Ir al contenido principal

Etiqueta: Colombia

Informe preliminar de la violación de derechos humanos en Colombia durante el paro 2021

Ante las reiteradas denuncias de violaciones a los Derechos Humanos en Colombia diversas organizaciones sociales, plataformas de derechos humanos, espacios sindicales y eclesiásticos entre otras, solicitaron a la Misión Internacional de Solidaridad y Observación de Derechos Humanos su intervención con el objetivo de constatar in situ la grave situación descripta.

Diferentes organismos de Derechos Humanos, organizaciones sociales y populares, organizaciones gremiales y de la sociedad civil concluyeron que era imperioso contribuir al resguardo de la vida y la dignidad humana, garantizar la justicia y la verdad y el cumplimiento de reglamentos, leyes y tratados internacionales en materia de defensa de los Derechos Humanos.

Los objetivos como Misión:

  • Relevar situaciones de violación a los DD.HH en el marco del Paro Nacional.
  • Elaborar un informe minucioso que tienda a visibilizarlas y denunciarlas a nivel nacional e internacional.
  • Contribuir a la articulación internacional en defensa de los DD.HH en toda la región.

Luego de este proceso se presenta el Informe Preliminar de los Juristas de México y Argentina, que están en Misión de Observación en Colombia. En el cual la voz de víctimas y/o familiares, de organizaciones y organismos de las distintas regiones de Colombia ha sido la fuente principal.

El informe se compone de:
1- Presentación
2- El despliegue represivo del estado colombiano
3- Las victimas
4- Rol de la institucionalidad
5- Acerca de los delitos cometidos
6- Violaciones de los DDHH en territorios recorridos por la misión Internacional de Solidaridad y Observación de Derechos Humanos.
a. Departamento del Cauca-Popayán
b. Bogotá
c. Pereira
d. Cali
e. Medellín

Puede leerlo completo en el archivo adjunto.

Además, entre sus conclusiones resalta que el Estado colombiano debe ser investigado porque en el marco del PARO NACIONAL y a través de sus fuerzas de seguridad regulares e irregulares, habría desaparecido, asesinado, torturado, abusado, perseguido, amenazado e intimidado a vastos sectores del pueblo colombiano. La represión desatada impidió, limitó y condicionó la participación política, el derecho de reunión y el derecho a la protesta.

 

Información compartida con SURCOS por Carlos Meneses.

Informe preliminar de la violación de Derechos Humanos en Colombia durante el paro 2021

SURCOS comparte la siguiente información:

Ante reiteradas denuncias en relación con violacin de Derechos Humanos se convocó por parte de organizaciones sociales, plataformas de derechos humanos, espacios sindicales y eclesiásticos a la Misión Internacional de Solidaridad y Observación de Derechos Humanos, que arribó a Colombia el día 25 de mayo del corriente año con el objetivo de discutir y generar estrategias para actuar en función de las situaciones descritas. Desde SERPAJ, APDH LA MATANZA, CORREPI Y XUMEC; diversidad de organizaciones sociales y populares como el Frente Patria Grande, el Frente de Organizaciones en Lucha, el Frente Popular Darío Santillán, el Movimiento Evita, SOMOS Barrios de Pie, organizaciones gremiales y de la sociedad civil como ATE, CTA- Autónoma, la Asociación Americana de Juristas, se concluyó que era imperioso contribuir al resguardo de la vida y la dignidad humana, garantizar la justicia y la verdad y el cumplimiento de reglamentos, leyes y tratados internacionales en materia de defensa de los Derechos Humanos.

Los objetivos que tiene la Misión Internacional de Solidaridad y Observación de Derechos Humanos son:

  • Relevar situaciones de violación a los DD.HH en el marco del Paro Nacional.
  • Elaborar un informe minucioso que tienda a visibilizarlas y denunciarlas a nivel nacional e internacional.
  • Contribuir a la articulación internacional en defensa de los DD.HH en toda la región.

Para cumplirlos los objetivos antes mencionados, la misión se trasladó a las siguientes ciudades: Cali, Medellín, Pereira, Siloe, Yumbo, Timbío, Popayán, Santander de Quilichao y Bogotá (Usme, Ciudad Bolívar, Portal de las Américas, Barrio Kennedy, Engativá, Suba, Soacha, Facatativá y Madrid (Cundinamarca), Teusaquillo, La Caldera, y Portal Norte en Usaquén. Esto le ha permitido acceder y conocer de primera mano la realidad que atraviesa al pueblo colombiano. La voz de víctimas y/o familiares, de organizaciones y organismos de las distintas regiones de Colombia ha sido la fuente principal de nuestro informe.

El sufrimiento del pueblo colombiano, exigía nuestro máximo esfuerzo, compromiso y rigor en la visibilización y desnaturalización de las prácticas aberrantes que en todo tiempo y lugar entrañan las violaciones a los derechos humanos.

Adjuntamos PDF del informe para descarga y difusión:

 

Enviado a SURCOS por Carlos Meneses Reyes.

Colombia: Derechos Humanos y protesta social

San José, jueves 3 de junio de 2021

La ACODEHU Y el SINDEU, ante la opinión pública nacional e internacional, lanza un llamado de solidaridad y apoyo al hermano pueblo de Colombia que históricamente se ha expresado en un conjunto de acciones populares, protestas, plantones, contra las medidas fondomonetaristas, las imposiciones del Banco Mundial y el Ministerio de hacienda por medio de una oligárquica nacional, al servicio de los grandes intereses imperialistas.

Trabajadores, taxistas, amas de casa, transportistas, artistas, campesinos, estudiantes y docentes, las mingas indígenas, sacerdotes, han venido desarrollando un gran movimiento social, con un gran contenido popular. Inicialmente la lucha tiene como punto de partida la fecha del 28 de abril y se sostiene por más de un mes.

El objetivo, una protesta masiva contra el carácter punitivo y regresivo de la Ley Fiscal. Pero eso solo fue el corcho de una champaña social que abrió un profundo cauce, que le fue imposible al gobierno genocida de Iván Duque contener. Aunado a ello, el hambre, la corrupción, el desempleo, la lucha por una salud pública y el derecho a estudiar, van adquiriendo un carácter de rebelión popular.

Pero este despertar de las movilizaciones sociales no ha sido fácil, por el contrario, el pueblo ha tenido que sortear una serie de aspectos absolutamente adversos. Así, por ejemplo, en una actitud cómplice Facebook, según se dice, conjuntamente con las acciones de cortes e interferencias por parte del ejército en Cali y Bogotá, han bloqueado la información alternativa. Pero no solo han sido acciones contra internet, como mecanismo de intimidación, se han dado también cortes de luz, en pleno ejercicio de las acciones militares. Es claro que ya no es posible callar, como tampoco se debe esconder el compadrazgo del gobierno norteamericano con un gobierno fantoche y títere y un narco-estado, incapaz de atender la demanda social de nuestro hermano pueblo colombiano.

