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Etiqueta: desigualdad

Desarrollo, aporte científico y tecnológico en el siglo XXI y universidades

Alberto Salom Echeverría

Me atrevo a afirmar que no ha habido en la historia de la humanidad, un crecimiento exponencial o continuo que se haya producido de una forma tan vertiginosa, como el que han experimentado la ciencia y la tecnología entre la segunda mitad del siglo XX y las dos décadas y un poco más que llevamos del XXI.

De hecho, la evolución de la ciencia y la tecnología se constituyó en la variable independiente que explica el salto cualitativo dado por el desarrollo económico social de la humanidad; solo que, aplicado esencialmente a los países de renta alta, los llamados “países desarrollados”.

En efecto, esos países como Estados Unidos, el occidente europeo prácticamente en su integralidad, y, un poco después Japón, Australia y Nueva Zelanda, fueron capaces de saltar de la fase de desarrollo industrial, que la mayoría de ellos la empezaron a recorrer desde mediados del siglo XIX, para luego, escalar una cúspide a fines del siglo XX, hasta el momento en el que aflora en su plenitud, la era de la sociedad del conocimiento; o sea un mundo, en particular un segmento de éste, sólidamente interconectado por la informática, la robótica, es decir por la ciencia y la tecnología en la posmodernidad.

Pero, en cambio, hay mucho que decir acerca del tipo de desarrollo que se produce tomando en cuenta el mundo en su globalidad. No se puede afirmar que, en todas partes del orbe, la ciencia y la tecnología hubiesen irradiado el mismo impacto que el que se produjo en los países con un alto grado de desarrollo, a partir de la última década del siglo XX, hasta esta tercera década de la actual centuria que hemos comenzado a recorrer. Esta circunstancia hay que tenerla muy en cuenta, y ser muy precavidos, cuando nos proponemos medir el influjo de la ciencia y la tecnología en el desarrollo de naciones rezagadas, ya que, en la mayoría de ellas, ni siquiera la industria ha penetrado completamente en la formación económica y social, tal como ocurre en la gran mayoría de los países denominados por la CEPAL, “en vías de desarrollo”. Los mejor establecidos entre ellos son los países de renta media como Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica. Ahora se habla de México. Pero, como veremos, todos ellos adolecen de los mismos defectos cualitativos, solo que en una escala menor que el resto de los países más atrasados.

Características sobresalientes del desarrollo y del progreso científico-tecnológico en el siglo XXI.

Lo que más resalta al observar el mundo en el siglo XX, es la abismal bifurcación tanto en el ritmo del desarrollo socio económico, como en el avance de la ciencia y la tecnología entre dos mundos: el que está conformado por los países desarrollados de renta alta, y el resto del orbe subdesarrollado. Es posible que, agudizando más la lente, podemos visualizar el mundo dividido no solo en dos mitades, sino en más fragmentaciones; pues, para citar un ejemplo, los países que acabamos de mencionar conocidos por el acrónimo de “BRICS”, han logrado hacer que, una parte de su sociedad se parezca a las de los países desarrollados, mientras la otra se asimila a los subdesarrollados.

El desarrollo económico social del concierto de las naciones más avanzadas del mundo en el siglo XXI, así como el progreso científico y tecnológico que induce y acompaña dicho desarrollo, tienen una primera característica en común residente en que promueven un mundo en constante cambio, con saltos evolutivos como nunca se habían conocido en país alguno. El progreso científico tecnológico y el desarrollo capitalista de esta época tienen entre sí una relación biunívoca (de mutua correspondencia), ya que mientras el primero acicatea, propicia o induce la globalización, también experimenta un generoso aliciente proveniente de este mismo capitalismo, porque lo requiere para completar su misión y destino globalizante. Pero, de nuevo, esta característica es atinente solamente a la parte más privilegiada del globo terrestre. En el otro mundo, los cambios son excepcionalmente lentos y solo se dan en segmentos privilegiados y, por eso mismo, minoritarios de la sociedad. En muchos casos se puede hablar inclusive de involución, tomando en cuenta, por contraposición que, la parte mayoritaria de esas sociedades se empobrece cada día más, se torna más iletrada y con menos acceso a la salud pública y a la cultura.

El tercer rasgo distintivo, muy sobresaliente y sobremanera alambicado, es la desigualdad en el desarrollo y en el acceso a la tecnología y al conocimiento científico. En realidad, la situación se ha tornado extremadamente compleja, porque la desigualdad a la vez que cada día es más honda entre los países más desarrollados y los menos, está presente también al interior de los primeros, entre las grandes corporaciones y el resto de la sociedad; hasta el extremo de que, en ellas ha aparecido una pobreza tan abyecta como la que impera, solo que, en mayor cuantía, en el orbe subdesarrollado y paupérrimo. Por otro lado, en los países del llamado primer mundo el desarrollo científico y tecnológico es tan refinado y costoso, que ha resultado bastante exclusivo. Son pocos los países pobres, que tienen acceso a las innovaciones más novedosas y útiles para catapultar la sociedad del conocimiento, coadyuvando con el crecimiento del producto interno bruto o PIB y la competitividad, como acaece en los países de renta alta, donde las innovaciones se originan.

Asociado a lo anterior, otra característica es que las innovaciones son cada día más sofisticadas. Así ocurre por ejemplo con los semiconductores para la industria electrónica, cuya invención data de la década de los sesenta del pasado siglo, pero estos semiconductores se han comenzado a implementar con mayor éxito en la presente centuria, en la ingeniería eléctrica. Ello es así por el descubrimiento de los materiales no metálicos, como el silicio, útil como conductor de la electricidad. No obstante, es preciso advertir que, para el uso industrial, tanto el silicio como el germanio no suelen utilizarse en estado puro (conocidos como semiconductores intrínsecos), sino que se echa mano de los semiconductores llamados extrínsecos, son los naturales, pero con impurezas, los cuales se obtienen por medio de un procedimiento denominado de “dopaje”. Como quiera que fuere, gracias a ello aparece la innovación de los circuitos minúsculos integrados en un pequeño chip de silicio, lo que hizo posible a su vez, la invención de los modernos ordenadores miniatura, nuestras computadoras personales que han revolucionado hasta la forma de vivir y trabajar. Se está en la ruta de otra invención, a partir de allí, que consiste en los superconductores electrónicos que se fabrican a temperaturas muy altas, que harán posible la creación de trenes de levitación magnética. Por otra parte, ya están en uso las computadoras ultrarrápidas, los teléfonos inteligentes o “smartphones”, y los coches eléctricos, amén de los modernos sistemas de armamento y la tecnología aeroespacial. O sea que las innovaciones se están aplicando también en la industria de la ingeniería mecánica, como la citada tecnología aeroespacial, merced a los materiales ligeros y a la vez resistentes, como los no metálicos (además del silicio, el germanio, y otros menos frecuentes en su uso como el azufre, el boro o el cadmio), los cuales han venido a reemplazar las aleaciones de aluminio y otros materiales metálicos que se emplean en la construcción de los fuselajes de los aviones; parte del cuerpo de los aviones donde van los pasajeros y las mercancías. (Cfr. Gómez, José Luis. “¿Qué son los semiconductores y para qué se utilizan?”. http:/diariomotor.com @jgomez1995).

