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Etiqueta: desempleo

Video, EL DESEMPLEO: COLAPSO EN LIMÓN

Reportaje: EL DESEMPLEO: COLAPSO EN LIMÓN… una muerte anunciada…

«Ante el inicio de operaciones de la Terminal de Contenedores de Moín, la empresa se ve en la necesidad de cerrar totalmente el centro de trabajo… así cerca de 230 empleados de Standard Fruit Company, en Limón, recibieron la noticia de su despido…«

 

Enviado por Maikol Hernández.

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El nuevo gobierno costarricense y Centroamérica

Dr. Willy Soto Acosta (*)

Dr Willy Soto Acosta
Imagen tomada del Facebook de Willy Soto Acosta.

Después de la II Guerra Mundial, Alemania y Francia conformaron la Comunidad Económica del Carbón y el Acero (que a la postre dio paso a lo que hoy es la Unión Europea), con las heridas aún sangrantes del conflicto bélico. Lo hacían más con un interés realista que por un deseo de hermandad: la toma de consciencia de que habitaban la misma “casa común”.

Centroamérica es el hábitat de Costa Rica, para bien o para mal. Ello significa un gran reto: ni diluirse en la región ni querer constituirse en una isla dentro de ella. “Costa Rica no es parte de los problemas de Centroamérica pero éstos si son parte de nuestro país”, manifestaba en su primer gobierno el ex -presidente Oscar Arias. Hoy en día esa premisa se revela parcialmente incorrecta. En una sociedad global, los problemas ticos tienen una continuidad con el resto de la región: la violencia engendrada por el narcotráfico, el aumento de la pobreza extrema, el desempleo, las migraciones, la tentación (como quedó demostrada en los últimos comicios costarricense) de violar derechos humanos incluso por la vía electoral, las consecuencias del cambio climático que actúan en una dimensión centroamericana y caribeña y no a escala estato-céntrica.

Mal haría el nuevo gobierno de hacer un berrinche como el que hizo Luis Guillermo Solís y su canciller de salirse temporalmente del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA) por el asunto de las migraciones africanas, haitianas y cubanas que atravesaban el país, ante la negativa de Nicaragua de abrir sus fronteras. La nueva administración debe entender que la integración regional ya no es solo un discurso romántico de hermandad centroamericana sino sobre todo, una estrategia nacional de Alta Política para enfrentar problemas que solo se pueden gestionar y resolver mancomunadamente. La soberanía ya no es aislarse dentro de unas fronteras cada vez más porosas sino, manteniendo la identidad nacional, la capacidad de influir en los recursos de los países vecinos para así enfrentar riesgos nacionales-regionales.

¿Qué el SICA en mucho es un leviatán con una arquitectura frondosa, en algunos casos inútil, que alberga los intereses gremiales y salariales de una “mara” de burócratas con altísimos salarios y de un estamento de consultores centroamericanos e internacionales (ligados a la cooperación) que llevan un estilo de vida lujoso? ¡Eso nadie lo duda!

Aún más: desde la fundación del Mercado Común Centroamericano a finales de los 50´s y principios de los 60´s del siglo pasado, ha hecho más por la integración el empresariado (no de gratis, porque les convenía un economía regional) que la institucionalidad burocrática.

El reto del nuevo gobierno, en ese camino de compaginar identidad nacional y gestión en “condominio” de problemas centroamericanos, es conseguir una limpieza del SICA (tarea que Solís empezó, al menos en el discurso), impulsar la participación empresarial bajo el respeto de los derechos laborales y ambientales, y darle voz al gran ausente: la sociedad civil. Si la integración no se comienza a edificar desde abajo (desde la cultura, el deporte, las MYPIMES, las ciudades, el ambiente), todo será fantasía. La propuesta de Panamá de construir un metro o tren que la una a Costa Rica es en este sentido esperanzadora, y este espíritu se puede extender al resto de la región.

Nuestro país tiene un recorrido que puede potenciar en el marco regional: las relaciones comerciales con China (ahora que algunos países del SICA están alejándose de Taiwán), el TLC con Corea del Sur, sus avances en materia de enfrentar el cambio climático. Destaca aquí el replantearse la decisión de no participar en la Alianza del Pacífico (AP) (sin dudas el esquema integrador más dinámico actualmente en Latinoamérica), no obstante el trecho andado en esa materia. Sin desatender a los grupos internos que se oponen a esa adhesión, Costa Rica puede ser el puente entre la AP y Centroamérica.

Charles de Gaulle solía decir que “cada país debe hacer la política de su geografía”. Este principio se debe aplicar en nuestras relaciones con nuestro vecino del norte. En los últimos tres gobiernos ticos hemos esbozado una política de “caritas enojadas”, lindando con un extremo infantilismo. Algo similar ha hecho Managua. Esperamos de Carlos Alvarado un cambio: se puede defender el interés nacional, la integridad territorial, sabiendo que compartimos una “casa común”.

Hay razones para creer que así será: nombró a una mujer en la cancillería, y además brillante y afrodescendiente, lo cual dice mucho, demasiado. La idea del nuevo gobierno de celebrar el Bicentenario de manera regional, junto con los otros países centroamericanos, no puede sino que aplaudirse.

 

(*)Catedrático, Escuela de Relaciones Internacionales, Universidad Nacional.

 

*Imagen con fines ilustrativos tomad de vox.lacea.org

Enviado por Msc. Efraín Cavallini Acuña, Asesor Comunicación, Rectoría UNA.