Pero no solo en esa línea se ha buscado acallar las informaciones. Toda la táctica del gobierno y sus aparatos represivos en el tratamiento violento al paro nacional, se convierte en la constante, que deja la radiografía de una democracia enferma. Los organismos de Derechos Humanos de Colombia, se han visto compelidos a amenazas violentas por parte de los cuerpos represivos, por tan solo ejercer el derecho a una información veraz. De igual forma, por ejemplo, en la búsqueda de documentación, a fin de corroborar los hechos, por parte de la Comisión Internacional de Derechos Humanos-CIDH, le había sido negada inicialmente su presencia en suelo colombiano.

No se tienen todavía la confirmación de los datos en costos de vida humana a que ha llevado esta gran movilización social. La prensa, sin embargo, con los datos que ofrece a la opinión internacional, permite deducir que hasta el momento van cerca de 62 asesinatos, 780 desaparecidos, los heridos(as) suman miles (cerca de 3082). Los jóvenes de la primera línea han sido las víctimas de este terrorismo de Estado. Pero en la misma línea geométrica, Las Mamás Capuchas, los sacerdotes, maestros, abogados y el pueblo en general reivindica la gesta gloriosa de Jorge Eliécer Gaitán y dicen aquí estamos en la primera línea.

Pese a todo lo anterior y por encima del costo de muchas vidas humanas, hoy también estamos frente a un hecho insólito, acaecido en Cali, gracias al sentido común de sus habitantes, descubrieron en una bodega industrial a 447 personas detenidas, en el barrio San Nicolás. En verdad, en este contexto eso es un centro de detención clandestino.

Muchos de los nombres, de algunas de las personas recluidas de manera infrahumana y arbitraria, en dichas bodegas, coinciden con los datos de las personas desaparecidas.

Es absolutamente claro que en esta coyuntura, la policía no ha podido generar con su silencio jurídico y sus maniobras, esta barbarie del siglo XXI, en el país de Cien años de soledad, el vallenato y la cumbia.

Un nuevo dato que también debemos denunciar internacionalmente es el DECRETO DEL GOBIERNO que estableció: “la asistencia militar en 8 departamentos del país y 14 ciudades”, con el fin exclusivo de imponer la presencia del ejército. El pretexto de este decreto es que con él buscan desactivar los cortes de ruta o “bloqueos”. No obstante, como una nueva estrategia el pueblo ha respondido con nuevos puntos de corte de ruta, pero de manera intermitente, para no afectar ni incidir en la asistencia humanitaria y atención de casos, donde se requiera el servicio de Cruz Roja o asistencia médica.

Para corroborar lo anterior, en el Cauca, por ejemplo, la propia minga indígena, levantó el corte de ruta, pero se mantiene vigilante, para no desactivar la lucha. No se ha podido desmovilizar este paro nacional, que hoy adquiere carácter de “una rebelión popular y cívica”, con mucho apoyo, popular y principalmente en las regiones indígenas y afro-descendientes.

Con todas las voces de la solidaridad internacional apostamos hacia una salida democrática y popular a esta crisis. Creemos que ha llegado la hora de una gran convergencia nacional, que exija el respeto absoluto e integral de los Derechos Humanos Fundamentales.

Concluimos haciendo nuestras las palabras de los grandes colectivos de Colombia, el bloque de fuerzas alternativas requiere decisión y acierto en la coyuntura, porque un proyecto de cambio democrático real también tiene la opción de comprometer e incluir una base social profundamente interesada en el logro de transformaciones en favor de la igualdad, la superación de la crisis en beneficio colectivo y el pleno ejercicio de la libertad política.

Pero también hacemos nuestras las palabras de La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), cuando expresa su preocupación “…por la grave crisis que enfrenta Colombia y condena las graves violaciones de derechos humanos registradas durante las protestas sociales. En ese sentido, urge al Estado a respetar los más altos estándares en cuanto a la libertad de expresión, uso de la fuerza y debida diligencia “/…/ así como cuando “expresa su extrema preocupación por la pérdida de vidas en el marco de las protestas”. “

Por todo lo anterior la ACODEHU, como el SINDEU, exigen al presidente Iván Duque que pare los asesinatos y la escalada de violencia sexual contra las mujeres manifestantes.

La vida humana y la protesta social son Derechos Humanos esenciales.

¡¡¡ Señor Iván Duque, basta ya de muertes inocentes, viva Colombia soberna, viva su pueblo combativo!!!

 

Imagen cabecera tomada de Semanario Universidad

Compartido con SURCOS por Trino Barrantes

Desafíos de Colombia, para derrotar el neoliberalismo

Lic. José A. Amesty R.

3-junio-2021

Sin duda alguna, hay por lo menos tres retos, para ese movimiento amplio, emancipador, contestatario y de resistencia ahora, que se ha venido gestando en los pueblos y calles de Colombia, que es vencer al Neoliberalismo y sus políticas internas en el país; que les ha hecho daño a todos los sectores de la sociedad colombiana: empresarios del campo, pequeños productores campesinos, la clase media, estudiantes, sectores proletarios urbanos, mujeres, y muchos otros, y que se reflejan en el cumulo de medidas fiscales que recargan los impuestos y que han afectado al pueblo por décadas.

Se está dando, en estas manifestaciones, como lo señala el escritor Santiago Alarcón, el encuentro de dos elementos: el objetivo-económico y el subjetivo-ético. Lo que hay es un deslinde con los representantes políticos tradicionales y sus difusores ideológicos (la población colombiana también le está pasando factura a los medios de comunicación y a ciertos artistas por su tibieza e indiferencia con el país). Incluso amplios sectores de las clases medias, que por tanto tiempo se movieron en favor de las ideas del uribismo, han virado hacia su impugnación.

A su vez, se está dando la irrupción de la subalternidad, que es el conjunto heterogéneo de grupos y clases sociales que amplía la denominación clásica de proletariado o asalariado aludiendo a esos actores que, sin estar necesariamente ligados a una organización política, en determinado momento se rebelan contra un régimen, cosa que en la visión gramsciana constituye “un hecho de inestimable valor”. Jóvenes, estudiantes, asalariados, campesinos, indígenas, camioneros, taxistas, agrupaciones de mujeres, disidencias sexuales, entre otros. Todos actores subalternos haciéndose presentes en las calles expresando su descontento.

  1. El primer desafío que planteamos se da en la coyuntura actual, producto del paquete de medidas fiscales propuestas por el gobierno nacional, y que ha permitido un amplio movimiento de rechazo en las calles, ahora, ¿cómo mantener la llama viva del pueblo colombiano en resistencia, hasta las elecciones del próximo año, y las formas de lucha a desarrollar?, que tienen que ser pacíficas, de grandes movilizaciones, multitudinarias, alegres y que se puedan mantener en el tiempo, para ir acumulando fuerzas de todo el amplio espectro de la sociedad colombiana, que en este momento está en la salida de Iván Duque, pero que en lo inmediato, tiene que ir como se está conduciendo, de la mano de la calle y las negociaciones con el gobierno. Gobierno intransigente que no quiere negociar, pero que está jugando al desgaste.

