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Etiqueta: contexto social

Actualidad del Performance Político en Costa Rica: El Dolor Que Nos Espera

Preámbulo a la Obra de Albán Camacho.
El contexto social y la identidad cultural

Ernesto Araya
sepulcravo1979@gmail.com

La Libertad Individual permite la acción de compartir, expresar y difundir ideas o de cuestionar, señalar y denunciar: la discriminación, la opresión y la violencia en cualquiera de sus manifestaciones. Lo económico o judicial, la política o la religión son también el campo de batalla contra la exclusión y la marginación social pues son espacios elementales de interacción individual y colectiva.

En Hispanoamérica la violencia social que azota la región cultural ha tenido distintas connotaciones históricas en las cuales los héroes sobresalen sobre la confusa nebulosa de impunidad, al ser perseguidos y acosados intensamente por reivindicar sus convicciones propias y colectivas. Ahondaremos en el contexto histórico que nos atañe primero navegando la superficie del éter oscuro y amorfo de las violencias de Estado para pasar a la experiencia individual y humana.

Empezaremos por distinguir entre los nacionalismos integrales para el discurso del opresor y la nacionalidad u relación vinculante de la identidad cultural individual y la Identidad Nacional.

Los autores nacionales nos advierten:

 “El término nacionalidad posee una ambigüedad esencial y peligrosa, (…), es utilizada para designar la participación de un sujeto en una cultura y una supuesta identidad nacional; (…) otras veces, se confunde con la ciudadanía. (…) supone poseer unas formas de vida, unas tradiciones y una historia compartida que operan como marcos simbólicos de interpretación entre las relaciones y una historia subjetiva.”[1]

Por ejemplo, podemos dedicar páginas enteras para describir las dictaduras Latinoamericanas, galicismo utilizado en el contexto cultural de opresión impuesto a las poblaciones originarias; o denunciar la: violencia, tortura, censura, muerte, desaparición forzada, desplazamiento y limpieza étnica que sufren miles de personas solo en América.

Podríamos categorizar las escalofriantes metodologías de guerra que utiliza el opresor contra su propio pueblo y aun así no alcanzan los documentales ni las páginas para hablar de los 160 mil muertos y 45 mil desaparecidos solo en Guatemala entre 1960 y 1996. De los cuales 4 de cada 10 fueron niños o mujeres.

En Chile el pueblo Mapuche aún vive la represión política y el despojo de sus territorios tradicionales desde mucho antes que la dictadura asesinara a unas 3000 personas entre 1976 y 1990, acumulando al menos 40 mil casos documentados de víctimas. En Argentina se cuentan 8938 casos de desapariciones forzadas con un estimado de 15 a 20 mil personas desaparecidas entre 1976 y 1982. Entre 1966 y 1986 hubo 90 mil desapariciones forzadas en países como: El Salvador, Chile, Uruguay, Argentina, Brasil, Colombia, Perú, Honduras, Bolivia, Haití y México.[2]

El s. XXI refleja el continuismo de las políticas hegemónicas extractivistas y por tanto las violencias y los militarismos siguen perpetuando masacres como la de los 43 de Ayotzinapa en el 2014. Estudiantes, periodistas, ambientalistas y lideres comunitarios de México, Centroamérica, Colombia, Ecuador, Brasil, etc., son víctimas habituales del Terrorismo de Estado.

El aparato represor ha integrado sin resistencia mayor las redes criminales de políticos coludidos y capos del crimen organizado quienes se dan el lujo de un ethos burgués de “proceso desapasionado y racional[3] por su actuar deshumanizado, quirúrgico y mimético.

La triste Noche de Iguala y los 43 normalistas de Ayotzinapa es análoga al genocidio de las comunidades originarias desoladas por verdugos europeos por centurias.

En Abya Yala con lo moderno y la industrialización de las parcelas, y en los guetos con las bondades del capitalismo neoliberal se ha implementado la doctrina de tierra arrasada y Seguridad Continental justificada en el uso del discurso hegemónico para promover milicias y aparatos paramilitares al servicio de “noblezas criollas” y sus “asesores extranjeros”; al mismo tiempo que sostienen una “falsa verdad” que socaba la capacidad de toma de decisiones y limita las libertades de los individuos en la comunidad.

Terrorismo de Estado

La violación sistemática y continua de los Derechos Humanos más básicos de minorías étnicas y de población urbano marginal y rural en las naciones de la periferia dominada como en el seno de las naciones: “civilizadas”, “desarrolladas”, “democráticas”; apenas se visibiliza al ser una forma de crimen. Las identidades culturales propias y las necesidades comunitarias son excluidas al opuesto del tablero político.

Nunca la violencia que ejerce el Estado contra aquellos que se le oponen, es solamente esfuerzo estatal. En el seno de la sociedad civil existen amplias porciones que en no pocas ocasiones, apoyan activa o pasivamente las infamias más inauditas. En efecto, en no pocas ocasiones, amplias porciones de ciudadanos justifican la ejecución extrajudicial o la desaparición forzada.[4]

Quienes perpetran estos crímenes son antisociales bajo el amplio brazo de la impunidad y el silencio cómplice los aparatos ideológicos de Estado que junto al aparato represivo de Estado[5] perpetúan el miedo y la dominación. Fanatismos, premisas falsas. éxito capitalista del aparato ideológico de Estado buscan la normalización y desregulación de actividades lucrativas que generan miseria a la población, pero facilitan la usurpación del poder de la Nación.

Los silencios de las mafias políticas ocultan bajo la criminalidad institucionalizada una gobernanza de facha democrática pero enquistada en los poderes facticos por lo que estas son poco judicializadas. Se amparan siempre en la represión política como alternativa al dialogo con lo que prolongan el empobrecimiento de las clases sociales aisladas por medio de la opresión, dependencia económica y vulnerabilidad. Trasladan el peso de las cargas sociales a los más vulnerables mientras ellos se eximen.

Las organizaciones comunitarias deben enfrentar esta muralla inconmensurable de censura, hostigamientos, judicialización, clasismos, y exclusión; para alcanzar sus objetivos colectivos manteniéndose firmes. No hace falta imaginar utopías en el s. XXI Hoy en día los objetivos se cumplen con trabajo comunitario.

El caos social como instrumento de poder

La ola de violencia se asocia a los altos porcentajes de corrupción política y de funcionarios coludidos con el crimen lo que genera la fractura de las instituciones pilares de la sociedad, lo que conjugado a elementos económicos y sociales pueden producir una situación de Estado Fallido; especialmente por las disputas entre facciones que anteponen sus intereses en detrimento de la sociedad y de su población.

Tenemos entonces que generar espacios de lucha, dialogo y reivindicación; para sanar y construir acciones comunitarias, colectivas y para fundar nuevos pilares de convivencia mitigando el descontento y redirigiendo las fuerzas colectivas para fortalecer las redes colaborativas comunitarias.

Un Estado corrompido desde dentro entonces utilizará el discurso hegemónico para camuflar estas distintas presiones externas estructurales, así como para crear verdades que encubren sus crímenes internos aprovechando el caos en que sumerge a los ciudadanos.

Evolución del Control ideológico en Costa Rica

 Siglo XIX

Nos interesa en este momento el mecanismo de control social conocido como censura, pero debemos aun profundizar más en la construcción ideológica del discurso político y su instrumentalización material exponiendo el caso costarricense que la implementa y normaliza.

La identidad cultural costarricense, por otro lado, se configuró al mismo tiempo que la economía se insertaba en los mercados de las potencias occidentales, industriales colonialistas y premodernas del s. XIX.

En el año de 1821 el joven Estado costarricense contaba con una sociedad agrícola con al menos 100 años de retraso en relación con las potencias europeas y los Estados Unidos con las cuales negociaba, y su inserción fue difícil. El hierro era escaso y extremadamente caro, las herramientas agrícolas eran de madera, el arado rudimentario y de bueyes.

El campesino descalzo y “humilde” así como el cafetalero hacendado se fascinaban con los productos extranjeros que consideraban “milagrosos”[6]; así como lo hicieron las gentes de los pueblos originarios al ver las cuencas de vidrio del conquistador español, o como lo hace el costarricense moderno embelesado con los últimos dispositivos del mercado occidental. Un mismo pueblo 3 conquistas.

