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Etiqueta: COVID-19

Las mujeres trabajadoras y el COVID-19

La CSA y su Comité de Mujeres Trabajadoras de Las Américas – CMTA reafirma que la crisis sanitaria, económica y social provocada por el Covid-19 pone en evidencia el fracaso del modelo neoliberal y las políticas que promueve, afectando a mujeres y hombres de maneras diferentes, por tanto, es necesario comprender sus efectos particulares y poner en práctica políticas públicas e intervenciones que sean efectivas y equitativas.

En el contexto de La crisis es importante tomar en cuenta las dificultades específicas que enfrentan las mujeres, por lo que las medidas de recuperación deben tener una perspectiva de género considerando la diversidad de realidades que atraviesan en la región. De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas – ONU los impactos de la pandemia podrían revertir los logros de la agenda de igualdad de género y dificultar el alcance del Objetivo 5 de la Agenda 2030, haciendo más difícil reducir las brechas entre hombres-mujeres y alimentando el retroceso que se viene produciendo en varios países.

En América Latina y Caribe las trabajadoras en condiciones de informalidad, según ONU Mujeres, representan el 59% de La fuerza Laboral, esto implica que carecen de la protección que ofrecen las leyes laborales y prestaciones sociales como pensiones, seguros de salud o subsidios por enfermedad remunerados. Esta condición laboral tiene otras repercusiones implicando mayor número de mujeres que viven en La pobreza, trabajan por salarios más bajos y en condiciones inseguras, lo que aumenta el riesgo de acoso, violencia sexual y reproductiva. En este sentido, insistimos en la importancia de la ratificación e implementación del Convenio 190 contra la violencia y el acoso en el mundo del trabajo.

Según la Comisión Económica Para América Latina y Caribe – CEPAL las trabajadoras del servicio doméstico en la región en condición de informalidad representan el 77,5%, situación que se dificulta ante la ausencia de fiscalización laboral, por ser considerado su lugar de trabajo un espacio privado. En este sector se ejemplifica el doble riesgo que enfrentan durante la pandemia: el contagio por seguir trabajando, o la pobreza por dejar de trabajar.

En el caso de las trabajadoras de primera línea donde el personal de salud cuenta con 72,8% de mujeres, hay múltiples denuncias sobre la ausencia de equipos de protección individual o de protocolos adecuados para evitar el contagio, así como condiciones de trabajo caracterizadas por las jornadas extensas, presión física y psicológica y, en algunos países, violencia y discriminación.

Por otro lado, la falta de políticas sanitarias para el regreso a las aulas en los países que lo están implementando, al igual que la falta de condiciones de seguridad, capacitación antes, durante y después de la pandemia para las educadoras es preocupante.

El teletrabajo como respuesta para mantener la actividad económica en el contexto del confinamiento y distanciamiento ha precarizado aún más las relaciones laborales, transfiriendo costos operativos de las empresas a las trabajadoras/es, implementando iniciativas de regulación y decretos de urgencia que pasan por encima de mecanismos democráticos y sin negociación colectiva, estas condiciones serán difícilmente reversibles en el futuro.

Por otra parte, el desbalance en la distribución de las tareas domésticas y el cuidado no remunerado han aumentado de forma exponencial durante la pandemia, lo que implica una desvalorización de los cuidados y su función en el sostenimiento de la economía. Según la OIT las mujeres contribuyen con 76,2% en promedio de horas del trabajo de cuidado no remunerado (más del triple que los hombres), esa diferencia profundiza las triples jornadas laborales para las mujeres durante la crisis, colocándolas en mayor riesgo de contagio por su rol socialmente asignado como cuidadora de enfermos en el hogar. Esta situación provoca un serio impacto en su salud y en su seguridad, por tanto, el reconocimiento de la corresponsabilidad familiar es fundamental.

Esta crisis también aumenta la situación de vulnerabilidad de mujeres campesinas y las de pueblos indígenas y originarios por el desamparo y olvido que sobrellevan antes y durante el confinamiento, sin ingresos económicos, expuestas a situaciones de violencia e invisibilizadas ante las políticas de los Estados.

El periodo de pandemia generó indirectamente condiciones que aumentaron de forma drástica la violencia de género en la región. Para muchas mujeres y niñas, los hogares siguen siendo lugares de mayor inseguridad, quedando en muchos casos aislados, con escasas posibilidades para denunciar sus agresores.

Toda esta situación promueve un retroceso considerable en la conquista de derechos humanos y laborales de las mujeres, por lo que es necesario adoptar políticas públicas inclusivas que consideren la igualdad de género y los derechos de las mujeres, considerando la diversidad de necesidades, como esenciales para así lograr superar esta situación de crisis provocada por el Covid-19.

En este sentido desde la CSA y su CMTA proponemos las siguientes medidas y/o acciones afirmativas para avanzar en esta Línea y minimizar Los efectos de La pandemia para Las mujeres:

  • Aumentar desde los Estados tos recursos asignados a la prevención de violencia contra las mujeres y la protección de las víctimas.
  • Demandar al gobierno la pronta ratificación del convenio 190 contra la violencia y el uso en el mundo del trabajo, así como la ratificación e implementación del C156 (corresponsabilidad familiar) y el C189 (trabajadoras y trabajadores domésticos).
  • Exigir a los Estados la garantía de estabilidad del trabajo y de salario para las mujeres a través de políticas públicas ya existentes o con la creación de nuevos mecanismos que lo garanticen, sea en condiciones de formalidad o de informalidad.
  • Adoptar, restablecer y ampliar regímenes integrales de protección social, que reflejen la comprensión de las circunstancias particulares de las mujeres y el reconocimiento de la economía del cuidado, teniendo en cuenta las legislaciones nacionales y acuerdos internacionales.
  • Demandar la prohibición de la suspensión o finalización de contratos de prestación de servicios temporales de las trabajadoras durante el tiempo de la emergencia en todas las entidades públicas nacionales o territoriales, centralizadas o descentralizadas de servicios, así como del ámbito privado en todas sus modalidades, bajo el argumento de quiebra, baja productividad, pérdida de ganancias, entre otros.
  • Regular la implementación del teletrabajo para evitar la precarización y flexibilización de las relaciones laborales existentes, teniendo como premisa la garantía del trabajo en concordancia con los estándares de la BIT.
  • Impulsar la representación de las mujeres en los sindicatos u otros organismos a nivel nacional, como también en espacios de negociación tripartita donde se definan medidas que garanticen la protección a las trabajadoras ante Los efectos de la pandemia
  • Instar a los gobiernos y empleadores para generar datos segregados por género y de esta forma poder realizar análisis sobre los impactos del COVID-19 y establecer nuevas estrategias a corto y largo plazo con enfoque de género.