Porque llega un momento en que estos levantamientos, cuando llegan a fases insurreccionales, como la actual, de la resistencia al equilibrio de fuerzas y luego al contraataque, tienen que ser rápidas, entonces cómo hacer, y la dirigencia se está montando ya en eso, para llevar la negociación y que, al mismo tiempo, a lo interno de esa diversidad del movimiento, entiendan las particularidades regionales de Colombia, y fundamentalmente la vanguardia que ahora es Cali.

En síntesis, hay que movilizar al pueblo, no enfriar la calle, con múltiples formas de congregación, para mantener a la gente en la calle.

Para reforzar lo anterior, nos basamos en lo que Gramsci llama Crisis Orgánica: en primer lugar, el fracaso de la clase dirigente en una empresa política que se puede ejemplificar con la fallida reforma tributaria, en donde nutridas movilizaciones le demostraron al uribismo su error garrafal y de donde obtuvo un firme rechazo, casi como estocada final de su decadencia.

En segundo lugar, asistimos a la iniciativa popular de masas: del paso de la pasividad política a cierto activismo social que, de forma espontánea y popular, contagia a la mayor parte de la población. Estos dos componentes se compaginan para dar forma a la realidad colombiana de hoy: tanto el revés político de la clase dirigente como una politización espontánea de las masas que promueven una escisión con la clase que ostentaba la dirección política y cultural.

  1. El segundo desafío es, cómo la conducción de izquierda, el pacto histórico de Gustavo Petro, pueda articular un mínimo plan de lucha, venciendo el “fantasma eterno”, que ha perseguido a la izquierda partidista, que es el sectarismo y los revanchismos de peleas históricas estériles, entonces, cómo lograr una plataforma unida y unitaria de lucha, llevando la candidatura de Petro al triunfo y avanzar aún más toda la izquierda.
  2. Y como tercer reto, cómo avanzamos desde esta propuesta de izquierda, y como se van tejiendo los mecanismos para poder negociar con el otro amplio espectro de los movimientos y organizaciones políticas, que van desde la derecha, el centro, la izquierda reformista, que trascienda el proyecto de Colombia Humana, convirtiéndose en un gran movimiento de masas, que se exprese en lo electoral con la candidatura de Petro, para lo cual se necesitan hacer alianzas regionales.

Escollo arduo y dificultoso, ya que hay que convencer y unir a esos sectores, para poder lograr los curules en el Congreso y gobernar con mayoría en el Congreso Nacional. Y lastimosa e irremediablemente, hacer pactos, incluyendo, con los sectores tradicionales del liberalismo y conservadurismo, que están ahora en contra del uribismo, mas no se sabe si del neoliberalismo. Lo que permitirá que Petro gobierne con las manos libres.

En fin, la izquierda colombiana debe buscar la consolidación de una alternativa revolucionaria, que no descanse en una sola persona, que irremediablemente ahora es Petro.

Enfatizamos nuevamente, como lo hicimos en el artículo anterior, “Breves Notas Estratégicas, ante la Matanza y la Barbarie en Colombia”, que no tenemos todos los elementos de la realidad en Colombia, y a lo interno, por lo que nos aventuramos a plantear estos desafíos, posiblemente erróneos, con la única finalidad de aportar a esta conflictividad social.

Sabemos que ya hay sectores dentro de los dirigentes del Paro Nacional, que están diciendo que deben parar, y otros sectores que no, que siga la resistencia, y otros que dicen “Duque Vete Ya”, entonces es muy complejo opinar al respecto.

Las protestas, por nutridas que sean, en determinado momento llegan a un punto de agotamiento. Lo mismo sucede con el ánimo de lucha de las personas cuando no se construyen formas organizativas que canalicen por la positiva sus demandas. Así, los momentos de efervescencia social terminan frustrados.

Al final, lo sabio es dejar que sea el mismo pueblo, sus dirigentes y su discusión al interior del movimiento, lleguen a acuerdos en función de los tres desafíos, y otros, apuntados arriba, que se prefiguran en el horizonte colombiano.

 

Imagen: https://www.forosocialpanamazonico.com

Día del Ambiente en América Latina: Proceso de constituyente verde de Chile y paro nacional ambiental en Colombia ¡Hay esperanzas!

Se le invita a participar del conversatorio: Dia del Ambiente en América Latina: Proceso de constituyente verde de Chile y paro nacional ambiental en Colombia ¡Hay esperanzas!

Se llevará a cabo el viernes a las 5:00 pm (hora CR), se transmitirá vía Facebook Live por Programa Kioscos socioambientales UCR

Participa:

  • Lucio Cuenca Berger, director del Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales (OLCA), eco-candidato independiente en la Constituyente Chilena.
  • Tatiana Roa Avendaño, ambientalistas del Censat Agua Viva, Amigos de la Tierra Colombia, participa en distintas redes ambientales Nacionales e internacionales.

Modera:

  • Mauricio Alvarez, Docente UCR-UNA

Organiza:

Proyecto “Dialogo de Saberes y Geografía” de la Escuela de Geografía y Programa Kioscos Socio ambientales UCR.

 

Compartido con SURCOS por Mauricio Álvarez Mora.

El paro político nacional triunfo o derrota popular

Por Carlos Meneses Reyes

Se preveía que el Paro programado para el 28 de abril de 2021, tornaría en Indefinido. Se conocía con anticipación, que pese a las restricciones con ocasión del Covid-19, las movilizaciones serian multitudinarias, permanentes. Era de esperar que la protesta centraría contra la Rama Legislativa (Senado, Cámara, Asamblea, concejos), retomando lo sucedido en el anterior Paro Nacional del 21 de noviembre de 2.019 (21N), que en plena protesta callejera el Senado aprobó la fatídica Reforma Tributaria que privó al Estado colombiano de recaudar cerca de 12 billones de pesos, nueve billones de los cuales fueron entregados al sector financiero parasitario y el resto a exenciones tributarias a empresarios, dizque para impulsar el “pleno empleo”, resultando embolsillados por ellos. También que la petición directa fuere la extinción del Escuadrón Policial de la Muerte, El Esmad y como remate la exigencia de la reforma de fondo a la Policía Nacional, desnaturalizada por lo militar.

Un Pliego de Peticiones, presentado por el Comité Nacional de Paro desde hacía 11 meses, engavetado y sin respuesta oficial, presagiaba el alcance político del desarrollo de las protestas. El binomio gubernamental lo sabía y no han demostrado capacidad para encararlo y ello explica la dilación en solucionarlo. Los acontecimientos políticos que se han sucedido y generado durante su ciclo de actividad califican el presente paro, como de Paro Político Nacional (PPN), sustentado en un estallido político-social y en la consecuente y consciente participación organizada de las masas y por ende del movimiento popular colombiano.

No estaba entre los cálculos que el régimen presidencialista le diere un tratamiento contra insurgente al Paro y ello demuestra la incongruencia en lo gobernable y la ratificación que en Colombia opera una hegemonía oligárquica contra insurgente, de la que hacen parte la mayoría de los grupos y partidos políticos que tienen representativo en el Congreso.

