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Etiqueta: COVID-19

Ucrania en el escenario teleonómico

Germán Gorraiz López – Analista

Shakespeare, por boca de un asustado Enrique IV expresa el miedo y la impotencia del hombre debido a la ausencia de certezas ante el caos de la mudanza : “¡Dios mío, si tuviésemos la opción de leer en el libro del destino y ver del tiempo las revoluciones, ver cómo la ocasión se burla y cómo llena el cambio la copa de Mudanza con diversos colores”.

Por caos entendemos algo impredecible y que se escapa a la miope visión que únicamente pueden esbozar nuestros ojos ante hechos que se escapan de los parámetros conocidos pues nuestra mente es capaz de secuenciar únicamente fragmentos de la secuencia total del inmenso genoma del caos, con lo que inevitablemente recurrimos al término “efecto mariposa” para intentar explicar la vertiginosa conjunción de fuerzas centrípetas y centrífugas que terminarán por configurar el puzzle inconexo del caos ordenado que se está gestando.

El citado” efecto mariposa” trasladado a sistemas complejos tendría como efecto colateral la imposibilidad de detectar con antelación un futuro mediato pues los modelos cuánticos que utilizan serían tan sólo simulaciones basadas en modelos precedentes, con lo que la inclusión de tan sólo una variable incorrecta o la repentina aparición de una variable imprevista provoca que el margen de error de dichos modelos se amplifique en cada unidad de tiempo simulada hasta exceder incluso el límite estratosférico del cien por cien, de lo que sería paradigma el Brexit, el triunfo de Donald Trump, la irrupción de la pandemia del COVID y la invasión rusa en Ucrania.

El biológo francés Jacques L. Monod en su ensayo “El azar y la necesidad” (1.970) explica que las variables del logos y el azar de la evolución humana serían aspectos complementarios de la necesaria adaptación evolutiva de los seres vivos ante los cambios drásticos para asegurar su éxito reproductor (supervivencia) con lo que asistiríamos a la irrupción de un “escenario teleonómico” en contraposición al llamado “escenario teleológico” vigente en las sociedades occidentales. El Brexit y el triunfo de Trump marcarán pues el finiquito del “escenario teleológico” en el que la finalidad de los procesos creativos eran planeadas por modelos finitos que podían intermodelar o simular varios futuros alternativos y en los que primaba la intención, el propósito y la previsión y su sustitución por el “escenario teleonómico”, marcado por dosis extremas de volatilidad que afectarán de manera especial a sistemas complejos como el Cambio Climático, la Detección y Prevención de Epidemias, los Flujos Migratorios, la Bolsa de Valores y el Nuevo Orden Geopolítico Mundial.

Así, tras la guerra de Ucrania, asistiremos al finiquito de la Unipolaridad de Estados Unidos y de su papel de gendarme mundial y su sustitución por la nueva doctrina de la Multipolaridad o Geopolítica Inter-Pares, formado por la Troika EEUU, China y Rusia (G3) así como a la irrupción en el escenario geopolítico de la nueva ola desestabilizadora mundial. Dicha ola involucionista estaría originada por causas económicas (el ocaso de la economía global); culturales (el declive de las democracias formales occidentales debido a la cultura de la corrupción); políticas ( tras la pérdida de credibilidad democrática de incontables gobiernos de países occidentales y del Tercer Mundo) y geopolíticas (la irrupción de un nuevo escenario geopolítico mundial tras el retorno al endemismo recurrente de la Guerra Fría entre EEUU y Rusia).

Elementos para el análisis de la situación actual en Costa Rica, abril-mayo de 2022

Msc. Carlos Delgado Rodríguez. Profesor e investigador

El contexto internacional

Luego de la caída del bloque socialista se constituyó un único sistema económico y político mundial. Todo desarrollo se dio en el marco de las relaciones capitalistas de producción.

Pero no solamente cayó el bloque socialista, sino que también otras formas geopolíticas relevantes, como el de los países no alineados, se fueron desdibujando, hasta desaparecer como entidad política internacional. El interior de los países de Europa, en donde había un fuerte movimiento socialista y una tradición de lucha de la clase obrera, estos movimientos fueron paulatinamente desarticulados y su lugar en la política europea quedó prácticamente reducido a la insignificancia.

La socialdemocracia reformista que formó parte del estado de bienestar europeo, se convirtió en una fuerza fundamental a la hora de reconfigurar las formas de acumulación en Europa y el mundo: la socialdemocracia fue un vehículo privilegiado del pensamiento neoliberal, o dicho de otra forma, partidaria del capitalismo puro y duro.

El movimiento obrero y popular en estos últimos 30 o 35 años, ha sido derrotado y subordinado casi en todas partes. La correlación de fuerzas entre el capital y el trabajo a escala mundial se transformó favorablemente para el capital, lo cual permitió construir un capitalismo hegemonizado por las grandes corporaciones multinacionales sin fronteras, y ampliar la tasa de explotación para compensar los problemas con la caída tendencial de la tasa de ganancia.

Como en otras formaciones económicas de la historia, el desarrollo siguió siendo desigual al interior de los países capitalistas, y entre estos países.

África y América Latina continuaron siendo continentes subordinados a las lógicas de acumulación de los países Centrales: Estados Unidos, Europa y Japón. América Latina ha mostrado de forma cíclica el surgimiento de gobiernos “progresistas” que intentaban al menos romper con el desarrollo subordinado a los centros hegemónicos y proponían formas de gobierno más soberanas e independientes. Estos gobiernos  progresistas tienen matices diferentes, que exigen un análisis de cada contexto nacional, para esclarecer cuáles son estas diferencias y los rumbos que cada uno de estos procesos podrá tener en el futuro.

Estados Unidos fue la potencia hegemónica indiscutible, al menos durante un par de décadas.

Pero con el desarrollo de las contradicciones del capitalismo global, y la dinámica de los distintos países, fueron surgiendo nuevas potencias: China y Rusia, que conforme se fueron consolidando económica y militarmente, empezaron a reclamar un lugar propio en el escenario del capitalismo mundial, fuera de la dominación de Estados Unidos.

La globalización ha mostrado un desarrollo industrial, tecnológico y económico mucho más dinámico en Asia que en el resto del mundo. China y otros países de Asia hicieron posible un mayor rendimiento de los beneficios para el capital, entre otras cosas porque la tasa de explotación era más alta ahí que en el occidente desarrollado: Estados Unidos y Europa. Por ello, hacia China y otros países asiáticos fluyeron grande inversiones de las transnacionales, que favorecieron, en primer lugar, los intereses del capital corporativo y financiero global, pero también posicionaron a ese continente como un escenario industrial, financiero y tecnológico más dinámico que Estados Unidos y Europa.

El Occidente global se fue inclinando hacia formas de acumulación dominadas por la especulación y el dominio del capital financiero. Estados Unidos perdió paulatinamente su aparato productivo e industrial que se mudó a Asia. Asia, y China en particular, se convirtieron en la fábrica del mundo. Pero China fue más lejos. Poco a poco fue imponiéndose como prioridad el desarrollo de las tecnologías de punta, y las actividades más complejas del desarrollo industrial, que siempre estuvieron monopolizadas por occidente. Esto fue posible puesto que China tiene un aparato político –Partido Comunista, le llaman ellos- que organiza, orienta, y piensa la realidad china, y es capaz de convertir estos productos intelectuales en actividades y logros concretos, con una rapidez y solidez que no tiene rivalidad en occidente ni en ninguna otra parte. China no es una simple economía de mercado.

Si se le puede llamar de alguna manera, China tiene un modelo mixto centralmente dirigido: todavía conserva una poderosa influencia estatal en la economía, a la par de una economía de mercado, y sus respectivas relaciones sociales de producción capitalistas. Tampoco obtuvo su éxito por acoger al capitalismo como indican algunas personas; si el éxito de China se hubiera derivado de abrazar el capitalismo, pues entonces todos los países capitalistas, o sea todo el mundo, estaría igual que China; pero no es así.

En cambio, regiones completas en Estados Unidos perdieron con la globalización, como son aquellos estados en donde se había instalado la anteriormente pujante industria del automóvil, que luego se trasladó fuera a producir, y dejó regiones enteras sumidas en la pobreza. Acá hubo un proceso inverso: el desarrollo pujante se convirtió en subdesarrollo, esto en el principal país capitalista del planeta. Y todo esto gracias a la llamada globalización que permitió que el gran capital pudiera producir, vender y hacer negocios en todas partes, sin ninguna responsabilidad geográfica. En donde está la ganancia están las inversiones. La economía de Estados Unidos pasó a ser una economía no competitiva, de tipo parasitaria amparada en el poder militar y en el dólar.

Con la crisis del 2007-2008 se dio una gran recesión a nivel mundial, y cayó la dinámica económica en Estados Unidos y Europa. Pero esto no sucedió en China y Asia. Luego hubo una recuperación de las tasas de crecimiento, pero en medio de una gran incertidumbre, y retrocesos frecuentes. El caso más grave es Europa.

Pero, ahora mismo, y como un producto de la combinación de la crisis del coronavirus, y las sanciones y exclusión de Rusia por parte de occidente, se cierne sobre Estados y Europa una gran inflación y posiblemente una recesión. Según algunos analistas el panorama que se vislumbra en términos económicos es uno de los más duros de los últimos 50 años. En este sentido hay que destacar que para algunos analistas la crisis del 2007-2008, implicó el surgimiento de una depresión que en realidad hasta la fecha no se había superado. Entonces, ahora, las potencias centrales del occidente global suman a esa situación los efectos del covid-19 más las implicaciones de las sanciones contra Rusia. Parece que se ha gestado una gran tormenta que pasa por la inflación, la contracción económica y un proceso cada vez más acelerado de des globalización. El sistema capitalista mundial con el conflicto de Ucrania y las sanciones de occidente se ha fracturado profundamente. Los alcances de esto aún están por dilucidarse.

La política internacional de Estados Unidos se convirtió en una actividad orientada a desestabilizar todo lo que toca, o todo aquello que ese país supusiera un peligro  para su dominio imperial. El imperio continuó empantanado en Afganistán sin lograr ningún triunfo militar o geopolítico. En Medio Oriente se enfrascó en un conflicto cada vez más intenso con Irán, sin poder subordinar a este estado. Promovió la invasión de Libia por la OTAN a costa de destruir la economía de ese país, y sin poder ofrecer nada a cambio. De Afganistán finalmente salió derrotado.

En Siria ha intentado cambiar el régimen, pero la intervención de Rusia lo hizo imposible. La presencia de Estados Unidos en Siria solo consigue crear caos y confrontación, sin poder exhibir triunfos militares, políticos y económicos contundentes. Para Medio Oriente Estados Unidos no propone nada, más que desestabilización y un apoyo incondicional al proyecto del sionismo internacional representado  por Israel.

La guerra en la que embarcó a Arabia Saudita contra Yemen no parece tener fin, y  peor aún, pues Arabia Saudita no se pudo imponer militarmente a los grupos que defienden Yemen. En este momento ha tenido que aceptar una tregua frente a la ofensiva de las tropas yemeníes. Incluso, Arabia Saudita e Irán están en negociaciones para ver si es posible restablecer los vínculos diplomáticos que se perdieron años atrás.

Hezbolláb se ha fortalecido en el Líbano, así como el ejército de Siria, luego de la larga guerra de este país contra los grupos financiados y apoyados por Estados Unidos y la OTAN. También la capacidad de la resistencia palestina ha mejorado notablemente, sobre todo porque ahora pueden producir sus propios misiles cada vez más potentes. En una próxima gran guerra entre Israel y sus enemigos políticos el precio que pagarán los sionistas posiblemente sea muy alto.

Estados Unidos, luego de la partida de Trump, decidió salir de Afganistán. Seguramente no había otra alternativa, pero la forma en que lo hicieron hizo recordar otras derrotas como la de Vietnam. Parece que después de tanto tiempo sosteniendo una invasión que no iba para ninguna parte, no era posible salir con alguna elegancia del teatro de operaciones.

Con Irán Estados Unidos simplemente no ha podido, a pesar de todos los bloqueos y las sanciones. Hoy Irán, China y Rusia han constituido un vínculo estratégico que le ha permitido a Irán ir resolviendo su difícil situación económica producto de las sanciones de Estados Unidos.

China, por su parte, se ha convertido de hecho en la primera economía del mundo, puesto que Estados Unidos tiene una economía de tipo especulativo y financiero cuyo aparato productivo se ha debilitado sostenidamente, y hoy no tiene la pujanza de otros tiempos; por ejemplo, en los años 50 Estados Unidos producía el 50% de los bienes industriales del mundo.

China también tiene una visión y una propuesta que ya está en marcha para la economía mundial. Se trata de la Ruta de La Seda. Esto es algo que está en camino y conecta a Asia, Europa, África y América Latina a través de un sistema de puertos, aeropuertos, carreteras y sistemas ferroviarios. Infraestructuras y proyectos que China financia. Todo esto mientras Estados Unidos y los mismos Europeos no tienen nada en la mano que proponerle a sus respectivas periferias económicas y política. Estados Unidos solo trata de bloquear lo que China propone, más no puede hacer.

