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Etiqueta: democracia

Movilización Nacional por la Educación Pública y la Agenda Social de Costa Rica

El próximo miércoles 28 de agosto se llevará a cabo una movilización en San José, comenzando a las 8:00 a.m. en el Parque de la Merced y dirigiéndose hacia la Asamblea Legislativa.

Además, el próximo jueves 29 de agosto se llevarán a cabo acciones regionales en todo el país.
El propósito de las movilizaciones del próximo miércoles 28 de agosto y las acciones regionales del jueves 29 de agosto es impulsar un Pacto Nacional por la Educación Pública y una Transformación Tributaria Justa en Costa Rica. Se exige el cumplimiento del 8% constitucional del PIB destinado a la educación pública.

Diversas organizaciones del magisterio, estudiantes y universidades públicas han impulsado un Pacto Nacional por la Educación Pública para enfrentar la grave crisis educativa en Costa Rica. Este proceso, iniciado en junio de 2023, busca garantizar la calidad y gratuidad de la educación pública. El 6 de agosto, se realizó una reunión en la Asociación de Educadores Pensionados (ADEP), donde se acordaron movilizaciones en San José el 28 de agosto y acciones regionales el 29 de agosto, con el objetivo de defender la educación pública y abordar temas críticos como la seguridad social y alimentaria.

APSE Sindicato, por su parte, también hace un llamado a su afiliación activa y jubilada a sumarse a las acciones regionalizadas de lucha en defensa de la educación pública, que se realizarán el jueves 29 de agosto de 2024 en todo el país. Además, invita a estar atentos a los próximos llamados en Defensa de la Educación Pública que se están organizando para continuar con las acciones de lucha.

¡Educación hoy, paz mañana!

Si desea asistir al evento, confirme su asistencia a través del siguiente enlace: Movilización Nacional por la Educación Pública y la Agenda Social de Costa Rica

La democracia del crustáceo y el síndrome Shakira

Manuel Hernández

El Estado Social y Democrático, más allá del Estado Liberal de Derecho, no solo consagra las libertades civiles, sino que, además, reconoce las libertades democráticas y garantiza la realización de los Derechos Fundamentales, particularmente los derechos económicos, sociales, culturales y ambientales.

Aquel modelo de Estado asegura el ejercicio de esos derechos, interviniendo el tejido social y económico, mediante la ejecución de políticas y acciones públicas, con la finalidad de alcanzar la libertad y la igualdad real de las personas, y resolver los conflictos sociales, desde la perspectiva de la solidaridad y la justicia social.

La legitimidad del Estado Democrático se radica en el cumplimiento de esos intereses y valores superiores.

Un Estado que no cumple esas expectativas pierde legitimidad democrática.

La educación, sin duda, constituye un derecho fundamental de cualquier ordenamiento democrático.

Nuestra Constitución Política no se limitó a declarar la gratuidad y obligatoriedad de la educación, costeada por el Estado.

Con el propósito que ese cometido no se convirtiera en una mera declaración poética, la misma Constitución instrumentó un dispositivo tendiente a darle sostenibilidad presupuestaria a la educación pública, a merced de las sucesivas reformas de su artículo 78.

En un primer momento, a finales del siglo pasado (1997), se enmendó esa norma constitucional, asignándose a la educación pública un presupuesto mínimo del 6% del Producto Interno Bruto (PIB).

El legislador constituyente no se conformó con ese porcentaje, y varios años después, en 2011, con el objetivo de fortalecer la educación, volvió a reformar la norma constitucional, incrementando en dos puntos porcentuales la asignación presupuestaria, llevándola a un mínimo del 8% del PIB.

Desafortunadamente, la trascendental reforma ha sido impunemente violentada, año tras año, en virtud de que el legislador presupuestario nunca le ha fijado a la educación ni siquiera el porcentaje mínimo que ordena el precepto constitucional.

Por contrario, principalmente, en los últimos cuatro años, la asignación presupuestaria decrece cada vez más, llegándose a fijar una partida muy por debajo, ya no de la última reforma constitucional, sino del 6% de PIB.

Para el próximo período 2025, se estima que la asignación será todavía más deficitaria, marcando ya un punto de inflexión inasumible.

Este insufrible retroceso de los recursos destinados a la educación pública tiene gravísimas consecuencias en el desarrollo económico, social y humano del país, afectando intensamente la condición de los sectores más vulnerables.

Por desventura, ese retroceso no solo erosiona dicho derecho fundamental, sino que también han corrido la misma suerte, otros derechos fundamentales y libertades democráticas, entre ellos la huelga y la negociación colectiva.

El Estado Social y Democrático se viene trasmutando en la democracia del cangrejo, cuyo proceso regresivo aceleró obscenamente la Regla Fiscal, manifiestamente contraria a la Constitución.

Pero, la democracia del crustáceo ha tenido de compañera de viaje, de la mano, sin la cual no hubiera sido posible que involucionara hasta ese punto de retroceso, la pasividad y hasta la indiferencia de la ciudadanía, como si la bronca no fuera con nosotros, contra nosotros, cuya ciudadanía está siendo disciplinada por un bellaco, “outsider” y esmirriado jaguar.

