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Etiqueta: capitalismo

Criminalidad: ¿Esencia del capitalismo neoliberal?

El Programa Alternativas invita a su nuevo espacio “Criminalidad: ¿Esencia del capitalismo neoliberal?”, el 6 de agosto del 2021 a las 6:00 p.m., se contará con la participación de:

  • Óscar Madrigal
  • Jorge Arturo Montoya
  • María José Masís Méndez
  • Dany Villalobos
  • Jorge Coronado

El programa se podrá sintonizar por medio de Facebook Live o Radio16 1590 AM.

Capitalismo y alternativas – conferencia sobre libro de Piketty

Compartimos la invitación para participar de la conferencia sobre el último libro de Thomas Piketty «Capitalismo e ideología». En esta ocasión se analizarán las contradicciones socio políticas del capitalismo.

Se contará con la participación de:

  • Dra. Nancy Piedra Guillén, moderadora.
  • Dr. Roberto Ayala
  • Dr. Guillermo Navarro Alvarado

Día: lunes 21 de junio

Hora: 4 p.m.

Transmisión

  • WebT.V Facultad de Ciencias Sociales
  • Facebook live Facultad de Ciencias Sociales

Post-pandemia: ¿Auge del neoliberalismo del desastre o de un mundo más justo e inclusivo?

Luis Fernando Astorga Gatjens

En el año 2007, la escritora y periodista canadiense Naomi Klein publicó el profundo y esclarecedor libro «La doctrina del shock: El auge del capitalismo del desastre».

En su valiosa obra, la escritora analiza cómo el capitalismo en esta etapa neo-liberal, aprovecha las situaciones de desastre en las sociedades y países, para a partir de los escombros, impulsar sus proyectos de privatización económica y de reducción al mínimo el rol de los Estados. Tales desastres pueden que sean fruto de la acción de la naturaleza como tsunamis, inundaciones, terremotos, incendios, erupciones volcánicas o cualquier otro evento natural destructivo. O bien, pueden ser conflagraciones provocadas por la acción de seres humanos. Entre las que podemos citar invasiones, golpes de Estado, guerras y desplazamientos humanos.

Klein destaca la trinidad política de los Estados y empresas que se aprovechan de tales desastres para llevar las aguas sus molinos neo-liberales: 1) La eliminación del rol público del Estado, 2) La absoluta libertad de movimientos de las empresas y 3) Un gasto social prácticamente nulo. Tal es el sueño, propósitos y acciones de la plutocracia neo-liberal, aquí en Costa Rica y en cualesquiera otro país del orbe.

El principal ideólogo de esta doctrina fue Milton Friedman, el más destacado de los llamados «Chicago´Boys”, quien ha dejado una profunda impronta en el capitalismo de nuestros días. Es sin lugar a dudas el más esclarecido promotor del capitalismo del desastre.

Después del golpe de Estado que encabezó Augusto Pinochet contra Salvador Allende en 1973, Chile vivió un largo periodo de dictadura y represión; es decir de desastre político y social, si lo miramos desde la perspectiva de Naomi Klein. A esos escombros de la democracia chilena, llegó como un buitre Friedman para convertirse en un influyente consejero del dictador.

«Aconsejó a Pinochet que impusiera un paquete de medidas rápidas para la transformación económica del país: reducciones de impuestos, libre mercado, privatización de los servicios, recortes en el gasto social y una liberalización y desregulación generales. Poco a poco, los chilenos vieron cómo sus escuelas públicas desaparecían para ser reemplazadas por escuelas financiadas mediante el sistema de cheques escolares. Se trataba de la transformación capitalista más extrema que jamás se había llevado a cabo en ningún lugar…».

En Chile, en ese triste periodo, se aplicaron una sucesión de shocks que marcaron la vida del pueblo. La Constitución pinochetista de 1980 va a definir y moldear el modelo de sociedad durante cuatro décadas. Ese modelo mostró su agotamiento con el estallido social, en el reclamo de Constituyente, con el referéndum ganado por los detractores de ese estado de cosas en el que se acrecentó la desigualdad social y se concentró la riqueza en escasas manos y, más recientemente, con las elecciones que dieron la espalda, principalmente, a los partidos que impulsaron –con distinto alcance y profundidad– la agenda neoliberal.

En el libro, la autora cuestiona con sólidos argumentos que el triunfo del capitalismo nace de la libertad y que el libre mercado desregulado va de la mano de la democracia. En lugar de eso, afirma Klein, que «… esta forma fundamentalista del capitalismo ha surgido en un brutal parto cuyas comadronas han sido la violencia y la coerción, infligidas en el cuerpo político colectivo así como en innumerables cuerpos individuales».

Una de las expresiones más contrastantes de esta forma de capitalismo es la exorbitante concentración de la riqueza y el incremento de la pobreza y la desigualdad social. Y en esta América Latina que sufre los estragos de la pandemia de la covid-19, lo estamos observando con creciente estupor.

Las cifras hablan por sí mismas: el número de personas en situación de pobreza —como lo han documentado distintos organismos regionales e internacionales— no ha dejado de crecer en los últimos meses, ganándole terreno a la todavía incipiente clase media. Mientras tanto y en brutal contraste: los más ricos han logrado agrandar aún más sus ya de por sí abultadas fortunas.

Según el reportaje de Ignacio Fariza («El País»): «Los últimos datos de la revista Forbes son nítidos: en América Latina y el Caribe —la región más desigual del mundo— el número de milmillonarios se ha disparado un 40% desde el inicio de la pandemia. A principios de 2020, cuando el virus acababa de irrumpir y aún nadie podía imaginar lo que estaba por llegar, eran 76 los latinoamericanos que tenían 1.000 millones de dólares (820 millones de euros) o más en activos, con un patrimonio conjunto de 284.000 millones de dólares. En la lista de 2021, publicada en marzo, sumaban 105, con 448.000 millones acumulados. Y en la última actualización de mediados de mayo ya eran 107 con un patrimonio conjunto de 480.000 millones.»

Si esto acontece mientras enfrentamos la devastadora pandemia, ¿Qué podrá suceder cuando ésta se empiece a superar y tengamos que pasar revista a los escombros dejados por el desastre sanitario, económico y social en el planeta?