La reorganización de la ciencia y las universidades.

En el ámbito propiamente científico se ha debido producir una reorganización de la ciencia, debido al hecho de que el espacio del conocimiento se ha hecho tan vasto, que es imposible comprender el mundo de hoy, tanto en lo socio económico como en el ámbito natural, con base en la dinámica de desarrollo de la ciencia del siglo XX. Me he referido a este tema, que es de mi incumbencia como universitario, en otros ensayos anteriores. La ciencia del siglo XX en su mayor parte fue un conocimiento que, conforme fue creciendo, debió tomar un curso hacia la especialización y super especialización. Todos los profesionales académicos e intelectuales en la segunda mitad del siglo XX, en todo el mundo, o al menos en el hemisferio occidental, estudiamos alguna especialidad y sobre ella, los que pudimos, hicimos un posgrado, ya fuera maestría o doctorado.

Para explicar mi punto de vista de una manera coloquial, afirmo que la ciencia, no podía llamarse así en singular, porque en realidad se produjo una especie de eyección de diferentes disciplinas que por lo consiguiente se diversificaron. Por eso es más apropiado, a mi modo de ver, hablar de “las ciencias.” A raíz de esto, volvió a surgir en el mundo una nueva “Torre de Babel”: cada grupo de profesionales adquirió una jerga particular, irreconocible para cualquier otro gremio de profesionales pertenecientes a otros campos del conocimiento. Cada grupo profesional se adueñó de su propio “dialecto”, empleando un glosario de términos científicos o a veces pseudo científicos que, en la mayoría de los casos no eran reconocibles fuera del círculo de especialistas de la respectiva rama adherida al inmenso árbol del conocimiento. Así surgieron, especialmente en las universidades, revistas contentivas de diversas investigaciones que se publicaban y se publican todavía, las cuales no pueden tener demasiados lectores, ya que algunas veces, solamente los académicos del ramo logran descifrar los artículos, plagados de un lenguaje que, para la mayoría resulta esotérico.

Las especialidades en los diferentes campos fueron una necesidad, para lograr que cada sector profesional le prestara atención a un problema concreto que atañía ya fuera a la sociedad en el caso de una política pública, a las comunidades, a las personas individualmente consideradas, o a la propia teoría científica, en el caso de las cuestiones vinculadas con la ciencia pura. No obstante, con el tiempo la “Torre de Babel” comenzó a pasar la factura. El mundo de los especialistas perdió comunicación entre sí y con el resto de la sociedad; la ciencia se fragmentó en “mil” pedazos, con lo que los diferentes gremios de académicos, científicos e intelectuales experimentaron una suerte de “entropía”, un desorden formidable por la incapacidad de atender un mensaje científico de otros especialistas. Cada gremio profesional volcado sobre sí mismo, tendió a convertirse en un grupo autárquico o autosuficiente en sí mismo.

En cambio, la realidad no está segmentada, es un todo que lo intentamos comprender a partir de diversas metodologías, las que deben permitirnos aprehender un fenómeno particular, o varios de estos entrelazados, pero aislándolos de los demás. El mundo de la ciencia avanzó mucho, se conoció mucho, pero se llegó a un punto de estancamiento a partir de un enfoque estrictamente disciplinar, como para poder abordar problemas de alta complejidad, que la misma ciencia nos puso al frente. Ante ellos fue y es cada día más imprescindible abrir múltiples canales de comunicación desde perspectivas multi, inter o transdisciplinarias. Insisto, las disciplinas no desaparecen, pero a partir de cada una de ellas se entrelazan una o varias disciplinas, para interpretar y explicar el mundo impredecible de la realidad compleja; impredecible, sobre todo, desde la óptica de una sola disciplina científica o artística.

Interdisciplina, implica la integración de varios saberes, poniendo en relación varios campos disciplinarios, para lograr un aprendizaje más profundo que aquel que se conseguía a partir de un único saber. Aquí, se pretende lograr un desarrollo para una puesta en práctica de lo que se sabe, pero desde diferentes áreas del conocimiento. (Cfr. Araya Crisóstomo et.al. “Interdisciplinariedad en palabras del profesor de Biología: de la comprensión teórica a la práctica educativa.” Revista mexicana de investigación educativa. Versión impresa ISSN 1405-6666. http:/scielo.org.mx)

Multidisciplinariedad, Es la práctica de investigación basada en la yuxtaposición de modelos teóricos y metodológicos pertenecientes a diferentes disciplinas para abordar una pregunta de investigación específica; en este enfoque, cada especialista trabaja por separado, existiendo poca o ninguna sinergia entre los investigadores de los diferentes campos involucrados. Pero se comparte información. El acercamiento multidisciplinar es el primer tipo de colaboración entre disciplinas (Cfr. “Multidisciplinariedad, interdisciplinariedad y Transdisciplinariedad.” http:/digital.csic.es)

Transdisciplinariedad, es una práctica de investigación basada en la articulación de varias disciplinas en torno al estudio de una pregunta específica, se llega de esa forma a generar una nueva parcela de conocimiento, la cual surge como resultado de la superación de los límites de algunas o de todas las disciplinas involucradas. (Cfr. Ibidem).

Ateniéndonos a las definiciones recién aportadas, puede verse con claridad, que sobre todo en el caso de la interdisciplinariedad y la transdisciplinariedad, se trata de buscar nuevas formas de organizar las disciplinas científicas. Por ende, puede deducirse con facilidad que la forma como está organizada la universidad Napoleónica, desde fines del siglo XVIII, como ocurre en Costa Rica, por facultades y estas a su vez divididas en unidades académicas, no es la mejor disposición para propiciar un acercamiento simbiótico entre diferentes disciplinas, aunque, hemos de reconocer que tampoco lo impide. Nuestras instituciones deben buscar la modalidad que ellas consideren apropiada, para estimular el ineludible acercamiento que la ciencia en su conjunto y el arte contemporáneos requieren. No me propongo sugerir en este momento una forma particular de organizar la vida académica. A las autoridades correspondientes les compete, junto al estudiantado, los académicos y el resto de la comunidad universitaria, encarar ese desafío. Lo que sí resulta ineludible, para estar a la altura del desarrollo científico, artístico y tecnológico en la vida contemporánea, es buscar con denuedo esas diferentes vías de comunicación multi, inter o transdisciplinarias, de una de ellas o incluyéndolas a las tres. De lo contrario, la universidad costarricense corre el riesgo de quedarse rezagada sin poder seguir desempeñando un papel nodal en el área de las universidades públicas centroamericanas, como en alguna medida la ha hecho hasta ahora.

