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Etiqueta: derechos humanos

Uribe, la extrema derecha latinoamericana y la justicia

Jiddu Rojas Jiménez

Después de estudiar la historia reciente de ese sufrido y hermoso país latinoamericano, Colombia, debo expresar a manera de opinión (aunque en principio, bien fundamentada), que sobre el caso del señor expresidente Uribe Vélez, de Colombia, francamente, sólo me extraña algo:

Qué lo condenen (justamente) por corrupción y fraude, pero no por Crímenes de Lesa Humanidad. O al menos, no aún.

Lo condenan ahora en limpio proceso penal, pero no por las víctimas de la llamada «Parapolítica» (Neoliberalismo y exclusión social, y usufructo y destrucción del Estado, en asocio con Paramilitares de Extrema Derecha).

O sea, no por los miles de muertos de la «Narco-parapolítica» (para financiar las masacres); ni por los «falsos positivos» del Ejército contra jóvenes pobres y civiles desarmados; ni por la «política de la motosierra» contra familias campesinas desplazadas; ni por el asesinato de líderes políticos populares durante sus Administraciones; etcétera.

Pero bueno, hay nuevos aires de Democracia y de renovación del incipiente Estado Social de Derecho en la hermana República de Colombia. Y realmente entre tanta opacidad, hay que destacar una buena noticia.

Sin embargo, parece que al señor secretario de Estado de Trump , el cubano-americano (o mejor dicho, cubano – estadounidense), Marco Rubio no le gusta la justicia imparcial en Colombia.

Como tampoco le gusta a Trump, que se procese por golpista, al ex paracaidista militar y criminal de guerra confeso, expresidente Jair Bolsonaro de Brasil. (Orgulloso de su atroz partición en la pasada Dictadura Militar brasileña, y sus violaciones sistemáticas a los Derechos Humanos.)

¿Cómo le va a gustar a Trump que se procese a Bolsonaro, si estos eventos en Brasil, contra la última Elección democrática de Lula, fueron una mala copia de lo que intentó hacer el movimiento de Extrema Derecha MAGA en EEUU por el mismo Trump? Nos referimos al asalto de las turbas de Trump al Capitolio en el 2021, y luego a los disturbios similares en Brasilia, por parte de partidarios de Bolsonaro en el 2023, alegando un supuesto e imaginario fraude electoral.

Mientras tanto en Argentina, el presidente Milei, —otro admirador de Trump –, sabe que sus desmanes políticos y económicos, –en particular el último desastre de su criptomoneda–, conllevarán tarde o temprano, alguna investigación local o internacional.

En algún detalle fallarán, y dejarán, huellas por su supuesto comportamiento antijurídico.

Mientras, la mandataria Boluarte después de su Golpe en Perú, sigue reprimiendo con brutalidad, a las comunidades rurales y de pueblos originarios, ayunos todos de justicia. El rastro de sangre en este caso, es más fácil de seguir… Pero tarde o temprano habrá justicia en el Perú, como la hubo contra Fujimori.

El caso de Bukele en El Salvador, es más complejo, y el Estado de Derecho y la independencia del Poder Judicial están suspendidas, desde hace años. Pero las ruedas de la historia, y la consciencia de los pueblos, parece que a veces oscilan, cual péndulo. De momento hay que recordarle, con todo respeto, que Costa Rica, no es El Salvador.

De la situación interna en Nicaragua, con otra orientación geopolítica, pero una receta interna claramente también autoritaria, podríamos decir casi lo mismo.

El panorama regional latinoamericano, y mundial en general, en la época del genocidio televisado en Gaza, es bastante oscuro. Miles de niñas y niños quemados, amputados, torturados y asesinados, al mejor estilo de Herodes, Calígula o Nerón, o Hitler.

Netanyahu en Israel, líder del Sionismo Revisionista en su versión más extremista y racista, es de la misma especie, y no es casualidad que cada vez que el Parlamento israelí, trata de llevarlo a juicio político por corrupción, se escude en otro Crimen de Lesa Humanidad. Notemos los evidentes paralelismos, con la Extrema Derecha latinoamericana.

En medio de este nuevo Holocausto descarado, del cinismo internacional, del Apocalipsis climático, y se la voraz es evidente, desigualdad estructural global del llamado Tecno-Feudalismo (Yanis Varoufakis), aparece la voz mesurada, digna, ilustrada, humana y moral, del presidente Gustavo Petro de Colombia. El contraste es evidente, con el autoritario y reaccionario Uribe y con sus discípulos.

