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Etiqueta: Costa Rica

La exploración y explotación de hidrocarburos en Costa Rica no es sostenible

Imagen de Gobierno de México. Tomada de Pressenza.com

Recientemente, la Unión Costarricense de Cámaras de la Empresa Privada (UCCAEP) hizo una propuesta al presidente de la República para que emita un decreto ejecutivo que suspenda la moratoria petrolera y así, reactivar la exploración y explotación de hidrocarburos (petróleo y gas natural) en el país.

Se trata de un asunto recurrente que es de interés de todos los costarricenses pues, desafortunadamente, se vende la idea de que con la hipotética extracción de estos recursos el país obtendrá “dinero fácil y abundante” y con ello vencerá la pobreza y se hará casi tan rico como Noruega.

Algo que, como hemos dicho, resulta un irrespeto muy serio a la sociedad costarricense y en particular a la gente más pobre y necesitada, pues les crea falsas expectativas que no se van a cumplir. Algo que no resulta para nada justo ni necesario.

Lo que propone la UCCAEP: se emite un documento titulado “Propuesta de UCCAEP para una política energética equilibrada”. El gestor principal de la propuesta es el Dr. Roberto Dobles, exministro de Ambiente y Energía de la administración Arias y quien es coordinador de la Comisión de Energía de la UCCAEP.

La propuesta encuentra fundamento en el hecho de que los vehículos pueden transformarse para que en vez de consumir derivados del petróleo puedan consumir gas natural. Se indica que, con esto, se mejora la sostenibilidad ambiental del país, pues se reducen las emisiones.

Además, se señala que el quemado del gas natural es más barato que quemar petróleo, por lo que el cambio produciría una menor inversión.

La eventual extracción de los hidrocarburos la tendrían que realizar empresas petroleras trasnacionales. Se indica que estas empresas tendrían que pagar renta y otros impuestos que generarían ganancias para el Estado.

Según la UCCAEP los yacimientos potenciales en Moín, Limón y Río Blanco en el Caribe podrían generar hasta $251 mil millones, monto que mayoritariamente se llevarían las empresas petroleras extranjeras. Detallamos aquí por qué razón.

Elementos a considerar: ante esta posición, se hace necesario, presentar argumentos técnicos de contrapeso que sirvan a las autoridades de gobierno para tomar la decisión más sabia y equilibrada posible.

Estos argumentos se presentan en razón de la experiencia del autor como geólogo de exploración petrolera de RECOPE por cerca de 15 años y, también, por ser uno de los autores responsables de compilar la información técnica petrolera obtenida de casi un siglo de exploraciones petroleras realizadas en el país durante el siglo XX. También, por la experiencia del autor en hidrogeología ambiental y en evaluación de impacto ambiental.

Así las cosas, recomendamos considerar los siguientes argumentos técnicos:

En Costa Rica no existen estudios científicos serios y avalados por las autoridades técnicas de gobierno o pares o de entes académicos que demuestren fehacientemente la existencia de yacimientos probados de hidrocarburos en territorio nacional.
Existen datos de valoración potencial que tienen más de 30 años de antigüedad y son solo una posibilidad para atraer empresas petroleras a realizar exploración en el país. Lo que existen son especulaciones sin pruebas revisadas.

Este elemento es muy importante, pues de especular un eventual volumen de yacimientos, es fácil pasar a estimar el valor comercial del mismo. De allí sale esa cifra de $251 mil millones, es decir, de un dato especulativo y de potencial que no está fundamentado de ninguna manera en datos de reservas probadas y comprobadas. Por esta razón, estos números deben manejarse con suma precaución.

El costo de las tareas de exploración de hidrocarburos es muy oneroso, del orden de decenas a cientos de millones de dólares por año. El país no podría asumir esos gastos en actividades de exploración para saber si es cierto o no si existen yacimientos potencialmente explotables.
Se debe recordar que durante casi todo el siglo XX se realizaron actividades de exploración de hidrocarburos por diferentes empresas petroleras sin ningún éxito. Esto se debe a que geológicamente Costa Rica es un país muy complejo y por eso no es un país atractivo para realizar actividad petrolera.

Costa Rica es un país producto del choque de placas tectónicas, por lo que tiene muchas fallas geológicas por donde el petróleo o el gas natural que se pudo generar podría haberse perdido por su salida a la superficie. Para colmo de males, tiene mala calidad de rocas reservorio, debido a que las arcillas, que sellan los poros de las rocas, son un mineral abundante.

En el planeta Tierra existen reservas de petróleo hasta el 2070 aproximadamente y de gas natural hasta el 2090 o 2100. Hay muchos hidrocarburos disponibles y no se ocupa encontrar más yacimientos.
Lo que se ocupa es dejar de usarlos, es decir, descarbonizar la economía y cumplir el Acuerdo de París del 2015, el cual el país suscribió.

Además de esto, la eventual extracción del petróleo o del gas natural dependerá del tipo de yacimiento, su profundidad y naturalezas de los hidrocarburos. Dependiendo de esto, el costo de la extracción puede ser más alto que el promedio y sus impactos ambientales pueden ser muy significativos. Esto no se sabrá hasta identificar un yacimiento, pero en un contexto geológico como el de Costa Rica y por la experiencia de la exploración petrolera realizada en el siglo XX, es una posibilidad real.