Otra cuestión vital, tiene que ver con la integración también de las tres áreas que componen la academia, a saber, la docencia, la investigación y la extensión o acción social. Este aspecto es igualmente crucial para las universidades; si somos autocríticos habremos de reconocer que nuestros centros de educación superior, en mayor o en menor medida han descuidado este aspecto, a pesar de que teóricamente está clarificado en ellas desde los tiempos del gran intelectual y académico universitario que fue Rodrigo Facio Brenes. Finalmente, otra problemática que debemos analizar, y que forma una tríada con las dos anteriores, es la que se refiere a la presunción de que se debe dar impulso a las llamadas carreras STEM, por encima de las artístico-culturales, de las ciencias sociales y de las letras. Este tema acabo de tocarlo en un artículo anterior, pero reitero ahora, que la presunción de algunos de querer ver las ciencias exactas y naturales, las llamadas carreras tecnológicas, las ingenierías y las matemáticas por encima del resto, está sentada sobre una premisa falsa. Consiste en la errónea creencia de que con las carreras STEM se promueve un desarrollo más intenso en las áreas que el país requiere. Ese planteamiento ignora por completo, que la concepción humanística integral, no excluye, sino que supone las carreras STEM. Es menester por ende, reforzar constantemente la perspectiva central de buscar graduar profesionales, con una visión solidaria respecto del género humano, en especial relacionada con las personas dejadas de lado por el estilo de desarrollo concentrador que hemos tenido; profesionales capaces también de tener siempre en cuenta en las tareas del desarrollo, a los animales y plantas que hay en nuestra Tierra y sus hábitats; profesionales dotados de sólidos valores éticos y morales, de prístina honradez y de un espíritu cívico y civilista, donde la mujer y el hombre sean un dueto para movilizar juntos las tareas del progreso y el bienestar, en lugar de que la mujer sea pisoteada y sometida por el hombre como ocurre tantas veces en nuestra sociedad patriarcal.

 

Compartido con SURCOS por el autor.

Día Internacional de la Mujer

José Luis Pacheco Murillo

El 8 de marzo se celebra el Día Internacional de la Mujer, un día dedicado a la lucha por la igualdad, la participación y el empoderamiento de la mujer en todos los ámbitos de la sociedad.

Hoy no es o no debería ser una celebración romántica y de hacer de la mujer un símbolo sexual o una pieza a la que se le admira su belleza física. Esa connotación para este día se la dado el comercio. Hoy se conmemora la lucha de la mujer por su participación, en pie de igualdad con el hombre, en la sociedad y en su desarrollo integro como persona. Hoy debemos de rendir tributo a las mujeres que han luchado y siguen luchando por tener una sociedad más igualitaria, más justa, a las que siguen luchando de manera permanente por acabar con los acosos, asesinatos, violencia de género, brecha salarial y las desigualdades en todas sus formas.

La campaña del Día Internacional de la Mujer 2023 es: «Por un mundo digital inclusivo: Innovación y tecnología para la igualdad de género».

Para este año se pretende reconocer y homenajear a aquellas niñas, mujeres y organizaciones feministas que apoyan los avances de la tecnología transformadora, así como el acceso a la educación digital que contribuyan a acortar la brecha digital de género, disminuyendo las desigualdades sociales y económicas.

La mujer ha sido transformadora de la historia de la humanidad toda la vida. Su aporte, muchas veces ignorado, es el que ha hecho que tengamos hoy muchísimas facilidades para nuestra convivencia.

Hoy y siempre el reconocimiento a la mujer por todo su aporte y toda su lucha por vencer los obstáculos que una sociedad machista y patriarcal en la que sus oportunidades han sido escalas y diferenciadas con relación al hombre. El reconocimiento por su temple y su constante forma de demostrarnos su compromiso con hacer de nuestra sociedad y de nuestro mundo un lugar mejor. No les ha sido para nada sencillo. Ni la legislación ni las acciones gubernamentales ni institucionales a lo largo de la historia les han favorecido, sin embargo, pese a ello, han sabido ir derribando obstáculos y prejuicios y logrado posiciones y espacios que hoy asumen con absoluta responsabilidad y para bien de todos.

Mi reconocimiento y homenaje a las mujeres que con sus acciones, sus luchas y sus convicciones hacen que el mundo tenga cada día una nueva esperanza de cambiar para bien, porque la mujer ha logrado transformarlo.

Gracias mujeres por no dejarse vencer por el machismo y la injusticia y por reivindicar todos los días mejores condiciones para todas e incluso para muchos hombres.

Dios quiera que en el mundo, a la mujer se le respete y se le reconozcan todos los derechos sin discriminaciones de ningún tipo.

Un abrazo para todos en especial a las mujeres que dan lo mejor de sí para cambiar este mundo para bien.

Seis retos que tiene América Latina para ser una región más justa con las mujeres

Por Marcia Aguiluz Soto

8 de marzo del 2023

¿Cuáles son los retos que actualmente enfrentan las mujeres en América Latina?

Es el 2023 y las mujeres en toda su diversidad seguimos sufriendo las consecuencias del patriarcado, este sistema que permanece arraigado en nuestras culturas y sociedades, y del cual se derivan múltiples formas de violencias y discriminación.

Si bien es cierto que, en los últimos 50 años, hemos visto importantes avances institucionales y normativos a favor de los derechos de las mujeres, también lo es que persisten desafíos para lograr una efectiva igualdad de género y, consecuentemente, una mayor protección a nuestros derechos.  A continuación, me referiré a algunos de esos desafíos desde una perspectiva latinoamericana.

El patriarcado: el origen de todos los males

Aún sigue siendo el mayor desafío para lograr una efectiva protección de las mujeres, y constituye el origen de muchos de los problemas que enfrentamos. Si las sociedades continúan funcionando sobre la base de una supremacía de los hombres por encima de las mujeres, seguirá siendo muy difícil combatir y eliminar las violencias y discriminación que cotidianamente nos afectan. Derribar el patriarcado, es una prioridad.

Lamentablemente, en América Latina cada vez hay una mayor influencia de grupos fundamentalistas o religiosos que tienen fuertes alianzas con sectores políticos y económicos poderosos, lo que ha incidido en la aparición de propuestas que buscan perpetuar el patriarcado y reforzar los estereotipos que lo alimentan.

Algunos de estos grupos se presentan como “provida”, pero su trabajo va más allá de luchar contra el derecho al aborto. En la práctica, sus propuestas buscan mantener el statu quo y que las mujeres sigamos subordinadas en los espacios públicos y privados.

Un ejemplo reciente y simbólico se observó en la Asamblea General de la Organización de los Estados Americanos, celebrada en Perú en el 2022, cuando varias delegaciones estatales (por ejemplo, Paraguay y Guatemala) abogaron por eliminar todo lenguaje sobre igualdad de género y la interseccionalidad, lo cual no es un hecho aislado sino una estrategia sistemática desde hace varios años. En Costa Rica, hace tan solo unos días, el Consejo de Educación ordenó modificar todo documento interno del Ministerio de Educación para que no se use el lenguaje inclusivo, sino solamente el masculino, con el argumento de que así lo ordena la Real Academia Española.

La falta de acceso a derechos sexuales y reproductivos: la piedra angular de nuestros derechos

La Declaración Universal de Derechos Humanos señala en su artículo primero que “todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos”. Sin embargo, en el caso de una gran mayoría de mujeres y personas con capacidad de gestar, el derecho a la igualdad y el reconocimiento a nuestra dignidad se violenta ante la negativa a prestar servicios de salud sexual y reproductiva de calidad y acorde con nuestras necesidades, en particular el acceso al aborto, libre, seguro y gratuito.

En América Latina, ocho países permiten el aborto hasta cierto plazo, diez en al menos en una causal, y cinco lo prohíben totalmente. Esto quiere decir que millones de mujeres y personas con capacidad de gestar, tienen el riesgo de morir si llegan a necesitar un aborto y les es negado.