 

*Imagen ilustrativa, UCR.

TCU de la UCR apoya a 56 estudiantes de colegios públicos para realizar exámenes de MATEM

Dos retos principales por la pandemia del COVID-19: virtualizar el proyecto de Acción Social y dar acceso a internet a la población estudiantil colegial

El pasado 6 de agosto, estudiantes de secundaria realizaron examen de MATEM apoyados por el TC-725.

Un total de 56 estudiantes del ciclo diversificado de secundaria de los Liceos de San Antonio y Calle Fallas de Desamparados realizaron las pruebas de MATEM con el apoyo académico del proyecto de Acción Social de la UCR llamado: “Éxito en MATEM: Potencializando nuestros futuros estudiantes” (TC-725), el pasado 8 de agosto del 2020.

Las universidades públicas tienen dentro de sus planes de estudio, el primer curso de matemáticas conocido como Precálculo. Dentro de sus acciones realizan durante el año colegial, tres exámenes denominados como MATEM; si los aprueban, no deben llevar dicho curso.

Por tal razón los colegios, en especial privados, preparan a la población estudiantil para que aprueben dichos exámenes, colocando en desventaja a la población estudiantil pública.

Ante esta situación, la UCR busca equidad y acompañamiento en los colegios públicos y el TC-725 trabaja con este grupo de jóvenes, algunos con limitaciones económicas; para que logren dicho objetivo.

“Ver jovencitos que están dando su mayor esfuerzo, tratando de obtener buenos resultados y los están obteniendo. Me siento muy orgullosa y a la vez, saber que estamos impactando a la sociedad de buena manera. No solo el TCU permite dar contenidos matemáticos a los estudiantes, sino un acompañamiento más integral, que no sea solo académica, sino personal” explicó Stephanny Espinoza, tutora del proyecto TC-725 en el Liceo de Calle Fallas.

Del total de 56 estudiantes, 8 son del Liceo de Calle Fallas y 48 del Liceo de San Antonio. “Para mi ha sido una gran oportunidad, una gran experiencia, con este proyecto de MATEM voy más tranquila, más relajada [al examen]. Es más, sino paso el examen, el curso me ha ayudado a crecer, a ser más responsable”; enfatizó Sirene Valencia, estudiante del Liceo de Calle Fallas.

Por su parte, Naryerli Corrales Mena, estudiante del Liceo de San Antonio coincide con Sirene, en opinar que el curso del proyecto de Acción Social TC-725, “nos ha impulsado ha adquirir nuevos métodos de estudio”, y también “a ser estudiantes más responsables y cada día más disciplinados”.

“Gracias a MATEM se ha podido ayudar a muchísimas más personas en el aprendizaje de las matemáticas, les agradezco a los encargados del proyecto porque han ayudado a muchos jóvenes y a explorar más sobre las matemáticas”, expresó Sasha Araya estudiante colegial.

Los padres y madres de familia han apoyado en este proceso, agradeciendo la labor que realiza este proyecto de Acción Social. “Ha sido excelente para mi hija, le ha ayudado mucho en lo que es prepararse más, ser responsable. Pienso que si a ella le ha servido mucho, me imagino que a los compañeros ella también”; afirmó William Valencia, papá de Sirene Valencia.

Este año, la pandemia de COVID-19 colocó en la lista de retos uno más: dar acceso a Internet a toda la población de ambos colegios para que puedan realizar con éxito las pruebas de MATEM.

Además, adecuar el proyecto a la virtualidad. “Siempre se manejó objetivos claros del proyecto del TCU, siempre teníamos claro lo que se debía hacer. Se inició con clases presenciales y debido a la situación del país y la pandemia, esto no pudo ser; aún así, el coordinador del proyecto -el docente Alexander Sander- y el resto del equipo luchamos para que esto siguiera por medio de clases virtuales. Esto es muy importante porque nunca se dejó de creer en este TCU y los estudiantes del colegio estaban muy motivados”, argumentó Josias Castillo, estudiante de la Enseñanza de la Matemática e integrante del TC-725.

Ese sábado 6 de agosto, tres de los estudiantes del Liceo de San Antonio se trasladaron a las instalaciones del centro educativo para hacer el examen, el resto lo realizaron desde sus hogares.

“A mi hija le ha ayudado a madurar, le ha permitido un panorama más amplio de lo que viene más adelante, por eso yo le quiero agradecer a la Universidad y quiero rescatar que dentro de esta coyuntura del país y del mundo con el COVID-19; los tutores, la Universidad y el profesor se han reinventado para poder ayudar a los muchachos y no dejarlos solos” agradeció Cristian Corrales Segura, papá de Naryerli.

¿Qué es MATEM?

El proyecto Matemáticas para la enseñanza media conocido como MATEM es un proyecto de extensión universitaria con más de 30 años de trayectoria en las universidades estatales, que busca mejorar la calidad de la Enseñanza de la Matemática a nivel de Educación Media.

 

Autoría:
Lillianne Sánchez Angulo (Unidad de Comunicación, UCR)

4° Festival Internacional de Cine Ambiental y de Derechos Humanos FINCADH Costa Rica 2020 ONLINE

El IV FINCADH Costa Rica 2020 se convierte en el Primer Festival On-Line del país

El Instituto Multimedia DerHumALC (IMD) asociación sin fines de lucro radicada en Argentina, para la defensa y la educación en materia de derechos humanos a través del cine con más de 25 años de experiencia en Festivales de Cine, presenta el IV Festival Internacional de Cine Ambiental y Derechos Humanos, FINCADH Costa Rica On-Line, un festival de cine internacional con enfoque social y comprometido con las problemáticas ambientales y los derechos humanos, que cree en el poder del cine como una herramienta para la sensibilización, la visibilización y la discusión de estas temáticas.

Primer Festival On-Line de Costa Rica

Debido a las circunstancias extraordinarias derivadas de la situación de emergencia en salud pública ocasionadas por el COVID-19 a nivel global, el 4° FINCADH Costa Rica 2020 se realizará online, con lo cual se convierte en el primero en el país desde abril de este año, a través de una plataforma web y de las redes sociales.