En caso de realizarse actividad petrolera en el país, tendría que ser por medio de concesiones a empresas petroleras extranjeras, las cuales tendrían que hacer la inversión en exploración y, dado el caso, de la explotación, por lo que ellas se llevarían la mayor parte del recurso y sus ganancias (hasta el 85% del total).
De manera que al país solo le quedaría muy poco del recurso, con el agravante que nos quedarían los impactos ambientales que se produzcan por contaminación, cuya remediación no se pagaría con las ganancias obtenidas.

Las experiencias en países tropicales, es que la remediación de los impactos ambientales producidos por la actividad petrolera, por lo general, es más costosa que el beneficio económico que deja. Así no es negocio, pues las empresas petroleras se llevan las ganancias y a nosotros nos toca lidiar con los problemas ambientales y sociales que se derivan.

Los lugares donde la UCCAEP dice que podría haber hidrocarburos son zonas de bosques biodiversos con acuíferos en el subsuelo o áreas marinas con gran biodiversidad y muy sensibles desde el punto de vista ambiental.
Son de gran riqueza ecológica y habría que sacrificar esos recursos para sacar petróleo o gas natural para el beneficio mayoritario de una o varias empresas petroleras extranjeras. Destruir la biodiversidad no es negocio para Costa Rica.

Existen otras alternativas para el alto consumo de hidrocarburos que tiene el país y consiste en el desarrollo de combustibles alternativos como los biocombustibles o el hidrógeno verde.
También se podría impulsar la geotermia de baja y media entalpía en todo el país, algo que hemos descuidado por años y que debería ser impulsado para que sea el sector privado el que lo aproveche. Esta energía geotérmica puede aportar la energía eléctrica que necesita un parque automotor eléctrico, por lo que no es necesario el uso de gas natural.

Estas actividades dejarían beneficios económicos directos al país y mayores que los que dejaría el arriesgarse a empezar una incierta actividad petrolera.

Finalmente, el país tiene una importante imagen ambiental ante el mundo y eso es causa de que se tenga mucho turismo que es la primera fuente de ingresos del país y, además, una gran reputación en materia ambiental en todo el mundo.
Aventurarse con el tema de hidrocarburos en medio de una enorme Crisis Climática en el planeta dejaría la reputación internacional del país por los suelos.

No debemos olvidar que conforme pasa el tiempo, más se agrava la situación de Cambio Climático y más intensos son los efectos de éste. Costa Rica es un país altamente vulnerable a la Crisis Climática. Desde este punto de vista, el que el país se abra a la exploración y muy, pero muy eventual explotación petrolera, resulta altamente contradictorio, en particular, porque esa actividad no es parte de su modelo de desarrollo económico.

Costa Rica tiene otras alternativas para impulsar su desarrollo económico. Por medio de una correcta planificación y gestión de su territorio, puede potenciar el uso sostenible de sus bosques, biodiversidad, suelos para producción regenerativa, potencial geotérmico y riqueza hídrica, a parte del potencial que tienen sus mares.

Así las cosas, ponerse a revivir una actividad que no se necesita y que debemos dejar en el pasado, no es para nada recomendable.

El autor es geólogo ambiental. Fue geólogo de exploración petrolera para la Refinadora Costarricense de Petróleo entre 1984 y 1999. Ex secretario General de la SETENA. Catedrático de Sedimentología y Geología Ambiental de la Universidad de Costa Rica hasta el 2019. Es Doctor en Ciencias Naturales y consultor ambiental en evaluación ambiental, ordenamiento ambiental del territorio, planificación territorial, gestión del riesgo e hidrogeología ambiental.

 

Compartido con SURCOS por Gerardo Badilla.

Fuente: https://www.pressenza.com/

Conversatorio: «El papel de la agricultura en la transición hacia una Costa Rica más soberana»

El pasado lunes 15 de mayo se llevó a cabo el conversatorio «El papel de la agricultura en la transición hacia una Costa Rica más soberana», en el marco del Día de la Persona Agricultora, en la Asamblea Legislativa.

En este espacio se contó con la participación de Fany Reyes, Red de Mujeres Rurales; Wendy Vargas, Asamblea Nacional de Productores Arroceros; Alejandra Bonilla, Asociación Tinamaste-Red de Mujeres Rurales; Kevin Gómez, Corporación Hortícola Nacional y Ariel Robles Barrantes, diputado del Partido Frente Amplio.

 

Compartido con SURCOS por Lorena Pino.

Voz Experta: Desigualdad económica y homicidios: una mirada psicosocial

Juan Diego García Castro

Voz Experta: Desigualdad económica y homicidios: una mirada psicosocial

Costa Rica está registrando un récord sin precedentes en el número de homicidios, los cuales producen un gran impacto emocional por la forma violenta de terminar con la vida de una persona. Las consecuencias psicológicas que producen estos sucesos en la sociedad son varias y de diferente magnitud. Las más inmediatas son miedo, frustración y sentimientos de impotencia. A mediano plazo, se desarrolla un sentimiento de alerta constante, deterioro de la salud mental y desesperanza en relación a no poder solucionar el problema. Todas estas consecuencias ya se reflejan en la población nacional, por ejemplo, en la última encuesta del El Centro de Investigación y Estudios Políticos de la Universidad de Costa Rica las personas costarricenses señalan que el principal problema del país es la criminalidad y su principal temor perder el país.