De alguna forma, esta chispa de justicia en Colombia nos recordó la famosa cita del compañero presidente, al Querido Hermano, al Venerable, Salvador Allende G., casi profético, en su última y dramática alocución radial en medio Golpe de Estado de Pinochet (1973). La recordamos hoy desde Costa Rica, como sembrando esperanza ontológica (Bloch) para un futuro humano común y posible, desde ‘lo instituyente’ (C. Castoriadis), desde la potencia de esta opacidad de ‘lo instituido’ (C. Castoriadis). Desde lo que puede ser para potenciar y transformar, la inequidad de este presente distópico:

— «[…] mucho más temprano que tarde, de nuevo se abrirán, las grandes alamedas por donde pase el hombre libre, para construir una sociedad mejor».

Por todo esto es importante hoy, desde cualquier punto de Nuestra América, comentar críticamente el caso del Sr. Uribe y del violento legado del Uribismo colombiano de Extrema Derecha. Para no repetirlo, sin enfrentarse a la justicia.

Al fin y al cabo, dicen que el mafioso Al Capone cayó, federalmente en EEUU., por mera evasión de impuestos. ¿Uribe parece que cayó por fraude? En algún momento, añoramos, y trabajaremos por una justicia más integral.

Una última lección para nuestra Patria y la Campaña política que se avecina:

Ojalá, el actual Autoritarismo Populista en nuestra Costa Rica y sus fanáticos desvergonzados, –entregados a toda suerte de desinformación y calumnia–, entiendan la lección jurídica, que desde las nuevas democracias de Colombia (caso Uribe) y Brasil (caso Bolsonaro), se está enviando, contra los excesos y abusos ilegales, de los tiranos de turno.

Hay acá, una gran lección para los actuales gobernantes ticos y sus grandes socios empresarios: Mucho cuidado con irrespetar más las reglas del Estado de Derecho, y del Estado Social de Derecho (así por separado).

La Justicia, como la diosa griega Temis, al decir de la valiente jueza colombiana Sandra Heredia, no tiene los ojos vendados, «no, para no ver, sino para no prejuzgar» (sic) … El proceso penal en Colombia dio una sentencia.

Recordaremos acaso entonces, a todos los pasados admiradores locales, costarricenses, del Señor Uribe, una especie de «popstar», de «pornostar», del Gobierno Norteamericano, y de su supuesto «éxito» contra el mentado Narcotráfico (ahora tan de moda en el Costa Rica).

Recordemos también, la vil e inmunda propaganda fascistoide del Uribismo colombiano, y la imagen arrogante, intocable, e impoluta de su líder, el «Gran Colombiano del Año» alguna vez, reelecto consecutivamente presidente, –y siempre opuesto al Diálogo y a la Paz en Colombia –, pero ahora caído en democrática desgracia.

Años después, la máscara, el «personaje» montado y su teatro político, la imagen del «popstar» cipayo, se comienza a caer atropelladamente… Y sus «rezadoras» e integristas manos, «blancas y limpias», al parecer, podrían haber dejado, una larga huella de sangre inocente… Ni olvido, ni perdón.

Gracias.

Más de 900 periodistas en Latinoamérica han sido forzados al exilio, revela investigación internacional

El Programa de Libertad de Expresión y Derecho a la Información (PROLEDI) de la Universidad de Costa Rica, la Cátedra UNESCO de la Universidad Diego Portales de Chile y la organización no gubernamental Fundamedios, dedicada a la defensa de la libertad de expresión, elaboraron el informe Voces Desplazadas: Radiografía del exilio periodístico latinoamericano.

El estudio revela que entre 2018 y 2024, al menos 913 periodistas de 15 países latinoamericanos se vieron forzados a exiliarse debido a la represión, la persecución y el cierre de espacios cívicos en sus países. Además, advierte que el desplazamiento forzado por persecución, censura y amenazas se ha convertido en una grave alerta para la libertad de expresión y la democracia en la región.

Venezuela, Nicaragua y Cuba concentran el 92% de las salidas estimadas de periodistas, aunque también se identifican contextos hostiles en Guatemala, Ecuador, Haití, México, Colombia y El Salvador, donde la criminalización del ejercicio periodístico o la violencia del crimen organizado vulneran a quienes trabajan en medios de comunicación.

Los principales destinos de acogida para estas personas desplazadas son Costa Rica, Estados Unidos, España, Chile, Argentina, Colombia y México, elegidos principalmente por las redes de apoyo disponibles y las posibilidades de regularización migratoria.

El informe destaca que la mayoría de los desplazamientos ocurren de forma abrupta y sin planificación, lo que profundiza situaciones de vulnerabilidad. Las personas desplazadas enfrentan precariedad económica, violencia, discriminación, problemas de salud física y mental, y dificultades para acceder a derechos básicos como salud, vivienda y empleo.

En muchos casos, las personas se ven obligadas a abandonar la práctica profesional, lo que produce vacíos y desiertos informativos que afectan directamente la libertad de prensa y el derecho ciudadano a estar informado.