China, además, ha tenido avances destacados –para decir lo menos- en su carrera espacial y en el desarrollo de la tecnología militar. A esto hay que sumar el 5 g, la inteligencia artificial, los desarrollos en nuevas propuestas para la producción de energía nuclear, entre otras cosas.

La situación en el occidente desarrollado, en términos económicos, no ha sido muy feliz. Y la pandemia del COVID19 vino a profundizar problemas que ya estaban presentes, y a crea otros nuevos. Pérdida de la dinámica económica, problemas con las cadenas de valor globales, escasez de productos básicos, desempleo, crisis hospitalarias. Europa y Estados Unidos mostraron en estos momentos todas sus debilidades. En Estados Unidos hubo hasta escasez de ventiladores para las personas enfermas, algo que en otro momento la industria de ese país hubiera fabricado con prontitud y calidad; ahora hubo que importarlo de China. Como se dijo anteriormente este escenario no deja de agudizarse y tiende a manifestarse como un proceso de inflación y recesión de grandes dimensiones para Estados Unidos y Europa.

El nuevo escenario con la guerra de Ucrania

Rusia, luego de las tentativas de negociación y de usar los canales diplomáticos para intentar darle una salida a la guerra interna de Ucrania y las matanzas en el Dombas, por parte del ejército Ucraniano, se decidió por entrar a Ucrania y destruir el ejército de ese país y los contingentes militares de los Neonazis amparados por la OTAN y Estados Unidos. Este nuevo conflicto tomó a Estados Unidos y sus títeres europeos desprevenidos, o al menos, sin haber calculado adecuadamente sus posibilidades de respuesta. Como no podían responder militarmente, pues el ejército Ruso tiene la ventaja estratégica sobre Estados Unidos y la OTAN, entonces idearon sobre la marcha una lluvia de sanciones económicas, que no fueron bien organizadas ni dirigidas, y el resultado hasta ahora ha sido que la economía Rusa no se derrumbó, y la economía europea está camino a la recesión en vista de la dependencia que tiene de productos esenciales hechos en Rusia, como el gas, el petróleo y los alimentos. A esto hay que agregar que había un flujo financiero de Rusia a Europa que alimentaba las actividades especulativas de muchos de esos países, y ya ahora no existe.

Europa y Estados Unidos no han podido responder militarmente en serio frente a Rusia –al menos por ahora-, cosa que perfectamente entienden todos los ejércitos del mundo que están siguiendo este drama. Estados Unidos ha perdido no solo su hegemonía económica, sino también militar. Biden puede insultar a Rusia, pero no puede cambia el curso de la guerra, ni aislar a China y Rusia, ni impedir el surgimiento de un nuevo orden internacional.

El capitalismo global hoy se reorganiza a partir del desarrollo de las contradicciones entre el bloque hegemonista de Estados Unidos, Europa y Japón, y el bloque contra hegemónico liderado por China, Rusia, Irán, al que se pueden sumar India, Turquía, y otros países de la  periferia. Entre otras cosas van a surgir nuevas entidades financieras, rutas económicas, potencias regionales, formas de intercambio y el dólar va a ser sustituido paulatinamente por distintas monedas, o monedas regionales basadas en acuerdos entre países. Esto último sería un golpe mortal para la economía de Estados Unidos fundamentada en productos financieros y en grandes transferencias de valor auspiciadas por su moneda, que es la moneda internacional y por la que el mundo debe pagar a Estados Unidos. El dólar es una moneda fiduciaria sin ningún respaldo. El dólar es la última gran imposición de la hegemonía declinante de Estados Unidos. Su dominio mundial está en retroceso, y con esto se avizora el derrumbamiento del Imperio estadounidense en todas sus líneas.

En medio de todo esto se va construyendo un capitalismo fragmentado, entre Asia  como centro principal de la economía mundial, y Estados Unidos y sus títeres europeos. Tal cosa no será ni rápida ni fácil, puesto que hay una multitud de conexiones recíprocas que existen hasta la fecha y no pueden ser sustituidas por unos y otros. Pero la dinámica económica y el crecimiento parece que seguirán siendo sólidos en el capitalismo Asiático, mientras declinan en el mundo occidental. El lugar que ocupen las periferias en este proceso dependerá de la coyuntura. Sin embargo, África y buena parte de Asia están dispuestas a participar en la Ruta de la Seda. Igual vale para países como Brasil, Argentina, Venezuela, Chile, en América Latina. El imperio debilitado en términos económicos y militares no le va a ser tan fácil meter en su redil a aquellos países que se revelen, o que simplemente consideren que tienen más beneficio de las relaciones con China y sus socios comerciales.

Hay una crisis profunda de la globalización capitalistas que hasta el Fondo Monetario considera que terminará por fragmentar o regionalizar el mundo. Estados Unidos y Europa, por una parte, enfrentados a China y su socio Rusia; a estos se le une Irán, y eventualmente India y Turquía. Pero no serán alineaciones mecánicas o simples, pues muchos jugadores tendrán movimientos e intereses que defenderán a partir de mantener grados significativos de autonomía. Por otra parte, el desacople entre China, Estados Unidos, y China y Europa no es sencillo, hay profundos vínculos y encadenamientos productivos y de negocios. Las grandes corporaciones occidentales están en China y no querrán salir del mercado más grande del mundo. Así que todo esto no es blanco y negro.

Es también necesario destacar que Rusia y China no son países homogéneos, sino que en ellos hay sectores que tienen preferencias o intereses contrapuestos. En Rusia, por ejemplo, la directora del Banco Central es considerada por un prominente economista ruso como una persona alineada con las políticas del Fondo Monetario y los intereses de occidente. No obstante, Putin la ratificó como presidenta del banco central ¿Cómo habría que leer eso? Igual en China, hay sectores que han mirado a occidente, y que han hecho grandes negocios en Europa y Estados Unidos, esos sectores no van a renunciar fácilmente a esa relación beneficiosa. Lo mismo ocurre si se mira hacia Estados Unidos. Las grandes corporaciones han hecho extraordinarios negocios en China y han estado felices con esto ¿Se van a ir dejando atrás el entorno de negocios más dinámico del mundo? No hay una respuesta aún para eso. Lo que si es cierto es que la ofensiva económica, cultural y política contra Rusia; y el costo que para el resto del planeta tiene la institucionalidad (dólar incluido) impuesta por Estados Unidos, más su hegemonismo asfixiante hace imposible que Rusia, China, Irán, la India, Turquía, y muchos otros países del medio oriente, África y América Latina lo puedan ignorar. Hay una gran confrontación en marcha, entre el viejo hegemón imperial –Estados Unidos- y China y Rusia, como fuerzas contra hegemónicas, y esto va a afectar a todo el planeta.

Ya el escenario mundial muestra una gran crisis internacional que se puede asociar a:

  • Una gran inflación en Estados Unidos y Europa;
  • Crisis alimentaria y subida del costo de los alimentos, lo cual va a golpear fuertemente a las mayorías sociales en todas partes.
  • Aumento de las materias primas, cosa que podría beneficiar, o ya está beneficiando a algunos países de América Latina, aquellos que tiene petróleo, y minerales entre otras cosas.
  • El aumento del precio de los hidrocarburos va a afectar profundamente a la economía mundial. En nada va a ayudar a Europa y Estados Unidos a mejorar la economía. Europa se va a volver menos competitiva frente a China, que va a comprar petróleo ruso a un mejor precio. En general el aumento del petróleo será un factor inflacionario de alto poder.
  • Contracción del mercado mundial. Luego de la crisis del 2007-2008 el crecimiento que había experimentado el comercio internacional se hizo más lenta, incluso pasó a crecer menos que el PIB mundial. Este será un factor, que según algunos analistas también sería un curso negativo, o sea, menos crecimiento a la luz de este conjunto de factores críticos que afectan el desempeño de la economía mundo capitalista.
  • Nueva crisis de las cadenas globales de abastecimiento por la guerra y los problemas con el Covid19 en China. Otra vez, igual que cuando el covid19 las cadenas de abastecimiento global se encuentran en problemas, pues China ha tenido que meter en cuarentena algunos de los lugares más relevantes de sus estructuras industriales, pues ha habido rebrotes de la enfermedad. La globalización, otra vez, en un intervalo muy corto, muestra inconvenientes que en medio de la euforia que prevaleció años atrás por parte de los globalistas, nunca se pensaron como posibilidad. Ahora simplemente es un hecho, la globalización se desordena y fragmenta a una velocidad cada vez mayor.

Todo lo anterior hace pensar a algunos analistas en la necesidad de procesos económicos más auto centrados. De hecho, China, ha manifestado que pretende ser autosuficiente para protegerse de la eventualidad de problemas de abastecimiento o sanciones al estilo de las que impone Estados Unidos. Rusia simplemente tendrá que hacerlo como lo hizo Irán ¿Hacia dónde va la globalización?

También hay quienes consideran que luego de un marcado debilitamiento de los estados nacionales, otra vez, al calor del debilitamiento de la globalización, surge la necesidad de reconstruir las soberanías nacionales y procesos más auto centrados en los distintos países.

La sociedad costarricense

En estos últimos 35 años  la sociedad costarricense ha pasado, paulatinamente, de ser un “estado-social” orientado por el capital industrial y agrario nacional, con una tradición reformista constituida en las décadas que van de de 1940 a 1960, con capacidad hegemónica, a uno dominado fundamentalmente por el capital financiero y especulativo, así como por el capital transnacional, exportador e importador; ha habido grandes cambios institucionales, económicos y políticos.

En términos institucionales los objetivos y las acciones de las instituciones se fueron modificando gradualmente. Los proyectos de construcción de vivienda social prácticamente desaparecieron. El Ministerio de Agricultura y el Instituto de Desarrollo Agrario (IDA) dejaron de dar asistencia técnica a los pequeños y medianos agricultores. El IDA, que no hizo mucho en cuanto al tema de la reforma agraria –en realidad nunca la hubo-, pero que distribuyó algunas tierras, dejó de hacerlo.

La Caja Costarricense del Seguro Social, que ha sido una institución fundamental para la estabilidad político-social costarricense, está cada vez más debilitada. Un aspecto central para entender esto es que a la fecha de hoy 2022, un 50% de la fuerza de trabajo costarricense está en la informalidad, o sea que no cotiza para el régimen de la Caja. Las consecuencias de esto en el mediano plazo son devastadoras. No hay institucionalidad social posible en una sociedad en la cual la mitad de la población no participa de la economía formal. Y tal cosa ni siquiera fue tema en la campaña que recién pasó.

Costa Rica pasó de ser una economía con un cierto desarrollo del mercado interno, para convertirse en una economía extrovertida dirigida al mercado internacional. El desarrollo industrial sustitutivo de importaciones y vinculado al mercado común centroamericano de la década de 1960-1970, desapareció; y las empresas que quedaron pasaron a manos del capital transnacional. Ahora el desarrollo industrial se encuentra concentrado en las Zonas Francas, que son centros en los que el capital transnacional opera, y forman parte de una cadena de valor internacional que no tiene encadenamientos internos, pues son enclaves del capital extranjero que no producen ningún desarrollo. Por cierto, estas Zonas Francas se concentran fundamentalmente en el Valle Central.

Los sectores de la burguesía que fueron desplazados de las actividades productivas e industriales, pasaron a ser gerentes de las inversores extranjeros, socios de la banca privada, especuladores, inversores en bienes raíces, importadores, pero en todo caso, posiblemente la mayoría se salió de las actividades productivas. Tal vez, algunos se pudieron refugiar en actividades agrícolas, por cierto, altamente concentradas como la piña, el banano, el melón, el azúcar, que son fundamentalmente productos de exportación. En Costa Rica las actividades industriales vinculadas al mercado interno y a la burguesía nacional disminuyeron notablemente. En las zonas francas hay actividades tecnológicas, pero estas se realizan por parte de empresas transnacionales, cuyas tecnologías forman parte de sus patrimonios de conocimiento, que no se comparten ni trasladan hacia los lugares geográficos en los que operan estas empresas.

Desde hace 35 años o más, la consigna del estado en materia económica es que hay que atraer inversión extranjera para el desarrollo. Pero esta inversión no está acompañada de requisitos, ni de planes públicos que la orienten; así que el desarrollo nunca se produce, puesto que el capital extranjero invierte para obtener ganancias, no para producir algún desarrollo. No hay transferencia tecnológica o  encadenamientos significativos con el mercado interno y las empresas locales. La presencia de estas inversiones extranjeras en términos de potenciar las estructuras de la economía local, es inexistente.

Los partidos políticos se fueron haciendo cada vez más electorales, sobre todo Liberación Nacional, que fue uno de los protagonistas de la reforma social de las décadas que van de 1940 a 1960; para luego convertirse en el partido que hizo las grandes transformaciones que desestructuraron la reforma social, y en su lugar constituyeron un estado al servicio de los procesos de globalización y acumulación orientados por el capital transnacional.