Los discípulos de Friedman (de aquí y acullá) desde ya se frotan las manos por los pingües negocios que harán, anunciando una reconstrucción desde cero. No verán el desastre post-covid como un momento de reconstrucción, a partir del fortalecimiento de lo público en salud, educación, en seguridad social, en comunicación humana, en promoción del empleo y desarrollo inclusivo. No. Lo verán como una oportunidad de incrementar sus ganancias, de reafirmarse en su mezquindad y egoísmo sin límites.

Lo vaticinios de Klein nos sirven para prever un futuro post-pandémico sombrío para nuestras sociedades y la humanidad, pero también nos pueden servir para darle todo el peso a la inmensa mayoría que somos, con el fin de ponerle freno al neoliberalismo, en todas sus expresiones, y construir sociedades más justas e inclusivas; sin duda más humanas.

(1 de junio, 2021)

Una nueva época

Por Esteban Beltrán Ulate. Profesor

Las contradicciones del capitalismo desencadenan crisis humanas y más recientemente desequilibrios en el entorno natural de escala global. En este escenario emerge como condición necesaria los sacrificios que se revelan connaturales del sistema hegemónico, supresión de: productos elaborados, fuerzas productivas y medios naturales.

Debo reconocer que discrepo de la visión lineal de la historia como progreso, incluso, discrepo de la concepción sobre el capitalismo como sistema que se agota y que tiende inevitablemente a la autodestrucción de manera natural. Considero que el mismo sistema capitalista muta según las condiciones del entorno social, y que se mantiene bajo la lógica moderna de colonialismo, patriarcado, y control epistémico. En esta dinámica los sacrificios del sistema imperante son una condición necesaria del mismo, sin embargo, siendo los grupos vulnerables aquellos que son los “desposeídos-productores” según la pirámide de retención capitalista, a esto debe sumarse el grito de la Tierra como resultado de los sacrificios que atentan contra el equilibrio de la vida.

La pandemia por la COVID-19 desvela los sacrificios que requiere el sistema capitalista en nuestro días, para continuar en funcionamiento. por medio de la pandemia, se ha revelado el sacrificio de productos, fuerzas y medios naturales, siendo las zonas del Sur Global (parafraseando a Boaventura de Sousa Santos) las más vulnerables. La desigualdad internacional de las vacunas es un resultado de la desigualdad internacional instalada en el sentido común neoliberal; lo anterior encuentra eco en la situación que acontece en estos momentos en países que sufren una catástrofe humanitaria como la India.

El capitalismo ingresa a una fase digital, pero sigue funcionando bajo la misma fórmula. Esta fase digital no está enraizada en todo el Planeta, sin embargo, desde las zonas donde lo digital está instalado se configura un modo de operar con aspiración a lo universal, incluso al mundo no digital. Las tensiones entre Centro-Periferia ahora se descubren entre lo Digital-NoDigital, los Vacunados-NoVacunados. Así, con estas líneas invisibles se trazan las nuevas fronteras del mapa mundi de la desigualdad.

Frente a a crisis de las vacunas que es la condición sacrificial del capitalismo en nuestros días, los grupos sociales que empujan la historia hacia una transformación, deben plasmar alternativas desde diversas áreas y dimensiones de la sociedad, sin pretender una respuesta única que atienda a la problemática que es global e histórica. Crear alternativas contra el gobierno, desde el gobierno y desde fuera del gobierno, propiciar alternativas desde los pueblos, desde los ausentes, desde la vida natural misma.

De manera concreta, en el aquí y ahora inmediato, frente al sacrificio planetario que vivimos, los grupos de alternativa en todo el mundo, debemos clamar por liberarnos del “vacunicidio” que afrontamos, nuestra aldea global tiene mecanismos para frenar la aceleración del virus y el incremento de muertes, tiene la posibilidad de convocar a una liberación temporal de patentes de las vacunas contra la COVID-19, tal como lo ha expuesto Stephen Cornish (Médicos sin Fronteras), debate ampliamente expuesto en diferentes países del mundo; como comunidad mundial existe la posibilidad de decirle a las grandes empresas farmacéuticas detengan la retención de ganancias a costas de la vida humana.

De la mano de esta acción en favor de la vida humana, debe encarnarse la adopción de prácticas regionales que permitan resistir a los embates de la pandemia y post-pandemia, en este sentido, los conocimientos populares y autóctonos de las regiones que aún coexisten de manera minimizada en un ambiente mundial capitalista serán necesarios consejeros. La solución no está en retroceder la historia previo al desarrollo del capitalismo, sino en trascender la historia, o para ser más humildes, servir de puentes al nuevo tiempo, donde la esperanza que nos anima, nos inspira a pensar una sociedad planetaria global que conviva en una casa común, donde la naturaleza no sea una pertenencia sino nuestra relación, donde lo patriarcal sea una mínima expresión en desuso, donde el colonialismo sea un relato de libros solamente y donde el capitalismo sea obsoleto frente a nuevas formas, plurales de economías, que permitan una vida digna para todos y todas. La pandemia que afrontamos es una difícil lección que enfrentamos como humanidad, que marcará en conjunto con otros eventos el paso de la humanidad a una nueva época, el futuro lo escribimos ahora.

#8M2021 ¡Contra el virus del patriarcado y el capitalismo, la vacuna del feminismo y la solidaridad!

8 de marzo de 2021 – Día de las Mujerxs Trabajadoras – Llamado de Acción Global de La Vía Campesina

(Harare 25 de febrero 2021)

Este 8 de marzo 2021, articuladxs en nuestra diversidad, y en una sola voz, afirmamos ¡Contra el virus del patriarcado y el capitalismo, la vacuna del feminismo y la solidaridad!, a la vez que resaltamos el rol fundamental de las mujerxs del campo, y del campesinado en su conjunto, como primera línea en la producción de alimentos agroecológicos y saludables que sustentan la vida, y representan entre el 60 y el 70% de la producción mundial.

Al cumplirse 25 años de la construcción colectiva de la Soberanía Alimentaria, ésta es nuestra vía concreta y sostenible frente a las distintas crisis que hoy vivimos, necesitamos acabar con la violencia sistémicamente del capitalismo y del patriarcado, que hoy vulneran principalmente los derechos de las mujerxs, diversidades, de la niñez, y la clase trabajadora, excluyéndolos incluso, del acceso público y gratuito a una vacuna, que debería ser considerada así como la alimentación un derecho humano. Tal como lo defendemos en nuestro llamado internacional ¡Por el Derecho a la Salud pública y gratuita para todas las poblaciones!