“Que más de 900 periodistas hayan sido desplazados forzosamente por defender la libertad de expresión es un ataque directo a la democracia y un llamado urgente a los gobiernos para que actúen sin demora”, expresó Óscar Mario Jiménez, coordinador del equipo investigador desde Costa Rica.

Por su parte, Dagmar Thiel, directora de Fundamedios en EE. UU., advirtió que “el periodismo se ha transformado en una actividad de alto riesgo, pues los y las periodistas ponen en juego su integridad física y su propia vida para ejercer un buen periodismo en Latinoamérica”.

Desde Chile, Alejandra Matus, directora de la Cátedra UNESCO en Comunicación y Participación Ciudadana de la Universidad Diego Portales, subrayó: “El periodismo florece y fructifica en contextos de respeto a las normas democráticas y a uno de sus principios fundantes: la libertad de expresión. Cuando las y los periodistas son perseguidos y forzados al destierro, no solo se silencian sus voces, sino que se dañan los derechos de las comunidades a las que esos profesionales servían”.

Ciudadanía de Barva se moviliza contra genocidio en Palestina y TLC con Israel

El regidor Eduardo Zamora Montero, de la Municipalidad de Barva, presentará el próximo 28 de julio una moción ante el Concejo Municipal con el objetivo de condenar los crímenes de lesa humanidad cometidos por el Estado de Israel contra el pueblo palestino.

La propuesta también contempla el rechazo a un eventual Tratado de Libre Comercio (TLC) entre Costa Rica e Israel, donde actúa un gobierno genocida y condenado por la justicia internacional.

La moción surge en el contexto de los ataques de Israel sobre territorio palestino, los cuales, han dejado caer aproximadamente 18.000 toneladas de explosivos. Estas acciones han resultado en la muerte de más de 18.000 niños y niñas, además de más de 16.854 personas heridas. También se reportan bombardeos a hospitales, escuelas y campamentos de refugiados.

Además de esto, Israel ha bloqueado el ingreso de ayuda humanitaria, lo que ha dejado a la población de Gaza sin acceso a alimentos, agua y medicamentos.

Organizaciones locales de Barva han manifestado su respaldo al pueblo palestino y han alzado la voz en contra del acto de genocidio y las violaciones a los derechos humanos que se están cometiendo en la zona.

Se solicita el envío de mensajes de apoyo a la moción del regidor Eduardo Zamora Montero para que el concejo municipal actúe en consonancia con el respeto a los derechos humanos y contra el genocidio.

Justicia retardada es justicia denegada

(Presentación del libro de Nuria Calvo Fajardo)

José Manuel Arroyo Gutiérrez

1. Sentimiento personal después de leer el libro: vergüenza y perdón.

Acepté la amable invitación de mi amiga Marta Solano a comentar este libro sin saber lo que me esperaba. Para alguien que ha dedicado su vida profesional a la judicatura y la enseñanza del derecho, como es mi caso, la lectura de este testimonio deja un fuerte sabor de amarga derrota. Es inevitable sentir vergüenza y es inevitable pedir perdón, aunque personalmente no se haya participado de ninguna decisión en el caso concreto, no deja de pesar una responsabilidad implícita, por la derrota social, ante esta monumental injusticia.

2. Estado de Derecho y Proceso Penal.

Porque se supone, en teoría, que el Estado de Derecho es el gobierno de las leyes por sobre el gobierno de “los hombres”, como se decía en lenguaje tradicional; se supone también la rectoría del principio de legalidad en el tratamiento de todo tipo de conflictos (entre individuos, entre grupos, o entre individuos y la autoridad púbica misma); y se trata, en lo que al proceso penal corresponde, de hacer valer un conjunto de garantías, libertades y derechos, imprescindibles para perseguir y juzgar a una persona conforme lo establecido en la Constitución Política y el Derecho Internacional de Derechos Humanos.

La doctrina especializada ha definido al proceso penal como un producto político-cultural; un instrumento con vigencia temporal y espacial determinados, para el control social, resultado de distintas fuerzas en las que terminan imponiéndose las dominantes económica y políticamente, mismas fuerzas que imponen no sólo qué está prohibido (el qué del derecho penal sustantivo); sino también el cómo se llega a declarar una conducta “delito”, lo propio del derecho procesal penal.

El fundamento ético de todo ordenamiento normativo sustantivo y adjetivo, penal y procesal, consiste en la realización del valor Justicia. La humanidad no conoce otro medio por el cual alcanzar ese valor sino a través del derecho y, específicamente, del proceso jurisdiccional, ese con los tres protagonistas típicos: el acusador, la defensa y el juzgador. La evolución de esta misma humanidad nos demuestra que no se trata de instrumentalizar cualquier ordenamiento normativo, sino el propio del Estado Social de Derecho, conforme los principios constitucionales y las declaraciones y tratados de derechos humanos.