Frente a estos sentimientos de impotencia y perdida de control producto de las altas tasas de homicidios, la reacción natural y espontanea es pedir políticas de mano dura contra las personas criminales. Las políticas represivas brindan una falsa sensación de seguridad para enfrentarse a un mundo que es peligroso y para compensar la falta de control que la criminalidad ejerce sobre nuestras vidas. Estas políticas son las que se discuten hoy en el gobierno y la asamblea legislativa como las principales soluciones a este problema. Sin embargo, la evidencia científica señala con contundencia, que las políticas de mano dura no son eficaces para disminuir la criminalidad ya que tratan el síntoma (los homicidios) pero no la enfermedad (la desigualdad). Para reducir los homicidios en Costa Rica necesitamos disminuir la desigualdad económica.

LEA MÁS: Voz experta UCR

Las razones por las cuales una persona mata a otra tienen múltiples causas. Una de sus principales raíces es la inequidad social. Tanto en Costa Rica como a nivel internacional, aquellas personas que matan y son asesinadas son mayoritariamente hombres jóvenes en contextos de privación social y en escenarios de competencia por recursos económicos, sociales y simbólicos. Cuando la distribución de riqueza es altamente inequitativa como lo es hoy en nuestro país, las tácticas de sobrevivencia son extremas. La lucha por recursos básicos de subsistencia y de estatus social se vuelve más violenta.

La desigualdad no es lo mismo que la pobreza, la desigualdad conlleva un contraste también con las personas favorecidas. Ha existido alguna discusión académica sobre si la causa de la violencia es propiamente la pobreza o la desigualdad. Sin embargo, hoy sabemos que los homicidios se relacionan más con la desigualdad por los procesos psicológicos que conlleva la comparación social. Estar expuestas al contraste entre la abundancia de algunos sectores sociales con sus lujos y estilo de vida, mientras que por otro lado se pasan necesidades básicas trae como consecuencia, entre muchas otras cosas, el distanciamiento social y la competición por el estatus.

LEA: La receta contra la pobreza y la desigualdad está escrita

El distanciamiento social que provoca la desigualdad económica hace que la gente viva segregada en espacios en los cuales se limita el contacto entre personas de diferentes recursos económicos. Por ejemplo, en Costa Rica se puede observar este fenómeno con la proliferación de comunidades cerradas (condominios, residenciales), clubes exclusivos o zonas “VIP”. Mientras, por otro lado, existen cantones con una alta concentración de personas en vulnerabilidad social, viviendo en condiciones de hacinamiento y con malos servicios de transporte público. Este distanciamiento provoca que confiemos menos en otras personas porque no las conocemos y que no sigamos las normas sociales establecidas por la evaluación de que la sociedad no funciona, aumentando el estrés, disminuyendo la participación en actividades “cívicas” (recientemente se ha encontrado en el país una asociación entre abstencionismo electoral y desigualdad) y aumentando los homicidios.

El otro mecanismo psicosocial que relaciona la desigualdad con los homicidios es la competencia por el estatus. La jerarquía social es más importante cuanto más desigual es la sociedad. Así, la desigualdad económica promueve la competencia, la comparación con las otras personas y el individualismo. En un país desigualdad como el nuestro, las personas están más conscientes de su lugar en la sociedad e incrementan su ansiedad por el estatus. Lo cual lleva a que las personas por ejemplo compren objetos con intención de mostrarlos y esto lo vemos cotidianamente en redes sociales. En las redes sociales las personas por lo general fanfarronean con sus estilos de vida reales o imaginarios con tal de ganarse un lugar simbólico en la sociedad. La lucha por el estatus hace que especialmente sean los hombres de grupos desaventajados quienes más violenten a otros hombres para conseguir un lugar entre su grupo de pares y en un país que prácticamente no les brinda otras oportunidades.

ADEMÁS: Igualiticos: la construcción social de la desigualdad en Costa Rica, de Carlos Sojo.

De está forma, metiendo a todas las presuntas personas criminales a la cárcel no vamos a disminuir la violencia porque no estaríamos resolviendo su causa. Reduciendo la desigualdad económica si podríamos mermar la tasa de homicidios como ya se ha hecho en otros países. En estos momentos Costa Rica tiene uno de los niveles de desigualdad más grandes en nuestra historia. Organismos económicos internacionales como el FMI, la OCDE y la CEPAL llaman a poner impuestos de emergencia a las grandes fortunas y al capital. Por ejemplo, si aumentaremos los impuestos de las ganancias al 1% más rico del país y con este dinero se hace inversión social como seguro de desempleo, oportunidades educativas e ingreso básico universal, podemos disminuir la violencia que hoy azota al país. Estas medidas sabemos científicamente que funcionan.

Los homicidios y la desigualdad ni son naturales, ni son inevitables. Es una decisión política y podemos cambiarla. Sentir desesperanza por el rumbo que lleva el país es la reacción más lógica frente a la situación que estamos viviendo. Sin embargo, la ciencia social lleva mucho tiempo estudiando como revertir la violencia y hay soluciones. Tenemos que implementarlas para construir una Costa Rica mejor.

 

Juan Diego García Castro

Investigador la línea Interacciones Grupales e Individuales y profesor de la Universidad de Costa Rica. Psicólogo Social. Doctor en Psicología y magíster en Psicología de la Intervención Social por la Universidad de Granada, España, y psicólogo por la Universidad de Costa Rica. Su trabajo de investigación se centra en la percepción de desigualdad económica en la vida cotidiana, la intolerancia a la desigualdad, las actitudes hacia la redistribución, las ideologías y el miedo al crimen. Su investigación se centra en los efectos psicosociales de la percepción de la desigualdad económica.

