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Etiqueta: derechos humanos

Sociología Jurídico-penal – Lecciones de Teoría y Práctica Criminológica

José Manuel Arroyo Gutiérrez
25 de setiembre de 2024*.

Palabras en la presentación del libro

El libro que les ofrezco es una especie de ajuste de cuentas mío con el Derecho y la Justicia. Pero he procurado que no sea un ejercicio individual o ego-centrado, sino por el contrario, un testimonio en contra de esa idea que cunde en nuestros aciagos días, que ensalza al individualismo y sus supuestos logros meritocráticos, que llama a la lucha de todos contra todos y al sálvese quien pueda. Este es un libro que homenajea a los líderes del pasado que construyeron la educación pública, a todo nivel, a la que tuve posibilidad de acceder; a la ayuda económica que obtuve en la secundaria y como asistente en la Universidad; a todo lo que aprendí de mis maestras y maestros; y a todo lo que aprendí también durante cuatro décadas, de mis inteligentes, contestatarios y críticos estudiantes; es el resultado asimismo de quienes fueron mis maestros en la judicatura y la academia, los doctores Luis Paulino Mora Mora, Daniel González Álvarez, Mario Houed Vega, Fernando Cruz Castro, Sonia Picado Sotela, Wálter Antillón Montealegre, Elías Carranza Lucero, y otros que cometo la injusticia de no mencionar; así como los colegas jueces, letrados y asistentes en la labor de impartir justicia. Quien cree que todos sus logros son el resultado de su único esfuerzo y talento, y ebrio de prepotencia obra en consecuencia, se olvida que, como nos lo recuerda el sociólogo francés Bernard Laire, el concepto de individuo es una abstracción metafísica, inexistente, el ser humano es esencialmente el resultado de lo que hace o deja de hacer con-los- otros y, todo lo que pierde o gana en el camino, va a ser mérito o demérito de quienes le acompañan en el viaje.

Ya nuestros generosos comentaristas se han referido a los aspectos básicos de este libro. No voy a reincidir en más cuestiones metodológicas, de estructuras o contenidos. Más bien, permítanme compartir con ustedes en esta tarde-noche una reflexión más personal, íntima si se quiere, del iter existencial que me ha llevado a dejar este testimonio por escrito.

La sabiduría del maestro abolicionista penal, el profesor holandés Louk Hulsman, nos puede inspirar e iluminar. Somos el resultado de nuestras experiencias existenciales; lo que meditamos se fragua en las vivencias que nos va ofreciendo la vida; biografía e ideología terminan siendo entidades estrechamente mezcladas e imbricadas. Una de las vivencias decisivas en la doctrina de Hulsman la refiere a ese momento en que, siendo todavía un niño, vivió la retirada del ejército nazi del suelo holandés, sin que aún hubieran tomado el control los ejércitos aliados. En ese interregno, aquel infante vivió la experiencia de un mundo momentáneamente sin Estado, sin Derecho ni derechos, sin obligaciones y sin policías preventivas o represivas, sin tutela de la vida, la propiedad, ni otros bienes jurídicos esenciales.

Aquella vivencia le enseñó a reflexionar sobre la relatividad de las leyes, a cuestionar las concepciones naturalistas o esencialistas del Derecho, y a contrario, su naturaleza fundamental como expresión de poder de quienes coyunturalmente tienen la fuerza o violencia oficial para imponerse; y finalmente, le abrió la posibilidad de soñar un mundo en donde fuera posible la resolución de los conflictos humanos, sin tener que recurrir al castigo propio del Derecho Penal, especialmente las penas corporales, la privación de libertad o la pena de muerte.

Así, todos los aquí presentes podemos hacer el ejercicio de reconstruir lo que nos ha definido como seres pensantes. Y en esta oportunidad me voy a permitir compartir con ustedes algunas de las experiencias que me marcaron indeleblemente y que definieron una trayectoria vocacional y una carrera que combinó la judicatura con la docencia, hasta querer plasmar esa trayectoria en el libro que hoy presentamos. Son cuatro breves anécdotas, pero determinantes en mi biografía.

1. El taller de juguetes.

Pocos años después de los hechos bélicos del 48, a mediados de los años cincuenta, a mi padre lo nombraron Primer Comandante de la Penitenciaría Central en San José, el equivalente a un director de Centro de Atención Institucional de Adaptación Social actual. Los días domingos se hizo costumbre familiar almorzar en el comedor para empleados de ese centro carcelario. Después, también se hizo costumbre llevar a aquellos hijos del Jefe al taller donde los presos construían juguetes como maromeros, camiones de carga, trompos, yoyos, matracas, entre otros. Para mí, aquel fue sólo un espacio mágico, lo más cercano a lo que años después pude ver en el taller de juguetes de Santa Klaus, en el imaginario fílmico de Walt Disney. La única diferencia constatable era que, en lugar de hombrecitos de cuento que ayudaban a preparar la Navidad, me tocó alternar con hombres rudos, acusados y condenados por todo tipo de delitos, que aliviaban su cautiverio con una actividad artesanal. Pero además, y ya pasados varios años después de esta anécdota, mi padre recibió con frecuencia la visita de algunos de aquellos ex presidiarios, casi todos con el estigma de “alta peligrosidad”, en la sala de nuestra casa, conversaban horas sobre todo tipo de temas, muchos se habían reivindicado y sobre todo, se habían convertido en buenas amistades familiares. No puedo dejar de ver que eran otros tiempos, otra Costa Rica, pero la experiencia perdura.