3. Literatura, justicia y derecho.

Al tratarse de herramientas que el homo sapiens ha construido para resolver conflictos y aspirar a lo justo, la literatura de todos los tiempos, desde el Antiguo y Nuevo Testamento y el Código de Hammurabi, pasando por la Tragedia Griega y la literatura romana, hasta la novela, el teatro y el cine modernos, han incorporado al derecho penal y a los procesos penales como parte relevante de su acervo temático por medio de historias, testimonios y relatos.

Imposible hacer un repaso pormenorizado de este fenómeno cultural, pero podemos mencionar algunos momentos relevantes: el juicio seguido a Sócrates, la pasión y muerte de Jesús El Nazareno, el parto de la modernidad con los procesos inquisitoriales contra Giordano Bruno, Galileo Galilei, Juana de Arco y miles de mujeres consideradas brujas, hombres herejes y chivos expiatorios anónimos, que permanecen como yagas sangrantes de la historia de los procesos judiciales, testimonios aún vivos del fracaso de la justicia humana, y evidencias que han llevado a algún penalista contemporáneo a exclamar que ha sido mucho peor la historia de las penas y los castigos, que la historia misma de los crímenes que intenta reprimir.

Quizá cabe aquí citar a un ilustre jurista italiano de la segunda mitad del siglo XX, Salvatore Satta, que desarrolló la idea del proceso judicial como un misterio, no en el sentido esotérico o religioso, sino como un producto cultural que trasciende lo estrictamente técnico jurídico, para convertirse en una metáfora de la condición humana y su relación con el derecho y la justicia. Para Satta es necesario explorar la naturaleza enigmática y compleja de los procesos judiciales, señalando su profundo impacto social, la imposibilidad de comprenderlos a cabalidad y, sobre todo, la cuestión de cómo puede ser posible que un instrumento concebido para hacer justicia, pueda convertirse en todo lo contrario, un mecanismo de tortura y suplicio, venganza, espectáculo fatuo, o flagrante atropello a los derechos fundamentales.

Hay otro tópico que relaciona la literatura y el proceso al que quiero referirme esta noche. Sabemos que la pérdida de libertad, el cautiverio, la cárcel y el encierro en todas sus formas, ha sido fuente de inspiración para la literatura universal. Desde el mítico relato que señala a un tal Miguel de Cervantes concibiendo su Quijote mientras espera ser liberado, hasta un Víctor Hugo que erige en hilo conductor de Los Miserables las vicisitudes de un prófugo de la justicia; o un Dickens, tejiendo desde su propia experiencia con la justicia formal, algunos de sus relatos inmortales, y qué decir de Fiódor Dostoievski, sobre todo en su Crimen y Castigo, que nos sumerge en las profundidades de la psique humana, anticipándose a Freud, precisamente a partir de un homicidio, las secuelas de la culpa, el arrepentimiento y la expiación. Tampoco podemos dejar de citar en este mismo universo de literatura y derecho penal a los nuestros: Adolfo Herrera García con su Juan Varela, y por supuesto a José León Sánchez y su Isla de los Hombres Solos.

De manera, querida Nuria – si me permite este trato puesto que después de leer su libro me parece haberla conocido hace mucho tiempo-, su relato se une a una innumerable lista de testimonios de seres especiales que, al chocar con temas trascendentales como la libertad, la justicia, el proceso, los castigos, nos han dejado por escrito la muy antigua y descarnada tensión, entre los nobles ideales de la criatura humana y la áspera realidad que los derrota y destroza.

4. Dos paralelismos imprescindibles.

Pero esta noche quiero rescatar, de esta perenne relación entre literatura y proceso penal, dos clásicos que guardan con el libro que nos convoca asombrosos paralelismos. Me refiero al Yo Acuso (o caso Dreyfus) de Émile Zolá y el proverbial Proceso de Franz Kafka.

Aunque cronológicamente posterior (publicada en abril de 1925), me voy a referir primero a esta segunda obra. En un plano dominado por la vivencia subjetiva de las protagonistas Roxana y Nuria, pude detectar la opresiva y asfixiante atmósfera kafkiana de El Proceso en Justicia Retardada es Justicia Denegada. Así, la sorpresiva irrupción de policías y fiscales un día cualquiera; el señalamiento y exhibición públicos; la sospecha y el descrédito; la incertidumbre sobre los cargos que se imputan; el rostro elusivo de los jueces; el lóbrego ambiente de tribunales, pasillos, celdas, salas de espera interminables; para rematar con el absurdo proceso que no acaba nunca, la omnipresente persecución y acusación sin límites. No sé si la víctima de este relato conoció la obra de Kafka antes de escribir su propio testimonio, pero lo cierto es que hay una fuerte reminiscencia difícil de no reconocer.