Una ciudadanía, desde el punto de vista político, que sufre el síndrome Shakira: ciega, sorda y muda.

Antón Chéjov respondiendo un cuestionamiento acerca de la “sociedad fallida”, manifestó que la democracia no se adecua a una sociedad de ignorantes, en la que la mayoría ignorante decide su porvenir.

¿Será qué nos convertimos en una “sociedad fallida?”

La pregunta que me formulo, y quiero compartir con ustedes, es la siguiente: ¿Estaremos aun a tiempo de recuperar la democracia?

Y hasta aquí llego, porque como se lamenta la canción de Shakira: “Se me acaba el argumento y la metodología.”

Zele y la transformación humana a través de la “Mono-pausia”

Zele, uno de los caricaturistas más emblemáticos de Costa Rica, tiene una trayectoria de más de 60 años de carrera artística

Martín Rodríguez Espinoza

El pasado jueves 8 de agosto de 2024, en el Salón de expresidentes de la Asamblea Legislativa, Fernando Zeledón Guzmán, conocido como “Zele”, realizó la presentación de su libro «Mono-pausia», una extraordinaria colección de caricaturas política y social.

Zele, uno de los caricaturistas más emblemáticos de Costa Rica, tiene una trayectoria de más de 60 años de carrera artística, con personajes entrañables, críticos, duros y tiernos que, nos lleva, inevitablemente, a razonar, pensar, sonreír y analizar la realidad social en la que vivimos, como personas individuales, pero también como conjunto social de este país y del mundo.

Gran cantidad de personas se hicieron presentes a esta presentación que contó con los mensajes del periodista Manuel Delgado, quien compartió muchas anécdotas de sus etapas en el Semanario Libertad y Adelante, pero también sobre la sugestiva crítica humorística del trabajo de Zele al desarrollo social de la humanidad, la guerra, la muerte, etc., por su parte Luisa López, se manifestó sobre la influencia de Zeledón, por medio de su prolífico trabajo, sobre los derechos humanos, la conciencia sobre los efectos de la sociedad en el planeta y la vida en este. 

También intervinieron el dibujante Carlos Arroyo y el diputado Johnatan Acuña.

Para cerrar este evento, se realizó una presentación artística con el joven cantautor Roberto Zelaya y del cantautor cubano Reiner Valdés, quienes interpretaron temas musicales que fueron fuertemente aplaudidos por la audiencia.

Mono-Pausia

Es una publicación, de 219 páginas, que se constituye en una síntesis magistral de una trayectoria prolífica del trabajo por la democracia, la sostenibilidad ambiental, de la historia y la arqueología. Es un compendio de su obra de más de seis décadas.

El personaje centra de esta publicación es el mono y la mona, haciendo alusión a la evolución del ser humano. Dividido en tres partes, en la primera el mono se convierte en personaje crítico, reflexivo y satírico sobre su relación con el ser humano. Conforme los chimpancés avanzan en la línea evolutiva, con el surgimiento del homo sapiens, pasa de la prehistoria a la Edad de piedra.

En la segunda parte entra en escena Primitivo Piedra, el personaje cavernícola. Y en la tercera parte el protagonista es el personaje sencillo de Juan Jara.

No contamos más para no “matar” la emoción por adquirir esta obra de Zele que, definitivamente debe formar parte de la biblioteca de todos los hogares. Una obra llena de ilustraciones que, de la risa al análisis, completa una didáctica forma de tomar conciencia sobre el mundo en que vivimos.

Fernando Zeledón Guzmán

Zele nació en Guadalupe, Goicoechea, en 1936, aficionado desde niño al dibujo, lo llevó a tener problemas en el colegio porque “hacía más dibujos que tareas y “rallaba” todos los cuadernos”.

Posteriormente se interesó por la biología, lo que lo llevó a estudiarla, aunque como él mismo dice “al final no llegué a ser biólogo, zoólogo, microbiólogo, ni “monólogo”.

Trabajó, durante 14 años en el Ministerio de Salud, como técnico de laboratorio. Luego se trasladó a un programa de investigación de la universidad de Luisiana en Costa Rica, y colaboró en la Facultad de microbiología de la Universidad de Costa Rica, en la investigación sobre la enfermedad de Chagas, combinando ese trabajo con la publicación de historietas en el Semanario Libertad. Ese fue el momento en que tomó la difícil decisión de dedicarse exclusivamente al dibujo.

En 1980, llevó un Curso Intensivo de Arte en el Instituto de Ciencias Políticas en Moscú. Para ajustar su capacitación a sus necesidades, le hicieron una prueba en el Periódico Cocodrilo y le asignaron un instructor a que se adaptara a su estilo, nada más que el gran artista Kubryniksy, a quien admiraba desde hacía un tiempo.

También llevó clases en el estudio de Abramov, y, aunque solo le quedaba un día libre a la semana, llevó dos materias más en el Instituto de Ciencias Políticas con una especialista que le mostró museos para complementar su instrucción.

Un entrañable amigo y artista cartaginés, Fernando Carballo, que asistió a la presentación del libro, le sustituyó en el Semanario Libertad, mientras él estudiaba, “Me impresionó ver cómo había logrado hacer sus dibujos en caricatura”.