Con anterioridad se ha planteado la culpa gubernamental en la vorágine causada. La conciencia popular enardecida ha comprobado que es posible exigir los cambios de fondo que la sociedad colombiana requiere. Se impone la constante de tener claro que es lo que se quiere y se ha demostrado que se perdió el miedo a protestar a exigir, denunciar, pese a la ola de Terrorismo de Estado aplicado en Colombia.

Alcances políticos del paro

En este mes de Paro se ha revelado la lucha de clases latente. El racismo entronizado contra minorías étnicas y pueblo ancestral. Desenmascarada la iniquidad e injusticias, materializada en conocimiento que el 1% de la población, más rico, es el dueño de medio país. Que el 1,5% de la población, sea la dueña ostentosa del 52% de la tierra productiva en el país. Se desenmascara a los pocos personajes que son los dueños de los Peajes, que tienen rebotado y en acción de bloqueos a los transportadores. Que todos los servicios públicos esenciales (comunicaciones, agua, luz, transporte, educación, salud, banca, recursos naturales) han sido privatizados a ultranza, redundando en un imaginario popular de no pertenencia y valía. Que el problema de poder en la generación y generalización de la corrupción radica en toda la rama legislativa, atornillada por la existencia de un sistema electoral corrupto, soso, hecho a imagen, semejanza y provecho del clientelismo. En la existencia y permanencia de una metodología desarrollada por los gobernantes al servicio del capital financiero especulador y parasitario, al que se le otorgan auxilios, exenciones, beneficios abusivos en billones de pesos, en detrimento de las arcas públicas. Complementa con un modelo económico que incluye el uso desmedido de la explotación de los recursos naturales, en lo extractivo, que asola el panorama del equilibrio ecológico, la defensa de la naturaleza, de sus derechos y el de los animales. Se revela, como verdad sabida, que funge un presidente títere, subvalorado, por sus mismos partidarios y lastre en la conducción eficaz del país. El experimentado dirigente político Álvaro Leiva D, advierte, en clara alusión al sub presidente: “un animal puede tener cien pies; pero jamás dos cabezas”. No obstante (o por eso) el objetivo del movimiento popular no es el fin del mandato del títere de turno y en consecuencia tampoco el de la politicidad del Paro Nacional; como si lo es la Fuerza Pública criminal que sustenta al Establecimiento y el señalamiento e identificación del enemigo principal del pueblo colombiano, como lo es la Rama Legislativo del Poder Público. La conciencia ciudadana y popular tiene muy bien identificado a todos los causantes de sus males y la dictadura mediática no logra confundir esos imaginarios pululares.

Efectos de los alcances políticos del paro

En relación con la capacidad de dirección del Comité Nacional de Paro, este no ha perdido fuerza, ni vigor, durante el mas de un mes de desarrollo del paro. Esto, por cuanto no se trata de un cese de actividades tipificado, sino de una Huelga generalizada, de carácter político en todo el país. El gobierno le apostó a su desgaste y el Comité ha salido bien librado de pretendidas imposiciones unilateral gubernamentales.

El tema de los Bloqueos, que no es del resorte nacional del comité, expresa la multiplicidad de reclamaciones de otros sectores populares, que no están bajo la égida de dirección del Comité Nacional del Paro y demuestra la errada aplicación de inteligencia preventiva del Establecimiento gubernamental. Craso error el haber desautorizado a dos viceministros que habían llegado a un acuerdo con manifestantes para destrabar el corte de vía en Buenaventura y progresivamente permitir el fluido, con ayuda de los transportadores, manifestantes y organizaciones populares en la calle. Se suma a la salida de dos ministros y un Alto Consejero gubernamental.

Como nunca se había registrado en las luchas populares en Colombia, este paro del 28A, ha elevado el nivel organizativo de las masas. Resultado de la brutalidad policial aplicada por el Escuadrón de la Muerte Policial, Esmad, los jóvenes han creado LA 1a LINEA. Los muchachos o pelaos de LA 1a Línea, están en la lucha callejera, con cascos, gafas plásticas de seguridad, escudos de lata y plásticos, tapabocas y disponibilidad total. Enfrentan las bombas lacrimógenas y chorros de agua dirigidos a los manifestantes. Orientan a la población alzada. Controlan a saqueadores. Organizan los Bloqueos, evitando la extorsión. Encausan y ayudan. Previenen, orientan, socorren a golpeados, o a sitiados, a quienes ayudan a salir. Participan en las ollas comunitarias, junto con LAS MADRES DE LA 1A LINEA. Aseguran las tres comidas del día y a la que jamás habían tenido acceso. Entretejen con amistades, compañeros, novias, todo un soporte de activismo político y social. También son liderados y ayudados por sacerdotes de iglesias, médicos, auxiliares de salud, activistas de ong´s-sin apropiarse de sus espacios- profesores que acuden a proteger a sus alumnos, padres de familias y vecinos. Sorprende la capacitación e ilustración que ostentan y expresan los pelaos sobre lo problemático del país. La represión contra los pelaos de LA 1a Línea ha sido brutal y sanguinaria por parte del Terrorismo de Estado. Policías y paramilitares los ubican, identifican, los retienen cuando salen de los escenarios de confrontación. Los siguen, los desaparecen, y los incineran, como en el lamentable suceso del joven de piel negra, encontrado carbonizado en las instalaciones destrozadas del centro comercial Dollar City, en la ciudad de Cali, no distante, por la parte trasera, de un centro de atención policial, que ha sido objeto de reiterados ataques durante las confrontaciones de estos días. Los medios de alienación masiva, mantienen en una burbuja, mintiendo sobre la cotidianidad de una confrontación permanente en las ciudades afectadas, al no ejercer un periodismo independiente. Difunden especies como la del Ministro de Justicia Wilson Ruiz, quien afirma que se trata de una estrategia de difamación contra el Estado colombiano y que las muertes de manifestantes han sido en incidentes aislados como riñas callejeras, hurtos, etc. Inventan lo de la presencia de grupos armados y de control del fementido narcotráfico y el Consejero para la Estabilización, Emilio Archila, señala en una entrevista, que los bloqueos son ilegales y deben ser levantados de manera inmediata para poder iniciar una negociación.

Todo un montaje preparando el escenario de golpes dictatoriales y más represión y muerte. Duque y sus comilones que repiten, siempre habla de respetar la Constitución, pero en la práctica no acude a negociar una búsqueda de salida concertada, recurriendo a la represión. Se trata de un gobierno des legitimado que solo se sostiene con la dictadura.

El efecto político, como repercusión internacional no se ha dejado esperar. Movilizaciones de colombianos y ciudadanos de diferentes países donde se han dado multitudinarias protestas de solidaridad con el pueblo colombiano y en contra del gobierno. Llamados de organismos internacionales y personalidades a la búsqueda de una solución y al respeto a los manifestantes. Cartas diplomáticas enviadas, a raíz de los violentos comportamientos de la fuerza pública. Reiterada inquietud por la cantidad de baleados, muertos, heridos y sobre todo, desaparecidos, durante las jornadas de protesta, aumentan el desprestigio internacional del gobernante colombiano, que pareciere no piensa con cabeza propia, sino por la del otro. Inexplicable mal manejo y contradictorio trato al pedido de la Corte Internacional de Derechos Humanos (CIDH) a venir a verificar las denuncias de violación a los Derechos Humanos.

