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Etiqueta: derechos de las mujeres

Segundo encuentro nacional de la Red de Mujeres Costeras y Rurales de Costa Rica

La Red de Mujeres Costeras y Rurales de Costa Rica se están preparando para celebrar su segundo encuentro nacional, el sábado 6 de septiembre de 2025 a las 10:00 a.m. hora Costa Rica, modalidad virtual, vía zoom.

Se hace un llamado a todas las organizaciones y mujeres lideresas que forman parte de esta Red a sumarse a este momento de articulación, fuerza colectiva y lucha compartida.

Alternativas presenta: La escritura desde lo femenino, la maternidad y la crítica social

El programa ALTERNATIVAS, desarrollado por el Colectivo Reflexión-Acción, presentará este 1º de agosto de 2025 una edición especial en vivo titulada «La escritura desde lo femenino, la maternidad y la crítica social». El evento contará con un panel diverso de personas invitadas que abordan la creación literaria desde perspectivas sociales, de género y vivenciales, especialmente en relación con la maternidad, los derechos humanos y la crítica cultural.

Panel de invitados:

  • Yolanda Bertozzi: Abogada, escritora y activista por los derechos humanos de las mujeres.
  • Tony Cordero: Bachiller en Filosofía con énfasis en Artes y Letras por la UNA.
  • Adriano Corrales Arias: Reconocido escritor costarricense.
  • Andrea Meneses Rojas: Socióloga con posgrado en Políticas Públicas y autora del libro Autoficción sobre maternidad.
  • Maricela Pleités: Escritora salvadoreña, autora del libro 7 Ángeles y Fábulas y Cuentos para Subsistir.

Fecha: 1 de agosto de 2025
Hora: 18:00 horas (UTC -6)

Transmisión en vivo por:

Además, será retransmitido por emisoras amigas como Guanacaste 106.1 FM, Radio Soberanía, Radio Revolución, y 506 Ondas Alajuelita Radio.

Las guanacastecas se respetan – comunicado oficial

Denuncia pública

La Asociación Alza tu Voz, conformada por mujeres feministas de Guanacaste, denuncia y repudia de manera firme y categórica las palabras y el actuar del presidente de la República, quien realizó comentarios de carácter lascivo y denigrante hacia una niña durante su visita a la provincia.

Lo ocurrido constituye violencia simbólica y abuso de poder. No se trata de un «comentario fuera de lugar», sino de una manifestación clara de machismo que cosifica y sexualiza a una menor de edad, reforzando la cultura de la violación y normalizando la violencia contra las niñas y adolescentes.

Es inaceptable que quien ostenta la investidura presidencial utilice su posición para emitir expresiones que atentan contra la dignidad y los derechos humanos de las niñas. Este hecho es grave, reprochable y contrario a los principios democráticos, de igualdad y respeto que deben guiar a las máximas autoridades del país.

Exigimos de forma inmediata:

  • Disculpas públicas claras y sin justificaciones.
  • Asumir responsabilidades políticas y sociales por sus palabras.
  • Que las instituciones del Estado se pronuncien y actúen de manera firme ante actos de violencia simbólica contra las niñas.

La Asociación Alza tu Voz reafirma que las niñas no se prestan, no se devuelven, no son mercancía ni objetos de burla. Las niñas y adolescentes de Guanacaste tienen derechos y merecen respeto absoluto.

El poder no otorga permiso para violentar.

Costa Rica no puede normalizar conductas abusivas desde la presidencia.

ASOCIACIÓN ALZA TU VOZ
MUJERES FEMINISTAS DE GUANACASTE
25 DE JULIO DE 2025

Las mujeres no están solas: llamamos a la alianza institucional

Enid Cruz Ramírez

En estos días, muchas organizaciones de mujeres, colectivos feministas y comunidades a lo largo del país estamos alzando la voz contra el proyecto de ley que pretende imponer jornadas laborales de 12 horas durante cuatro días (la llamada jornada 4×3), sin pago de horas extra y con impactos graves en la salud, la vida cotidiana y los derechos adquiridos por las personas trabajadoras, especialmente las mujeres.

