Liderazgo es el espejo que refleja las virtudes del hombre y su visión futura…
Caryl Alonso Jiménez
Es innegable, el cooperativismo ya no es un fenómeno marginal en la sociedad mundial, tiene una importante presencia. Según la Alianza Cooperativa Mundial a finales del 2024 existen tres millones de cooperativas en el mundo, donde el 12% de la población mundial (1000 millones) son socios activos…
En Guatemala representan el 35% de las exportaciones anuales, cuanta con más de tres millones de asociados en más de dos mil seiscientas cooperativas, que representan el 7.3% del PIB. ¿Realmente importa el papel de las cooperativas y su incidencia en la vida económica productiva y el bienestar de comunidades rurales…?
Si. Si importan, hay líderes y dirigentes que si les importa. Son aquellos que hacen que las cosas sucedan… son hombres y mujeres que tejen organizaciones de cooperación, dotados de la sensibilidad humana que son capaces de hacer sentir la diferencia (Kutter, 2006).
En las cooperativas, sus resultados se vinculan a las transformaciones de los ciudadanos, donde sus beneficios pueden medirse en procesos de cambio que producen mejora en la escala social, y allí sí que hay un balance en sus estados de resultados… porque el reparto de la riqueza es notable entre sus asociados.
Justamente, desde hace 49 años se viene gestando una dinámica social en Alta Verapaz, que recoge una historia tejida con la participación de líderes comunitarios que se han organizado alrededor de 40 cooperativas y crearon la Federación de Cooperativas de Alta Verapaz (FEDECOVERA), que ha construido las bases del desarrollo comunitario.
Su historia inicia en los albores de los años ochenta, donde construyó las bases de una dinámica comunitaria y rural con lógicas del trabajo de campo que le dieron razones a las veleidades trágicas de la época, y lograron situarse en los márgenes de esa historia.
La visión productiva y la combinación de la capacidad de imponer un modelo que le dio una sólida autonomía para buscar en los mercados mundiales en cinco continentes, aquello que las manos campesinas de hombres y mujeres que trabajan cada día.
Poner de acuerdo 40 cooperativas con dinámica propia y sentido competitivo, demanda la habilidad que solamente la confianza y visión de horizonte podían lograrlo: Leonardo Daniel Delgado, gerente general y principal líder, quien, con el carisma incontestable, supo comprender aspiraciones y optimismo con sentido humano. Por ello resulta la envidia de los que no tienen esas virtudes, esa voluntad inquebrantable que construye en silencio un sistema económico productivo para el desarrollo de Alta y Baja Verapaz.
Leonardo Delgado no tiene el sigilo del líder misterioso. No, por el contrario, tiene ese particular sentido humano del hombre sabio que escucha y reproduce en lenguaje de emprendimiento todo aquello que mira y procesa de la realidad. Recibe elogios que lo destacan como líder, pero sabe en su humildad que solo el ejemplo y el testimonio diario por el trabajo y sus convicciones, es lo que tienen validez.
Tiene uno de los olfatos más talentosos para construir prosperidad. Es un compulsivo legionario de la competitividad productiva, con excepcional genialidad para incorporar iniciativas en una faceta que transita hacia lo industrial, donde cada movimiento, según afirma, debe brindar valor agregado para producir rentas y repartirlas a los asociados cooperativistas. Con ello, busca demostrar que la vida en el campo es un laboratorio para el descubrimiento y compromiso que confirma, que la dignidad del hombre y la mujer del área rural, pueden salir adelante…
Es un lector compulsivo de los avances científicos, con esas combinaciones donde explica que toda invención deberá pasar por la combinación de usufructuar resultados para el bienestar humano; sino es un instrumento para el mercado, a veces impagable para campesinos pobres, como los servicios de salud rural y educación.
Leonardo Delgado no es un predicador y tampoco un motivador, es su extraordinario ejemplo y su testimonio. Ha reunido a lo largo de estos 40 años de capitán de buque, los mapas de interpretación para el desarrollo.
Tiene esos rasgos indiscutibles de quien encuentra en el trabajo diario, desde las alboradas de la blanca neblina del amanecer hasta las estrelladas noches de Alta Verapaz, esas razones que le dan la inspiración para la lucha diaria.
FEDECOVERA es un símbolo departamental que crea condiciones para el desarrollo, no es retórica para ganar adeptos; sino, para hacer de los balances financieros, un importante espacio para escribir los resultados anuales del desarrollo y bienestar en Alta Verapaz. Y justo, es allí donde Leonardo Delgado está haciendo que sucedan cosas buenas para Guatemala.
Hace 60 años, un hecho histórico cambió para siempre la vida de un sector significativo de comunidades costarricenses.