En el s. XIX el Estado manejo un discurso hegemónico, político y económico acorde a las necesidades de la producción cafetalera promovida como política económica de Estado logrando alcanzar su auge para 1850. “La exportación de café a Inglaterra… transformó por completo el país. Con el intercambio comercial ingresó el “progreso” capitalista y la “modernidad” europea.[7].

El cambio cultural propiciado por la exportación del grano de oro implicó la adopción de valores culturales exógenos con la consecuente fragmentación y aculturación capitalista de la sociedad agraria nacional. Por otra lado, las actividades, los actores y momentos históricos adquieren significado cultural dentro de la construcción y reproducción de los valores integrales de la Identidad Nacional reinterpretados por el discurso hegemónico.

Los objetos y productos de la actividad cafetalera se convierten materialmente en Patrimonio Cultural del pueblo costarricense y cargan de contenido semántico a la nacionalidad.

Siglo XX (Primera Mitad)

Desde entonces hasta la fecha la actividad cafetalera fue decayendo y para la década de 1980 se había desplomado. Actualmente representa aprox. 2% del PIB, sin embargo, ha finales del s. XIX e inicios del s. XX ya contábamos con un grupo de intelectuales burgueses cuyos ideales políticos impregnaron las letras con expresiones bucólicas al enfrentarse a poderes conservadores profundamente católicos.

El Arte y la pintura también transcriben el devenir histórico cumpliendo su rol de instrumento comunicativo en medio de la disputa histórica de la “Verdad” que describe las tensiones, esperanzas y tristezas de la época. “La ideología está hasta tal punto presente en todos los actos y los gestos de los individuos que llega a ser indiscernible de su “experiencia vivida”.”[8] Cada momento en la construcción identitaria nacional ha tenido una sociedad idealizada que reflejo el blanqueamiento y politización de la misma.

Las intenciones “modernistas” del discurso político no hicieron más que postergar la realización y persistencia de condiciones materiales de dependencia económica, exclusión y pauperización de la sociedad. En la Costa Rica futurista y neocolonial de entre guerras el discurso sirve para sostener a las élites y al status quo.

Utilizó la imagen del peón: agrario, cafetalero, abnegado, pío, trabajador, descalzo; para generar una percepción social de bonanza económica como la del s. XIX deviniendo en la decadencia simbólica al vaciar de contenido al signo vivo con el “imperialismo” semiótico arrogante”[9] de la mentira.

La guerra civil del 48 prueba que no todo era bonanza. En el contexto global agitado de mitad del s. XX el mito del “grano de oro” se adaptó a las ideologías elitistas de burócratas burgueses vinculados a capitales productivos. La amenaza nuclear y las desapariciones forzadas son canalizadas por el antihéroe campesino: anticomunista, ignorante, reaccionario, sumiso a la autoridad y blanco que caracteriza el ideal de costarricense que se cierra en la excepcionalidad de la patria y el rechazo ideológico al comunismo.

La guerra produce rezago. Es la suma de todas las violencias, busca la eliminación del “otro”. Por ende la guerra es autodestructiva e impacta el proceso de fricción interétnica[10] que describe la identidad cultural.

Con la proscripción del partido comunista en 1949 viene la persecución política al obrero, al campesino y al estudiantado, a opositores políticos o disidentes. Un recuento de los crimines de Estado se hace necesario para llenar esta etapa oscura de la democracia costarricense sumida en la clandestinidad y la infamia.

Siglo XX (Segunda Mitad)

Recordaremos la premisa de que el “vencedor escribe la historia, pero el tiempo da voz a los vencidos[11]. Los mismos reaccionarios que efectuaron la masacre del Codo del Diablo el 19 de diciembre de 1948 alcanzan el poder e utilizan la institucionalidad, el discurso político y la represión para perpetuarse. El partido comunista en Costa Rica estuvo proscrito por 25 años creando el efecto de dictadura blanda al vaciar el pensamiento político nacional del dialogo democrático y disimular su control mediático a través de la violencia con el falso discurso de paz y bonanza ya añejo.

 La actividad represiva es clandestina ya que el opresor actúa con complicidad en la impunidad. El propósito de la retórica política es crear una realidad alterna que disimula la ingobernabilidad y facilita el accionar de la facción más poderosa.

La reproducción discursiva que exalta el rol institucional negando una parte de la Historia puede visibilizarse con lo sucedido en diciembre del 2017 en la exposición del Tribunal Supremo de Elecciones presentada en la Biblioteca Nacional. Con un rango de 70 años desde su fundación (1949) casualmente omitió la proscripción del partido comunista.[12] Su ilegalización duro 25 años y limitó la capacidad de organización comunitaria, obrera y política de distintas agrupaciones y minorías étnicas además de alienar también el Derecho al Voto del resto de la población costarricense.

Con la televisión comercial en el país se establece el sesgo mediático que desde 1958 se expresa en el monopolio que los medios de comunicación ejercen sobre la opinión pública y la percepción de las diversas problemáticas sociales reproduciendo el discurso de dominación hegemónico con sus características de exclusión y pauperización.

Esa misma retórica que utilizó el Estado Benefactor, o el Estado Patriarcal o incluso el Estado Neoliberal con sus características especiales se ha encargado de naturalizar la violencia por largo tiempo. Después del año de 1974 se vuelve más común el trabajo de los grupos organizados que participan de la revolución artística comunicativa que disputa los espacios callejeros e institucionales por igual rompiendo el monopolio del poder político.

La Crisis del Mito

La agroindustria tiene como pilar al peón agrario y este sufre la carga de la industrialización capitalista de la sociedad nacional. El héroe del mito del grano de oro desaparece como el sueño de la Alianza para el Progreso[13]. La tugurización se acentúa como lo fue la brecha social durante las décadas de 1970 – 1980 llegando a declaratoria de emergencia en 1984 y a promesa de campaña electoral para el periodo 1986 – 1990.

El tugurio es resultado de la crisis, de la dependencia y de la mala gestión de los recursos públicos convirtiéndose en objeto del discurso político que minimiza el impacto de las perdidas agrícolas o el sufrimiento de las minorías de nacionales y extranjeros migrantes.

Los esfuerzos institucionales se enfocan más en sostener discursos desfazados para ejercer la censura y el control político sobre los medios o para disputar puestos de control entre facciones que en resolver las problemáticas comunitarias.

Durante los años 80 se ensalzó el “clima de paz” frente a la amenaza “comunista” que infiltraba el Continente. Centroamérica realmente se convierte en un campo de batalla ideológico del cual Costa Rica no se exime al intentar perpetuar con actividades represivas (seguimientos, intervenciones telefónicas, unidades clandestinas o paramilitares) y por supuesto la policía política el mito del grano de oro.

Durante la segunda mitad del s. XX el carácter bucólico de la campiña, la belleza y humildad del campesino abnegado aún invocaban la producción cafetalera que aprovecha la mano de obra migrante favoreciendo la inmigración “blanca”, “europea” o “americana” pero obviando también los Derechos Culturales de las minorías étnicas que habitan el territorio. Con la generación de diversos mitos discursivos se reproducen las mismas condiciones de desigualdad, la exclusión, la discriminación y la violencia.

“La exportación de café a Inglaterra… hacia mediados del siglo XIX… transformó por completo el país. Con el intercambio comercial ingresó el “progreso” capitalista y la “modernidad” europea.”[14]

Mientras tanto con el paso de los años la visión de sociedad costarricense europeizada ha sido diluida en una americanizada y gentrificada. Material e ideológicamente colonizada, pero geográficamente occidental. Actualmente X, Meta[15] y otras plataformas de internet tienen más control sobre el contenido accesado por millones de usuarios que los gobiernos e incluso ofrecen sus servicios a los estados hegemónicos.

A mayor censura global mayor enajenación cultural y perdida del Patrimonio Cultural de los pueblos y de su Libertad de Expresión. Por esto la apropiación de espacios comunicativos es fundamental para enfrentar el capitalismo extractivista informático dadas las implicaciones económicas y geopolíticas del control de datos sensibles y sus aplicaciones en el ámbito militar como sucede con las tecnologías de la muerte utilizadas en el actual conflicto israelí – palestino.

