Ante las vergonzosas acciones del Gobierno de Estados Unidos al implementar mecanismos de deportación de personas migrantes (eliminación del sistema de citas con autoridades migratorias, el decreto de un «estado de emergencia en la frontera», el regreso de políticas de persecución a las personas migrantes, traslado de las personas en aviones militares y hasta un intento de cambiar una de las enmiendas constitucionales), recordamos que la emigración es un derecho humano. Este derecho se basa en el principio de libertad de movimiento, reconocido en tratados internacionales como la Declaración Universal de los Derechos Humanos (artículo 13). Esto incluye la posibilidad de salir de cualquier país, incluido el propio, y regresar.
Puntos clave a tener en cuenta:
Derecho a buscar mejores condiciones de vida: La migración es una herramienta para escapar de la pobreza, la violencia o la persecución.
Reconocimiento de contextos forzados: Los refugiados y desplazados necesitan protección especial bajo el derecho internacional.
Responsabilidad compartida: Los Estados tienen la obligación de garantizar vías seguras y respetar los derechos de las personas migrantes.
Les compartimos unas palabras de Eduardo Galeano sobre la relación entre emigración y solidaridad, recordándonos que no debemos olvidar estos valores esenciales.
De la crisis migratoria a escenarios y teorías futuras, ¿Coyunturas en perspectiva?
Caryl Alonso Jiménez
Seguramente la anticipación y cálculo de riesgos es el mejor instrumento para escenarios predictivos. En esa línea, Oscar Picardo en su columna publicada en Disruptiva (6.1.2025), reconoce dos escenarios futuros que eventualmente concurrirán en este nuevo orden, y lo hace con ese particular estilo sobrio pero provocativo, El futuro: ¿Cisnes negros o cisnes verdes?
Al parecer más allá de las dinámicas del metaverso en las explanadas de la autopista virtual, ahora intensificadas por las redes sociales, es notable que abonan a la incertidumbre global en una mezcla de verdades a medias y enredos intencionados que generan temores que, seguramente están incidiendo en el comportamiento y sometimiento emocional.
Estoy seguro que Picardo en su nuevo libro (ya en prensas para el 2025), aborda justamente los males contemporáneos del comportamiento emocional. Por cierto, y estoy seguro (aunque no lo dice), revelará cómo los embusteros reúnen variables para posicionar una barata inteligencia al humor negro de la realidad.
Por extraño que parezca, el debate gubernamental, social y los medios nacionales e internacionales destacan previsiones para gigantescos procesos de retorno de la inmigración… y al parecer, dan por sentada la derrota de las negociaciones que deberían constituir la primera estrategia y la preparación de condiciones humanitarias dignas para una emergencia nacional.
Sin embargo, la verdad es que la primera víctima en este nuevo orden son los migrantes, particularmente centroamericanos, que fueron el telón de fondo (entre otros argumentos electorales) para construir esta nueva era que arranca en enero del 2025.
Aunque pareciera que no existe vínculo alguno y pudiera considerarse teorías de la conspiración, resulta que la Portada de Economist, “The World Ahead 2025”, (El mundo en perspectiva 2025), retrata series de presagios que pueden interpretarse posiblemente los desastres climáticos que ahora se viven en el oeste de USA.
Para entender las teorías del cisne negro (Taleb, 2007), que explica acontecimientos inesperados fuera de la lógica normal, y los Cisnes verdes (BIS, 2021), vinculados a la incertidumbre relacionada al cambio climático y sus efectos financieros, y que tienen una extraña relación con lo que está ocurriendo en esa región del oeste de USA.
No cabe duda los acontecimientos extremadamente trágicos y espantosos en los incendios incontrolables que se extienden en el Estado de California, particularmente en la ciudad de los Ángeles, que deja un rastro apocalíptico de las condiciones climáticas que, hacen prever no solamente los efectos devastadores del calentamiento global, sino al parecer la combustión que representa todo aquello que llamamos civilización y confort de consumo… y que tendrán impactos financieros incalculables, que en los casos de la ciudad de los Ángeles, confirma ya una larga y extensa tarea de reconstrucción para recuperar la normalidad.
Al parecer las teorías permiten interpretaciones para comprender aquellos sucesos que, por su dimensión, obligan a crear escenarios y proyecciones técnico-científicos que permiten calcular derroteros del comportamiento social, a partir de la relación de todas aquellas variables y sus vínculos en los contextos de la realidad.