Que la institucionalidad camine con nosotras

En Costa Rica, durante décadas se ha levantado un entramado institucional robusto en materia de igualdad y equidad de género: comisiones de género en instituciones públicas, redes interinstitucionales de atención y prevención a la violencia contra las mujeres, políticas públicas específicas como el Plan Nacional de Atención y Prevención de la Violencia (PLANOVI), Comisiones Municipales de la Mujer, y una Comisión Permanente de la Mujer en la Asamblea Legislativa.

Todas estas instancias existen, en teoría, para garantizar los derechos de las mujeres, prevenir las violencias estructurales y promover condiciones de vida dignas y equitativas.

Sin embargo, ante el actual debate sobre la propuesta legislativa para instaurar la jornada 4×3, una medida que implica trabajar 12 horas diarias durante cuatro días, sin reconocimiento de horas extra y con efectos negativos en la salud, la vida familiar, el tiempo de cuidado y la calidad de vida, el silencio institucional es ensordecedor.

El país ha invertido recursos humanos, económicos y políticos para crear un marco institucional que vele por la igualdad sustantiva. Pero la institucionalidad no puede ser solo ornamental ni técnica. Debe ser política. Debe alzar la voz cuando los derechos de las mujeres se ven amenazados por reformas regresivas que profundizan las desigualdades de género.

Cuando las mujeres luchan, las instituciones deben responder

Hoy no escribo solamente para denunciar la ausencia, sino para invitar a actuar. Este no es un llamado solo a la ministra o al INAMU, sino a todas las personas e instancias que alguna vez se han declarado aliadas de los derechos de las mujeres.

Es hora de pasar del discurso a la acción. De entender que la defensa de nuestros derechos no puede depender únicamente de las organizaciones sociales o del activismo de base: debe ser una responsabilidad compartida entre quienes habitamos las comunidades y quienes ocupan espacios institucionales.

La jornada 4×3 no es solo una propuesta técnica o económica. Es una amenaza que profundiza

desigualdades estructurales y precariza la vida, sobre todo de quienes históricamente han sostenido el país desde los márgenes: mujeres rurales, trabajadoras del sector informal, cuidadoras, migrantes, madres solas.

Si no logramos que el Estado escuche a estas voces, si no logramos que la institucionalidad responda, entonces estaremos fallando colectivamente.

Que el entramado institucional no le falle a las mujeres

Hoy hacemos un llamado firme y fraterno: necesitamos que cada comisión, cada red, cada oficina de género, cada voz con poder dentro del Estado se coloque del lado correcto de la historia. Que se sumen a esta defensa legítima, no desde la formalidad, sino desde la convicción.

Porque cuando los derechos de las mujeres están en riesgo, el silencio no es neutral: es cómplice.

Lo personal es político, y el trabajo también lo es.

¿Dónde está la voz del INAMU ante el proyecto de jornadas 4×3?

Por Enid Cruz Ramírez
Trabajadora social, activista por los derechos de las mujeres

En medio de una discusión nacional crucial sobre el futuro de las condiciones laborales en Costa Rica, llama profundamente la atención el silencio de la actual ministra de la Condición de la Mujer, Cindy Quesada Hernández y la presidenta ejecutiva del INAMU Yerlyn Zúñiga Céspedes, respecto al proyecto de ley que busca implementar la jornada laboral 4×3, es decir, 12 horas diarias durante cuatro días consecutivos, sin pago de horas extra.

El debate no es menor. Las implicaciones de este proyecto van mucho más allá de lo laboral: afectan la vida cotidiana, los derechos sociales, los tiempos de cuidado, el acceso a la educación y la salud integral de miles de personas, en especial de mujeres que viven en condiciones de desigualdad estructural, madres solas, mujeres trabajadoras informales, jefas de hogar, cuidadoras no remuneradas y mujeres de zonas rurales.