La utilización de tus datos de navegación por algoritmos desarrollados para capturar la atención del usuario en contextos de “batalla cultural” o “limpieza étnica” para rastrear a los individuos y bombardearlos junto a toda su familia abren un nuevo ámbito ético de lucha por nuestra Libertad de Expresión y los Derechos Humanos más básicos.

Para el 15/11/2023 aproximadamente un mes después de iniciada la actual batalla el 07/10/2023 las estadísticas del conflicto en Gaza reflejaron que un 41% de 11300 víctimas inocentes fueron menores de edad. El 20/11/2023 la cuenta había aumentado a 13 mil víctimas civiles concentrando e incrementado la letalidad y las masacres. El 21/12/2023 la cifra de muertos en Gaza era de más de 20 mil personas estimándose que un 70% eran mujeres y niños. Para el 25/11/2024 habían sido asesinadas 44 mil personas inocentes y se contaron 10 mil desaparecidos.

En la primera línea están cientos de periodistas que deben autoexiliarse o sufrir la persecución y muerte en las redes del aparato opresor solo por mostrar la Verdad. El informe de la UNESCO sobre la Libertad de Expresión y los medios de comunicación 2021/2022[16]; contiene cifras esclarecedoras al respecto. Para el 25 de octubre día en que escribo estas palabras el IDF había asesinado 131 periodistas[17]. Desde esta violencia visceral hasta la censura que implementan las grandes plataformas de internet imponiendo el monopolio por medio del control mediático y el discurso político sostenido por granjas de trolls, bots, y los logaritmos de datos que miden las reacciones de usuarios a determinados refuerzos positivos o negativos.

La Libertad de Expresión permite describir lo inconmensurable, lo que es sagrado, como también es el instrumento del arte y de las sensibilidades humanas. Al ser conscientes podemos detectar en el noticiero, en las películas, en series y música el bombardeo mediático.

El Dolor que Nos Espera

El 20 de octubre del 2003 se desato una intensa disputa entre el Derecho a la Libertad de Expresión y la censura del aparato ideológico de Estado costarricense. La acción se desarrolla a las 10 a.m. en medio de la protesta social y civil convocada en oposición al TLC, que se llevó a cabo en las inmediaciones de la Asamblea Legislativa. Dos horas más tarde aparecía en los noticieros del mediodía.

Desde ese momento el performance de Albán Camacho tuvo un meteórico ascenso entre la sorprendida audiencia, el sensacionalismo noticioso y las críticas moralistas puritanas de los grupos alineados con el statu quo. Su reacción no se haría esperar y para el 22 de octubre en el periódico La Nación el entonces presidente Abel Pacheco refiriéndose a los grupos organizados que se habían manifestado en contra del TLC decía: “Más que movimientos son meneitos”, utilizando una metáfora un poco extraña. ¿Qué habría querido decir?

El expresidente entre risotadas se hacía acompañar por el ministro de la Presidencia y el ministro de Seguridad. Entonces haría alarde de su completa ignorancia de la obra artística y se dedicaría a insultar al artista para pasar luego a desquitarse con los trabajadores que habían participado de la marcha un lunes.

La nota tiene por título: “Carcajadas en Zapote” y describe la reacción de los representantes del poder hegemónico desconcertados ante la obra de arte. Parecen contrariados, el expresidente agrega:

“Me dicen de un joven que pasó chingo, en pelota, para hablar en costarricense, mientras lo pintaban y se envolvía en no sé qué trapos. Bueno, como psiquiatra gustoso le puedo dar una opinión después, como político difícilmente, … Eso de desnudarse para llamar la atención es cuento viejo. No tengo reparos en que cada quien llame la atención como quiera, salvo reparos estéticos. Yo les digo que tengan un poco de conciencia sobre su belleza física antes de exponerla”[18]

Difícil no notar una fetiche estético que parece no terminar de salir del armario en cuanto se refiere a la fisonomía masculina. De igual manera esta reacción extra por parte del mandatario no haría más que impulsar la obra y su impacto. La nota continua: “En medio de risas, Pacheco retornó a la seriedad para recordar que la decisión del Gobierno de rebajar los salarios de quienes no trabajaron el lunes se mantiene firme.”[19]

Al mismo tiempo el expresidente se quejaba de no poder rebajar el salario de los dirigentes sindicales pues estaban amparados por convenios internacionales que el país está comprometido a cumplir.

Por 3 días consecutivos el performance de Albán Camacho había ocupado las primeras planas y ahora hasta el presidente se refería a este haciendo gala de costarriqueñismos. En los medios de comunicación se hablaba de filosofía del arte y del significado de la desnudez lográndose un objetivo primordial del performance, el “dejarse ver” o “exhibirse al máximo”. Otro objetivo coherente alcanzado por el artista performativo fue mostrar su: “… compromiso político contra las estructuras establecidas en un mundo regido por el capitalismo y la moral burguesa, …”; además de una: “ … fuerte reivindicación de la autenticidad individual…”[20].

A los comentarios presidenciales Albán respondió con una frase icónica: “Invito a Abel para que se desnude y demuestre su trasparencia”; misma que sirvió de título a la publicación en Diario Extra, el 23 de octubre. “¡Claro! Si Don Abel no tiene nada que esconder, lo invito a que se quite la ropa conmigo en la próxima manifestación”[21] Cosa que por supuesto nunca sucedió y posiblemente nunca suceda.

Esta contundente respuesta a los comentarios insertados dentro del contexto de control ideológico y manipulación a través del discurso político hegemónico y en estas circunstancias satírico del expresidente obligarían a escalar un grado más de intensidad de la persecución y represión Estatal.

Las voces se unían al diálogo iniciado por el performance[22]. Por ejemplo, la Nación publicaba el 26/10/2003 la nota “Cuerpo a la vista”, que aborda el tema de la corporalidad y su potencia comunicativa: “Desnudarse no es simplemente quedarse en cueros vivos. Puede ser también una forma de activismo, con cierto abolengo derivado de la antigüedad griega, una especia de “desnudez cívica”[23]; poéticamente hablando.

Los burócratas del AIEc costarricense se encargaron de escalar del sensacionalismo de las noticias al escarnio público y de allí a la persecución y judicialización de la obra y el artista. Habían perdido la batalla de la comunicación e involucraron al aparato represivo de Estado. Louis Althusser (1974), señala a la censura como una forma del aparato ideológico de Estado cultural. También hace una clara distinción entre ambos: “… el aparato represivo de Estado “funciona mediante la violencia”, en tanto que los AIE funcionan mediante la ideología.” [24]

La cual es predominante y masiva dejando en un rol secundario a la violencia. Se deduce de esto que un Estado en donde la violencia es predominante no es más que una aberración de la organización social y sus beneficiarios deberían rendir cuentas a la Justicia por crímenes de Lesa Humanidad.

Judicialización del arte

El 30 de octubre se inicia el proceso judicial en contra del artista. La obra se presentó en el I Circuito, Juzgado Contravencional, asunto o delito: Exhibicionismo: Expediente 03-005454-0626-FC; Paralelo al Expediente: 03-005030-647-PE (19499-12), asunto o delito: Menosprecio a los símbolos de una nación Extranjera en perjuicio de la Nación; en el despacho de la Unidad de Trámite rápido de San José gracias a las bondades de la denunciante Licda. Fiscal Auxiliar de la Unidad de Trámite Rápido del Ministerio Público.

De acuerdo a la versión de la fiscalía que actúa de oficio el imputado Albán Camacho Lobo, localizable en Bar La Tortuguita, Calle de La Amargura, San Pedro donde siempre acude a almorzar:

“Procedió a manifestarse desnudo y menospreciando la bandera de los Estados Unidos de Norteamérica, con la cual cubría parte de su cuerpo y a la que le estamparon en color negro la esvástica alemana, símbolo utilizado por el Régimen de Hitler.”

Al hacerle la consulta a Albán a este respecto me indica por audio mensaje:

 “… mae, Ernesto, fue frente a la entrada, no fue al costado fue al frente a la entrada a 7 – 8 metros del portón y fue envuelto en una bolsa de plástico trasparente… ¡No! Fue un plástico trasparente amarrado con un cordón… un plástico trasparente amarrado con un cordón que le quite al zapato.”