En el mundo el rol político, social y económico de las mujerxs es vital, más aún en medio de esta pandemia, y seguimos recibiendo salarios más bajos, estamos en la informalidad, precarizadas, explotadas, somos migrantes, madres solteras, trabajadoras agrícolas, pescadoras, pastoras, que tenemos menor acceso a la tierra, a la tecnología, y a políticas públicas de salud, protección contra la violencia, educación y cultura. El mayor obstáculo al que nos enfrentamos en el campo es la falta de acceso a medios de producción como la tierra. En el mercado, las mujeres apenas poseemos el 1% de las tierras y aun así tenemos el reto de seguir garantizando la alimentación y cuidado de comunidades, familias y del mundo en condiciones de desigualdad política, económica y social.

En ese sentido, en esta jornada también exigimos a los Estados implementar la Declaración de la ONU sobre Derechos Campesinos y de otras personas que trabajan en zonas rurales (UNDROP, por sus siglas en inglés). Donde se reconoce a las mujeres y al campesinado como «sujetxs de derecho. Esta Declaración de las Naciones Unidas es un instrumento estratégico para fortalecer las luchas y propuestas de los movimientos rurales. Además, sienta una jurisprudencia y una perspectiva jurídica internacional para orientar la legislación y las políticas públicas en todos los niveles institucionales en beneficio de quienes alimentan al mundo.

El modelo del agronegocio imperante está estandarizado por el poder económico de la agroindustria, son las grandes corporaciones multinacionales las que controlan que se va a producir, qué comemos, cuánto comemos y el precio de lo que comemos, hacen lobbys con gobiernos, e incluso con organismos multilaterales, tal como hemos venido denunciando con la Cumbre de la Alimentación organizada por la FAO para este año, y cuyo objetivo es seguir acaparando aún más el mercado de la alimentación. Esta dinámica genera altas ganancias para las corporaciones, y costos gravísimos para la salud de las sociedades y del planeta.

A lo largo de la historia las mujerxs luchamos por ser sujetas de transformaciones, de movilización y concientización, es así que como La Vía Campesina saludamos todas las luchas y compañeras que resisten en la India, Colombia, Chile, Venezuela, Cuba, Kurdistán, Palestina, las zapatistas, las mujeres diversas organizadas en la Marcha Mundial de Mujeres y otras redes amigas, que están participando activamente de los cambios que precisan nuestras sociedades, por justicia y dignidad para las mayorías.

Movilízate:

Este 8 de marzo, como cada Día de las Mujeres trabajadoras, llamamos a nuestras organizaciones miembros, aliados y amigxs a conspirar desde todos los espacios donde estemos, en nuestras comunidades, calles, plazas, mercados, escuelas y trabajos, cuidando de la vida, sigamos denunciando y movilizando conciencias, presionando para que los estados se comprometan con las luchas históricas de las mujerxs de los campos y las ciudades.

¡Contra el virus del patriarcado y el capitalismo, la vacuna del feminismo y la solidaridad!

Envíen sus comunicados, fotografías, videos a lvcweb@viacampesina.org.

¡Amplifica nuestra voz, reproduce y comparte nuestros materiales!

Para descargar afiche oficial 2021 y materiales de comunicación para redes sociales, también puedes hacer tu afiche en tu lengua local encontrarás una versión en blanco, todo disponible aquí.

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El avance del fascismo en Estados Unidos, ¿Se ha interrumpido con la derrota electoral de Trump?

Vladimir de la Cruz

El fascismo, el nazismo y el nazi fascismo se desarrolla y ubica en tiempo histórico, en términos generales, a partir del inicio de la década de 1920, con el ascenso de Benito Mussolini al Poder en Italia, y luego con el ascenso, desde finales de esa misma década, de Adolfo Hitler en la Alemania.

Su etapa de fortalecimiento, y visión expansionista sobre el mundo, fue la década de 1930 y de avance sobre Europa, proyectado a acabar con la Unión Soviética, entonces la única región que construía un modelo político y económico alterno al capitalismo.

El surgimiento de este modelo político, de este ideario político ideológico, repercutió organizacionalmente, y por simpatías e identificaciones con esos movimientos políticos, especialmente en Alemania, y en Italia, en otros países, continentes y regiones. En Costa Rica, proyectado a Centroamérica, a finales de la década de 1920 se constituyó el Comité Fascista de Costa Rica y de Centro América, bajo el impulso de la Embajada de Italia.

La década del 30, con el desarrollo de la República Española, y la situación causada por las elecciones de 1936, que originan la Guerra Civil Española, con brigadas internacionales en defensa de la República Española, su derrota en 1939, y el ascenso de Francisco Franco al poder, quien fuese aliado estratégico de Hitler y Mussolini, en el desarrollo de la II Guerra Mundial, fortalecieron esos movimientos fascistas en diversas partes del mundo.

Las relaciones diplomáticas entonces existentes con Italia como con Alemania, hacían que sus Delegaciones tuvieran influencia activa en los gobiernos y en los gobernantes, sobre todo cuando con motivo de las relaciones económicas, especialmente con Alemania, habían lazos fuertes, como en el caso de Costa Rica, que Alemania ocupaba el tercer lugar en esas relaciones, y repercutía para que el Gobierno de León Cortés, 1936-1940, fuera en la práctica un aliado, simpatizando con Hitler, y con la Alemania Nazi.

Aparte de estos movimientos fascistas o nazistas, desde 1917, con motivo del triunfo de la Revolución Rusa y luego de la constitución de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, en 1922, surgieron a escala planetaria movimientos y organizaciones anticomunistas, que a los efectos prácticos, se convertían en aliados estratégicos del movimiento ascendente del fascismo y el nazismo cuando sus objetivos se clarificaron en avanzar hacia la Unión Soviética y acabar con su sistema económico político.

Estados Unidos no fue la excepción a este tipo de movimientos y organizaciones, amparados a una tradición de organizaciones racistas que venían desde el siglo XIX, como la sociedad terrorista Ku-Klux-Klan.