Además del acceso al aborto, también subsisten desafíos como el acceso a anticonceptivos de calidad. Venezuela es uno de los ejemplos más preocupantes. En este país, un estudio reciente señaló que solo el 26% de mujeres en edad reproductiva usan anticonceptivos. Adicionalmente, en Chile, en el 2020 se distribuyeron anticonceptivos defectuosos en el sistema público de salud y farmacias, generando que, al menos 111 mujeres empobrecidas, quedaron embarazadas sin desearlo.

Por otra parte, la educación sexual integral también permanece como un pendiente en varios países de la región. Un dato curioso es que los mismos grupos fundamentalistas que se manifiestan contra el aborto, también se oponen a la educación sexual, que sería una política idónea para evitar embarazos no deseados. En Costa Rica, en el año 2018, cientos de padres impidieron el inicio del curso educativo por estar en desacuerdo con la educación sexual integral que se daría a estudiantes de secundaria. En Colombia el tema tampoco avanza.

La falta de acceso a derechos económicos, sociales y culturales: ¿cómo luchar si se está sobreviviendo?

La falta de satisfacción de necesidades básicas como acceso a alimentación, vivienda y empleo digno, es otro de los grandes pendientes que enfrentamos, en un gran porcentaje, las mujeres.

La feminización de la pobreza es un fenómeno poco honroso y da cuenta de la discriminación histórica que persiste. El Observatorio de Igualdad de Género de América Latina y el Caribe (OIGALC) afirma que  “los esfuerzos de reducción de la pobreza en la región no han beneficiado de igual manera a hombres y mujeres, ni ha tenido el mismo ritmo, y que finalmente los hogares pobres concentran una mayor proporción de mujeres en edades de mayor demanda productiva y reproductiva. En 2019, por cada 100 hombres viviendo en hogares pobres en la región, habían 112,7 mujeres en similar situación”.

En cuanto al empleo, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) alertó en el 2022 que, de los 23,6 millones de puestos de trabajo de las mujeres que se perdieron en el peor momento de la crisis por COVID-19, aún faltaban por recuperar unos 4,2 millones a finales de 2021. Sin embargo, en el caso de los hombres ya se habían recuperado prácticamente por completo los 26 millones de puestos perdidos. En palabras de la OIT “la pandemia agudizó desigualdades estructurales existentes. Las mujeres rurales, las jefas de hogar con niñas y niños pequeños, aquellas de menos formación y educación, mujeres indígenas y afrodescendientes han sido más afectadas. Las brechas de género, tanto en la participación como en los ingresos, son persistentes en las mujeres con menores ingresos y menor nivel educativo”.

La falta de redistribución de los cuidados: todo bien con la igualdad hasta que les toca a otros ceder sus privilegios

Cada vez más los movimientos feministas reclaman políticas públicas integrales que permitan redistribuir la responsabilidad de los cuidados. Históricamente, el cuidado de los hijos e hijas, de los padres y familiares con alguna enfermedad o condición que genere dependencia, ha estado a cargo de las mujeres en las familias. Como consecuencia, este grupo tiene dobles o triples jornadas laborales, muchas veces sin remuneración alguna.

En la práctica, mantener la responsabilidad de los cuidados en las mujeres implica que tengan más barreras para acceder a educación y empleo de calidad, o que se sometan a jornadas extenuantes para cumplir con todas las tareas. 

Redistribuir los cuidados es un pendiente indispensable para que las mujeres puedan acceder a sus derechos en condiciones de igualdad. Oxfam señala que, de acuerdo con datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y la OIT, las mujeres dedican tres veces más tiempo al sostenimiento del cuidado de la vida en América Latina y el Caribe.

Redistribuir supone que otras personas también tienen que hacerse cargo, y esto implica que los hombres deben asumir tareas domésticas o de cuidado, renunciando a algunos de los privilegios que por siglos han ostentado. Además, el Estado debe promover las reformas legales y las políticas públicas necesarias para que esta redistribución sea efectiva.

Las violencias en los espacios físicos y digitales

Las mujeres seguimos enfrentando diversas formas de violencia. Si bien en la mayoría de los países se han creado instituciones específicas para combatir este flagelo, y tipos penales como el feminicidio, la violencia sexual, la violencia doméstica, entre otras, estos avances no han significado menos violencia. En el año 2021, el citado OIGALC señaló que 4473 mujeres fueron asesinadas en América Latina y el Caribe, es decir, 12 muertes violentas por razones de género cada día.

La violencia sexual en algunos países latinoamericanos es alarmante. En 2021, en Honduras se presentaron ocho denuncias diarias de violencia sexual contra niñas y mujeres, mientras que ese mismo año en El Salvador hubo un aumento del 5% en embarazos forzados en niñas y adolescentes de 10 a 14 años.

Además de la violencia en espacios físicos, también enfrentamos violencia y acoso en el espacio digital. Un informe elaborado por ONU Mujeres señala que “la violencia de género en línea está silenciando voces”.

Sistemas de justicia ciegos e indolentes ante el sufrimiento de las mujeres

Frente a los problemas señalados, hay que analizar el rol de los poderes judiciales latinoamericanos en garantizar y proteger los derechos humanos de las mujeres. En el año 2022, fuimos      receptoras de una decisión histórica que reconoció nuestro derecho a decidir sobre nuestros proyectos de vida y nuestros cuerpos: la sentencia de la Corte Constitucional en Colombia que despenalizó el aborto hasta la semana 24 (Causa Justa), y que es un caso emblemático que debe inspirar a otros tribunales nacionales.

Si bien es cierto que es posible encontrar ejemplos positivos de acceso a la justicia para las mujeres, también es importante destacar que, en muchos países latinoamericanos, los sistemas de justicia no están a la altura de nuestras  necesidades. Esto es así porque se carece de un enfoque de género e interseccional en la aplicación de la justicia, y también porque no hay suficientes garantías de independencia, lo que hace que muchos jueces y juezas respondan a las presiones de grupos fundamentalistas y mantengan barreras para el acceso a numerosos derechos.

Conclusiones

Los citados desafíos no son exhaustivos de los múltiples problemas que todavía enfrentan las mujeres en Latinoamérica. Constituyen un breve repaso que tiene como objetivo recordar la importancia de continuar reivindicando los derechos, aunque ello signifique incomodar a quienes sostienen el statu quo. Nuestras luchas nunca han sido fáciles y tampoco nos han dado derechos de manera gratuita. Aunque las amenazas persisten, son latentes y, en algunos casos muy graves, en la actualidad existen movimientos feministas vibrantes que en cada país están transformando sus realidades. Al conmemorarse un nuevo Día Internacional de la Mujer, vale la pena honrar las luchas de las antecesoras que lograron abrirnos camino, así como las luchas de quienes hoy, día a día, entregan sus vidas y levantan sus voces para decir que nunca más aceptaremos un mundo que no sea igualitario y justo. A ellas y elles, todo el honor y la gloria. 