La fotografía de M. Castillo[25] se vuelve icónica al reflejar el momento en que un tercero portando una bandera de USA se acercaba a Albán para tocarlo en el hombro tal vez como un gesto de solidaridad u protección cubriéndolo parcialmente con la bandera, un instinto humano más allá de cualquier simbolismo. El artista procede a rechazar los cargos y posteriormente el Ministerio Publico solicitó:

”… el dictado de sobreseimiento definitivo a favor del acusado en aplicación de un criterio de oportunidad…”; y: “… máxime si se toma en consideración que lo acontecido responde a una manifestación propia de un país democrático… , donde existe la libertad de expresión, sin que deba tomarse como menosprecio a símbolos de nación extranjera,…

Con lo que se fortaleció la Soberanía Nacional y nuestro Estado Constitucional de Derecho al reconocerse que: “… máxime cuando la puesta en funcionamiento de todo el aparato estatal resulta gravosa.” Para la sociedad costarricense, sin duda. Respecto a la acusación sobre menosprecio a los símbolos de una nación extranjera el imputado afirmaría junto con uno de muchos testigos:

“R. …, psicólogo y mímico … quien también ha hecho representaciones artísticas con desnudos en lugares públicos, y además estuvo presente en la manifestación, y le consta que en ningún momento ni el suscrito, ni mi        asistente colaborador, ni llevamos la bandera de los Estados Unidos, ni la pedimos, ni la usamos, ni la tocamos, por lo que no forma parte de mi “performance”, y mucho menos implica menosprecio a los símbolos de una Nación Extranjera”

Albán, había representado desnudos en obras de teatro como forma de expresión, en unión de reconocidos actores y actrices como Ana Iztarú lo que ya valía por un trayectoria corta pero que le catapulta a explorar nuevas fronteras. Además, contó con la asesoría jurídica del Lic. Arturo Fournier F. y el acompañamiento de la Mesa Campesina y de profesores universitarios. Todo lo anterior ayudo a salir del proceso judicial para transformar estas sinergias en arte que es lo que Albán hace.

Este fenómeno social de la experiencia generada por una acción performativa le valdría a la obra el “Dolor que nos espera” 2 exhibiciones regionales y además ser reseñada en 2 catálogos de Historia del Arte centroamericano y nacional en los cuales se hace referencia a la censura ejercida sobre el artista y su obra[26]. Es también la confirmación del profundo impacto artístico y político en el contexto social al evidenciar los mecanismos de control del AIE.

La experiencia individual

Albán Camacho, recuerda que tuvo apoyo logístico y acompañamiento de periodistas, abogados y organizaciones sociales; que Ariel Chávez hizo un reportaje y sobre todo que fue la Vaca Milagro la que le reemplazo en la “Pelotita” y en la “Fotonovela” de la Extra. El fin del principio se da en octubre avisándonos de “El Dolor que Nos Espera”.

Relato[27]

“Ya la marcha esta allí en lo más y mejor ¿verdad?

¡Tambores! Toda la gente protestando.

En eso llego este mae Federico Faria, y me dice: “man venga conozca a este mae”. Yo ya le había dicho a Federico que iba a hacer una acción y ocupaba que alguien me ayudara a moverme.

Y entonces le dije a Federico Faría, exalcalde e vicealcalde de Tibás y a Vinicio Chacón, periodista del Semanario Universidad que me ayudaran a moverme. Entonces Faria llego con un mae que se llamaba Jeison Granados periodista de Repretel. Y Jeison Granados hizo una nota de mi performance en el noticiero al mediodía. Yo hice el performance a las 10 y algo de la mañana y al mediodía ya el mae lo había sacado en la nota del noticiero.

 Eso fue inmediato. Y desde ese día desde el lunes al mediodía hasta el viernes en el noticiero de las 10 de la noche. El performance estuvo en las noticias toda la semana. Estuvo en noticias Repretel por uno u otro motivo. Primero fue porque hice el performance y segundo porque Abel Pacheco se refirió al performance y tercero porque el Estado me demando.

Entonces el viernes ya salió la noticia de que el Estado había interpuesto contra mi 2 demandas. Que fue cuando yo me di cuenta de que estaba demandado porque estaba viendo las noticias y recuerdo el impacto mae de ver la noticia y ver el performance y la imagen; “estudiante que protesto desnudo podría ser demandado” y salió la noticia de que se había interpuesto una denuncia en mi contra.

Entonces los profesores de la UCR Ana Cecilia Jiménez y Trino Barrantes me remitieron con la Mesa Campesina y en la Mesa Campesina me buscaron el apoyo de quien para ese tiempo fuera creo que trabajaba para la Corte Interamericana de Derechos Humanos Arturo Fournier Facio. Me parece que don Arturo estuvo ahí, pero en aquel momento fue mi abogado y hasta allí llego la situación porque don Arturo me defendió.

Igual el juzgado determinó que no había en este caso… no había delito que perseguir y que la Libertad de Expresión estaba por encima de las pretensiones del Estado. Una causa por supuesto, menosprecio a los símbolos de una Nación extranjera y el segundo cargo: Exhibicionismo.

El Estado nunca lo resolvió porque no me notificaron a mí, sino que notificaron a mi mamá. Y fue después que la notificaron, pero yo no vivía con ella. Y la notifican a ella como si yo viviera con ella. Y ridículo. Y mami se va y devuelve la notificación y nunca se notificó y nunca paso a más”.

Imágenes: Lanobienal

fin


[1] Joaquín García Monge … [et al.] (1988), Antología del pensamiento crítico costarricense contemporáneo / ; compilado por Montserrat Sagot y David Díaz Arias. – 1a ed . – Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Recuperado de:

[2] Ana Lucrecia Molina Theissen (1988), La desaparición forzada de personas en América Latina; Asociación Centroamericana de Familiares de Detenidos – Desaparecido; CIDH: Recuperado de:

[3] Fonseca Rincón, J. D. & Prieto Cortés, J. S. (2020). Marx y Weber: el ethos de la burguesía y los orígenes del capitalismo moderno. Desafíos, 32(2), 1-28. Recuperado de:

https://doi.org/10.12804/revistas.urosario.edu.co/desafios/a.8183

[4] Carlos Figueroa Ibarra (2001), DICTADURAS, TORTURA Y TERROR EN AMERICA LATINA. Bajo el Volcán, vol. 2, núm. 3, segundo semestre, 2001, pp. 53-74, Benemérita Universidad Autónoma de Puebla México: Recuperado de:

[5]Louis Althusser (1974), Ideología y aparatos ideológicos de Estado; Traducido por Alberto J. Pla, Ediciones Nueva Visión, Buenos Aires, Argentina.

[6] Álvaro Quesada Soto (1992), IDENTIDAD NACIONAL Y LITERATURA NACIONAL EN COSTA RICA: LA «GENERACION DEL OLIMPO»; Canadian Journal of Latin American and Caribbean Studies / Revue canadienne des études latino-américaines et caraïbes;Published By: Taylor & Francis, Ltd.; Vol. 17, No. 34, Culture and development / Culture et développement (1992),, pp. 97-113 (17 pages)

[7] Carlos G. (1994), “El Impacto Ambiental del Café en la Historia Costarricense”; Departamento de Geografía, Universidad de Costa Rica: Recuperado de:

https://revistas.ucr.ac.cr/index.php/dialogos/article/view/6280/5982

[8] Marta Harnecker (1985), Los conceptos elementales del materialismo histórico; Siglo XXI, España.

[9] Umberto Eco (1977), Tratado de Semiótica General, Traducción de Carlos Manzano; Editorial Lumen, España.

[10] Roberto Cardoso de Oliveira (2007), Etnicidad y estructura social / Roberto Cardoso de Oliveira ; traducción de Virginia Molina Ludy y Enrique Lemus Rodríguez. –: Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropóloga Social: Universidad Autónoma Metropolitana: Universidad Iberoamericana, México.

[11] Carla Montero y George Orwell ambos escritores colaboran en la construcción de la expresión idiomática.