Las lecciones aprendidas fueron varias. Aquel campesino puriscaleño devenido en comandante de plaza, contra la tradición arraigada, se negó siempre a dar palizas a los indisciplinados, en lo posible dispensó un trato humanitario a los presos, se ganó su respeto y aprecio, y trató a aquellos delincuentes con mucha liberalidad, dando, por ejemplo, permisos de salidas temporales que le trajeron no pocos problemas cuando no regresaban. Pero en el fondo, la lección aprendida fue que era posible creer en el lado humano de los caídos en desgracia, era posible reivindicar o rescatar a las personas, y era posible aspirar a un sistema penitenciario respetuoso de los derechos fundamentales. Y todo aquello, sin haber conocido las teorías sobre resocialización de Krause, Dorado Montero o Concepción Arenal. Puro sentido común humanitario, puro compasión cristiana, y pura inteligencia de alguien que, como mi padre, salió del campo al Congreso de Diputados, pero también a lidiar con uno de los problemas sociales más álgidos de todas las épocas, el duro y violento mundo de las prisiones.

2. Un desventurado accidente.

Un desventurado accidente con un arma de fuego, también en la niñez temprana, hizo florecer en mi espíritu una profunda aversión hacia las armas, los militares, las guerras. Un marcado pacifismo, una admiración sin límite a Tolstoi, Gandhi y Luther King y todo ideario que promoviera la solución pacífica de los conflictos, de la mano del derecho, como no, y abominando la opción de arreglar esas diferencias a golpes o a balazos. Cuando vemos cómo la sociedad estadounidense se desangra por el uso irrestricto de armas de fuego, cuando constatamos mediante investigaciones especializadas que en esa misma sociedad mueren más personas por atentados y accidentes con armas, que en hechos de defensa propia, vuelve a aparecer la urgencia impostergable de restringir, por medio de las leyes, esos dispositivos de muerte para asegurar una convivencia pacífica y un futuro más seguro a las próximas generaciones. Un país civilizado es el que permite las armas sólo a sus cuerpos policiales y con un uso debidamente reglamentado para casos extremos.

3. La opción por el más débil.

Me tocó vivir la transición de la chiquillada jugando en la calle, antes de que la televisión y la luz de su pantalla nos hipnotizaran para siempre. Eran los tempranos años sesenta del siglo pasado. Sobre todo, cuando venían las largas vacaciones escolares, ocurrían experiencias extraordinarias. En la ciudadela de Hatillo No. 1 de aquellos tiempos, había una pareja de gemelos, no idénticos, los hermanos Blanco. Lo cierto es que este par de hermanos, con gran liderazgo, convocaban a las hordas desocupadas a un juego peligroso en las calles de aquel floreciente Hatillo, en el que todas las casas eran nuevas y casi toda la gente era joven. Lo cierto es que había que apuntarse con uno de los gemelos a bandos en contienda. Había que construir cuarteles, ranchos hechos de palos, ramas, zacate seco. Había que conquistar el cuartel enemigo, sobre todo haciendo uso de lanzas, flecas, pedradas. Pero he aquí que aquella dinámica bélica escondía una perversa truculencia: alrededor del gemelo más alto y fornido se congregaba la inmensa mayoría de los chiquillos y, los que en un gesto casi suicida nos adheríamos al gemelo más débil y esmirriado, quedábamos en franca minoría y condenados a morder, literalmente, el polvo de la derrota. No hace falta decir que la batalla duraba poco. Librados por milímetros de que un flechazo o pedrada nos mandara al hospital, el bando del gemelo debilucho corrió en desbandada, vio cómo ardía su cuartel y buscó refugio en los delantales seguros, de las distraídas madres.

Las lecciones de vida fueron fundamentales. Todavía no me explico de donde sale esta compulsión por apoyar a los más vulnerables, esta vocación de construir equilibrios, este afán, en fin, de justicia. No lo pude aclarar siquiera con años de psicoanálisis. Aquellas vivencias me prepararon, eso sí y para bien, a dar las batallas que escogía, preparado no para asegurarme un triunfo poniéndome a priori del lado con más fuerza, sino al contrario, preparado para perder mil veces, si fuera necesario, hasta asegurarme un poco de equidad y justicia en el mundo que me tocó vivir. Culminación de estas enseñanzas es que tampoco he pensado como piensan las mayorías, me ha tocado perder y ganar en este plano, y me ha corroído más el dolor de las dudas que el alivio de las certezas, pero en todo caso, sabiendo siempre que mi modo de pensar no va a ganar con facilidad elecciones generales.