Se trata del nacimiento de Coopesantos que marcó el inicio de una nueva era para miles de personas de las comunidades rurales del sur de las provincias de San José y Cartago.
SURCOS comparte esta significativa celebración y se suma a los parabienes expresados por la Asamblea de Trabajadores y Trabajadoras del Banco Popular y de Desarrollo Comunal, y por la Mesa Nacional de Diálogo Social y Productivo.
Asimismo, compartimos el saludo de Henry Mora Jiménez quien expresa: ¡Gracias por ser parte de nuestra historia!
Conmemoración de la Semana del Cooperativismo 2024
Vivian Rodríguez Araya Líder Movimiento Cooperativo
22 abril, 2024
El movimiento cooperativo es un propulsor de oportunidades reales de impacto económico y social, su auténtica contribución en la generación de esenciales beneficios para la productividad y la creación de empleos dignos, son gracias a que las cooperativas son constituidas bajo los más significativos valores de ayuda mutua, responsabilidad, democracia, igualdad, equidad y solidaridad, modelo asociativo que sigue siendo hoy honesto, efectivo y garante de resultados visibles hacia la responsabilidad del bien social y productivo.
Es satisfactorio observar el crecimiento que ha tenido la constitución de nuevas cooperativas a lo largo y ancho de Costa Rica, proyectos productivos y servicios de innovación que representan un impacto legítimo de las empresas cooperativas, así como la evolución de insignes cooperativas que hoy son un ejemplo autentico del modelo asociativo cooperativo dentro y fuera del país. El impulso político de leyes que promueven hoy la reducción de personas necesarias para constituir cooperativas viene a estimular el avance progresivo en la creación de más empresas cooperativas, siendo un aliciente para la economía de las personas y la productividad del país.
Uno de los desafíos y retos en la esfera social y económica sigue siendo reducir las brechas de la desigualdad, el desempleo, la pobreza y la discriminación, no obstante, el modelo empresarial cooperativo concibe incrementar la real participación del liderazgo de hombres y mujeres en las que buscan dar respuestas a sus necesidades en las esferas sociales y económicas. Hoy el cooperativismo visibiliza y apoya a las mujeres dentro del movimiento cooperativo, creyendo en el valor de las cooperativas como impulsoras de la equidad.
La posibilidad de independencia económica y de cooperación en el ejercicio colectivo que ofrecen las cooperativas beneficia a las mujeres y a toda la comunidad en general, de modo que estas acciones logran transformar la capacidad colectiva y trascender en las generaciones futuras.
La niñez y la juventud, resurgiendo como agentes de cambio que alimentados de la doctrina cooperativa serán los nuevos líderes encomendados de difundir y fomentar los extraordinarios valores y principios del modelo empresarial cooperativo, para promover el bienestar social y mejoramiento de las condiciones de vida propia, la de sus familias y de la sociedad.
Desde el Sindicato Nacional de Periodistas de Costa Rica, junto con COOPETB y con el apoyo de COLPER, se invita al conversatorio: «El papel de la mujer en el mundo cooperativo», que se realizará el jueves 21 de abril a las 10:00 a.m. de manera bimodal. De manera presencial será en el Colegio de Periodistas en Sabana Este. Virtualmente será en la plataforma de Zoom.
En este foro participarán Gina Salas, directora ejecutiva del CNMC; Daniela Núñez, presidenta del CNMC; Stephanie Barquero, presidenta de Coopeasamblea y Yamileth Alfaro, vicepresidenta de COOPETB; con la periodista Hillary Chinchilla como moderadora.
Desde el Sindicato Nacional de Periodistas, junto con COOPETB y con el apoyo de COLPER, se realizó al foro «Impacto del Cooperativismo en la Economía Nacional» de manera bimodal. De manera presencial fue en el Colegio de Periodistas en Sabana Este, virtualmente, en la plataforma de zoom.
En este foro participaron Avelino Fallas, director ejecutivo CPCA, Isabel Camareno, presidenta CONACOOP y Alejandro Ortega, director ejecutivo INFOCOOP.
Desde tiempo atrás es común escuchar entre los movimientos sociales y las comunidades el concepto de Economía Social Solidaria (ESS), esta es una forma organizativa que se basa en la autogestión, la participación y, claro, en la solidaridad. La ESS está ligada a las formas ancestrales de producción, gestión de los recursos y distribución de los beneficios; no es algo nuevo.