En vísperas de la II Guerra Mundial ya actuaban en Estados Unidos las organizaciones fascistas Camisas Plateadas, el Bund Germano Norteamericano, el Frente Cristiano, que dirigía el pastor Cougling, y la organización America First, que dirigía Gerald Smith, éste muy similar al movimiento que impulsó Donald Trump.

Al iniciar la II Guerra Mundial hubo en Estados Unidos quienes plantearon la posibilidad de establecer una “dictadura fascista disfrazada”.

Este fascismo estadounidense tendría sus propias características y particularidades.

En 1962 el periodista norteamericano Mike Newberry enfatizaba que eso había surgido con el fortalecimiento de los militares en la política norteamericana, con “guerras de guerrillas racistas”, avaladas por el Gobierno y la CIA, por el fortalecimiento del Poder Ejecutivo de poder declarar la guerra de manera unilateral, por la eliminación, en ese momento, de ciertas prerrogativas del Congreso, las medidas que se tomaron de restricción de libertades públicas, como la de expresión, y de las libertades civiles, como las establecidas en las leyes Smith y McCarran, la famosa Comisión de Actividades Antinorteamericanas, del Senador McCarthy, que originó la persecución más grande de ciudadanos norteamericanos, en la década de 1950, llevándolos incluso a la pena de muerte, estableciendo de esa manera un régimen dictatorial vestido de democracia, lo que sigue siendo una clave para entender mucho de lo que sucedió bajo el gobierno de Donald Trump, con el apoyo tácito que daba a organizaciones racistas y a actuaciones policiales altamente represivas en ese sentido, estimulando las acciones salvajes y desmedidas de sus seguidores, de calificar negativamente y como delincuentes a quienes se le oponían o criticaban.

En la década de 1930 hubo tendencias en Estados Unidos de interrumpir las relaciones internacionales, y las de tipo cultural, así como Trump tendió a sacar a Estados Unidos de instituciones internacionales, y de romper su presencia en la globalización económica que también habían impulsado a construir.

Como en la década del 30, Trump concentró su interés en fortalecerse en los Estados más atrasados políticamente de los Estados Unidos, con población bastante analfabeta en lo político, conservadora por su militancia en el Partido republicano y por la influencia de las corrientes religiosas no católicas, especialmente las pentecostales.

Trump a diferencia de Hitler ya tenía un Estado, el de la Unión, unificado en todo sentido, en cierta forma un Estado Autoritario, militarizado, policialmente fuerte, con mecanismos aptos para desarrollar formas terroristas y despóticas del ejercicio de Gobierno. Desde 1961, cuando el Presidente Eisenhower, dejó el Gobierno, advirtió del surgimiento del llamado complejo industrial militar, advirtiendo en cierta forma el peligro que eso podía contener para el Estado norteamericano, en cuanto a la alianza de los sectores productivos para el Ejército y las guerras con los grupos o camarillas gobernantes en Estados Unidos. El Senador Ralph Flanders, en esa época, llamó la atención sobre el sacrificio que se estaba haciendo de “perder” la libertad y de convertir el modo de vida norteamericano en un “modo de vida de un Estado cuartel”.

A los radicales políticos de la derecha en Europa y en otras partes del mundo les llaman fascistas, mientras en Estados Unidos, tan solo radicales de derecha, o la derecha. Lo vimos en las últimas campañas electorales, desde Hillary Clinton, usando el término de derecha para acusar a Trump o al Partido Republicano, mientras Trump acusaba fuertemente al Partido Demócrata de Socialistas y a los demócratas hasta de “comunistas”, procurando construir ese escenario de guerra fría interno y de revivir esas tradiciones fascistas en los Estados Unidos.

Para Trump socialista o comunista, en esta campaña electoral, fueron aquellos que se oponían a su ideal de americanismo, de Estados Unidos Primero, de los que podían amenazar la integración y la inviolabilidad de la Suprema Corte, de allí su urgencia de nombrar la última magistrada electa, de los que cuestionaban la salida que había hecho de organismos internacionales de la ONU, de los que se oponían a las formas despectivas y racistas de referirse a comunidades de personas, de trabajadores, de inmigrantes, de los que se oponían a la construcción de Muro en la frontera, de los que se oponían a la forma de denigrar a quienes no eran norteamericanos blancos, a los que defendían los programas sociales, especialmente el de salud, que se había tratado de impulsar desde la Administración Obama, o los que reclamaban la mala política seguida por el gobierno Trump para atender la pandemia del COVID 19, que de alguna manera su desinterés era a la vez una forma de llevar una limpieza étnica, en el interior de los Estados Unidos, por la afectación hacia los grupos más vulnerables para contraer el virus, latinos, negros, afrodescendientes, inmigrantes, pobres, personas excluidas en la realidad de sistemas y asistencias de salud.

Quienes así actuaban, desde el pasado hasta Trump, habían copado también las estructuras de la economía y de los negocios en Estados Unidos, lo que les daba presencia, legitimidad y hasta respetabilidad. Por ello la presencia de Trump, y su continuismo, era no solo un grave peligro sino una gran amenaza a la propia dinámica de la vida democrática en Estados Unidos.

Con Trump el extremismo racista cobró fuerza, se avivó. El odio y la intolerancia se izaron con fuerza, se metieron en toda la sociedad norteamericana, en todos los Estados, con distintos grados de intensidad, resquebrajando la estructura del edificio político e institucional de los Estados Unidos. Por ello no son tan casuales los discursos, desde la toma de posesión, que ha hecho y ha venido haciendo el Presidente Biden, para enfrentar esta tendencia y estos movimientos fascistas y racistas en la sociedad norteamericana.

Con la decisión del Senado norteamericano, negándose a enjuiciar a Trump, le envalentonó, lo fortaleció en su liderazgo personal sobre la masa de 70 millones de personas que votaron por él, más que por el Partido Republicano, convirtiéndolo en un líder, que no ha dejado de valorar la posibilidad de seguir actuando en política para volver a luchar la Presidencia en el 2024, salvo que los juicios, al margen de los escenarios políticos del Congreso y del Senado, le puedan causar algún grado de inhabilitación política.