¡Gracias CCSS!, mensaje de Juan Atencio dirigente sindical de ANDE

Con la campaña “¡Gracias CCSS!” el puntarenense Juan Atencio Obando, dirigente sindical de ANDE, nos recuerda la importancia del principio de solidaridad en la defensa de esta gran institución, base de la paz social y patrimonio del pueblo de Costa Rica.

El compañero Atencio también nos recuerda la importancia de defender y mejorar esta institución para garantizar el Derecho a la Salud de primer orden, como merecemos todos y todas.

¡Unite vos también!

¡LA CAJA NO SE VENDE!

¡LA CAJA SE DEFIENDE!

#frenass #Gracias a la CCSS

#lacajanosevendelacajasedefiende

Para ver el vídeo completo, haga click en el siguiente link: https://fb.watch/kDoU_jMXuD/?mibextid=qC1gEa

“Piquete» en Costa Rica en contra de la agresión a Palestina

La Red de Solidaridad con Palestina en Costa Rica realizó la tarde de este miércoles 17 de mayo, un “piquete” ante la Cancillería (Casa Amarilla) para solicitar que se realice una declaración de clara condena a la ofensiva “Escudo y Flecha” que está realizando Israel sobre territorios palestinos  y sobre su población civil. Asimismo, solicitaron respaldar el llamado de Naciones Unidas a Israel a que respete las obligaciones que la ley humanitaria internacional impone, así como que avance, de una declaración escueta, a un llamado a la comunidad internacional, para que Israel detenga los ataques, bombardeo, el cerco a Gaza y la represión a la población palestina en los barrios de Cisjordania. 

Absolutamente cierto

Herbert E, Contreras Vásquez.

Herbert E. Contreras Vásquez, M Sc.

Nuestro PIB anual supera los $64.000.000.000,00 de USD, ver siguiente enlace.

https://datos.bancomundial.org/country/CR

Esto significa no menos de $1.000,00 mensuales per cápita o $5.000,00 mensuales por familia aportando a la producción de riqueza nacional.

Si dividimos los costos de producción en tres factores:

  1. Riesgo de inversión, capital financiero del emprendedurismo.
  2. Costo de propiedades, maquinaria, equipo, herramientas e insumos (agua, energía, materias primas y logística).
  3. Mano de obra o planillas: sueldos y salarios.

Aquí vemos sin espacio de discusión, la explotación y esclavitud descarada.

El pueblo percibe menos de la quinta parte de la riqueza nacional y tiende a disminuir esta proporción de participación por medio de leyes que han hecho retroceder un siglo atrás los derechos sociales y laborales conquistados.

Valga mencionar las leyes de prohibición de huelgas, prohibición de manifestaciones, empleo público, una ley de impuestos (eufemísticamente llamada de Justicia Tributaria) y la Ley 4 x 3 en discusión; que eliminaría el pago de horas extras a los trabajadores del sector más dinámico de nuestra economía en las zonas francas.

Hay que agregar que la planilla nacional antes de los años 80 absorbía, un 50% del PIB; hoy es menos de su cuarta parte.

La moraleja es que la «pobreza» de Costa Rica es un mantra que nos repiten sin cesar nuestros desgobernantes para sostener la explotación de los ciudadanos costarricenses a favor de los capitalistas de siempre.

La pregunta medular es: ¿Quo Vadis Costa Rica?

La engañosa baja del desempleo y la reducción de la población económicamente activa

Artículo de opinión por la académica de la Escuela de Economía de la Universidad Nacional, M.Sc. María Leonela Artavia Jiménez, quien coordina el Proyecto de Investigación Trabajo y Crisis

La disminución del desempleo es algo que todas y todos queremos en este país. Por lo cual si se presenta un decrecimiento hay que celebrarlo y reconocer los avances que ello significa, en especial en esta época post pandemia en la que se han profundizado las asimetrías en los mercados laborales. Sin embargo, festejar una caída del desempleo que no se acompaña de un crecimiento de la población ocupada es dejarse engañar por las cifras, es pasar por alto que en los mercados laborales siempre hay que revisar dos veces lo que está sucediendo y analizar las diferentes aristas, a no ser que se esté consciente de ello y aun así se quiera confundir a la población.

Por ello, aunque podemos notar en los resultados de la Encuesta Continua de Empleo del I Trimestre 2023 (INEC, 2023) que la tasa de desempleo se ubica alrededor del 11%, lo que también se puede visibilizar es que con respecto al trimestre anterior (INEC, 2022a) y al I Trimestre del 2022 (INEC, 2022b) hay una reducción significativa de la población ocupada.

Análisis interanual

En general, los datos del I Trimestre del 2023 con respecto al I Trimestre del 2022 reflejan que hay un total de 139.044 personas más fuera de la fuerza de trabajo y que la población ocupada se redujo en 3.974 personas, pese a que la cantidad de personas desempleadas bajó en 81.448, por lo que no se trata de que esas personas estén encontrando trabajo, por lo que se trata de una reducción de la Población Económicamente Activa (PEA) que, en total corresponde a 85.421 personas en el lapso de un año.

Análisis trimestral

Asimismo, si comparamos el I Trimestre del 2023 con el último trimestre del 2022 los cambios son más profundos, pues se evidencia una reducción de la cantidad de desempleados de 38.306, sin embargo, en este caso tampoco se trata de que pasen a engrosar la población ocupada, por lo contrario, esta se redujo en 74.958 personas, lo cual corresponde a una reducción de la PEA de 113.264 personas.

