Ir al contenido principal

Etiqueta: deterioro ambiental

Falta de planificación, deterioro ambiental y proliferación de riesgos entre las principales características de las transformaciones en el litoral guanacasteco en las últimas tres décadas

Esteban Barboza Núñez, Sebastián Hernández, Johan Mora
Noviembre, 2025

En un ejercicio de análisis comparativo de imágenes satelitales de 1997 y 2025 en seis puntos seleccionados del litoral de Guanacaste quedaron en evidencia algunas de las características y también las consecuencias que han dejado las transformaciones territoriales en la región durante los últimos tres decenios. Fotografías satelitales de Bahía Panamá, El Coco, Las Catalinas, Brasilito, Nosara y Sámara, que corresponden a los puntos donde se han dado las mayores transformaciones, así como y su posterior análisis, derivaron en observaciones puntuales que se explican en este reportaje.

El periodo 1997-2025 corresponde con el de la implementación de estrategias locales y nacionales para atraer turistas e inversionistas inmobiliarios a la región. Dentro de estas casi tres décadas han sucedido dos booms inmobiliarios fuertes, uno desde inicios de los años 2000 hasta el 2008, cuando sucedió la crisis inmobiliaria mundial que afectó dicha explosión de construcciones, y un segundo incremento cuantitativo, después del 2020.

En términos generales, es posible notar un cambio notable en la expansión urbana no planificada. En las imágenes de 1997 se observa la vasta cantidad de cobertura boscosa y la poca infraestructura que había. En contraposición, las imágenes de 2025 representan una considerable modificación del territorio a través de ciertos fenómenos específicos.

Uno de ellos es la escorrentía superficial, que se refiere a cuando el agua de lluvia, en lugar de infiltrarse naturalmente en la tierra, corre sobre el suelo, especialmente en zonas cubiertas de asfalto o concreto. Esto aumenta el riesgo de inundaciones, arrastra contaminantes hacia ríos, quebradas y el mar, y reduce la recarga de los acuíferos subterráneos. Esto se debe a la pérdida importante de vegetación nativa para construir, a la impermeabilización no planificada del suelo, y al predominio de construcciones no adaptadas a la topografía local.

También se ha presentado la intrusión salina, un proceso que ocurre cuando el agua de mar se filtra hacia los pozos de agua dulce en las zonas costeras. Al extraer demasiada agua subterránea para abastecer a la población y las nuevas construcciones, se altera el equilibrio natural, lo que permite que el agua salada avance tierra adentro y contamine las fuentes de agua potable.

Otro impacto muy notorio y significativo es la fragmentación de ecosistemas, que es la división de un bosque o un hábitat natural en «islas» separadas por carreteras, urbanizaciones o cultivos. Esto impide que los animales silvestres se desplacen libremente para buscar alimento, reproducirse o refugiarse. De este modo se debilita el ecosistema y se aísla a las poblaciones de flora y fauna.

Además, se ha dado una creciente ocupación de los manglares, ecosistemas costeros vitales que actúan como criaderos naturales de animales y barreras contra erosiones. Su tala o relleno para construir muelles o complejos turísticos no solo destruye este valioso hábitat, sino que también deja a las comunidades costeras más expuestas a los efectos del cambio climático, como el aumento del nivel del mar y las inundaciones.

Asimismo, todos estos cambios contribuyen a la pérdida de biodiversidad, es decir, a la disminución en la variedad de especies de plantas, animales, insectos y microorganismos que habitan la región. Cada especie, por pequeña que sea, cumple una función específica en su entorno, y su desaparición debilita la red de vida de la cual también dependemos los seres humanos.

A continuación, mostramos las imágenes con un breve análisis de cada una de ellas:

Bahía Panamá, 1997-2025

Para el sector de bahía Panamá, se observa una reducción significativa de la cobertura boscosa en la zona, acompañada de un aumento de áreas construidas o listas para construir asociadas al desarrollo turístico y residencial. En 1997 predominaban las coberturas naturales continuas, principalmente bosque tropical seco y vegetación arbustiva densa. Para 2025 aparecen parches de infraestructura, caminos y terrenos descubiertos producto de la expansión urbana. El cambio notorio se concentra en el sector norte y centro de la bahía, donde la urbanización avanza sobre zonas antes boscosas. Estos procesos reflejan una intensificación del uso turístico y de segundas residencias del suelo. Esto ha generado fragmentación ecológica, pérdida de vegetación natural, y presión sobre la zona costera y los recursos hídricos.