Inicialmente, esperábamos realizar la mayoría de las actividades del Festival en julio de este año, pero la Emergencia Nacional dictada por la segunda ola de la pandemia del Covid-19, nos llevó a tomar la decisión de pausarlas hasta ahora, que las retomaremos.

En la plataforma web www.fincadhcostarica.org es posible consultar y visualizar las películas, las actividades especiales (cine-foros, charlas y actividades culturales y recreativas), y disfrutar del intercambio vía streaming con directores y cineastas nacionales e internacionales. La fase final del festival será una semana intensiva de actividades que tendrá lugar en los próximos meses, en una fecha que revelaremos próximamente.

El compromiso ha sido generar un evento accesible tanto para el público que nos acompaña cada año como para las nuevas audiencias que quieren sumarse a vivir la propuesta del Festival a través de distintas plataformas digitales y aplicaciones de uso cotidiano, especialmente ampliando el alcance a un público de toda Costa Rica, dado que en las ediciones anteriores hemos estado centrados en la Gran Área Metropolitana.

El FINCADH Costa Rica es el único festival en Costa Rica que se centra en el cine de denuncia, de protesta, documental y de ficción en torno al Ambiente y los DDHH, y es producido desde hace cuatro años por un equipo local con amplia experiencia, liderado por Jess Márquez Gaspar reconocido activista de DDHH, certificado para dicha tarea por la organización internacional Movies That Matters a través de la Especialización Cinema Without Borders, Producción de Festivales de Cine con Compromiso Social.

Desde abril de este año, se ha destacado además con la realización de sus actividades on-line a través de sus redes sociales y las de sus aliados. En particular, gracias a la producción y apoyo de sus partners locales, las ONGs locales Colective Transcendentes, dedicado a la lucha por los DDHH de las personas LGBTI, migrantes y con discapacidad, desde la interseccionalidad; y Organización Transvida, dedicado a la lucha de los DDHH de la población LGBTI en el país, en particular de las mujeres trans desde hace casi una década.

Adjuntamos el comunicado completo para descargar:

Instancias de la UCR y el INA-Región Chorotega divulgan datos del diagnóstico comunitario en el marco de la pandemia

El Decanato de Ciencias Sociales, el Programa de Kioscos Socioambientales, la Escuela de Ciencias Políticas y el Centro de Investigaciones y Estudios Políticos (CIEP) de la Universidad de Costa Rica y en vinculación con el Instituto Nacional de Aprendizaje de la Región Chorotega, desde marzo de 2020 han iniciado un proceso de diagnóstico comunitario con la finalidad de conocer los impactos e implicaciones que la pandemia ha tenido en diversos territorios del país y en organizaciones de comunales.

Las docentes coordinadoras de dicho proyecto, Dylanna Rodríguez y Rebeca Gu de los proyectos TC-590 Fortalecimiento de procesos de articulación con actores sociales y comunitarios en torno a conflictos socio-ambientales específicos en el territorio nacional y TC-666 Dialogando el presente: recuperando la memoria de organizaciones políticas subalternas y respectivamente, señalan que el contexto de pandemia en el que se encuentra el país desde hace ya 5 meses, ha presentado diversos desafíos para la sociedad y como Universidad Pública, de ahí la importancia de esta iniciativa de diagnóstico comunitario, el cual tiene con fin “el conocer cómo distintos territorios costeros, indígenas, transfronterizos y campesinos, enfrentan la pandemia, así como las diversas implicaciones a nivel familiar, laboral, comunitario, organizativo, educativo que esta situación ha generado”, enfatizó Gu.

Desde que esta iniciativa dio sus primeros pasos, se le ha externado la invitación de participar a diversos proyectos de Acción Social, lo que ha dado como resultado la vinculación de 11 Proyectos de esta índole, 2 Programas y 1 práctica profesional de la carrera de Trabajo Social así como el Instituto Nacional de Aprendizaje (INA) de la Región Chorotega, “hacen que sea posible abarcar una mayoritaria parte de territorios y generar insumos, propuestas y líneas de acción que respondan a las realidades y necesidades de esos territorios diversos, cultural, socioeconómica y organizativamente” señaló Rodríguez.

“Los medios de comunicación se han encargado de mantenernos al instante, minuto a minuto, en relación con aquello que acontece sobre todo en el valle central, pero poco se habla de los territorios campesinos, transfronterizos, indígenas y costeros, a menos que sea para criminalizar, revictimizar y vulnerabilizar a sus poblaciones, principalmente si se trata de personas migrantes” señalan las coordinadoras del proyecto.

Para Rodríguez y Gu, este proyecto representa una alternativa para posicionar reflexiones que se tejen desde los territorios y permitan visibilizar las realidades negadas y, a la vez, responder al gran desafío que implica para la Acción Social, la Investigación y la docencia el vínculo que se genera desde su quehacer con esos territorios. Asimismo, este diagnóstico permite visibilizar y concientizar sobre las violencias que se siguen gestando en los territorios, y que se hacen más evidentes en este contexto.

Algunos de los primeros resultados del diagnóstico, se dan a conocer a través de un video https://www.youtube.com/watch?v=UOK9IHbJj50&feature=youtu.be

Para mayor información, comunicarse al correo electrónico: tcukioscossocioambientales@gmail.com

Apoyo al Instituto de Investigaciones Sociales

Isabel Ducca D.

Con motivo de la polémica y acusación a la Universidad de Costa Rica de estar incentivando una guerra entre lo público y lo privado por la difusión de dos videos producidos por la Oficina de Divulgación e Información (ODI), con base en una investigación del Instituto de Investigaciones Sociales (IIS), en los cuales se alude a grandes empresas que se beneficiaron de la amnistía tributaria, a algunas que declararon cero impuestos durante un periodo y a tres empresarios de renombre citados en la revista FORBES, es preciso expresar un reconocimiento a una labor difícil y, por lo visto, riesgosa pues como lo señala dicha revista, fuente de la que surge parte de la problemática:

Para el equipo de investigación de FORBES, cada año representa un reto documentar y estimar las más cuantiosas fortunas de nuestra geografía, debido a que los principales obstáculos son la falta de transparencia y la poca disponibilidad de las corporaciones para compartir la información de primera mano…”[i]

Lo afirma una revista que está mil leguas de ser analítica y crítica.