En un plano objetivo, el paralelismo con el Yo Acuso o caso Dreyfus, de Zolá (compilación de cartas publicadas a partir de enero de 1898 en el diario Aurora de París) es también ineludible. Como muchos de los presentes recordarán, en la Francia de la segunda mitad del siglo XIX, el oficial militar Alfred Dreyfus es acusado y condenado por supuestamente pasar información secreta al gobierno enemigo de Prusia. Este caso revela el arquetipo subyacente a todo proceso fallido, casi idéntico al que hoy comentamos, a saber, una denuncia por un supuesto crimen gravísimo que trae enorme alarma y conmoción social; un procedimiento de investigación laberíntico y desastroso en el que primero se elige a los culpables y luego se busca la prueba en su contra; una incipiente prueba de descargo a la que se aferran los persecutores (dictamen grafológico en el caso Dreyfus, denuncia calumniosa en el caso Calvo), y a contrario, una prueba de descargo que es ignorada, ocultada y hasta destruida; una incapacidad palmaria del aparato judicial para reconocer que ha cometido un error que debe ser enmendado; una ciega reacción corporativa de policías, fiscales y jueces ante el público al que han engañado y manipulado; y por último, una tardía, muy tardía absolución y reivindicación que jamás compensará el daño causado.

En medio de este trágico naufragio de la justicia en Costa Rica, es de rescatar el valor de la defensa pública que acompañó a las víctimas de este proceso, con excepcional dedicación y profesionalismo, así como la valentía de la jueza que impidió una larga prisión preventiva desde el primer momento, con riesgo para ella de linchamiento mediático, y la intervención de algunas otras instancias jurisdiccionales que en alguna medida neutralizaron daños aún mayores.

Lo que un régimen de derecho jamás debiera permitir es convertir el proceso penal en un espectáculo público, un show más en la era del exhibicionismo y el consumismo de masas. La matriz del caso Calvo Fajardo radica en este pecado original, el lanzamiento precipitado y estrepitoso de una cruzada supuestamente noble y heroica que termina siendo un trágico evento que no debe repetirse nunca más. El proceso como puesta en escena espectacular no sólo puede traer la consumación de graves injusticias frente a acusados inocentes, como lo fue este caso, sino que puede traer el fenómeno inverso, la descalificación generalizada de la intervención del aparato represivo, aún frente a sujetos realmente delincuentes que terminan auto-victimizándose.

Todo ciudadano y ciudadana con auténtico espíritu democrático tiene que agradecer a Nuria Calvo Fajardo el esfuerzo de dejar por escrito el itinerario de su horrible experiencia, a pesar del dolor y la legítima indignación por todo lo vivido. Las presentes y futuras generaciones de costarricenses deben estar alertas acerca de los riesgos en el ejercicio del poder público, la importancia de reconocer en el proceso penal una daga de doble filo, capaz de pervertir su función en un régimen de derecho y, sobre todo, la importancia de ejercer una vigilancia activa en los mecanismos formales e informales que aseguren la efectiva vigencia, validez y eficacia de las libertades y derechos ciudadanos.

Se impone, por último, en mi criterio, una acción de demanda contra el Estado y los principales responsables del atropello perpetrado.

Agradezco la atención dispensada.

San José, 21 de julio de 2025.

From Ground Zero, historias de Gaza en proyección gratuita

El próximo 23 de julio a las 6:00 p.m., el Cine Magaly será sede de una función gratuita y abierta al público del documental “From Ground Zero. Stories from Gaza” (Desde la Zona Cero. Historias desde Gaza), dirigida por el palestino Rashid Masharawi y compuesta por 22 cortometrajes creados por cineastas de Gaza. La actividad es organizada por el Colectivo de Comunicadores y Artistas por Gaza y representa un esfuerzo por visibilizar la realidad palestina desde una mirada humana.

El filme, producido por Watermelon Pictures, ha sido reconocido internacionalmente y fue preseleccionado como Mejor Película Internacional por Palestina para los Premios Óscar en su edición número 97. También ha formado parte de importantes festivales de cine como Festival Internacional de Cine de Toronto (TIFF), el Festival de Cine Urbanworld y el Festival de Cine de Turín (TFF).

Para adquirir sus entradas debe completar el siguiente formulario: https://acortar.link/RFPQhq

Para más información, puede dirigirse al correo electrónico: pazengaza@gmail.com

Segunda Cleteada por Palestina: manifestación pacífica desde la ciudadanía organizada

La Segunda Cleteada por Palestina se realizará el sábado 9 de agosto a las 9:00 a.m., como una acción pacífica y autogestionada para denunciar el genocidio en Palestina y alzar la voz ante las vergonzosas declaraciones del presidente Rodrigo Chaves. Esta convocatoria ciudadana hace un llamado a la solidaridad activa, utilizando la bicicleta como símbolo de resistencia y encuentro.