Desde una perspectiva interseccional, resulta urgente señalar que las condiciones laborales injustas no se distribuyen por igual: sus impactos se intensifican en las mujeres atravesadas por múltiples opresiones; género, clase, territorio, raza, edad, condición migratoria o discapacidad.

¿Qué ha dicho el INAMU?

El Foro Nacional de Mujeres del INAMU, instancia participativa y consultiva, sí se ha pronunciado en contra de la jornada 4×3. Sus argumentos son consistentes y reflejan una lectura feminista de las desigualdades sociales:

  • Afecta desproporcionadamente a las mujeres que realizan trabajo de cuido no remunerado.
  • Reduce el tiempo disponible para educación, participación social, autocuidado y vida familiar.
  • Viola derechos constitucionales relacionados con la salud, la protección a la familia y el trabajo digno.
  • Contraviene convenios internacionales que protegen a las personas trabajadoras, como los de la OIT.

Sin embargo, las actuales jerarcas del INAMU, no han emitido una postura clara y pública sobre el tema. Esta ausencia de voz institucional desde el INAMU genera confusión, resta legitimidad a la labor del Instituto y profundiza el desencanto social frente a la aparente desconexión entre las instituciones públicas y las realidades urgentes de las mujeres trabajadoras.

¿Por qué importa su postura?

El INAMU no es un actor cualquiera. Como ente rector en materia de igualdad de género, su papel es incidir en las políticas públicas para garantizar los derechos de todas las mujeres, particularmente las más vulnerabilizadas. En un contexto como el actual, donde la violencia patriarcal se expresa no solo en el ámbito doméstico, sino también en el mercado laboral, guardar silencio es políticamente grave.

La falta de posicionamiento ante una medida que representa un retroceso en materia de derechos laborales y justicia social es una forma de violencia institucional por omisión. El silencio no es neutral; es una forma de consentimiento pasivo ante políticas que reproducen la desigualdad.

¿A qué responde este vacío institucional? ¿Presiones políticas? ¿Falta de voluntad? ¿Un enfoque tecnocrático desconectado de la vida real de las mujeres?

Lo que está en juego

La eventual aprobación de la jornada 4×3 no es solo un tema técnico. Es una disputa ideológica sobre el tipo de país que queremos construir: uno que reconozca el valor del tiempo de vida, del descanso, del cuido, de la corresponsabilidad, o uno que normalice la explotación laboral como sinónimo de “eficiencia”.

Sabemos que las mujeres ya viven jornadas dobles y triples. ¿Cómo se supone que vamos a sostener familias, educarnos, cuidar, participar social y políticamente, si el Estado legaliza turnos de 12 horas sin pago adicional?

Urgimos una voz clara y comprometida

En tiempos donde lo estructural golpea la vida cotidiana de las mujeres, el silencio institucional es inaceptable. Se requiere con urgencia que la jerarca del INAMU, así como el propio gobierno, se posicionen de forma clara, crítica y con enfoque de derechos humanos y justicia de género ante este proyecto.

El cuido no puede seguir siendo invisible. El tiempo no es una mercancía. Y los derechos laborales no se pueden negociar como si fueran privilegios.

Costa Rica necesita un INAMU activo, no decorativo. Necesitamos una institucionalidad que se atreva a alzar la voz, aunque incomode.

Lo personal es político, y el trabajo también lo es.
#JornadaDigna #TiempoParaLaVida #4x3NoVa #INAMUHable

Alianza de Resistencia por la Vida de las Mujeres convoca para el 1º de mayo

Comunicado

Les compartimos el formulario de participación a la movilización del 1 de mayo, esto porque queremos conformar una columna convocada desde la Alianza de Resistencia por la Vida de las Mujeres.