Justamente, y así puede entenderse una de las columnas de León Krauze, en el diario The Washington Post, (9.1.2025), titulada, ¿Quién reconstruirá los Ángeles? Los migrantes, (Who will rebuild Los Ángeles? Inmigrats), y fuera replicado por la Revista Letras Libres en su sección virtual el 10.1.2025.
La pregunta del columnista Krause, por supuesto que no tiene discusión, no solo por la realidad del papel de los migrantes en los últimos 150 años en USA, sino por los datos que comparte del Informe del 2020 del American Inmigration Council, que destaca que el 43% de los trabajadores de la construcción en California son inmigrantes. Y destaca que “de acuerdo con datos de la National Association of Home Builders, el 31 % de los trabajadores de la construcción nacieron fuera de los Estados Unidos. ¿Acaso una coyuntura en perspectiva futura…?
Sin embargo, la crisis está por comenzar y la mejor anticipación será la creación de condiciones institucionales, para una larga emergencia que demandará el llamado al sector económico y público para una acción histórica. Por ahora, la previsión Estatal y el liderazgo institucional tienen una oportunidad que abre las puertas para recuperar confianza, y esta oportunidad, será un marco que construya las bases para una mirada de largo plazo y será el retrato de compromisos histórico…
Hoy es cuando, tal como le cantó una vez Miguel Ángel Asturias a esta Nación, “Hay alguien que ha entrado descubierta la frente y herramienta en la mano, levántate a su encuentro porque tienes derecho de abrazar a tu hijo, de quien hiciste un hombre que hoy viene con el jornal ganado…”, pero, ¿realmente los recibiremos…?
El Centro de Estudios Internacionales mantiene una fórmula en la que propone los recursos académicos y un vínculo con el medio que pretende generar un impacto informativo, esto mediante la transformación como un referente de los estudios internacionales en Iberoamérica, siendo un centro de estudios que convoca al mundo académico, público y privado, en torno a las principales temáticas globales y que a su vez, tiene como finalidad ser un polo que genera diálogos, redes e iniciativas en los estudios internacionales, colaborando con la misión de la Universidad en la producción de conocimiento interdisciplinario de frontera y con impacto en la sociedad.
Por lo que el CEIUC invita a leer el siguiente pdf titulado “Riesgo político – América Latina 2022” que contempla 10 temas de alta importancia a considerar para entender los riesgos y desafíos que afronta la región en materia política. Para ello, contempla tópicos como erosión democrática, cambio climático y escasez hídrica, protestas sociales y violencia, crisis migratoria, economías ilícitas, polarización política, inversión extranjera en caída, auge de China y un calendario electoral de América Latina 2022.
En este análisis se abren debates e interrogantes de carácter primordial para el estudio de la región. En la presentación del libro se plantean los riesgos de la pandemia del Covid-19 y sus afectaciones, que en números, ha dejado un tercio de las muertes que han ocurrido en el hemisferio, se destruyeron más de 20 millones de empleos, los niveles de informalidad laboral se dispararon, la desigualdad aumentó y la pobreza se empinó a cerca de un tercio de Latinoamérica. La pandemia también ha sido una oportunidad para que ciertos gobiernos concentren mayor poder y apliquen indebidamente los estados de excepción. Nuevos autoritarismos emergieron en sociedades impacientes, desconfiadas y fuertemente golpeadas por la emergencia sanitaria.
Le invitamos a descargar el siguiente pdf para leer con detalle el estudio.
Por Memo Acuña (Sociólogo y escritor costarricense)
Los abanicos de piso mueven poco, muy poco, el aire denso y caliente de la tarde hondureña. Tras la imagen plana de la pantalla que todo lo convierte ahora en un zoom interminable, se aprecia un cuarto luminoso, lleno de vida. Es el cuarto de Doña Edith, que lo ha arreglado un poco para participar en el encuentro.
Marvin y yo acompañamos (eso creemos) con algunos ejercicios detonantes a un grupo de mujeres que tienen en común la lucha permanente contra el tiempo. El tiempo, hemos dicho, se compone de pequeños actos como la carrera apresurada del pájaro carpintero por el solar o la muchacha en moto que llega a su casa luego del trabajo o la estampida de polvo tras el alboroto de las gallinas que saltan frenéticas una mañana cualquiera. Eso es tiempo en tres actos y también es poesía.
Marvin es un incansable promotor cultural, Director de uno de los más importantes Festivales de Latinoamerica (El Festival Internacional de Poesía de Quetzaltenango) y un convencido que el arte es una herramienta movilizadora, un pretexto para tocar fibras, llegar a la profundo. Con él, hemos abierto caminos, como la sede en frontera entre México y Guatemala donde hemos leído poesía para personas migrantes en el albergue de Tecún Umán y hemos ofrendado también con la palabra sobre las aguas del interminable Río Suchiate, surco fronterizo entre ambos países.