Nuestra solidaridad se basa, como debe ser, en los principios que rigen y deben reinar siempre en la institucionalidad pública. Tal y como lo estipula el Estatuto Orgánico de la Universidad de Costa Rica en el artículo 3: “…contribuir con las transformaciones que la sociedad necesita para el logro del bien común, mediante una política dirigida a la consecución de una justicia social, de equidad, del desarrollo integral, de la libertad plena y de la total independencia de nuestro pueblo”.

Si hubiera que hablar de una guerra entre lo público y lo privado, tendríamos que invertir los términos pues esa confrontación la inauguran en nuestros país los sectores neoliberales desde hace más de treinta años pues las universidades públicas, al ser cuna del pensamiento crítico y analítico, han sido acosadas con el fin de recortar sus presupuestos para reducir la investigación y el aporte que realizan para un desarrollo integral de nuestro país y de protección a los sectores más vulnerables. ¡Las acusaciones no son nuevas! Desgraciadamente, con motivo de la pandemia que estamos sufriendo y con el beneplácito de un gobierno que se preocupa más por proteger a quienes más atesoran en lugar de hacerlo con quien menos tienen, ciertas voces han adquirido fuerza y prepotencia que raya, en ocasiones, en lo inhumano.

Como bien sabemos, el déficit fiscal es un problema que adquiere dimensiones gravísimas antes del Covid 19 y que debido a este llegó a proporciones catastróficas. Desde el 2018, los temas fiscales han tomado relevancia en la discusión pública y hoy, precisamente en una crisis histórica, deben ser discutidos más que nunca. La evasión, elusión y mora son problemas que perjudican la construcción del Estado social de derecho y por tanto deben ser problematizados, así como señalados sus responsables.

Las campañas de desprestigio hacia las instituciones o personas que se atreven a plantear el tema de la reforma fiscal progresiva no son nuevas. Ya a inicios del siglo XX, Alfredo González Flores fue víctima de una campaña feroz primero y, posteriormente, un golpe de estado por establecer su proyecto.

Queremos reiterar nuestro apoyo a la autonomía universitaria consagrada en el artículo 84 de la Constitución Política y esperamos que, fiel a los principios con que la concibieron figuras como Rodrigo Facio Brenes, la reflexión rigurosa, académica y comprometida con el bien común continúe por los senderos que le marcan la ética y el compromiso con los Derechos Humanos.

[i] Puede referirse a: https://issuu.com/forbeslatam/docs/forbes_ca_mayo_2019

Ausencia de Estado

Óscar Madrigal

Perú ocupa el primer lugar mundial en tasa de mortalidad por coronavirus. ¿Cuáles son las causas de tan doloroso récord?

Los especialistas peruanos las resumen en lo siguiente: la falta de infraestructura, la ausencia de Estado y la falta de orden social. En síntesis, las causas se reducen a una AUSENCIA DE ESTADO.

La pandemia ha demostrado que los pueblos, las sociedades, no pueden hacer frente con éxito a las calamidades de la naturaleza o de la sociedad, sin un Estado fuerte, presente y vigoroso. Así también quedó patente en la crisis financiera del 2008.

En las naciones donde el Estado es débil en cuanto a instituciones, infraestructura, servicios o legitimidad, los pueblos sufren en demasía las injusticias producidas por el hombre y la naturaleza.

El Estado no debe reducirse a brindar una media salud y educación, como pretenden los neoliberales, sino a tener injerencia en diversos campos de la sociedad.

En Costa Rica gracias a las luchas de las organizaciones sociales, se ha logrado defender y detentar un Estado fuerte y vigoroso que permite influir en una mayor justicia social. Al fin y al cabo, a pesar de los reiterados intentos de los poderosos grupos de los grandes empresarios por empequeñecerlo, aún permanece en nuestro país un Estado que está presente en la vida cotidiana de los costarricenses.

Existe en el país todo un conglomerado de instituciones públicas que se dan fortaleza mutua. En el presente las utilidades acumuladas del INS sirvieron para apoyar a la CCSS en la emergencia, los bancos públicos con una parte de las utilidades apoyan los programas del IVM (pensiones), becas y al cooperativismo, la FANAL contribuyó a abastecer de alcohol a la seguridad social a un costo bajo, Acueductos y Alcantarillados ha brindado agua potable a nuestra población y evitado epidemias, el IMAS y demás instituciones contribuyen a mitigar los efectos de la emergencia sanitaria. El Estado es también salario mínimo, vacaciones, cesantía, seguros sociales, derecho a huelga y mucho más.

Las utilidades de las instituciones públicas, como el INS, Banco de Costa Rica, Nacional, FANAL y muchas otras han servido para ayudar al Estado a enfrentar la epidemia en vez de irse a engordar aún más los bolsillos de alguna gran compañía nacional o internacional. Además, todas las instituciones pagan puntualmente sus impuestos.

En Costa Rica no se puede decir que existe, como en Perú, ausencia de Estado.

Pero existen fuerzas poderosas que quieren desbaratar muchas instituciones públicas de manera inmediata al amparo de un acuerdo con el FMI. Como dice Rodrigo Carazo, no es que quieren venderlas es que quieren comprarlas.

Los créditos con el FMI buscan imponer medidas neoliberales para reducir al mínimo el Estado. El Gobierno ha iniciado una “negociación” con el FMI en total secreto y ya han informado que está lista la propuesta.

Solo está por verse si acabaremos como Perú, sin Estado.

¿Del Consenso de Washington al del Coronavirus?

Luis Andrés Sanabria Zaniboni

No fue, como se creyó durante mucho tiempo, una invención de artistas, una superstición de empresarios, (…). Sí, ha existido en carne y hueso, aun cuando se le dio todas las apariencias de un verdadero fantasma, es decir, de una sombra.
El fantasma de la Opera – Gastón Leroux

Hemos visto en los últimos meses entre una conferencia de prensa y la siguiente, una exposición destellante de simpatías o descontentos de diversos actores políticos, sociales o económicos a la anuencia por los préstamos internacionales. Ante esto sólo podríamos encontrarles algún sentido si los abordamos desde la pregunta ¿Hacia a donde apunta la política post-covid19?