El Coco, 1997-2025

La zona de Playas del Coco, muestra una marcada transformación del uso del suelo. Este sector presentaba una cobertura boscosa y vegetación secundaria, y pasa a una amplia expansión urbana y turística. Las imágenes evidencian la sustitución de áreas cubiertas por árboles y arbustos por infraestructura residencial, comercial y vial. Tal sustitución ha generado una fuerte fragmentación del paisaje natural. Se observa el cambio de coberturas de vegetación leñosa hacia un suelo construido, como consecuencia de un proceso de urbanización acelerada, y con efectos de pérdida de cobertura vegetal.

Las Catalinas, 1997-2025

El sector de Las Catalinas, por su parte, evidencia un cambio en la cobertura del suelo, pasando de una zona predominantemente natural con alta presencia de bosque y áreas rurales a un territorio con un incremento notable de infraestructura turística y residencial. En 1997 se observaba una mayor continuidad de cobertura boscosa y áreas agropecuarias, mientras que para 2025 se aprecia la expansión urbana asociada al desarrollo inmobiliario costero, con reducción de vegetación y transformación del paisaje natural. Este cambio refleja un proceso de urbanización y sustitución de coberturas naturales por infraestructura ligada al turismo y servicios.

Flamingo y Brasilito, 1997-2025

Se puede evidenciar para los años seleccionados una transformación significativa del paisaje costero en playa Flamingo y Brasilito. Las imágenes satelitales muestran un cambio de coberturas naturales, compuestas principalmente de bosque y vegetación arbustiva, hacia usos antrópicos, es decir, modificados por seres humanos, especialmente a través de infraestructura turística y residencial. Se observa una disminución de áreas con vegetación arbórea y un aumento del suelo construido, junto con la expansión de vías de acceso y pastos cultivados. Estos cambios responden al crecimiento turístico y urbano. Dichas transformaciones han generado fragmentación de ecosistemas, pérdida de cobertura vegetal, y una mayor presión sobre los recursos hídricos y las zonas aledañas a la playa. Se puede deducir que el territorio ha pasado de ser un entorno predominantemente natural, a un paisaje urbanizado y fragmentado, como consecuencia de los procesos de expansión turística y residencial costera y cambio de uso del suelo.

Nosara, 1997-2025

La zona costera de Nosara, Guanacaste, presenta una transformación notable en la cobertura y uso del suelo, evidenciando un cambio de áreas predominantemente cubiertas por vegetación natural y bosque secundario hacia una mayor presencia de infraestructura residencial, turística y vial. El crecimiento urbano se concentra especialmente en los sectores de Playa Guiones y Playa Pelada, donde se observa una expansión significativa del suelo construido en detrimento de áreas forestales y pastizales. Este proceso refleja una intensa presión antrópica vinculada al desarrollo turístico y habitacional, con implicaciones sobre la fragmentación del paisaje, la pérdida de cobertura vegetal y la alteración de los ecosistemas costeros y de recarga hídrica.

Sámara, 1997-2025

La zona costera de Sámara evidencia un cambio significativo en la cobertura y uso del suelo, caracterizado por la sustitución de áreas con predominio de vegetación natural y pastos por un incremento notable en infraestructuras residenciales y turísticas. Este proceso refleja una expansión urbana hacia sectores antes ocupados por coberturas forestales y agrícolas, asociado al crecimiento del turismo y la demanda inmobiliaria costera. La reducción de la cobertura boscosa y el aumento del suelo construido implican una transformación del paisaje natural, con posibles efectos sobre la conectividad ecológica, el manejo del recurso hídrico y la dinámica ambiental local, especialmente en humedales.

Aparte de las consecuencias señaladas, existen riesgos para el futuro cercano de persistir este tipo de desarrollo regido por la falta de planificación, la improvisación y el socavamiento ambiental. Entre ellos están el agravamiento de la escasez de agua, especialmente en zonas donde los acuíferos ya están siendo sobreexplotados. También la excesiva fragmentación ecológica, que puede limitar la resiliencia de los ecosistemas frente al cambio climático, reducir la conectividad de especies y debilitar los servicios ecosistémicos como la protección contra la erosión y la recarga hídrica. Por otro lado, la presión inmobiliaria podría seguir limitando el acceso a la vivienda para poblaciones locales, ya que la mayoría de estos desarrollos inmobiliarios están totalmente fuera del alcance de las poblaciones locales. Finalmente, la gobernanza del suelo podría volverse crítica: si no hay un ordenamiento territorial adecuado, se pueden repetir dinámicas insostenibles hasta agotar el modelo, con consecuencias negativas para las comunidades locales.