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Confederación de Trabajadores Rerum Novarum: ante la situación de crisis fiscal y la liquidez señalada por el Gobierno

El anuncio hecho por el señor Presidente Luis Guillermo Solís el pasado 1 de agosto de 2017, pone de manifiesto una grave situación nacional que tiene años de estarse anunciando y más años aún de estarse gestando.

Por un lado, se ha permitido que una creciente elite de empresarios se enriquezca evadiendo y eludiendo impuestos, así como aprovechándose de exenciones en el pago de sus obligaciones con el pretexto del libre comercio. Otros, peor aún, se han beneficiado de la corrupción abierta aprovechándose de nuestra debilitada banca estatal, para usufructuar en beneficio personal y contra el interés nacional. Esa Elite incluso tiene la capacidad de especular tanto con las finanzas que obligan a que la política bancaria esté en función de su crecimiento económico, sin importar que ese aumento; beneficie o no, a toda la población.

A estas actitudes irresponsables, hay que sumar la negativa de los grandes poderes político-económicos representados en gobiernos y asambleas legislativas que no han procurado una verdadera reforma fiscal, progresiva, para que los impuestos se cobren con justicia, pagando los ricos como ricos y como pobres el pueblo trabajador.

Esta situación tiene un telón de fondo que no debemos olvidar: el modelo neoliberal que se ha venido implantando desde los años 80 hasta la fecha, con privatizaciones, programas de ajuste estructural y tratados de libre comercio, que aún no han permitido un verdadero crecimiento económico de nuestro país. Por el contrario, han debilitado nuestra estructura económica que mayoritariamente es de pequeñas y medianas empresas, se ha centrado en acumularle riquezas a las grandes empresas -que no pagan o evaden impuestos- y han generado un alto desempleo, subempleo, empleo informal y en generar empleos de mala calidad que no dinamizan la economía nacional.

En este sentido, en la Confederación de Trabajadores Rerum Novarum creemos que es importante atacar las causas de fondo de esta crisis, para que no nos lleve a situaciones que pongan en peligro los derechos fundamentales y la paz de nuestro país, pero también para que no se aproveche esta situación para profundizar en acciones neoliberales en provecho de unos pocos que quieren seguir explotando al Estado.

El querer eliminar los componentes salariales del sector público no resuelve el problema fiscal ni la liquidez señalada por el Gobierno. Eso es una farsa.

Esta situación tan apremiante no la resuelve el Gobierno tomando medidas tales como:

-Generar más impuestos regresivos que pongan a pagar más al pueblo, que no ha sido ni culpable ni beneficiado de la política fiscal permisiva con los grandes millonarios del país;

-Deteriorar el ingreso de las familias de las personas trabajadoras del sector público, eliminando derechos laborales o generando inestabilidad en sus trabajos, lo que repercutirá en quitar más dinamismo a la economía nacional;

-Privatizar empresas e instituciones públicas que garantizan el acceso de la población a la mayoría de los servicios públicos y que le generan ingresos importantes a la hacienda pública;

-Eliminar o reducir los rubros que nutren los programas sociales orientados a cubrir las necesidades esenciales de toda la población, o aquellos que están orientados a proteger a la población más empobrecida y vulnerable;

-Cualquier medida que ponga en peligro los fondos de pensiones públicos;

-Ninguna reducción presupuestaria que ponga en juego o deteriore la educación costarricense, en ninguno de sus niveles (desde la preescolar hasta la superior).

Rechazamos, por tanto, cualquier convocatoria de proyectos de ley de parte del poder Ejecutivo que, tomando como pretexto la actual situación, pretenda golpear a la clase trabajadora para pagar una crisis que otros provocaron, entre ellos Empleo Público, el cual es mentira que resuelva el problema fiscal.

Tampoco aceptamos que la UCCAEP y los partidos políticos que nos han gobernado en el pasado y que endeudaron a Costa Rica con su visión neoliberal de la economía, quieran chantajear al actual gobierno ofreciendo más de la receta neoliberal para curar los males que ellos mismos provocaron. ¡Suficiente con el desastre que heredaron!

Proponemos que ante esta situación, el Gobierno tome las siguientes medidas:

-Sentar las responsabilidades políticas y judiciales de quiénes nos han llevado a esta situación;

-Hacer un fuerte plan de reducción de gastos superfluos y de todo aquello que no ponga en riesgo los derechos humanos, derechos básicos y derechos laborales de la población;

-Plantear una verdadera Reforma Tributaria Integral y Progresiva, que ponga a pagar como ricos a los ricos, así mismo un ágil y enérgico plan de cobro de la morosidad y la evasión fiscal que actualmente supera el 8% del PIB;

-Implementar a la mayor brevedad posible un plan de desarrollo de la economía nacional, de nuestro mercado interno, y de generación de empleo de calidad, centrado en la mediana y pequeña empresa, que impacte lo más pronto posible en la aceleración de la economía.

Hacemos un llamado a todo el movimiento sindical, legítimos representantes de la clase trabajadora de este país, a comprometernos a defender el Estado Social de Derecho y apoyar todas las acciones orientadas a superar esta situación de falta de liquidez del gobierno, y resolver estructuralmente el problema fiscal siempre que sea orientado por la justicia social y el bien común.

La confrontación social es lo que algunos sectores políticos y empresariales esperan que se dé, para llevar aguas a sus molinos, no es lo ideal, pero no renunciaremos a ello con tal de defender nuestros derechos.

Consideramos importante abrir un diálogo nacional serio, transparente, sin intereses partidarios, con los diferentes sectores de la sociedad, para llegar a soluciones que beneficien al país.