Tal vez pocos recuerden la década de 1980, cuando a través del accionar de dos potencias mundiales Estados Unidos e Inglaterra, lograron posicionar un pensamiento y práctica de la gestión política, que al paso del tiempo se le llamó Neoliberalismo, su acta fundante (no oficial) fueron unas recomendaciones de John Williamson, que se conocieron como el Consenso de Washington.

Este consenso, a su modo y estilo sintetizó el pensamiento económico y político de una generación de profesionales de la política; los tecnócratas. Estos delinearon algunas de las posturas que hoy en nuestros países son casi “dogmas”: Disciplina fiscal, disminución del gasto público, reforma tributaria, liberalización, desregulación, privatización y derechos de propiedad, en cualquier espacio de política pública, estas palabras prácticamente son incuestionables.

¿Por qué recordar esto? Hoy, estas “recomendaciones” son denunciadas por su ineficacia o daño social, por ejemplo la privatización de los servicios de salud que han generado una agudización de la crisis sanitaria, la privatización de la educación ha marcado una brecha socioeconómica que aún no logramos vislumbrar su profundidad o paradojas tales como defender la disciplina fiscal que invoca los recortes, ante una crisis sanitaria donde se requiere un enfoque comprometido con garantizar la atención de las personas desde la salud pública.

Asistimos a un momento crucial en la construcción del sentido del pensar-hacer política para nuestras sociedades, aun cuando observamos resquebrajarse las apuestas neoliberales ante su inoperancia y por la denuncia que desde sus luchas diversos sujetos individuales y colectivos han dejado la evidencia de este fracaso. Hoy se reconfigura un sentido común desde los sectores dominantes, que procuran disputar la legitimidad de esta política.

Si hace 31 años el Consenso de Washington consolidó un tipo de política neoliberal, hoy el Consenso del Coronavirus viene a relanzar esa apuesta por una política aséptica de personas, el traslape intencionado de las medidas sanitarias a su aplicación como gestión del conflicto político es una de sus primeras manifestaciones.

Asistimos a gobiernos que virtualizan y banalizan la participación política reduciéndola a páginas web y formularios, es decir una enajenación de la voz de los sujetos, y el triunfo de esta tecnificación son elementos de cuño de este nuevo consenso.

Este enfoque apuesta por el alejamiento y atomización de las personas en los procesos de toma de decisión. El control de los aportes y la validación de los mismos se despersonaliza, se vuelven matrices de información, que pierden sus elementos de problematización, y quedan como eso que son; meros registros.

Es bajo este escenario, donde surge el interés “filantrópico” de las instituciones financieras por apoyar a nuestro país ante la pandemia, un disfraz más para aprovechar los vacíos de poder que ha generado la actual pandemia ante la incapacidad de movilización y protesta. Un escenario ideal para profundizar la política neoliberal, que tiene en nuestro país como hoja de ruta a la reforma fiscal del 2018 (impuestos, empleo público y regla fiscal).

Con el pretexto del préstamo del Fondo Monetario Internacional, asistiremos a una nueva ingeniera sobre el Estado Costarricense, el replanteamiento de la política social, incluida la educación (educación técnica como único horizonte), la salud (privatización) o la precarización del empleo público con el fin de “optimizar” el gasto, por otro lado la desregulación ambiental para la explotación de los bienes naturales o la venta de activos del Estado son parte de la agenda para promover ingresos “frescos”, estas ideas son parte de lo que se estará disputando en los próximos años.

Bajo el discurso de la inminencia de la crisis y la “inevitabilidad” del sacrificio “necesario” que todos y todas debemos asumir, procuran comprometer la institucionalidad democrática, pero en el fondo lo que más llama la atención es el aplazamiento de la responsabilidad de los sectores ricos por pagar sobre sus ganancias, es decir la legitimación de la evasión y elusión serán la columna vertebral del Consenso del Coronavirus.

UCR: Ya está firmada la donación que recibirá el Instituto Clodomiro Picado para avanzar en sus investigaciones

El porte ayudará a la formulación terapéutica de anticuerpos contra el SARS-CoV-2

La cooperación no reembolsable por 500 000 dólares estadounidenses para el Instituto Clodomiro Picado de la UCR, que comunicó el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) el 13 de agosto de 2020, finalmente se concretó este viernes 28 de agosto con la firma oficial del documento.

Con la firma de esa cooperación, que se llevó a cabo durante la conferencia de prensa en Casa Presidencial, se consolida la entrega del aporte económico que ayudará al avance de las investigaciones para producir una formulación terapéutica de anticuerpos contra el SARS-CoV-2. Con ese posible fármaco se pretende tratar a los pacientes con COVID-19.

En la firma participó el Oficial Jefe de País, Mauricio Chacón, y la delegada ejecutiva de la FundaciónUCR, la M.B.A. Isabel Martínez Fonseca.

Esta inyección económica significa un gran aporte tanto para los investigadores del ICP-UCR en la continuidad de sus labores, como para la comunidad costarricense en la búsqueda de soluciones para la salud pública frente a la pandemia COVID-19. Desde la FundaciónUCR extendemos un agradecimiento al apoyo brindado por la presidencia de la república de Costa Rica y por la representación del BCIE”, indicó la FundaciónUCR en su comunicado de prensa.

El logro de esta donación se da después de que el Gobierno de Costa Rica se dedicara a buscar fondos para fortalecer la producción de las formulaciones que el Instituto está realizando.

De acuerdo con el presidente de la República, Carlos Alvarado, el medio millón de dólares optimizará el proceso de producción para la formulación de anticuerpos equinos. Además, mencionó que se está gestionando un presupuesto adicional a través del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Telecomunicaciones (Micitt) para llegar a producir 25 000 frascos.

“Queremos pasar de tener alrededor de seis caballos a tener unos 30; y pasar de una producción de 600 frascos a una cerca de 25 000”, detalló Alvarado.

El Dr. Adrián Pinto, vicerrector de Investigación, aprovechó el espacio otorgado en la conferencia de prensa para agradecer al Sr. Carlos Alvarado su visión de invertir íntegramente esta donación del BCIE en la producción de un posible medicamento con sello nacional.

También, agradeció al Micitt y al Consejo Nacional para Investigaciones Científicas y Tecnológicas (Conicit), por su apoyo continuo desde el arranque del proyecto.

Invertir en investigación es invertir en desarrollo y esperanza. En este contexto recogemos los frutos de esa inversión con múltiples iniciativas que desde las universidades se llevan a cabo para combatir la pandemia, y sus efectos, en todas las áreas del conocimiento”, afirmó el Dr. Pinto.