Citación académica sugerida: Aguiluz Soto, Marcia. Seis retos que tiene América Latina para ser una región más justa con las mujeres. Agenda Estado de Derecho. 2023/03/08. Disponible en: https://agendaestadodederecho.com/seis-retos-que-tiene-america-latina-para-ser-una-region-mas-justa-con-las-mujeres/

Imagen: Infobae

Guía básica para la conmemoración del Día Internacional de la Mujer

Marcia Aguiluz Soto

  1. NO es una celebración, es un momento para reflexionar sobre la desigualdad que todavía existe y que afecta a las mujeres, por ejemplo: violencia sexual, feminicidios, acoso callejero, desigualdad salarial, entre otras.
  2. Si quieres hacer o decir algo en referencia a este día, te sugiero:
    1. Investigar sobre las desigualdades que todavía afectan a las mujeres y ayudar a visibilizarlas. ¿Cómo? Por ejemplo, comentando en tus redes, conversando sobre estos temas con tus familiares o amistades.
    2. Darle espacio a las mujeres con las que te relacionas. ¿Cómo? Asegurándote que siempre sus voces sean escuchadas, que haya representatividad en cualquier espacio, no hables por ellas.
    3. Ceder el poder. ¿Qué significa esto? Mira a tu alrededor, reflexiona sobre los roles que han sido asignados en tu familia, identifica si hay actividades que son realizadas por las mujeres solo por el hecho de serlo, cambia este panorama, asume tu propia responsabilidad.
    4. Si sos mujer, reflexiona sobre tus propias experiencias de discriminación. Todas las mujeres, no importa nuestra condición social, raza, etnia, edad, orientación sexual o identidad de género, hemos sufrido alguna experiencia negativa. Si tienes ganas, comparte con otras personas lo que te pasó y cómo lo viviste.
    5. Si no sabes qué decir, la mejor opción es mantenerse en silencio y abrir tu mente y corazón para aprender de otras personas.
  3. ¿Qué NO debes hacer?
    1. Felicitar a las mujeres.
    2. Decirles cómo deben comportarse y conmemorar el día.
    3. Atacar a los movimientos feministas: somos el grito necesario, sin estos movimientos, las mujeres no tendríamos derechos.
    4. Usar saludos que impliquen estereotipos de género, por ejemplo: mujeres abnegadas, fieles, bellas, entre otras.
  1.  

Recuerda que no necesitamos pedestales, necesitamos libertad para ser quienes queramos ser.

¿Es errada la gestión económica de la Revolución Bolivariana?

Mag. José A. Amesty Rivera

Desde varios sectores de la oposición y desde sectores a favor del gobierno venezolano, incluyendo desde medios de comunicación, han proliferado muchos puntos de vista en relación a la política económica de la revolución bolivariana, algunos a favor y otros en contra, mas específicamente aduciendo que las últimas medidas son neoliberales.

El presente artículo, pretende revisar si la última aseveración es cierta, reflexionando, citando y apoyando el articulo ¿Maduro neoliberal? del investigador y analista político William Serafino.

Una prueba de neoliberalismo, según algunos medios es, por ejemplo, que, en la zona de las Mercedes, una zona de clase media alta de Caracas, haya tiendas ostentosas, restaurantes y casinos de categoría elevado.  

Otros medios aducen que, la oferta de trabajo en plataformas digitales o la circulación de dólares en la economía son sinónimo de neoliberalismo.

Para Alberto Barrera Tyszka, en un artículo publicado en The New York Times, el neoliberalismo «sería la pata económica de la «dictadura» de Maduro».

Por otro lado, para el Partido Comunista de Venezuela, hoy a la derecha y en claro respaldo a la oposición venezolana, más otros sectores de izquierda, enfatiza que: «los bajos salarios, la reducción del gasto público y los supuestos intentos de privatización enmarcados en la Ley Antibloqueo son expresiones de ese neoliberalismo que confirmarían el alejamiento de Maduro del chavismo».

Si las políticas del gobierno chavista fueran neoliberales, el politólogo Serafino concluye su artículo preguntando: «Si es neoliberal, no hay razón para que prosiga el acoso en su contra, ¿verdad?».

Ahora, verifiquemos ¿que son políticas neoliberales? Según: «Neoliberalismo». Autor: Equipo editorial, Etecé. De: Argentina. Disponible en: https://humanidades.com/neoliberalismo/.

«El neoliberalismo es una corriente económica y política asociada al capitalismo. Sostiene que la economía se debe regir por el libre comercio, estar desregulada y privatizada, es decir, con menor intervención de las políticas del Estado. Así mismo, el neoliberalismo considera que la intervención del Estado promueve la ineficiencia a través de las regulaciones sobre las industrias, los altos impuestos y servicios públicos que no están sujetos a la competencia del mercado. El sistema neoliberal pretende capitalizar el accionar del Estado y generar mayor producción con menor inversión social. Esta premisa recae en un dilema debido a que en la práctica no resulta justa o equitativa.

Entre las principales características del neoliberalismo se destacan:

La privatización. Consiste en que los servicios como la educación, la salud, la seguridad, la bancarización, entre otros, sean administrados por entidades privadas en lugar de estar regulados por el Estado. Es decir, que el acceso a los servicios está restringido solo a quienes tengan dinero suficiente. Las personas que no tienen acceso a una educación adecuada no podrán progresar en su trabajo y en su vida profesional. Por ende, la privatización de todos los servicios solo promueve beneficios para una minoría y la falta de calidad de vida para una mayoría.

El libre mercado. Consiste en que los precios de los bienes y de los servicios se regulen en base a la oferta y la demanda, en un mercado libre de restricciones por parte del Estado. Defiende la apertura de las importaciones y el control por parte del sector privado. Si esa modalidad no es moderada y regulada, contribuye a un menor desarrollo de la producción del país y solo enriquece a quien puede importar y vender esa mercadería a nivel nacional. No promueve el crecimiento comercial del resto del sector productor, que se vuelve cada vez menos competitivo.

La competencia. Consiste en fomentar la competitividad en toda relación laboral, tanto en el sistema productivo como en la oferta de servicios, a fin de obtener más variedad de opciones en el mercado. El problema surge ante la falta de regulación para establecer límites en el accionar comercial, lo que puede desencadenar en una competencia desleal a costa de la explotación laboral, de la difusión engañosa, entre otros.

Finalmente, las principales desventajas del modelo neoliberal son:

La desigualdad. Promueve un conjunto de estrategias económicas que tienen impacto social y que generan una gran diferencia de clases. Por ejemplo, solo aquellos que tienen acceso a los servicios privados, como la educación, podrán alcanzar un mejor desarrollo profesional. La mayoría de quienes no tienen acceso a ese tipo de servicios, no pueden progresar.

El monopolio. Promueve que el poder sea controlado por una minoría elitista que acapara la productividad y la oferta de servicios. Quienes no tienen o no pueden generar dinero, no logran llevar a cabo sus propios negocios, pero sí son necesarios como mano de obra del sistema productivo.

Los problemas económicos. Promueve un incremento de precios sin control y sujetos a las leyes deliberadas del mercado en mano de los monopolios. Además, se genera una disminución de los salarios ante la gran demanda de trabajo, por lo que la mano de obra se abarata.

Los problemas ambientales. Promueve la obtención de la mayor ganancia en el menor plazo posible. En muchos casos eso implica no respetar los procesos y las normas establecidas para el cuidado de los recursos y del medio ambiente, del aprovechamiento de los recursos no renovables, de la calidad de vida de las personas o del desarrollo industrial responsable».