[12] José Eduardo Mora (2017), “Exposición del TSE omite mencionar proscripción del partido comunista, Semanario Universidad, Costa Rica: Recuperado de:

[13] Carlos A. Ortiz (2004), Las Doctrinas Económicas. Análisis basado en la Historia y la Política Económica desde una Perspectiva Nacional, Universidad Nacional de Misiones, Facultad de Ciencias Económicas. – 1° ed. – Posadas : Editorial Universitaria Universidad Nacional de Misiones: Recuperado de:

[14] Carlos G. (1994), “El Impacto Ambiental del Café en la Historia Costarricense”; Departamento de Geografía, Universidad de Costa Rica: Recuperado de:

https://revistas.ucr.ac.cr/index.php/dialogos/article/view/6280/5982

[15] AJ+ (2024), Inside Meta’s Palestine Censorship; Recuperado de:

https://www.youtube.com/watch?v=12btf2Oq820 AJ+

[16] UNESCO (2022), Journalism is a public good: World trends in freedom of expression and media development; Global report 2021/2022: Recuperado de:

https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000380618.page=82

[17] CPJ (2024), Journalist casualties in the Israel-Gaza war, Comitte to Protect Journalists: Recuperado de:

https://cpj.org/2024/10/journalist-casualties-in-the-israel-gaza-conflict

[18] Alexander Ramírez (2003) Carcajadas en Zapote, periódico La Nación, nota del 23/10/2024 pág. 6A

[19] ibíd.,

[20] Paula Sibilia (2013), El artista como espectáculo: autenticidad y performance en la sociedad mediática”; Revista Dixit n° 18, Julio; Brasil. Recuperado de: https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=5533804

[21] Ariel Chávez González (2003), “Invito a Abel para que se desnude y demuestre su trasparencia”; Nacionales, Diario Extra, jueves 23 de octubre del 2003 – Año XXIV, N°248, San José, Costa Rica

[22] Albán Camacho también apareció en las secciones “Pelotita” y la “fotonovela” del Diario Extra, pero fue sustituido por la vaca Milagro robada en taxi en Cartago.

[23] Gerardo Bolaños (2003), “Cuerpo a la vista”; De Reojo, Revista Dominical, La Nación; 26/10/2003; San José, Costa Rica.

[24] Louis Althusser (1974), Ideología y aparatos ideológicos de Estado”; Traducido por Alberto J. Pla

Ediciones Nueva Visión, Buenos Aires, Argentina.

[25] Pancho Lopes (2021), Centroamérica en acción: una aproximación al performance centroamericano y algunos de sus protagonistas; Museo de Arte y Diseño Contemporáneo, San José, Costa Rica.

[26] María José Chavarría Zamora (2013), Construcciones – Invenciones: de la Suiza Centroamericana al país más feliz del mundo, Museo de Arte y Diseño Contemporáneo, Costa Rica.

[27] Ernesto Araya (2023), “Relato”; Entrevista realizada el 30 de septiembre del 2023 en la casa del artista Albán Camacho, San Pedro de Montes de Oca, San José Costa Rica

 

Intimismo en los siglos XX y XXI

Alberto Salom Echeverría

(Segunda parte)

II. Contexto social y político del siglo XX. 2.Intimismo en la literatura de los siglos XX y XXI.

Hoy desarrollo la segunda parte del episodio que inicié la semana pasada. Incursionaremos juntos en el fabuloso y a la misma vez tormentoso siglo XX y, como corolario el desafiante siglo XXI. Desde luego, aunque el tiempo es un continuo, tal como lo vivimos nosotros, aclaro que no he querido sugerir que el siglo XXI sea una simple concatenación del anterior. No lo veo de esta manera. Entre ambas centurias, la pasada y la que estamos comenzando a recorrer, la tercera década, hay importantes rupturas en todos los órdenes de la vida: en lo social y económico, en lo político y hasta en lo cultural.

1. Contexto histórico social y político.

Todo parecía indicar, gracias al desarrollo científico-tecnológico que ya se venía produciendo a lo largo de la centuria anterior, que el nuevo siglo advenía plagado de progreso social y económico y que ello conduciría irrevocablemente a una convivencia más civilizada en el mundo. Quizás fruto de esa presunción se le llamó al siglo XX: “el siglo del vanguardismo”. Progreso tecnológico y científico, económico y social, sí se produjo y cada vez con mayor intensidad a lo largo de los cien años, pero, concentrado ese progreso impresionante en el mundo desarrollado.

Las brechas sociales, económicas y culturales que ya se habían abierto desde el siglo anterior al interior de las naciones europeas y, entre estas y el mundo subdesarrollado (sarcásticamente llamados “países en desarrollo”), creció exorbitantemente, valga decir como nunca, a lo largo del siglo XX y más todavía en las dos décadas que llevamos del siglo XXI.

En lugar de la paz preconizada por algunos teóricos de los primeros años de la centuria pasada, sobrevino la primera guerra mundial (1914-1919) y, en muy breve lapso la segunda guerra, más furibunda que la primera y arrojando un número de muertos mucho mayor, merced al auge del nazi fascismo en Europa, principalmente en Alemania e Italia y, aunado a ello, el portentoso desarrollo de la tecnología militar y la invención de armas de muy largo alcance y poder destructivo, hasta llegar a la fatídica producción de la “bomba atómica”; dos de cuyos artefactos, los Estados Unidos hicieron estallar en las ciudades de “Hiroshima” y “Nagasaki”, cuando ya la guerra expiraba y muchos estiman que tal acto de crueldad indecible que acarreó tantas muertes inocentes era por completo innecesario. “A las 8:14 era un día soleado, a las 8:15 era un infierno”, describe un documental del canal Discovery, autoría de Kathleen Sullivan, directora de Hibakusha Stories, una organización que recopila testimonios de sobrevivientes de las bombas. Se ha calculado que el número de muertos de la segunda guerra fue de 55 millones; algunos historiadores piensan que el dato está subestimado.

Por otra parte, el fenómeno del neocolonialismo en el mundo propiciado por las antiguas potencias coloniales se desenfrenaba como una tormenta por todo el orbe; esta vez, sin que quedara ningún rincón subdesarrollado de la tierra sin ser estremecido y hasta arrasado, de una u otra forma por las garras devastadoras del imperialismo capitalista. Las dos guerras mundiales fueron además, reflejo fiel de los enfrentamientos entre las potencias occidentales, acicateadas esta vez por una nueva forma de capital, el capital financiero o imperialista que, para reproducirse plenamente, requería imperiosa e incesantemente explotar nuevos mercados. De hecho, estas contradicciones brutales entre las potencias, incluido ahora por supuesto, Los Estados Unidos, fueron el verdadero trasfondo de ambas guerras mundiales del siglo XX: la lucha descarnada por repartirse los mercados en todos los continentes.

El principal corolario de la primera guerra lo fue sin duda, la “Revolución Socialista” acaecida en Rusia en octubre de 1917, de acuerdo con el viejo calendario o, “Revolución de noviembre” según el calendario antiguo. Quien quiera enterarse cómo fueron aquellos días, le invito a leer la obra del estadounidense John Reed, “Diez días que estremecieron el mundo”. Por más que la joven revolución se vio acorralada por las potencias occidentales para destruirla, no sucumbió. Surge así uno de los acontecimientos más significativos del siglo XX, que marcó durante muchos años a los movimientos populares en todo el mundo, y creó una alternativa frente al modo capitalista de producción. A su vez, como resultado de la segunda Guerra Mundial, tras la derrota del nazi-fascismo, se conformó el bloque de países socialistas, fuertemente influidos por la Unión Soviética. A partir de este momento, o sea después de la segunda posguerra, el mundo se polarizó en dos bloques contrapuestos, iniciándose un período muy desgastante para toda la humanidad que es conocido con el nombre de “Guerra fría”. Se creó una bipolaridad, que prácticamente no dio lugar a términos medios; excepción hecha de los llamados países no alineados, muchos de los cuales, sin embargo, estaban muy cerca o algunos pertenecían de facto a uno de los dos bloques en pugna. A partir de ese momento se inicia una desgastante y amenazante carrera armamentista que, llevó a la invención de las más sofisticadas y mortíferas armas convencionales y nucleares. Sin embargo, las guerras fueron crueles e inhumanas como siempre, localizadas, donde una diabólica geopolítica fue la dinámica que movía los hilos de esa trama entre las dos potencias del momento: Los Estados Unidos y La Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas.

