SURCOS comparte el comunicado del Sindicato de Trabajadoras y Trabajadores de la Educación Costarricense:
Ante el inicio del Curso Lectivo 2021, el SEC manifiesta que no está de acuerdo con que se reanude la modalidad presencial, hasta que sea vacunado todo el personal del Magisterio Nacional.
Fundamentamos nuestra petición por el alto contagio que hoy observamos en la población nacional, más el aumento de los fallecimientos, a lo que podemos agregar que en el 2020 murieron cerca de 100 personas trabajadoras del MEP, algo que estadísticamente hemos podido comprobar.
Actualmente nos han reportando que muchas personas trabajadoras del MEP han adquirido el virus y por ello, nuestra insistencia de no iniciar el Curso Lectivo de forma presencial.
Pueden decir que la apertura presencial es paulatina, con las instituciones que cumplen los protocolos establecidos, pero no hay suficiente seguridad para toda la población estudiantil y el personal de los centros educativos.
Se presentan grandes interrogantes relacionadas al distanciamiento entre personas, el abastecimiento oportuno de alcohol y jabón, el procedimiento para garantizar su uso constante; acciones que junto a otras, son parte de una nueva cultura que se deberá inculcar en todos los actores.
La presencialidad será un factor que incrementará la expansión del virus, por eso debemos seguir el ejemplo de otros países que han retrasado el retorno del período lectivo, continuando con la virtualidad como alternativa de prevención.
Si el Gobierno persiste con esta decisión, exigimos la prontitud de la vacuna para el Magisterio Nacional porque sabemos que la convivencia en lapsos prolongados es también un detonante para la transmisión, lo que hace vulnerables a las trabajadoras y los trabajadores de las instituciones educativas, también a la población estudiantil.
Como organización Magisterial advertimos anticipadamente esta situación, para que a futuro no se estén señalando culpables de las consecuencias, puesto que se debe actuar de manera más responsable, con la valoración científica y las normas claras que se deban adoptar.
También tenemos conocimiento de compañeras y compañeros que han sufrido inconvenientes para ser atendidos en los centros de salud, debido a que no les aparece reportado el pago correspondiente por parte del MEP a la Caja Costarricense de Seguro Social.
Para el SEC primero está la salud y la vida de las personas, más allá de cualquier otro interés.
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) publicó la investigación titulada “Pactos sociales al servicio del bienestar en América Latina y el Caribe: ¿qué son y qué papel tienen en tiempos de crisis?” de la División de Desarrollo Social de la Cepal. El documento es una entrega de Juliana Martínez Franzoni y Diego Sánchez-Ancochea.
El texto aborda desde una perspectiva comparada internacional el papel de los pactos sociales orientados a garantizar el bienestar de la población en América Latina y el Caribe, tomando en consideración el poder de las élites, el papel de los movimientos sociales y la relevancia de las arquitecturas de política social, es decir, la forma en que las acciones y los programas se diseñan desde un inicio.
Asimismo, expone una serie de conclusiones y recomendaciones orientadas a la reflexión respecto de la generación de pactos sociales para afrontar un futuro incierto que, mediado por la pandemia y sus consecuencias sociales, económicas y sanitarias, logre encaminarse hacia sociedades con mayor igualdad y cohesión social.
La buena noticia de la llegada de las vacunas para la inmunización contra la Covid-19, nos debe alegrar mucho, pero de ningún modo, nos debe inducir a bajar la guardia en el combate contra la enfermedad.
Gracias al sistema público de salud con que cuenta el país, las 3 millones de vacunas que se compraron a la farmacéutica Pfizer, posibilitará que millón y medio de personas sean vacunadas desde el presente hasta mediados del 2021 o más allá. Hay que recordar que se requieren dos de esas vacunas por persona para lograr la deseada inmunización.