También dentro del formulario pueden añadir los logos de sus organizaciones para acuerpar la convocatoria y realizar una publicación en redes sociales:

https://forms.gle/m5WppYuqgMx1JoXb9

Marzo o las narrativas de la ira

Por Memo Acuña
Sociólogo y escritor costarricense

¿Cómo se organiza la ira colectiva y la cancelación? ¿Cómo se prepara un linchamiento virtual? ¿Cómo se desautoriza un movimiento de reivindicación por los derechos de las mujeres?

Acuda usted a hacer un ejercicio tan solo de observación (no participante si quiere) a las redes sociales y sus entuertos en lo que llevamos del mes.

A nadie le importan ya las más de 10 mujeres asesinadas en 2025 en Costa Rica. Nadie parece escandalizarse por esas cifras, que año con año aumentan y no se detienen.

Alguien preguntó, con intención malsana diría yo, ¿por qué no se habla de las muertes de hombres a manos de mujeres?

Porque a pesar de lo grave que resulta un solo asesinato, no es todavía un problema de salud pública como si lo son los femicidios, explicados por siglos de una matriz desigual y aniquiladora que no cede. Esta fue la respuesta que recibió la pregunta malintencionada.

La cultura de la cancelación y ahora el linchamiento, resulta un ejercicio interesante para analizar el fondo sociocultural en una sociedad como la costarricense.

La joven, que fue declarada primero desparecida y luego hallada con un hombre bastante mayor que ella, ha sido colocada en el centro de un debate sin pies ni cabeza, que solo explica la existencia de una base cultural bien arraigada en la psique nacional, en la que conservadurismos, adulto-centrismos y una moral religiosa fuerte, inciden en los juicios de valor emitidos al calor de una tecla o una pantalla.

No hemos aprendido gran cosa en estos temas. Pero si el linchamiento vociferante y la cancelación absoluta.

Eso sí.

El 8 de marzo pasado se reeditó la marcha que año con año despierta los más enconados comentarios: “que no son las formas”, “que las paredes no se rayan” “que el apoyo que las mujeres quieren no se gana de esa manera”.

Comentarios así niegan el significado de esta conmemoración de forma absoluta. Se invisibiliza la razón histórica que justifica el desarrollo de esta actividad. De más está decir que se conmemora, no se celebra, las reivindicaciones en materia de derechos para las mujeres, que a nivel global continúan pendientes. Mucho más en Costa Rica.

Una marcha así no debe ser justificada ni explicada, en un país que desata su ira contra las mujeres que la organizan o contra la joven que por dicha apareció viva y no corrió la suerte de las más de 10 mujeres asesinadas por sus parejas en lo que llevamos de este 2025.

Un país así debería pagarse a ver. Para sanarse. Recuperarse. Ser ese referente de paz y de derechos que siempre ha dicho ser. Cambiar su ira por la comprensión de lo que le falta para llegar a abrigar la equidad como política y bandera.

A eso debería aspirar.

8M Nuestras luchas

Macarena Barahona Riera

Teniendo por mejor en mis verdades consumir vanidades de la vida que consumir la vida en vanidades” Juana Inés de la Cruz

La huelga de trabajadoras de Nueva York en 1857 por mejores condiciones de trabajo, por disminuir la jornada laboral en la fábrica Cotton y donde mueren 129 mujeres, por un incendio provocado, del cual no pudieron escapar.

El tributo a ellas y la memoria de más de siglo y medio de luchas de las mujeres por mejorar la vida en toda sus dimensiones, fue el inicio levantado en su momento por Alexandra Kolontai en la Rusia revolucionaria, por Rosa Luxemburgo en la Internacional Socialista / víctima también de la violencia patriarcal fascista/, y es desde el año de 1975 que la Asamblea de las Naciones Unidas decide incluir esta fecha en las conmemoraciones mundiales.

Celebremos estos 50 años de Conmemoraciones del 8M, que ha ido creciendo en todo el mundo.