El recorrido iniciará en el Pretil de la Universidad de Costa Rica (UCR) y finalizará en el Parque Nacional, transitando por la ciclo vía con el apoyo de Pedaleo Urbano CR, quienes brindarán recomendaciones para que el trayecto sea seguro y ordenado. La Bici Escuela UCR ofrecerá bicicletas prestadas a quienes no cuenten con una propia (requiere reserva previa). Además, se contará con hidratación, asistencia mecánica básica y un kit de emergencia.

Al finalizar, se invita a todas las personas que participen o no del recorrido a sumarse a una peña cultural y picnic colectivo en el Parque Nacional, con la participación de artistas de diversas ramas que se unen a esta causa desde el arte y la expresión popular.

Esta actividad es apta para todas las edades y forma parte de una red de acciones ciudadanas autogestionadas, que apelan a la memoria, solidaridad y justicia global.

¡Invitamos a pedalear por Palestina y a levantar la voz por la justicia!

Más información en: @bici_activismo

Segunda Estación de Espresso Americano: Paraguay, Corazón de Sudamérica

El programa “Espresso Americano”, iniciativa llevada a cabo por Fernando Bermúdez y Roberto Bermúdez, analistas de Chile y Costa Rica, tiene como objetivo analizar la geopolítica y la coyuntura de los países latinoamericanos desde una perspectiva crítica. En esta ocasión regresa con su Segunda Estación: “Paraguay, corazón de Sudamérica», un recorrido para comprender el peso histórico y las disputas actuales que atraviesan este país ubicado en el centro del Cono Sur.

Paraguay arrastra heridas profundas como la Guerra de la Triple Alianza en el siglo XIX, cuando Brasil, Uruguay y Argentina cometieron saqueos y asesinatos masivos. Además, vivió la dictadura más larga de la región (1954-1989) y fue un centro operativo del Plan Cóndor, coordinando secuestros y desapariciones de militantes de izquierda.

Este territorio de 400 mil km² donde sus 6.4 millones de habitantes aún hablan guaraní (su lengua indígena), tiene la particularidad de que no tiene salida al mar, pero posee la Hidrovía Paraguay-Paraná, una ruta fluvial de 3.400 km de ríos que conecta a Bolivia, Brasil, Paraguay, Argentina y Uruguay con el Atlántico, siendo la vía más importante del Mercosur.

Esta hidrovía ha sido objeto de intereses extranjeros, similar al Canal de Panamá. Desde 2005 hay una base militar estadounidense en el Chaco, y en 2023 se autorizó la presencia de ‘ingenieros militares estadounidenses’ en el río, acuerdo firmado también por Argentina en 2024.

En lo económico, Israel es el cuarto comprador de carne paraguaya y también importa concentrados cítricos, soja y yerba mate con sello ‘Kosher’. Esto se refleja en el traslado de la embajada paraguaya a Jerusalén, la clasificación del ejército iraní como ‘organización terrorista’ y el apoyo del presidente Peña a la campaña genocida en Gaza.

Paraguay está entre los seis mayores productores de soja, y el monocultivo junto a la ganadería han degradado el Chaco, la segunda selva más grande del Cono Sur, perdiendo más de 9 millones de hectáreas entre 1950 y 2020. La concentración de tierras es extrema: el 2% de la población controla el 85% de las tierras.

Frente a las protestas campesinas y bajo la excusa del narcotráfico, el Estado creó en 2013 la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC), responsable en 2020 del asesinato de las primas argentinas María y Lilian Villalba, de 11 años, y la desaparición forzada de Carmen Oviedo Villalba, Lichita, de 14 años.

La resistencia de las mujeres latinoamericanas impulsa la exigencia por justicia y aparición con vida de los 43 en Ayotzinapa, de Julia Chuñil en Wallmapu y de Lichita en Paraguay, alzando un grito común: ¡ERAN NIÑAS!

Segundo capítulo completo aquí: Espresso Americano: Paraguay

La Paz en el Mundo no es Negociable

«Bienaventurados los pacificadores,
porque ellos serán llamados hijos de Dios»,

Mateo. 5: 9.

La Iglesia Metodista Wesleyana Costarricense (IMWC), apegado a su legado y testimonio cristiano, siempre dispuesta a desafiar a la vida cotidiana y política con la sabiduría, la ternura, el respeto, la justicia, la equidad como gestos concretos del legado de Jesucristo. En línea coherente con lo antes dicho, seguimos abogando por la Paz, en los ámbitos interpersonales, familiares, comunitarios, eclesiales y de manera muy especial en las relaciones internacionales entre los países. En este sentido, no es antojadizo el que nuestro Templo en la localidad de Desamparados-San José, lleve por nombre «Señor de la Paz«.

Así, preocupados/as por el ya largo, insistente y mantenido conflicto en el Medio Oriente y específicamente en Gaza, Palestina, nos vemos impulsados a enfatizar nuestra palabra de cese al fuego, cese a las 52 guerras con 92 países involucrados. Es urgente y necesario que el Derecho Internacional y los principios que inspiraron la creación de la Organización de las Naciones Unidad (ONU) se apliquen para que la paz sea una Paz inmediata y duradera.