Desde su regreso, le surgió la inquietud sobre, ¿Vivir del dibujo?, dio un paso al frente, no le fue bien al principio, y “Hasta ahora, más o menos, a veces más, a veces menos.”

Sus narraciones gráficas de media y una plana completa, muchos a color, circularon en Libertad, Adelante, Universidad y Pueblo, entre muchas otras publicaciones como folletos, volantes, panfletos, afiches, etc.

Más de su rica historia artística puede ser leída, precisamente en su obra “Mono-Pausia”.

¿Dónde adquirir “Mono-Pausia”?

Para adquirir la obra de Zele, «Mono-Pausia», puedes informarte al número +506 83203516

 

Publicado en la Revista Cultural En Vivo: https://revistaenvivo.com/2024/08/11/zele-y-la-transformacion-humana-a-traves-de-la-mono-pausia/

Sobre el avance del populismo en Costa Rica: disputas en torno la definición del ideal democrático

Lic. Andrey Pineda Sancho

Durante los últimos años, el estilo político de carácter populista ha ganado terreno en Costa Rica. Pese a tener un largo recorrido subterráneo y solapado (en ocasiones más abierto) en la mayor parte de la historia política del país, lo cierto es que este estilo se ha hecho especialmente distinguible en el transcurso de los últimos 10 años. Algunos de sus rasgos, al menos en el plano discursivo, salieron a relucir en la campaña política 2014, cuando las críticas a la hegemonía política y gubernamental del Partido Liberación Nacional se tornaron más vehementes, y otros tantos se hicieron presentes, esta vez con mayor claridad e intensidad, en las campañas políticas 2018 y 2022. En el primero de los casos, a través de candidaturas como las de Juan Diego Castro, quien se destacó por su discurso anti-sistémico y anti-elitista de corte punitivito, y Fabricio Alvarado, quien accedió a la segunda ronda electoral gracias a un discurso religioso-conservador exaltado y polarizante; mientras que en el segundo de ellos, por intermedio del candidato Rodrigo Chaves Robles, exministro de Hacienda y exfuncionario del Banco Mundial que se vendió a sí mismo como un “outsider” de la política con raigambre popular y como un tecnócrata con capacidad resolutiva, y que, gracias en parte a esa imagen, resultó electo presidente de la república para el período 2022-2026.

Con su avance en el país, el estilo y la retórica populista no solamente ha posicionado y afianzado una crítica al sistema político en términos generales, sino que de forma particular también ha instalado una disputa abierta en torno a la definición de la democracia y del ideal democrático. Sus propulsores han criticado los que a su juicio son vicios de la democracia realmente existente en el país y, al mismo tiempo, han propuesto los supuestos remedios para dichos males. Así, ante un régimen que perciben como copado por unas élites políticas corruptas y desprendidas de los intereses de la ciudadanía, proponen una exaltación del “pueblo” confundido con la figura de un líder fuerte con capacidad de identificar y satisfacer las verdaderas necesidades de las personas comunes, y ante un modelo de representación que juzgan demasiado indirecto postulan, como contraparte, formas mucho más directas e inmediatas para el ejercicio de la soberanía popular. Con este discurso, a todas luces polarizante, los representes del populismo criollo mezclan críticas justas a la democracia liberal imperante en Costa Rica, con un programa abocado a minar, en el mediano y el largo plazo, las bases mismas de toda democracia posible, pues con la excusa de devolverle la soberanía al pueblo suelen propiciar, en cambio, la concentración de poder en la figura del líder (esto es muy evidente en el caso de Rodrigo Chaves), lo cual resulta caldo de cultivo para el autoritarismo y la arbitrariedad, y con el pretexto de una democracia más directa propician el socavamiento de la división de poderes, y, con ello, la potencial vulneración de los derechos ciudadanos, de las instituciones democráticas, y la desaparición de los contrapesos al poder Ejecutivo, lo cual, como se sabe, es la antesala de la tiranía. Señalar el peligro que representa el populismo para la democracia costarricense no implica, ni mucho menos, hacer abstracción de las debilidades y contradicciones que históricamente ha acusado la democracia realmente existente en el país, ni debe, bajo ninguna circunstancia, conducirnos a ello. La democracia es, por definición, un proyecto político y de convivencia inagotable, y su concreción es siempre provisional, imperfecta y multiforme; esta es el resultado de disputas, negociones y acuerdos (o incluso imposiciones) de la más diversa índole; y la democracia costarricense, en particular, no escapa de dicho supuesto. En su devenir, es posible identificar, como diría Pierre Rosanvallon, una serie de “promesas incumplidas e ideales maltrechos” que, con cierta periodicidad, casi de manera crónica, han dado justos motivos para despertar insatisfacción y descontento entre la ciudadanía. Especialmente durante los últimos 40 años, la nuestra ha sido una democracia cada vez más reducida a su vertiente procedimental, en la cual no solamente prima un modelo de representación de carácter cuasi oligárquico, sino también en la que sobresalen problemas como la corrupción; la falta eficacia, por parte de los actores políticos, a la hora de reconocer y atender las necesidades de la población (una población ampliamente excluida y marginalizada, cabe agregar); y la ausencia de estímulos que incentiven la implicación de la ciudadanía en la resolución de los retos comunes.