Según Yasy Morales Chacón, docente de la UCR, coordinadora del Programa de Economía Social Solidaria de la Vicerrectoría de Acción Social, “la ESS corresponde prácticas socioeconómicas y políticas que están orientadas por valores y principios que motivan la convivencia, la participación democrática, la autogestión, la corresponsabilidad, la copropiedad de los proyectos auto gestionados, la solidaridad, la cooperación, el respeto, entre otros valores y principios».
Las iniciativas de la ESS responden a la necesidad nata de los seres humanos de agruparse para sobrevivir y en este caso para el desarrollo de procesos productivos, y de la comercialización de bienes o servicios. Así se busca el bienestar común antes de la acumulación de recursos, evitando la explotación ni del ser humano ni de la naturaleza.
La ESS es una alternativa política “contraria a los valores del individualismo y la competencia que corresponden al sistema capitalista en el que estamos inmersos e inmersas y desde el que se nos ha educado” indicó Morales.
Los intercambios solidarios como el trueque, el comercio justo sin intermediación, la interacción directa entre productores y consumidores, son algunas de las prácticas que engloba la ESS que, en el país, se desarrolla en sectores como las artes, cultura, producción agropecuaria, artesanía, turismo rural, servicios alimentación, alimentación y las finanzas solidarias.
Alternativa ante la crisis
Desde abril anterior y en marco de la afectación por la pandemia de la COVID19, desde la Mesa de Intercambio Solidario, espacio de confluencia de diferentes proyectos e instituciones ligadas a la ESS como lo son las Asociaciones de Desarrollo, Cooperativas, Asociaciones, Centros Agrícolas Cantonales, Sociedades Civiles, Asociaciones Solidaristas, Sindicatos, Fundaciones y ASADAS, se han planteado una serie de propuestas para hacerle frente a la crisis.
Con esto se busca “favorecer la producción agropecuaria nacional con políticas de estímulo”, “sostener y aumentar la inversión pública como una fuente de trabajo y de dinamización de la economía”, e “identificar las unidades productivas de la economía social solidaria, tanto del sector formal como del informal, que están siendo afectadas por la crisis; categorizarlas según el grado de afectación y elaborar un plan de acción (…) para responder en tres momentos: corto, mediano y largo plazo”, según se planteo desde el Consejo Consultivo ampliado de Economía Social Solidaria.
Dos iniciativas ante la pandemia de COVID19
Los sectores de la economía social solidaria son diversos, van de la comercialización de bienes, productos agrícolas, culturales y artísticos, hasta los servicios. Este es el caso de la iniciativa de la conformación de una cooperativa de mujeres taxistas que se encuentra en trámites, que busca visibilizar y articular la participación de las mujeres en el sector de transporte modalidad taxi.
“Nuestro proyecto lleva intrínseco el tema de género y todas las desventajas que esto genera, hemos recibido mucho apoyo institucional y es por eso que tenemos proyectado que en un plazo no menor de 2 meses estaremos completando el trámite de inscripción ante el INFOCOOP, institución que nos ha estado acompañando técnica y legalmente”, mencionó Leda Mora Morales, abogada y notaria pública, integrante de la Junta Directiva del Consejo de Transporte Público, en representación del Sector Taxi
Grupo de mujeres taxistas en una de las mesas de trabajo para la formación de la cooperativa. Foto: Leda Mora Morales
Esta cooperativa busca enfocarse en la oportunidad de negocio de “brindar un servicio de transporte especializado para mujeres y grupos vulnerables como personas con discapacidad y personas mayores”, así como “apoyar en la transición hacia la renovación de la flotilla de taxis por una flotilla eléctrica, de acuerdo a lo establecido en el Plan Nacional de Descarbonización y en mitigación de los efectos negativos del Cambio Climático con el uso de energías limpias y combustibles no contaminantes”, según se lee en los objetivos de la iniciativa.
Otro ejemplo productivo y de intercambio es la Red de Consumo y Producción Orgánica de San Isidro de Heredia, es una idea que se viene gestando por la necesidad manifiesta de consumir productos amigables con el ambiente. Según indica Abelardo Builes Restrepo “Hasta el momento podríamos hablar de unas 11 o 12 fincas y hogares alrededor de unos 45 en lo que tengo conocimiento, pero va en aumento; la economía solidaria y hasta de trueque es una necesidad que aumentó con la pandemia”.
Reunión del comité central de la Red de Consumo y Producción Orgánica de San Isidro de Heredia, sobre los alcances y las necesidades. Foto: Abelardo Builes Restrepo
Esta red se encuentra en conversaciones con el MAG la conformación de una asociación como economía de grupo, posiblemente bajo la figura de cooperativa según mencionó Builes, que en su caso aporta microorganismos para el control de insectos y enfermedades y también abonos orgánicos y a la vez el intercambio de conocimientos en producción orgánica.