La bipolaridad terminó, cuando el “campo socialista europeo” en su conjunto, entró en una crisis sin remedio, a finales de la década de los ochenta, específicamente en 1989. Primero se produjeron movimientos de protesta en contra de los gobiernos establecidos, en Alemania, Hungría, Rumanía y Polonia. La Unión Soviética a cuya cabeza estaba el “reformista” Mijaíl Gorbachov decidió dejar que cada país se hiciera cargo de su destino, sin intervenir. Finalmente, la crisis estalló en la propia Unión Soviética, cuya integración colapsó por fin en diciembre de 1991, cuando se disolvieron las estructuras políticas federales y del gobierno central de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. De esta manera, repentina y sin que cundiera mayor violencia quedó disuelto el pacto entre las 15 Repúblicas que conformaban la URSS. Esta fue sustituida por la Comunidad de Estados Independientes (CEI). ¿La causa? El colapso de un modelo, el del “socialismo real”, que se había plagado, casi desde sus inicios, de autoritarismo y burocracia en la cúspide del poder. Más que saltos adelante para superar la explotación del capitalismo, sobrevinieron atropellados brincos que, nunca lograron promover el desarrollo de nuevas fuerzas productivas como se había supuesto que ocurriría. La carrera armamentista, en la que se vio irremediablemente atrapada, sobre todo la URSS, acicateada por la competencia con el capitalismo depredador, fue un constante freno ya que, obligó a consumir ingentes recursos en una economía de guerra. Por añadidura, lo que hubo desde la óptica del desarrollo, fue una industria ayuna de innovación como palanca constante, lo que afectó la renovación tecnológica. El modelo, pese a sus grandes conquistas en lo social, en la educación y la salud, terminó sucumbiendo en la competencia.

A finales del siglo XX, desde la desintegración de la URSS, el mundo vuelve a experimentar un cambio abrupto, de la bipolaridad se pasó a la unipolaridad de una potencia militar y económica de un poder incontrastable: Los Estados Unidos. Francis Fukuyama se atrevió a proclamar, con audacia, “el fin de la Historia y el último hombre” (“The End of History and the Last Man”). Fukuyama se imaginó “utópicamente” el fin de la lucha ideológica y a la vez el triunfo del liberalismo y de la democracia hija del liberalismo “dieciochesco” y, al mismo tiempo postuló el fin de la guerra fría. Pensó que el mundo discurriría sin guerras, ni revoluciones sangrientas, y que los seres humanos en adelante se abocarían exclusivamente a trabajar en un mundo idílico; un mundo de evolución constante, sin que el fin de los días pillara a los seres humanos en algún frente de guerra. Supuso un mundo estable y sin mayores sobresaltos.

Nada más lejos de la verdad. Aquellos vaticinios no fueron más que una nueva ideología, la del “pensamiento único” pregonando el “fin de las ideologías”. El mundo de fines del siglo XX y principios de esta centuria del XXI, devino integralmente desigual, tanto al interior de cada país como entre las naciones desarrolladas y las subdesarrolladas.

Desigualdad inconmensurable por todas partes, pobreza irredenta que envilece frente a riqueza opulenta; segmentación por todas partes, discriminación étnica, de género y violencia e intolerancia por doquier, aun en las naciones ricas de la tierra. Por añadidura, hemos heredado del industrialismo, de la producción a base de hidrocarburos contaminantes, el más descomunal de los desafíos que hemos enfrentado como humanidad, el del calentamiento global y el cambio climático que, de continuar su curso, por lo pronto desenfrenado, amenaza la vida toda sobre el Planeta, el único que habitamos.

2. La literatura intimista en los siglos XX y XXI.

El cientificismo, el racionalismo, portadores de un enaltecimiento del pensamiento, de la razón sobre el sentimiento y las emociones, cuyas raíces se hunden en los siglos XVI y muy especialmente en el XVII, son movimientos que, en la literatura, el arte y la ciencia cobraron nuevo ímpetu en los siglos XVIII y, sobre todo XIX. Poco después cobra vigencia en el siglo XX. El “hombre racional”, escrito así con género masculino, porque las condiciones materiales y sociales de la existencia discriminaron a la mujer, se empoderó en la medida en que se desarrolló la ciencia y la tecnología. Parecía que este “ser racional” opacaría por completo la expresión de los sentimientos y las emociones más íntimas, las cuales se creía habrían quedado relegadas al hogar y acaso a las conversaciones mundanas “pasajeras”. A mediados del siglo XIX, el movimiento literario del romanticismo mostraba señales de agotamiento, viéndose sobrepasado, ya que la cultura burguesa había impuestos sus pautas a la sociedad europea. Surge el realismo imponiéndose y aspirando a hacer sucumbir el romanticismo.

No fue así; no del todo. Primeramente, todavía en el siglo XIX, explica un autor: “…la Revolución Industrial había generado el proletariado urbano; el positivismo aparecía como la doctrina filosófica del progreso, los avances científicos y las transformaciones sociales; los escritores comenzaban a producir sus obras con una nueva estética: el Realismo. El realismo literario comenzó en Francia con las novelas de Gustave Flaubert. Surgió como reacción frente al romanticismo, suponiendo el fin de la actitud subjetiva y evasora de los románticos ante su entorno…” (Cfr. https://treseles.wordpress.com/2008/09/25/movimientos-literarios-del-siglo-xix-y-xx/).

Frente al romanticismo se fueron sucediendo una serie de movimientos artísticos y literarios, acompañados por los documentos científicos, que reaccionaron con fuerza frente al romanticismo subjetivista. Así, vino el realismo, el naturalismo, cuyos personajes inspirados en la mujer y el hombre común, pero dibujados en sus grandezas o en sus miserias, derivadas de su falta de oportunidad en la vida, tuvieron un destino frente al que, generalmente sucumbían; por lo que los relatos literarios acudían a estratagemas para sublimarlos y presentarlos como pícaros que con frecuencia empleaban el engaño como para evadirse de la realidad cruel y dolorosa.

En Sudamérica, el realismo y su variante naturalista son corrientes que profundizan el análisis de los problemas étnicos y sociales por medio de sus personajes; en la Argentina en particular, esto ocurre alrededor de 1880, en consonancia con las corrientes de inmigrantes europeas y el asentamiento del modelo agroexportador. (Cfr. Ibidem).

A lo largo del siglo XX se fueron sucediendo un sinfín de movimientos y tendencias culturales ora impregnadas de las ideas racionalistas, ora en reacción a ellas.

El romanticismo en cambio, desde sus orígenes fue, paradójicamente (contrario a lo que con frecuencia se supone), tanto en Europa como en Hispanoamérica, un movimiento artístico y literario que capturó a muchos intelectuales y artistas incluso en pleno siglo XX y hasta en el XXI, bajo la idea de que, “la razón no es suficiente para dar cuenta de la dura realidad”. Por eso, entre otras cosas se opuso a los principios de la Ilustración, ya que, como afirmó Kant: el único conocimiento seguro del hombre es el que procede de la ciencia, por ser el que asegura “la objetividad”. Para el racionalismo, lo que no fuera razón (los sentidos, los sentimientos, la imaginación) resultaba perturbador y fuente de error. Y es esa parte del ser humano antes despreciada y peligrosa la que reivindican los románticos. Los románticos restringen el poder de la razón al afirmar que el ser humano puede conocer muy poco y ese poco es irrelevante. Es por eso por lo que perdura el “intimismo” en la poesía, en lo novelesco, en la dramaturgia, en el arte y la estética en general y muy especialmente en la música.

Deseo terminar con una cita textual que, me ha parecido que sintetiza algunas de las características vitales del “Intimismo y el Romanticismo”. “El Romanticismo exalta, en fin, esa parte enorme de la realidad que queda fuera del conocimiento objetivo y es esencial para nosotros, antes no explorada y temida, podríamos decir vigilada, en la educación. En la Edad Media, niños y mujeres se consideraban inferiores por su relación con la naturaleza y su capacidad sentimental; su reivindicación surge en el s. XVIII, crece con el Romanticismo y perdura hasta hoy.