4. ¡Alcoa No!

Era la tarde del 24 de abril de 1970. Llevaba puesta una boina para cubrir la cabeza recientemente rapada en el ritual de iniciación de ingreso a la Universidad de Costa Rica, según era tradición entonces. Una multitud de jóvenes colegiales y universitarios nos concentrábamos frente a la Asamblea Legislativa gritando al unísono ¡ALCOA NO! Se estaba dando el último debate para la aprobación de una figura jurídica sui generis: un contrato-ley entre el Estado costarricense y una empresa minera transnacional. Los acontecimientos se fueron dando súbitamente. La multitud intentó entrar al recinto parlamentario, las fuerzas de seguridad se lo impidieron, algunos manifestantes empezaron a jalar las alfombras rojas del pasillo de ingreso, otros comenzaron a volar pedradas contra los ventanales y alguien desconectó el interruptor de energía del edificio. Para entonces ya la policía había comenzado a usar sus porras, detener cabecillas y lanzar las primeras bombas lacrimógenas. Sin ninguna vocación heroica ni de martirio, -ya saben que no era la primera vez que corría en mi vida- comencé la estampida siguiendo el sabio consejo quijotesco de retirar no es huir, en medio de una multitud, Cuesta de Moras abajo, hasta ponerme a salvo.

Entre las enseñanzas de esta vivencia juvenil, la intuición de que el derecho gravita fuertemente, para bien y para mal, en toda comunidad humana; la curiosa figura jurídica de un contrato-ley que había que entender y cuestionar; la defensa de la soberanía nacional; los primeros atisbos de la necesaria invención de un derecho ambiental; y la impostergable prohibición de una explotación minera salvaje, a cielo abierto. Aquél fue mi bautizo político y la juventud costarricense tuvo su mayo en París del 68 y su Tlatelolco, México, también en ese mismo año. Luego vinieron años de estudio y activismo dentro del movimiento estudiantil de aquellos setentas llenos de organización y discusión política, noches y madrugadas para preparar exámenes, y al final, la inserción al mercado laboral en la judicatura y la academia. Pero para entonces, ya estaba forjada la brújela que me ha orientado, ya estaban fraguados los principios, las huellas y las cicatrices.

Este libro es sobre todo resultado de los apuntes que por años guardé de los cursos que impartí, en grado y posgrado, en la Universidad de Costa Rica y en la Universidad Nacional con sede en Heredia. Es una apuesta por encontrar una Sociología Crítica que, con el horizonte de los Derechos Humanos, le dé un rol a lo jurídico, en un avance constante para la conquista y consolidación de más derechos para todas y todos, más allá de si podemos, a corto o mediano plazo cambiar radicalmente el mundo, a través de políticas anti-sistema, estrategia que no parece estar a la vuelta de la esquina.

Este libro es también una apuesta por una Criminología Crítica que nos permita comprender la violencia criminal y todas las demás formas de violencia social, como un desafío en el que, según las respuestas que demos, aliviaremos o agravaremos los conflictos, asimetrías e inequidades de las sociedades actuales. Por siglos, la Criminología tradicional se ha ocupado en demasía del delito y el delincuente común, o más recientemente de formas de criminalidad más complejas como el cuello blanco o el crimen organizado. Pero muy poco se ha reparado en los más grandes crímenes de la modernidad: las guerras de conquista, el colonialismo, los genocidios, las estrategias de exterminio étnico y cultural, los crímenes de género o los crímenes contra la madre tierra, que un discurso criminológico renovado y crítico debe abordar.

Con este marco teórico, el libro aborda en tres ensayos, lo que ha sucedido en Costa Rica entre 1990 y el 2020. Hay una especie de imagen o retrato del país en el Capítulo III. En el Capítulo IV se da un seguimiento a la principal evolución de la legislación nacional en materia penal sustantiva, procesal penal, penitenciaria y leyes acordes con el modelo de economía de mercado que, a sangre y fuego, se nos ha querido imponer. Por último, en el Capítulo V, se ha querido resumir la principal jurisprudencia constitucional penal de este mismo periodo, donde pretendo demostrar, la hipótesis central de todo el trabajo: la transición en Costa Rica de un modelo de Estado Social de Derecho hacia un modelo de libre mercado, no sólo ha lesionado la institucionalidad democrática y agravado los indicadores de inequidad en el país; sino que ha echado mano al fortalecimiento del sistema punitivo como mecanismo de fuerza para tratar de paliar las asimetrías, desigualdades e inequidades que ese mismo régimen ha engendrado. Cuando a alguien se le ocurre levantar carpas en los centros penitenciarios –y esto es tan reciente que no está en el libro- para atender el problema de sobrepoblación penal, lo que tenemos al frente es una confesión de fracaso; un modelo fallido de sistema socio-económico que no ha podido resolver qué hacer con “los que sobran” en esta sociedad, un régimen que no sabe qué hacer con “la excedencia” de la que nos habla De Giorgie.