Finca de producción orgánica Pinar del Río de la Red de Consumo y Producción Orgánica de San Isidro de Heredia
Sin duda, la ESS propone y plantea una alternativa solidaria, desde las personas y las comunidades para hacerle frente a la crisis; solo es posible imaginar un futuro promisorio en el trabajo cooperativo, colaborativo, democrático y auto gestionado.
Imagen ilustrativa: Yasy Morales Chacón, Programa de Economía Social Solidaria de la Vicerrectoría de Acción Social
Para incidir en el desarrollo del cooperativismo en los pueblos indígenas
Con el propósito de incidir en el fomento del desarrollo del cooperativismo en los pueblos indígenas, el Instituto Nacional de Fomento Cooperativo (INFOCOOP) hace alianza con el Programa de Gestión Local de la UNED para realizar el Seminario de Pueblos Indígenas y Cooperativismo, desde el 17 de julio al lunes 3 de agosto del 2020.
Se trata de un espacio virtual de reflexión y para Adriana Villalobos, coordinadora del Programa de Gestión local, “mediante la vinculación con el INFOCOOP, se pretende articular esfuerzos en procura de una atención institucional enmarcada en las necesidades y cosmovisión de los pueblos indígenas”.
Inicios de una vinculación para generar incidencia
La razón del seminario tiene sus orígenes desde el 2018, desde ese año, el Instituto Nacional de Fomento Cooperativo (INFOCOOP) fue parte de un proceso de análisis y reestructuración institucional. Según Juan Carlos Céspedes (Gerente de Educación y Capacitación) y Fanny Obando (Gerente de Promoción), miembros de INFOOCOP, “la planificación Estratégica Institucional 2019- 2023 que se ha determinado como eje estratégico la atención de poblaciones vulnerables, y en este caso las poblaciones indígenas se han establecido como una prioridad”.
Bajo esta prioridad, una de las disposiciones institucionales de INFOCOOP, fue la creación de protocolos para el trabajo y abordaje de cooperativas en territorios indígenas, por lo que la institución solicitó al Programa de Gestión Local apoyo en términos de capacitación, para poder abordar las recomendaciones realizadas de su plan estratégico.
El proceso de reflexión del seminario
Durante los días del seminario facilitado por Amilcar Castañeda y Pamela Campos, extensionistas e investigadores del Programa de Gestión Local, han mediado un proceso participativo dirigido a la personas funcionarias de INFOCOOP. “El seminario es teórico y práctico, en el que en cada uno de los 4 módulos se facilitan insumos que en un segundo momento serán plasmados por funcionarios de la institución en el diseño de protocolos”, mencionó Amilcar Castañeda.
En las sesiones se trabajaron los siguientes temas: Pueblos Indígenas en Costa Rica, Derechos Específicos, Economías de los Pueblos Indígenas y Herramientas para trabajo con población indígena. Las distintos módulos dese el inicio hasta las sesiones con paneles de invitados, permitirán comprender los elementos de diversidad cultural y bases jurídicas, en donde se contemplará el motivo por el cual instituciones Estatales deben accionar protocolos que permitan garantizar los derechos de los pueblos indígenas.
El pasado 28 de julio, el semanario conto con la presencia de panelistas como: Guillermo Rodríguez, Embajador de Costa Rica en el Estado Plurinacional de Bolivia y Carlos Brenes, Consultor para la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UCN) y Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, en donde se dialogaron temas sobre economía indígena y buen vivir.
Conocimientos desde las bases
Para las últimas sesiones del seminario se realizarán encuentros y diálogos entre distintos sectores, como por ejemplo se contará con la presencia de Feliciana González, Ismael González Lázaro y Gilbert González, de la comunidad indígena de Boruca, quienes compartirán la experiencia, los retos y los desafíos que ha enfrentado la primera cooperativa indígena COOPEBRUNKA, la cual se constituyó en 1979 y actualmente sigue operando.
La facilitadora Pamela Campos, considera que la riqueza fundamental del seminario es “la posibilidad de tender puentes de interconexión, donde las personas de los pueblos indígenas son quienes comparten sus críticas y reflexiones a las personas tomadoras de decisión en INFOCOOP, en donde el incidir a lo interno de las instituciones, a partir de este encuentro, se creen cambios estructurales y protocolos de atención adaptados a las realidades que enfrentan los pueblos”.
Desde el Programa de Gestión Local de la Universidad Estatal a Distancia, agradecemos al INFOCOOP por el interés en generar vínculos interinstitucionales, para la mejora de su accionar en Iniciativas empresariales bajo el modelo cooperativo, que sin duda alcanzará un fortalecimiento económico que contribuirá al desarrollo de este tipo de iniciativas en los pueblos originarios de nuestro país.