El extremismo político trumpista es la nueva forma del neonazismo y del neofascismo en Estados Unidos. Las repercusiones de su movimiento tendrán sus alcances en otras latitudes y países. Este no es un movimiento exclusivo de los Estados Unidos, mientras Donald Trump lo aliente. La amenaza fascista sobre Estados Unidos nos amenaza a todos, especialmente a los que estamos más cerca, como países, de los Estados Unidos. Ya en Europa hay movimientos fascistas bien desarrollados, en distintos países. La tendencia peligrosa en este sentido es la constitución de una Organización Internacional neofascista que impulse esos movimientos a nivel mundial, cuando las fuerzas democráticas mundiales, y sus partidos políticos principalmente, están dispersas y desunidas en ese mismo sentido.

Si el fascismo acarrea la guerra el neofascismo en Estados Unidos es igualmente una grave amenaza para estimular las guerras. El retorno al hegemonismo mundial militar de los Estados Unidos por Biden podría ser una peligrosa manifestación de esos intereses neofascistas incrustados en el aparato militar norteamericano, y el complejo industrial militar que sigue teniendo una gran fuerza y presencia en Estados Unidos. El fortalecimiento de la OTAN y su retorno a ese organismo, por parte de Estados Unidos, presagia posibilidades de conflictos en la disputa por áreas de influencia en Europa, como las disputas con la República Popular China, por su presencia en las relaciones económicas internacionales, por la proyección de su nueva ruta de la seda, por su cada vez mayor proyección en Asia, y en el Mar de China, o las disputas con Rusia que se tratan de estimular, poniendo tensión en las relaciones internacionales. De esa forma el trumpismo tiene sus vasos comunicantes con la actual Administración Biden.

Los bloques militares, las bases militares, las provocaciones militares para crear conflictos artificiales, que favorezcan la industria de la guerra, la presencia militar norteamericana allí donde están, Afganistán, Siria, Irak o Guantánamo, las agresiones de diversa manera a los puntos sensibles existentes como, Corea del Norte, Cuba, Venezuela o Nicaragua, dentro de la óptica de las relaciones de Estados Unidos, seguirán. El rearme nuclear del actual gobierno norteamericano ha obligado a Rusia a mantener la producción de misiles de largo alcance.

Lo más importante es el desplazamiento de los Estados Unidos del escenario internacional, y de las relaciones económicas, que va a ser la clave en la definición de este panorama que empieza a perfilarse hacia los próximos cuatro años.

Con Trump presionando en el interior de los Estados Unidos, se alimentarán estas tendencias fascistas, de derecha y conservadoras, como también gustan llamarlas, en Estados Unidos. Dentro del Partido Republicano la lucha interna de Pro Trump y Anti Trump se agudizará. Por ahora Trump tiene su presencia bien ganada.

Con Biden no se ha acabado el peligro de la existencia de movimientos fascistas importantes en Estados Unidos. Está empeñado en derrotarlos, en golpearlos, en limitarlos, en reducir su influencia. ¿Cuánto? Ya veremos.

Si a Kennedy lo mataron los fascistas y ultraderechistas de su época, su asesinato mostró la forma, en ese momento, de dar un cambio de timón en el Gobierno, de dar un golpe de estado a lo gringo. Algo así quiso hacer Trump con su Marcha sobre Washington, al estilo fascista de la de Mussolini, el pasado 6 de enero.

Ese golpe de estado a lo Trump sigue vigente mientras él mantenga que su triunfo electoral le fue robado y que el gobierno de Biden es ilegítimo por su origen fraudulento. Desde la finalización de la II Guerra Mundial el fascismo en Estados Unidos empezó a desarrollarse y a crecer.

Trump, como un Frankenstein actual, encarna esta figura monstruosa del nuevo líder fascista de los Estados Unidos.

El Perú en la Generación Hormonal

Macv Chávez

Noviembre del 2020 se había enardecido con los gritos históricos de un numeroso grupo de jóvenes, uno que se hacía llamar la “generación equivocada”, aunque yo les digo con toda razón la generación hormonal, por no decir estúpida, porque la rabia descargada en su marcha “por la libertad” no fue más que muestra de la impotencia sufrida durante el encierro y la prohibición de sus gustos personales, porque penosamente salieron con un supuesto ideal de la defensa de la democracia, como si fueran los Sócrates de nuestro tiempo, quien sí murió en defensa de la democracia y cambió la historia de la humanidad, no como los borregos o tontos útiles de la generación hormonal, los que son incapaces de comprender que la historia marcará entre sus páginas que respondieron -directa o indirectamente- al llamado patriótico de unos oportunistas, encabezado por la no reconocida exprimera dama de la nación: Richard Swing, quien desde antes de la vacancia incitaba a la masa hambrienta a defender al genocida de Vizcarra, seguido del elegido de la prensa mermelera: Julio Guzmán, quien no fue capaz de defender a la trampa ante un posible incendio, seguido de Verónica Mendoza, una hambrienta de poder incapaz de asumir que congeniaba con la idea de país llamado Cuba o Venezuela, porque -según ella- dice que el capitalismo no sirve, cuando ahora la vemos usando la tecnología comercializada por el capitalismo para intentar saciar su hambre de poder, al igual que ese sujeto que fue presidentes de muchos desesperados: Ollanta, a aquel que siempre llamé un pobre diablo, porque empezó como radical para terminar siendo un fans de Sally que canta “pisao, pisao, me tienen pisao”, junto a uno que felizmente ya sacaron de la contienda electoral, porque era otro incompetente, aunque en sí, finalmente todos son unos incompetentes para gobernar un país tan rico en naturaleza y tan pobre en pueblo, porque la pobreza de su pueblo fue la que salió a defender a un genocida bajo escusas estúpidas: “defensa de la democracia”, “pero ya va a terminar su gobierno”, “estamos en tiempos de pandemia o emergencia sanitaria”, entre otros que no podías contradecir, porque ya eras visto como ”renegado”, “pobre diablo”, “resentido social”, “fracasado”, “quejoso”, “envidiosos”, entre otros cientos de términos que condujeron a los mediocres de la nación a insultarme, amenazarme y maldecirme, tanto a mí como a mi familia de muerte y deseando la muerte con el virus, algo que me daba lástima de leer, porque penosamente tenía que aceptar una realidad: era gente que había renunciado a ser persona, no tenía conciencia de la vida y menos de su ser, por ende, solo eran borregos que hacían caso a sus amos, porque “Vizcarra fue, es y será siempre un genocida”, y la verdad me dio la razón, así que estaré esperando sus disculpas, borregos hormonales, pero no palabras, ah, que mi hígado algún día se enfermará y cuesta caro, por ende, espero sus solicitud de disculpas con depósitos en cuenta bancaria, para medir su arrepentimiento, porque sus insultos y amenazas pusieron en auge los nervios de los míos.