Debemos ser conscientes de que este inicio de la aplicación de esta vacuna contra el virus SARS-CoV-2, de ninguna manera, pone fin a la pandemia y no puede interpretarse como un hecho que impulse al levantamiento de las medidas preventivas básicas contra la Covid-19.
Podría ser el principio del fin de la pandemia pero no hay certeza absoluta de que la situación de grave emergencia que ha afectado a la sociedad costarricense, desde marzo hasta estas fechas de inicio de año, llegó a su fin.
Claro está, la llegada de las vacunas genera razonables y justas esperanzas en la lucha para revertir la crisis sanitaria, así como sus severas secuelas en el campo económico y social. Asimismo esta nueva etapa que se abre contra el coronavirus, puede empezar a paliar el severo impacto emocional entre miles de personas, que ha generado el temor al contagio así como las inevitables medidas de confinamiento.
Ahora se requiere que en forma organizada y bien planificada las vacunas lleguen a las personas, atendiendo progresivamente, los grupos de mayor riesgo: Desde personal sanitario que está en la primera línea de combate a la enfermedad, a personas que por combinación de factores (edad, padecimientos como hipertensión o diabetes, obesidad, entre otros) y así, progresivamente, hasta que se cubra ese millón y medio de personas.
Cabe recordar aquí que esta estrategia escalonada de vacunación se orienta a crear las condiciones de la inmunización de rebaño, que haría que con un alto porcentaje de personas inmunizadas, se corte las posibilidades de contagio.
El encierro real y concreto así como el subjetivo, crea las condiciones para que muchas personas en estos días, sigan pensando que se pueden tomar licencias y libertades ante tantos meses de presión, y esto puede multiplicar las posibilidades de contagio cuando el esfuerzo de vacunación, es incipiente y todavía hay dudas razonables con respecto a los alcances de la vacuna.
Un contagio desbordado es muy probable que haga colapsar la oferta de camas de los hospitales; incluidas –desde luego—las de las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI).
“A Dios rogando y con el mazo dando”: El mejor camino a emprender en estos días de año nuevo, es seguir reuniéndonos dentro de nuestras burbujas sociales y cumpliendo, con rigor, las medidas y protocolos sanitarios, que protejan a los otros (especialmente a los de mayor riesgo) y a nosotros mismos. Mientras tanto esperamos que el esfuerzo de vacunación primero y la inmunidad natural o de rebaño después, empiecen a revertir a la Covid-19.
Estos son los mejores deseos y propósitos para que el año 2021, ofrezca un mejor rostro a la humanidad entera y, desde luego, a la sociedad costarricense.
El Fórum Ecuménico de la ACT Alianza en América del Sur (Fesur) publicó la investigación “Fundamentalismos, crisis de la democracia y amenaza a los derechos humanos en América del Sur: tendencias y desafíos para la acción” de la Dra. Magali do Nascimento Cunha.
La publicación promueve una reflexión acerca de cómo se ha dado el avance de los fundamentalismos en América del Sur y los períodos de intensos procesos reaccionarios frente a avances en el campo de los derechos sociales, sexuales y reproductivos, derechos de trabajadores y de poblaciones tradicionales.
La investigación incorpora la conceptualización del fundamentalismo, entrevistas a profundidad con especialistas, grupos focales y entrevistas grupales con líderes y activistas, y Seminarios de Investigación con el Grupo de Investigación Comunicación y Religión de la Sociedad Brasileña de Estudios Interdisciplinares de la Comunicación (Intercom), la cual está integrada al Grupo de Estudios de Medios, Religión y Cultura (MIRE).
Además, la investigación fue desarrollada entre febrero y junio del 2020, en el contexto del COVID-19 en América del Sur.
SURCOS invita a reflexionar con base en los contenidos de la publicación.
SURCOS comparte el artículo “Sentipensar la pandemia COVID-19 desde la sistematización de la experiencia en Trabajo Social: reflexiones del profesor Oscar Jara Holliday” de la doctora en Educación y Pedagogía Social, Elia Sepúlveda-Hernández de la Universidad Santo Tomás, Chile.
