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UCR: Con sus aportes, hoy conocemos más el clima de Centroamérica y el Caribe

Jorge Amador Astúa, catedrático de la UCR

El físico es un apasionado del estudio de los fenómenos atmosféricos

El Dr. Jorge Amador Astúa ha sido director del Programa de Posgrado en Física, del Programa de Posgrado en Ciencias de la Atmósfera, del Cicefi y del Departamento de Física Atmosférica, Oceánica y Planetaria de la Escuela de Física de la Universidad de Costa Rica. Foto: archivo ODI, UCR.

Ahora, más que nunca, se hace necesario el estudio y la divulgación de las predicciones del clima y los fenómenos extremos asociados al cambio climático.

Los efectos del calentamiento global se sienten en todo el planeta. Centroamérica, en particular, es una región muy vulnerable frente a este fenómeno, que ocasiona fuertes impactos sociales y económicos.

El catedrático de la Universidad de Costa Rica (UCR), Dr. Jorge Amador Astúa, físico y especialista en meteorología, es un apasionado investigador de los procesos geofísicos que influyen en nuestra vida cotidiana.

La lluvia, el viento, los huracanes, los rayos, las sequías forman parte de su objeto de estudio, en áreas como la dinámica de fluidos, el clima, la variabilidad climática y el cambio climático.

Amador también se ha interesado en otros campos científicos: los problemas de simulación y predicción numérica de la atmósfera mediante modelos matemáticos, el diseño y construcción de clústeres de computadoras, las bases de datos geofísicos y la historia de la ciencia.

Entre sus contribuciones más importantes destaca el descubrimiento en 1998 de una corriente de aire asociada a los vientos alisios del Caribe, denominada la Corriente en Chorro de Bajo Nivel del Caribe (Caribbean Low-Level Jet).

En el 2009, el Dr. Jorge Amador explicó a un grupo de diputados y diputadas que visitaron la UCR el proyecto de construcción de clústeres de computadoras para la investigación, que fue impulsado por él junto a otros académicos. Foto: archivo ODI, UCR.

Esta Corriente incide a lo largo del año en cómo se distribuye la precipitación en casi todo nuestro continente. Su hallazgo ha permitido a muchos grupos de investigación mejorar el conocimiento del clima de nuestra región.

Otro de sus aportes significativos al desarrollo científico del país es la introducción de los modelos numéricos, que actualmente son indispensables para predecir los cambios climáticos a corto, mediano y largo plazo.

El partido de fútbol del próximo domingo o los cultivos del siguiente período se pueden planificar con mayor certeza gracias a la información que aportan dichos modelos y que se alimentan de datos generados por satélites, radares, barcos y aviones.

“Los modelos numéricos nos ayudan a comprender lo que está sucediendo en el sistema Tierra, porque si el ambiente cambia, la sociedad debe adaptarse a esos cambios”, señaló el investigador.

El científico es también precursor de clústeres de computadoras para la investigación. Junto a otros colegas de la UCR, construyó los primeros, los cuales se usan para la formación de personal y para el estudio de eventos extremos del clima y el cambio climático.

Primer centro de formación para América Latina

El profesor de la Escuela de Física e investigador del Centro de Investigaciones Geofísicas (Cigefi) formó parte de las primeras generaciones de graduados de la carrera de Meteorología de la UCR y de profesores que se especializaron en reconocidas universidades extranjeras.

Amador participó como expositor en el Taller sobre la Ciencia del Cambio Climático con énfasis en Centro América y el Caribe, realizado en Guatemala, a la par de otros destacados investigadores de Estados Unidos, Suecia, Italia, México y Brasil, entre otros países. Foto: cortesía de Jorge Amador.

La responsabilidad de estos docentes era que una vez concluidos sus estudios de posgrado debían regresar a formar a los futuros profesionales en esta disciplina e impulsar la investigación.

Antes de que la UCR creara en 1968 la carrera de Meteorología, había mucho “empirismo”, recordó el catedrático. A partir de ese momento, se comenzaron a formar profesionales procedentes de muchos países latinaomericanos. “Cerca de 400 estudiantes de casi toda América Latina, desde México hasta Brasil, se han graduado de la carrera de Meteorología de la UCR”, añadió.

Este hecho, sin duda, potenció el desarrollo de este campo y le permitió a la UCR lograr un amplio reconocimiento internacional por la calidad de sus graduados.