Pero bueno, finalmente ese grupo de gente me da pena, al mismo tiempo que me da asco, y por eso empecé a decir: “Me apesta la humanidad, huele a muerte”, porque penosamente esa es la realidad humana que existe ahora, gente muerta, gente que ha renunciado a ser persona, simplemente porque es incapaz de tener conciencia, incapaz de ver más allá que de las órdenes de su amo, porque es quien le da de comer de alguna forma, porque toca sobrevivir: como lo hacen los oportunistas, para “vivir” sin sufrir tanto, como lo hacen los pobres y miserables cojudos que no son inteligentes como ellos, diría más de uno del mundo de la cultura, y lo más probable es que lo digan en su subconsciente, que es más consciente que su ser, y que debe estarle gritando: “resucita imbécil” en más de una ocasión, simplemente porque es gente que con demasiada inteligencia actúa como la masa ignorante: “confunde tener idea de algo con un ideal”, algo que me produce risa y vergüenza, porque es sarcástico y humillante, como uno de mis chistes mal contados, donde es necesario reflexionar para comprenderlo, cosa de la que carece ese grupo, porque simplemente son soberbios del conocimiento: gente con demasiada información acumulada que los endiosa, porque fue esa información que me llevó a admirarlos por su capacidad mental y capacidad de lectura hasta el punto de mostrarles respeto y mi admiración, porque son capacidades que yo no tengo, y no me da vergüenza decirlo, no por soberbio, sino porque es una verdad innegable y es una capacidad admirable, porque ya me gustaría tener toda la información que esos almacenan en su cabeza, creo que podría reflexionar mejor sobre la humanidad; y no me da vergüenza reconocer mis falencias, ni tampoco decirlo me hace ni más ni menos, aunque sí me aleja del grupo de animales sobrevivientes que son esta gente intelectual, con los que he peleado más de una vez gracias a su incapacidad de razonar; cosa que me lleva a decir que el mayor problema que atraviesa el Perú es la mediocridad, con esa gente incapacitada para razonar, porque ya quemó como persona y solo se dedica a sobrevivir, al ver que es extremadamente difícil vivir con ideales, firmes y dignos del ser humano, en un país tan miserable y corrupto como Perú; y, por ende, no hay que desperdiciar la oportunidad de agradar a la gente para recibir loas de mediocres que no son inteligentes como yo, cosa que me produce asco y lástima, porque esta gente es un producto, una cosa que se venden para sobrevivir sin tanto esforzarse ni un conflicto consigo mismo, porque ya no tiene conciencia de la dignidad, por más que piense en “lo digno” que nos vende la sociedad del consumo, logrando ser más miserables que el pobre que tiene que trabajar el doble o triple para vivir dignamente, es decir, con honor, porque no hay quien pueda vivir como persona cuando ha logrado matar a su conciencia, porque la inteligencia del sobrevivir lo puede tener hasta mi perro que ya no tengo y mi gato que ya no está, porque es solo saber mirar lo que se necesita para sobrevivir: conocer algo para usarlo a mi favor, cosa que el saber jamás podría permitirte, porque el saber es conciencia, por ende, siempre luchará por un bien común o superior, es decir, por el bien de los otros como el mío, en equilibrio de mi ser con el de la sociedad.

Por ende, tener un ideal implica luchar por un sueño, por una vida constante del ser y no del parecer, estar dispuesto a morir por ella, a quedarse solo, porque los demás te verán nadar a contra corriente, pero dentro de un sueño de sí mismo, con miras a todos, buscando el bien común, analizando la realidad en la que te encuentras, esa que indudablemente me decía que era una reverenda estupidez salir a protestar a las calles cuando no era la revolución del pueblo, sino de la gente del grupo de poder, simplemente porque se estaban quedando sin el pan nuestro de cada día, es decir, sin la publicidad del gobierno, porque existía la posibilidad de que el tonto más útil de la historia: Manuel Merino se los quitara, pero finalmente terminó siendo más incompetente que cualquier otro ladrón de la nación, simplemente porque no tuvo ni la menor idea de qué hacer al recibir la represión de la prensa, a la que quería golpear quitándoles la publicidad del estado, cosa que hubiera sido realmente bueno, porque así la prensa se dedicaba a investigar a profundidad para denunciar los actos de corrupción, sin andar endiosando a los presidentes ladrones del Perú, sí, ladrones, y siempre lo he dicho desde mi primer voto: “Toledo va a robar”, porque no mostró verdadero dolor ante la muerte de la gente en su marcha de los cuatro suyos, sino por contrario, lo celebraba; “Alan va a robar”, porque realmente no ha cambiado; “Humala va a robar”, porque no tiene un ideal real, es una puta que se vende por gobernar; “PPK va a robar”, porque es un viejo pendejo; cosa que lo manifestaba desde antes de ser elegidos, porque los analizaba como persona, en su decir y hacer diario durante campaña, en gestos y palabras, para saber qué enfermo o asesino elegiría de dar mi voto, tal y como lo hice con uno que no acuerdo en mi primer voto; tal y como lo hice con Alan, porque era el mal menor ante el comunista Ollanta, desde donde no he vuelto a votar por ningún cojudo más, simplemente porque nadie merece mi voto ni mi dignidad, cosa que podría cambiar este año si el bien común lo necesita, pero todavía sigue siendo un dilema moral que me tiene luchando día a día con mis pensamientos para tomar una decisión desde hace unos meses, para no ser vendido, para no ser cojudo o revolucionario hormonal, pero sobre todo para no traicionarme a mí mismo ni tampoco quedarme de brazos cruzados ante la necesidad de la mayoría, por ende, creo que finalmente no votaré por nadie, por más que Hernando De Soto me parezca la mejor oferta que existe dentro de todos esos lobos hambrientos del poder, simplemente, porque creo firmemente que el Perú no necesita de presidentes para crecer, sino de ideales, y por esa razón elijo no votar por nadie, absolutamente por nadie, simplemente porque no puedo poner mis ideales en manos de personas de las que dudo de su acción moral, simplemente porque las veo débiles en ideales y ser, esos que a mí me conducen lentamente a una muerte por depresión social u odio de alguien, porque estoy seguro que esa son las dos grandes posibilidades de morir, por más que muchas veces deseé ansiosamente que el Covid fuera realmente letal y me lleve, pero bueno, dicen que “mala hierba nunca muere”, y por eso todavía siguen habiendo tantos miserables en la política, con tantos años de incapacidad para favorecer al bienestar del pueblo.