Sepúlveda-Hernández realiza una reflexión teórica sobre los desafíos disciplinares que impone el nuevo escenario social producto de la pandemia; dichas transmutaciones sociales contienen experiencias necesarias de registrar para construir el Trabajo Social del futuro. Asimismo, el artículo reflexionar a partir de una entrevista realizada al profesor Oscar Jara H., y se pone en valor la sistematización como recurso metodológico para sentipensar y racionalizar este momento histórico.
La autora presenta al entrevistado algunas preguntas que invitan a la reflexión:
“¿Cómo sistematizar desde las distancias y fronteras – distanciamiento social– que instala la pandemia? ¿Qué desafíos metodológicos enfrenta el proceso de sistematización cuando los espacios virtuales son hoy las esferas de la intervención social?”
“Las cuestiones de género han sido un asunto complejo en esta pandemia. Las mujeres son uno de los colectivos sociales más afectados (aumento de la pobreza, violencia, desempleo, multi roles…) Siendo el Trabajo Social una profesión compuesta principalmente por mujeres que se encuentran en la primera línea de esta pandemia, ¿qué oportunidades aporta la sistematización a la visibilización, protagonismo y construcción de un quehacer profesional en clave antipatriarcal?”
“Algunos vaticinan que esta pandemia cambiará para siempre las formas de educarnos, de relacionarnos, de organizar las sociedades modernas. ¿Qué sistematizar de acá en adelante a partir de la realidad de América Latina?”
Puede leer las respuestas, reflexiones y conclusiones en el artículo.
Rogelio Cedeño Castro, sociólogo y escritor costarricense.
Primera parte.
“Un millón de personas tienen trabajos sustituibles por máquinas. Investigación revela que uno de cada dos empleos en Costa Rica tiene elevados riesgos de automatización…La mitad de los trabajos de la población ocupada en Costa Rica tienen un alto riesgo de automatización, es decir se pueden sustituir por máquinas, computadoras o algoritmos que desempeñen estas funciones a menor costo en comparación con el ser humano” Manuel Avendaño Arce EL FINANCIERO n° 1317 26 de diciembre de 2020 página 4.
Hace unos meses intentamos formular, al menos algún enfoque teórico que tuviera cierto valor explicativo acerca del origen y los alcances del complejo fenómeno de la llamada pandemia del Covid 19, cuyos alcances y efectos más ignominiosos (e incluso genocidas) parecen conectarse con los aún más temibles de la llamada Cuarta Revolución Industrial que podría deshacerse de más de la mitad de la fuerza laboral en nuestro medio, a los que estamos enfrentados como individuos y también como humanidad no importa si lo ignoremos, de una manera consciente o no, sus efectos o augurios, más o menos perceptibles, han llegado para quedarse entre nosotros.
El mencionado ejercicio teórico lo hemos intentado, ya sea anclándonos –por así decirlo- en la búsqueda de herramientas cognitivas dentro de los cánones de la sociología clásica de finales del siglo XIX (v.g.r. EL PARADOJAL DESTINO DE LA SOCIOLOGÍA CONTEMPORÁNEA, apartados del I al X) y primeros años del anterior, o más probablemente desde la sociología del conocimiento, una rama separada de aquella, surgida en Alemania durante la década de 1920, como resultado del intenso debate teórico sobre la noción de ideología y sus alcances surgido en los medios académicos de una nación, que como el resto de Europa, se encontraba profundamente afectada por las secuelas de la Gran Guerra de 1914-1918, las que darían origen a un enorme conflicto social y político, al ascenso de los totalitarismos y a un nuevo conflicto armado, siempre en gran escala hasta alcanzar dimensiones planetarias, apenas un par de décadas después.