Es la una y media de la tarde en toda Centroamérica y el calor de octubre se proyecta en la cuadrícula de la pantalla, la vuelve por eso más cálida.
Estas mujeres, al igual que las abuelas de la plaza de mayo, buscan. Solo que lo hacen desde esta región que somos, en esa región que somos. Incansablemente. Desde hace años. Lo hace Dorotea, que busca a su hijo que una vez salió hacia Estados Unidos para nunca más volver. Lo hace Josefina, que recuerda un paraje verde y lleno de paz donde estuvo por última vez con su esposo y sus hijos y la felicidad parecía infinita. No lo ha visto desde entonces.
Las cifras de las personas migrantes centroamericanas desaparecidas son todo menos certezas. Es que la industria migratoria se ha tragado a cientos de miles, los actores del crimen organizado han hecho su parte y los Estados de origen y tránsito, por omisos e incompetentes, se vuelven cómplices de tal barbarie.
Pero no es de estadísticas lo que hablamos esas tardes de calor profundo en las que ni una hoja se mueve. Es de otro tipo de calor: el del recuerdo y la memoria, que deben ser apalabrados. En este punto me doy cuenta que quien nos está enseñando a hacer poesía es doña Sol, que ha dicho algodón en vez de nube y Alejandra ha nombrado arcoíris a un pequeño ron ron de la alegría. Han poetizado el asombro y le han puesto nombres.
Poetizar, que es un acto cotidiano, estético y político en una región como la centroamericana, es justamente sentarse a escuchar las historias de estas mujeres, que apoyadas por la Fundación para la justicia y el estado democrático de derecho, hacen de su búsqueda el motor de su existencia. Las escuchamos con atención. Nos alumbra su luz y su dignidad. Marvin y yo nos damos por satisfechos.
Como último ejercicio del taller solicitamos activar en ellas la memoria para recordar. Una pide la palabra y nos dice: “escribí esto: “en algún lugar de este planeta estás”. Varios aplausos llenan de amarillo algunos recuadros, en cuenta el mío.
Las aspas del abanico siguen moviéndose mientras nos vamos despidiendo en un apagón de pantallas, pero no de energías movilizadas. La única forma de devolver humanidad a esta región es poetizarla en su vida cotidiana. Como lo hizo el poeta guatemalteco Roberto Obregón, desaparecido durante la guerra en aquel país, autor del texto que compartiera Marvin en el taller, como forma de apalabrar la región que somos.
El fuego perdido
esta señal de la aurora la traían en su corazón
Popl Vuh III, cap. VI
No podemos encender la hoguera Mojado está el bosque podridos están los troncos No podemos quebrar los colmillos del frío Arrancar Y recobrar nuestros huesos entumecidos En la humedad en el agua nos ha tocado prender la hoguera En la oscuridad en la noche nosotros somos la región más espesa A oscuras sesionamos bajo la helada Y conferenciamos sobre nuestro qué hacer De cómo allí los muertos continúan jugando un gran papel en la guerra De qué manera se escogen entre todos Quiénes llevarán a la espalda el mayor peso en los ratos de agudo peligro Acérquense los del fuego Los enamorados de la vida nos calentaremos con estos nuestros corazones Hechos leña bajo este rudo temporal Pero contentos.
Previo a que sonaran las alarmas sobre la masiva emigración de niños, el Director de Casa Alianza, José Ruelas, denunció el asesinato de adolescentes por fuerzas paramilitares. Pocos días después, este mismo defensor de los derechos de la niñez y juventud, fue apaleado brutalmente por un grupo de guardas que cuidaban al Secretario de Seguridad. No hemos visto ninguna disculpa por el lado oficial a tal hecho, pero sí amenazas y enjuiciamientos de culpabilidad contra él.
Mientras se gastaban los pocos recursos del Gobierno, por parte de una considerable cantidad de políticos en el poder, incluyendo al Presidente de la República, en más de una semana de diversión “apoyando la selección de fútbol” en el mundial en Brasil, estalló el tema de migración masiva de niños. Dos de los tres gobernantes del triángulo norte de Centro América, el de Guatemala y El Salvador, se reunieron con el Vicepresidente de los Estados Unidos, Joe Biden, en Guatemala. A partir de esta señal de indiferencia, se notó la prioridad del problema que venía acrecentándose desde octubre pasado, sin que despertara mayor preocupación en las autoridades hondureñas. Desde luego, políticamente no convenía mantener en evidencia esa despreocupación, más bien había que sacar provecho de la coyuntura.