Si la razón se representa como la luz, al romántico le interesa la noche, con lo que implica de sueño e imaginación, y precisamente la noche se convierte cada vez más en territorio de lo artístico. El romántico adora, en esa misma línea, los elementos salvajes de la naturaleza (el circo o el zoo se crearon en el s. XVIII) y exalta su vertiente irreductible […] Dicho de otro modo, lo extravagante y fuera de norma es una obligación para el artista romántico (quizá también para el contemporáneo).” (Cfr. https://masdearte.com/especiales/el-romanticismo-por-que-la-primera-vanguardia-fue-sentimental/)

 

Compartido con SURCOS por el autor.

Segundo episodio (sin pompa) relatos literarios intimistas siglos XIX, XX Y XXI. (I parte)

Alberto Salom Echeverría

I. 1.Contexto social y político del siglo XIX. 2.Intimismo en la literatura de la segunda mitad del siglo XIX.

En este artículo no he hecho más que intentar darle seguimiento al anterior, basado en la misma temática. Advierto una vez más que, si bien me creo un buen lector soy neófito en el tratamiento de las corrientes literarias y por eso me he esforzado en este relato, para que todo quedara debidamente respaldado; una parte importante del escrito está basado predominantemente en lo que he leído a lo largo de mi vida. Por lo consiguiente, no esperen que mi estudio sea sistemático; es más bien salteado, aunque deseo fervorosamente que, les resulte serio, entretenido e interesante.

1. Contexto histórico, social y político en el siglo XIX.

El siglo XIX me resulta una de las centurias más ricas y, a la vez entreveradas. Rica desde los inicios del siglo en lo cultural, tanto como en lo artístico, en lo literario y en la música. Pienso que lo cultural fue, particularmente en esta época, toda una reverberación de los intrincados, por complejos y plurales movimientos sociales, ora predominando las pujantes corrientes revolucionarias emanadas de las postrimerías del siglo de las luces, de la Revolución francesa, de Alemania e Inglaterra, ora resaltando más bien las fuerzas conservadoras que tiraban de la cuerda del poder en sentido opuesto, para intentar retrotraer o acaso tan siquiera, para ralentizar o lentificar la rueda de la historia. Estos movimientos sociales y culturales tan contradictorios que se disputaban el poder fueron los que hicieron de esta época algo tan hermoso, pero a la vez intricando.

Por otra parte, fue la centuria del auge de los imperios neocoloniales, hacia el final de estos cien años, cuando la riqueza generada por la fuerza humana de trabajo entremezclada con la tecnología y auspiciada por la segunda revolución industrial bajo el nuevo mandato de la triunfante burguesía industrial, provocó la aparición de unas gigantescas masas de capital, cuyos jugosos excedentes migraron hacia los bancos para recrearse, reproducirse y generar la aparición del capital financiero. Aparece entonces la burguesía financiera, tras una suerte de fusión entre el capital bancario y el industrial que, pujante como nunca, presionó por trascender las fronteras nacionales europeas y migrar esta vez, con un nuevo ímpetu neocolonial hacia todas las partes del mundo.

Con fuerza irrefrenable, el nuevo capital financiero de los países capitalistas más desarrollados de Europa, se lanzó por todo el orbe; en África despedazando y desmembrando culturas enteras, etnias y tribus, para someterlas a un inédito mapa conformado por nuevas fronteras de supuestos “estados nacionales”, todos los cuales quedaron subordinados a los nuevos imperios neocoloniales, mediante la acción militar, la exacción de multas e impuestos y la extracción y explotación de materias primas indispensables para darle un nuevo y fabuloso empuje a la industria europea. Asia no fue una excepción al hambre de conquista neocolonial; La India por ejemplo fue un caso tempranero de salvaje conquista, explotación y latrocinio sin par, por parte del Imperio Británico. Así fue como la India, desde el año de 1770 pasó a formar parte de ese vasto imperio. De esta manera, quedó sometida una extensa civilización que, había sido hasta entonces poseedora de sus propias costumbres, idioma y religiones sólidamente acendradas desde milenios.

América tampoco se quedó atrás, los imperios neocoloniales se la disputaron y la fraccionaron sojuzgando hasta las nuevas burguesías nacionales que, habían emergido al influjo de los gritos de independencia: el de Morelos en México el 14 de setiembre de 1813, precedido por el “grito de Chuquisaca” (hoy ciudad de Sucre, en honor de uno de los principales libertadores, el Gran Antonio José de Sucre), el cual se produjo en el seno de la propia cordillera andina en lo que hoy es Bolivia en Sudamérica, un 25 de mayo de 1809 y preconizó los demás movimientos independentistas en diferentes direcciones, en La Paz, en Cusco, en Lima e incluso en Buenos Aires y Santiago de Chile. No puedo dejar de mencionar el inicio de la independencia de España en “La Nueva Granada” (conformada por lo que hoy son las Repúblicas de Venezuela, Colombia, Panamá, en esa época anexada a Colombia y, por último, el Ecuador). Simbólicamente se afirma que “un florero” fue el detonante que desató el “grito de independencia de Colombia”, el 20 de julio de 1.810. Igualmente oportuno es recoger de la investigación, el hecho ya reconocido de que un costarricense que hacía estudios de medicina en Guatemala, en la temprana fecha del 2 de mayo de 1.808, lanzó “el primer grito de independencia de los pueblos de Hispanoamérica”; en tales circunstancias quedó sembrada una de las primeras semillas de la independencia en toda Hispanoamérica, por el prócer costarricense Pablo de Alvarado, quien debió pagar con la cárcel durante varios meses su osadía, acusado por la Corona española como instigador. (Cfr. Mora, Elvis. Docente, semanario universidad.com. 14 de abril de 2020).

Junto a la depredación, explotación, repartición o disputa de muchos territorios en todos los continentes del mundo, fueron migrando en diferentes períodos, los fabulosos movimientos culturales europeos. Las nuevas naciones de América en general eran las que estaban mejor preparadas para recibir la impronta de las culturas europeas. De modo que, en numerosas ocasiones, la influencia cultural europea pasó por el tamiz de la crítica literaria, musical y artística, en América del Norte y en Hispanoamérica. Lo que resultó de este proceso fue sin más, un sincretismo indoeuropeo o hispano europeo, mediante el cual la “nueva” literatura procedente del viejo continente se hizo vernácula. En otros continentes, e incluso en algunas partes en el mismo continente americano, surtió, en cambio, el efecto de la domesticación cultural, adocenando a cientos de millones de personas, con lo que contribuyó enormemente a la labor de conquista que se había impuesto el neocolonialismo. Hay vivos ejemplos de lo anterior en la cultura, por lo que, en muchos de estos contextos daremos cuenta de algunos de ellos en los siguientes parágrafos.

2. Intimismo en la literatura de la segunda mitad del siglo XIX.

No tendré más remedio que desarrollar este episodio de la serie, yendo al inicio de este y regresando posteriormente hasta mediados de la centuria y de ahí en adelante, con el objeto de establecer los vínculos adecuados de los movimiento intimistas y culturales de todo el siglo XIX.

El romanticismo, movimiento cultural que hunde sus raíces en las postrimerías del siglo XVIII, como lo dejamos expresado en el artículo anterior, es un terreno muy fértil para la expresión de la literatura intimista, tanto en la poesía como en la dramaturgia o la novela, así como en el arte y la música. Este movimiento, se extiende a lo largo de las primeras tres décadas del siglo XIX, expresando ya fuera rencor, odio, abatimiento, o por el contrario esperanza, alegría y toda la pasión hija de los más sublimes sentimientos subjetivos que es capaz de albergar el alma humana. La ocasión era propicia, habida cuenta del advenimiento de un nuevo mundo que se abría campo en Europa y América. En Europa, la cúspide de esas cumbres la constituyó la “Revolución Francesa”, escenificada en la “Toma de la Bastilla” en la que se condensó el ascenso de una nueva clase social, la burguesía industrial que, no sin mediar intereses económicos, deja sentadas las máximas filosóficas que perduran hasta hoy de “Libertad, Igualdad y fraternidad”. Había razón para la expresión de los anhelos y esperanzas de la humanidad. En la música, una de las cumbres más altas del romanticismo lo fue Ludwig van Beethoven; para mí la cumbre más alta, en especial con sus nueve sinfonías, en particular desde mi humilde criterio, la sinfonía número tres o “Heroica”, la número cinco, que también se le conoce como “Sinfonía del Destino”, gracias a Anton Schindler, secretario y biógrafo de Beethoven (mi preferida) y la nueve o “Coral”. No muy lejos de ellas la sinfonía número seis o “Pastoral”.