Según las afirmaciones anteriores, las políticas del gobierno bolivariano, desde Chávez hasta ahora, están diametralmente opuestas al neoliberalismo. Y, por consiguiente, es obvio que las medidas económicas no son neoliberales.

Y como sigue enfatizando Serafino, «caracterizar de neoliberales cuestiones regulares de la actividad económica como el auge comercial o de movimiento de dinero en las calles implica un reduccionismo ramplón» que no es neoliberalismo.

En el caso venezolano, «cuando se habla de neoliberalismo se hace referencia a una política de ajuste estructural signada por privatizaciones en sectores estratégicos, financiarización del tejido económico, desregulación de servicios públicos esenciales y un aumento en el poder de decisión de las empresas concentradas en detrimento de la autoridad del Estado».

«Para que una política económica sea neoliberal en el sentido estricto de la palabra, deben cumplirse ciertas condiciones. Una de ellas es la desregulación de todo cuanto sea posible en términos de actividad económica. Esto quiere decir, en pocas palabras, suprimir todo factor de control, supervisión o gestión del Estado sobre sectores estratégicos, financieros y servicios esenciales. Como ejemplo reciente, y a la mano de una terapia de shock neoliberal tenemos el gobierno de Mauricio Macri en Argentina (2015-2019). En lo político, el «laboratorio neoliberal» que encabezó implicó el ascenso de banqueros y tecnócratas en altas posiciones de poder, lo que configuró un gobierno corporativo repleto de CEOs. Por el lado económico y financiero, su administración ejecutó un endeudamiento insólito con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y acreedores privados, cuyos compromisos externos del país llegaron a más de 250 mil millones de dólares».

El analista Serafino continúa afirmando: «si Maduro fuese un neoliberal a carta cabal no solo Petróleos de Venezuela, S.A. (PDVSA) sino las empresas básicas, el Metro de Caracas, las empresas de electricidad, telecomunicaciones y de suministro de agua, por solo mencionar algunos casos, estarían ya en manos del sector privado».

Finalmente, William Serafino concluye que: «es una contradicción absurda calificar a un gobierno como neoliberal si este tiene una amplia gama de impuestos para fortalecer su recaudación, sostener los subsidios a los servicios públicos y un programa alimentario de carácter masivo: los CLAP, cuyo costo de adquisición para la población está muy por debajo de los precios de mercado. Es sencillamente un sinsentido; es todo lo contrario al neoliberalismo».

Si Maduro encarnara el neoliberalismo, «no lo observaríamos enfocado en fortalecer el Sistema de Misiones, las entregas de viviendas y el resto de políticas públicas dirigidas a la protección social en términos de alimentación, salud y educación de la población».

Quizás el aspecto más frágil de la narrativa neoliberal «es que supone que todo lo que implique reordenar las finanzas, buscar una gestión más racional de recursos (escasos, en virtud del bloqueo) y estimular condiciones de crecimiento económico por vías diversas a las tradicionales certifica un giro «neoliberal».

Finalmente, no debemos olvidar que las políticas económicas del gobierno bolivariano, se dan en un contexto de bloqueo, el presidente Nicolas Maduro Moros ha enfatizado: «A la acción de agresión multiforme de Estados Unidos, debemos responder con una acción estratégica flexible, de defensa y contrataque, que evite que el bloqueo siga haciendo daño a nuestra Patria (…) debemos responder con audacia y creatividad, adaptando, flexibilizando nuestro marco jurídico y administrativo, adaptándonos a las amenazas sancionatorias, a complejas y cambiantes circunstancias».

En síntesis, según el Informe del Centro Internacional de Inversión Productiva CIIP y el Observatorio Venezolano Antibloqueo, «¿cuáles son los resultados de las sanciones? Como era previsible (y como fue planificado desde el principio), las implacables medidas contra Venezuela durante más de siete años, han tenido impactos durísimos sobre la economía del país, el nivel de vida y los derechos humanos de la población venezolana. Todas y todos hemos sufrido (de una u otra forma) los efectos de los castigos, persecusión a la economía y al Estado venezolano. El bloqueo produjo la reducción de los ingresos en divisas del país, caída de la producción petrolera, cierre al comercio exterior, debilitamiento de la moneda y fuga de capitales. Se vino entonces la hiperinflación, escasez de bienes y servicios, cierre de industrias, migración, deterioro de la calidad de vida y del bienestar de las venezolanas y los venezolanos. En pocas palabras, una devastación económica sin precedentes».

Lo anterior del Informe es, el Infierno del neoliberalismo, propuesto y ejecutado no por el gobierno bolivariano, sino por EEUU y sus secuaces.

Educación, democracia y seguridad

En un video de Prisma Latinoamérica, se nos explica cómo el terror y la indignación en la población por la creciente violencia sufrida en las ciudades no se resuelve con mayor presencia policial. Esta problemática debe su origen a la falta de oportunidades y la exclusión para amplios sectores de la población.

Además, la democracia no se limita al proceso electoral, esta va, necesariamente, de la mano con la reducción de la pobreza, sistemas educativos actualizados y de calidad, conservación y regeneración del medio ambiente, entre otras condiciones.

Puede ver el vídeo completo en el siguiente enlace: https://vm.tiktok.com/ZMYrrs6oN/ 

La ira incontenible

Por Memo Acuña (sociólogo y escritor costarricense)

“Igualiticos nunca hemos sido”, decía con humor e ironía el querido y recordado Carlos Sojo en su obra “La construcción social de la desigualdad” (PNUD-FLACSO, 2012).

En este análisis, falto ahora de un complemento de cómo en los últimos 10 años los procesos de deterioro social y la imposibilidad de cumplir un contrato social de integración horizontal, Sojo desmenuzaba la matriz sociocultural e institucional que crea la base de la desigualdad en el país: componentes sociales, raciales, económicos y geográficos alimentan esa Costa Rica que las visiones hegemónicas insisten en borrar bajo el candor de un aparente idilio que nos crea como comunidad de iguales.

Nada más alejado de una realidad que nos golpea hoy más que nunca. Pero no solo ese tema debe leerse críticamente.

Junto a la igualdad como mito fundacional de una colectividad desagregada, otro gran referente discursivo e ideológico en la construcción de esa Costa Rica hegemónica, ha sido el de la paz como núcleo que vertebra las relaciones sociales de los costarricenses.

Recién concluí la lectura de “El año de la ira”, novela ficcional de corte histórico escrita por Carlos Cortés y publicada por Ediciones Alfaguara en 2019.

En esta obra Cortés propone con detalle una lectura al pasado militar y violento de la sociedad costarricense, basado en los acontecimientos sucedidos entre 1917, año en que el presidente Alfredo González Flores es derrocado por su Secretario de Guerra y Marina, Federico Tinoco Granados y 1919, cuando se produce el asesinato de José Joaquín, hermano de Federico y la caída del régimen dictatorial que ambos labraron por aquellos años.

A menudo se suele caricaturizar la abolición del ejército en Costa Rica, otorgándole una dimensión simbólica que no permite dimensionar el eje histórico de la violencia que ha marcado el desarrollo de la sociedad costarricense en su conjunto. La ausencia de institucionalidad no significa necesariamente que el ADN de la violencia siga operando como marcador en la sociedad costarricense.