En fin, este libro es por último una apuesta por el principio de Razón. La Razón y las buenas razones como única fuente de legitimidad política de la actuación de las autoridades públicas en un Estado de Derecho. En tiempos en que se pretende alzar la voz y golpear la mesa como modelo de comunicación entre las personas; en una época en que los discursos de odio, miedo y discriminación ganan elecciones; en una época en que el eficientismo neoliberal pretende arrasar con instituciones y controles, el principio de Razón, esencia del derecho, se vuelva cada vez más necesario e imprescindible.

Muchas Gracias.

*Esta presentación se realizó hace un año, en setiembre del 2024.

Viva Palestina Libre. ¡Por el derecho a una patria, por el derecho a La Paz!

Viva Palestina Libre
¡Por la vida!
Por las niñas y niños en Gaza
¡Por el derecho a una patria, por el derecho a La Paz!

Macarena Barahona Riera

A 80 años de la explosión de la bomba atómica por Estados Unidos, en su conmemoración se levanta el significado de la Paz, la reflexión fundamental de la humanidad y el reto contemporáneo de poner fin a los bombardeos genocidas del gobierno de Israel a la nación Palestina.

Desde el 8 de octubre de 2023, el ministro de Salud de la Franja de Gaza publica que hasta el 6 de julio de 2025, 57.418 palestinos han sido asesinados, la mayoría civiles. La invasión destructora de la franja de Gaza ha dejado una huella devastadora en la niñez, se estima que al menos 50,000 niños y niñas han muerto resultado de heridas con un número creciente de personas al borde de la inanición, según Unicef. Más de medio millón de personas en Gaza están atrapadas en una situación de hambruna, mientras el acceso a alimentos, agua y asistencia médica sigue bloqueado.

Los horrores de la guerra dejarán una huella traumática permanente para todos los niños y las niñas, Unicef continúa sus operaciones de emergencia, pero los trabajadores humanitarios sólo podrán brindar ayuda a los niños y niñas si disponen de circulación segura y sin restricciones a lo largo de toda la franja.

El acceso humanitario pleno y un alto al fuego inmediato son las únicas salidas posibles. La infancia tal como la conocían y la conocemos nosotros ha dejado de existir.

Nos solidarizamos con el pueblo palestino, admiramos su resistencia, sus valores ante la vida y por la paz.

Admiramos la firmeza ante el ejército agresor, sus convicciones espirituales, la resiliencia de los hombres y mujeres, de sus jóvenes, de los adultos, de una niñez que sobrevive con su alegría y esperanza.

El asedio a Gaza, emula a la resistencia de Numancia ante un imperio invasor, sus niños, víctimas de nuevos Herodes representantes de imperios y poderes devastadores.

El futuro peligra en la fragilidad de sus habitantes y resistencias.

En el pueblo palestino encontramos la esperanza humana contra el fascismo, la barbarie, la destrucción de los derechos humanos, las políticas y la lógica neoliberal de la soledad y la individualidad.

Las manifestaciones a favor del pueblo palestino en tantos países del mundo han hecho renacer más esperanzas de paz y justicia, nosotros continuamos y nos unimos a este clamor de admiración de su lucha por su Republica, por sus vidas, por su territorio, por su pasado, su historia y su futuro. Una lucha por lo mejor de la humanidad: la dignidad y la libertad.

¡Nos unimos al clamor de millones de voces y conciencias del mundo para el pueblo palestino, para un alto a la barbarie del gobierno israelí, un alto al genocidio, a la invasión!

Millones se manifiestan en América Latina, en Norteamérica, en Europa, en China, en Siria, en Egipto, en Yemen, en Japón, en Australia, La Caravana Sumud viaja para romper el cerco.

Aquí estamos uniendo conciencias y voces al clamor universal contra el genocidio del pueblo palestino por el gobierno de Israel.

Estamos convencidos que la práctica que nos une es la resistencia, la resistencia es contrarrestar la progresión aparentemente inevitable del horror. Estamos nuevamente frente al acto del totalitarismo que nos lleva al colapso de la civilización. Admiramos profundamente a la niñez palestina, heredera de un futuro de libertad y territorio, la niñez en Palestina nos habla a través de sus canciones sus danzas sus ruegos sus plegarias los vemos en imágenes que conmueven, y los sentimos cerca, aquí como en nuestra casa.

Las y los costarricenses decimos NO al Tratado de Libre Comercio con el Estado genocida de Israel, los y las costarricenses suscribimos la Carta Internacional de los Derechos Humanos, los defendemos aquí y en cada uno de los ciudadanos palestinos.