La Secta-que no partido- de gobierno, ha impulsado la reacción fascista contra las protestas llamando a la intervención militar y al mesianismo salvador con los inmensos recursos dinerarios de sus “corporados”: “Urgimos al Gobierno Nacional liderar la consecución de unos recursos pagados por los más pudientes para financiar la lucha contra la pobreza y la política de juventud” 28 de mayo de 2.021. La plata es grosera, insolente. Piensan que, dando limosna a la juventud, manteniendo la situación de iniquidad, miseria, pobreza, pueden continuar cabalgando sobre las necesidades del pueblo colombiano. En nada se diferencia esta grosería, como cuando el capo Pablo Escobar, anunció que estaba en condiciones de pagar la deuda externa colombiana. ¡Vaya pues!

El paso dictatorial con un decreto de marras

Los Bloqueos son protesta ciudadana. Se explica como manifestación soberana del pueblo indignado. Una expresión de democracia directa:(Artículo 3 CP91) “el pueblo la ejerce en forma directa”. Puras elucubraciones se dan en torno de ellos. Los gremios económico y financiero; oficiales y privados, mencionan sumas billonarias, astronómicas, en pérdidas. La verdad es que no ha existido, no se ha dado, un desabastecimiento critico en las ciudades. Los bloqueos se han dado en forma intermitente y al parecer funcionan unos “corredores humanitarios” por el que circulan los artículos de primera necesidad, medicamentos, etc. Obvio, los importadores de lo santuario si se afectan. Sucede que la decisión política es no aceptar ninguna clase de protesta, no negociar, derrotar al movimiento popular y aprovechar la coyuntura para el engaño electoral gubernamental que avecina. Si los gremios y grupos de presión económica estuvieren afectados, hubieren presionado al gobierno a una solución negociada; pero no, avalan las medidas contra el movimiento popular y llaman a la militarización, con la ambientación intoxica dora de los medios de comunicación que buscan hastiar a la clase media y ponerla en contra del Paro Político Nacional (PPN), a fin de que ninguna conquista política se logre conseguir. En acto de desespero por la intensificación de la protesta y continuación de la lucha, le resulta imposible contener la autonomía de los gobernantes locales, elegidos popularmente y terminarían demarcándose de la directriz central del gobierno por in gerente la “asistencia militar”. No están en capacidad de continuar reunidos con un Comité de Paro, solido en sus argumentos y ante la flaqueza de ingobernabilidad manifiesta, deciden acudir a lo dictatorial. Emiten un Decreto, que prácticamente lleva a traste las negociaciones con el Comité de Paro, tal como lo enuncian sendos comunicados de ambas partes.

El Decreto 575 del 28 de mayo de 2.021, es de indiscutible carácter dictatorial, draconiano. Pasa por alto las observaciones de las fuerzas militares y de policía, que realizan tareas de control en medio de las protestas sociales y políticas. Desconoce que están sujetos a las reglas internacionales del uso de la fuerza, limitadas por los principios universales de legalidad, necesidad, precaución y proporcionalidad. Todo eso lo viola el citado decreto e instaura el Terrorismo de Estado, siempre vigente en Colombia. Como tal, la “asistencia militar” es inconstitucional y no contentos con el injerto, emiten un Decreto, que más pareciere de conmoción interior, sin darse las condiciones objetivas para ello. Es un disfraz que busca “restaurar el orden público” en los Departamentos citados; lo cual no es de unánime, ni igual caracterización. También resulta inconstitucional un Decreto dictatorial dizque para “prevenir” la alteración; es decir lo que vendrá. Eso demuestra ineficacia en la dirección del país. Ese Decreto es inaplicable. ¿De cuándo acá el Departamento de Norte de Santander esta alterado en “el orden público”? ¿Acaso se está con la Constitución de 1886? No. En el Departamento Norte de Santander existe un conflicto armado interno agudizado, con control territorial insurgente, a diferencia de El Cauca, por ejemplo, que controlan el territorio las bandas de narcotraficantes en connivencia con las brigadas militares y el generalato a la cabeza. Resulta que la única manera de “prevenir” que no se altere el orden público en el Norte de Santander, es no fumigar con glifosato. En una palabra, aplicar los Acuerdos de La Habana. Crear las Zonas de Reserva Campesina (ZRC). Proteger a las comunidades indígenas. Derogar los Zidres y comenzar a reconstruir la economía de El Catatumbo bajo la dirección cooperativa, desplazando el capital financiero parasitario y narcotraficante de lavado legal. Uno a uno los gobernantes locales manifestaran el desacuerdo con la pérdida de su autonomía. Ya lo han manifestado la alcaldesa de Bogotá DC y el alcalde de Bucaramanga. Mas de cinco alcaldes en Cundinamarca y seguiremos contando.

La salida es política no militar

Debe el gobierno nacional retomar las negociaciones con el Comité del Paro Nacional. Entender que una cosa es negociar con el comité Nacional y otra con las comunidades en protesta regional, con representatividad soberana directa, del pueblo en las calles, carreteras y veredas. Es fácil: solucione el Paro de los Transportistas. Ponga en la cartera del Ministerio de Obras Públicas y Transportes a una persona capacitada y enfrente el problema que tendrá con los explotadores de los Peajes. Enfrente a Sarmiento Angulo y al grupo Aval y no a los transportistas, conductores, ayudantes y al pueblo organizado en las calles. Soluciónelo ya y resuelve lo de los Bloqueos. No seguir dándole al Paro Político Nacional un tratamiento contra insurgente. Esto contribuirá a un agudizar del conflicto armado interno insurgente. Y por dejar por el momento, aliste se, señor gobierno bicéfalo o dual a aceptar la convocatoria, de una Consulta Popular para determinar temas puntuales como la Revocatoria del Mandato de Toda la Rama Legislativa del Poder Público actual y empezaremos a construir una Nueva Colombia, aplicando los ajustes necesarios al sistema corrupto electoral, clientelista y de casino, narco paramilitar, que impera en Colombia.

Velatón por Colombia

El pasado viernes 28 de mayo, el Comité de Solidaridad con las victimas de violencia en Colombia y Ecos de Colombia Migración y Refugio convocaron al evento “Velatón por Colombia”, en la embajada de Colombia en Costa Rica.

Se llevo a cabo un acto de solidaridad de suma importancia, con los hermanos/as colombianas.

En la actualidad se hacen urgentes las diferentes expresiones de la solidaridad con los pueblos hermanos: COLOMBIA, HONDURAS, PALESTINA, y todos los pueblos del mundo que viven y vivimos bajo la opresión de los gobiernos neoliberales y sus estructuras de represión con índices de una violencia que NO conoce límites.

La resistencia de los pueblos del mundo es el camino de la Esperanza y la conquista con miras a una sociedad con un verdadero contenido de justicia.

 

Compartido con SURCOS por Ana Cecilia Jiménez de ACODEHU.