Liberación fue el partido de la burguesía costarricense que construyó el estado con base industrial dependiente y diversificación del agro, junto con políticas de distribución social, y una institucionalidad que atendió necesidades económicas y  sociales de las mayorías. Fue un  partido estructurado que realizaba congresos, que debatía ideológicamente, que formaba cuadros y que tenía a su interior fracciones que iban desde los liberales reformistas, hasta los neoliberales, pasando por sectores que pugnaban por transformaciones más radicales a favor de las mayorías sociales (véase el Manifiesto de Patio de Agua). Eso ya no existe, el partido fue demolido paulatinamente, y hoy lo que queda es una estructura electoral vacía en la cual no hay debate, ni propuestas consistentes, que sean construidas a partir de las necesidades del desarrollo del capitalismo en Costa Rica.

Hoy la burguesía costarricense no tiene partidos políticos orgánicos que piensen su realidad histórica política, ni grandes institutos, ni tanques de pensamiento, ni nada significativo que oriente de forma discernida y crítica el rumbo del capitalismo en el país. Simplemente en una sociedad mercado céntrica hay que dejar que el mercado decida, ya no es necesario reflexionar nada, el mercado proveerá. Hoy los intelectuales orgánicos del capital, cito a un amigo, son  los publicistas; y tal vez, algunos periodistas o directores de medios, que no guardan ninguna distancia crítica frente a sus patrones. Son en lo fundamental sirvientes de tiempo completo, por eso, de ellos no se puede esperar nada. A esto hay que agregarle la enorme ignorancia que los acompaña por deformación, y que no ayuda en nada a la hora de abordar los grandes temas sociales, económicos y políticos de la sociedad costarricense.

El campo popular se quedó sin expresiones político organizadas de izquierda desde prácticamente la segunda mitad de la década de 1980. La izquierda desapareció. Algunos otros movimientos sociales y gremiales y otras formas de organización social, no han hecho más que debilitarse. En estos años hubo algunos eventos muy significativos en el campo de las luchas sociales como el Combo del ICE, o el referendo para definir si se firmaba un tratado comercial con Estados Unidos o no. En el primer caso –el Combo del ICE- hubo una gran victoria popular, pero que no fue seguida de un proceso de organización social y fortalecimiento orgánico del campo popular. En el segundo caso hubo una gran derrota que debilitó, dispersó, y amilanó el campo popular, hasta la fecha.

El frente gremial es débil y disperso; además economicista y coyuntural. No se perciben vientos de cambio en este frente, ni buenas nuevas. En el campo del agro desde hace años que el movimiento campesino se dispersó, se debilitó cuantitativamente y organizativamente, así que no ha protagonizado luchas o movimientos significativos.

Los movimientos estudiantiles de las universidades públicas y el sector público de secundaria, no han tenido ningún protagonismo relevante en más de una década, al menos. Los jóvenes no muestran mayor interés por la política como un espacio para la transformación social y la organización del campo popular. No se organizan, no se movilizan. Su campo de “acción” son las redes sociales, y ciertas formas de socialización no políticas. Entre los sectores populares los jóvenes se exponen al desempleo, las dificultades para estudiar, la propagación de las drogas y las estructuras mafiosas que la acompañan, la ausencia de políticas públicas para atender sus necesidades; y además, la conformación de escenarios mediáticos con contenidos fundamentalmente alienantes y diversionistas que los atrapan. Los contenidos de los mensajes televisados, en YouTube, en las redes sociales, presentan estilos de vida derrochadores y opulentos, ostentados por cantantes y otros personajes mediáticos, que se convierten en modelos a seguir.

En estos espacios mediáticos y redes sociales se construye un mundo francamente opuesto a las condiciones de vida de las mayorías, que no existe más que para pequeños grupos, o simplemente es una construcción fantástica; la propuesta es una sociedad envilecida sustentada en el “salvase quién pueda”, sin ningún reparo por la tragedia de grandes sectores de la población sumidos en la pobreza. Ya no se trata de un mundo mejor para todos, sino, solo, de un mundo de opulencia, derroche y evasión para mí, desde el cual mirar la pobreza y la miseria humana producida por el capitalismo, sin ningún tipo de reparo crítico. Todo eso con la conciencia tranquila.

El movimiento comunal parece sumido siempre en una dimensión muy acotada, resolviendo asuntos relacionados con el ornato, el estado de los caminos del vecindario, los problemas de inseguridad, la administración del salón comunal y cosas por el estilo, sin mayor significado. No hay un movimiento nacional, ni discusiones relacionadas con el bienestar de las personas de las comunidades, ni sobre las grandes carencias de las barriadas populares.

En los últimos años han sido los algunos pueblos indígenas, y particularmente algunos sectores politizados, los que han levantado las banderas de la autonomía de los territorios en los que habitan, y a su vez, han estado recuperando las tierras de los territorios indígenas en manos de personas no indignes. Ya esto les ha costado la vida a dos indígenas en los territorios. Los gobiernos del PAC han ignorado completamente estas luchas y se han negado a intervenir para garantizarles a estos pueblos su derecho al acceso a tierras que les pertenecen. Esta misma indiferencia de los gobiernos y los estados se ha mostrado en las Universidades, ambientalistas, grupos de feministas, que no han hecho mayor cosa. La sociedad costarricense ha sido indiferente frente al drama de los pueblos indígenas. Los grandes medios que con frecuencia denuncian los “abusos a los derechos humanos en Venezuela, Cuba” y otros países, no dicen nada al respecto.

Tal vez, entre las mujeres feministas jóvenes ha habido algunas manifestaciones fuertes para denunciar el patriarcado y las condiciones subordinadas de las mujeres en esta sociedad. Sin embargo, por ahora sus alcances han sido limitados, pero al menos es relevante que se hayan manifestado de forma independiente y crítica.

En sector público es donde existe más organización de la clase trabajadora, eso sí, con una orientación reivindicativa y economicista de corto plazo, que siempre, o casi siempre, ha ignorado la suerte de sus compañeros y compañeras de clase del sector privado, en donde la organización de los trabajadores es casi inexistente. Las condiciones de trabajo, salarios y garantías sociales entre uno y otro sector muestran fuertes diferencias a favor de los empleados públicos que tradicionalmente han tenido más libertad para organizarse. En cambio los trabajadores privados siempre han sido reprimidos, tienen salarios más bajos y condiciones en general de trabajo de mayor explotación que en el campo público. Esto de alguna manera crea una fractura entre estos sectores de trabajadores. Muchos trabajadores del campo  privado se han convencido de que las condiciones laborales en el campo público son un privilegio que hay que eliminar.

Nunca, o casi nunca, ha sido posible que entre estos sectores de trabajadores se creen colaboraciones para enfrentar las condiciones de explotación realizadas por el sector patronal. Esto es una extraordinaria limitación de la clase trabajadora costarricense, que además del economicismo, tiene una visión muy limitada de la lucha política y social basada en criterios puramente fragmentarios; así, cada sector defiende sus intereses, pero no se logra conformar una propuesta política reivindicativa que logre hacer confluir los distintos sectores en un frente común contra el capital. Se vive una especie de felicidad de la corporativización de la lucha social.

El campo popular tampoco tiene una expresión política propia que oriente sus luchas y que le haga frente al capitalismo puro y duro (como decía Samir Amín) que se ha instalado en los últimos años. El campo popular está completamente desarmado frente al capital.

En el terreno político partidario, el Frente Amplio ha sido una fuerza puramente electoral que tuvo alguna presencia destacada en la asamblea legislativa durante la administración Solís, sin embargo, su desempeño fue tan desteñido e irrelevante que luego de tener 9 diputados, pasó a 1. Luego, su presidenta fue ministra de la condición de la mujer, en el gobierno de Alvarado. Abaló con su presencia en el gobierno del Partido Acción Ciudadana todas las políticas que se impulsaron contra el campo popular; y sobre todo, la desatención a las demandas populares y la represión que el gobierno de Carlos Alvarado llevó a cabo contra algunas luchas del campo social.

Ahora el Frente tuvo 6 diputados. Ninguno de ellos representa un vínculo con algún sector social destacado o beligerante. Parece que el Frente acota su accionar político a la asamblea, escenario que está completamente dominado por agrupaciones que representan los intereses dominantes, sin ningún contrapeso significativo. El FA ¿continuará “atrincherado” en el parlamento, sin poder construir un vínculo con el campo popular, que es de por sí débil orgánicamente? ¿Cuál será la propuesta desde ahí? Si no se logra algún grado de articulación con el campo popular, su presencia en el parlamento será irrelevante en el contexto político costarricense.

Los únicos partidos de izquierda que aún perviven son los troskistas, pero su número, peso y extensión en el territorio y entre los distintos sectores del campo popular, no es significativo. Tienen presencia en el sindicato de Acueductos y Alcantarillados desde donde han denunciado irregularidades que se han cometido en la institución.

Los resultados de las elecciones de febrero de 2022

En las elecciones de febrero del 2022 se presentaron más de 20 partidos. Enumerarlos no tiene sentido, pues el peso y el protagonismo de la gran mayoría fue irrelevante. Igualmente vale para sus propuestas programáticas, que son improvisaciones con pretensiones puramente electorales. Además, nadie le da seguimiento a los programas de los partidos que ganan las elecciones, puesto que se asume que esto es fundamentalmente un requisito para participar. Por ello, los contenidos de la mayoría de los programas de los partidos son irrelevantes, salvo en algunos casos, en particular cuando estos contenidos se relacionan con las directrices de los organismos internacionales, o los intereses de las fracciones del capital que ganan las elecciones. En este último caso la aplicación del programa es selectivo, y tiene que ver con la capacidad que tienen las distintas clases y sectores de clase para imponer sus intereses. Si un sector poderoso requiere de una ley, una política o la transformación de algo en el sector público, eso será prioridad para el gobierno de turno, en tanto ese sector económico tenga el peso y poder suficiente para imponerlo. A nadie se le ocurriría ahora volver a proponer la nacionalización de la banca, puesto que el peso del capital bancario y financiero es simplemente dominante, y una cosa de ese tipo no la permitiría. Es un asunto de correlación de fuerzas.

Aspectos relevantes del resultado de la elección del 2022

Liberación y la Unidad Social Cristiana nuevamente no pudieron alcanzar el ejecutivo. Liberación sí tuvo una mayoría en la Asamblea Legislativa. La Unidad tuvo una representación suficiente para no desaparecer. El Partido Acción Ciudadana prácticamente desapareció del escenario electoral luego del gobierno de Carlos Alvarado; no obtuvieron un solo diputado.

Nuevamente un personaje desconocido gana las elecciones. Esto dice sobre todo de la desconfianza que el electorado tiene en los partidos tradicionales como Liberación y la Unidad, y el desprecio que sienten por sus figuras políticas tradicionales. Tal distanciamiento de los partidos que tradicionalmente ejercieron la dirección del estado a favor del bloque dominante y sus distintas fracciones, no necesariamente es el resultado de un proceso de politización de las mayorías sociales, y de la emergencia de algo propio del campo popular, que se oponga como proyecto político económico a la dominación actual. Por ahora es un asunto puramente reactivo.

El nuevo presidente es un hombre del Banco Mundial, o sea, un representante de ese capitalismo puro y duro. Entiéndase: menos estado, más inversión extranjera, una economía volcada hacia afuera, una política fiscal regresiva, se continuará con la desindustrialización, el agro seguirá siendo una actividad con poca atención pública, para decir lo menos. Y, por supuesto, las demandas reivindicativas que se puedan gestar en estos próximos años por parte del campo popular no serán escuchadas. Salvo, por supuesto, que estas tengan tras de sí una fuerza organizada y beligerante. Tal escenario es poco probable. Lo que sí es posible, es una atmósfera de conflictos sociales fragmentarios en el que distintos sectores sociales asfixiados por la inflación, el desempleo, la informalidad, la falta de servicios, los bajos salarios, se lancen a luchar de forma bastante espontánea y desordenada.

Un par de cosas que son indicadores de los contenidos y la orientación de la campaña pasada:

En Costa Rica el 50% de la población laboral está en condición de informalidad, este es un dato aplastante. Sin embargo, ninguno de los candidatos se refirió a este tema. Es algo asumido como una realidad de la que no se habla. Uno interpretaría que los sectores dominantes simplemente dan por un hecho que frente a esto no se puede hacer nada, así que ni siquiera se discute.

Lo otro de gran importancia, incluso a la luz del complejo escenario internacional que se está fraguando con la guerra y la lucha por la hegemonía mundial, es el campo de la agricultura. En Costa Rica no hay políticas para amparar la agricultura local y fortalecer la producción de alimentos  para el consumo popular. Esto debería ser un asunto de gran urgencia, frente al incremento de los precios de los productos agrícolas y la escasez de muchos de ellos en los mercados internacionales; a la par del incremento de los precios de los fertilizantes. El tema de los alimentos es un asunto de vida o muerte para los pueblos. Pero en la campaña pasada de esto ni siquiera se habló. La agenda política estuvo más centrada en los ataques personales y en asuntos de orden puntual, como la corrupción, que en temas que fueran de relevancia para las mayorías sociales. Si no se discute el modelo de acumulación (capitalismo puro y duro dominado por el capital financiero) y sus implicaciones sobre la vida de las mayorías, entonces los temas como la corrupción, u otros asuntos puntuales, resultan irrelevantes.