¡Por La Paz del pueblo palestino! ¡Alto al asedio a Gaza! ¡Alto al genocidio!

¡Viva Palestina libre! vivan las niñas y niños palestinos!

Elizabeth Odio Benito recibe homenaje de la Sede del Pacífico UCR

La Sede del Pacífico de la Universidad de Costa Rica, en coordinación con el Foro de Mujeres en Política, rindió homenaje a la Dra. Elizabeth Odio Benito, destacada jurista internacional, académica y defensora de los derechos humanos.

Durante la actividad, se reconoció su extensa trayectoria en la vida nacional e internacional, donde ha ocupado cargos como académica de la Universidad de Costa Rica, ministra de Estado, vicepresidenta de la República, jueza en tribunales internacionales y presidenta de la Corte Interamericana de Derechos Humanos.

El acto resaltó el papel de la Dra. Odio Benito como promotora de la igualdad de género y su influencia para inspirar a nuevas generaciones de mujeres a levantar su voz y asumir espacios de liderazgo en la sociedad, la academia y la política.

Fuente: https://www.facebook.com/share/1W88LJPFre/

Poesía por Palestina: recital en solidaridad con la niñez gazatí

El próximo 9 de septiembre de 2025, a las 7:00 p.m., se realizará en El Lobo Mestizo el recital: Poesía por Palestina, un encuentro literario y cultural que busca alzar la voz en solidaridad con la niñez gazatí.

El espacio contará con la participación de destacadas y destacados poetas como María Montero, Arabella Salaverry, Laura Contreras, Mauricio Molina, Paola Valverde, Shirley Campbell, Marianela Sáenz, Dennis Ávila, Valeria Varas, Leo Madriz y Nidia González. Además, la actividad tendrá como invitada especial a Wajiha Sasa, Cónsul Honoraria de Palestina en Costa Rica.

El recital es convocado por Palabras Viajeras, Carmen Lyra, Cartonera Tica y Lobo Mestizo, colectivos y espacios culturales que se unen para visibilizar la realidad de la niñez palestina, tejiendo puentes desde la poesía y la resistencia cultural.

Organizaciones de mujeres contra TLC con Israel y en solidaridad y defensa del pueblo palestino

Agosto del 2025.

Organizaciones de mujeres, nos manifestamos en contra de la firma del Tratado de Libre Comercio con el gobierno de Israel y en solidaridad y defensa del pueblo palestino.

Denunciamos y rechazamos rotundamente el proceso en curso para la firma de un Tratado de Libre Comercio (TLC) entre los gobiernos de Costa Rica e Israel, impulsado por el Ministerio de Comercio Exterior (COMEX) desde marzo de 2023 y respaldado públicamente por el presidente Rodrigo Chaves.

Este TLC avanza mientras organismos internacionales, académicos y activistas denuncian crímenes de guerra y actos de genocidio contra el pueblo palestino, así como la ocupación ilegal de sus territorios. En junio de 2025, voces de la sociedad civil y de la Universidad de Costa Rica advirtieron que aprobar este tratado haría a nuestro país cómplice de tales crímenes.

Costa Rica, nación que abolió su ejército y se ha presentado al mundo como defensora de la paz y los derechos humanos, no puede estrechar lazos comerciales con un Estado señalado por graves violaciones al derecho internacional humanitario.

Las mujeres y las niñas sufren de manera particular este conflicto, tal como lo señala ONU Mujeres en un comunicado de julio de 2025: “Más de 28.000 mujeres y niñas han sido asesinadas, la mayoría de ellas son madres que han dejado a sus hijos y adultos mayores sin protección ni cuidados. Las mujeres soportan embarazos sin comida ni atención médica. Un millón de mujeres y niñas en Gaza se enfrentan al hambre masiva, la violencia y los abusos. Se enfrentan a la imposible elección entre morir de hambre en sus refugios o aventurarse a salir en busca de comida y agua, con el riesgo extremo de ser asesinadas”.

Numerosas manifestaciones al interior del Estado de Israel piden ya detener la avanzada de guerra emprendida por su gobierno contra el pueblo palestino; sobre todo, madres que no quieren perder a sus hijos en la guerra han integrado colectivos como Madres contra la ViolenciaMujeres de Negro101 Madres de Blanco y Mujeres por la Paz.

Más allá de sus posibles efectos económicos o comerciales, lo que está en juego es el sentido político de este tratado: un pronunciamiento que nos coloca del lado de un gobierno que normaliza la ocupación, el asedio y la violencia contra la población palestina.

Las mujeres del mundo hemos estado siempre en las primeras líneas de lucha por la paz, contra el armamentismo y la guerra. Nos solidarizamos con las mujeres palestinas en su lucha incansable por la supervivencia de su pueblo y, junto a ellas, exigimos el cese inmediato de la guerra.