Nuestra juventud (18-30 años de edad) nació después de la caída del muro de Berlín y la destrucción de la Unión Soviética.
Nació en la primera fase de iniciarse la consolidación del capitalismo salvaje y la globalización del sistema de libre mercado, con la fuerza ideológica del neoliberalismo, como evolución del liberalismo clásico de los siglos XVIII y XIX, promovido y financiado por los organismos multilaterales regionales y universales.
Aunque las primeras prácticas neoliberales se facilitaron con la dictadura pinochetista, de Chile, a partir de 1974, se inició su instalación ya como sistema, en los ochentas del siglo pasado, 10 años antes de nacer el primer joven, quien ahora, el año del Covid-19, está cumpliendo 30.
Cuando se inició el desmontaje de todo pensamiento sobre estado de bienestar para sustituirlo por la supremacía del individualismo y de reducción del estado, el predominio del individuo sobre lo comunitario y lo colectivo. Estas nuevas generaciones no vivieron y muchos no se enteraron, incluidos quienes ahora están en los 40s, ni por lectura, que sus padres y abuelos habían logrado un buen nivel de vida, con educación, salud, vivienda y, demás servicios públicos de calidad, gracias al Estado de Bienestar que, como sistema predominó después de la segunda guerra mundial, promovido desde Washington.
En nuestra latinoamericana, fue en Costa Rica donde más desarrollo hubo con don José Figueres Ferrer (don Pepe) a la cabeza, en la segunda mitad del decenio de los cuarenta, hasta 1974, pero sostenido hasta inicios del presente siglo, con fuertes luchas del pueblo contra la oligarquía criolla sustentada por las grandes corporaciones y bancos internacionales, que buscan siempre la acumulación de capitales en pocas familias, dejando una secuela de pobreza y miseria en las grandes mayorías.
Las teorías y las prácticas exitosas de más de 50 años después de la segunda Guerra mundial, eventualmente, sufrieron una campaña atroz de desprestigio montado a través de los medios en poder de las corporaciones y oligarquías internacionales, endemoniándolas, hasta hacer que las nuevas generaciones crean en tales propagandas, sin siquiera saber diferenciar científicamente sus aciertos y desaciertos.
Es lamentable escuchar a jóvenes (algunos con poco más de 40) con educación superior condenando, de primas a primera, cualquier propuesta de políticas sociales en beneficio colectivo y mucho menos, aceptar una expresión de organización de trabajadores y sus derechos de participación en su propio destino. Su mismo bienestar y seguridad (de esta juventud) ahora con la pandemia, se debe en gran parte, a las políticas social demócratas impuestas en el pasado.
Pero su orgullo gratuito juvenil se infla utilizando palabras «modernas», después de haber sacado de su léxico otras expresiones que les enseñaron que son condenables, entre ellas está cooperativismo, solidaridad, reivindicación, sindicalismo, compañerismo, comunidad y comunitario, intervención del Estado, y otras. En cambio, repiten sin cesar: “emprendedurismo”, privatización, cogestión, austeridad, libre mercado, flexibilización y otros términos propios del neoliberalismo, aunque muchas veces no saben de adonde se originan.
Este cambio de paradigma institucionalizado en toda nuestra sociedad está introducido en los tres poderes del Estado, pero más en los empresarios. Nuestr@s legislador@s salen constantemente a lucir sus «nuevos» conocimientos sobre política del Estado, expresando, como el viernes 29, su preocupación porque un nuevo jerarca del Ejecutivo no se dirija por los dictados neoliberales, y se reúse a reducir el tamaño del Estado, incluso, vendiendo parte de los bienes públicos. Jóvenes, con la cabeza caliente, desarrollados en un ambiente conquistado con la lucha de la clase trabajadora, jóvenes con estudios y salubridad construida por las generaciones pasadas, que su mezquindad y soberbia, no les permite reconocer, ni siquiera agradecer, puesto que son las conquistas del pasado, los sacrificios de sus padres y abuelos, y el sistema predominante les enseñó a no ver el pasado. Sin embargo, están list@s a «vender» al exterior la buena imagen de democracia existente, pero que esta generación novata, podría destruir en una sola legislación, tal como lo ha venido haciendo con leyes antidemocráticas.
Desde luego, comprendemos que estas últimas generaciones han sido presas del sistema neoliberal. Ese sistema actualmente en crisis económica, desde hace varios años y ahora, con un quebrantamiento sanitario global sin precedentes.