La población desalentada

Por otra parte, es importante considerar otro fenómeno importante en la población y es que si revisamos las cifras de las encuestas de empleo encontramos que la reducción del desempleo se explica en parte por la población desalentada -que termina ampliando aquella fuera de la fuerza de trabajo- y que corresponde a esa que no está buscando trabajo porque no tiene dinero, se cansó de buscar, no le dan trabajo, no hay trabajo en la zona o sabe que no en esta temporada no hay trabajo, en suma son 24.616 personas.

Pero, ¿quiénes son esas personas desalentadas? En cuanto a sus territorios, son personas mayoritariamente de zonas urbanas, se distribuyen mayoritariamente en la región Central, Brunca y Huetar Norte. En cuanto a su perfil educativo, son personas con una baja especialización, que se concentran mayoritariamente en el grupo etario que va entre los 45 y 59 años, y los 15 y 24 años, y que son sobre todo hombres.

Las presiones sobre la satisfacción de las necesidades

Por lo cual, se mantiene la preocupación sobre la condición de actividad de las personas en el país, pues si la PEA se reduce hay serias presiones sobre los ingresos de los hogares, los cuales dependen mayoritariamente de lo percibido por medio de sus labores -salario- para sostener la satisfacción de sus necesidades básicas. Es decir, ello significa una mayor dependencia económica, por lo cual podríamos esperar incrementos en los niveles de pobreza de la población.

Crecimiento económico que no se traduce en nuevos empleos

Todo esto, mientras el crecimiento económico del país se mantiene al alza, pues según el Banco Central de Costa Rica (2023) la tasa de crecimiento del PIB a precios de mercado fue de un 4.3%, y se proyectó en 3.3% para el 2023, es decir, producimos más pero con menos gente, lo cual es esperable ante un contexto de cambio tecnológico global; sin embargo, plantea el desafío de cómo dotar a la población de las herramientas necesarias para insertarse en esas nuevas formas de trabajo, por un lado. Por el otro, el de cómo generar nuevos puestos de empleo a fin a la población desempleada -y desalentada- mientras se ajusta el perfil de especialización de estas personas, otorgándole una atención especial a la población joven y a las mujeres, para incentivar su inserción en las ciencias.

Alternativas como responsabilidad gubernamental sobre el bien común

Seguimos esperando la reactivación económica necesaria para que la población desempleada sea absorbida por la población ocupada y no por la que se encuentra fuera de la fuerza de trabajo. Continúa la necesidad de que los sectores productivos nacionales se fortalezcan para que puedan producir y generar empleo, para ello, es preciso -primero- saber leer adecuadamente las cifras del mercado laboral para no caer en eso de pasar un gato por una liebre.

Se mantiene la urgencia de que el sector productivo nacional junto con el Estado -incluida la academia- generen alternativas para incrementar la productividad de las actividades económicas y generen puestos de empleo de calidad, para ello, por supuesto que no basta con hacer a la población trabajar más horas.

Ojalá que se vean pronto propuestas en esta materia y en especial, ojalá que estas propuestas estén a la altura del bien común, y no, del aprovechamiento de un sector de la población en detrimento de otros y otras; lo cual no es otra cosa que la responsabilidad del Gobierno electo.

Oficina de Comunicación
Universidad Nacional, Costa Rica

 

Imagen ilustrativa.

Acabar la cultura nacional es parte del desmantelamiento del Estado Social de Derecho

Vladimir de la Cruz

En la década de 1960, bajo la presión del desarrollo del Mercado Común Centroamericano, que se impulsaba al empuje de la Alianza para el Progreso de los Estados Unidos, y de la reunión de Presidentes y Dictadores de Centroamérica, que se realizó en Costa Rica, en paralelo se impulsaron otros programas. Uno de ellos, el del Consejo de Defensa Centroamericano (CONDECA), que reunió los Ejércitos de Centroamérica, para maniobras conjuntas, en un período que se impulsaba la doctrina de la contrainsurgencia y de la lucha anticomunista, por la recién triunfada Revolución Cubana.

Costa Rica se integró al CONDECA como país observador, y participó, poco tiempo después, de manera infame, en la intervención militar que hiciera y encabezara Estados Unidos en República Dominicana, en 1965.

Otro Programa fue el de la ROCAP, con el cual se planeó la divulgación de textos educativos para Centroamérica, especialmente en sus zonas rurales y marginadas, restos que carecían de contenidos nacionales, de tradiciones históricas precisas, de símbolos nacionales. El propósito era destruir la identidad nacional, la memoria nacional e insertar a los niños y jóvenes en un concepto regional sin valores ciudadanos de identificación particular con cada país en concreto. En el caso costarricense, dichosamente, la Escuela de Educación de la Universidad de Costa Rica combatió fuertemente estos textos y esta política educativa que se quería imponer.

Por aquellos días, y hasta 1978, se impulsaba el desarrollo del Estado Social de Derecho, el llamado Estado Asistencialista o Benefactor, que alcanzó su mayor apogeo en el gobierno de Daniel Oduber, con gran número de empresas estatales.

A partir del gobierno de Rodrigo Carazo el Estado Benefactor empezó a desarticularse, cuando el presidente impulsó la disolución y privatización de esas empresas estatales. Luego siguieron los Planes de Ajuste Estructural a partir del gobierno de Luis Alberto Monge, y las políticas de Tratados de Libre Comercio, a partir de los gobiernos de 1990, que modelaron, y siguen perfilando, la Costa Rica actual.