Desde inicios de la pandemia en marzo, el BCIE puso en marcha el “Programa de Emergencia de Apoyo y Preparación ante el COVID-19 y su reactivación económica” para los países socios. Este programa incluye desde donaciones económicas y de implementos médicos, hasta nuevos mecanismos de financiamiento adaptados a los sectores más golpeados por la crisis.

“Agradecemos profundamente al Gobierno de la República permitirnos contribuir en los esfuerzos para hacerle frente a esta difícil coyuntura, lo que nos permite ratificar nuestro compromiso de ser el brazo financiero de los países de la región”, recalcó Chacón.

Para el Dr. Alberto Alape Girón, investigador del ICP-UCR, este aporte permitirá optimizar los rendimientos a miras de lograr el escalamiento que el país necesita, indicó.

 

Foto: Laura Rodríguez Rodríguez, UCR.

Jenniffer Jiménez Córdoba
Periodista, Oficina de Divulgación e Información

Estudiantes de la UCR asisten el diseño de protocolos para la eventual apertura del deporte en tiempos del COVID-19

Los protocolos se adecuaron a los más de 70 deportes y actividades recreativas que se realizan en el país

Los protocolos específicos realizados por estudiantes de la UCR, involucran los tres tipos de actividades: entrenamiento, recreación y competencia; y en tres momentos: el antes, el durante y el después. Foto: Laura Rodríguez Rodríguez.

¿Qué medidas se deben seguir en las instalaciones deportivas y de actividades recreativas cuando abran al público?

Establecerlas, es una tarea que han asumido estudiantes de la Universidad de Costa Rica (UCR), debido al cierre de estos espacios en marzo por la pandemia del COVID-19.

En Costa Rica se realizan más de 70 deportes y actividades recreativas, para las cuales los alumnos del Trabajo Comunal Universitario de la Escuela de Ingeniería Industrial “TC-487 Estrategias interdisciplinarias para el fortalecimiento de la gestión de actores sociales” han colaborado en el diseño del Protocolo Específico para Actividades Deportivas y Recreativas, de acuerdo con los reglamentos del Ministerio de Salud.

El cierre de las instalaciones deportivas y de recreación en el país incluyó parques, polideportivos y centros municipales, entre otros. Sin embargo, ante su eventual apertura, las instalaciones deben contar con lineamientos que se ajusten al tipo de deporte, la cantidad de personas involucradas y la condición de la edificación. Por esta razón, los universitarios contribuyeron en la versión estándar del protocolo para cada una de las prácticas.

“Agradezco muchísimo la participación de la UCR, porque permite que nuestro trabajo sea cada vez mejor. Para nosotros estos protocolos son muy importantes,ya que no solo evaluamos la apertura de las actividades, sino que nos ayudan para las negociaciones respectivas y además, generan datos que nos van orientar en la toma de decisiones”.

Hernán Solano, Ministro de Deporte.

La participación de los estudiantes del TC-487 ha significado un aporte a la política pública de Costa Rica con procesos de sistematización, estructuración y trazabilidad adaptados a la nueva normalidad para la ejecución por parte del despacho del Ministro del Deporte (Midepor) y el Instituto Costarricense del Deporte y la Recreación (Icoder).

Estas instituciones siguieron de cerca dicho proceso, brindando acompañamiento y retroalimentación constante a los estudiantes, a través de reuniones virtuales. En ellas, también participan la Comisión Técnica Asesora integrada por profesionales de la Escuela Ciencias del Movimiento Humano y Calidad de Vida de la Universidad Nacional (UNA), Asetec-ITCR y el Ministerio de Educación Pública (MEP).

“Para nosotros ha sido un proceso muy enriquecedor. Hicimos un protocolo desde la perspectiva del usuario, en el que se integran a las personas, tomando en cuenta el rol de los diferentes actores involucrados desde el equipo técnico, los auxiliares, etc.”, señaló María Laura Arguedas, estudiante de Ingeniería Industrial de la Sede Interuniversitaria de Alajuela de la UCR.

Este trabajo se deriva del esfuerzo conjunto que han hecho docentes de la Escuela de Administración Pública, la Escuela de Geografía y la Escuela de Ingeniería Industrial junto con Instituto Nacional de Normas Técnicas (Inteco) en la creación del Documento Normativo que contiene los requisitos para la creación de los Protocolos Sectoriales de Salud.

En dichos protocolos sectoriales, también participan miembros del TC-487, al que pertenecen estudiantes de la carrera de Ingeniería Industrial, Contaduría Pública, Medicina, Ingeniería Eléctrica y Antropología de la UCR.

Deporte y prevención

Entre las características que se destacan del Protocolo Específico para Actividades Deportivas y Recreativas, está la inclusión de una Matriz de Riesgos, donde se valora qué tan seguro es que una actividad física se desarrolle en un espacio cerrado o abierto, dependiendo si tiene contacto físico o no.

“La matriz va a ser un insumo para que los Comités Cantonales, junto con el Midepor y el Icoder, decidan si aprobar la apertura de un deporte en esa instalación, según las etapas de evolución de la pandemia en el país. También, ayudará a definir si se puede pasar a un nivel de competencia o si quedarse en el entrenamiento”, comentó Georgina González, docente de Ingeniería Industrial y encargada del TC-487.

Asimismo, cuentan con la incorporación de la Big Data por medio de un Registro Electrónico para el control y la trazabilidad de las personas que practican deporte en caso de contraer COVID-19. De tal forma que, funcionará como un gran repositorio para el Icoder.

¿Cuál es la rutina de un deportista? Sale de su casa (zona que representa su descanso o recuperación física), se traslada al centro de entrenamiento, practica y regresa a su hogar. Este fue solo uno de los aspectos tomados en cuenta para la elaboración de los protocolos. Foto: Laura Rodríguez Rodríguez.

Los estudiantes del TC-487 construyeron estos documentos al poner en práctica sus habilidades y conocimientos académicos. Además, realizaron una investigación profunda de los protocolos deportivos que se aplican en otros países, con el fin de analizar si habían lineamientos que podrían aplicarse en Costa Rica.

“Los alumnos desarrollan su pensamiento crítico, la capacidad de recibir retroalimentación y a la vez, se apropian del aprendizaje de la carrera, porque practican la desapropiación de su trabajo, sabiendo que hay que modificarlo si es necesario”, comentó González.