La discusión acerca de las relaciones, y también fricciones o múltiples rupturas, más o menos frecuentes, entre el conocimiento entendido en estricto sentido, y la existencia social de nosotros, los de la especie humana, tan propensa hacia los conflictos, y todo tipo de acciones letales que no han cesado de escalarse desde los más lejanos tiempos prehistóricos, cobró nuevos matices e intensidad con los planteamientos de Karl Mannheim (1893-1947) y su perspectivismo, al someter la teoría de la ideología de K. Marx, tomada como “falsa conciencia” que enmascara la realidad(o extensión real única de que hablaba Georges Gurvitch (1894-1965), el sociólogo rusofrancés, con su hiperempirismo dialéctico) a la crítica de que hacía objeto a todas las visiones de mundo existentes en el conglomerado social, al considerarlas precisamente como falsa conciencia, valga la reiteración de este tema que ya habíamos abordado en nuestra reflexiones sociológicas.
El fenómeno social total que ha puesto a la especie humana en alto riesgo de extinción, dada la dimensión planetaria que ha venido asumiendo a lo largo del año que está a punto de concluir, no sólo resulta muy complejo para ser entendido, dada la imposibilidad de ir más allá del ascenso de la insignificancia en que hemos caído, al no poder la gran mayoría de los seres humanos concentrarse o poner su atención en un tema más allá de los cinco o diez segundos de un spot de televisión (v.g.r. Cornelius Castoriadis), llevándonos a caer en actitudes que van desde la pusilanimidad hasta la estupidez manifiesta, por lo que tarea se torna virtualmente imposible..
El tema de las muertes, los contagios, las vacunas y las camas hospitalarias nos conduce, por momentos, por la vía de los reduccionismos más variados, hacia la imposibilidad de captar la totalidad de un fenómeno en el que las dimensiones clínica, económica, política, social y cultural están inextricablemente unidas, de una manera tal que: “se pone de manifiesto la profundidad de una crisis múltiple, cuyos elementos sociales y naturales están inextricablemente unidos, además de que sólo así pueden ser entendidos y confrontados, en la medida en que se profundiza la naturaleza misma de los problemas clínicos a resolver, también lo hacen los de la dimensión sociológica en términos del manejo social (y epidemiológico) del evento patológico…(EL PARADOJAL DESTINO DE LA SOCIOLOGÍA CONTEMPORÁNEA VII, 7 de abril de 2020, sección de opinión, diario digital www.elpais.cr).
La pérdida de millones de puestos de trabajo y la acelerada caída de la economía en escala planetaria, durante el año transcurrido desde su inicio, constituyen los efectos palpables de un fenómeno del que todos hablamos, aún sin entenderlo, e ignorando todavía el hecho de que, a la larga parece estar unido a las dinámicas destructivas de la Cuarta Revolución Industrial, con su anunciada mecanización- deshumanización del mundo del trabajo ¿Prescindirán la humanidad o las élites del mundo industrializado de más de la mitad de la población del planeta? Al menos no aparecen respuestas o reacciones que vayan en sentido contrario por ninguna parte, mientras tanto seguimos alucinados mirando o sufriendo el fenómeno de la pandemia y sus estadísticas de morbilidad y enfermedad. La confusión e indiferencia de la gran mayoría de las gentes son tales que pareciera que muchos los ven con admiración, o tal vez tendrán la expectativa, no siempre fundada en hechos comprobados o comprobables, de que la catástrofe que se está incubando en una atmósfera casi imperceptible, aunque sus ecos sean cada día más sonoros, no los alcanzará a ellos.
La Asociación Nacional de Profesionales en Enfermería (ANPE), Sindicato de Médicos Veterinarios (Simevet), Sindicato de Profesionales en Ciencias Médicas de la Caja Costarricense del Seguro Social (Siprocimeca-CCSS), Sindicato Médicos Especialistas, (Siname) y la Unión Médica Nacional hicieron un llamado al Ministerio de Salud y al pueblo costarricense para tomar medidas ante la pandemia por COVID-19 durante las celebraciones de Navidad y Año Nuevo ante saturación del sistema de salud.