Actualmente, los servicios meteorológicos cuentan con modelos numéricos, así como han mejorado la predicción y el manejo de la tecnología en beneficio de toda la población.

En Costa Rica, por ejemplo, instituciones como el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) y la Dirección General de Aviación Civil han contratado a personas graduadas de la UCR, que colaboran en campos como la hidrología, meteorología, el estudio de los rayos y la seguridad aérea de vuelo.

Beneficios para el país

Como líder de un grupo de investigación sobre el clima de Centroamérica, Amador realiza en promedio cuatro publicaciones al año sobre los resultados de los estudios que dirige o en los que participa, en revistas científicas de alto impacto. El factor de impacto es un indicador de calidad para medir la cantidad de veces que un artículo ha sido citado por otras revistas y autores.

Mapa ilustrativo de densidad de potencia para generación de energía eólica, elaborado para el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE). Imagen: cortesía de Jorge Amador.

Muchos de los proyectos de investigación se realizan en colaboración con colegas y redes científicas internacionales. Esto constituye una ventaja para el país, ya que es una forma de atraer fondos externos para la investigación y la formación de personal científico en diversas disciplinas geofísicas.

A lo anterior se suma la tutoría de más de 50 tesis de grado y posgrado, tanto de estudiantes nacionales como extranjeros que han estudiado en la UCR, de países como Panamá, El Salvador, Nicaragua, República Dominicana, Guatemala, México, Brasil, Colombia, Ecuador y Paraguay.

Además, la codirección de tesis doctorales en universidades europeas y latinoamericanas, entre estas, la Universidad de Edimburgo, en el Reino Unido; la Universidad de Vigo, en España; la Universidad de Uppsala, en Suecia; la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y la Universidad Nacional de Colombia, en Medellín.

Investigación aplicada

La búsqueda de aplicaciones de la ciencia en el campo de la meteorología ha sido otro de los intereses del Dr. Amador. Por eso, desde el Cigefi contribuyó a elaborar un mapa de energía eólica del país para el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE). La idea era identificar las áreas potenciales del territorio nacional para instalar parques de generación de energía obtenida por el viento.

Con la empresa privada colaboró en una asesoría técnica y científica para la Corporación Bananera Nacional (Corbana), en un proyecto sobre la generación de datos y el monitoreo del clima y la variabilidad climática.

La importancia de esta investigación consistía es que las variables climáticas tienen efectos muy importantes en las plantaciones de banano, tales como enfermedades y deformaciones de la fruta causadas por la humedad, la temperatura, el viento y la lluvia.

Más recientemente, el académico coordinó una iniciativa para instalar una estación meteorológica automatizada en la comunidad indígena de Gavilán Canta, en Talamanca, que tuvo financiamiento de la Academia Nacional de Ciencias y de la UCR.

Actualmente, el investigador se encuentra estudiando aún más la corriente de aire que él descubrió, con un grupo de diez investigadores e igual número de estudiantes. Durante cinco años, buscarán profundizar en este fenómeno y su relación con la lluvia, las sequías y los huracanes en Centroamérica y el Caribe.

“Es muy importante estudiar aspectos diferentes del cambio climático de nuestra región”, insiste el Dr. Amador, para que nuestros países puedan estar preparados y adaptarse a los cambios del clima.

Logros y méritos del Dr. Jorge Amador

-Obtuvo en la Universidad de Costa Rica el bachiller en Física con honores en 1972 y la licenciatura en Meteorología con distinción en 1976. Luego realizó estudios de maestría y de doctorado en la Universidad de Reading, en el Reino Unido, sobre Dinámica de la atmósfera.

-Ha formado parte de paneles científicos internacionales, auspiciados por entidades como la Organización Meteorológica Mundial, junto a expertos de alto nivel de diversos países.

-Ha sido miembro de sociedades científicas internacionales, entre estas la Sociedad Meteorológica Estadounidense (AMS, por sus siglas en inglés), la Unión Europea de Geociencias (EGU, por sus siglas en inglés) y la Comisión Internacional de la Historia de la Meteorología.

-Ha participado como investigador principal o coinvestigador en proyectos y experimentos internacionales de la National Science Foundation (NSF), la National Oceanic and Atmospheric Administration (NOAA), el Instituto Interamericano para la Investigación el Cambio Climático (IAI), entre otros.

-Es autor de cerca de 150 publicaciones científicas.