Ante un escenario tal, resulta imperioso explorar y encontrar alternativas que permitan profundizar las formas democráticas en lugar de socavarlas. La crítica a los defectos de las democracias liberales o minimalistas no debe llevarnos a la caer en las trampas que amenazan con traerse abajo los cimientos de toda democracia posible, tal como, en el límite, lo hacen los populismos. En cambio, debemos apostarle a construir una democracia más inclusiva y participativa, en la cual se multipliquen las instituciones, los discursos y las prácticas favorables a la constitución de un ethos democrático compartido, en la que principios éticos como la confianza, la integridad y la franqueza animen el accionar político e institucional, y en la cual se ofrezcan soluciones prácticas y realistas a las necesidades de la ciudadanía.

Compartido con SURCOS por el autor.

Fuente: https://cicde.uned.ac.cr/blog/148-sobre-el-avance-del-populismo-en-costa-rica-disputas-en-torno-la-definicion-del-ideal-democratico

Jaguar y auxilio de cesantía

Freddy Pacheco León

¿Qué pensaría usted sobre un proyecto de ley, de iniciativa popular, en que se pretenda eliminar el derecho de los trabajadores que se pensionan, a recibir «las prestaciones»? Pues, amigos, no solo fue propuesto, sino que, al no avanzar, por razones comprensibles, dicho proyecto fue rescatado, hace poco más de dos años, ¡como gran cosa!, por un dirigente del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC), para que fuese tramitado en la Asamblea Legislativa, como parte de esas “negociaciones” por puestos, de algunos de ese partido con el oficialismo, por lo cual no sería raro verle asomar su cabeza en cualquier momento.

El argumento esbozado por el abogado proponente y su eco en el Congreso es que el auxilio de cesantía, parte fundamental del Código de Trabajo, es un oneroso derecho laboral, que no tiene sentido alguno, pues todo pensionado, desde el momento en que inicia esa etapa de su vida como jubilado, empezará a recibir una pensión mensual; que, por tanto, es un despilfarro de los recursos, que le cuesta mucho a los patrones. Según ambos gestores, el trabajador «Queda totalmente protegido por su pensión, razón por la cual no debe indemnizarse con el auxilio de cesantía«.

Pues bien, para que entendamos un poquito más, lo sucedido con el mamarracho de proyecto de «ley jaguar», presentado por dos vías para ser votado en referéndum, veamos en qué se relaciona, con lo anotado sobre el no pago del auxilio de cesantía.

Resulta que, uno de los malos albañiles, quizá el que fungió como maestro de obras, de ese tambaleante edificio, con nombre de “ley jaguar”, fue también proponente del proyecto que busca cercenar del Código de Trabajo, el derecho a las prestaciones. Ese señor, junto a otros albañiles, un poco menos diestros, presentaron al presidente de la República, lo que éste calificó de obra de arte, como misión cumplida, que era el edificio que buscaba, les habrá dicho.

Y lo aplaudió, pues mientras, por un lado, erosiona las funciones constitucionales de la Contraloría General de la República, ¡que tanto le incomodan!, por otro, le permiten, en su particular estilo, levantar una campaña electoral, con el cuento de la recolección de firmas, y una votación de carácter nacional, financiada con fondos públicos, a favor de una desteñida ministra, con quien confía perpetuarse en el poder, tal vez como “asesor” con puesto de ministro. Estrategia que no solo le permitiría seguir mandando, sino que, muy importante para él, le mantendría su inmunidad ante el medio centenar de causas judiciales que ha acumulado, hasta ahora. De ahí que, sin entender los alcances jurídicos del feo edificio que le presentaron, lo importante era que, según le explicaron los que jugaron de arquitectos, era lo ideal para sus aspiraciones políticas, pues no tenía un plan alternativo.

Por ello, su entusiasmo era evidente, pues, según su limitado entender, la que el día menos pensado, fue bautizada como «ley jaguar» (de paso, nuestro desagravio a tan admirable y silencioso felino, venerado por pueblos aborígenes), era, para él, el pretexto perfecto, para, continuar con sus poses populistas, cien por ciento demagógicas, de denuncias insulsas, con las cuales no solo disimular, lo que sin duda ha sido un improductivo gobierno, dedicado a “cosas raras”, como las que se han denunciado en el Caribe sur, muy relacionadas con su ataque feroz a la Ley Orgánica del Ambiente, sino también, para mantener ocupado a un cardumen de seguidores, que aún le siguen ciegamente.

Por ello, al derrumbarse por inconstitucional tal proyecto de referéndum, son pertinentes unas breves observaciones. ¡Veamos!

Debido a que el mismo es un producto jurídico muy deficiente, desde que naciera a la luz pública, evidenció graves deficiencias en su redacción, por lo cual, la verdad que no fue nada difícil, para juristas y otros ciudadanos estudiosos, diagnosticar sus severas malformaciones. Falencias imposibles de corregir, por haberse iniciado, precipitadamente, sendos procesos de referéndum para la misma “ley jaguar”, por iniciativa ciudadana, y en forma conjunta por los poderes Ejecutivo y Legislativo.