 

AFILIADOS A LA CTRN

Sindicato de Trabajadoras y Trabajadores de la Educación Costarricense (SEC)

Sindicato de Trabajadores Petroleros Químicos y Afines (SITRAPEQUIA)

Sindicato Industrial de Trabajadores Eléctricos y de Comunicaciones (SITET)

Sindicato de Trabajadores de la Junta Administrativa Portuaria (SINTRAJAP)

Unión de Trabajadores del Ministerio de Obras Públicas y Transportes (UNATROPYT)

Sindicato de Trabajadores de la Municipalidad de Limón (SITRAMUPL)

Asociación de Trabajadores de FERTICA (ATFE)

Sindicato de los trabajadores de la Palma de Golfito (SDTG)

Sindicato Industrial de Trabajadores Costarricenses del Banano y Afines – (SINTRACOBAL)

Sindicato Industrial de Trabajadores Agrícolas, Transporte Agrícola y Afines de Costa Rica (SINTRASTAFCOR)

Sindicato de Trabajadores de la Chiriquí Land Company, (SITRACHIRI)

Sindicato de Trabajadores División Quepos (SITRADIQUE)

Sindicato de Trabajadores del Fondo de Ahorro de RECOPE (SITRAFAR)

Sindicato de Trabajadores de la Piña y Frutas Tropicales (SINTRAPIFRUT)

Sindicato del Comercio (SINCO)

Sindicato Industrial de Pescadores Artesanales, Criadores Acuícolas y Anexos de Puntarenas (SIPACAAP)

Sindicato Nacional de Conductores Especializados y Afines (SINACOESA)

Sindicato de Trabajadores de Plantaciones Agrícolas (SITRAP)

Sindicato de Trabajadores de Comedores Escolares (SITRACOME)

Sindicato de Trabajadores del MINAE (SITRAMINAE)

Unión Musical Costarricense (UMC)

Unión Nacional de Empleados Electorales (UNEC)

Sindicato Unión de Trabajadores Legislativos (UTRALEG)

Sindicato de Profesionales de AyA (SIPAA)

Sindicato Nacional de Periodistas

Unión Nacional Técnicos y Profesionales en Tránsito (UNATEPROT)

Asociación Nacional de Agentes de Seguros (ANDAS)

Asociación de Ingenieros Civiles del Ministerio de Obras Públicas y Transportes (AIC-MOPT)

Unión de Profesionales del Banco Popular (UNPROBANPO)

Sindicato Nacional de Empleados del Banco Central de Costa Rica (SINEBACCR)

Sindicato Costarricense de Auxiliares de Enfermería (SINAE)

Sindicato Nacional Empleados de Salud Pública y Afines (SINAESPA)

Federación Agraria Nacional (FAN)

UCASARAPIQUI / UNAMI Guatuso / ASCAG Guácimo / ASOOOM

UNACOBRUS / AAHH / UNASACHI / ASOMOVI AMUPROCHIL / APROCHIL / UPACOCH /

SITRAMUDEGRE / SIEMPRHE / SEMG / SEMC / SITRAMUCOB

Sindicato de Trabajadores de la Municipalidad de Turrialba (SEMUTU)

Sindicato de Trabajadores de la Municipalidad de Pococí (SUTRAM)

Sindicato de Trabajadores de la Municipalidad de Palmares (SINTRAMPA)

Sindicato de Trabajadores de la Municipalidad de la Municipalidad de Pérez Zeledón (SITRAMUPZ)

Sindicato de Trabajadores de la Municipalidad de Palmares Municipalidad de Curridabat (SITRAMUCU)

Sindicato de Trabajadores de la Municipalidad de Nandayure (SITRAMUNA)

Sindicato de Trabajadores de la Municipalidad de La Cruz (SITRAMULAC)

 

*Imagen con fines ilustrativos tomada de la página de Facebook CTRN

Enviado por SEC CR.

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UNA: Persisten desigualdades entre hombres y mujeres en el mercado laboral

Programa Martes Económicos

Diego Zárate Montero*

 

La Encuesta Continua de Empleo (ECE) del primer trimestre de 2017, publicada hace pocos días, revela una importante mejora en la dinámica de creación de empleos. Pese a esto, las desigualdades entre hombres y mujeres, en términos de empleo, se mantienen.

La encuesta del INEC estima que la tasa de desempleo abierto del primer trimestre se ubicó en 9,1%, ligeramente por debajo del valor observado en el mismo periodo de 2016. Este resultado es destacable, principalmente, porque correspondió con una disminución de la población desempleada en cerca de 2 mil personas, así como de la población fuera de la fuerza de trabajo aproximadamente en 8 mil personas. Esto quiere decir que más personas se incorporaron a la fuerza de trabajo y menos se quedaron sin empleo. Sin embargo, esto difiere de lo que venía sucediendo en nuestro país.

Durante cuatro trimestres consecutivos (desde el tercer trimestre de 2015 y hasta el tercer trimestre de 2016) la población fuera de la fuerza de trabajo iba en ascenso. Es decir, en los últimos años hubo un claro comportamiento de salida de trabajadores y trabajadoras del mercado laboral. Personas que al no encontrar un empleo dejaron de buscarlo o que por obligaciones familiares (mujeres principalmente), se vieron obligadas a abandonar su empleo o la búsqueda activa del mismo. Por ello, la ECE revelaba que la cantidad de personas desocupadas disminuía, pero no porque encontraran empleo, sino porque dejaban de buscarlo y por tanto dejaban de ser contabilizadas como desempleadas.