Colombia: CIDH condena violaciones de derechos humanos

La CIDH condena las graves violaciones de derechos humanos en el contexto de las protestas en Colombia, rechaza toda forma de violencia y reitera la importancia de que el Estado honre sus obligaciones internacionales

Washington, D.C.- La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) expresa su preocupación por la grave crisis que enfrenta Colombia y condena las graves violaciones de derechos humanos registradas durante las protestas sociales. En ese sentido, urge al Estado a respetar los más altos estándares en cuanto a la libertad de expresión, uso de la fuerza y debida diligencia, así como a permitir que la CIDH realice una visita de observación al país, honrando su tradición con los compromisos internacionales en materia de derechos humanos.

El Estado colombiano informó que, a la fecha, se han llevado a cabo al menos 9.623 protestas en 794 municipios del territorio colombiano, con la participación aproximada de 1.493.791 personas. Del mismo modo, comunicó que, del total de protestas, 7,801 no han presentado incidentes. Sin embargo, la Comisión resalta que en al menos 1,038 manifestaciones se habrían presentado casos de fallecimientos, desapariciones, personas heridas y agresiones sexuales como consecuencia del uso desproporcionado e ilegítimo de la fuerza. Estos hechos se han registrado, especialmente, en ciudades como Bogotá, Cali, Pereira, Popayán y Yumbo, y han tenido afectaciones particulares en los pueblos indígenas, las mujeres y las personas afrodescendientes.

La CIDH expresa su extrema preocupación por la pérdida de vidas en el marco de las protestas. Según el reporte de la Fiscalía General de la Nación, desde el inicio de las protestas 43 personas han perdido la vida, de las cuales 17 tendrían relación directa con manifestaciones. Por su lado, organizaciones de la sociedad civil han registrado 51 muertes en el contexto de las protestas. Al respecto, la Comisión Interamericana destaca especialmente los casos de Lucas Villa, quien perdió la vida el 5 de mayo en Pereira después de recibir ocho disparos durante su participación en una protesta pacífica, el de Sebastián Quintero, quien falleció el pasado 15 de mayo en Popayán, tras recibir el impacto de una granada aturdidora presuntamente lanzada por integrantes de las fuerza pública, así como de Jhon Erik Larrahondo, quien murió en Cali el 23 de mayo por el accionar de un arma de fuego.

Además, la Comisión Interamericana encuentra extremadamente grave las denuncias sobre 132 personas que permanecen desaparecidas y respecto de las cuales la Fiscalía General de la Nación mantiene activado el mecanismo de búsqueda urgente. Resulta alarmante que con el correr de los días estas personas continúan desaparecidas, máxime cuando algunas de las 276 que habrían sido reportadas como desaparecidas aparecieron sin vida, como el líder Cristian Torres, el 14 de mayo en la ciudad de Leiva, Nariño.

A su vez, la CIDH expresa su alarma por la denuncia de al menos 87 actos de violencia sexual cometidos presuntamente por agentes de la fuerza pública en contra de mujeres manifestantes, como el caso de la adolescente que denunció haber sido agredida sexualmente por varios agentes de la fuerza pública en la ciudad de Popayán y que posteriormente se habría suicidado el día 12 de mayo. Igualmente, condena el hecho de violencia sexual que habría sufrido una agente de la fuerza pública dentro de una estación de policía vandalizada en la ciudad de Cali el 29 de abril.

Por otro lado, según información pública, se conoce la existencia de aproximadamente 979 civiles heridos en el contexto de las protestas, entre ellos por lo menos 33 con traumas oculares, los cuales se concentran mayoritariamente en Bogotá, Neiva, Cali, Yumbo, Medellín, Popayán, Pasto, y otros municipios de Risaralda y Valle del Cauca. De acuerdo a lo informado, se estarían utilizando armamentos antidisturbios por parte de la policía que generan impactos indiscriminados en contra de las protestas mayoritariamente pacíficas, como es el caso del lanzacohetes Venom. Asimismo, en Bogotá, en el contexto de las protestas del 22 mayo, según información preliminar, al menos 2 personas manifestantes habrían sido heridas, incluyendo reportes de lesión ocular por proyectil policial.

Según la información enviada por el Estado a la Comisión información que da cuenta de la apertura de 144 investigaciones por presuntas faltas disciplinarias por parte de funcionarios de la Policía Nacional, dos de ellas por presuntos actos de violencia sexual.

La Comisión Interamericana rechaza que, durante las protestas, se hayan identificado diversas expresiones públicas que estigmatizan la protesta social y, especialmente, a las personas manifestantes de pueblos étnicos e integrantes de la Minga Indígena. En particular, la CIDH tuvo noticia sobre grupos de civiles armados que dispararon indiscriminadamente contra una manifestación compuesta por personas indígenas el 9 de mayo en la ciudad de Cali. La CIDH encuentra extremadamente grave la participación de civiles en actos de represión y ataques con armas de fuego en contra de las personas manifestantes.

En adición, la CIDH y su RELE han observado un clima de creciente hostilidad y violencia hacia la prensa en el contexto de las manifestaciones sociales, documentando agresiones, amenazas e intimidaciones, además de ataques a instalaciones de medios de comunicación.

La Comisión Interamericana condena que, en determinadas circunstancias, presuntos grupos de manifestantes hayan provocado graves desmanes durante algunas manifestaciones, arrojando objetos contundentes contra efectivos de las fuerzas del orden, destruyendo equipamiento público, y provocando afectaciones a la propiedad privada, entre otros actos injustificables de vandalismo. Según información suministrada por el Estado, estos hechos darían cuenta de 108 acciones contra infraestructura pública y del gobierno, entre ellas: cámaras afectadas; semáforos destruidos; señales de tránsito; y 1136 vehículos de transporte público afectados.

En este contexto, la CIDH manifiesta su extrema preocupación por el fallecimiento al menos 2 policías, 966 resultaron lesionados, y que 25 estaciones de policía, una instancia de la Unidad de Reacción Inmediata (URI) y una sede de medicina legal han sido atacadas o vandalizadas. Además, tomó conocimiento de la muerte del patrullero Juan Sebastián Briñez, y las lesiones provocadas a por lo menos 2 agentes de policía el 22 de mayo, incluyendo graves quemaduras faciales por una bomba incendiaria que habría sido dirigida contra su unidad. Sobre este punto, la Comisión recuerda que la protesta social es legítima en tanto se desarrolla en forma pacífica y que las fuerzas de seguridad tienen la obligación de permitir el desarrollo de las manifestaciones y de aislar a los manifestantes que recurren a la violencia.

El Estado informó a la Comisión Interamericana sobre las múltiples afectaciones que generarían los bloqueos sobre los derechos de las y los colombianos, como la producción y distribución de alimentos, lo cual impacta en particular a niñas y niños en el plan de alimentación escolar.

Al respecto, la Comisión Interamericana recuerda que el derecho de reunión reviste gran importancia para el funcionamiento de la democracia y resalta que el hecho de que algunos grupos o personas ejerzan violencia en una manifestación no vuelve, per se, violenta toda la protesta ni autoriza a las fuerzas de seguridad a disolver la protesta mediante uso de la fuerza ni a practicar detenciones indiscriminadas. 