Otro tema ausente del “debate” electoral fue la situación internacional. Para los políticos costarricenses el mundo externo es como si no existiera, muy paradójico en un país que tiene una economía abierta y extrovertida que, por lo tanto, depende de los movimientos de la situación internacional.

En el marco electoral, la gran prensa costarricense, Canal 7, La Nación, Repretel apostaron al final por el candidato de Liberación Nacional. Presentaron al otro candidato, al que ganó las elecciones, como un corrupto, autoritario y depravado. No se trata solamente de si son ciertas o no las acusaciones, sino, simplemente, de que el otro candidato (el de Liberación Nacional que perdió) tenía expedientes parecidos, pero en este caso no se insistió en sus faltas. Lo que en uno era inaceptable, en el otro no consistía en un problema. El carácter de la gran prensa quedó al desnudo. La gran prensa quedó evidenciada como un aparato que busca una y otra vez modelar el pensamiento de la gente en correspondencia con los objetivos y necesidades de los grupos dominantes. Lo interesante es que a pesar de la campaña organizada desde arriba, el candidato de la gran prensa, el hombre de Liberación Nacional, no quedó. ¿Por qué la gran prensa consideró al candidato de Liberación Nacional, mejor que el otro? Tal vez, porque Liberación tiene más trayectoria política que el otro partido, que recién fue constituido y no tiene ninguna experiencia de nada. Pero esto es solo un intento de explicación, habría que investigar más al respecto.

Por otra parte, la gran prensa estaba inquieta por el aumento del abstencionismo que llegó al 40 % en la primera vuelta. Entonces, junto al Tribunal Supremo de Elecciones plantearon una campaña para reducir el abstencionismo. El abstencionismo no se redujo y la campaña desplegada por la prensa para reducirlo fue ignorada por los votantes. Otra vez la prensa no logró su objetivo. La gran prensa no pudo manipular a la gente en cuanto a escoger quién debería de gobernar el país, ni tampoco pudieron reducir el abstencionismo. Fue un doble desacierto. Luego hicieron como si no hubiera pasado nada. Era lo esperable.

Que se puede esperar para los próximos meses en Costa Rica

La posible recesión o crecimiento modesto de las economías de Estados Unidos y Europa van a impactar negativamente la sociedad costarricense.

El tema alimentario es crucial para cualquier país, y el precio de los alimentos parece que se puede disparar en los próximos meses. Costa Rica podría ser un país que aspire a tener cierta soberanía alimentaria, pero esto requiere de una política pública sólida y comprometida con tal cosa. Eso no existe. Como se indicó anteriormente, ese tema ni siquiera se discutió en la campaña pasada.

Si se mira al campo popular, el sector de agricultores está pobremente organizado y su voz no tiene peso político. Otros sectores sociales organizados podrían tener interés en que el país sea solvente en materia alimentaria, pero esto supondría tener una mirada más allá de la inmediatez reivindicativa y economicista, así que el campo popular en este caso tampoco tiene mucho que decir.

El escenario económico:

  • Desempleo que va más allá del 10%
  • Cerca del 50% de informalidad
  • Aumento en el costo de la vida e inflación
  • Estancamiento de los salarios
  • Posible contracción de las exportaciones y las importaciones
  • Habrá que esperar para ver cómo se comporta la inversión extranjera, en un escenario de crisis global.

Esto solo para mencionar algunos aspectos de gran relevancia que van a desmejorar más la vida de los sectores populares. Cada vez más, las condiciones que cimentaron la hegemonía política del capital sobre el trabajo en Costa Rica, se deterioran más; esto no se traduce, por cierto, en una crisis de hegemonía, pero sí en un escenario cada vez más inestable.

Se perfila un estilo de gobierno que pretende asimilarse la gestión púbica a la empresarial. En medio de la profunda crisis del capitalismo occidental y de la fragmentación o regionalización del capitalismo global; en el caso de Costa Rica, se apuesta por un estilo anclado en los dogmas neoliberales o mercado centristas, y en la asimilación de lo público y lo privado a partir de intentar replicar lo privado en lo público, puesto que se supone que lo privado es sinónimo de eficiencia y corrección, que hace falta aplicar en el campo de lo público para hacerlo eficiente.

Más allá del equipo que el nuevo presidente determine para que lo acompañe, este se va a encuadrar en un guion no solo conocido, sino que además, dentro de lo conocido, el guion que se propone es radical. Si las cosas no han funcionado o funcionan mal, lo que hay que hacer es subordinar cada vez más la lógica del estado y lo público a los criterios de eficiencia empresariales y el mercado. Y, a la par de esto, profundizar los vínculos y las consultas con los distintos sectores privados para poder interpretar más fielmente sus necesidades. Este será un gobierno aún más cercano al mundo empresarial que los anteriores; ya el estado no pretende ninguna autonomía frente al capital, para corregirlo y proteger a los sectores dominantes de sus propios excesos peligrosos para la estabilidad social y política. Ahora, más bien, se trata de interpretar adecuadamente los impulsos del mercado, y las exigencias de los empresarios.

El nuevo presidente fue el encargado de la oficina del Banco Mundial en Indonesia, la agenda del Banco en ese archipiélago fue impulsar los negocios, atraer inversiones, desregulación de diversas áreas, reducción de impuestos, facilitación de procedimientos administrativos; esto tuvo consecuencias sociales para los sectores indígenas de Indonesia, pues descuidó los derechos de los indígenas a la tierra, entre otras cosas. Evidentemente, ahora Chávez no es un funcionario del Banco Mundial, pero, es un economista entrenado en esas políticas económicas, y convencido de su necesidad. Lo esperable es una agenda económica y política inspirada en las políticas y acciones que él normalmente ha aplicado con el Banco Mundial, y que considera apropiadas. Otra vez, los beneficiados serán los sectores financieros, exportadores, importadores, y los inversionistas internacionales. A estos últimos, siempre se les considera depositarios de una esperanza mágica, en tanto en el relato dominante se afirma que el capital extranjero es realmente el que propiciará con sus inversiones el desarrollo. Luego de 40 años de este discurso, el desarrollo sigue sin concretarse.

Chávez inicia su gestión con un proceso público para contratar al personal que va a fungir al frente de los ministerios, es decir, a los ministros y ministras. Al no tener un partido o una estructura política con cuadros y trayectoria propia, entonces, al mejor estilo de cualquier empresa privada, la contratación de los funcionarios de más alto rango en los ministerios se hizo por medio de un concurso en el cual los postulantes pusieron su currículo a disposición del presidente, para que este escogiera, como lo haría un buen gerente de una gran empresa. Una de las ministras designadas indicaba que ella nunca había visto a Chávez, sino hasta el momento en que la entrevistó para el cargo en el que luego fue electa. Ciertamente, en este caso no hay equipo de gobierno, ni procesos previos, que garanticen que estos designados desconocidos puedan articular sus trabajos de una forma más o menos colaborativa y fluida. Luego, Chávez, indicó también, que estos ministros y ministras tendrán que definir su entorno de colaboradores y hacerse responsables por esto. El gobierno que se está yendo se caracterizó, entre otras cosas, por mostrar un gabinete inestable en lo que respecta a las cabezas de los ministerios. Este gobierno que entra parece que andará un camino similar, o más inestable.

El presidente electo, en varias oportunidades, se ha referido a un diagnóstico de lo económico, sin embargo, no está claro si ese diagnóstico ya existe, y sobre él se asentarán las directrices y políticas gubernamentales, o si se refiere a algo que hay que hacer. En todo caso, en ningún momento, hasta ahora, ha hecho público, desde su punto de vista, una caracterización económica del país.

También Chávez habla de establecer consensos con el parlamento. Ya se reunió con la fracción de Liberación Nacional –la más grande-, y también con el conjunto de los diputados electos.

Por otra parte, este gobierno, a pesar de haber ganado las elecciones, carece de apoyo social y  de respaldo político orgánico propio. Tiene, además, una insuficiente representación en la Asamblea. Esto lo pone en una situación difícil. Se tendrá que apoyar en las cámaras patronales que han tenido un peso determinante desde hace años, y prácticamente han cogobernado. Tendrá que negociar hábilmente con la Asamblea Legislativa y particularmente con Liberación Nacional.

El 30 de abril del 2022 se anunció un acuerdo multipartidario: “por una Costa Rica transparente, equitativa y próspera y sostenible”. En este acuerdo participan Liberación Nacional, La Unidad Socialcristiana, Nueva República y el Liberal Progresista. Firmado por un total de 41 diputados. Este acuerdo no tiene como sustentación ninguna lectura o diagnóstico de los problemas sociales, económicos o políticos de la sociedad costarricense, seguramente que no es necesario en una sociedad de pensamiento único, cuyos referentes fundamentales a la hora de establecer las políticas públicas y económicas son el consenso de Washington, el Fondo Monetario, el Banco Mundial y más recientemente la OCDE. La burguesía costarricense y su personal político no tienen cabeza propia para pensar su realidad. Se mencionan como temas relevantes  para este frente legislativo concertado asuntos como: la transparencia, la búsqueda de consensos, la búsqueda del incremento sostenido de la eficiencia del estado, la falta de empleo, lo que ellos llaman el apagón educativo, entre otras cosas.

No parece que entre este sector mayoritario de la Asamblea Legislativa y Chávez hayan diferencias irreconciliables en cuanto a las políticas económicas que se deban aplicar. Tampoco parece que haya discrepancias en cuanto el tema del estado y a la necesidad del “hacerlo más pequeño y eficiente”, que ha sido parte fundamental del discurso neoliberal dominante que todos estos sectores suscriben. Las diferencias pueden surgir, eso sí, cuanto toque impulsar políticas económicas que tengan un efecto selectivo sobre las distintas fracciones de clase, de tal modo que eventualmente puedan favorecer más a unos sectores que otros. O si eventualmente Chávez decidiera tomar decisiones que afecten a sectores económicos que tienen representación fuerte en estos partidos. Como podría ser el caso de los cogeneradores eléctricos privados que se benefician de las políticas del Instituto Costarricense de Electricidad. Estos sectores tienen un anclaje en Liberación Nacional, así que si eventualmente Chávez quisiera cumplir su promesa de campaña de tocar los intereses de este grupo, podría tener roces con la bancada liberacionista. Pero en general, las políticas de apertura económica, achicamiento del estado, motivación a la inversión extranjera, liberalización económica, y otros elementos más del credo neoliberal no están en duda.

El domingo 30 de mayo, fue electo Rodrigo Arias como presidente de la entrante Asamblea Legislativa, con el apoyo de 50 diputados, prácticamente todos los miembros del congreso, incluidos los diputados del partido gobernante. Rodrigo Arias no solamente es un partidario del capitalismo puro y duro, de ideología neoliberal, sino que también una figura principal de la política de los sectores oligárquicos de Costa Rica. Así que las políticas neoliberales de los últimos años no solamente continuarán, sino que se van a acentuar. Es muy posible que pronto se estén concretando acuerdos para terminar con asuntos de la reforma del estado que estaban pendientes. Igualmente, hay mejores condiciones para que se apruebe una la ley de empleo público fuertemente restrictiva con respecto a algunos logros obtenidos por ese sector en años pasados.

Rodrigo Arias no hubiera ganado una candidatura para representar a Liberación Nacional, menos aún, unas elecciones nacionales. Pero en el marco de las estructuras de la democracia representativa, no solo gana en las elecciones de la Asamblea, sino que lo hace casi de forma unánime. Las estructuras representativas de la democracia costarricense funcionan muy bien, pero para la oligarquía y su personal político, solamente.

También, algunos voceros de Chávez han declarado públicamente que el país está quebrado, o en una situación financiera crítica ¿qué se seguirá de esto? Se va a plantear, acaso, que para enfrentar esta situación hay que vender activos del estado ¿Cuáles irán a ser esos activos? ¿Se irá a proponer un plan de austeridad desde el gobierno, y se va a recortar la inversión pública y el presupuesto de los ministerios? Desde la perspectiva de este economista del Banco Mundial, eso sería plausible. Pero aún no se ha pronunciado al respecto. Sus pocos pronunciamientos públicos han sido completamente anodinos.

Desde el campo popular organizado, o lo que queda de él, no se vislumbra ningún proceso orientado a lograr acuerdos para enfrentar lo que posiblemente sea la continuación de la embestida del capital sobre el trabajo y la población pobre. Hasta la fecha no ha sido posible un acuerdo político entre los sindicatos, y entre estos, y otras fuerzas sociales  para presentar un frente común, ante el capitalismo puro y duro que se propone, y que se haya expresado de manera pública en un frente gremial-político con una estrategia o programa propios.