El día del fallo unánime de la Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, lejos de recordarse como un día de “luto nacional”, como dijo una, por cierto, improductiva diputada, dedicada casi exclusivamente a dirigir acciones en la Casa Presidencial, ha de celebrarse, más bien, como una fecha memorable, en defensa de la democracia y la institucionalidad, que, desde el siglo XIX, se ha venido forjando en nuestra querida Patria.

Y es así, pues la sociedad costarricense, lejos de querer abrir portillos a la corrupción y el indebido uso de los recursos públicos, aspira a que se fortalezcan los mecanismos de control, especialmente preventivos, que, a veces parecen ser laxos, por lo cual, la resolución unánime de los magistrados de la Sala IV, en que se reafirman las ya ocurrentes deficiencias, ha de ser bienvenida.

Nuestro pueblo aspira forjar una nación, donde impere la ética en el servicio público, y no puedan suceder, eventuales actos delictivos, tan comunes y costosos en los últimos años, como el sucedido, mediante engaños usando el tema de emergencias, en el aeropuerto Daniel Oduber, en Liberia, que provocara la huida precipitada, hacia Canadá, de un ministro de Estado, no sin dejar tras de sí, una estela de aparente corrupción, que está en investigación.

Deseamos la construcción de un Estado, que facilite y promueva, una mejor calidad de vida para sus habitantes, con mucha menor pobreza y pobreza extrema, con especialísima atención médica para sus Ciudadanos de Oro, donde la educación, en todos sus niveles, sea un pilar fundamental para el ascenso social, donde se respeten los objetivos del desarrollo sostenible, que se han venido forjando desde hace más de medio siglo, donde imperen los principios democráticos, la libertad y la paz. Podemos lograrlo, tenemos la capacidad para ello, pese a ciudadanos díscolos que, temporalmente ocupan puestos de dirección gubernamental, a quienes, inexorablemente, les llegará su momento de partir.

30/7/2024

ANEP felicita al SEC en su 55 aniversario – ¡Larga vida al SEC!

Albino Vargas Barrantes en su condición de secretario general del ANEP, extiende una gran felicitación al Sindicato de Educación Costarricense (SEC) que está cumpliendo 55 años desde su creación en pro del sector educativo costarricense.

Hace referencia a que estas organizaciones tienen coincidencias en cuanto a los desafíos que atraviesa la democracia costarricense, y por tanto se espera que juntos concreten en la acción esas coincidencias.

Por su parte, el secretario general adjunto del ANEP, Walter Quesada Fernández, envía un mensaje de motivación al SEC para que sigan trabajando en defensa de la clase trabajadora y la lucha social. 

¡Felicidades SEC!

¿Está en peligro la democracia?

El Programa radial Saber Vivir y la Organización Interseccional pro Derechos Humanos Costa Rica le invita a escuchar la conversación entre el Lic. Marco Castillo Rojas y Msc. Rodrigo Campos Hernández. El tema es ¿Está en peligro la democracia?

El programa será moderado por la Licda. Gloriana Rodríguez Corrales por medio de Radio 870 AM UCR, el lunes 22 de julio a las 8 am. 

Se transmitirá por Radio 870 AM de la UCR y por las páginas de 870 UCR y de la Organización Interseccional pro Derechos Humanos.

Se les invita a participar por WhatsApp contactando al 8694 1745. 

La Persona del Banderín

Dr. Óscar Aguilar Bulgarelli

Recuerdo cuando a principios de los años 70 Don Rodrigo Carazo, con el apoyo de jóvenes profesionales, intelectuales y estudiantes, pequeños empresarios y campesinos, organizaba el Partido Renovación Democrática. Nos decía entonces, que en una sociedad con un vacío de poder o sin una oposición organizada frente a los desmanes de los gobernantes, era igual que estar en las plazas de Disney Word, donde uno ve a un conjunto de personas que por un lado comen un helado, un hotdog o simplemente están sentados o de pie, a la espera de algo.

De pronto aparece una persona con un banderín en alto y muchos corren a seguirlo; así una sociedad con ese vacío de poder también espera que surja la persona elevando el banderín.

En Costa Rica, desde hace varios años hemos caído, poco a poco, en ese vacío; pero nunca como en el 2022. Nada menos que 25 mini partidos aspiraban con sus candidatos a sustituir al peor presidente que habíamos tenido… hasta ese momento. Unos con candidatos gastados, otros desconocidos y la mayoría sin verdaderos planteamientos políticos, pretendían el banderín.

Así un grupo minoritario, haciendo caso a voces engañosas que llamaban a seguir a un personaje desconocido al que parecía le entregaban el banderín, lo convirtieron en el presidente de este terruño. Sus seguidores, en alto porcentaje, todavía lo siguen sin tomar conciencia de que, aquella persona, más que un banderín lo que tenía y soplaba era la flauta mágica del famoso cuento, y lo siguieron y muchos lo siguen embelesados por el camino hacia el abismo en que destruirán la democracia que nos queda.

En el 2022 los costarricenses se equivocaron, unos siguieron al flautista, pero la mayoría siguen esperando que aparezca una persona, un líder, un movimiento ciudadano con credibilidad, que recoja los banderines que hoy están tirados por todas partes y que, con él, con seriedad y patriotismo, se reconstruya nuestra democracia.