“La hora oscura de la pandemia ha llegado, nuestros hospitales están colapsando”, expone un video publicado por la ANPE y suscrito por los demás Sindicatos.
En el video se dirigen al Ministro de Salud, Daniel Salas, y exigen un aumento de las medidas restrictivas (entre ellas el confinamiento inmediato), el cierre de fronteras y la extensión de la restricción vehicular sanitaria.
“Usted como máxima autoridad de salud de Costa Rica, tiene la potestad para que toda la infraestructura sanitaria nacional sea puesta a disposición para toda la población costarricense, sin costo alguno para el Estado o la Caja”, indica el video.
También hacen un llamado a la población para tomar medidas aunque estas puedan ser dolorosas en plena época navideña.
El pronunciamiento cierra haciendo un llamado a adoptar políticas acertadas y corregir esquemas que no han funcionado, para no comprometer la vida y el futuro de los habitantes.
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) publicó el Balance preliminar de las economías de América Latina y el Caribe, un diagnóstico anual que realiza el organismo.
De acuerdo con el documento, para el año 2020 se espera la mayor contracción del Producto Interno Bruto (PIB) mundial desde 1946, como consecuencia de una caída generalizada de la actividad económica tanto en las economías desarrolladas como en las emergentes por la pandemia de COVID-19.
También la crisis ha desencadenado una contracción del comercio internacional, fuertes fluctuaciones de los precios de los bienes primarios y una elevada volatilidad en los mercados financieros. Las medidas de confinamiento afectaron el turismo y actividades conexas, mientras que la interrupción de ciertas actividades productivas tuvo repercusiones en los mercados laborales mundiales.
Al comparar diferentes indicadores sanitarios, sociales, económicos y de desigualdad, se demuestra que América Latina y el Caribe es la región más golpeada del mundo emergente, señala el diagnóstico.
El documento presenta ocho capítulos: tendencias de la economía mundial, la liquidez mundial, el sector externo, la actividad económica, los precios internos, empleos y salarios, las políticas macroeconómicas, perspectivas económicas y riesgos que enfrentará América Latina y el Caribe en el 2021.
Para ahondar en el diagnóstico SURCOS comparte el documento.
Vicerrectoría de Acción Social reafirmó su compromiso con las comunidades con el Plan de Acción VAS 2020
La situación de la pandemia exigió que la VAS direccionara la articulación de la acción social a partir de los insumos, aportes y visiones de los distintos proyectos así como las desarrolladas por las distintas organizaciones de la sociedad civil.
Durante este 2020 y debido a la crisis sanitaria por la COVID-19, la Acción Social de la Universidad de Costa Rica tuvo que enfrentar grandes desafíos tanto a lo interno como a lo externo para continuar construyendo y fortaleciendo el vínculo universidad-sociedad. Para esto, se realizaron diversos esfuerzos y ajustes para adaptarse a la virtualidad y mantener activo su trabajo con las comunidades.
La situación sanitaria, económica y social del país requirió de una nueva forma de pensar el trabajo con comunidades, por un lado, en relación con las necesidades e intereses de los grupos participantes de los diferentes proyectos de acción social y, por otro, con respecto a las herramientas individuales y colectivas con las que contaban las personas responsables y colaboradoras de los proyectos desde la modalidad virtual.
A partir de los esfuerzos realizados, más de 30 proyectos apoyaron con sus iniciativas en temáticas relacionadas con la pandemia y otros 100 formaron parte del Plan de Acción VAS 2020 el cual, busca contribuir a mantener la presencia de la acción social en el contexto actual y en la postemergencia, para fortalecer el vínculo de la universidad con las comunidades.