-Entre las distinciones recibidas se encuentran el Premio Nacional de Ciencia Clodomiro Picado Twight en el 2008 por el descubrimiento de la Corriente en Chorro de Bajo Nivel del Caribe; Catedrático Humboldt 2008 de la Universidad de Costa Rica y el Servicio Alemán de Intercambio Académico; el Premio Aportes a la Creatividad y la Excelencia 2009 (investigador principal) de Florida Ice and Farm Co. y el Premio al Investigador de la UCR 2011 en el Área de Ciencias Básicas.

-Miembro de la Academia Nacional de Ciencias desde el 2015.

 

Patricia Blanco Picado
Periodista, Oficina de Divulgación e Información

UCR: 40 años de experiencia en el estudio de la biodiversidad marina y en la formación de profesionales

Jorge Cortés, catedrático de la UCR

El académico es un referente para la comunidad científica internacional de la ciencia hecha en Costa Rica

El Dr. Jorge Cortés Núñez, catedrático universitario, ha contribuido a lo largo de su carrera académica a la formación de cientos de profesionales e investigadores que hoy destacan a nivel nacional e internacional en el campo de las ciencias marinas. Foto: archivo ODI.

Sin el respaldo de la investigación científica, Costa Rica no hubiera podido posicionarse en el mapa mundial como un país que vale la pena conocer. Si a usted alguien le dijera eso, quizás no le creería. Sin embargo, lo cierto es que la ciencia ha estado detrás del desarrollo de la industria turística de nuestro país. Y, en este logro, el aporte del biólogo marino Jorge Cortés Núñez ha sido clave.

El conocimiento de la riqueza que habita en nuestros mares no se podría describir sin dejar de mencionar a este biólogo, especialista en arrecifes coralinos y biodiversidad marina. Sus trabajos fueron pioneros en estas áreas y motivaron a otros investigadores a continuar por la misma senda.

Cortés está convencido de que la generación de conocimiento ha servido para colocar al país en el mapa mundial y para avanzar en la conservación de nuestros recursos marinos. La relevancia de los océanos para Costa Rica y el planeta es uno de sus principales intereses.

“La importancia de la investigación científica en un país como Costa Rica y que esta se publique es porque nos pone en el mapa mundial como un lugar interesante. No es casualidad que la BBC, Nat Geo y empresas japonesas vengan a hacer documentales. Esa es la razón por la que vienen tantos turistas. Esta es una contribución de la ciencia que no se aprecia ni comenta”, afirmó el científico.

Actualmente, este académico labora en la Escuela de Biología y es investigador del Centro de Investigación en Ciencias del Mar y Limnología (Cimar), del cual ha sido director y subdirector.

A lo largo de cuatro décadas de trayectoria universitaria y 25 años de ser catedrático, Cortés ha contribuido a la formación de cientos de profesionales y de investigadores en el campo de las ciencias marinas. Ha sido tutor de seis trabajos de licenciatura, 27 de maestría, dos de doctorado y cuatro de posdoctorado, además de formar parte de 36 comités de tesis de grado y posgrado.

Su trabajo académico trasciende las fronteras nacionales. Muestra de ello es su participación en numerosos programas científicos internacionales en representación de Costa Rica y en expediciones marinas junto a reconocidos científicos de países como Estados Unidos.

Al respecto, el biólogo ha organizado 14 expediciones científicas, en su mayoría a la Isla del Coco, y también ha participado en nueve expediciones junto a otros investigadores, entre las que sobresalen a la Isla del Coco y Osa, en el Pacífico, como parte del programa Pristine Seas, de National Geographic.

Volver la vista al mar

A la par de sus investigaciones, Cortés ha promovido la idea de que como sociedad volvamos la mirada al mar para conocer la riqueza que encierra y conservarlo. Desde la creación de la red de parques nacionales de Costa Rica en la década de los años setenta, se pensaba solo en la biodiversidad terrestre y se le daba poca importancia al mar.

Sus primeros trabajos fueron sobre los arrecifes coralinos en el Caribe costarricense, que abarcaron su descripción y el impacto de la actividad humana y natural en estos ecosistemas marinos de gran importancia para el planeta.

El Dr. Jorge Cortés con Victoria Orphan, del Instituto Tecnológico de California, a punto de abordar el submarino en una de las expediciones al mar profundo en el Pacífico costarricense. Foto: cortesía de Jorge Cortés.