De acuerdo con la docente, una vez entregada la versión final de los protocolos específicos, el equipo del TC-487 tiene interés de crear una aplicación que consolide todos los protocolos del sector para el acceso de los posibles usuarios, y que le facilite al Icoder la trazabilidad y el seguimiento de su implementación en cada Comité Cantonal.

Además, de una campaña de comunicación pregrabada para que esté presente en los Comités Cantonales del país.

“El objetivo de la campaña será que toda persona que llegue a un polideportivo conozca estos protocolos, los cumpla y que se conviertan en parte de su ADN. También, estamos pensando en que los estudiantes hagan capacitaciones para que los funcionarios tengan clara toda la información y sepan cómo se ejecuta”, indicó González.

En setiembre, los estudiantes de este Trabajo Comunal Universitario asistiran la realización de protocolos para el Patronato Nacional de la Infancia (PANI) y para la Unidad Estratégica de Negocios de Administración de Proyectos de la Unidad Técnica de Perforación de Pozos del Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados (AyA) de manera que se adapten a la coyuntura actual de pandemia y garanticen la seguridad sanitaria de los establecimientos en ambas instituciones.

 

Valeria García Bravo
Asistente de Prensa, Oficina de Divulgación e Información

Proyecto UCREA-UCR: Mentes ticas de la ciencia e ingeniería se unen en la búsqueda de antivirales contra el SARS-CoV-2

Un total de 100 000 compuestos serán analizados mediante una innovadora plataforma biocomputacional y un sensor molecular

El cuerpo investigador está en la búsqueda de un inhibidor para todos los coronavirus. Si esto se logra, el país tendrá un inhibidor muy efectivo y con poca posibilidad de que el virus, por variación de su material genético, genere resistencia. Foto: Laura Rodríguez Rodríguez.

¿Se imagina descubrir que existen compuestos ya creados que podrían funcionar contra el SARS-CoV-2 y que no se utilizaron porque, simplemente, a nadie se le ocurrió esa posibilidad? Cinco investigadores y una científica de la Universidad de Costa Rica (UCR) sí lo pensaron y, en estos momentos, están liderando un proyecto único en el país.

¿Su propósito? Identificar de forma rápida la existencia de moléculas inhibidoras de un componente clave que constituye el talón de Aquiles de todos los coronavirus, incluido el SARS-CoV-2: la proteasa Mpro, también llamada 3CLpro.

En términos simples, la proteasa Mpro es una molécula esencial para que cualquier coronavirus se replique en el cuerpo humano. Si se logra hallar un compuesto que la inhiba, existe la esperanza de frenar el avance de la enfermedad.

“Lo que deseamos con esta investigación en la UCR es analizar en tiempo récord información masiva de distintos compuestos de muchos tipos ya inventados que, si bien se destinan para otras enfermedades, podrían tener el potencial de neutralizar la replicación del virus”, indicó el Dr. Rodrigo Mora, microbiólogo de la UCR e investigador principal.

Al día de hoy, ya se han encontrado medicamentos orientados a tratar otras enfermedades que, al ser probados, muestran efectos iniciales positivos para frenar la replicación del SARS-CoV-2. Algunos de ellos solo están a la espera de resultados clínicos concluyentes, como lo es el remdesivir (creado inicialmente para tratar el ébola) y el favipiravir (antiviral japonés contra la influenza).

Así como se han identificado dichos medicamentos, podrían haber más compuestos con una mayor capacidad de reprimir el avance del virus. Esto es lo que justamente los investigadores de la UCR desean encontrar mediante dos acciones muy concretas: la creación de un sensor molecular y el desarrollo de una innovadora plataforma biocomputacional.

Los compuestos seleccionados por la plataforma computacional se probarán experimentalmente en el laboratorio, sin necesitar el virus completo ni un laboratorio de bioseguridad tipo 3. Foto: Laura Rodríguez Rodríguez.

Las tijeras

Para entender por qué los científicos costarricenses desarrollan un sensor molecular y cuál es su función, lo primero es saber qué son las proteasas. En palabras sencillas, a estas moléculas la llamaremos las “tijeras”, porque son enzimas encargadas de cortar a otras proteínas.

Los virus, cuando infectan a las células humanas, muchas veces generan proteínas en cadena (poliproteínas). Estas son como una familia con muchos miembros en la cual todos están tomados de la mano.

Para poder replicarse, el virus necesita cortar a su gran familia de proteínas y es cuando la tijera, la proteasa Mpro, aparece. ¿El propósito de realizar el corte? Que los diferentes elementos de esa poliproteína viral puedan adquirir su función individual para “secuestrar” a la célula humana, ensamblar su maquinaria de de copiado y así iniciar su replicación.

Ahora bien, la idea de los científicos costarricenses es desarrollar un reportero molecular (un gen sintético) que produce proteínas sensoras para detectar fenómenos dentro de las células. En este caso, el reportero está diseñado para ser cortado por la Mpro y cuando eso suceda generará una luz fluorescente. La luz emitida quiere decir que la replicación del virus está en proceso.

El gen reportero que estamos desarrollando es, básicamente, un sensor para los coronavirus. Hay una versión que ya veníamos trabajando entre la UCR y la Universidad de Massachusetts que fue diseñado para detectar los flavivirus: dengue, zika y fiebre amarilla. El material genético que nosotros creamos lo insertamos en unas células y produce una proteína reportera, una proteína sensora”, ahondó el Dr. Mora, en referencia a ese trabajo publicado en la prestigiosa revista internacional Journal of Biological Chemistry: DOI:10.1074/jbc.RA119.011319.

El objetivo de los científicos de la UCR es agilizar el hallazgo de antivirales capaces de quitarle el filo a esa “tijera” (la proteasa Mpro), a fin de frenar la replicación del virus.

Con el sensor consolidado, se tendrán células que se vuelven fluorescentes ante la presencia de Mpro. Después, en un laboratorio, los científicos aplicarán los potenciales tratamientos inhibidores sobre estas células.

Si la luz fluorescente disminuye, significa que la proteasa Mpro está siendo reprimida (algo así como quitarle filo a la tijera) y, por lo tanto, la replicación del virus está siendo inhibida. Entonces, ¡eureka! Los científicos hallaron otro posible tratamiento que podría contrarrestar el virus.