De ahí que entre el cuarto trimestre de 2016 y el primero de 2017, hubo un fortalecimiento en la creación de puestos de trabajo que permitió a más costarricenses sumarse al mercado laboral y encontrar un empleo. Esta mejora también benefició a las personas que se encontraban trabajando menos de 40 horas a la semana pero querían trabajar más horas, es decir, a las subempleadas, ya que la tasa de subempleo disminuyó al 6,8%, la más baja desde que se realiza la ECE (2010).

Sin embargo no todas son buenas noticias. Al desagregar, entre hombres y mujeres, las tasas de desempleo y subempleo mencionadas, se observan las profundas desigualdades de género una vez más, sin que las mejoras en el mercado laboral tiendan a reducir esas brechas. La tasa de desempleo entre las mujeres fue de 11%, mientras que entre los hombres fue de 7,8%.

En términos absolutos, en el último año, el total de hombres desempleados disminuyó en casi cuatro mil, mientras que las mujeres desempleadas aumentaron en cerca de mil quinientas en el mismo periodo. Más aún, la cantidad de hombres fuera de la fuerza de trabajo disminuyó en catorce mil, mientras que la cantidad de mujeres en esta misma condición aumentó en seis mil. Esto quiere decir que la dinámica de creación de empleos está beneficiando principalmente a hombres, ya que sigue habiendo una salida sistemática de mujeres del mercado laboral.

Hay que reconocer, pese a este lamentable hecho, que en el primer trimestre de 2017 hubo una contención en la salida de mujeres de la fuerza de trabajo, ya que un año atrás, el resultado fue más dramático (cuando alrededor de 30 mil mujeres se salieron del mercado laboral).

Otro dato importante que revela la ECE es que si bien el subempleo disminuyó, al desagregarlo entre hombres y mujeres se observa esta misma asimetría: la tasa en hombres es de 5,4%, mientras en mujeres fue 9,1%. Esta desigualdad tiene una estrecha relación con que el ingreso promedio mensual de los hombres ronda los 478 mil colones, y el de las mujeres, 435 mil colones.

Lo anterior puede explicarse por el hecho de que son principalmente las mujeres quienes realizan los trabajos no remunerados, como el cuidado de niños, niñas, adultos mayores y personas con discapacidad, motivo por el cual suelen desarrollar actividades a tiempo parcial y de baja remuneración, lo que afecta directamente su nivel de ingresos.

Es muy importante desagregar la información económica a la hora de diseñar e implementar políticas públicas, ya que como se observó, detrás de un indicador general se esconden importantes desigualdades, en este caso se analizaron las de género, sin embargo, también muchas otras se hacen visibles si se desagregan los datos por grupos de edad, por zona y por región de planificación. Las realidades que viven los diferentes grupos de personas muchas veces distan de la que muestra un indicador general.

*Observatorio de la Coyuntura Económica y Social, Escuela de Economía UNA.

 

Imagen con fines ilustrativos tomada de www.infonews.com

Enviado por UNA Comunicación.

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Derechos de las mujeres: «Estamos en un periodo de retroceso», afirma Monserrat Sagot

  • Victorias históricas de la lucha feminista empiezan a revertirse

 

Andrea Méndez Montero, Periodista,

Oficina de Divulgación e Información

Derechos de las mujeres
El movimiento feminista está regenerándose y vuelve a surgir con fuerza, ahora protagonizado por generaciones jóvenes.

“En retroceso” es como la directora del Centro de Investigación en Estudios de la Mujer (CIEM) de la Universidad de Costa Rica, Monserrat Sagot, describe en este 8 de marzo el estado de los derechos de las mujeres en la sociedad.

“Hubo un periodo en el que había mucho que celebrar, en el Siglo XX hubo cambios muy importantes para las mujeres…pero en el Siglo XXI nos encontramos en un contexto muy poco alentador” afirmó la Doctora en Sociología.

Según Sagot, el reconocimiento de las mujeres como ciudadanas, su incorporación masiva en el mundo educativo y su participación en puestos labores de toma de decisiones fueron victorias de una lucha histórica que hoy empieza a revertirse.

La situación nacional y mundial, evidencia el resurgimiento una realidad social permeada por muchas desigualdades como son el acoso sexual, la violación de derechos laborales y condiciones de mercado que limitan el desarrollo de las mujeres.

Derechos de las mujeres Montserrat Sagot
Dra.Monserrat Sagot, Directora del Centro de Investigación en Estudios de la Mujer (CIEM) de la Universidad de Costa Rica.

Dichos aspectos desencadenan situaciones que según Sagot, ya no pueden ser ignorados, como es la tendencia al empobrecimiento de las mujeres en toda América Latina o la mayor afectación de esta población ante problemáticas sociales generalizadas.

Muestra de eso es que el porcentaje de desempleo femenino en Costa Rica sea del 11,2% frente a un 6,7% de desocupación masculina o que durante los últimos cinco años, se haya reportado un incremento del 80% en los asesinatos de hombres en Honduras frente a un 263% de decesos de mujeres.

“Cada vez hay más restricciones y grupos oponentes que antes no se atrevían a actuar de una manera tan misógina y ahora lo hacen abiertamente… estamos viviendo una batalla cultural por lo que significa ser mujer y ser una ciudadana plena” enfatizó la investigadora.

Aseguró que tal como ocurrió en el Siglo XIX, este retroceso ha hecho que las mujeres reaccionen, evidenciando su convergencia y actitud de lucha por medio de acciones de denuncia y movilización.

“Todo nos indica que después de vivir un periodo de logros y de relativa pasividad, el movimiento de mujeres está regenerándose y volviendo a surgir con mucha fuerza. Ya no es algo que pueda pasar desapercibido”, señaló Sagot.