La situación internacional, provocada por la caída del Sistema Mundial Socialista, la disolución de la Unión Soviética y la caída de los sistemas socialistas en los países europeos que formaban parte de ese Sistema Mundial, favorecieron más fuertemente las políticas neoliberales a escala universal, hizo surgir en esos años a los Estados Unidos como la super potencia hegemónica mundial, papel que está perdiendo, con el desarrollo del multilateralismo y de varios países que reclaman este papel director mundial compartido.

La guerra estimulada en Ucrania es parte de esa disputa por presidir el control hegemónico mundial, bordando criminalmente la posibilidad de desatar una III Guerra Mundial, que de realizarse alcanzará inevitablemente al continente americano y a los territorios de Canadá y Estados Unidos, que son países integrantes de la OTAN, de continuar la OTAN con sus planes guerreristas y hegemónicos.

A la desintegración del Estado Social de Derecho, al debilitamiento de las instituciones nacionales que lo constituyen, se han sumado ahora las políticas de debilitamiento, y de ser posible de desaparición, de las instituciones culturales. Es una lógica perversa la que se está imponiendo desde el ejercicio político de la Casa Presidencial.

Acabar con la cultura, con sus diversas manifestaciones que tienen amparo institucional, es parte de este proceso neoliberal. Interesa impulsar una nación de borregos, de gente sometida dócilmente, o por temor, o intimidación, a la voluntad impuesta del gobernante y de quienes le acompañan en esta desintegración de la cultura nacional. Eso se acompaña de nuevos valores asociados a la cultura del neoliberalismo, la de la cultura como negocio, la de la cultura de los grandes espectáculos musicales, que apartan a los jóvenes especialmente, y a otros sectores nacionales y populares, de los valores históricos nacionales, de la tradición cultural costarricense. Desnacionalizar culturalmente al país pareciera ser el objetivo del proyecto neoliberal que cabalga desbocadamente en Zapote.

Puedo entender que una persona que ocupa el recinto presidencial, que no ha vivido 35 años en el país, que aparentemente ni venía a vacacionar cuando podía hacerlo, esté bastante desarraigado y desconozca mucho el desenvolvimiento histórico del país, y por ello carezca del conocimiento histórico cultural porque en tanto tiempo de lejanía poco tuvo que ver con esa tradición y el conocimiento básico de los lineamientos históricos y culturales de la nación costarricense. Pero, que quienes le acompañan, o quienes le aconsejan en la toma de decisiones lo han rodeado o le han hecho rodear de ignorantes como él.

Lo que se está haciendo con las instituciones culturales, en el Ministerio de Cultura es un acto criminal institucional. Es la expresión de la liquidación de la cultura como parte de la liquidación que se impulsa del Estado Social de Derecho, es lo que sigue, para tener hasta donde sea posible un pueblo mal educado, sin educación, sin cultura general y precisa, sin valores nacionales, sin cultivo de tradiciones históricas, y sin rescate, promoción y conservación de estas tradiciones y de este conocimiento de la Patria, y de la nación costarricense.

Decía Nicolás Maquiavelo que el Príncipe, el Gobernante, no debe ser religioso, pero que debía aparentarlo. Lo aconsejaba como acto importante para la toma de decisiones del Gobernante.

El Presidente Chaves pareciera no tener nada de cultura y conocimiento histórico costarricense, pero como Presidente por lo menos debe aparentarlo, para sus decisiones importantes, en un campo sensible como la cultura y la educación, como para sus práctica política cotidiana.

El Presidente debe aparentar ser un hombre culto, lúcido, con brillo mental. Si de ello carece, por lo menos debe rodearse por quienes le puedan dar ese brillo, esa luz, le cubran sus vacíos culturales e históricos, y con le hagan brillar su gobierno, que por ahora es bastante opaco.

Lo peor que nos puede pasar a los costarricenses es que el Presidente se luzca como el ignorante más grande del país, como un deficiente mental que actúa o se comporta con poca o casi ninguna inteligencia, como un tonto, pensando más en sus intereses y en su figura personal presidencial que en los asuntos públicos que debe atender.

¿POR QUÉ DESTRUCTORES Y MALANDRINES? (III)

Adriano Corrales Arias*

En su LIII aniversario, la emergencia nacional provocada por la pandemia del Covid-19 trajo a flote la crisis que arrastraba el Ministerio de Cultura y Juventud (MCJ), acumulada en los últimos treinta años y acelerada en los últimos diez. Merced a la contrarreforma neoliberal iniciada en los años ochenta del siglo pasado con los tristemente célebres Planes de Ajuste Estructural (PAEs), dicho ministerio fue despojado de algunas de las funciones estratégicas para las que originalmente fue creado. Por eso carga con serias limitaciones para responder a una realidad cambiante y también en crisis, la cual se expresa en una sociedad trastocada por el cambio global y por una creciente y profunda desigualdad estructural.

Frente a ese aniversario y ante el opaco bicentenario de la “república”, muchas personas pensamos que bien valdría la pena realizar un balance colectivo del ministerio y de las políticas culturales en Costa Rica para repensar lo que se había hecho y dejado de hacer, pero, fundamentalmente, sobre el rol que debería jugar el MCJ en el futuro cercano, sin olvidar que, al menos simbólicamente, también es el ministerio de la juventud. Con acendrada ingenuidad, esperamos a que el mismo ministerio, en las últimas dos administraciones, se abocara a ello con la presencia organizada de los sectores involucrados en el quehacer cultural y artístico del país. Con Godot, continuamos esperando.