El viernes se reunieron los tres presidentes centroamericanos con el Vicepresidente Joe Biden y luego con el Presidente Barak Obama. Los periódicos han publicado lo que expresó Obama pero no lo que negociaron con Biden y con Obama.
En su discurso, Obama aseguró que el pueblo estadounidense y su administración tienen “una gran compasión por estos niños”. Es evidente que la compasión no es para todos los niños del universo, al menos no para los de Palestina, donde el gobierno de Israel ha asesinado en los últimos 20 días a más de cien niños y herido a más de 700, sin contar que una importante cantidad han quedado huérfanos, sin escuela, hospitales, agua, sin templos religiosos y sin vivienda, gracias a la alianza que tiene Israel y EUA contra esa nación. Esperamos que esa compasión por los niños centroamericanos dure siempre, pues no queremos un ejército genocida eliminando a nuestra población civil de manera inmisericorde.
Otra parte del discurso del Presidente Obama confirma que seguirá la deportación de niños acompañados o no. Dijo: “He dejado bien claro que dentro del marco legal y del marco humanitario y de las garantías procesales, los niños y las familias con niños que no tengan motivos, en algún momento serán deportados a sus países de origen”. Desde luego, él se refiere a las leyes de su país nada más, dado que oficialmente no reconoce muchas de las leyes internacionales y otras solamente las sigue a conveniencia propia, por eso es la gran potencia mundial, para hacer y deshacer a capricho de los intereses de sus grandes corporaciones, muchas en control de judíos.
La proporción de estadounidenses nativos es ínfima, los primeros migrantes exterminaron a sus poblaciones indígenas. La poca población nativa vive hacinada en reservas de donde salen a exhibiciones folclóricas para distraer el turismo. Por esto el tema de migración data desde antes de su independencia como nación. Son expertos en el uso y desuso de este recurso humano. Así como hay organizaciones humanitarias y altruistas dispuestas a sacrificios personales y defender los derechos de la niñez. En EUA hay otros grupos dispuestos a sacar provecho de las migraciones para hacer más rentable sus empresas o deportarlos sin compasión alguna. El salario para un latino migrante en estados como Florida es debajo del mínimo, por lo que este migrante debe trabajar dos y hasta tres jornales a manera de poder sobrevivir con alguna decencia y si es indocumentado peor para él y mejor para el empresario local. Lo mismo ocurre en las plantaciones del sur, frontera con México.
En la crisis migratoria actual, se tienen 999 niños en la Base Naval Lackland, de San Antonio, más 706 en el Fuerte Sill de Oklahoma. Esta es una porción menor al total que se han contabilizado a más de 54 mil. Dado que varias instituciones han hablado de procesos judiciales a cada niño, muchos de los padres que viven en EUA y que sus niños aparecen en las listas, han estado recibiendo ofertas de apoyo a procesos falsos con un adelanto de entre US$300 y 6,000. Esto es otro negocio ilícito (estafa), en tiempo record, dentro de los EUA de personas sin ningún escrúpulo. Siendo que estos niños están bajo custodia del Estado, uno se pregunta, cómo salen a conocimiento de terceros las direcciones de sus padres. Sabemos que el FBI está investigando estos extremos y deseamos se descubra el nuevo negocio a costa de nuestra niñez.
En conclusión, la sociedad ha caído en las tinieblas producidas por el neoliberalismo salvaje, donde no existe ética ni moral alguna frente a la posibilidad de hacer negocio hasta de lo más delicado de nuestra sociedad. Nuestra familia y niñez es lo último que puede, si es que cabe alguna filosofía absurda, ser pensada como negocio. No obstante, hay un escandaloso tráfico de humanos, en complicidad de funcionarios públicos, con el único fin de hacer negocio, de enriquecerse, gracias a la pobreza, a la inestabilidad política, al desempleo y a cuanta crisis nos genere este sistema, mismo que alimenta al crimen organizado y el mercado de las drogas.
Ahora solo estamos esperando saber cuánto y cómo será lo que, gracias a nuestra sacrificada niñez, le ingresará a los gobernantes actuales para seguir la corruptela sistemática ya conocida, sin dejar de pensar en ONGs que viven de éste tema, a quienes debemos exigirles cuentas claras. Sabemos de algunas ONGs internacionales que han estado invirtiendo más de un 10% de su presupuesto en administrar fondos destinados a la niñez. ¿Será que esto seguirá así o empeorará?