Exigimos:

  • Suspender de inmediato la negociación y cualquier paso hacia la firma o ratificación del TLC con el gobierno de Israel.
  • Una posición oficial clara y coherente de Costa Rica en defensa de los derechos humanos y del derecho internacional.
  • El fin de toda acción diplomática, comercial o política que legitime el genocidio y la ocupación.

Porque creemos en la paz, no en la guerra.
Porque sabemos que el pueblo judío puede transformar sus dolores históricos en compasión humana.
Porque toda vida humana cuenta.

Llamamos a todas las organizaciones, colectivos y personas comprometidas con la justicia y la dignidad humana a alzar la voz, a movilizarse y a exigir que Costa Rica no sea cómplice de crímenes de lesa humanidad.

Organizaciones que suscriben este manifiesto

Colectivo Mujeres Por Costa Rica

Red Feminista contra la Violencia hacia las Mujeres

Alianza Latinoamericana de Mujeres con Discapacidad

Personal académico de Psicología de la UNA pide a Colegio pronunciarse contra genocidio en Gaza

El 29 de agosto, un grupo de docentes de la Escuela de Psicología de la Universidad Nacional (UNA) dirigió una carta a la Junta Directiva del Colegio de Profesionales en Psicología de Costa Rica, solicitando que se emita un comunicado urgente denunciando el genocidio que se desarrolla en Gaza por parte del Estado de Israel.

En la misiva, recuerdan que la negativa de la Junta a pronunciarse sobre este tema provocó recientemente la renuncia de la Comisión Ad-Hoc para el abordaje de la Violencia Social y de la Comisión de Investigación del Colegio. Señalan que, como profesionales y formadores, resulta éticamente inaceptable guardar silencio ante crímenes de lesa humanidad.

El documento cita como antecedentes las órdenes de arresto emitidas en noviembre de 2024 por la Corte Penal Internacional contra altos funcionarios israelíes, incluidos crímenes documentados por Human Rights Watch, Amnistía Internacional y la relatora especial de Naciones Unidas, Francesca Albanese. Asimismo, se mencionan pronunciamientos similares de organizaciones de psicología en América Latina, Estados Unidos y Europa.

Las personas firmantes recalcan que callar equivale a validar la violencia, y que la psicología, como ciencia y profesión, no puede permanecer neutral ante violaciones de derechos humanos de esta magnitud. Además, convocan a que universidades y colegios profesionales en Costa Rica se unan en la denuncia y asuman la responsabilidad ética y social de acompañar a las poblaciones víctimas.

El documento original, con la lista completa de personas firmantes y las referencias, puede descargarse en este enlace: Carta de solicitud de pronunciamiento

Imagen con fines ilustrativos: UNESCO.

Comisión de Investigación también renuncia tras negativa de Colegio de Psicología a denunciar genocidio en Gaza y rechazar TLC con Israel

El 28 de agosto, integrantes de la Comisión de Investigación del Colegio de Profesionales en Psicología de Costa Rica presentaron su renuncia irrevocable ante la Junta Directiva de la institución.

En la carta, explican que la decisión responde a la oposición de la Junta Directiva a un pronunciamiento elaborado por la Comisión de Violencia, en el que se denunciaba el genocidio que ocurre en Gaza y se rechazaba la iniciativa del Gobierno de firmar un tratado de libre comercio con Israel. La Junta insistió en la necesidad de mantener una supuesta neutralidad en el plano político, lo cual fue considerado inaceptable por las personas firmantes.

La Comisión de Investigación señaló que el silencio institucional no equivale a neutralidad, sino a complicidad pasiva, y que como profesionales de la psicología no podían acompañar esa posición. Subrayaron que la violencia debe entenderse en sus dimensiones políticas, sociales, culturales y económicas, y que una pretendida neutralidad contribuye al aumento de la violencia en el país y ante la situación en Gaza.

En su carta, agradecen la oportunidad de haber formado parte de la Comisión y reiteran su compromiso de continuar trabajando desde otros espacios académicos, sociales y profesionales a favor de la ética y los derechos humanos, de manera independiente al Colegio.

La renuncia fue suscrita por:

  • Rolando Pérez Sánchez (código 535)

  • David Torres Fernández (código 7545)

  • Benjamín Reyes Fernández (código 2955)

  • Vanessa Smith Castro (código 9975)

  • Siu Fong Acon (código 5978)

  • Marco Vinicio Fournier Facio (código 145)

Puede leer aquí la nota publicada este 28 de agosto acerca de la renuncia de la Comisión Ad-Hoc para el abordaje de la Violencia Social en Costa Rica.