Sagot enumera los derechos sexuales y reproductivos, la violencia en sus diferentes formas y el acceso a los recursos, como las principales batallas que en este momento deben dirigir la lucha feminista, dentro del que vuelve a evidenciarse la ausencia de un reconocimiento real de las mujeres como seres humanos.

 

Información tomada de: http://www.ucr.ac.cr/

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Analista UNA: La mejor noticia del año

Programa Martes Económicos

Greivin Hernández González*

 

El hecho que 22.620 costarricenses hayan salido de la pobreza en el último año no puede pasar desapercibido. Más allá de las cifras, es un logro profundamente humano pues implica que unos 10.400 hogares han dejado de padecer carencia de recursos para satisfacer sus necesidades más importantes. Es la primera vez que una cosa así sucede desde que el instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) realiza la Encuesta Nacional de Hogares (ENAHO).

Según dicho estudio, se mire por donde se mire, el avance es significativo. Si la pobreza se mide en términos de ingreso (línea de pobreza) la reducción fue de 1,2 puntos porcentuales (p.p.), si se calcula en torno a un conjunto de indicadores más amplios, como pobreza multidimensional, la reducción fue mayor, 1,3 p.p. En ambos casos el resultado es estadísticamente significativo, según el INEC.

Las razones de la reducción están claras, el ingreso medio de los hogares registró un aumento del 2,4%, explicado en mayor medida por la subida en un 14% de las transferencias estatales y las becas, un aumento de 8,5% en otras transferencias, la reducción en la línea de pobreza gracias a una inflación negativa y un aumento del empleo en algunas zonas rurales.

Uno de los méritos del avance en pobreza es haberlo logrado en un contexto económico difícil, donde el crecimiento económico nacional, si bien es más alto que el promedio de la región, es apenas acorde con el potencial de la economía, y la tasa de desempleo es alta. No es la primera vez que algo así ocurre, como ha documentado el Premio Nobel de Economía Amartya Sen, países como Costa Rica y algunas regiones de la India, han mostrado que es posible mejorar las condiciones de vida de las personas en contextos de bajo crecimiento económico, a través de una buena política social. Si bien muchos economistas consideran que la única forma de reducir la pobreza es con tasas de crecimiento económico altas, por la vía de la “teoría del goteo”, el acontecimiento sucedido es señal de que existen otras maneras para distribuir mejor los recursos que genera la sociedad.

El otro gran logro es la reducción de la pobreza en la zona rural, donde en promedio fue mayor (2,2 p.p.), destacándose regiones como la Brunca, donde la pobreza cayó 4,4 p.p. y la Chorotega que lleva dos años consecutivos de fuerte merma. Regiones donde además el desempleo se encuentra históricamente por encima del promedio nacional.

El secreto de lo acontecido parece ser una política estatal de atención a la pobreza que se mantiene a través de los distintos gobiernos y se perfecciona. El apoyo a programas de larga data como las pensiones no contributivas, las becas para educación y las ayudas en especie, han sido articuladas y combinadas en una batería de programas que reduce las filtraciones y las ineficiencias. El cambio más importante en años recientes, parece ser una identificación más precisa de los beneficiarios, y la reorientación en la asignación de las ayudas por la vía de la oferta, más que la demanda. La creación de los cogestores sociales, los mapas sociales, el Sistema Nacional de información y Registro Único de Beneficiarios, todos ellos parte del programa Puente al Desarrollo que ya atiende a más 27 mil nuevas familias, parecen estar dando resultados.

No obstante, el logro más importante en materia social este año no está exento de retos, el primero quizás sea su sostenibilidad; mientras no se resuelva el asunto fiscal, la disponibilidad de recursos para financiar el conjunto de programas sociales que tiene el Estado costarricense no está garantizado. En los últimos años la inversión social estatal ha venido recuperándose a expensas de un mayor nivel de deuda pública, y reduciendo el gasto de capital, esta ruta no es sostenible.

El reto fundamental es lograr que los recursos de los programas de asistencia social creen y potencien las capacidades de las personas. En el mediano plazo, la meta es que los beneficiarios de los programas sean capaces de independizarse de ellos; aquí la responsabilidad es compartida.

*Observatorio de la Coyuntura Económica y Social, Escuela de Economía UNA.

 

Imagen con fines ilustrativos tomada de www.eldeber.com.bo

Enviado a SURCOS Digital por Oficina Comunicación UNA.

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Analista UNA: Las brechas regionales en el mercado laboral costarricense

Programa Martes Económicos

Lic. Diego Zárate Montero*

 

Del informe Situación del Mercado Laboral Costarricense al segundo trimestre 2016, elaborado por el Observatorio de la Coyuntura Económica y Social de la Escuela de Economía de la Universidad Nacional, dado a conocer hace pocos días, se desprenden importantes resultados, entre ellos, las grandes brechas regionales y territoriales que persisten en el país y que urgen de políticas públicas para su atención.

Las brechas de género en el mercado laboral se amplían cuando se desagregan los datos a nivel regional: por un lado se observa que -en todas las regiones- el porcentaje de mujeres empleadas en ocupaciones de calificación alta es mayor que el porcentaje de hombres; y por otro, que las tasas de desempleo entre las mujeres son más altas que entre los hombres, situación que se agrava cuando se incluye dentro de los desempleados a aquellas personas disponibles para trabajar pero que se encuentran desalentadas. Esto quiere decir que muchas mujeres tienden a desempeñarse en puestos de calificación alta, pero el mercado laboral, en las distintas regiones, no está creando las oportunidades suficientes para ellas.