La Dra. Molina contribuye con los experimentos para la validación experimental del sensor. Fotografía de Laura Rodríguez.

Sin embargo, en todo esto hay un gran reto. Uno de los objetivos del equipo investigador es evaluar 100 000 compuestos. ¿Se pueden probar todos en un laboratorio experimental de la UCR? La respuesta vuelve a ser clara: no.

Entonces, ¿cómo lo lograrán? Con el apoyo de la ingeniería, que dará vida a una plataforma computacional de análisis masivo al cual llamaremos “el detective”.

Haga clic en la siguiente imagen para agrandar.

La plataforma computacional realiza un docking (algoritmos de acople). Lo que hacen esos algoritmos es probar diferentes combinaciones tridimensionales para ver cuál calza mejor. Este proyecto es parte de los fondos del Espacio Universitario de Estudios Avanzados (UCREA). Foto: Laura Rodríguez Rodríguez.

El detective

La plataforma computacional de alto desempeño será como un detective que incorporará la estructura de la proteasa Mpro y las estructuras químicas de medicamentos antivirales provenientes de bases de datos internacionales.

Lo que hará la plataforma será una simulación, algo parecido a unir legos tridimensionales por computadora. Un lego es la proteasa Mpro y el otro lego es el potencial compuesto. Si ambos calzan, estamos frente a un potencial fármaco inhibidor.

“La plataforma computacional será capaz de probar miles de compuestos por medio del docking molecular y análisis farmacodinámico para así identificar potenciales drogas candidatas. Si estos compuestos tuvieran que analizarse uno por uno, duraríamos un año. Esto retrasaría el trabajo. Lo que se busca con la parte computacional es hacer una selección de los mejores compuestos inhibidores de esta proteasa para que luego sean probados en el laboratorio”, indicó el Dr. Francisco Siles Canales, ingeniero eléctrico de la UCR y codirector del proyecto de investigación.

Para lograrlo, se usará un clúster computacional (conjunto de computadoras independientes conectadas entre sí), que permite correr varios procesos al mismo tiempo. La investigación analizará nueve bibliotecas internacionales; es decir, cerca de 100 000 compuestos.

“Hasta ahora se han descargado dos de esas bibliotecas. Una es llamada Bently y otra Green Pharma que contemplan compuestos naturales y unos específicos contra el SARS-CoV-2. Ya los primeros resultados los generamos. Tardamos en el primero 18 horas y en el segundo 24 horas. Con el resto de los compuestos vamos a tardar días en lugar de un año. Es una de las ventajas de hacerlo de forma computacional”, manifestó Siles.


Lo que se ve de color verde es la proteasa MPro y el elemento rosa es el posible fármaco inhibidor. Así es como se observa en la plataforma computacional. Video cortesía de Francisco Siles Canales

La idea de los científicos es escoger los 100 mejores compuestos y, adicionalmente, hacer otros procesos de filtración para seleccionar formulaciones seguras, que puedan ser usadas en humanos y que tengan una toxicidad baja.

Las formulaciones que muestren los mejores resultados se traerán al país. En ese momento, el Dr. Rodrigo Mora, junto con su equipo, realizará validaciones experimentales en el laboratorio para definir, finalmente, si los fármacos seleccionados pueden inhibir o no la proteasa.

“En el laboratorio de la UCR vamos a tener listas esas células con la señal fluorescente constante. Entonces, sobre las células, pondremos el compuesto seleccionado por la parte computacional. Si vemos una disminución de la fluorescencia, es porque hay inhibición de la proteasa y un posible fármaco que podría usarse contra la enfermedad”, amplió el Dr. Mora.

Primeros resultados

De acuerdo con Siles, ya la UCR avanzó con el análisis de 31 500 compuestos. Lo que se necesita ahora es concluir el algoritmo de validación automático.

“En otras partes del mundo se ha realizado docking computacional. Sin embargo, nosotros estamos creando una métrica totalmente nueva, a nivel biológico y computacional. Las simulaciones de la dinámica molecular también llevan un proceso arduo de análisis. Por ejemplo, los compuestos pueden ser que calzen muy bien con la proteasa, pero ese acople podría ser temporal. Entonces, esa formulación serviría para bloquear a la Mpro menos de un segundo, cuando lo que deseamos es bloquearla de manera permanente. Adicional al algoritmo, también estamos ajustando en hardware para agilizar la corrida”, explicó Siles.

Otra de las mejoras informáticas será incorporar una unidad de procesamiento gráfico (GPU) para acelerar el proceso computacional.

Por otra parte, desde el ámbito de la microbiología, se nivelará la toxicidad de la proteasa en el mismo sensor. Esto es para que, en el laboratorio, la formulación no mate a las células de prueba.

“Ya hemos probado tres versiones para que la toxicidad de la proteasa no se sobreexprese y mate a las células. Entonces, estamos modulando esto para que el compuesto no sea tóxico y pueda generar una línea celular estable. Esperamos tener el sensor en tres meses y con las células listas para empezar a probar compuestos”, indicó el Dr. Mora.

Los investigadores incluirán otros reporteros adicionales para crear un sistema multireportero muy sensible capaz de detectar efectos sobre otros blancos no deseados.

Cuando se concluya la plataforma, el recurso estará de manera permanente al servicio de la ciencia nacional e internacional. De manera tal que, si ocurren otras pandemias a futuro o mutaciones en los coronavirus, la plataforma y el sensor serán aliados ya consolidados para sumarse inmediatamente a la búsqueda de soluciones.

Conozca los integrantes del equipo científico

Rodrigo Mora Rodríguez. Microbiólogo e investigador principal. Centro de Investigación en Enfermedades Tropicales (CIET-UCR).
Francisco Siles Canales. Ingeniero Eléctrico de la UCR.
Guy V. Lamoureux. Químico de la UCR.
Silvia Molina Castro. Microbióloga de la UCR.
Jorge Arias-Arias. Microbiólogo de la UCR. Centro de Investigación en Enfermedades Tropicales (CIET-UCR).
Marco Villalta Fallas. Ingeniero Eléctrico.
Luis Bermúdez-Guzmán. Biólogo de la UCR.
Clemencia Cruz Dyachkov. Estudiante de la Maestría de Bioinformática.

Jenniffer Jiménez Córdoba
Periodista, Oficina de Divulgación e Información