Organizaciones rechazan recortes al presupuesto de Migración para financiar la construcción de mega-cárcel

SURCOS comparte el siguiente comunicado:

San José, 26 de agosto de 2025

Comunicado de prensa conjunto de organizaciones de sociedad civil y de atención a personas migrantes

Rechazamos los recortes al presupuesto de Migración y Extranjería para financiar la construcción del CACCO”

Las organizaciones de sociedad civil -y de atención a migrantes- firmantes expresamos nuestro rotundo rechazo al Presupuesto Extraordinario 2025, en el cual se incluyen rebajas por ₡253,7 millones al Ministerio de Gobernación y Policía, de los cuales ₡147,3 millones corresponden directamente a la Dirección General de Migración y Extranjería (DGME) así como 8,7 millones rebajados al Tribunal Administrativo Migratorio, con el propósito de redirigirlos a la construcción del Centro de Alta Contención de la Criminalidad (CACCO).

El proyecto implica:

  • 147,3 millones menos para Migración y Extranjería, en partidas esenciales como insumos para la emisión de documentos DIMEX y pasaportes.

  • Recortes a programas como el Tribunal Administrativo Migratorio y el Programa de Desarrollo de la Comunidad, ambos pilares para la regularización y la atención de poblaciones vulnerables.

El Gobierno justifica estas rebajas señalando que son “remanentes” o “ahorros” derivados de donaciones o diferencial cambiario. Sin embargo, en la práctica Migración y Extranjería es una de las instituciones más subfinanciadas del Estado. Los atrasos en emisión de documentos, la falta de personal y de infraestructura adecuada son problemas recurrentes que golpean tanto a las personas migrantes como a la institucionalidad nacional.

Costa Rica no puede hablar de seguridad dejando vulnerables algunos derechos. La decisión de recortar recursos a Migración y Extranjería -y no redirigirlos a las áreas que verdaderamente necesitan inversión y que se ven altamente afectadas en estos momentos- afecta directamente:

  • El derecho a la identidad y documentación legal (DIMEX, pasaportes).

  • El derecho al trabajo y a la seguridad social, pues sin documentos la población migrante no puede acceder a empleo formal ni cotizar en la CCSS.

  • El derecho a la igualdad y no discriminación, ya que la burocracia y los atrasos refuerzan la exclusión.

  • El derecho a la justicia y al debido proceso, debido a los recortes al Tribunal Administrativo Migratorio.

  • El derecho al reconocimiento de la personalidad jurídica.

Estas decisiones políticas no deberían tomarse sin consultar a las poblaciones directamente afectadas. Exigimos que el Poder Ejecutivo y Legislativo convoquen a las organizaciones sociales y comunitarias que representan a la población migrante, antes de aplicar recortes que impactan su vida cotidiana, su dignidad y su futuro.

Mientras se reconoce la carencia de recursos en Migración, el Gobierno propone recortarle más. Esta situación es grave por varias razones:

  • Varias oficinas regionales de Migración dependen de donaciones de organismos internacionales (OIM, ACNUR, cooperación europea) para poder operar.

  • El rezago en trámites ya supera los 12 meses en algunas sedes, lo que mantiene a miles de personas en la irregularidad.

  • La falta de presupuesto convierte a la institución en dependiente de fondos externos, debilitando la soberanía institucional y la planificación a largo plazo.

Estos recortes podrían representar un entorpecimiento severo a las funciones de la DGME, especialmente a la Unidad de Refugio que tiene más de 224 mil expedientes sin resolución aun tomando en cuenta como dicha instancia se encuentra actualmente saturada y al borde del colapso, especialmente debido a su alta dependencia de fondos asociados a cooperación internacional, los cuales también se han visto reducidos en los últimos meses. De este modo, los recortes planteados en la propuesta de presupuesto extraordinario dificultarían la ya complicada gestión y labores de la Unidad de Refugio.

Lo anterior resulta preocupante especialmente al considerar que se ignora un hecho económico fundamental respecto a la población migrante y refugiada en el país:

  • Los migrantes representan el 10% de la población, y aportan hasta un 11% del PIB.

  • Su contribución a la CCSS, impuestos y consumo interno es vital para la sostenibilidad de programas sociales y económicos.

  • No formalizar a la población migrante significa perder ingresos fiscales, mantener la informalidad y profundizar la precarización laboral, así como la exposición a vulneraciones a Derechos Humanos.

Nuestra posición

No se puede hablar de seguridad debilitando derechos. Una política migratoria robusta y financiada no solo protege a la población migrante, sino que beneficia al país en su conjunto con más ingresos fiscales, menos informalidad y mayor cohesión social.

Rechazamos categóricamente que se recorten recursos a Migración y Extranjería para financiar el CACCO.

Recomendamos a las autoridades que tomen conciencia de la necesidad de redistribución de fondos de cara a una redirección de recursos hacia instancias de migración tomando en cuenta el contexto adverso a nivel regional y la situación de rezago institucional a nivel interno en las instancias competentes en la materia.

Invitamos a los y las diputados(as) de la Comisión de Asuntos Hacendarios que votarán esta propuesta considerar posponer su voto si es necesario o en su defecto rechazar la propuesta. A su vez, en caso de seguir adelante con los recortes, rogamos consideren redirigir los recursos directamente a la Unidad de Refugio.