Después de la segunda guerra mundial hubo que encontrar un nuevo paradigma al liberalismo clásico. Ahora, nos preguntamos, sí nuestra juventud, particularmente la gobernante, tiene capacidad para encontrar un nuevo paradigma, o piensa seguir en ese mundo ya obsoleto, fracasado y dañino para nuestra ciudadanía y nación, como lo es el neoliberalismo.
Será mucho más desastroso saber que formamos y construimos un mundo, destruido posteriormente por nuestros propios hijos e hijas, porque no les transmitimos lo esencial de la vida, muy lejos del individualismo y del mercado materialista, como es el calor humano, la equidad y solidaridad social. Para qué vamos a querer conquistar el espacio de las estrellas, si no logramos construir un hogar de hermandad, paz y fraternidad en nuestra tierra.
Lo que más nos satisficiera es, que nuestra juventud en cargos pasajeros de poder, nos demostrara lo equivocado que pudiéramos estar con estas ideas y creer que nuestros nietos podrían gozar de seguridad social, equidad y bienestar social, como esa actual juventud que pronto dejará de serlo.
Por: Dr. Jorge Loaiza Cárdenas- Msc Efraín Cavallini Acuña- Académicos Escuela de Planificación y Promoción Social EPPS-UNA
Imagen: Rodrigo Valverde Naranjo
Como lo planteara E. Morín en la última página de su libro: La Vía para el futuro de la humanidad: “Quizás encuentren, en alguna parte de las ruinas de una biblioteca, este mensaje que les devuelva la esperanza y el coraje”; queremos compartir con ustedes unas palabras de esperanza y decisión, que nos permita enfrentar estos momentos de desesperanza e incertidumbre, al que hemos sido llevados ante la emergencia nacional que enfrenta el país a causa de la pandemia provocada por la enfermedad coronavirus COVID-19 en Costa Rica.
Hoy más que nunca estamos en crisis, no solo provocada por la pandemia del COVID 19, sino por las crisis de un modelo de desarrollo que nos ha llevado a un subdesarrollo intelectual, psíquico, tecnológico y moral.
Intelectual, porque la formación disciplinar que recibimos los occidentales, al enseñarnos a disociar todo, nos ha hecho perder la capacidad de relacionar las cosas y, por lo tanto, de pensar los problemas fundamentales y globales y abordarlos desde la complejidad en que están insertos, es decir vincular lo global con lo local y lo general con lo particular.
Psíquico, porque estamos dominados por una lógica puramente económica, que no ve más perspectiva política que el crecimiento y el desarrollo, y estamos abocados a considerarlo todo en términos cuantitativos y materiales.
Tecnológico, porque no debemos considerar a las tecnologías, como la herramienta que nos resuelve todos los problemas de la comunicación humana. Las tecnologías de la información y comunicación pueden hacernos bien o mal. No todas las tecnologías y cualquier uso que hagamos de ellas es lo más apropiado. No todas nos harán bien. Al contrario, utilizadas inapropiadamente pueden provocarnos torceduras, golpes en nuestra vida diaria, y pueden, sencillamente, embrutecernos. Pero aprovechadas de manera inteligente serán saludables y nos permitirán avanzar sanamente. Se debe elegir con lupa el menú tecnológico, conectarlo a nuestras necesidades reales y proyectos de mejora de la condición social. Es un imperativo utilizar la tecnología con sabiduría e inteligencia. Con ellas tenemos que hacer esfuerzos para tratar de recuperar el contacto humano, y, por consiguiente, la solidaridad. Como ciudadanía tenemos que apropiarnos de las tecnologías de la comunicación e información y reconocer su valor antes de que ellas desbocadas profieran el bazucazo a la humanidad y sigan colonizando nuestra mente y nuestra sociabilidad. Evitemos caer en la red de sus intereses comerciales y/o políticos. Recordemos, como se ha dicho en varios foros, que no está hecha la persona para la tecnología. Sino la tecnología para el ser humano.
Moral, porque el egocentrismo domina sobre la solidaridad. Además, la hiperespecialidad, el hiperindividualismo y la falta de solidaridad desemboca en el malestar, incluso en el seno del confort material. Como mal social, la corrupción es capaz de permear por completo un sistema político, afectándolo desde la cúpula hasta las actividades más cotidianas de la convivencia social sin importar las circunstancias en que nos encontremos. La permanencia de la corrupción en la política permite y atrae a personas impropias e inadecuadas para ejercer cargos públicos y desmotiva y repele a personas honestas que tienen una legítima vocación de servicio público. Los economistas, los sociólogos y los políticos tienen que tener cuidado con pronósticos imprudentes. En el desarrollo de esta crisis del COVID 19, se han visto algunos políticos que vacilan en asentar su estrategia en el principio de que el esfuerzo del Estado debe orientarse a salvar la vida de todos sus ciudadanos, que son los sectores sociales los que deben tener prioridad frente al cálculo utilitarista y mercantilista de las consecuencias económicas, que puede tener esa estrategia que beneficien a ciertos sectores privilegiados a contrapelo de la clase trabajadora y de quienes no gozan de garantías para acceder a una vida justa. La inseguridad no sólo se refiere a la lucha contra la pandemia, también a las consecuencias económicas y sociales que son impredecibles. Por ello, como sociedad, debemos incidir para lograr liderazgos políticos honestos para las siguientes décadas, que cultiven y promuevan la verdadera democracia y no contaminarla.