Según cifras oficiales del Ministerio de Salud de Gaza, y de las autoridades israelíes, hasta el 2 de julio de 2025, más de 58.000 personas (57.012 palestinos y 1.706 israelíes) habían muerto en la guerra de Gaza, que la ONU, aunque estudios independientes hablan de más de 80.000 fallecidos y distintas organizaciones humanitarias describen como un genocidio.

Recordemos que la Paz, en hebreo shalôm, en griego eirênê; no es simplemente ausencia de conflicto. Para el mundo hebreo, el Shalom es un estado de plenitud, y así debe entenderse también en el griego. La Paz es el deseo (o la concreción) de que los destinatarios «estén bien, vivan bien, sean felices«. En este sentido, «Shalom/eirênê» se parece más a plena felicidad, que a lo que entre nosotros se entiende habitualmente por paz.

Siendo así, la Paz como felicidad plena, no es negociable ni antojadiza, es un derecho inalienable para la humanidad. Por ello, como señala el Papa León XIV, «Hoy más que nunca la Humanidad grita e invoca la Paz«, agregando además que «no existen conflictos lejanos cuando la dignidad humana está en juego» y avisó de que «la guerra no resuelve los problemas, sino que los amplifica«. Y, «Cada miembro de la comunidad internacional tiene una responsabilidad moral: detener la tragedia de la guerra antes de que se convierta en una vorágine irreparable«.

En el Evangelio de Lucas 9:1-6 y Lucas. 10:1-12, se narra el envío de Jesús a los discípulos y luego a los otros 72 discípulos, para anunciar el Evangelio del Reino de Dios, quienes deberían ser testigos del Reino, de la Paz y del triunfo definitivo de La Paz sobre el mal en la historia. Una de las indicaciones a los enviados, era que al llegar a alguna casa debían saludar, desear, donar la Paz (sanando a todo enfermo), como proximidad de la misma y del Reino.

Por supuesto, este relato bíblico nos interpela y desafía a ser testigos, enviados a propiciar y llevar la Paz en todo lugar, en toda circunstancia y como premisa fundamental de nuestra misión en el mundo, así la Paz no se negocia, se construye legal, política y económicamente.

«La paz os dejo,
mi paz os doy;
yo no os la doy como el mundo la da.
No se turbe vuestro corazón ni tenga miedo».

Juan. 14: 27.

San José-Costa Rica, Julio 2025

Colonialismo y Resistencia: La Lucha del Pueblo Palestino – SiUNED

El Sindicato Unitario de la Universidad Estatal a Distancia (SIUNED) invita a la comunidad universitaria y al público en general a la actividad presencial “Colonialismo y Resistencia: La Lucha del Pueblo Palestino”, un espacio para el análisis crítico y la reflexión sobre la situación histórica y actual del pueblo palestino. El evento se realizará el martes 29 de julio de 2025, a las 2:00 p.m., en el Paraninfo de la UNED, en Sabanilla de Montes de Oca y se transmitirá por los canales audiovisuales UNED.

El conversatorio contará con la participación de la M.Sc. Wajiha Sasa, Cónsul Honoraria de Palestina en Costa Rica, y la PhD. Elena Qleibo-Kogan, experta en resolución de conflictos, quienes abordarán temas de derechos humanos, geopolítica y solidaridad internacional. SIUNED extiende una cordial invitación a todas las personas interesadas en estos temas a sumarse a este importante encuentro académico y social.

SURCOS comparte el siguiente pronunciamiento de SiUNED a propósito de la situación en Palestina:

Pronunciamiento del Sindicato Unitario de la UNED en solidaridad con Palestina

A la comunidad universitaria de la UNED:

Desde el Sindicato Unitario de la UNED (SIUNED), expresamos nuestra profunda indignación y solidaridad ante la grave crisis humanitaria que enfrenta el pueblo palestino, especialmente en la Franja de Gaza. La comunidad internacional ha documentado masacres de civiles, bombardeos a hospitales y escuelas, y restricciones sistemáticas al acceso de alimentos, agua y medicinas. Estos hechos han sido calificados por organismos como la ONU, Médicos Sin Fronteras y War Child Alliance como posibles crímenes de guerra y de lesa humanidad.

La militarización de la ayuda humanitaria, controlada por fuerzas armadas y empresas de seguridad, ha provocado la muerte de personas que esperaban alimentos, evidenciando una deshumanización alarmante. Desde octubre de 2023, más de 55.000 palestinos han sido asesinados, incluyendo miles de mujeres y niños. Además, se reporta la separación de al menos 17.000 menores de sus familias, con consecuencias psicológicas devastadoras.