Fuente: https://www.obtur.una.ac.cr/index.php/falta-de-planificacion-deterioro-ambiental-y-proliferacion-de-riesgos-entre-las-principales-caracteristicas-de-las-transformaciones-en-el-litoral-guanacasteco-en-las-ultimas-tres-decadas

Deforestación en frontera de Nicaragua y Costa Rica avanza sin control institucional

La Fundación del Río, presentó un informe con un análisis cartográfico detallado que evidencia el avance de la deforestación en la zona fronteriza entre Nicaragua y Costa Rica. Este informe centra la atención en el surgimiento de una nueva invasión en la localidad de Indio Maíz y en el área protegida del Río San Juan, alertando sobre la fragilidad de estos ecosistemas tan valiosos y reconocidos internacionalmente.

La zona en cuestión engloba parte del Refugio de Vida Silvestre Río San Juan, que se ubica estratégicamente en el extremo sur del río San Juan y constituye un eslabón fundamental para la conectividad ecológica entre áreas protegidas, como la Reserva Indio Maíz. Este corredor biológico es vital para la conservación de una gran diversidad de especies y para mantener el equilibrio hidrológico en la región fronteriza.

Fotografía proporcionada por Fundación para la Conservación y el Desarrollo del Sureste de Nicaragua y Fundación del Río

El informe revela que el deterioro ambiental se ha acelerado en los últimos años, evidenciado por la pérdida significativa de cobertura boscosa, incendios recurrentes y el cambio agresivo en el uso del suelo. Las actividades ilegales y el manejo inadecuado de la tierra han propiciado una transformación del paisaje, donde la deforestación se asocia a la conversión de áreas a pastos, cultivos y otras infraestructuras que fragmentan el bosque.

En la zona de Indio Maíz se ha documentado una dinámica en la que actores vinculados a estructuras locales del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), junto con exfuncionarios y líderes comunitarios, han promovido la ocupación irregular de tierras. Testimonios, recopilados por la organización, y evidencias cartográficas muestran que desde inicios de 2022 se han establecido asentamientos ilegales, los cuales han llevado a la segmentación de diversas áreas originalmente destinadas a la conservación.

En estos procesos, se reporta que las familias invasoras son recibidas por coordinadores locales y figuras políticas que, a cambio de pagos elevados o promesas de avales informales, facilitan el acceso a terrenos protegidos. La ausencia de documentación legal y la aprobación tácita de estos procesos han permitido la expansión descontrolada de la ocupación, provocando una notable deforestación para convertir el bosque en tierras agrícolas o ganaderas.

Los nuevos asentamientos no se limitan a un solo sector, sino que su avance se extiende hacia la zona protegida del Río San Juan, afectando la integridad de un corredor vital que conecta con áreas de alta biodiversidad y con territorios fronterizos. Esta invasión bilateral entre Indio Maíz y el área del río ha intensificado los impactos ambientales en un espacio que debe ser preservado por su valor ecológico y paisajístico.

Fotografía proporcionada por Fundación para la Conservación y el Desarrollo del Sureste de Nicaragua y Fundación del Río

La fundación critica la gestión de las instituciones nicaragüenses, evidenciando deficiencias en el monitoreo y vigilancia por parte del Ministerio del Ambiente y los Recursos Naturales (MARENA), y de la Fuerza Armada, quienes, a pesar de contar con puestos de control, no han logrado impedir el avance ilegal en zonas sensibles. Esta carencia de acción y la posible complicidad de ciertos actores estatales han contribuido a la expansión de actividades ilícitas, como la minería ilegal, el tráfico de fauna y la comercialización irregular de madera.

Con base en un riguroso trabajo de campo, análisis de imágenes satelitales y el uso de sistemas de información geográfica, la organización concluye una alarmante reducción de la vegetación, alertando sobre la pérdida irreversible de hectáreas de bosque y la fragmentación de paisajes que cumplen funciones cruciales, como el almacenamiento de carbono y la regulación del régimen hidrológico del río San Juan.

El nuevo frente de invasión en Indio Maíz y la deteriorada situación en la zona protegida del río San Juan representan desafíos críticos para la conservación ambiental y la soberanía ecológica de la región fronteriza. Este informe se erige como un llamado urgente a la acción nacional e internacional, instando a las autoridades y a la comunidad global a adoptar medidas contundentes que frenen la invasión ilegal, restauren los ecosistemas afectados y aseguren el cumplimiento de los compromisos en materia de protección ambiental.

Para consultar el informe completo, con detalle de los hallazgos encontrados puede acceder a este enlace.