La crisis de la humanidad son crisis interdependientes, interrelacionadas, tenemos crisis en la salud, cognitiva, de pensamiento, política, económica, social, ambiental, cultural, ética; tenemos una crisis en la relación fundamental entre el individuo y la sociedad, el individuo y la familia, el individuo y él mismo; es decir, estamos abocados al abismo.
Sufrimos un malestar interior que parasita nuestro bienestar exterior. Aquellos que gozan de un aumento de su nivel de vida, ven reducida la calidad de la misma. Pero este es un malestar difuso, que se vive de maneras distintas; por ejemplo, el malestar que afronta la juventud, la desintegración de la familia, el significado de la vejez para la sociedad mundial actual ante la pandemia del COVID 19, entre muchos otros.
Pero toda crisis comporta riesgos y oportunidades; sin embargo, esta crisis humana que hoy enfrentamos con la pandemia del COVID 19 es solo una de ellas; que nos ha llevado a evidenciar los riesgos, pero nos obliga, a buscar las oportunidades de cómo superarlas. La oportunidad es ver la crisis como una vía hacia un cambio, Así surge la gran capacidad creadora del ser humano que permita regenerar nuestra vida, la vida de nuestras culturas, del legado del pensamiento y conocimiento al cual hoy en pleno siglo XXI hemos logrado alcanzar; este será nuestro máximo instrumental de lucha que nos permitirá definir la ruta que nos llevará hacia ese gran cambio. Como dice Morin “cambiar de vía”.
Pero cambiar de vía no significa frenar el desarrollo científico-técnico-económico, por el contrario, significa repensar y hacer un alto y un acto de contrición, para valorar lo bueno y malo que tenemos en nuestras vidas, de tal forma, que abramos una pluralidad de caminos, reformadores a nuestra vida. Serán muchos los caminos, pero como dice Machado “. el camino se hace al andar”.
El cálculo monetario no puede evaluar el bienestar y el malestar. La tristeza, el abandono y la soledad buscan consuelo en la compra y el consumo. La lógica del cálculo, de la máquina determinista, del rendimiento y de la productividad se extiende por toda la sociedad y se apoderó de todos nosotros. Por esto, necesitamos una reforma de vida, que pueda reducir el poder del dinero y del afán de lucro y de todos aquellos que siempre nos presentan las mismas recetas economicistas.
Necesitamos de una política de solidaridad real no de una de anonimato de solidaridad del estado de bienestar, es decir pasar de promulgar la solidaridad a liberar la fuerza de las buenas voluntades y favorecer las acciones solidarias, por ejemplo, impulsar la economía solidaria en donde se fortalezca el cooperativismo y las asociaciones sin afán de lucro que presten servicios de proximidad, o en el campo educativo, en donde profesores y docentes ofrezcan espacios de formación y acompañamiento técnico y profesional a aquellos que más lo necesiten; o en el campo de la seguridad ciudadana, en donde las comunidades se organicen para controlar la delincuencia y el robo.
Necesitamos un reencuentro con el trabajo en el que se dignifique el aporte de todo ser humano; volverle a cada ser su capacidad de crear, de innovar, de producir de sentirse útil en la vida, produciendo para sí mismo, para otro o para un mercado. Hoy más que nunca hemos aprendido que la salud y la alimentación son las principales fuentes de vida que todo ser humano necesita de manera indispensable, es nuestra responsabilidad velar porque nuestro país siga conservando y consolidando el sistema de salud que poseemos, pero en cuestiones alimentarias debemos reconocer el abandono y desconocimiento al que hemos llevado a nuestro sistema agroalimentario nacional, haber pasado de un sistema autosuficiente que garantizaba su seguridad alimentaria, de tan solo hace 30 años, con un liderazgo y reconocimiento a nivel ciudadano de nuestros agricultores, a un nivel de dependencia absoluta por lo que consumimos a nivel básico y sobre todo por el desconocimiento e invisibilización del pequeño y mediano agricultor de nuestro país, a punto de desaparecerlo. Es innegable e indispensable reactivar el sistema agropecuario de nuestro país, tarea que solo grupos multidisciplinarios y en dialogo abierto y permanente podrán buscar la forma de lograrlo.