Es importante recordar que el 5 de julio de 1971, mediante la Ley No. 4788, se crea el Ministerio de Cultura Juventud y Deportes, de modo tal que la cartera involucraba también a la Juventud y al Deporte. (El pequeño ministerio se había incubado en la otrora Dirección de Artes y Letras del Ministerio de Educación, cuyo gran impulsor, entre otros, fuera el artista y arquitecto Rafael Ángel “Felo” García). En los años setenta y parte de los ochenta, funcionó el Movimiento Nacional de Juventudes (MNJ) un vigoroso proyecto con casas de la juventud por todo el país. Más tarde se eliminó al “movi” (así lo llamábamos) porque coadyudaba a generar dirigentes juveniles conscientes y críticos (¡con instructores israelíes!), muchos de los cuales pasaban a las organizaciones políticas de izquierda. Pero, además era el ente rector del deporte; luego se creó el ICODER quitándole esa papa caliente al ministerio, cuyo quehacer en esa rama era casi decorativo.

La creación del MCJ obedeció al objetivo estratégico del proyecto original promovido por los llamados “hombres de letras” del Partido Liberación Nacional, jefeados por don Alberto “Beto” Cañas Escalante, en un contexto marcado por la guerra fría y por las consecuencias de la guerra civil con sus persecuciones y su anticomunismo. Como en tantas otras acciones socialdemócratas y socialcristianas, el MCJD funcionó para institucionalizar conflictos y sectores “en pugna”. El Ministerio nace sin saldar la eterna disputa entre “Cultura” y/o “Bellas Artes”, es decir, entre la visión “bellaletrista y bellartística” y el concepto antropológico en el cual la cultura se entiende de manera más amplia e integral. Era una concepción difusionista: fortalecer las bellas artes, llevar la cultura a quienes no la “tenían”, ir a las comunidades con un proyecto de extensión jerárquico y patriarcal. Para ello había que crear conjuntos artísticos (OSN, CNT, CND, TNT…), museos, bibliotecas, entre otros entes; más tarde, cuando el concepto antropológico se fue imponiendo, se crearon direcciones regionales y casas de la cultura con un nuevo discurso acerca de cierta “regionalización” ante el pudor de una conciencia vallecentrista asumida a medias. Eso hizo aguas muy pronto y el ministerio no se reactualizó, sino que, al contrario, se recortó.

Ya entrado el nuevo milenio, el MCJ se fue adaptando a la contrarreforma y extendiéndose más al espectáculo (FIA, FNA, Feria del Libro, Festival de Cine, etc.) y apoyando las incipientes industrias culturales. La actividad cultural pasaba de ser prioridad del estado (benefactor) a dejarse en manos de la iniciativa privada que, de todas maneras (rezaba el slogan) “produce libertad”. En los últimos años se le dio prioridad a los “pequeños productores de cultura” (artesanos y emprendimientos “artísticos”) e incluso los grandes proyectos de masas tipo FIA o FNA hicieron aguas, ya por la desidia, ya por la impericia de los tres últimos (des)gobiernos. Es claro que el ministerio transitaba a la deriva dependiendo de las administraciones o de las “personalidades” de sus ministros o ministras, así como de sus efímeros equipos de trabajo.

Ante la crisis prolongada y con la emergencia de la pandemia, algunos “artistas” pegaron el grito al cielo (yo me preguntaba: ¿por qué no lo hicieron antes?, ¿por que hasta los tiempos del Covid 19?), amenazando incluso con acusaciones y anatemas, a la vez que lanzaban un estentóreo SOS. Muchos de ellos comparaban al ministerio con una suerte de CNP, ICT, INVU o IMAS, sin comprender la naturaleza del mismo ni la amplitud del concepto cultura constreñido, según sus visiones, a la “actividad artística”. Otros, como quien esto escribe, pensamos que ya era demasiado tarde para pataleos puesto que hacía algunos años le habían dado el tiro de gracia. La contrarreforma neoliberal lo precarizó, los tres últimos gobiernos lo desmantelaron. Sin embargo, “del ahogado el sombrero”, pensaba; algo se podría rescatar. Se precisaba, eso sí, de una reforma total del estado que lo revitalizara y colocara a la altura de los tiempos. En otras palabras, se trataba de preservar y fortalecer el Estado Social de Derecho que la contrarreforma neoliberal había venido debilitando y que ahora intenta rematar sin oposición y con miles aplaudiendo. La pregunta todavía se impone: ¿será posible?

Para entonces un reconocido cantautor ponía en una de las redes sociales: “Muchos de los que reclaman ahora parece que han estado muy cómodos durante tantos años de silencio”. La frase contiene una vigencia estremecedora y se extiende a lo largo y ancho del tejido social desestructurado y herido por la contrarreforma y por una élite que maneja, con ácida lucidez e impune soltura, los hilos del poder y de los negocios al amparo de un estado secuestrado por su avaricia sin fin. La discusión, quiero decir, la lucha, es mucho más amplia y álgida de lo que parece. Pero pocas personas lo entienden. Y a muy pocas les interesa.