Además, Cortés estableció un programa de monitoreo de los pastos marinos y manglares en esa costa del país, que aún se mantiene y ha permitido conocer el funcionamiento y los ciclos naturales de estos ambientes.

En el campo de la biodiversidad presente en nuestros mares, el científico es autor del libro Marine Biodiversity of Costa Rica, Central America (Biodiversidad marina de Costa Rica, América Central), junto al también biólogo marino Dr. Ingo Wehrtmann.

El estudio mostró que el país es una de las zonas de más alta diversidad biológica en sus mares, en comparación con otras naciones más grandes que Costa Rica.

Sus investigaciones en la Isla del Coco, con la participación de investigadores de diversas áreas de la UCR y de la Universidad Nacional (UNA), constituyen los primeros aportes nacionales al descubrimiento de muchos organismos marinos en este parque nacional.

Durante seis años, Cortés coordinó y organizó varias expediciones científicas a la Isla, con financiamiento del Gobierno de Francia y del Consejo Nacional de Rectores (Conare), que dieron como resultado cerca de 40 publicaciones.

Del 2017 en adelante, el investigador se ha dedicado al estudio del mar profundo, con el objetivo de descubrir la vida en el fondo marino. Este interés lo ha llevado a participar en varias expediciones para descender a miles de metros en el océano Pacífico de Costa Rica, a bordo de embarcaciones estadounidenses.

“Ya hay mucho más conocimiento de esas zonas profundas y de la importancia de su conservación. Antes ni nos imaginábamos lo que había allí”, comentó.

El Dr. Cortés ha sido también el mentor de reconocidos investigadores de la UCR, que hoy ocupan destacadas posiciones en el Cimar y en diversos países. Con su trabajo, algunos científicos y científicas han logrado forjar un nombre como especialistas en su campo. La Dra. Odalisca Breedy Shadid es una de ellas, a quien se le reconoce como una autoridad mundial en octocorales.

“Como profesor eso es lo mejor que le puede pasar a uno, cuando ya los estudiantes empiezan a enseñarle”, dijo.

En la actualidad, Cortés sigue publicando trabajos acerca de la biodiversidad marina del país y coordina el proyecto Biomar sobre esta temática, que se desarrolla en el Área de Conservación Guanacaste (ACG) del Sistema Nacional de Áreas Protegidas (Sinac) del Ministerio del Ambiente.

El profesor e investigador está próximo a jubilarse, aunque espera seguir colaborando y estimulando a otros amantes de la biología marina que, como él, buscan aportar conocimiento sobre lo que tenemos en nuestros mares y costas, y sobre la riqueza que estos nos dan como sociedad.

En el 2019, el Dr. Jorge Cortés (a la derecha) en una de las expediciones a la Isla del Coco, a bordo del submarino DeepSee. Lo acompañan Sylvia Earle y el piloto Shmulik Blum. Foto: cortesía de Odalisca Breedy.

Hitos académicos

El Dr. Jorge Cortés Núñez obtuvo con honores el bachillerato en Biología en la Universidad de Costa Rica (UCR) en 1978. Posteriormente, realizó estudios de maestría en la Universidad McMaster de Ontario, Canadá, y de doctorado en Biología Marina en la Universidad de Miami, Florida, Estados Unidos.

El profesor de la Escuela de Biología e investigador del Centro de Investigación en Ciencias del Mar y Limnología (Cimar) comenzó como profesor interino en la UCR en 1981 y en 1996 fue nombrado catedrático.

En 1982, fue reconocido con el Premio Nacional de Ciencias Clodomiro Picado Twight, por un estudio sobre la sedimentación en los arrecifes coralinos de Cahuita, en la costa sur de Limón. Todavía esta investigación es muy citada por la comunidad científica internacional.

A lo largo de su carrera, el biólogo se ha destacado por su alta producción científica. Esto le valió en el 2019 el certificado de distinción por ser el docente del área de Ciencias Básicas de la UCR con el mayor puntaje del Régimen Académico.

Ha publicado más de 290 trabajos científicos y de divulgación, los cuales recogen los resultados de su trabajo de investigación. Es autor de un libro, así como editor de dos libros y de 17 suplementos especiales de revistas.

Desde el 2012, es miembro de la Academia Nacional de Ciencias de Costa Rica.

 

Patricia Blanco Picado
Periodista, Oficina de Divulgación e Información