No es un asunto de ideologías, intereses o egoísmos, hoy no se vale enarbolar diferencias y ambiciones personales o partidarias para dividir, lo único válido es convertirse en la persona que enarbole no el banderín del partido, sino el Pabellón de la Patria ante el vacío de poder de una oposición casi inexistente y un gobierno cuyo principal objetivo es convertir nuestra democracia en la autocracia chavista a través del populismo, la posverdad y lo más grave: la creación de odios entre los costarricenses.

Reflexiones lluviosas: ¿Quo vadis, Patria? ¿Adónde vas Patria?

Por Jiddu Rojas Jiménez

Confundir, manipular, distraer y dividir… para reinar. Ésta es la divisa secreta, pero eficiente, de este Gobierno.

1) Para algunos Patria es una «mala palabra». Algo cargado de chovinismo, un pretexto para excluir y odiar. Para el Suscrito, junto a José Martí (1853-1895), «Patria es Humanidad«. Es «Matria«, y no un desfile militar. Un tiempo- espacio fabricado y aceptado, que constituye nexos e identidades construidas, o sea la particularidad de lo universal-concreto de lo humano. Y un refugio necesario, aunque asimétrico, frente al Tsunami de la Globalización inclemente, propia del Estado-Nación (o Plurinacional), al idilio reaccionario y retardatario Neoconservador. Estas categorías políticas habrán de ser «reapropiadas» y «resemantizadas». Habrá que renovarlas desde un nuevo Antimperialismo urgente, desde «Nuestra América» (J. Martí), desde nuestra resistencia posible y democrática, y desde la articulación de nuestras justas luchas populares. Patria socialmente incluyente y cargada racionalmente de Amor al Prójimo, y de Justicia Social. Una Patria cuya construcción se regule por los ideales republicanos de Libertad e Igualdad.

2) Dicho y confesado lo anterior: O sea que no se le debe regalar la categoría política de «Patria», ni de «Pueblo», a la demagogia de la Extrema Derecha Populista, me pregunto: ¿Habrá algo más triste que ver a la gente humilde, a la gente trabajadora, a gente decente y honesta, a gente pobre, a Empleados Públicos incluso, apoyar de forma casi inconsciente a un Gobierno mentiroso, matón, demagogo; evidentemente incapaz, y que sólo quiere tomar partido de la crisis, y destruir nuestras conquistas sociales históricas? A ellos dedico, sin muchas pretensiones y sin querer sonar condescendiente, estas reflexiones tan lluviosas, y este modesto y amoroso reclamo cívico.

3) Después de dos años y medio de gestión improvisada, qué encontramos: ¿Un Gobierno que finalmente, sólo quiere vender nuestro patrimonio público y nacional a precio irrisorio? ¡Un Gobierno autoritario, pero sin brújula, inútil, en plena crisis, y qué sólo quiere finalmente terminar de destruir y privatizar, al Estado Social de Derecho, para pagarle a sus financistas de Campaña! ¿Hay alguna duda racional al respecto? ¿Pero cómo lo logró saliendo impune? ¿Tanta mentira, tanta manipulación, tanto odio, puede ser sembrado y cosechado en tan poco tiempo? ¿Tanto resentimiento dejó el pasado Bipartidismo Neoliberal? ¿O acaso fue la decepción con el último Gobierno PAC (bastante Neoliberal) de Carlos Alvarado? ¿Será la manipulación electoral de los prejuicios contra la población sexualmente diversa? ¿Será lo que algunos llaman con cierta sorna o cierto delirio, «Ingeniería social”?

4) A manera de Excursus:

Ser “Progresista” no sólo es apoyar, nominalmente, los justos Derechos Humanos de la Población Sexualmente Diversa, implica un compromiso económico y político con las clases populares. Al menos se derrotó así, a los Fundamentalistas Protestantes y a la extrema Derecha del momento. Por la misma razón es predecible la próxima alianza electoral entre los Fundamentalistas y los Populistas de Derecha, y los grupos más Ultra- Neoliberales. Así lo han hecho en el resto del Mundo y así quieren hacerlo en Costa Rica.

A contrario sensu: El centro político, el centro-izquierda, las izquierdas democráticas, y los demócratas en general (cómo hizo Francia), deben aprender a construir alianzas programáticas, y agendas de consenso en torno al Estado Social de Derecho. La izquierda electoral costarricense, en particular, deberá hacer también autocrítica y bajar a las bases y comunidades empobrecidas. (El triunfo lectoral arrasador de una alternativa progresista en el Cantón Central de San José en las Elecciones Municipales es muy significativa.)

5) ¿A qué tanta aparente impericia de los viejos sectores hegemónicos en Costa Rica? ¿No hay más oposición real, que no sea la de algunos jóvenes, en la Asamblea Legislativa? ¿O todo este caos social es sólo un dramático efecto patológico colectivo posterior a la Pandemia? Una especie de detonante atómico del Tánatos colectivo, nacional y global. Es como vivir en una pesadilla dentro de un Capítulo de «Psicología de masas del Fascismo», (Editorial Ayuso, 1972), texto clásico de Wilhelm Reich. ¿Acaso dividiéndose más nuestra sociedad, y proyectando nuestros prejuicios, temores y odios, salvaremos al país? ¿Cuál es la base colectiva libidinal del Autoritarismo? (Herbert Marcuse, dixit.)