Esta reforma de vida necesita de una reforma del pensamiento, que nos muestre la importancia de los prejuicios y los paradigmas que inconscientemente dirigen nuestras formas de conocimiento y comportamiento y nos hacen incapaces de comprender que los demás obedecen a otros preconceptos y otros paradigmas.
Tres pilares fundamentales para cimentar una sociedad próspera, solidaria, cohesionada, un Estado fuerte, representativo y garante de los intereses de los diversos sectores y que convoque a una ciudadanía participativa y proactiva, son la Ética Pública, la idoneidad- y la probidad, estas cualidades garantizan, a su vez la transparencia, la rendición de cuentas y son el filtro para detener los abusos del poder, la corrupción y el favorecimiento económico de una minoría. De manera tal, que se pueda cumplir con los requisitos de una democracia representativa y de una economía solidaria, eficiente y distributiva de la riqueza social. El modelo de desarrollo del Estado costarricense, desde la Segunda República, es una fuente para repensar el Estado y el rumbo de la Costa Rica, de los próximos 30 años.
Necesitamos afrontar la relación con los demás a través de la comprensión del prójimo, la humanización de las emociones y el respeto democrático.
Todos debemos buscar aquello que es importante y necesario para nosotros, todos debemos encontrar el camino de nuestra regeneración, una vuelta a las fuentes generadoras-creadoras.
Trabajemos para diagnosticar y transformar, trabajemos para relacionar y unir. Las reformas son solidarias; no son solo institucionales, económicas, políticas o sociales, son también mentales, y requieren una aptitud para concebir y abarcar los problemas globales y fundamentales, una aptitud que, a su vez, precisa de una reforma de la mente y la forma de pensar nuestras vidas. Pero la reforma de la mente depende de la reforma educativa y de la reforma del pensamiento, ambas son complementarias e indispensables.
En materia educativa es momento para reorientar el modelo, hacerlo más inclusivo, más participativo, las TICS nos han ofrecido herramientas tecnológicas que van a revolucionar la enseñanza y el aprendizaje, y es precisamente donde la juventud nos ha dado una clase de destreza y habilidad para acoplarse a estas nuevas herramientas, el reto es porqué no incluirlos en el diseño de las nuevas formas de implementar el proceso de enseñanza aprendizaje valiéndonos de las TICS.
Ante esta época de crisis provocada por la pandemia del COVID 19 es momento para replantearnos, hacer un alto en nuestras vidas, valorar lo que tenemos, mirarnos como humanos, preguntarnos qué queremos de nuestras vidas, en qué estamos dispuestos a cambiar, y lo más importante creo yo, que puedo hacer por el prójimo, sobre todo aquel que ha perdido las esperanzas de vivir la vida con dignidad humana, aquel necesitado de espiritualidad, de oportunidad, de valoración por lo que es, y no por lo que tiene o puede producir, aquel que anda en la calle sin norte, aquella que enfrenta sobrevivir con una familia sin oportunidades de trabajo o empleo, pero no solamente él o aquella que parece estar alejada de mí, muchas veces, ella o él están muy cerca o son parte de mi núcleo familiar.
Insto a que olvidemos nuestro ego disciplinar que no nos deja ver la realidad compleja que afrontamos, debemos pasar de las recetas que todo lo solucionan desde una disciplina; receta, donde mi disciplina es la más favorecida, y los o las otras, son las que deben implementar las sabias soluciones propuestas; debemos buscar el encuentro con el otro, a reconocernos en el otro u otra, a dialogar, a buscar puntos de convergencia que nos permita avanzar en la convivencia fundamentada en el amor por nuestro semejante, porque solo de esta manera podremos avanzar en una sana convivencia en donde lo que planifiquemos sea producto del aporte de cada uno de nosotros.
Finalmente, consideramos que el gobierno y quienes lo presiden realizan las acciones y medidas que humanitariamente, con meditación o alevosía, consideran más oportunas, más que criticar dichas propuestas, debemos realizar aportes o propuestas que mejoren dichas acciones, hay que pasar de la reacción a la acción propositiva. Ya no basta con denunciar, ahora es preciso enunciar, no es suficiente reconocer la crisis, la urgencia, también hay que saber por dónde empezar, el reto es ahora o nunca.
Aún tenemos tiempo para reconstruir y fortalecer aquellas prácticas ciudadanas, que soportan la institucionalidad y la praxis democrática, y que se fundamentan en la moral y la ética pública.