Crucitas: lo peor de la administración Chaves

Orlando Barrantes Cartín

En el tema de Crucitas el presidente Rodrigo Chaves muestra lo peor de su administración:

– Sale a la prensa denunciando que otros gobiernos han hecho de esa mina de oro un desastre ambiental y de gestión.

– Ordena a la policía la intervención de la mina y su custodia.

– Luego silenciosamente saca a la policía y el lugar queda desguarnecido.

– Los coligalleros aprovechan y vuelven a entrar.

– Ante denuncias obvias de la opinión pública y de la prensa vuelve Chaves a enviar unos policías, que poco después reciben la orden de abandonar nuevamente la mina.

– Inmediatamente los coligalleros en estampida vuelven a ocupar toda la zona.

Solo los muy fanáticos seguidores de don Rodrigo no ven nada malo en esa más que sospechosa actitud del gobierno.

¿Asumirá Rodrigo Chaves los efectos del nuevo deterioro ambiental en Crucitas?

Cuando me tope al presidente no le daré la mano.

Frontera sociopolítica de la industria piñera vs el Estado. ¿Desterritorialización o reterritorialización capitalista?

Wendy Navarro Abarca, Hellen Bonilla Rivera, Carlos Zúñiga Álvarez

El Estado costarricense, cómo organización política, fuera de desempeñar un papel protector a lo largo y ancho del territorio nacional, desvirtúa su función cara a las periferias, mismas que a través del recuento histórico han permanecido invisibilizadas; ya que las diferentes manifestaciones de gobierno reflejan el enfoque hacia el centro del país.

Es así, como ciertas transnacionales han entrado al país aprovechando los vacíos de poder estatal, con el objetivo de malversar recursos naturales, aprovechando estos para la producción piñera, misma que genera deterioro ambiental. También, da a cambio a las personas menos de lo que les corresponde. Con ello han logrado implantarse dentro del territorio nacional para fines capitalizados de agricultura extensiva, al mismo tiempo que sacan beneficios de la mano de obra barata (explotación) en las periferias. De manera que, el abandono del Estado ha minimizado la protección de los ciudadanos y sus necesidades, representando así una región que se adhiere a los precarios beneficios de la hegemonía piñera.

Este último ente, que se adjudica con una vehemente participación en el desarrollo socio-económico, para la estructura de carácter relacional llamado territorio nacional. Ha desamparado principalmente a sectores encarecidos atinentes a zonas rurales, donde la industria piñera se posiciona como “benefactora” de la población rural, debido a la contribución que realiza como parte de la “Responsabilidad Social Corporativa”. El abandono ha desencadenado un proceso donde los actores locales están siendo desplazados y poseen poca capacidad de ejercer en su territorio, debido a procesos de dominación de empresas capitalistas “desterritorialización”.

Ejemplificando cómo esta desterritorialización inherente a la práctica capitalista, es parte del debilitamiento del Estado y la ausencia de fuerza dentro de las fronteras. Se refleja la inoperancia estatal, como pacto de intransigencia Estado- multinacional, que fundamenta el daño colateral del impacto socioambiental de la actividad piñera, cediendo a la entidad multinacional el rol que por deber le corresponde al gobierno.

Claramente, el Estado como organización protectora/paternal será el principal señalado por invisibilizar estas regiones periféricas (rurales en su mayoría). Pero ¿realmente se puede adjudicar al Estado la responsabilidad completa de este “abandono”? o ¿la población -generalizando- de estas regiones también deciden, de cierto modo, darle la espalda al Estado en presencia de estas industrias extranjeras? En este caso, en la actualidad muchas de estas zonas le dan la espalda al Estado debido a que están cansados de buscar ayuda, buscar oportunidades donde no se las han dado.

Por ello, se han presentado casos en comunidades piñeras y de palma, donde la población reafirma su apoyo a las industrias transnacionales, pues ven en ella una fuente de ingreso segura, una contribución al desarrollo como comunidad. El Estado se había mantenido completamente ausente de brindarles una oportunidad. Se resalta que, estas ayudas representan migajas para la totalidad de ganancias que estas trasnacionales perciben.

Por un lado, tenemos la inacción del Estado en términos de la libertad que brinda a estas compañías, por otra parte, el apoyo/respaldo que estas compañías encuentran en las comunidades abandonadas. Se da lugar a un proceso de reterritorialización, por medio de procesos de reconfiguración socio-económica, político-cultural y simbólico-cultural.

Ahora bien, conociendo los factores económicos como el motor de casi todos los sistemas y organismos presentes, podemos ver la relación Estado-transnacional como un mutualismo entre ambas organizaciones; es decir, hay un beneficio para las diferentes partes en cuestión.  Esto no implica que la relación sea la correcta o adecuada, pero es una que ha funcionado tanto al Estado como a muchas comunidades que se sostienen con la presencia de estas compañías de gran envergadura e importancia.