*Escritor

Resolución de solidaridad con Costa Rica

COORDINACIÓN MESOAMERICANA Y EL CARIBE DE LA FEDERACION SINDICAL MUNDIAL

Delegados y delegadas de organizaciones de FSM, reunidos en la ciudad de Managua, convocados por la Coordinación Mesoamérica y El Caribe de la Federación Sindical Mundial, los días 4 al 6 de mayo de 2023, después de un intenso periodo de debate, regido por el principio de la hermandad y solidaridad internacionalista y posterior al balance de la situación subregional y regional, hacemos públicas las siguientes consideraciones:

CONSIDERANDO

  • El pueblo de Costa Rica conquistó en los años 40 del siglo anterior, una importante reforma social, establecida en un apartado constitucional denominado “Garantías Sociales”, la valentía y visión del pueblo y sus liderazgos históricos permitieron que esta conquista se traduzca en la salud como un Derecho Fundamental, un bien público y no una mercancía al servicio del gran capital.
  • La Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) es la principal expresión del modelo de Seguridad Social costarricense, ha transformado significativamente la realidad del pueblo, a través de su innegable labor, ha colocado a Costa Rica en los primeros lugares del mundo en cuanto a estándares de salud y es reconocido como un modelo de Salud de los mejores a nivel global.
  • La CCSS no solo ha tutelado de forma efectiva el derecho a la salud, y por ende a la vida del pueblo costarricense, ha atendido y librado eficientemente al pueblo ante la reciente pandemia por COVID 19, sino que también ha generado paz social, bienestar poblacional, permitiendo que se aumente la calidad de vida de las y los habitantes del país, llevando al pueblo por la ruta del desarrollo.
  • La Caja Costarricense de Seguro Social de composición tripartita en su Junta Directiva, ha sido protegida por mandato Constitucional, de la manipulación económica, de la injerencia y coacción política, blindándola con una Autonomía de gobierno y administración del Poder Ejecutivo.
  • Para cumplir su cometido la Caja Costarricense de Seguro Social , se estableció por mandato constitucional, una obligación de contribución forzosa tripartita, que establece el aporte de los patronos, Estado y Trabajadores, para su financiamiento.
  • El Gobierno de la República de Costa Rica, ha desplegado una serie de maniobras contra este patrimonio del pueblo costarricense, violentando la legalidad y los mandatos constitucionales, ha irrespetado la Autonomía Constitucional de la CCSS, ha irrumpido en su órgano de dirección nombrando a sus aliados y tomando control de la misma, paralelamente ha emprendido una campaña de desprestigio contra esta benemérita institución, indicando de forma falaz que la institución está quebrada, siendo el mismo estado el mayor deudor histórico de la CCSS.

Ante ello y ante la exposición que han hecho los compañeros de UNDECA y la Delegación de Costa Rica presentes en este importante evento, siendo consecuentes con el principio irrenunciable de solidaridad con los pueblos del mundo, los delegados y delegadas de la FSM EXPRESAMOS:

  • EXIGIMOS al Gobierno de Costa Rica el respeto irrestricto a los mandatos establecidos en Constitución Política de la república de Costa Rica respecto a las obligaciones económicas con la Caja Costarricense de Seguro Social así como el respeto a su Autonomía y la composición tripartita según los legítimos representantes nombrados por los sectores
  • DENUNCIAMOS la hipocresía del Gobierno del presidente Rodrigo Chaves Robles ente el pueblo de Costa Rica y la comunidad internacional, que siendo el primer responsable de estar al día con sus obligaciones de contribución forzosa tripartita, emprende una campaña de desprestigio contra la Caja Costarricense de Seguro Social y privilegia contra estas obligaciones con la CCSS, el pago de los intereses de la deuda con los organismos económicos de dominación FMI, BM,OCDE, rellenando los bolsillos de los ricos por encima de la salud del pueblo.
  • CONVOCAMOS Y HACEMOS UN LLAMADO a los afiliados, amigos de la FSM, a todos los sindicatos combativos y consecuentes de la subregión de Mesoamérica y el Caribe, para que se sumen y participen activamente en la denuncia, de las acciones del Gobierno de Rodrigo Chaves Robles, en contra de la Caja Costarricense de Seguro Social, su campaña infundada de desprestigio contra la CCSS, sus políticas injerencistas contra la Autonomía de la Institución de Salud de los costarricenses, el irrespeto al bloque de legalidad que tutela la composición e integración de la Junta Directiva de la CCSS, y el incumplimiento injustificado de sus obligaciones constitucionales de aporte y financiamiento de la Caja Costarricense de Seguro Social.
  • REAFIRMANMO nuestro compromiso militante e internacionalista, con la lucha de los pueblos por su derecho a los sistemas públicos de salud, por sistemas de Seguridad Social robustos, regidos por los principios de solidaridad, universalidad, con especial pronunciamiento de la situación de loS y las hermanas del pueblo costarricense.
  • CONDENAMOS y REPUDIAMOS las políticas neoliberales destructoras de las conquistas sociales de los pueblos que intentan convertir este derecho en mercancías de lucro y dolor y que intentan arrebatar el derecho de los pueblos a tener sistemas de salud públicos robustos y vigorosos.

Dado en la ciudad de Managua, a los 6 días del mes de mayo de dos mil veintitrés.

Por la coordinación certificamos

Ernesto Freire Cazañas, Coordinador FSM América Latina y el Caribe

Miguel Ruiz Estrada, Consejo Presidencial FSM, Secretario General de la CST-RBE

 

Información compartida con SURCOS por Luis Chavarría.