6) ¿Qué pasará con nuestras empresas públicas estratégicas? ¿Botar al Niño junto al agua sucia? ¿No hemos aprendido nada del fracaso global del modelo económico Neoliberal? ¿Qué clase de Ciudadanía tenemos? ¿Estamos tan envilecidos como sociedad? ¿Hay un punto de no retorno cultural? ¿A qué siniestros intereses sirve esta Subjetividad social monstruosa y caníbal? ¿Hasta dónde el «Capitalismo Salvaje» penetró y destruyó nuestro tejido social? ¿Podemos deshumanizarnos aún más?

7) ¿Qué ha pasado con nuestra reserva moral como República? ¿Qué interpela realmente a nuestros jóvenes sin esperanza, ni futuro, ni certezas? ¿Qué moviliza a nuestro pueblo para que deje su letargo político? ¿Para que salga de su consciencia «cosificada» del «en sí», y sueñe otra vez, con ser proyecto inclusivo, y desarrolle la potencia liberadora de su consciencia «para sí»? ¿Cómo construir y ofrecer «Esperanza Ontológica» (Bloch)? ¿Cómo volver a pensar la «Utopía- Concreta» desde el «Pueblo Político» (H. Gallardo)? ¿Qué hacer además de quejarnos y buscar un diagnóstico común? ¿Cómo pasar de la catarsis a una lúcida Praxis? ¿Qué hacer?

8) ¿No nos basta acaso con ver en las noticias diarias a las decenas de jóvenes asesinados y a la Inseguridad Ciudadana cotidiana? ¿Qué más falta? ¿Qué nos declaren un Narco- Estado fallido? ¿Qué nos invadan y ocupen militarmente? ¿Ése es el plan geopolítico? ¿Darle la razón última a William Walker? ¿Por qué quitarle financiamiento a la lucha policial contra el Narco? Peor aún, ¿por qué el Presidente hace apología pública desde la indolencia, para normalizar la brutal violencia criminal y los asesinatos de jóvenes en las costas y zonas urbanas de alto riesgo social? (Precisamente en los lugares más deprimidos económicamente.)

9) ¿No les basta observar y comprobar la evidente e insultante Desigualdad Social? El Coeficiente Gini no miente. ¿Cómo no va a incrementarse la criminalidad con décadas de abandono social? ¿Qué va a pasar con nuestros Parques Nacionales y con nuestros recursos naturales? ¿Es viable una Democracia así? ¿Por qué parece no ser evidente a todos que el desmantelar más el Estado Social de Derecho, sólo nos hará más pobres a las grandes mayorías? ¿Hasta cuándo tocaremos fondo como sociedad?

10) ¿Por qué no hay una reserva moral ciudadana que se manifieste contra la destrucción autoritaria de nuestro Estado Social y Democrático de Derecho? ¿Qué pasó con los cientos de miles de ciudadanos que salieron a defendernos contra la Privatización del llamado «Combo» del ICE? ¿Qué pasó con los Comités Patrióticos contra el cipayo TLC? ¿Y los miles que protestaron contra un Plan Fiscal que para muchos era regresivo (incluido el Suscrito) y la Ley Marco de Empelo Público? ¿Dónde están nuestros prometidos carros Mercedes-Benz y nuestros vehículos BMW y su falsa prosperidad? (Luego se quejan de las amenazas contra la democracia, pero no hay democracia con miseria y desigualdad.) ¿Y quién se acuerda de nuestra Soberanía? ¿Le estorba la Democracia a la Gentrificación y a la Privatización?

11) ¿Desencanto democrático? Tal vez nunca fuimos, una «democracia perfecta», porque eso no existe. Somos (aún) una «Democracia Liberal» pero con un techo político clasista: Sin embargo, ¿eso es mucho mejor que la especie de Autocracia de Derecha Neoliberal anunciada o no? ¿Realmente las clases dominantes costarricenses apostarán a esta aventura autoritaria y antidemocrática «Populista»? ¿Qué pasó con las capas medias ilustradas que salían a votar contra el Fundamentalismo Protestante y su agenda intolerante y Neoconservadora? ¿Qué pasó con los Empleados Públicos y con sus vigorosos Sindicatos? ¿Y qué pasó con los Docentes y sus gremios antes tan combativos?

12) Quo vadis, Mater? ¿Adónde vas Madre [Patria]? Costa Rica, ¿qué nos pasó? ¿Cómo terminamos así? No estamos solos en esta tragedia global, el Presidente Petro de Colombia, le llama por su nombre en un discurso público: “El Fascismo está ascendiendo en el Mundo. Y hay que llamarlo como es. Son los Nazis que vuelven al poder, que se vienen a vengar… Claro, en su versión light en Costa Rica, después de Don León Cortés (1882-1946). ¿Ha fallado nuestra democracia? Económicamente en las últimas décadas de gobiernos neoliberales, muy posiblemente. ¿Falta de Legitimidad republicana? (Obvio.) ¿Excesos burocráticos? (Todos hemos vivido nuestra propia pesadilla kafkiana en nuestra Administración Pública. Y los Empresarios ticos no son la excepción.) ¿Sumemos el torrente de abusos y escándalos públicos? ¿La obvia corrupción pública? Claro, esto último es innegable. ¿Los medios? Obviamente esto ha sido explotado por los publicistas e ideólogos baratos del Neoliberalismo económico, y sus medios (los viejos y los nuevos). ¿Es acaso, la temida Posverdad y su moda?