PLAN DE ACCIÓN VAS 2020
El plan de Acción VAS 2020 se elaboró con el fin de organizar diferentes acciones para que los proyectos de acción social se conozcan, reconozcan y establezcan alianzas dentro de las limitaciones y los desafíos de la modalidad virtual. En total, el plan contó con la participación de 113 proyectos, entre ellos: 13 proyectos de educación, 12 de salud-cultura-arte y recreación, 22 de socioproductividad, 27 de ambiente, 16 de derechos humanos y 10 de gestión del riesgo.
“La VAS lideró un plan de acción cuyo protagonismo lo tuvieron las personas responsables de proyectos de acción social articulados en ejes de trabajo. Sin lugar a dudas, el compromiso y la capacidad propositiva del personal docente y estudiantil contribuyeron en la buena marcha de este plan. La VAS aportó el establecimiento de canales efectivos de comunicación entre los distintos actores sociales, dinamizó y flexibilizó los procesos administrativos, facilitó los recursos requeridos por los proyectos y, en particular, acompañó el proceso por medio del propio equipo de trabajo de la VAS”, indicó Sandra Araya, Vicerrectora de Acción Social.
Gracias al Eje Ambiente, fue posible trabajar con las zonas geográficas Central, Pacífico Sur (Brunca), Huetar Norte, Chorotega, Pacífico Central y Huetar Caribe. Desde este eje se desarrolló un conversatorio en torno a la conversación sobre el veto de la Ley de Pesca de Arrastre, así como una memoria de la pandemia en temas ambientales.
Por otro lado, el Eje Educación se mantuvo activo en la zona Central y Pacífico Central por medio de cuatro capacitaciones que brindaron herramientas para el desarrollo de actividades virtualizables tales como el uso del programa PowToon para el desarrollo de material audiovisual, la sistematización de experiencias como herramienta de producción de conocimiento, el uso de la plataforma Zoom para reuniones virtuales y el uso de Wix y WordPress para elaborar páginas web.
De la misma manera, desde el Eje Educación se gestionaron cinco sesiones de preparación para la prueba de aptitud académica (PAA), las cuales fueron transmitidas por Facebook Live desde el perfil de la Vicerrectoría de Acción Social, durante la semana del 23 al 27 de noviembre.
Desde el Eje Socioproductividad, se trabajó con las zonas Central, Pacífico Sur (Brunca), Huetar Norte, Chorotega, Pacífico Central y Huetar Caribe. A partir del intercambio de ideas entre proyectos con poblaciones y procesos similares a nivel territorial o sectorial, se realizaron los conversatorios “Alternativas desde la Acción Social ante el contexto de la pandemia” y “Acompañamiento a iniciativas socioproductivas, contextos, estrategias y desafíos desde la Acción Social”. Además, se realizó un diagnóstico sobre emprendimientos en la Zona Norte y el Caribe y se analizó el estado actual de las Asociaciones de Desarrollo Federación de Guanacaste, Federación en Limón, Asociaciones en San Ramón y Unión Cantonal de San Ramón, Unión Cantonal de Grecia, Moravia y Corredores.
En materia de derechos humanos, se creó una página de Facebook para la difusión de información de actividades y productos y se llevó a cabo el conversatorio “Derechos Humanos y acción social: desafíos en el contexto de la pandemia”. Este Eje, trabajó principalmente en las zonas Central y Región Chorotega.
El Eje Salud, cultura, arte y recreación estuvo presente en las zonas Central, Chorotega, Pacífico Central y Huetar Norte. Los proyectos pertenecientes a este eje trabajaron principalmente por la articulación e identificación de intereses comunes según temas, territorios, metodologías de trabajo y recursos disponibles, vinculaciones y necesidades de instituciones u organizaciones externas a la universidad para crear esfuerzos conjuntos que beneficien el trabajo con las comunidades.