Revisemos su significado histórico y político, y a la vez, construyamos el reconocimiento mundial a las mujeres que pertenecen a la clase trabajadora, a las campesinas, las operarias, las burócratas, las de los diferentes gremios profesionales, técnicos, las asalariadas, a las mujeres migrantes que sobreviven a las guerras y a los desastres naturales y políticos.

Hace 168 años que estas mujeres, probablemente migrantes europeas (Nueva York es fundado por migrantes) pobres, valientes, como son las mujeres cuando emigran, ellas se organizan, ellas deciden luchar, se defienden de la voracidad del capitalismo, se reconocen portadoras y creadoras de riqueza, se dignifican ante nuestro presente donde las mujeres no se perciben a sí mismas como creadoras de capital, generadoras de la riqueza que nuestra clase oligarca guarda en paraísos fiscales, evadiendo los impuestos, para no compartir con la sociedad esa riqueza producto del trabajo de hombres y mujeres.

Empleo, salario, trabajo, producción, educación, arte, ciencia, de la mano de mujeres poderosas y débiles. De la mano de las trabajadoras que luchan por mejores condiciones de trabajo, de las maestras, de las docentes, de las trabajadoras del sector público que luchan por defender nuestro código de trabajo y garantías sociales de la voracidad de políticos y empresarios.

Reconocer y revalorar el trabajo de la campesina, de la obrera agrícola que corta la piña, empaca la yuca, lava el banano, planta las flores, ¿Tendrán todas seguro social?, ¿Tendrán salario mínimo? ¿Tendrán los meses de maternidad? ¿Tendrán sindicato?

¿Sabemos desde la academia y la cultura política, las condiciones de vida de la clase trabajadora, de las mujeres responsables de sus familias, cuidadoras del presente y el futuro, conocemos sus necesidades, sus esperanzas?

Los derechos humanos de las mujeres son el derecho a la educación, el derecho a la salud, el derecho al desarrollo, el derecho al trabajo, derecho a la participación política, derecho a una vida libre de violencia, derechos sexuales y derechos reproductivos.

Nuestro mayor reto es el derecho a la no violencia, a la paz en la sociedad y en cada familia costarricense para erradicar las muertes y agresiones.

Luchar en contra de la violencia, es defender la democracia, es luchar por La Paz, es construir desarrollo, es el futuro para que las mujeres puedan ser libres. Y en menor desigualdad en todos sus derechos.

Las luchas son también por un pensamiento feminista, que incorpore los aportes de las mujeres, que sea descolonizado, donde la sabiduría de los pueblos originarios y afrodescendientes sea conocimiento y ciencia, donde la naturaleza y el agua tenga derechos, donde las academias e instituciones de salud y de educación eliminen desigualdades.

Las mujeres debemos crear nuestro propio algoritmo, ser solidarias, sororarias, cocuidarnos, sabias de nosotras, Macarena Barahona Riera

8M luchas de las mujeres 50 años de Conmemoraciones del 8M Día Internacional de la Mujer mujeres derechos violencia coeducarnos y reconstruirnos democráticamente, horizontalmente en la libertad y el valor de las obreras de Nueva York de hace 168 años que recordamos cada 8M desde hace cincuenta años!

¡Ni una menos!

Imagen: Invitación al conversatorio acerca de los 50 años de reconocimiento del día por los derechos de las mujeres. Puede ver la nota aquí.

Bitácora de un sufragio

Alejandra Espinoza Arias

Comparto un trabajo hecho en honor a mi abuela, a todas las abuelas que defendieron el voto femenino y a todos los hombres y mujeres que han creído en utopías.

Hoy 8 de marzo solo deseo un día inclusivo donde hombres y mujeres caminemos juntos, de la mano, amando y respetando nuestras diferencias, siempre de cara al sol.

Le invitamos a ver y escuchar Bitácora de un sufragio.