Como comunidad universitaria comprometida con la justicia social, la paz y los derechos humanos, no podemos guardar silencio ante lo que se configura como una estrategia de limpieza étnica por parte del régimen sionista de Israel. La ética universitaria, basada en el pensamiento crítico, el humanismo y la solidaridad, nos obliga a pronunciarnos.

Por tanto, desde SIUNED:

1. Expresamos nuestra más firme solidaridad con el pueblo palestino, que resiste con dignidad ante el asedio, la ocupación y la violencia.

2. Rechazamos la instrumentalización de la ayuda humanitaria como mecanismo de control y condenamos el modelo militarizado de distribución de recursos básicos.

3. Repudiamos la política sistemática de exterminio y reafirmamos el derecho del pueblo palestino a su territorio, cultura y soberanía.

Hacemos un llamado al Consejo Universitario de la UNED a pronunciarse pública y firmemente en respaldo a los derechos del pueblo palestino, sumándose a las voces internacionales que exigen el fin de la ocupación, el cese del genocidio y el respeto a la vida de civiles indefensos.

La UNED debe actuar con coherencia respecto a sus principios fundacionales de solidaridad y compromiso con las causas justas. Hoy, más que nunca, el mundo necesita instituciones valientes que no guarden silencio ante el exterminio en Gaza.

¡Por Palestina! ¡Por la humanidad!

Sindicato Unitario de la Universidad Estatal a Distancia

SIUNED invita a las personas interesadas en derechos humanos, geopolítica, historia y solidaridad internacional a unirse a la actividad “Colonialismo y Resistencia: La Lucha del Pueblo Palestino”, este martes 29 de julio a las 2:00 p.m. en el Paraninfo de la universidad, en donde participarán destacadas mujeres especialistas en el tema.

Mientras mujeres y niñas mueren bajo los escombros en Gaza, la alcaldesa de San Ramón visita al estado que perpetra la masacre

No en nuestro nombre

Por Enid Cruz Ramírez
Trabajadora social, feminista y defensora de los derechos humanos de las mujeres

Mientras más de 38.000 personas han sido asesinadas en Gaza según cifras del Ministerio de Salud palestino, la mayoría mujeres, niños y niñas, duele, preocupa y ofende profundamente que figuras públicas de nuestro país, entre ellas la alcaldesa de San Ramón, realicen visitas oficiales al Estado de Israel. Este no es un viaje neutro, ni técnico, ni casual. Es una declaración política, en medio de una guerra genocida que ha sido condenada por organismos internacionales, redes de derechos humanos y millones de voces alrededor del mundo.

Desde octubre de 2023, Israel ha emprendido una ofensiva militar masiva sobre la Franja de Gaza que ha arrasado hospitales, escuelas, refugios y viviendas. La Corte Internacional de Justicia (CIJ), tras la denuncia presentada por Sudáfrica, ha advertido que existen fundamentos plausibles para investigar a Israel por genocidio. Organismos como Human Rights Watch, Amnistía Internacional, Naciones Unidas y el propio relator especial de la ONU sobre los derechos humanos en los territorios palestinos ocupados, han denunciado crímenes de guerra, castigo colectivo, desplazamiento forzado y un sistema de apartheid.

En este contexto devastador, ¿cómo puede una mujer en posición de liderazgo político como lo es la alcaldesa ramonense, justificar su presencia en un país que hoy encarna una de las peores violaciones al derecho internacional humanitario en la historia reciente?

Como activista feminista, como trabajadora social y como mujer ramonense, me siento en la obligación de alzar la voz. Esta visita no solo contradice los valores históricos de paz y neutralidad que ha defendido Costa Rica, sino que también ofende a quienes creemos en un feminismo comprometido con la vida, la dignidad y la justicia de todos los pueblos, no solo del nuestro.

Nos preguntamos:

  • ¿Qué significa para una mujer lideresa de lo local avalar con su presencia un régimen que bombardea a niñas mientras duermen?

  • ¿Qué clase de cooperación se puede construir desde la indiferencia ante el sufrimiento masivo?

  • ¿Cómo se puede hablar de derechos humanos en los discursos, mientras se estrechan manos manchadas de sangre?

Ser autoridad pública es más que administrar recursos. Es también representar principios. Y hoy, quienes defendemos los derechos humanos desde las comunidades, desde el territorio, desde el cuerpo y la voz de las mujeres, decimos con claridad: no se puede representar a San Ramón ni a Costa Rica desde la complicidad con el genocidio.

Este es un llamado urgente a la conciencia y a la memoria histórica. A quienes hoy viajan y sonríen entre banderas de guerra, les recordamos que los pueblos no olvidan. Que la historia juzga. Y que, en tiempos de barbarie, la neutralidad no es una opción ética.

No en nuestro nombre.
No en nombre de las mujeres que luchamos por la vida.
No en nombre de las comunidades que aún creemos en la paz con justicia.