Asimismo, recuerda que toda restricción al derecho de reunión debe estar prevista en la ley, debe perseguir un objetivo legítimo y debe ser necesaria en una sociedad democrática bajo los criterios de necesidad, idoneidad y proporcionalidad. A su vez, la Comisión reitera lo indicado en su informe sobre Protesta y Derechos Humanos, en el sentido de que es preciso tolerar que las manifestaciones generen cierto nivel de perturbación de la vida cotidiana, por ejemplo, con relación al tráfico y las actividades comerciales, a fin de no privar de su esencia al derecho de reunión pacífica.

En su Informe Protesta y Derechos Humanos, la CIDH señaló que la dispersión o desconcentración de las manifestaciones de forma legal y legítima sólo puede permitirse en casos muy excepcionales, mediante una orden expresa y fundamentada en un riesgo grave para la vida o la integridad física de las personas, cuando se haya intentado el diálogo y no fueran posibles otras medidas menos lesivas para proteger esos derechos. Asimismo, la decisión de dispersar una protesta por parte del Estado debe ser comunicada y explicada de manera clara, de modo tal que permita su comprensión y cumplimiento por parte de los manifestantes, ofreciéndoles tiempo suficiente para dispersarse sin acudir al uso de la fuerza.

Cuando la eventual perturbación a la vida cotidiana en el seno de las protestas se extienda en el tiempo y escale a punto de comprometer la garantía de otros derechos como el aprovisionamiento de alimentos y el derecho a la salud, se acentúa el deber del Estado de facilitar todos los mecanismos de diálogo posibles, teniendo el uso de la fuerza como último recurso, y a su vez atendiendo al principio de interdependencia de los derechos humanos. Asimismo, la Comisión destaca la importancia de que las personas manifestantes permitan la circulación de insumos y provisiones esenciales.

En este sentido, la Comisión condena categóricamente que en el contexto de las protestas se hayan presentado decenas de ataques a ambulancias y misiones médicas, dificultando el traslado de pacientes. En particular, la CIDH deplora el fallecimiento de una bebé intubada como consecuencia de que no pudo ser trasladada oportunamente el 23 de mayo en la ciudad de Buenaventura. En ese sentido, la Comisión llama al Estado a concertar con los manifestantes la creación de corredores que garanticen el ejercicio simultáneo de derechos involucrados. Particularmente, en el para la situación de Colombia hoy, el acceso a alimentos, las garantías del derecho a la salud, así como el aprovisionamiento y despliegue de personal e insumos médicos

Frente a las graves violaciones a los derechos humanos denunciadas, la CIDH condena el alto número de fallecidos y heridos, al tiempo que reitera la importancia de respetar el carácter excepcional del uso de la fuerza y observar los principios de legalidad, absoluta necesidad y proporcionalidad. Adicionalmente, insta a las autoridades a investigar con debida diligencia todos los casos, a identificar y sancionar a los responsables, así como a reparar integralmente a las víctimas y sus familiares. En los casos de violencia sexual, la investigación deberá llevarse a cabo con debida diligencia reforzada y garantizando el enfoque de género.

La Comisión Interamericana reitera que, siempre que haya se sospecha de la desaparición de una persona, debe iniciarse la investigación automáticamente, sin dilación, de forma seria, imparcial y efectiva y orientada a la determinación de la verdad, ello debe incluir la conformación de unidades o comisiones especializadas que cuente con los recursos humanos, técnicos y científicos adecuados e idóneos a la localización e identificación de las víctimas desaparecidas.

Asimismo, la Comisión recuerda que las y los periodistas cumplen una función crucial al recabar y difundir información de lo que sucede en protestas sociales, incluyendo la actuación de las fuerzas de seguridad, por lo que las autoridades deben brindarles el más alto grado de protección para que puedan realizar su trabajo libremente y mantener a la sociedad informada sobre asuntos de elevado interés público.

La Comisión observa que muchas de las demandas de las protestas sociales guardan estrecha relación con los desafíos estructurales que subyacen a la profunda desigualdad social y la violencia histórica en el país, con especial afectación en las personas pertenecientes a los grupos étnico-raciales. En ese sentido, reafirma que la consolidación de la paz es un requisito indispensable para el ejercicio libre y el respeto pleno de los derechos humanos. La CIDH recuerda y hace un llamado a atender las causas de las protestas sociales y a respetar los derechos humanos de las personas manifestantes, e insta a que todas las violaciones a los derechos humanos sean investigadas diligentemente y juzgadas por la jurisdicción ordinaria, según los estándares internacionales.

Por último, la CIDH reitera la importancia de realizar una visita de trabajo para contar con todos los elementos que le permitan valorar la situación de derechos humanos de manera objetiva con el fin de formular recomendaciones al Estado.

La CIDH es un órgano principal y autónomo de la Organización de los Estados Americanos (OEA), cuyo mandato surge de la Carta de la OEA y de la Convención Americana sobre Derechos Humanos. La Comisión Interamericana tiene el mandato de promover la observancia y la defensa de los derechos humanos en la región y actúa como órgano consultivo de la OEA en la materia. La CIDH está integrada por siete miembros independientes que son elegidos por la Asamblea General de la OEA a título personal, y no representan sus países de origen o residencia.

El comunicado de prensa se puede encontrar en el siguiente enlace: https://mailchi.mp/dist/cidh-condena-graves-violaciones-de-ddhh-en-las-protestas-en-colombia-rechaza-violencia-y-reitera-al-estado-honrar-sus-obligaciones-internacionales?e=7f19d5fd29

 

Compartido con SURCOS por Arturo Fournier.

Colombia, ¿Va por el Petróleo Venezolano?

Lic. José A. Amesty R.

25-mayo-2021

Colombia, desde hace décadas continua con la escalada de guerra sucia contra la guerrilla, para “supuestamente proteger” sus reservas de Petróleo. E igualmente, EEUU, está apoyando con su fachada de búsqueda de “narco-terroristas”, pero su intención es establecer condiciones de seguridad en las regiones potencialmente ricas en petróleo, para las posibilidades futuras de las compañías privadas y de las compañías estatales del petróleo.

De allí el interés de EEUU en la región de Putumayo-Colombia, (Región remota, ubicada al suroeste del país, en la región Amazónica, limitando al norte con Cauca y Caquetá, al este con Amazonas, al sur con Perú y Ecuador, y al oeste con Nariño, y que se encuentra en el centro de la zona con mayores recursos de petróleo sin explotar.

No obstante, la realidad petrolífera en los actuales momentos, según los analistas Lee Sustar y Ángel Ramón Núñez Hernández, Ingeniero de Petróleo, Jubilado de Pdvsa y cuya fuente de información es la Agencia Nacional de Hidrocarburos de Colombia (ANH), es que Colombia, producto del saqueo de EEUU, viene reflejando números en descenso en su producción anual, por el agotamiento de sus reservas, tanto de petróleo como de gas, así como por la poca incorporación de tales productos a la reserva.