Lo que sí es esperable, son movimientos espontáneos de lucha por la supervivencia de muchos sectores sociales, que están cada vez más amenazados por el proceso creciente de desorganización y crisis del régimen capitalista. Serán expresiones sin mucha conducción, pero eventualmente se podrán radicalizar en el proceso, y terminar enfrentados con las fuerzas represivas del gobierno para configurar escenarios de conflicto social creciente, sin conducción política desde el campo popular.

Por otra parte, el capitalismo global se está fracturando de manera irreversible, y la llamada globalización está en franca crisis. Esto implica que hay un proceso de reorganización del capitalismo mundial. China y Rusia y otros países con peso regional o mundial están construyendo otra institucionalidad y formas de relacionamiento propios, fuera de la hegemonía de Estados Unidos y Europa. Esto también repercutirá en todos los espacios geopolíticos del planeta, y en cada uno de los estados nacionales. Ya algunos analistas hablan del resurgimiento de los estados nacionales con soberanía, frente a la crisis y el descontrol de una globalización que naufraga ¿qué tiene que decir y hacer un gobierno como este? ¿Se apegará este gobierno al manual ortodoxo de la globalización neoliberal y a las recetas del Banco Mundial y el Fondo Monetario?

Los influjos de la economía mundial traen inflación, inestabilidad, crisis del capitalismo mundial y guerra en el campo económico, militar, propagandístico, geopolítico e ideológico. El globalismo occidental liderado por Estados Unidos, y sus aliados subalternos: la OTAN, la UE, y Japón, se enfrentan agresivamente a las potencias capitalistas contra hegemónicas de China y Rusia, y al gran proyecto de la ruta de la seda y la construcción de un capitalismo policéntrico. Esto no lo puede ignorar ningún gobierno. En principio es esperable el alineamiento de esto gobierno con los intereses de los países centrales de occidente.

Por ahora, sin entrar en un análisis detallado, parece que el personal que estará a cargo de los ministerios, ideológicamente es tributario del neoliberalismo que ha campeado triunfante hasta la fecha en el país. Los acuerdos a los que han llegado las distintas fracciones de la asamblea, el nombramiento casi unánime de Rodrigo Arias y la presencia de un funcionario del Banco Mundial en la presidencia del país, auguran un alineamiento de todas las fuerzas políticas en favor de un consenso neoliberal en momentos de crisis internacional y nacional. Lo que viene no solo es más de lo mismo, sino que es un agrupamiento de las fuerzas del statu quo en torno a la defensa de las estructuras y políticas, que han sido producidas por los sectores dominantes en las últimas décadas, y su respectiva profundización hasta las últimas consecuencias. Rodrigo Arias, incluso, se pregunta: ¿Qué esfuerzos tendremos que hacer para que se entienda que no hay cambios sin sacrificios, que no hay cambios sin provocar fracturas y efectos no deseados pero críticos y necesarios para Costa Rica? Parece que la mano viene dura.

La crisis del capitalismo global y su fractura se traduce en inflación, e inestabilidad económica, acompañado esto de la contracción de los mercados globales y la recesión en los países centrales. Para un país como Costa Rica, con una economía extrovertida y dependiente del mercado de Estados Unidos esto no augura más que inestabilidad, inflación, contracción  económica, posible caída de las exportaciones. Todo esto recaerá con furia en las espaladas de las mayorías sociales. Las condiciones para una crisis social, económica y política más profunda están simplemente sembradas. La forma en que esta crisis se va a desplegar es lo que está por verse.

Esta crisis tendrá una manifestación desigual, no solo en términos sociales, sino también geográficos. Las regiones más empobrecidas y afectadas por otros factores, como el cambio climático, serán zonas altamente vulnerables. Los pobres, los desempleados, los adultos pobres, los jóvenes del campo popular, las mujeres de capas medias y populares, la economía campesina, la economía informal serán sectores y grupos sociales con los cuales la crisis se va a ensañar. Los elementos para la inestabilidad y el conflicto social están a la orden del día.

Algunas Conclusiones

La globalización capitalista neoliberal, bajo la forma de un desarrollo desigual, ha profundizado las contradicciones económicas y geopolíticas a escala global, y ha producido grandes fracturas. El dinamismo económico desde hace algún tiempo se trasladó hacia las economías y mercados asiáticos. Esto permitió, entre otras cosas, el surgimiento de China como una gran economía, y como una protagonista geopolítica de primer orden. La crisis financiera del 2007-2008, y luego la pandemia del civd19 (como un factor interviniente), así como la guerra en Ucrania y la respuesta de Estados Unidos y la OTAN a este conflicto, han acelerado las distintas contradicciones (económicas, geopolíticas, institucionales) entre China y Rusia, y el bloque occidental liderado por Estados Unidos. Se ha producido una gran fractura. China, Rusia, Irán, y otros organismos centroeuropeos de cooperación económica y  de Asia central, están construyendo una vía propia en el marco del capitalismo mundial –siempre capitalista, claro está- , en todos los campos, y esto pasa por ir sustituyendo al dólar como moneda de reserva internacional, cosa que a largo plazo es un golpe demoledor para Estados Unidos.

China continúa con un desarrollo económico que se despliega a una velocidad nunca antes vista, en muy poco tiempo habrá sobrepasado a Estados Unidos como principal economía del planeta. La respuesta de Estados Unidos y sus subordinados de la OTAM y la Unión Europea es una política de sanciones y guerra económica frontal. La idea de una globalización que traería paz y armonía y desarrollo mundial ha quedado en el pasado. El escenario del futuro es la confrontación entre bloques que se disputan la dominancia geopolítica planetaria. Cosa nada nueva en la historia del capitalismo mundial. Está por verse hasta donde llegará el proceso de desacople entre estos bloques, y el papel que jugarán las grandes corporaciones multinacionales, que han sido las principales actoras económicas en la globalización neoliberal.

La crisis de la guerra en Ucrania ha desencadenado una lluvia de sanciones de los países centrales de occidente contra Rusia. En un contexto de fuertes encadenamientos, por una parte, y en el cual todavía el occidente apenas estaba intentando recuperarse de la crisis del covid19 y sus efectos sobre la economía global, se produce esta situación que rápidamente se devuelve sobre Europa y Estados Unidos para producir inflación y estancamiento económico. Algunos analistas auguran una fuerte recesión para Europa y Estados Unidos. Entonces, luego de la crisis del 2007-2008, se configuró un escenario económico mundial que parece mostrar una larga depresión en la que la instabilidad se convirtió en un factor crítico de la economía mundial. Esto tendrá repercusiones en la estabilidad política, social e institucional de los países. Parece que esto va a impactar con particular fuerza en Estados Unidos y Europa y sus respectivas periferias.

Costa Rica es periferia pasiva de Estados Unidos. Si hay una contracción muy fuerte de la economía de ese país en los próximos meses, eso afectará la economía costarricense en tanto una buena parte de sus exportaciones se dirigen a Estados Unidos.

La inflación que se ha provocado por el aumento del petróleo, algunas materias primas y productos agrícolas también se trasladará al mercado interno costarricense. Sus efectos sobre las mayorías sociales y los sectores pobres y excluidos de la economía serán devastadores, pues aún persisten los problemas derivados de las medidas restrictivas que se impusieron para combatir el covid9. Esto cae, de por sí, en una sociedad cuyos rasgos estructurales provocan exclusión y pobreza. La crisis internacional simplemente viene a amplificar lo peor de estos rasgos estructurales en la sociedad costarricense.

Los sectores dominantes, y su personal político, hoy celebran los resultados de una elección que les ha permitido controlar toda la institucionalidad cómodamente. El 1 de mayo de 2022, han celebrado un pacto en el parlamento que le permite a una figura central de la oligarquía costarricense presidir cómodamente ese recinto –Rodrigo Arias- . Ya previamente un grupo de partidos políticos se han puesto de acuerdo para alcanzar un consenso político cerrado en torno al curso neoliberal de los últimos 35 años. No solo se trata de conservarlo, sino de ampliar y profundizar este curso, en medio de una crisis planetaria de la globalización neoliberal.

El campo popular está desarticulado y débil. No tiene expresiones políticas relevantes ni tampoco unidad gremial y reivindicativa. Las mayorías sociales serán fuertemente golpeadas por la crisis económica. Con el agua hasta el cuello muchos sectores sociales van a montar respuestas sobre la marcha. Serán  posiblemente luchas sin conducción de tipo reivindicativo. Dependiendo de la intensidad y la frecuencia el gobierno de Chávez se verá obligado a apelar con mayor intensidad a la represión en las calles, como lo hizo el gobierno saliente cuando fue necesario.

Solamente una gran revisión de las prácticas y las acciones seguidas por los sectores organizados, de la forma más autocrítica, y una gran disposición de los sectores más organizados y consientes del campo popular, podrían eventualmente generar formas de resistencia y lucha que acumulen fuerzas para continuar la resistencia en el futuro, en medio de una gran reorganización y crisis al interior del capitalismo mundial.

La política como disputa de las esperanzas – Álvaro García Linera

Este 2022 se realiza la publicación de la primera edición de “La política como disputa de las esperanzas”, por Álvaro García Linera. Esta colección de textos se publica bajo la editorial Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales y con el apoyo de Transnational Institute.

La política como disputa de las esperanzas pone a disposición de las y los lectores una diversidad de perspectivas que contribuyen a entablar diálogos y criticidad sobre dilemas históricos.

Álvaro García Linera realiza una serie de reflexiones que se han venido trabajando desde nuevas carencias que han salido a la luz enmarcadas en la situación de pandemia por COVID-19 y como los modelos de globalización no son capaces de solucionar los conflictos. El accionar de los pueblos estremece el neoliberalismo por lo que construir un proyecto político que de certeza y protagonismo a los pueblos, que responda realmente a sus intereses resulta necesario. 

Esta es una obra importante en lo que permite reflexionar sobre el resurgimiento de la esperanza y política transformadora. Esta serie de análisis que se dan por parte del autor se resumen en los siguientes textos:

  • Presentación por Tomás Torres López. 
  • La política como disputa de las esperanzas. 
  • Golpe de Estado contra la igualdad. 
  • Derechas racializadas y autoritarias. 
  • Segunda oleada progresista. 
  • La política como disputa por la pasión de la esperanza. 
  • Transformaciones de segunda generación progresista.

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La OPS publicó una investigación de la UCR sobre efectividad de medidas contra COVID-19

Estudio posiciona a la Universidad de Costa Rica como referente en el mundo

La OPS publicó una investigación de la UCR sobre efectividad de medidas contra COVID-19

Coautor destaca el desarrollo de la investigación en tiempo récord y los insumos que el estudio proveyó para la toma de decisiones en el país.

Una investigación sobre el grado de efectividad de las medidas adoptadas por el país para disminuir la cantidad de contagios producto del COVID-19, realizada de manera transdisciplinaria por representantes de siete unidades académicas de la Universidad de Costa Rica (UCR), fue publicada recientemente por la Revista Panamericana de Salud Pública, de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

Entre los principales hallazgos que resalta el equipo de investigación que colaboró con en este artículo se encuentra que medidas como la restricción vehicular, el uso de mascarillas y los protocolos sanitarios como el lavado de manos y el distanciamiento social fueron fundamentales para evitar una expansión mayor y más rápida de la pandemia en el país.

Lo anterior fue posible gracias a la creación de un modelo estadístico, surgido de la correlación entre las variables que presentaba el país durante la evolución de la enfermedad y los efectos producidos por las políticas sanitarias de contención para evitar los contagios.

Con este instrumento, la UCR ofreció resultados que fueron interpretados por las autoridades gubernamentales para una mejor toma de decisiones sanitarias y económicas.

En este sentido, hay que destacar que las universidades públicas también forman parte del Sistema Nacional de Gestión de Riesgo, por lo que su colaboración con el país en situaciones de emergencia está garantizada.

En específico, los coautores firmantes de esta publicación son el docente e investigador de las escuelas de Administración Pública y de Ingeniería IndustrialRodolfo Romero Redondo; y el investigador del Instituto de Investigaciones Psicológicas y del Centro de Investigación Observatorio del Desarrollo, Guaner Rojas Rojas, quien también es docente de la Escuela de Estadística.

Romero detalló que muchas medidas tuvieron “su momento” de mayor efectividad durante toda la pandemia. Es decir, que algunas han sido implementadas en momentos estratégicos con gran éxito, pero que con el transcurrir de la pandemia y con nuevas variables sanitarias y sociales, estas dejaron de ser tan relevantes para dar paso a otras. Algunas pocas, como el distanciamiento social y el lavado de manos, han sido las más necesarias durante toda la pandemia.

Investigador Rodolfo Romero: medidas anti Covid-19 fueron más efectivas en momentos determinados

El experto señaló que para la coyuntura actual y los meses que se avecinan, las prácticas anti COVID-19 más efectivas serán el uso de la mascarilla en espacios cerrados donde se acumule una cantidad importante de personas, el asegurarse que la mayor cantidad de la población posible esté al día con el esquema completo de vacunaciónel correcto lavado de manos y el distanciamiento por burbujas.

El valor del estudio

Más allá de la importancia que significó evaluación de las diferentes políticas de salud pública implementadas para atenuar la pandemia, Romero señaló otras bondades que revisten a esta publicación.