Pienso que, el día que los peruanos dejemos de andar presumiéndonos inteligentes y seamos más honestos con nosotros mismos y con los otros, alcanzaremos la madurez que necesitamos para saber reconocer nuestros errores, nuestras virtudes y debilidades, podremos responsabilizarnos de nuestros actos y luchar por tener un vida firme, constante y digna, una vida que no se vende solo para comer, que no hace solo para justificar, sino porque es, porque se deja la vida en eso que se hace, algo que tanta falta nos hace para saber vivir cada instante sin dejar de ser, sin perder la razón ni la conciencia de las cosas, para que no nos ganen las hormonas, para no darnos a lo pendejo, como los Sócrates de nuestro tiempo, cuando en realidad somos uno de los personajes del Talk Show de Laura o de Esto Es Guerra, que sirven a los gobiernos para tener más estúpida a la gente, más embarrada en su propia miseria, esa miseria que a los inteligentes debería preocupar si es que saben tener dignidad, porque como diría -más o menos- Sartre: “todos somos reflejos de la humanidad”, y esa fue la razón que me llevó a decir: “La humanidad apesta, huele a muerte”, porque es necesario tener conciencia, volver a ser personas y no solo animales racionales.

Pucallpa, 16 de febrero de 2021 a las 06:14 horas

Organización Interseccional Pro Derechos Humanos ante la grave crisis económica y social que estamos viviendo

Comunicado de la Organización Interseccional Pro Derechos Humanos CR

El sistema económico capitalista vigente ha entrado en una etapa donde los contrastes entre clases sociales se han agravado, de tal manera que estamos señalados como uno de los países más desiguales del mundo.

Con la crisis sanitaria, estas diferencias se han profundizado y la tasa de desempleo ha crecido a niveles históricamente nunca vistos. Los sectores de la diversidad sexual y de género, especialmente las mujeres trans, son uno de los sectores de los más golpeados por carecer de oportunidades de educación y empleo.

El descontento ha crecido, especialmente cuando se anunciaron medidas dirigidas contra los trabajadores y el pueblo en lugar de instruir a las direcciones tributarias para que realicen la función efectiva para recaudar los fondos necesarios dejados de percibir por las ganancias de empresarios, y fundamentalmente porque estas medidas no se han dirigido hacia eliminar la elusión, la evasión, la exención y la mora en el pago de los impuestos de empresarios poderosos, tanto locales como transnacionales.

El anuncio del posible préstamo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la manera de conseguir fondos para el pago de la deuda interna; han provocado con mucha razón el descontento popular. Descontento alimentado, en cierta manera, por oportunistas politiqueros, y noticias falsas, pero que realmente es un descontento sentido y justificado.

La violencia en los bloqueos y ante las Oficinas Presidenciales nos preocupan como Organización, especialmente porque no entendemos que suceda, ahora que se ha llamado a un diálogo nacional. Nos parece que ningún grupo debe negarse a participar ante el llamado presidencial, porque, quien se niegue cerrará las puertas de la credibilidad a sus planteamientos sin embargo también se debe dar participación activa de la sociedad civil.

El presidente, en su alocución referida a los bloqueos de carreteras, anunció que eliminaba la propuesta original, sin embargo, no ha mencionado que no se va a solicitar el préstamo al FMI, tampoco que se ha dejado de pensar en la posibilidad de venta de empresas del Estado, pues no incluyó, por ejemplo, en la lista, no vender la Fábrica Nacional de Licores. Pero rescatamos su llamado a la conversación o diálogo, y nos parece que las negativas de algunos sectores a conversar son injustificadas y solo perjuicio pueden causar a la paz social, ya tan lastimada.

Destacamos eso sí, que ya en las primeras conversaciones se ha logrado que se busque financiamiento al aguinaldo y los aumentos de los empleados públicos.

Creemos que se debe encontrar alternativas al préstamo del FMI, por ejemplo, como la que se ha sugerido de conseguir un préstamo de las reservas económicas y de las inversiones efectivas que mantiene en el exterior el Banco Central, a sabiendas que el sector financiero nacional también es parte del Sector Público Costarricense, además que es el Banco Central de Costa Rica el ente público que se encarga de la emisión y administración de los billetes y monedas.

Y en todo caso los objetivos principales de las conversaciones son investigar y poner denuncias contra elusores y evasores de impuestos. Ya sabemos que este procedimiento es muy lento, la investigación no es fácil, empresas y empresarios esconden sus maniobras minuciosamente. Además, una vez descubiertos y acusados los procesos judiciales duran bastantes años, pero ese camino hay que recorrerlo como una manera de evitar que se siga produciendo este desfalco fiscal que nos perjudica a todo el pueblo. Debe hacerse que los auditores fiscales con los que cuenta el Ministerio de Hacienda efectúen la labor de una forma efectiva para cobrar la cifra millonaria que aún se encuentra pendiente de recuperar y a su vez que esas empresas regulen su situación tributaria eficientemente.

Si el Gobierno necesita más ingresos no debe de ninguna manera cargar impuestos a quienes menos tenemos. Los impuestos deben ser cobrados para quienes tienen más ganancias de sus negocios. Debe revisarse las exenciones que dejan un hueco fiscal considerable.

Sobre los gastos nos parece adecuado, de forma perentoria, la revisión del costo de alquileres, tal y como se está haciendo. Pero a un plazo muy corto hay que construir los tantas veces planeados edificios propios para las diversas oficinas estatales.

Sí a la justicia tributaria.
Adelante siempre adelante.
San José, 13 de octubre de 2020.

Aporte a la “Reflexión sobre el estallido social” de Alexis Rodríguez-Brenes

Andrés Chavarría-Palma

11 / Oct / 2020 – 9:23 p.m.