Por ejemplo, en la región Brunca el porcentaje de mujeres que realiza ocupaciones de calificación alta casi duplica al porcentaje de hombres (25,2% y 13,3% respectivamente), pero al mismo tiempo, el desempleo entre ellas alcanza el 14,9% y entre ellos el 10,8%. Un comportamiento muy similar se presenta en las demás regiones periféricas y, solo en la región Central las brechas de género, tanto en la calificación del empleo como en la tasa de desempleo, son ligeramente menores.

El comportamiento de los indicadores de empleo agregados a escala nacional reflejan, principalmente, el comportamiento de la Región Central: el 65,14% de la fuerza de trabajo costarricense se encuentra en dicha región, así como la mayoría de personas desempleadas (el 61.3%). Asimismo, a nivel nacional, la tasa de desempleo se mantuvo estable, a pesar de haber una menor cantidad de personas ocupadas, y esto se debe, principalmente, a una constante salida de personas del mercado de trabajo, en mayor medida de la región Central. Solo entre el primer y el segundo trimestre del 2016 la fuerza de trabajo a nivel nacional descendió en 44.638 personas, de las cuales 41.830 son de la región Central. Este comportamiento también se verifica en las regiones Chorotega y Huetar Norte, pero no así en las demás regiones. Es importante considerar que una parte de esta población que se sale del mercado de trabajo corresponde a jóvenes que no estudian ni trabajan.

A nivel territorial, la Encuesta Continua de Empleo (ECE) revela una tendencia hacia la baja en los indicadores de desempleo en la vertiente del Atlántico y la cuenca del Río San Juan: la región Huetar Norte presentó una tasa de desempleo de 8,67%, la más baja del territorio nacional en el II trimestre del 2016, aunque con la mayor brecha a nivel de género (un desempleo del 5,8% en hombres y un 14,2% en mujeres) mientras que en la región Huetar Atlántico se experimentan cuatro trimestres consecutivos de reducción de la tasa de desempleo ubicándose en 9,71%, ligeramente superior al promedio nacional.

También a nivel territorial, esta encuesta permite observar que los principales problemas de desempleo se encuentran en la costa pacífica. En la región Chorotega, si bien la tasa de desempleo ha tendido ligeramente hacia la baja en últimos tres trimestres, volvió a situarse por encima del 11% en el segundo trimestre de 2016. En la Región Pacífico Central se ha consolidado una tendencia de aumento en la tasa de desempleo que ya lleva cuatro trimestres consecutivos y se ubicó por encima del 11%. Finalmente, la región Brunca presenta la tasa de desempleo más alta del país por encima del 12% y se consolida como la región con los índices más altos del último año.

De esta manera, se concluye que las asimetrías entre hombres y mujeres en el mercado laboral son estructurales en la economía costarricense ya que son comunes en todo el territorio nacional, siendo las mujeres de la región Huetar Norte las más afectadas. Además, que el comportamiento de los indicadores de empleo agregados a nivel nacional no expresan necesariamente las desigualdades territoriales debido a la alta concentración de la fuerza de trabajo en la región Central y; finalmente, que las regiones de la Vertiente del Pacífico requieren de una mayor atención por parte de las políticas públicas, ya que se viene consolidando una exclusión en el mercado laboral que, de no revertirse, podría convertirse en una crisis de empleo en años venideros.

*Observatorio de la Coyuntura Económica y Social, Escuela de Economía UNA.

 

Imagen con fines ilustrativos tomada de Masters a Distancia.

Enviado a SURCOS Digital por Oficina de Comunicación, UNA.

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Analista UNA: Mujeres enfrentan discriminación en mercado laboral

Greivin Hernández González*

 

Los datos de la Encuesta Continua de Empleo no dejan lugar a dudas, a pesar de que las mujeres, en promedio, tienen un nivel educativo más alto, perciben un menor salario, se les dificulta más encontrar empleo y trabajan en mayor medida en la informalidad y en condiciones de subempleo.

La encuesta realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Censos para el segundo trimestre de 2016, indica que de las 378 176 personas ocupadas con título universitario, el 53% son mujeres y el resto hombres. Según nivel de educación, el de mayor peso relativo para las mujeres que trabajan, es el universitario con título, seguida por la secundaria incompleta. A diferencia de los hombres, para los que los rubros de mayor importancia son primaria completa, y secundaria incompleta.

No obstante lo anterior, las mujeres padecen con mayor intensidad del desempleo y el subempleo. La tasa de desempleo abierto es del 11.2% entre las mujeres y 8.3% entre los hombres, mientras que la tasa de subempleo (porcentaje de personas ocupadas que trabajan menos de 40 horas por semana, y que desean trabajar más horas pero no encuentran más trabajo), es más alta entre ellas (10.3%) que entre ellos (7.2%). Esto a pesar de que, en promedio, las mujeres desempleadas también tienen un mayor nivel de educación, 17% cuenta con algún título universitario, más del doble que los hombres (8%).

Asimismo, las condiciones de empleo son peores para las mujeres, a pesar de que la informalidad ha caído en los últimos trimestres y que la brecha de género se ha venido cerrando, esta afecta más a las mujeres (43.3%) que a los hombres (41%). De igual manera, el 73% de las mujeres asalariadas cuentan con seguro por trabajo, mientras que entre los hombres dicho porcentaje llega al 82%. En términos de estabilidad laboral, la balanza también es negativa para las mujeres.