Una de ellas es mostrar que es posible desarrollar un instrumento de este tipo “sobre la marcha”, o sea, de una manera pragmática y empírica, ya que el contexto ameritaba la urgencia de esta herramienta. El objetivo final se cumplió con efectividad y en poco tiempo: brindar a las autoridades sanitarias información valiosa para la toma de decisiones que salvaran vidas y, a la vez, evitaran un daño mayor a la economía nacional.

Con esta publicación, se genera además un referente de monitoreo para los sistemas de salud pública cualquier país del mundo y para otras universidades extranjeras, afirma el experto.

Investigador Rodolfo Romero: publicación de OPS sitúa a UCR como referente mundial

Para el investigador, la calidad general del trabajo desarrollado por la UCR durante la pandemia trasciende los resultados publicados por la revista de la OPS. Resaltó, por ejemplo, la investigación realizada por el Centro de Investigación en Matemática Pura y Aplicada, para la elaboración de un novedoso modelo matemático que permitió seguir la pista a la evolución del COVID-19, el cual fue destacado por la prestigiosa revista Scientific Reports, del grupo editorial Nature.

 

Pablo Mora Vargas
Periodista, Oficina de Divulgación e Información, UCR

UCR: Un proyecto con la población ngäbe dibuja las bases de una medicina y salud intercultural en Costa Rica

En el Intercambio de saberes que promueve el proyecto, parteras Nägbey y médicos alópatas encuentran múltiples coincidencias en el abordaje de los partos y la salud de la mujer y el neonato durante el mismo. “Es interesante que las parteras le brindan un té a las mujeres cuando no tienen suficientes contracciones, cuando nosotros lo que hacemos es suministrar oxitocina”, declaró la estudiante de medicina Tania Martínez Izaguirre. Fotógrafa: Josie Rebeca Alfaro González.

7 de abril: Día Mundial de la Salud

Un intercambio entre pares con respeto y admiración, una perspectiva integral de la salud y de interculturalidad es el enfoque pendiente y necesario con que la Universidad de Costa Rica (UCR) ejecuta el proyecto de acción social “Desarrollo de capacidades en la atención primaria de la salud en población ngäbe”.

Este proyecto está dirigido a la población ngäbe del Sur de Costa Rica con el objetivo de brindar atención primaria, promover estrategias de prevención de enfermedades infecto contagiosas, generar capacidades en prácticas obstétricas en las parteras ngäbe, implementar técnicas de estimulación neuropsicológicas en los niños y niñas de menor edad y desarrollar estrategias de prevención del contagio de COVID-19.

Se trabaja con esta población ya que posee características que provocan que sus índices de salud sean bajos, como por ejemplo: bajos niveles de escolaridad, ingresos económicos deficientes y parte de la población es nómada, por otro lado disponen una alta tasa de fecundidad, desnutrición, precarias condiciones de vivienda y poco acceso a los servicios básicos de salud.

Elemento innovador

En el proyecto como tal participan no solo médicos alópatas de la Escuela de Medicina sino además médicos tradicionales y parteras de la comunidad Ngobe, se da en un contexto de intercambio de saberes con técnicas y procesos de Educación No Formal para el fortalecimiento de aptitudes y aportes en materia de salud. Se mantiene un total respeto y reconocimiento por la medicina ancestral para combinar esfuerzos y llegar a toda la población.

Para el coordinador del proyecto, el médico Jean Carlo Segura Aparicio, uno de los principales logros del mismo es que dentro de la UCR y la Vicerrectoría de Acción Social se incorporaron Ngobes practicantes de medicina tradicional y parteras, como participantes activas del proyecto.

Las acciones se concentran en dos poblaciones: los Ngobes de Limoncito en Coto Brus, en alianza con el EBAIS de la zona y con líderes indígenas que son médicos tradicionales y parteras de la comunidad para generar actividades como espacios de vacunación, espacios de enseñanza sobre diversas patologías; y con la población nómada y transfronteriza que habita y se mueve entre Costa Rica y Panamá, para la recolección de café. Con esta última se trabaja a través de las Casas de la Alegría, en donde permanecen los niños y las niñas durante el día, para afianzar conocimientos y estrategias en salud. Con esta población se trabajan actividades para el neurodesarrollo de los y las pequeñas y habilidades en las cuidadoras para administrar medicamentos, atender situaciones de emergencia y más. 

“Lo que hacemos son expediciones de una semana y nos desplazamos a las comunidades de interés, la expedición tiene varias fases, en una de ellas hacemos sesiones de intercambio de conocimientos con los médicos tradiciones y las parteras y compartimos tratamientos y como son llamadas las enfermedades” declaró Segura.

Por primera vez, médicos tradicionales y parteras Nägbes compartieron en la mesa principal con médicos alópatas, brindando su experiencia en el proyecto: ED-3451 Desarrollo de Capacidades en la Atención Primaria de la Salud en Población Ngäbe durante el I Congreso de Educación Médica-ALAFEM 2019, en las instalaciones de la Universidad de Costa Rica. Fotógrafa: Josie Rebeca Alfaro González Ubicación geográfica: Universidad de Costa Rica.

En este proyecto es posible apreciar el intercambio de saberes entre la academia y la comunidad. “No solo estamos dando, sino absorbiendo muchísimo, sobre todo de estas concepciones acerca de la naturaleza, ahora que está en boga la salud planetaria como rama de la medicina y ellos se convierten en nuestros tutores en nuestro proceso de formación”, concluyó el médico.

“Tengo 57 años y nunca había sentido que los muchachos de la universidad nos tomaron en cuenta como hasta ahora” declaró Carmen Romero Palacios, partera ngäbe quien participa en el proyecto, y manifiesta sentirse sumamente incluida y respetada tanto en cuanto a su cultura como a sus conocimientos.

Las parteras y médicos tradicionales comienzan su formación desde la niñez, Romero narra que su formación como partera comenzó entre los 6 y 7 años, cuando su madre y su abuela la involucraron en los partos, con los que fue aprendiendo y formándose. “Desde pequeña me indicaban qué plantas se utilizaban y cuáles no”, manifestó.

Durante la pandemia por la COVID-19, el proyecto se mantuvo activo y puso sus esfuerzos en informar a la población sobre cómo protegerse y mantenerse informada. Para esto, se elaboró material infográfico en ngobere y se entrenó a 10 personas para hacer mascarillas de tela con diseños propios de la cosmovisión indígena que se ajustaran a los requisitos dictados por el Ministerio de Salud, las cuales se repartieron por medio de los centros de salud a quienes las necesitaran.

Las voz de los estudiantes

El proyecto cuenta con la participación de estudiantes de Medicina, Enfermería y Nutrición. “Una de mis partes favoritas fue el compartir con los líderes indígenas, entre esos están los médicos tradicionales, las parteras y las mujeres líderes que tienen un papel muy importante en la comunidad, entonces la pasantía fue sumamente variada, ya que me aportó mucho académica y personalmente”, declaró  Tania Martínez Izaguirre, estudiante de Medicina.

Martínez participó en la gira que se realizó entre el 11 y el 16 de octubre del 2019. “Quien participa en el proyecto hay algo de lo que no puede escaparse, el cual tiene que ver con la atención primaria que es sumamente integral, que parte de conocer las realidades de las poblaciones con las cuales vamos a estar tratando, para poder entender todo lo que está alrededor de su salud y de su perspectiva de lo que es salud, que puede ser distinta a la nuestra”, señaló la estudiante.

Historia del Proyecto

El proyecto tuvo sus inicios en el año 2018 y desde entonces, ha trabajado de forma interdisciplinaria por el desarrollo psicosocial de todas las partes involucradas: equipo docente, estudiantes y comunidad. Si bien esta iniciativa nace desde la Escuela de Medicina, ha generado importantes alianzas con otros espacios universitarios como la Escuela de Enfermería, la Escuela de Salud Pública, la Escuela de Nutrición y enlaces con el Sector Educación. En julio de 2021, el proyecto recibió el Premio a la Excelencia 2020 en la categoría de Mejor Proyecto de Acción Social del Colegio de Médicos y Cirujanos de Costa Rica y el Instituto Pfizer para la Ciencia y la Investigación y al día de hoy se extendió cuatro años más.

 

Esteban Umaña Picado,
Periodista VAS-UCR

El desafío agroecológico

Gerardo Cerdas Vega

Por Dr. Gerardo Cerdas Vega,
Sociólogo, profesor de la Escuela de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional (ECA/UNA)

La actual coyuntura internacional derivada de la guerra entre Rusia y Ucrania, ha encendido todas las alarmas a nivel global sobre la inminente crisis alimentaria, asociada por un lado al incremento desbordado en el precio de la energía y los fertilizantes y, por otro, a problemas de logística global surgidos en el marco de la pandemia de COVID-19 (la así llamada “crisis de los contenedores”), en un contexto marcado por la multiplicación de eventos climáticos extremos, que ya de por sí afectan la seguridad alimentaria mundial, con mayor gravedad en algunas regiones y países.

No obstante, aunque parece que solo nos damos cuenta de la fragilidad del sistema agroalimentario globalizado en el pico de una coyuntura crítica, la situación actual se viene formando desde hace mucho tiempo atrás. No solo por la difusión, desde los años 1940, de un modelo de agricultura altamente contaminante y dependiente de los combustibles fósiles (la “Revolución Verde”), sino por la imposición, desde los años 1980, de constantes oleadas de ajustes neoliberales que arruinaron la agricultura campesina, volcada para el mercado interno, en prácticamente todos los países del mundo.

Efectivamente, desde los años 1980 se ha venido impulsando una agenda de destrucción de las economías agrarias de base local, al tiempo que se abría la brecha para que grandes corporaciones del agronegocio dominasen el mercado mundial de alimentos, semillas, fertilizantes, pesticidas y maquinaria agrícola, avanzando los intereses de las potencias hegemónicas, en especial de los Estados Unidos. Un mercado altamente lucrativo, oligopolizado y destructor, propulsado por la liberalización del mercado mundial de productos agrícolas a partir de 1995 (negociaciones de la OMC y tratados de libre comercio impuestos por Estados Unidos, Unión Europea y más recientemente, China).

En el caso de Costa Rica, hemos visto una aplicación progresiva de este ideario al mundo rural y a la producción agrícola, con nefastas consecuencias para la seguridad y soberanía alimentaria de nuestro país y para la viabilidad económica de la agricultura campesina. Durante cuatro décadas (cómo no recordar el tristemente famoso lema “Volvamos a la tierra” del plan de gobierno de Luis Alberto Monge y la aplicación sucesiva de los Programas de Ajuste Estructural), se nos ha dicho hasta el cansancio que es más barato importar, que teníamos que “reconvertir” la agricultura, integrarnos a las cadenas globales de valor. Producir, siempre producir, a todo costo, los viejos y nuevos productos que el mercado global demanda, no importa si ello implica devastar la tierra, los ríos, la trama de la vida. Pagar millones de dólares a las corporaciones que controlan semillas, fertilizantes, pesticidas y maquinaria agrícola. Dejar al agronegocio y a los grandes importadores por la libre y a los pequeños frijoleros, maiceros, arroceros y en general a las familias rurales, integrarse a la “agricultura de cambio” o emigrar a la ciudad / al extranjero para no morir de hambre.

Bueno, ahí tenemos el resultado. Hoy por hoy, Costa Rica es un país extremadamente vulnerable desde el punto de la seguridad alimentaria y sin ninguna soberanía alimentaria efectiva, tal como lo revela la publicación del Semanario Universidad del día 30/03/2022[1]. ¿Cuánto durarán los estoques de alimentos en caso de un corte abrupto en los flujos de importación? ¿Por cuánto tiempo podrán los productores agrícolas seguir costeando el alza en el precio de los insumos? De acuerdo con diversos analistas y fuentes, es muy probable que este año vamos a tener la subida más alta de los precios de los alimentos en toda la historia, más que en 2008, pero con un escenario de mayor precarización social y laboral a nivel mundial sin precedentes, como resultado de la pandemia (que aún no acaba, dicho sea de paso).

Cabe anotar, adicionalmente, que el informe de la FAO sobre seguridad alimentaria y nutricional en América Latina y El Caribe 2020, apunta que, en Costa Rica, para el periodo 2017-2019, la prevalencia de la inseguridad alimentaria grave afectó al 5,4% y la inseguridad alimentaria moderada al 25,5% de la población nacional (datos prepandemia). Año con año, se reduce el área destinada a productos como arroz, maíz, frijol al tiempo que disparan las importaciones. Producimos cada vez más piña, palma, banano, café (estos cuatro productos concentran el 70% de la superficie agrícola), pero se reduce la producción de géneros alimenticios indispensables para la dieta nacional. Todo ello sin hablar de la utilización masiva de fertilizantes y pesticidas químicos (hoy a precios estratosféricos) que contaminan la tierra, el agua y los propios alimentos, enfermando a quienes los producen y a quienes los consumen.