Mientras la ciudad de San José se ve cubierta por una noche estrellada, en un domingo otoñal de octubre, decido abrazar el lápiz con mi puño y escribir unas cuantas líneas que salen de lo más profundo de mi ser para contribuir al diálogo franco y diverso que corren por el nervio de una nación llamada Costa Rica. El compañero Alexis Rodríguez-Brenes me reanima en una mañana de conversación, y con su reciente artículo (https://surcosdigital.com/reflexion-sobre-el-estallido-social/), a emprender las andanzas de la escritura, y traerlas a este patio digital para depositar pequeñas semillas de revolución consciente y fraternal.

– “Viejo, es hora de poner nuestras voces al servicio del planeta”.

Empiezo a tomarle seriedad al asunto. Es momento de saltar con la energía de nuestra juventud para provocar profundidad en las conversaciones, generar impulsos eléctricos que incidan en soluciones a las comunidades, y sobre todo, crear incomodidad al Capitalismo. Alexis, en su artículo, comienza haciendo un gesto confrontativo al sistema explotador que nos cobija desde que dimos nuestra primera bocanada de aire al nacer. Se me nubla la conciencia con solo pensar que nuestra especie desde hace siglos ha tenido ese destino común donde las máquinas suplantaron los sentidos y las emociones del ser humano. Un camino de vida que ha consistido, para la mayoría de las personas, en nacer, dejarnos manipular, explotar nuestra fuerza laboral, reproducir nueva masa obrera, seguir siendo los explotadxs y por último, fallecer amargamente. Mientras tanto, al otro lado de la calle, unos pocos humanos, en lugar de ser lxs explotadxs, tendrán el privilegio de tener el látigo en sus manos y fungir como esclavistas.

Pensar que este círculo anti-biológico del Capitalismo ha sido el causante de que muchos y muchas se envicien en el sillón del confort y no se den cuenta de lo absurdo que es continuar alimentando este ciclo. Se preguntan ellxs, “¿por qué renunciar al confort que nos ha dado el capitalismo? ¿por qué darle la espalda, cuando nos ha dado los mejores avances?” No es una cuestión de cuánto capital, aparatos o galardones hemos obtenido; sino en cuánto hemos mejorado en humanidad y en Buen Vivir.

– “Pero mae, quiero divulgar mi voz para construir hermandad, no para provocar fracturas”.

Alexis, en su artículo, trae un reconocimiento especial al conocimiento ancestral de nuestros pueblos que aún conservamos en nuestras venas. Información clave que nos susurra desde el pasado para encaminar nuestras torcidas conciencias en este mundo pandémico de enfermedades, guerras, corrupción, destrucción ambiental, desigualdad social y tantas quejas más. A estas alturas, el planeta debe llenarse con iniciativas que potencian su Ecología, incluida la de nuestra especie. De todas las especies de seres vivos en el mundo, a nosotrxs se nos dota una dosis extra de compromiso por remediar la idiotez del experimento capitalista, y equilibrar el sistema planetario como un derecho innegable a todo ser vivo que aborda esta cápsula espacial galáctica. Nuestras huellas y guías elementales de convivencia están ahí, en la cosmovisión de los pueblos autóctonos de nuestro país y el mundo.

– “Hay que escribir Alexis. Hay que regar nuestra inmortalidad para las primaveras que vendrán”.

Se viene un caso real a mi memoria. Mi primo César siempre me ha parecido una figura encarnada del estilo materialista y explotador actual. Él no se disgusta por ello, al contrario, inflama su pecho de orgullo. Cuando me lo encuentro en las reuniones familiares, siempre me argumenta que el modo derrochador de la actual sociedad es parte de la evolución natural del humano, y que está dentro de los designios del planeta sufrir una extinción más a causa de esta especie superior: Homo Sapiens Sapiens. Según él, la balanza de lxs poderosxs y los explotadxs es consecuencia de la senda natural que debe seguir el humano. El ANTROPOCENO. Pero me he dado cuenta, que la evolución a la que se refiere mi primo es que cada diciembre aparece con un nuevo automóvil más moderno que el anterior. Esa es su meta a superar periódicamente. Después de escuchar año a año sus postulados de empresario, voy y escribo unas líneas en mi diario: “Un año más, César está atrapado en las fauces del oscurantismo Capitalista”.

Existe un miedo atroz detrás de algunas personas, que ennegrecen su visión al pensar que con derribar este sistema de rostros, tal como menciona Alexis en su artículo, volveremos a un retroceso que la humanidad no se podrá reponer fácilmente. Todo cambio genera incertidumbres, no hay duda. Pero procurar la continuación de este sistema excluyente a toda vertiente, tampoco generará frutos sanos para nuestra especie. Ni nunca los ha generado, no se confundan. Sin embargo, no debemos descuidar en pensar y actuar en global para incidir progresivamente en las escalas menores en las que estamos mayormente conectados; lo nacional, lo regional y lo local.

Este salto que he dado en publicar este escrito, lo puede dar cualquier otrx compañerx. Es más, lo recomiendo. Nuestras expresiones y protestas nos devuelven a nuestro origen como seres pensantes y admirables. Si vamos reconstruyendo poco a poco nuestras conciencias, en base a activismo integral, la fogata que encenderá la revolución popular planetaria empezará a clamar justicia por nuestros bosques, los desiertos, los glaciares, las ciudades, la fauna, la flora, el clima, los pueblos autóctonos, por nuestros antepasados explotados, por usted y sus futuras generaciones. No busquemos adoptar el modelo de fronteras entre nosotrxs, y rescatemos el espíritu Universalista para liderar las soluciones que nos aquejan en la sociedad costarricense y global.

Detesto el carácter caníbal del capitalismo; que le teme a la organización social, y en vez de ello, nos empuja a la pila de la violencia y el desinterés. Prefiere vernos descuartizados por el veneno del odio en nuestras pupilas; y no juntos y juntas volcando, como olas enfurecidas, las sillas de lxs desgraciadxs que manipulan nuestros destinos y sueños a sus antojos. Yo quiero un planeta donde la vida florezca por igual en tres ámbitos: en lo biológico, en lo social y en lo Universal.

– “Alexis, que se hagan realidad nuestras palabras. Seguiremos caminando en nuestras utopías”.