Estas son algunas de las causas por las que los hombres participan más en el mercado laboral, y trabajan más horas. Las mujeres han venido reduciendo su oferta de trabajo (se salen del mercado laboral), situación que se ha extendido a las jóvenes, pues en promedio seis de cada diez personas entre 15 y 24 años, que no trabajan ni estudian, son mujeres.

La situación descrita tiene implicaciones importantes en varias dimensiones de la vida de las mujeres, de forma directa en su ingreso, pues en promedio, el de los hombres es 6% más alto, para el segundo trimestre de 2016. El promedio de ingreso mensual nacional en el empleo principal fue de 467 mil colones para los hombres, y 440 mil colones para las féminas. Adicionalmente, si bien la pobreza alcanza a poco más del 20% de los hogares, cuando la mujer es jefa de hogar, este dato más que se duplica. Asimismo, la violencia está afectando más a las mujeres, pues la tasa de robos y hurtos con y sin violencia y los delitos sexuales las afectan en mayor medida.

Resulta claro entonces, que no obstante los esfuerzos de varios gobiernos por atender las necesidades laborales de las mujeres, y a pesar de los avances de los últimos años, las políticas de equidad de género en el mercado laboral aún no han logrado solucionar el problema.

 

*Observatorio de la Coyuntura Económica y Social, Escuela de Economía UNA.

 

Imagen con fines ilustrativos tomada de Eldiario.es

Enviado a SURCOS Digital por UNA Comunicación.

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Analista de la UNA: Estancamiento en la tasa de desempleo esconde un problema mayor

Greivin Salazar Álvarez*

 

Días atrás el Instituto de Estadística y Censos (INEC) dio a conocer los resultados de la última Encuesta Continua de Empleo (abril – junio 2016), con material de provecho para “optimistas” y “pesimistas”.

Primero, ¿qué paso con la tasa de desempleo?, de junio del año anterior a junio de este año se redujo de un 9,5% a un 9,4%, es decir, por cada 1.000 personas de 15 años y más que buscaron activamente un empleo, anteriormente 95 no encontraban trabajo, mientras que ahora son “sólo” 94.

¿Qué dirían los optimistas? Que el resultado es satisfactorio, se redujo la tasa de desempleo y además, la cantidad de personas que no encontraban trabajo (desempleadas) se redujo, en ese periodo, en cerca de 15.000, al pasar de 217.933 a 202.563. ¿Y los pesimistas? Argumentarían que el panorama es alarmante, que en cuestión de un año se perdieron 132.000 puestos de trabajo, ya que en junio del 2015 habían cerca de 2.087.000 personas con trabajo y ahora sólo 1.955.000.

Con estos datos, parece que alguno de los dos está mintiendo ¿optimistas o pesimistas? En realidad ambos están en lo correcto, la tasa de desempleo abierto disminuyó, la cantidad de desempleados también y, además, se perdieron puestos de empleo. ¡Toda una paradoja!

Para aclarar esta situación, se tiene el siguiente ejemplo: José, Pedro, María, Pablo y Ana, todas estas cinco personas desean trabajar, las primeras tres encuentran trabajo, pero las dos últimas no (Pablo y Ana), en consecuencia, la tasa de desempleo abierto sería de un hipotético 40% (dos de cinco). Sin embargo, tiempo después, Pablo, una de las dos personas desempleadas, desmotivado por su situación, decide no seguir buscando trabajo; por su parte, María, quien sí se encontraba empleada, por alguna circunstancia deja su puesto y ya no desea laborar, se sale del mercado laboral.

Por tanto, ahora son sólo tres las personas que desean trabajar (José, Pedro y Ana) y de éstas una no encuentra en que laborar (Ana), en consecuencia, la tasa de desempleo se reduce a un 33% (uno de tres), esto a pesar de que existen menos personas empleadas (dos, ya no tres como antes) pero también, menos personas desempleadas (una, ya no dos como antes).

Así las cosas, existe una pregunta obligatoria ¿qué pasó con Pablo y María? Bueno, técnicamente son personas que no desean trabajar, es decir están “Fuera de la Fuerza de Trabajo”; en el caso de Pablo, su nivel de desmotivación llegó a tal punto, que ahora no busca trabajo, no estudia y piensa vivir “de lo que pueda” (sí, literalmente). En cambio María, con una mejor visión, retomó sus estudios universitarios con la firme idea de que más adelante cuando los concluya, podrá obtener un mejor puesto de trabajo en comparación al que ostentaba hasta hace poco. La diferencia entre ambas decisiones es abismal.

Ahora bien, la realidad nacional no dista mucho del ejemplo anterior y en consecuencia esconde un problema mayor. Es así que la disminución en la tasa de desempleo abierto en el último año se debe a una contracción de la fuerza de trabajo y no a una mayor cantidad de personas ocupadas en el país. En el último año, la cantidad de personas en edad de trabajar -de 15 años y más- pero que por alguna razón no desean hacerlo (están “fuera de la fuerza de trabajo”), aumentó en cerca de 210 mil, en su mayoría adultos mayores y jóvenes, por cuanto de estas 210 mil personas, 68 mil son mayores de 60 años (el 32%) y 57 mil son jóvenes entre los 15 y 24 años (el 27%).

¿Y por qué razones podrían estar saliendo algunas personas del mercado laboral?