En este contexto, el desafío que se coloca con urgencia es el de una transformación del régimen agroalimentario en la dirección de una verdadera sustentabilidad (ambiental, alimentaria, social, económica, cultural). Y ese desafío es lo que llamo el desafío agroecológico: producir alimentos sobre una base ecológicamente saludable, con viabilidad económica, respeto y fomento de la agricultura campesina, agrobiodiversidad, igualdad/equidad de género, soberanía alimentaria y apoyo de la sociedad (inclusive a través de políticas públicas costeadas por el contribuyente), para disputar verdaderamente el perverso control corporativo sobre aquello que comemos y la forma como lo producimos.

América Latina y El Caribe son el epicentro de una verdadera revolución agroecológica, que hoy se extiende por todo el globo (aunque esto no salga en el noticiero). En esta región (y en todo el mundo), abundan los ejemplos de que otra agricultura es posible, una agricultura con cara campesina, indígena, negra, de comunidades de pescadores, de mujeres rurales pero también de colectivos urbanos que se organizan para producir alimentos en las ciudades, o bien que tejen redes para poner en contacto a los productores y productoras agroecológicos con los mercados citadinos y organizan circuitos cortos de comercialización para darle salida a la producción local a precio justo y sin el desigual tratamiento que dan los intermediarios a quienes que  producen la comida que comemos. Entre 15 y 20% de los alimentos en el mundo se producen en las ciudades, donde más de 300 millones de personas practican agricultura urbana.

La agroecología es entendida como un movimiento social, como una ciencia y como un conjunto de prácticas ecológicas para el manejo a nivel de finca. Es intensiva en conocimiento local puesto que integra en su seno el saber de las productoras y productores campesinos/as, negras e indígenas (entre otros), así como el apoyo de universidades, ONG comprometidas con las luchas sociales, investigadores/as y activistas en busca de una nueva forma de producir y comercializar alimentos que, por otra parte, se entiende como parte de una ancestralidad, espiritualidad y una conexión íntima con la tierra que son indispensables para superar la actual y las futuras crisis alimentarias, sociales y climáticas. La defensa de las semillas criollas es una de sus bases fundamentales, tal como lo afirma La Vía Campesina.

Así, es urgente que comencemos a discutir, a nivel país, pero sobre todo a nivel local, una salida al laberinto en que nos encontramos. El desafío agroecológico nos llama con más fuerza que nunca. Tal vez la única “virtud” de esta guerra y de esta crisis multidimensional que atravesamos como humanidad, es que ha abierto una ventana de oportunidad para que miremos a fondo la complejísima situación que estamos enfrentando y discutamos los caminos posibles para transformar nuestra relación con los alimentos, lo que conlleva replantearnos por completo nuestra relación con la Tierra y sus ciclos vitales, que no son, precisamente, los de la ganancia corporativa.

En Costa Rica, al igual que en muchos otros países, la política de acabar con la agricultura campesina hizo grandes estragos, pero no acabó por completo con la resistencia local. Hay diversas y ricas experiencias agroecológicas locales que permanecen dispersas, así como un creciente número de personas en el campo y la ciudad que están preocupadas por la calidad de los alimentos que producen y consumen y por las consecuencias medioambientales de todo ello. En función de lo anterior y en el marco de esta coyuntura nacional e internacional, necesitamos con urgencia reconocernos, encontrarnos, nombrarnos y movilizarnos como parte de una transición y una transformación en curso donde la alimentación ocupe un lugar destacado en la agenda pública y nuevas prácticas y alternativas sean construidas desde abajo, desde los territorios y con apoyo de diversos actores comprometidos con un diálogo de saberes horizontal y participativo, que busque sacar a los alimentos de la lógica de la acumulación de capital y los devuelva a las lógicas de existencia de los pueblos.

[1] MAG y agricultores advierten: el país está a las puertas de una caída en la producción de alimentos • Semanario Universidad

UCR / COVID-19: Aporte científico universitario es elogiado por el Ministerio de Salud de Costa Rica

En la entrega del reconocimiento participaron (de izquierda a derecha) el Dr. Guaner Rojas Rojas, investigador del CIOdD; el Dr. Pedro González Morera, viceministro de Salud; la Dra. Priscilla Herrera García, representante del Ministerio de Salud; el Ing. Keylor Castro Chacón, también funcionario del Ministerio de Salud y el Dr. Fabio Sánchez Peña, del CIMPA.

El Ministro de Salud de Costa Rica, Dr. Daniel Salasrealizó un homenaje el pasado 17 de marzo, a la labor y aporte de todo del equipo del proyecto «Análisis y simulación espacial de la Pandemia COVID-19 a nivel cantonal, para el caso de Costa Rica”, del Centro de Investigaciones en Matemática Pura y Aplicada (CIMPA) de la Universidad de Costa Rica. 

El texto destaca: “su aporte, esfuerzo y compromiso desde la Mesa Operativa de Salud, hizo la diferencia en respuesta a la emergencia nacional por COVID-19. Gracias, por su trabajo, el cual ha sido indispensable para proteger la salud de nuestros habitantes”.

En representación de la UCR, el certificado fue recibido por el Dr. Guaner Rojas Rojas, investigador del Centro de Investigación del Observatorio del Desarrollo (CIOdD), del Instituto de Investigaciones Psicológicas (IIP) y docente de la Escuela de Estadística.  

El equipo de trabajo es coordinado por el MSI. Agustín Gómez Meléndez, coordinador de la Unidad Estadística del CIOdD; y el Ing. Rodolfo Romero Redondo, de la Escuela de Administración Pública, quien es el enlace de todo el equipo de la Universidad, frente a las autoridades de la Mesa Operativa de Salud.

Aporte del CIOdD

Para el Dr. Carlos Murillo Zamora, director del CIOdD, “este reconocimiento constituye motivo de satisfacción para el Centro, porque evidencia el compromiso que tiene el equipo de especialistas que formó parte de este proyecto con el país y con las personas tomadoras de decisiones, en esta oportunidad en materia de salud. Esto muestra la contribución de la academia y la ciencia en esa toma de decisiones y en la formulación de políticas públicas. Fue un proceso de aprendizaje con lecciones que deben sistematizarse, para beneficio de otros centros de investigación y de las autoridades nacionales vinculadas al proyecto”.

Por su parte, Rojas comentó que este es un reconocimiento a la activación y reacción oportuna de la UCR ante una situación de emergencia nacional, la cual requirió de la articulación de equipos de investigación para gestionar e implementar estudios científicos con evidencia sistematizada, contextualizada y con la perspectiva de apoyo a la toma de decisiones.

El homenaje se realizó como una de las actividades del “Taller Nacional Análisis de lecciones aprendidas sobre el abordaje de la emergencia sanitaria por COVID-19 en el marco de la multiamenaza”, organizado por el Ministerio de Salud de Costa Rica y la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

Este taller tuvo como propósito identificar las lecciones aprendidas y buenas prácticas implementadas para desarrollar una propuesta de conformación sobre el plan de priorización de actividades. Es decir, toda la logística que ayudó a construir la Estrategia Nacional del Sector Salud de Costa Rica en Gestión Integral de Riesgos de Desastres y Emergencias Sanitarias 2022-2030.

 

Olga Marta Ramírez Hernández
Comunicadora del Centro de Investigación Observatorio del Desarrollo (CIODD), UCR

COLPER realiza conversatorio sobre vacunación infantil

SURCOS comparte el siguiente comunicado:

Con el objetivo de seguir informando a la población en temas referentes a la Covid-19, el Colegio de Periodistas y Profesionales en Ciencias de la Comunicación Colectiva de Costa Rica organizó el conversatorio “Vacunación infantil: consentimiento informado”.

Los panelistas fueron las doctoras Patricia Callispedis, ortopedista y traumatóloga, directora de la Clínica del Sur, Bolivia; Hazel Gutiérrez, bioeticista, pediatra, especialista en cuidado paliativo; el doctor Lachiner Saborío, médico asistente especialista en Medicina Interna y Jorge Navarro, desarrollador farmacéutico y empresario.

De acuerdo con la doctora Callispedis, cuando las vacunas ya pasaron todas las fases de investigación no se requiere consentimiento informado, pero en el caso de las vacunas contra el Covid-19 apenas están en fase de aprobación por eso este último es necesario.

El doctor Saborío expresó que la Organización Mundial de la Salud (OMS) solicita consentimiento informado, pero en todos los tratamientos se requiere, hay países donde la vacunación en menores de edad no es obligatoria, en nuestra legislación dice que los padres tienen que hacerse cargo de la vacunación del menor de edad.

La doctora Hazel Gutiérrez señaló que los médicos siempre solicitan el consentimiento ante cualquier procedimiento que se le realice al paciente, ya que es necesario que conozca todos los detalles, indicó que la vacuna contra el Covid fue sometida a todas las fases de investigación, por eso se hace consentimiento verbal y no escrito.

Jorge Navarro, desarrollador farmacéutico, manifestó que, de acuerdo a documentos en su poder, la empresa Pfizer, una de las desarrolladoras de la vacuna, señala que en unos cinco años obtendrá los estudios médicos acerca de la misma y que las reacciones adversas solo se pueden seguir en tiempo real.

Junta Directiva 2022

Enlace al conversatorio https://www.facebook.com/colpercr/videos/258351916473601/ 

UCR: El exitoso uso de modelos matemáticos para analizar la evolución del COVID-19 en Costa Rica es publicado por la revista ‘Nature’

Las condiciones epidemiológicas de Costa Rica durante la pandemia por el COVID-19 han sido analizadas mediante modelos matemáticos. Este trabajo permitió hacer predicciones que sirvieron de insumo en la toma de decisiones de las autoridades de salud pública. Foto: Karla Richmond, UCR.

Trabajo con el Ministerio de Salud y la OPS

Modelar y responder a las preguntas de las autoridades del Ministerio de Salud fue muy desafiante, según los investigadores

La modelación matemática de situaciones específicas de la pandemia realizada por especialistas de la Universidad de Costa Rica (UCR) durante más de un año y medio ha dado muy buenos frutos. Primero, esta labor ha sido decisiva para las autoridades costarricenses durante la crisis sanitaria y, segundo, la experiencia se recoge en una publicación de una revista científica de gran renombre internacional.

El pasado 10 de febrero, la revista Scientific Reports, de Nature, publicó el artículo titulado «Projecting the impact of Covid-19 variants and vaccination strategies in disease transmission using a multilayer network model in Costa Rica».

El artículo trata del trabajo realizado en el 2021, en el que se analizó qué pasaría ante la presencia de posibles nuevas variantes, como delta, y no se tenía una proporción suficiente de la población vacunada o si se contaba con una tasa alta de vacunación. Ese análisis se hizo conjuntamente con la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y los resultados se presentaron al Ministerio de Salud.

Desde el inicio de la pandemia, un grupo de investigadores del Centro de Investigación en Matemática Pura y Aplicada (Cimpa), de la UCR, ha colaborado en la toma de decisiones de los jerarcas del Ministerio de Salud, al proporcionarles información y proyecciones sobre las tendencias a corto plazo de dicha enfermedad.

El seguimiento a la realidad epidemiológica del país se hizo con la ayuda de herramientas computacionales que utilizan y procesan información día a día mediante modelos probabilísticos estocásticos (incluye tanto acciones predecibles como elementos aleatorios).

Una de las situaciones de mayor relevancia que los investigadores lograron predecir y acertar fue el decrecimiento del número de casos y de enfermos ingresados a las unidades de cuidados intensivos (UCI), por los efectos de la vacunación, en un momento en el que los contagios iban en aumento.

Para los investigadores, los resultados alcanzados se deben en gran parte a que el modelo elaborado es muy robusto y este tipo de herramientas ya han sido probadas en ejercicios académicos y para conocer la dinámica de diferentes enfermedades.

“Este modelo de redes que se desarrolló trata de hacer una caricatura de la realidad, en el sentido de que la dinámica de transmisión de la enfermedad está incorporada, con cinco millones de nodos o personas y distintos tipos de capas o personas”, explica el Dr. Fabio Sánchez Peña, coordinador del grupo de investigadores.

Los académicos se encuentran muy complacidos de que una revista científica como Nature haya acogido el artículo enviado, ya que pudieron superar los filtros rigurosos que existen para el proceso de recepción y de revisión del texto.

“La aceptación del artículo en esta revista tan prestigiosa constituye un gran logro para el equipo y, a nivel profesional para cada uno de nosotros, porque valida el trabajo realizado”, expresó Sánchez.

Según la Dra. Yury E. García Puerta, otra de las investigadoras, el valor de este trabajo es que las autoridades de salud fueron las primeras en conocer los resultados. “Quienes nos dedicamos a las matemáticas aplicadas proponemos soluciones, pero muy pocas veces estas llegan hasta los tomadores de decisiones”, señaló.

La aplicación de sus conocimientos matemáticos en un trabajo que incide en la calidad de vida de la población de Costa Rica es para el Dr. Juan Gabriel Calvo Alpízar, especialista en análisis numérico, un reto y un aprendizaje.