Ni igualiticos ni pacíficos hemos sido. Ambas son narrativas sedimentadas en la necesidad de alimentar momentos devocionales a nivel colectivo.

Por ello, el origen de lo que ha ocurrido desde 2022 en cuanto a asesinatos y la violencia generalizada en el país, debe ser buscado en las bases históricas de lo que hasta hace muy poco (70 años) constituía un ejercicio social e institucionalmente naturalizado, basado en la aplicación de métodos violentos para construir democracia. Esta lectura crítica complementaría la predominante que ubica las violencias en una conflictividad de actores y poderes fácticos que prácticamente se han repartido el país y lo administran a su antojo.

La ira del tico bien podría dar cabida a otros análisis sobre sus formas expresas y veladas de comportamiento. La descarga discursiva en redes sociales, la xenofobia, la homofobia, la aporofobia se vinculan con todo tipo de violencias físicas hacia niños, niñas, personas adultas mayores, poblaciones indígenas, entre otros ejemplos cotidianos.

No es una ira solapada, sino abierta e incontenible. Para detenerla hay que asumirla. Trabajar sobre sus orígenes y desde allí empezar su desmontaje. Esta tarea es necesaria para la construcción de una experiencia colectiva en la que nos reconozcamos todos y todas.

Democracia ¿en el Perú?

Juan Huaylupo

Han sido miles de páginas y cientos de libros escritos en torno de la democracia y es posible que sean infinitas las reflexiones particulares que se harán sobre este fenómeno social, histórico y anhelo ciudadano, dado que no es posible agotar las singulares conquistas y particulares significaciones que tiene la democracia en cada ámbito social. La democracia expresa el dinamismo de realidades inéditas, que no son semejantes a otras, así como tampoco es estática en cada espacio social, ni es similar para los distintos grupos de interés, segmentos o clases sociales. La democracia es particular, no privada, aun cuando frecuentemente es medida y comparada de manera estandarizada o por los ciegos poderes autocráticos del Perú.

Las referencias a la democracia y los enfrentamientos por alcanzarla cubren gran parte del pasado y el presente  de los pueblos del mundo. Las luchas contra la desigualdad, la exclusión, la explotación y contra toda forma de esclavismo, sumisión y colonialidad del poder, ha sido la historia común de muchas colectividades del universo social. Tal vez, se podría reescribir el pasado y el presente, a través del recuerdo y recuento de las múltiples formas adoptadas por conquistar la libertad, la igualdad y la solidaridad de la ciudadanía y sus pueblos. Sin duda, no sería una historia de vencedores, dominadores ni explotadores, sería la de quienes se les ha negado derechos, cultura y pensamiento propio y sobre todo, al esclavizarlos, excluirlos y reprimirlos estatal por pensar y actuar sobre el  presente y futuro colectivo y nacional. La usurpadora del poder en el Perú, como algunos diputados, han expresado sin mediación alguna, que los manifestantes carecen de derechos de definir la política y el devenir nacional, cuando son precisamente los dictados de la ciudadanía y de los pueblos quienes definen la actuación del Estado que tiene la obligación obedecer. El Estado que transgrede los deberes con su sociedad y violenta sus derechos solo es una tiranía fascista. El poder totalitario, nunca admite errores, es absoluto, como inmunes e impunes son los asesinos de los manifestantes y de los explotadores privilegiados, con el apoyo de las fuerzas brutas que indebidamente e ilegítimamente lo amparan.

Rescatar el pasado en el pragmatismo contemporáneo, donde solo importa el presente y el economicismo rampante, es la visión cínica, que oculta las luchas y logros democráticos de nuestros pueblos peruanos.

El desarrollo nacional en el Perú, es presentado por los autócratas y los empresarios globales, como la aspiración de todos, no obstante es solo una invención ideológica privada, excluyente y exclusiva, que beneficia a propietarios del dinero global, a los delincuentes financieros y sus sirvientes de la institucionalidad estatal. Ellos han creado leyes indignas e incluso la Constitución de la República, a la medida de sus intereses contra la ciudadanía y la nación.

La política, expresión del poder de la colectividad de todas las organizaciones de la heterogeneidad social, se ha privatizado contra toda razón y conocimiento científico. En el Perú el poder cambio discursiva y judicialmente, para convertir el despotismo tiránico del Estado por democracia; el clamor popular democrático por terrorismo; lo privado por lo público; el diálogo social por represión y asesinatos; la paz por guerra total; la igualdad por racismo; el pensamiento y la solidaridad social por complicidad terrorista; las luchas sociales por la situación y el progreso nacional por comunismo radical; los intelectuales y pensadores independientes por instigadores de la violencia y por lo tanto, todos espiados, perseguidos, detenidos, secuestrados y próximos a ser desaparecidos.

Sin embargo, los ignorantes poderes tiránicos han creído en todos los tiempos que los subalternos pueden ser controlados y dominados fácilmente con represión, miedo y muerte, por ello las revoluciones siempre han sido inesperadas e inexplicables derrotas para quienes detentan el poder y la explotación absoluta.

El Perú es el experimento radical de la privatización de lo nacional en América Latina, están privándonos de ser actores colectivos de la construcción del presente y futuro nacional, de aspirar la igualdad social, jurídica y democrática. El poder autocrático en el Perú imagina que la historia, solo sirve para llenar libros y para charlas de café, lo cual es una muestra fehaciente que la estupidez, no tiene límites para los que se consideran dueños de nuestro Perú profundo.

Ignorantes gobernantes, la historia no es pasado, es presente, ilumina y da sentido a nuestra cotidianidad, así lo demuestran los pueblos que expresan con su presencia la histórica peruanidad de pensamiento y acción contra esta perversa y asesina tiranía, que no gobierna, nos asesina y pretende hacerlo con nuestra historia.

 

Enviado a SURCOS por el autor.

Los pilares de la educación en Costa Rica del siglo XXI

Anais Patricia Quirós Fernández.

MSc. Anais Patricia Quirós Fernández
Académica Universitaria, Escritora
Carrera de Idioma Inglés y Programa Institucional Ingles para el Trabajo PIT
Secretaría de la Mujer, Genero, Equidad y Movimiento LGTBQI
Seccional Sindical Nacional ANEP-UTN
Sede del Pacifico, Sede Central 

apquiros@utn.ac.cr / www.utn.ac.cr

¡La educación tiene 5 pilares fundamentales!

No podría iniciar sin explicar antes la definición de pilar. “Un pilar es aquel objeto que permite sostener o aguantar algún tipo de estructura, especie de columna para dar soporte.”

Los pilares de la educación según Jacques Delors (1996) y, la UNESCO (2022) son los siguientes:

  • Aprender a conocer
  • Aprender a hacer
  • Aprender a vivir juntos
  • Aprender a ser
  • Aprender a transformarse

Conocer, hacer, vivir, ser y transformarse se relacionan entre sí y afectan la educación y en la forma en que percibimos sus pilares.

La humanidad entró a un colapso mundial (la pandemia) entre 2019 al 2020. Todo el planeta se vio afectado sin importar raza, religión, nivel económico, edad, país o deseo de vivir o morir. La muerte repartió citas en la puerta de cada hogar, algunas las atendió, otras quedaron para luego.