Mencionando además, que durante los últimos años Colombia está buscando aventurarse en la práctica nefasta del fracking o fractura hidráulica, que es una técnica utilizada para sacar gas y petróleo de rocas profundas (hidrocarburos no convencionales), para lo cual se utiliza agua con químicos en alta presión hasta fracturar la roca. Práctica que inutiliza los suelos, malgasta el agua y utiliza mucha cantidad de la misma.

Por ejemplo, ya desde 2015 hasta el 2020, la producción de petróleo colombiano viene cayendo: 2015: 1.006 barriles diarios; 2016: 886; 2017: 854; 2018: 865; 2019: 886; 2020: 780. Significando que si comparamos el año 2015 con el 2020, cayo la producción en un-22,5%.

En este mismo periodo (2015-2019) las reservas colombianas probadas eran de: 2015: 2002, millones de barriles de petróleo; 2016: 1665; 2017: 1782; 2018: 1958; 2019: 2041. De acuerdo al consumo de estas reservas para el año 2019, el país neogranadino tenía reservas probadas de petróleo para 6,3 años.

Para que tengamos una idea, de lo dramático de la situación de Colombia en materia petrolera, para el 31 de diciembre del 2011, en Colombia se perforaron 125 pozos exploratorios, de los 35 que fueron productores, 54 estaban en pruebas y 36 fueron secos. Sin embargo, para el año 2019, Ecopetrol perforó 20 pozos exploratorios de hidrocarburos con una tasa de éxito de 40% (8 pozos exitosos).

Hasta noviembre de 2020, se habían perforado 16 pozos exploratorios, de los cuales, cuatro se realizaron en noviembre. Es importante destacar que la meta para el año 2020, era perforar 55 pozos exploratorios.

Colombia, para lograr mantener el ritmo de consumo actual, requiere perforar entre 80 a 100 pozos exploratorios por año y mantener una tasa de éxito superior al 25% (Tasa de éxito promedio a nivel mundial).

Datos más recientes y específicos, revelan que según el Ministerio de Minas y Energía de Colombia, la producción de petróleo en el mes de noviembre de 2020, fue de 760.940 barriles promedio día, que representan una disminución del 13,5% frente a noviembre de 2019.

Así mismo, la Cámara Colombiana de Petróleo, Gas y Energía (Campetrol), recalca que la producción de petróleo de Colombia en noviembre de 2020 fue de 759.000 barriles promedio día (bpd), lo que significó una caída del 13,8% en comparación con el mismo mes del 2019 cuando fue de 880.000 bpd.

En relación a los Taladros en operación, el número de taladros petroleros activos en Colombia en noviembre de 2020, se ubicó en los 100 equipos (22 de perforación), ocho taladros más que los registrados en noviembre cuando fueron 92. Sin embargo, la cifra es inferior a la registrada en noviembre de 2019, cuando había 140 taladros petroleros activos.

En cuanto a la función de los taladros, de los 258 equipos en existencia consolidados para noviembre de 2020, 114 fueron de labores de perforación, de los cuales 36 se reportaron como contratados y 22 como activos. Es importante resaltar que, de los 22 equipos activos, dos estuvieron en movilización y 20 en operación.

Finalmente, deseamos hacernos eco de los comentarios del analista Luis Prieto en su artículo “Un Momento con la Historia”, donde enfatizamos que, ante el panorama antes descrito, la escasez de reservas petroleras colombianas, el país neogranadino busca en Venezuela, alguna alternativa de solución.

Prieto nos recuerda que el polaco estadounidense Zbigniew Brzezinski, criminal de Guerra y reconocido fascista, elaboro una doctrina destinada a provocar conflictos intestinos en el mundo árabe y aprovechar dicha conflictividad, con el objeto de hacerse de vastas porciones de territorio y colocarlas como fuente proveedora de energía (Petróleo y Gas) para los EEUU.

Agregaríamos que también lo hicieron en Bosnia, en Irak, en Libia, lo intentaron en Bolivia, en Yemen, y por supuesto en el 2021, lo siguen intentando en Venezuela. Y por ende en Colombia.

Luis Prieto afirma que estamos convencidos de que los ataques criminales cometidos por los paramilitares, (supuestos miembros de las ex-FARC EP) colombianos, el 21 de marzo de 2021, en la población de la Victoria, Estado Apure, es una réplica de la Doctrina de Brzezinski.

Son los mismos esquemas usados por los Salafistas, El Estado Islámico y Al Qaeda, los Yi hadistas (por nombrar algunas) creados por la CIA y El Mossad.

Recordemos que la frontera entre Colombia y Venezuela, Estado Apure venezolano y el Arauca Colombiano, ha sido un escenario en el cual se han sucedido una serie de «enfrentamientos» entre irregulares colombianos (narcotraficantes, contrabandistas, bachaqueros, paramilitares), el ejército regular del narco Estado colombiano, la CIA Y el Mossad; y el Estado venezolano.

No es casual entonces, que la región del Estado Apure en Venezuela, rica en petróleo, sea un territorio apecetible para Colombia, buscando apropiarse de ella y solventar su crisis de reservas.

De allí que uno de los motivos reales de los enfrentamientos armados, tiene un fuerte olor a Petróleo.

Entonces, el trasfondo del enfrentamiento armado, es la apropiación de la reserva de petróleo existente en la zona del lado venezolano.

Ante lo anterior, nos preguntamos: ¿Se dan cuenta de la insistencia de Iván Duque en atacar al Gobierno Revolucionario de Venezuela?

Esta es la región venezolana, que nos hablara el comandante Hugo Rafael Chávez Frías, este territorio está constituido por los Estados Táchira Apure, Mérida Trujillo Zulia y Falcón de Venezuela, constituyéndose en la llamada media luna.

En resumen general, en Colombia hay una deficiencia de reservas de hidrocarburos, una industria que representa más de la mitad de las exportaciones nacionales. “Las reservas probadas de petróleo y gas del país son muy limitadas. Desde hace 40 años, no se encuentra un nuevo yacimiento convencional importante”, dijo a la AP, Francisco José Lloreda, presidente de la Asociación Colombiana de Petróleo. “A mediano plazo Colombia tiene dos opciones: encontrar un gran yacimiento en tierra firme o desarrollar sus yacimientos no convencionales a través de la técnica del fracking”.

Nosotros agregamos: o aventurarse a tomar por la fuerza territorios venezolanos ricos en petróleo, posibilidad-sugerencia que expusimos arriba.

¡Fuerza Colombia!

Comunidad Buen Vivir, Costa Rica.

SURCOS comparte la siguiente información:

El pasado 22 de mayo se publicó en el canal de Youtube Buen Vivir Costa Rica un video en el que Daniel Ruiz, Rodolfo Morera Vargas y Edison Valverde Araya mediante expresiones artísticas se posicionan sobre la situación de represión y violencia que se vive actualmente en Colombia. Este video es una muestra de empatía con la población y una forma de expresar apoyo a este país por parte de la sociedad costarricense.

Adjuntamos el video y le invitamos a difundirlo:

 

Enviado a SURCOS por Édison Valverde Araya.