13) Pero ¿qué más corrupto que la anunciada privatización de nuestra institucionalidad pública? ¿Dónde ha existido privatización sin corrupción? Razonemos: ¿Si hay corrupción pública, con controles administrativos y frenos y contrapesos, sin los mismos, sólo no habrá más solamente? ¿Es tan difícil entender esto? ¿Por qué el justo descontento general no se canaliza racionalmente? ¿Por qué algunos juristas costarricenses con cierto prestigio profesional se prestan para esta afrenta contra el básico sistema liberal de “Frenos y Contrapesos” (Check and Balance)?

14) ¿No les basta con la agudización crisis del Apagón Educativo, de la Salud Pública, del Sector Agro, de las PYMES, del Empleo precario, de los bajos salarios, del alto Costo de la Vida? ¿Qué más se necesita? ¿El monopolio privado de Riteve sustituido a dedo por el de Dekra? ¿O la cacareada «Ruta del Arroz«? Que no fue sino el pretexto para la importación de arroz extranjero sin aranceles, quebrando a los productores nacionales, sus encadenamientos productivos, y la destrucción de la posibilidad de una Soberanía Alimentaria ¿La extraviada «Ruta de la Educación«? ¿La destrucción del Sector Cultura? ¿Las amenazas institucionales contra el ICE otra vez? ¿La Deuda de la Administración Central a la CCSS nunca honrada?

15) ¿Por qué grandes masas empobrecidas todavía siguen apoyando a este Gobierno? ¿Por qué apoyarían este aparentemente un ridículo autodenominado «Plan Jaguar«?

Un Plan que sólo debilita los controles de la Contraloría de la República, y promueve las próximas privatizaciones entre otras bellezas. Además, apoyan este proyecto, sin siquiera leerlo, o hacer un mínimo esfuerzo por entenderlo o debatirlo con racionalidad y respeto. ¿Cómo puede funcionar una República así? ¿Qué futuro tiene nuestra imperfecta y necesaria democracia? Avisados estamos.

Gracias, MA. Jiddu Rojas.

Hay un matón (bully) en Zapote

Gerardo Hernández Naranjo 

Matón, según Real Academia Española:  “Persona jactanciosa y pendenciera que procura intimidar a los demás”.   Algunos Sinónimos:  “bravucón, camorrista, pendenciero”.

Características del que ejerce el matonismo, según la Confederación de Adolescencia y Juventud para Iberoamérica y el Caribe (CODAJIC):

“Los agresores o bullies son físicamente más fuertes que sus pares, dominantes, impulsivos, no siguen reglas, tienen baja tolerancia a la frustración, son desafiantes ante la autoridad, poseen buena autoestima, tienen actitud positiva hacia la violencia, no empatizan con el dolor de la víctima, ni se arrepienten de sus actos.”

“Como consecuencia de su conducta, adquieren un patrón para relacionarse con sus pares, consiguiendo sus objetivos con éxito, aumentando su estatus dentro del grupo que los refuerza”

“Dentro del universo de esta problemática compleja, el bullying no puede verse como un problema entre dos personas, sino como un trípode, en donde el tercer elemento son los espectadores o testigos, y no se limita a quienes presencian directamente el episodio, usualmente otros estudiantes, profesores o administrativos, sino que involucra a toda una comunidad y sus valores. Los testigos son quienes dan poder al intimidador” (Fuente:CODAJIC, Hay un matón en mi clase https://codajic.org/hay-un-maton-en-mi-clase/)

De la cita anterior resalto “Los testigos son quienes dan poder al intimidador”. Y que el matonismo “involucra a toda una comunidad y sus valores”.

En la comunidad llamada Costa Rica,  todas y todos sufrimos la afección del  bullying político, no iniciado pero sí ejercido magistralmente por el actual inquilino de Zapote, que ya ha causado mucho daño a la convivencia democrática, a instituciones beneméritas como la CCSS, a valores y expresiones concretas de nuestro Estado Social de Derechos.

Ha iniciado la cuenta regresiva del actual gobierno, pero eso no es buena noticia cuando se tiene a un matón como Presidente.

Probablemente, por su intolerancia a la frustración, tengamos que ver sus mayores desplantes de violencia y daño. Tenemos un gobierno débil en cuanto a su capacidad de gestión y negociación, pero no inofensivo en cuanto su tendencia a intimidar, golpear y destruir.

El matón no se irá con disculpas y reparaciones. Se despedirá tirando patadas y manotazos, incitando a sus seguidores y gritando que él ha sido la víctima.

Pero la intensidad del daño no dependerá solo del matón. Dependerá sobre todo de lo que hagamos las fuerzas democráticas, desde nuestra diversidad ideológica y programática, por defender aquello en lo que coincidamos y queramos reforzar de nuestra democracia y de nuestra sociedad. Dependerá de que no seamos solo testigos de cómo el matón maltrata a Costa Rica.