Más avanzado el siglo, y extendiéndonos hasta las primeras décadas del siglo XX, he encontrado una sistematización de los movimientos literarios que prevalecieron en la siguiente secuencia: El Romanticismo de nuevo que, está presente en las primeras décadas del siglo y con altibajos entre 1830-1880; El Realismo y el Naturalismo 1880-1900; el modernismo 1900-1920. Luego, más allá las vanguardias entre 1920 y 1925. En suma, el Romanticismo fue el movimiento cultural y, político también, surgido en el siglo XVIII y desarrollado en la primera mitad del siglo XIX, aunque con ramificaciones que se extendieron más allá. Creció el romanticismo y se desarrolló exaltando principalmente la idea de la libertad. Muy importante es en mi opinión retener, como lo acabamos de expresar que, el auge cultural de la época estuvo marcado por el ascenso de la burguesía y los ideales de la Revolución Francesa de igualdad, libertad y fraternidad. De acuerdo con los datos acopiados, el movimiento literario que predominó en la Europa de la segunda mitad del siglo fue el naturalismo, una reacción frente a los dos movimientos culturales anteriores contrapuestos como fueron el romanticismo y el realismo.

A finales del siglo, el género más cultivado fue la poesía, con autores de gran calado como Heirich Heine en Alemania, Giacomo Leopardi en Italia y, muy connotado Yevgueni Baratinski, el cual inauguró la Edad de Oro de la Literatura rusa. (Cfr. https://www.cervantesvirtual.com>obra-visor>html).

Por otra parte, muchos consideran que uno de los movimientos que se cultivó con más fruición e intensidad por parte de los escritores fue el posromanticismo, el cual, obviamente se expresó durante la segunda mitad del siglo XIX. Se afirma, además que, el género poético creció mucho en el posromanticismo, destacándose la poesía intimista. Dos autores que se mencionan con insistencia, en el contexto español que, descollaron creando poemas intimistas fueron: Gustavo Adolfo Bécquer (1836-1870), escritor español romántico tardío, por lo que muchos lo consideran posromántico, y Rosalía de Castro (1837-1885). Los autores posrománticos se diferencian de los románticos, porque “…sin rebelarse a fondo contra la forma de vida burguesa como hicieron los románticos, se refugian en su intimidad, en la soledad, en la marginalidad […] Estas posturas nacen de la falta de identidad burguesa, que les produce un característico inconformismo. En su deseo de evadirse de la angustia que les provoca la hipocresía de la sociedad burguesa (especialmente notoria en la sociedad victoriana) caen en ciertos vicios como el alcohol y las drogas. A veces, inclusive enloquecen o se suicidan”. (Cfr. Robert Milder, Exiled Royalties: Melville and the Life We Imagine, Oxford University Press US, 2006, p41. ISBN 0195142322 y Claudia Moscovici, Romanticism and Post-romanticism, Lexington Books, 2007, p110. ISBN 0739116746).

Son narradores posrománticos Herman Melville, Thomas Carlyle, G. K. Chesterton; la Madame Bovary de Gustave Flaubert es una novela posromántica. Lord Alfred Tennyson, Oscar Wilde, Elizabeth Barrett-Browning y su marido Robert Browning, Algernon Charles Swinburne y Rainer Maria Rilke son también poetas posrománticos. En Italia puede citarse a Giovanni Pascoli y en Portugal a António Nobre.

En la música se funden el Romanticismo y el Barroco en Johannes Brahms, Serguéi Rajmáninov, Giacomo Puccini (La Bohème, Madame Butterfly), Charles Gounod, Erik Satie y Piotr Ilich Chaikovski. También Gustav Mahler pertenece a esta estética. (Cfr. Ibidem).

En el género poético, contrario a lo acontecido con otros géneros, siguió predominando el romanticismo, buscando eso sí, lo íntimo, subjetivo y personal de una manera clara, contundente. La poesía devino más intimista, resalta lo emotivo y sensorial y se escribe en favor de lo puramente lírico y formal. Deseo rematar esta descripción con una cita que, me ha parecido una buena síntesis que caracteriza las diferencias entre escritores románticos y realistas: “… se podría afirmar que, en líneas generales, la crítica de la época distingue entre idealismo y realismo. Una primera escuela incluye las teorías que defienden una preponderancia del intimismo y los sentimientos y, una segunda, requiere un mayor cientificismo y objetividad. El naturalismo sería una especificidad del realismo. Altamira, siguiendo a Blanco Asenjo, fue uno de los críticos que defendió con mayor claridad esta sistematización. (cfr https://www.scielo.sa.cr/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S2215-26362019000300169).

No puedo resistir la tentación de solazarlos con la poesía quizás más famosa y bella de Gustavo Adolfo Bécquer y con esto termino este relato:

Fue el gran abanderado del romanticismo en España. En sus poemas habla de la creación poética, el amor, la muerte… Estas seis estrofas que componen “Volverán las oscuras golondrinas”, de Gustavo Adolfo Bécquer, son una oda a la fatalidad y al amor perdido.

Volverán las oscuras golondrinas, de Gustavo Adolfo Bécquer.

Volverán las oscuras golondrinas

en tu balcón sus nidos a colgar,

y otra vez con el ala a sus cristales

jugando llamarán.

 

Pero aquellas que el vuelo refrenaban

tu hermosura y mi dicha a contemplar,

aquellas que aprendieron nuestros nombres…

¡esas… no volverán!

 

Volverán las tupidas madreselvas

de tu jardín las tapias a escalar,

y otra vez a la tarde aún más hermosas

sus flores se abrirán.

 

Pero aquellas, cuajadas de rocío

cuyas gotas mirábamos temblar

y caer como lágrimas del día…

¡esas… no volverán!

 

Volverán del amor en tus oídos

las palabras ardientes a sonar;

tu corazón de su profundo sueño

tal vez despertará.

 

Pero mudo y absorto y de rodillas

como se adora a Dios ante su altar,

como yo te he querido…; desengáñate,

¡así… no te querrán!

(Cfr. https://www.zendalibros.com/volveran-las-oscuras-golondrinas-gustavo-adolfo-becquer/).

 

Compartido con SURCOS por el autor.

Documento de trabajo: Reactivación Económica

Debido al contexto actual que ha desencadenado diferentes efectos a partir del COVID-19, se crea el documento: Reactivación Económica ¿Para quién? a cargo del Observatorio de Bienes comunes: Agua y Tierra.

Este comprende las diferentes dinámicas sanitarias, políticas, culturales y económicas. Pero su eje principal es la reactivación económica.

El documento se plantea desde la idea que toda propuesta económica y política se hace acompañada de un determinado contexto y de diversos intereses. Por lo que es imprescindible conocer el contexto socioeconómico con el fin de construir criterios y dimensiones que permitan interpelar las propuestas que recibimos.

Visibilizando las características de la pobreza, el desempleo y la desigualdad que contextualiza el año 2021, este documento plantea propuestas de reactivación económica a través de distintas preguntas: ¿Qué implicaciones tienen estas propuestas en nuestro territorio? ¿A qué necesidades responden? y lo más relevante ¿Para quiénes son?

Además, abarca temas como: ¿Qué situación encontramos en Costa Rica?, ¿Qué sabemos sobre el empleo?, ¿Para qué tipo de economía?, Sector empresarial, sector Universidad Pública, Medio de Comunicación Dominante, ¿Qué desigualdades están presentes? Capital Natural: Bienes naturales como moneda de cambio, entre otros.

Puede leer el documento completo en el archivo adjunto.

 

Compartido con SURCOS por Luis Sanabria Zaniboni.