  • Una respuesta estaría relacionada con el proceso de envejecimiento de la población que ha hecho que una parte de la fuerza de trabajo acuda a su jubilación, presionando aún más los sistemas de pensiones (otro gran tema país).
  • Otra respuesta podría ser la dificultad que tienen muchas personas de encontrar un empleo en una economía que a pesar de que genera puestos de trabajo, estos requieren cierto nivel de cualificación y/o especialización. Problemas estructurales.
  • Y por último, siendo esta la razón que se desea enfatizar, porque hay una mayor cantidad de jóvenes que se dedican sólo a estudiar, lo cual desde luego está muy bien (en el último año la cantidad de jóvenes entre 15 y 24 años que sólo estudian aumentó en cerca 31.000); pero también, porque hay un aumento en la cantidad de jóvenes que no estudian ni trabajan (23.292 jóvenes más en el último año).

En síntesis, la mejora relativa en algunos indicadores del mercado laboral responde a una reducción en el tamaño de la fuerza de trabajo, lo que esconde un problema de gran importancia, como es el incremento en la cantidad de jóvenes que no estudian ni trabajan, ya que de mantenerse este panorama, el país está empeñando seriamente su futuro y desde luego el de todos estos jóvenes; así como propiciando el caldo de cultivo para acrecentar las desigualdades sociales.

*Observatorio de la Coyuntura Económica y Social, Escuela de Economía UNA.

 

Imagen con fines ilustrativos tomada de www.centralamericalink.com

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Desempleo continúa siendo principal mal de la economía

Greivin Hernández González*

 

Inflación controlada, crecimiento superior al de nuestros socios comerciales, déficit fiscal menor al esperado, tasas de interés a la baja y fuerte posición de reservas; son muy buenas noticias económicas para el país, sin embargo, el alto nivel de desempleo, creciente nivel de deuda pública y alto endeudamiento en dólares, son los retos más importantes que debemos sortear en lo que queda de este año y el que viene, según la Revisión del Programa Macroeconómico 2016-2017 difundida recientemente por el Banco Central de Costa Rica (BCCR).

En cuanto a la inflación dos elementos positivos llaman la atención: las expectativas se han mantenido por 15 meses dentro del rango meta establecido por el Banco, y quizás este año no sea negativa. Lo primero significa que en el mediano plazo los precios dejarán de subir tanto como hace unas décadas, porque los agentes económicos creen que así será (profecía autocumplida), mientras que lo segundo es una buena noticia para la mayoría de los costarricenses que tenemos deudas, pues implica una baja en las tasas de interés reales y un estímulo al consumo, crecimiento y empleo. El BCCR espera que el año entrante la inflación se ubique más cerca de la meta (± 3%) por aumentos en el precio del petróleo y recuperación económica internacional, visión algo optimista pero funcional en términos de motivos para no inyectar más liquidez a la economía nacional.

En términos de crecimiento, el motor de la economía sigue siendo el consumo interno pero ahora se suman buenas noticias por parte de la demanda externa. Sectores como el agrícola y el industrial que habían venido rezagados del resto, finalmente están viendo la luz al final del túnel, gracias a menores eventos climáticos y el auge del sector de dispositivos médicos en sustitución del de componentes electrónicos. Sin embargo, como el mismo informe reconoce, aún no alcanzamos el crecimiento potencial. Y si bien crecemos más que los países con los que comerciamos, las tasas son insuficientes para reducir los niveles de desempleo y pobreza, se espera que la situación sea muy similar en 2017.

Uno de los principales cambios en las proyecciones del BCCR, es la perspectiva de déficit fiscal al cierre de 2016, si el gobierno sigue el curso mostrado en el primer semestre, será de 5.7% del PIB, levemente menor al de 2015. El cambio se debe en buena medida al trabajo del Ministerio de Hacienda en materia de ingresos tributarios, pues la variación interanual fue de 10.3% (los ingresos por impuestos sobre ingresos y utilidades crecieron 16%). La proyección no incluye efectos por aprobación de nuevos impuestos, por lo que si el Congreso finalmente acuerda algo, el resultado podría mejorar.

Otro aspecto positivo es que el BCCR aún encuentra margen para una reducción de las tasas de interés en colones, considera que el cambio de metodología que implementó en febrero de este año, así como la reducción de la tasa de política monetaria, han contribuido en esta línea, y lo seguirán haciendo.

Por otra parte, el informe llama la atención sobre elementos que podrían dar al traste con la recuperación de la economía, entre ellos el creciente nivel de deuda pública, fenómenos climáticos, débil crecimiento internacional, y volatilidad en el precio de las materias primas. De ellos los ticos deberíamos ser capaces de resolver al menos uno, el de la insuficiencia de ingresos por parte del Estado para cubrir sus obligaciones, el resto está fuera de nuestras manos.

Finalmente, el informe del Banco no esconde la precaria situación del empleo, reconoce que si bien en el primer trimestre del año la tasa de desempleo bajó a 9.5%, esto se debió a una reducción de la población económicamente activa, es decir, a que cada vez más personas dejan de buscar trabajo. Aunque sectores como comercio, comunicación y otros servicios están creando empleos, la caída en los demás arroja un balance negativo. Aquí el Banco ha dicho reiteradamente que su aporte es muy limitado, se circunscribe a brindar confianza para que el sector privado aumente la inversión productiva. Discrepamos, para empezar podría centrarse en acelerar el ritmo de reducción de las tasas en colones, para así desincentivar el endeudamiento en dólares, antes que encarecer el crédito en moneda extranjera. Adicionalmente, recordemos que llevamos 12 meses consecutivos de inflación negativa, cosa que no debería ocurrir pues implica un aumento en las tasas reales, en otros países (y aquí mismo en otra época) los bancos centrales han aumentado la meta de inflación de corto plazo para promover el consumo, la producción y el empleo.

*Observatorio de la Coyuntura Económica y Social, Escuela de Economía UNA.

 

Imagen con fines ilustrativos tomada de www.entornointeligente.com

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