Finalmente, desde el Eje Gestión del riesgo, se elaboró un documento con la descripción de los escenarios de afectaciones, así como de estrategias para el abordaje local de la pandemia. De la misma manera, se creó un protocolo para la gestión local del riesgo, en diálogo con los actores locales y las instancias del Sistema Nacional del Gestión del Riesgo, ante la pandemia por COVID-19
OTROS ESFUERZOS INSTITUCIONALES DURANTE LA PANDEMIA
Además de los esfuerzos colectivos realizados por los proyectos, la Vicerrectoría de Acción Social brindó acompañamiento a distintos procesos institucionales orientados a contribuir con la crisis sanitaria, entre estos, destaca la labor del proyecto ED-3433 “Fortaleciendo la salud pública costarricense mediante el acceso equitativo a métodos diagnósticos y de información generada mediante la investigación-acción social realizada en el Centro de Investigación Hematología y Trastornos afines” (CIHATA), que trabajó en conjunto con el Centro de Investigaciones en Enfermedades Tropicales (CIET) para ofrecer una plataforma integral para la evaluación y respuesta de pacientes con COVID-19 en el Hospital San Juan de Dios.
El ED-3433 busca fortalecer el vínculo Universidad-Sociedad en el ámbito de la salud pública desde diversas áreas y temáticas.
La comunicación, jugó un papel fundamental tanto en la articulación de proyectos como en el diálogo con las comunidades, por lo que se priorizó la inversión en mecanismos que facilitaran el intercambio de información a distancia.
Para lograr un acceso efectivo a la plataforma UCR GLOBAL y para asegurar una frecuente comunicación con las personas participantes de los diferentes proyectos, se estableció un convenio con el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), el cual incluía paquetes telefónicos de 2GB de datos para navegación en internet, 35 minutos de llamada de voz, 50 mensajes de texto SMS, WhatsApp ilimitado y acceso a dominios ucr.ac.cr sin consumo de datos.
Estos paquetes se programaron por un periodo de tres meses con recargas mensuales de 5000 colones. En total, se entregaron un total de 428 chips entre los meses de agosto y octubre del presente año a los diferentes proyectos de acción social. Además, se realizó una gira para la entrega de materiales y chips telefónicos tanto en el Valle Central como en Golfito y las zonas indígenas del sur y norte.
“Si bien fue y es generadora de grandes incertidumbres, la pandemia también nos retó a configurar la acción social. Este fue un momento histórico en que se mantuvo el vínculo con la sociedad por medios virtuales así como con giras programadas en conjunto con las comunidades y los grupos. De igual manera fue clave la articulación de los distintos actores sociales (académicos, nacionales, locales, públicos y privados). En la la VAS pasamos de un discurso del «no se puede hacer o eso es difícil de lograr » al cómo hacer que suceda», expresó Araya.
Natalia Odio González (Unidad de Comunicación Vicerrectoría de Acción Social)
El Observatorio de Política Nacional (OPNA) de la Universidad de Costa Rica (UCR) publicó el cuarto análisis de coyuntura del año titulado “La Costa Rica Política en tiempos del FMI: segunda parte”, correspondiente al período que abarca entre octubre y noviembre.
En el análisis se abordan tres temas:
– Protesta y conflictividad social en la Costa Rica post-pandemia: es en este contexto económico, político, sanitario y social que se comprende el surgimiento del Movimiento Rescate Nacional.
– Tres semanas de diálogo multisectorial: actores y posiciones: ante la negativa de distintos sectores de participar en este proceso de diálogo multisectorial, los poderes Ejecutivo y Legislativo vuelven a convocar un tercer intento de diálogo.
– Análisis de los acuerdos: la oportunidad que no fue: se presenta un escenario de incertidumbre para el futuro cercano y que al no generarse consenso sobre medidas estructurales sobre gasto y captación de recursos como la Ley de Empleo Público, nuevos empréstitos internacionales o la depuración del presupuesto 2021, la economía costarricense sigue en peligro.