En atención a la urgencia de este comunicado, hemos dirigido una carta a las diputaciones miembros de la Comisión con el fin de solicitar una reunión con las organizaciones firmantes cuyo propósito será ampliar información sobre las realidades aquí expuestas.

Suscriben este comunicado,

  • Asociación Acción Colectiva por la Inclusión Desarrollo y Derechos Humanos (ACIDHU)

  • Asociación Alianza Vencer

  • Asociación Intercultural de Derechos Humanos (ASIDEHU)

  • Asociación Nacional para la Defensa de los Derechos de los Migrantes y Refugiados en Costa Rica (ANNADIR)

  • Acompañar para integrar: rutas para promover la integración local de la población migrante y refugiada en Costa Rica (TC-738) – Escuela de Ciencias Políticas de la Universidad de Costa Rica

  • Fundación Popol Na

  • Instituto de la Memoria

  • IRCA Casa Abierta

  • Liga Feminista de Refugiadas Políticas

  • Servicio Jesuita para Migrantes Costa Rica

Movimiento sindical costarricense exige respeto a la autonomía de la CCSS, a la libertad sindical y a los derechos humanos

Comunicado

¡Basta de persecución a dirigentes sindicales y sociales!

El movimiento sindical costarricense denuncia de manera enérgica la persecución política contra dirigentes sindicales, comunidades indígenas, ambientalistas y demás sectores sociales que defienden derechos fundamentales en nuestro país. Estas acciones constituyen una violación grave a la dignidad humana y al marco jurídico nacional e internacional que garantiza la autonomía institucional, la libertad sindical y los derechos humanos.

El propósito de esta conferencia es reafirmar nuestro compromiso con la defensa integral de la clase trabajadora y de la institucionalidad democrática costarricense, en especial la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) y la autonomía sindical, pilares del Estado social de derecho.

Reiteramos nuestro respaldo a la compañera Martha Elena Rodríguez González, víctima de una persecución sin precedentes. Su destitución, mediante un proceso viciado y espurio, dirigido por la Secretaría del Consejo de Gobierno -hoy convertida en candidata a diputada- evidencia la pretensión de conformar una Junta Directiva sumisa al presidente de la República, en abierta violación de la autonomía y Ley Constitutiva de la CCSS.

La libertad sindical y el derecho de organización se encuentran tutelados por instrumentos internacionales ratificados por Costa Rica, como los Convenios 87 y 98 de la OIT, el Convenio 169 de la OIT sobre Pueblos Indígenas y Tribales, la Convención Americana sobre Derechos Humanos y el Acuerdo de Escazú, además de la propia Constitución Política. Estos compromisos imponen al Estado la obligación de proteger a dirigentes sociales, la autonomía de la CCSS y garantiza el derecho de trabajadoras y trabajadores a organizarse libremente, sin temor a represalias.

Exigimos el pleno respeto a la autonomía de la CCSS y a la libertad sindical, como garantías indispensables frente a injerencias indebidas y persecuciones políticas del gobierno de Rodrigo Chaves Robles.

Hacemos un llamado urgente a la unidad amplia, inclusiva y solidaria de todos los sectores sindicales y sociales. La defensa de la autonomía institucional, de la libertad sindical y de los derechos humanos es una lucha del pueblo costarricense.

¡Ni persecución ni retrocesos! ¡Unidad, autonomía y libertad sindical!

Movimiento Sindical Costarricense
San José, 25 de agosto, 2025

Convenio 190 de la OIT contra la violencia y el acoso laboral: deuda histórica saldada – video

El pasado miércoles 20 de agosto, Costa Rica aprobó el expediente 22.589 que ratifica el Convenio 190 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el cual establece compromisos para eliminar la violencia y el acoso en el mundo del trabajo.

La ratificación implica que el Estado y los empleadores deben prevenir, atender y sancionar el acoso laboral, así como ofrecer herramientas para garantizar espacios de trabajo libres de violencia. Este avance representa un paso clave en la protección de las personas trabajadoras, quienes históricamente han enfrentado situaciones de acoso sin contar con normativa clara ni mecanismos efectivos de respuesta.

La Defensoría de los Habitantes, a través de su Instituto de Educación en Derechos Humanos, ha señalado la ausencia de normativa interna en el sector público y la falta de conocimiento sobre los derechos de las víctimas, así como las responsabilidades de quienes acosan.

En este contexto, la ratificación del convenio constituye una deuda histórica saldada con las y los trabajadores costarricenses y un avance en la construcción de condiciones laborales dignas.

En el siguiente enlace podrá visualizar un video con la importancia del Convenio 190 y sus implicaciones en la vida laboral del país: https://www.youtube.com/shorts/SGSvI1Q87Ac

Fuente imagen: Facebook OIT