La economía se fractura, algunas actividades se debilitan otras tomaron fuerza, los gobiernos trataron de implementar medidas extremas para responder a las necesidades, el área de salud trabajo arduamente mientras que en los hogares se dispararon detonantes de conflictos tales como: disminución de los ingresos, divorcios, desintegración familiar, incremento en el uso de alcohol, y otras drogas para disminuir la ansiedad de no saber que venía adelante.

Cada grupo a su manera busco enfrentar el caos, pero aún no sabemos si se logró o quien lo logro. Ante ello surge la pregunta:

¿Qué paso con la educación y sus 5 pilares?

Del 2021 al 2022, la educación al igual que la sociedad estuvieron eclipsadas. Los centros educativos tanto públicos como privados comenzaron a ciegas a implementar estrategias y planes educativos desconocidos para muchos y empíricos para otros. Al igual que todos aquellos relacionados con los avances tecnológicos (TIC’s). Por ejemplo el incremento de la educación en línea – programas que emergen como agua en el desierto para aquellos centros e instituciones educativas que se guiaban desde 1950 por clases presenciales, magistrales, de materiales físicos, pizarra, tiza, marcador, libros, cuadernos y fotocopias. El viraje hacia los entornos de aprendizaje virtual trajo como consecuencia caos, desconocimiento, experimentación, confusión, deserción, desinterés, incapacidad, desigualdad, frustración, como apenas unos de los tantos conceptos que se perciben en los pasillos y aulas de los centros educativos como en diferentes hogares.

La “fábrica educativa” continúa preparando masivamente profesionales titulados, algunos sin un norte seguro hacia un mercado laboral donde la competencia exige calidad, habilidades y destrezas idóneos para asumir puestos nacionales, internacionales y trasnacionales, que puedan llenar las necesidades del mercado. ¿Pero que paso con los pilares de la educación?

Entre el 2022-2023 (febrero), tenemos diagnosticado ( Informe del Estado de la Educación-2020-2022) lo que ocurrió en nuestras instituciones educativas y en los hogares de Costa Rica.

En conclusión, durante el Siglo XXI y los años citados se revolucionaron los 5 pilares fundamentales de la educación costarricense. Aprender a conocer nos obliga a buscar nuevas habilidades y competencias para entornos globales ya no nacionales. Aprender a hacer nos lleva a encontrar respuestas a la pregunta: ¿esto que estoy haciendo me ayuda a mí, a mi comunidad y al planeta? Aprender a vivir juntos apuesta por un mundo global de relaciones con distintas geografías y entornos virtuales. Aprender a ser enfoca hacia la educación holística. Aprender a transformarse implica la integración del pensamiento prospectivo e interdisciplinario en la educación para el desarrollo sostenible y la creación de estilos de vida responsables.

Indudablemente, nuestro sistema educativo costarricense nos obliga a realizar una profunda y urgente reforma… Como dijo Albert Einstein: “Todo mundo es un genio, pero si juzgas a un pez por no trepar al árbol, este vivirá creyendo es incapaz.” No podemos seguir en un sistema donde no solo creemos que todos son iguales sino también que todos aprenden de la misma forma. El siglo XXI trajo muchos cambios con ello una nueva generación que se sienta en las aulas, y el entorno además se trata de recuperar de una pandemia que ataco al mundo entero, a niños, adolescentes y adultos. Muchos sin entender ¿Qué realmente paso? Pero enfrentando en sus aulas el mismo sistema de los años 80s, 90s, y que se perpetua en los primeros años de este siglo.

Debemos fortalecer el último pilar, aprender a transformarse, permitiéndole a nuestra población estudiantil que piensen en forma creativa, innovadora, critica, independiente donde se desarrolle la habilidad de conectar con un entorno exigente. Se afirma científicamente que no existen dos cerebros iguales. A eso se le suman elementos como edad, generación, fortalezas, necesidades, dones, y posibilidades que sin duda requieren diferentes estrategias.

¿Cómo podríamos optimizar un sistema educativo cuando alguno de sus pilares esta fracturado?

Si la ciencia de la medicina se actualiza, la tecnología avanza y hasta el diseño de los automóviles cambian; nos preguntamos: ¿Qué pasa con el sistema educativo? ¿Quiénes son el futuro? ¿Acaso el médico medica a todos sus pacientes por igual con la misma dosis y el mismo medicamento? Oh, ¿seguiremos obligando a los peces a trepar árboles?

Las pandillas

Oscar Madrigal

Telenoticias de Canal 7 trasmitió un reportaje de un operativo policial anti-drogas en Puntarenas. Una caravana de cerca de 10 vehículos avanzaba a las 3 de la mañana con cerca de 50 policías fuertemente armados con lo último de la tecnología criminal, pertenecientes a varios cuerpos -de muchas siglas que no conozco- por lo riesgoso del caso. Aquellas “tomas” me recordaron algunas películas de Hollywood de cuerpos militares del Ejército de USA ingresando a alguna región de Faluya, Irak.

Pero nuestras fuerzas especiales ingresaban al barrio Fray Casiano de Madrid; el objetivo fue detener a dos menores de edad de 17 años que son ya sicarios, supuestamente verdugos de otro joven de 21 años. En otros sitios como Chacarita, El Roble y otros se detuvo a 5 personas más.

¡Qué tristeza ver a jóvenes en esta situación! Es la guerra contra los pobres, como la han llamado algunos estudiosos del tema.

Estamos en presencia de una nueva pandemia que ha dejado cerca de un millón de muertos, como ha dicho el presidente de Colombia Gustavo Petro. La guerra contra las drogas iniciada por Nixon ha sido un total fracaso, aunque nuestros pueblos son los que mayoritariamente ponen los muertos. Petro, el más lúcido presidente de América Latina, acaba de proponer una política unitaria de América Latina para enfrentar este flagelo, agudizado aún más por la aparición del Fentanilo como una nueva droga que mató el año pasado a cien mil estadoudinenses. Ningún país por sí solo es capaz de enfrentar el problema de narcotráfico.

El mes pasado ha sido el más violento de la historia del país. Y así seguirá ocurriendo. El círculo que estamos creando es que esa guerra crea mayor pobreza y desigualdad que son a su vez los factores estructurales detrás del sicariato y el tráfico de drogas. Romper ese círculo es la única forma de enfrentar acertadamente el problema. Pero el Gobierno actual, igual que los anteriores, creen que SOLO a punta de represión se solucionará.

Las cosas deberían plantearse con claridad a la población.

La realidad es que en el país existen múltiples PANDILLAS, que dominan territorios, unos más extensos que otros, en todas las provincias y regiones. Las autoridades quieren adornar las cosas y no las llaman por su nombre: Pandillas, tal y como se denominan en El Salvador, Honduras y otros países. Tal vez podríamos diferenciarlas del cartel porque estas se dedican a la distribución local y no internacional.

Esas pandillas están en guerra entre ellas por el mercado de los estupefacientes y en ella se matan.

Si el círculo vicioso no se rompe, los índices de violencia y asesinatos entre nuestros jóvenes seguirá creciendo.

Es urgente exigir al Gobierno una política integral para enfrentar al narcotráfico y las pandillas.

La guerra contra ellas tal y como se ha llevado a cabo, ha fracasado rotundamente.

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