil oficios”.
Gracias a su trabajo de electricista en la empresa de Hams Hall, Ken Matthews pudo tener una licencia para las competiciones y un lugar idóneo para sus entrenamientos de marcha atlética que le condujeron a la gloria deportiva.
Tras la jornada laboral, Matthews realizaba cada día sus entrenamientos en los circuitos de la zona de su empresa, los cuales eran perfectos para un entrenamiento específico de marcha atlética. En esos circuitos, Matthews poco a poco empezó a dar señales de que algo grande le estaba esperando. Su ritmo de marcha era cada vez más demoledor. Notaba aquello que es la señal de que un marchador o un corredor van por el buen camino. «Es difícil de explicar a la gente: tienes el ritmo en tu mente. Sabes si vas bien o no vas bien», comentaba a sus cercanos.
El talento, la tenacidad y el entrenamiento diario finalmente dieron sus frutos.
En 1959, 1961, 1963 y 1964, Ken Matthews ganó varios títulos británicos de marcha atlética. La lista de récords que logró en esos años también fue larga.
En 1961, Matthews consiguió su primer gran éxito internacional al vencer en la prueba de los 20 km de marcha atlética del Campeonato del Mundo por equipos de la especialidad, proclamándose Campeón del Mundo con Gran Bretaña.
En 1962, Ken Matthews consiguió su segundo gran éxito internacional al ganar la prueba de los 20 km de marcha atlética del Campeonato de Europa, proclamándose en esta ocasión Campeón de Europa de la distancia. Detrás suyo, llegaron a la meta dos grandes campeones: Hans-Georg Reimann (RDA) y Volodimir Golubnichi (URSS). Este último logró la victoria en los 20 km de los Juegos Olímpicos de Roma 1960 y México 1968.
En 1963, Ken Matthews repitió su éxito de 1961 en la prueba de los 20 km de marcha atlética del Campeonato del Mundo por equipos de la especialidad, cruzando la meta delante de su compatriota Paul Nihill y consiguiendo un nuevo título mundial para Gran Bretaña.
En 1964, Matthews coronó su carrera deportiva al proclamarse Campeón Olímpico en los Juegos Olímpicos de Tokyo. Tras su abandonó en la prueba de 20 km de los Juegos de Roma 1960, Matthews se prometió a si mismo que entrenaría para vengar aquella derrota. Se entrenó tenazmente en la zona de su empresa y logró alcanzar su sueño.
El electricista, el obrero de Birmingham, se impuso en la prueba de los 20 km de marcha atlética de los Juegos Olímpicos de Tokyo 1964, llegando a la meta por delante de Dieter Lindner (RDA) y Volodimir Golubnichi (URSS).
La imagen de Ken Matthews marchando dentro del Estadio Olímpico camino de la meta con gran autoridad y en medio de un público entregado ha quedado para los anales de la historia del olimpismo.
También el abrazo emocionado que se dio con su mujer, Sheila, tras concluir la prueba. Sheila pudo estar a su lado en ese momento tan especial, gracias a los trabajadores de la empresa de Matthews, los cuales realizaron una colecta y pagaron su viaje.
La victoria olímpica le supuso a Ken Matthews conseguir el oro olímpico y un nuevo Récord Olímpico de los 20 km (1:29:34).
Tras regresar a Birmingham, la principal celebración de su título olímpico que realizó Ken Matthews fue con sus compañeros de la empresa de Hams Hall, quienes le tributaron un gran recibimiento.
Por su condición de electricista y obrero, después de su victoria olímpica, Matthews también padeció el clasismo de las élites británicas. Fue el único de los cuatro medallistas de oro de Gran Bretaña en los Juegos Olímpicos de Tokyo que no recibió la condecoración MBE (Most Excellent Order of the British Empire), ligada a la realeza británica.
«Los medallistas de oro siempre reciben un MBE cuando han ganado. Los otros tres (británicos) tuvieron la suya en un par de años y a mí me dejaron sin medalla durante 13 años. No me importó, porque yo ya tenía la medalla que realmente me importaba, la de Campeón Olímpico», declaró Ken Matthews en una entrevista a la BBC News en 2004.
Después de varias protestas públicas, Matthews recibió la condecoración MBE en 1977. La injusticia duró más de una década.
En 2011, Matthews también fue admitido en el England Athletics Hall of Fame.
Ocho años más tarde de ese último reconocimiento, exactamente el 2 de junio de 2019, el campeón europeo, mundial y olímpico Ken Matthews falleció en Wrexham (Gales) a la edad de 84 años, por culpa de una reacción alérgica. Gran Bretaña y el mundo del deporte lloraron su muerte, lloraron la pérdida de uno de los más grandes marchadores atléticos de todos los tiempos.