“El uso de datos ayudó que pudiéramos explorar este modelo. Sin esta información sobre contagios, mortalidad, hospitalizaciones y vacunación, el estudio posiblemente hubiera sido solo de interés teórico y no se hubiera podido aplicar a la toma de decisiones. Porque no solo es importante tener datos, sino también que sean datos de calidad”, aseguró.

Modelo adaptado a Costa Rica

El modelo de redes multicapas se adaptó a la situación epidemiológica de Costa Rica, con el objetivo de determinar las probabilidades de propagación del COVID-19, a partir de las interacciones diarias de cinco millones de personas.

Se hace una distinción entre las relaciones con la familia, amigos, colegas de trabajo y contactos esporádicos. Cada una de estas «capas» tiene diferentes características y tasas de transmisión.

Además, el modelo contiene información sobre personas enfermas, hospitalizadas, vacunadas, en cuidados intensivos y sobre defunciones.

La vacunación y su impacto en la reducción de hospitalizaciones y muertes son aspectos incorporados en el modelo computacional, el cual fue adaptado a la situación epidemiológica de Costa Rica. Foto: Laura Rodríguez Rodríguez, UCR.

Todos estos datos, de carácter público, fueron suministrados por el Ministerio de Salud, la Caja Costarricense de Seguro Social y el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).

“Ese alto nivel de detalle y la información sobre la dinámica de la enfermedad contribuyó a que el modelo sea más cercano a la realidad”, destacó Sánchez.

Sin embargo, estas herramientas tienen limitaciones. La principal es que requieren mucho poder computacional para lograr que los programas corran y se necesita tiempo. En contraste, los investigadores tuvieron que trabajar en circunstancias particulares y bajo mucha presión.

Durante la presente pandemia se han desarrollado modelos similares en otros países, pero más que todo en el ámbito académico. El caso de Costa Rica es único, por la relación tan directa entre los científicos, las instituciones y las autoridades de salud pública.

Valor científico

Uno de los aspectos que fortalecieron y enriquecieron la investigación científica es el trabajo interdisciplinario, de acuerdo con los especialistas.

El equipo está conformado por profesionales de diferentes disciplinas, no solo participaron los matemáticos de la UCR, sino también especialistas de salud pública, de medicina y de economía de la salud. Esto permitió una gran retroalimentación que enriqueció el trabajo, porque los resultados que se presentan en el artículo no son solamente un modelo y unos números, sino que hay un análisis del contexto epidemiológico del país.

“En el artículo no solamente se dice que la curva va a bajar o va a subir, sino también qué representa eso para el país en términos económicos y para salvar vidas”, resaltó García.

El hecho de contar con otros especialistas -añadió- hace que el lenguaje matemático se traduzca a otras disciplinas y sea accesible para las autoridades de salud.

De acuerdo con Sánchez, el valor científico de esta modelación radica en el hecho de que “se pudo predecir con certeza y a corto plazo el efecto que iba a tener la taza de vacunación en Costa Rica, lo cual se puede extrapolar a otras realidades, asumiendo que se disponga de la información que nosotros teníamos”.

Además de los tres matemáticos mencionados, el grupo de investigación lo conforman el estadístico Dr. Luis Barboza Chinchilla y la especialista en salud pública, M. D. Paola Vásquez Brenes, también de la UCR. Asimismo, participaron el Dr. Gustavo Mery Valdovinos, funcionario de la OPS, y la M. D. Tania Rivas Chaves, del Ministerio de Salud.

 

Patricia Blanco Picado
Periodista, Oficina de Divulgación e Información, UCR

El efecto del aleteo de una mariposa

La pandemia viral de la COVID-19 nos ha hecho ver que todo el mundo está correlacionado. Imagen de: https://wsimag.com/

La pandemia viral y la teoría del caos

31 ENERO 2022, 

Los sucesos y problemas de la naturaleza que afectan a grupos de seres humanos en un lugar no suelen ser hechos aislados; todos somos interdependientes y, a la larga, lo que les pasa a unos afecta a otros, aunque no lo percibamos. El llamado «efecto mariposa» de la teoría del caos, tiene varios parámetros semejantes a la actual pandemia viral de la llamada COVID-19.

La teoría del efecto mariposa dice que pequeños cambios en las condiciones iniciales (como uno de los cientos de mutaciones que sufrió un insignificante y microscópico virus) son las que crean enormes diferencias respecto al resultado final y no son predecibles. En un principio se aplica a lo que en matemáticas se llama «sistemas dinámicos», un conjunto de sucesos que cambian o evolucionan con el tiempo.

La teoría del caos plantea la tesis de que los sucesos en el mundo no siguen un patrón fijo y predecible, sino que dependen en mucho de circunstancias inciertas que se califican como caóticas. Señala que un ínfimo acontecimiento como el aleteo de una mariposa acaecido en un momento o en una situación determinada en un lugar o país, se puede sentir al otro lado del mundo.

En realidad, es un «paradigma científico» cuyo fin es entender que la vida es muy compleja, es decir, que hay una serie de elementos que se llegan a relacionar entre sí y cuyo comportamiento final no habíamos previsto, y es así como también funciona el universo. Hay una serie de hechos que se suman para ocasionar el suceso final.

La inició el meteorólogo Edward Lorenz con un modelo matemático para tratar de pronosticar el tiempo. Señaló que el viento que produce el aleteo de una mariposa en Brasil puede ocasionar un tornado en Texas, EE. UU. Esta teoría predice que pequeñísimas variaciones iniciales, con el tiempo, harán imposible las predicciones, o sea, no hay predicciones exactas, precisas o absolutas sobre el tiempo. Nos habla del azar y de la imposibilidad de predecir el futuro. Se acaba de ver con las nevadas en EE. UU., pronosticadas en sus inicios como leves y que fueron terriblemente fuertes. Lo mismo sucede con las tormentas, los tornados y las inundaciones.

Es una hipótesis altamente compleja y se basa en que un sistema produce una pequeña perturbación inicial y, mediante un proceso de amplificación, puede generar un resultado mediano o grande a largo plazo. Algunos consideran que el cuerpo humano es un sistema caótico, flexible e impredecible. La medicina no puede predecir la evolución del cuerpo de una persona determinada. El problema mundial que afrontamos cuando se trata de una «pandemia» viral, bacteriana o por otras causas graves y universales es que la ciencia médica debe salvar al mundo del daño que nosotros en muchos aspectos le hemos causado, y esta no está preparada inicialmente para hacerlo, como sucedió con la actual COVID-19. Además, con este tipo de virus, nosotros no podemos hacer pronósticos ya que sus variantes no siguen un patrón fijo y predecible, por lo que se requiere, más bien, seguir la evolución y sus cambios, para crear estrategias y defendernos. La reciente variante ómicron resultó extraordinariamente contagiosa, aunque felizmente menos agresiva en cuanto a gravedad (menos casos para las UCI), cuyos servidores humanos ya están a punto de explotar agotados física y psicológicamente. Tienen ya dos años sin parar de estar atendiendo enfermos y vamos para el tercero.

La pandemia viral de la COVID-19 nos ha hecho ver que todo el mundo está correlacionado, no hay personas, pueblos o naciones islas, al igual que predice la teoría del caos.

Al parecer, una mutación le permitió al virus abandonar al murciélago (su hábitat natural), e irse a infectar a un animal silvestre, una especie de armadillo, que ahora vive cerca de los pueblos por la deforestación de las selvas y la creación de pueblos en zonas selváticas. Ese animal, vivo o muerto, fue vendido en un mercado de la ciudad de Wuhan en China, una persona se infectó, esta infectó a otras, y ahí comenzó todo. En suma, un hecho simple y aislado, China terminó afectando la salud y la vida de la población mundial en forma sumamente grave e impredecible.

Es importante señalar que el medio de contagio no es el virus, sino las personas infectadas, las que, con sus gotitas de saliva, al hablar, gritar, toser, trasmiten por el aire a los virus y estos llegan a las células de la nariz, boca o pulmones de otra persona y ahí se multiplican.

  1. Hay diversos aspectos a considerar que determinan si una epidemia o pandemia puede ser o no controlada, comenzando con la buena información para combatirla o, por el contrario, con «desinformación» como ha pasado con esta pandemia de la COVID-19. Eso retrasa contenerla ya que grupos de personas, por temor o desconocimiento, se resisten a vacunarse.
  2. Lo que ayuda a frenar el contagio, son las acciones higiénicas que señalan las autoridades de salud a la población: a) usar mascarilla en la calle y en la oficina y escuela o colegio; b) evitar «si es posible» aglomeraciones de personas; c) ventilación adecuada en lugares cerrados; d) lavado de manos y, finalmente, e) vacunación repetida.
  3. La multiplicación del virus en una persona infectada, depende de sus defensas naturales, o sea, de la capacidad que tiene ese ser humano para que, en la sangre, médula ósea, linfáticos, en los epitelios, se produzcan células T (linfocitos T, anticuerpos y células T matadoras, células dendríticas, etc.), para destruirlo y frenar su proliferación.
  4. Ahora bien, una vez que la persona es infectada por el virus, la gravedad del contagio depende de ella: a) puede tener una buena defensa, gracias a su sistema autoinmune. El cuadro clínico puede pasar desapercibido por ligero (asintomático) o tener pocos síntomas. Suelen recuperarse rápidamente; b) mala respuesta defensiva y la persona presenta un cuadro clínico serio con internamiento en hospital o UCI. O hasta incluso fallecer. Su recuperación es muy lenta.
  5. El problema es que si no hay síntomas y están infectados contagian a muchas personas, pues pasan por sanas. En el caso de las infestaciones por ómicron, la mitad de las personas son asintomáticas. El problema con la variante ómicron del virus es la enorme ola de contagios; se están batiendo todas las marcas y eso hace que las hospitalizaciones y empleo de las UCI, puedan colapsar a corto plazo (de acuerdo con la fecha de esta publicación).
  6. La respuesta del sistema inmune de una persona, que ya tuvo la infección puede: a) recuperarse sin molestias; b) presentar secuelas diversas residuales; c) el efecto defensivo puede durar 6 meses máximo y por eso se requieren más dosis; d) si la respuesta del sistema defensivo postvacuna es débil, puede volver a infectarse.

Repetimos: esta pandemia producida por un simple virus ha repercutido terriblemente sanitaria, económica y socialmente en todo el mundo. Por ello, hay que prepararse para la próxima.

Lo positivo de la pandemia es que fueron creadas y desarrolladas vacunas de tipo ARNm (mensajero) a un plazo récord de solo meses, mientras que se tardaba años en crear las antiguas con virus muertos o atenuados, aunque eso sí, el efecto de estas últimas era de por vida o por muchos años, como las de: la viruela, polio, DPT, etc.

Otro problema es el costo elevado de las mismas. Se hará necesario bajar sus precios y, si es posible, obsequiárselas a los países pobres, con el agravante de que en esos países no existe la infraestructura sanitaria adecuada para aplicarla a la población, y por ello, tomará años inmunizar a la población, por ejemplo, en África.

Una nueva dificultad ha surgido con este nuevo tipo de vacuna: al inicio, hace un año, las empresas farmacéuticas que produjeron la vacuna no hablaron de más dosis. Pero, rápidamente se dieron cuenta que la inmunización que provocaban en las personas duraba pocos meses. Pidieron poner otra dosis para tener un esquema completo, pero, nuevamente señalaron la necesidad de una tercera dosis, y ya vamos hacia la cuarta; de seguir así, con este tipo de vacuna habría que aplicarla cada seis meses y su costo será muy elevado para los países.

Finalmente, hemos visto cómo, desde el punto de vista social, la necesidad de continuar trabajando o estudiando hizo que apareciera una «nueva normalidad» para lograrlo. Esta consistió en la comunicación virtual o digital para interactuar. Empleada antes masivamente para la comunicación y trasmisión de ideas, publicidad y el entretenimiento, ahora se ha convertido en una forma de trabajo o estudio, no solo para evitar el contacto personal, sino también por sus ventajas económicas. Por ejemplo, la famosa asistencia a seminarios, charlas, congresos en un país o en el exterior, con elevado costo económico para las empresas y personas involucradas, ya no será necesaria. Ahora esas han dejado paso a las virtuales. Esto ha constituido un cambio de cultura en el trabajo y la enseñanza. Y ni que decir de la economía en el transporte y respecto a la pérdida de tiempo en el proceso.

 

Publicado originalmente en Wall Street International Magazine, compartido con SURCOS por el autor, quien es colaborador de SURCOS Digital.

(*) El Dr. Juan Jaramillo Antillón es un médico de Costa Rica. Ha sido cirujano general y jefe de Cirugía del Seguro Social de su país por 40 años. Ministro de Salud y expresidente de la Academia Nacional de Medicina y Cirugía. Escritor fecundo, ha publicado 35 libros sobre Medicina, Salud, Seguridad Social, Ciencias en General, Biografías, Historia, Filosofía, Antropología, Sociología y Cultura en General. Ha ganado 42 premios, entre ellos el más importante que el Gobierno y el Ministerio de Cultura de su país concede a una persona: el Premio Nacional de Cultura Magón.