Siendo así cómo este fenómeno social destituyó al Estado de su función, para poder conciliar los derechos naturales de todo ser, implicando una crisis ambiental, como daño colateral. Donde el ente protector además de abandonar su ejercicio en zonas altamente susceptibles, redirige las funciones a trasnacionales. Los cuales no tienen responsabilidad social propia con el país, pero terminan siendo apoyadas por las masas periféricas y el Estado, descuidando la política verde y la marca país bajo una repercusión de peligro ambiental.

Generando una frontera socio-política de la industria piñera vs el Estado, para las poblaciones periféricas excluidas del ojo estatal que se resguardan en una trasnacional que les ofrece más garantías y mayor compromiso comunal. Estos procesos están repercutiendo en la desterritorialización capitalista del Estado al ceder poder y responsabilidad, abriendo las puertas a la reterritorialización multinacional como método de escape a problemáticas socio-económicas y ambientales.

De esta manera, este ente por descuido provoca más problemas de los que está resolviendo. Y aunque quisiera arreglar la situación, en cierta forma no puede, en este punto hacer algo con conciencia social, que mejore las condiciones, es poco creíble y probable. Estas poblaciones seguirán venerando a aquellos que sí les brindan “apoyo”, esto sin importar que sean migajas y tenga como consecuencia una crisis ecológica inminente.  Al final el principal culpable es el gobierno por desasistir a su población.

 

Imagen ilustrativa.

Comunidades bribris de Talamanca piden ser territorio libre de REDD+

Zuiri Méndez y Henry Picado (*)

declaratoria territorio bribri
Foto: cortesía Red de Coordinación en Biodiversidad/Kioskos Socioambientales.

Casi 400 personas provenientes de 23 comunidades bribris se reunieron en Suretka el pasado viernes 1 de julio para evocar la lucha por la defensa del territorio de su ancestro Pa Blu Presbere, asesinado el 4 de julio de 1710.

Esta conmemoración se realiza año tras año como símbolo de lucha contra la invasión española. En esta ocasión se tenía previsto presentar públicamente la Declaratoria del Territorio Bribri Libre de REDD+.

Esta declaratoria es un mecanismo construido por las comunidades para defenderse ante la avanzada del proyecto REDD+ (Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación) sobre el territorio indígena. En marzo del 2016 el gobierno dio por terminadas las etapas de información y preconsulta para la estrategia REDD, sin que las comunidades Bribris aprobaran este proceso.

REDD+ es un proyecto impulsado en Costa Rica por el Fondo Nacional de Financiamiento Forestal (FONAFIFO), Ministerio de Ambiente y Energía (MINAE). Al mismo tiempo el Banco Mundial recauda fondos públicos y privados internacionalmente para financiar REDD+ como mecanismo de compensación de las emisiones de carbono. Este mecanismo permite que las industrias paguen permisos para contaminar, y que los causantes de la deforestación a gran escala, como la tala industrial, la expansión de monocultivos, los mega-proyectos de infraestructura, la minería, las grandes represas hidroeléctricas y, sobre todo, la agricultura industrial que se expande hacia los bosques, continúen sin restricciones.

En el territorio Bribri, las comunidades argumentan que REDD+ no sólo es una falsa solución al cambio climático, REDD+ también representa una grave amenaza para las comunidades que dependen de los bosques, ya que limitan su uso tradicional basado en el cultivo itinerante, la recolección, prácticas de subsistencia que han realizado las comunidades indígenas por siglos.

A la presentación de la Declaratoria del Territorio Bribri Libre de REDD+, asistieron casi 400 personas. Fue en las instalaciones de Asociación de Desarrollo Indígena Bribri (ADITIBRI) en Suretka. Se contabilizó la participación de integrantes de las comunidades de Kachabli, Amubli, Katsi, Dururpe, Soki, Alto Coen, Alto Urén, Alto Dúriñak, Arenal, Sepecue, Kloma, Suretka, Meleruk, Tsuiri, Watsi, Bajo Coen, Mojoncito, Yorkin, Kekoldi y Kórbita, además de la comunidad cabecar Orochico.

No son nuevos los rechazos por parte de indígenas. Desde el 2010 son múltiples las denuncias públicas de las comunidades anunciando que el proceso de REDD+ no era de buena fe; ni representaba una consulta previa, libre e informada.

Algunos de los hechos más importantes son:

  • el 29 de agosto del 2014 más de 300 personas cuestionaron ante todo el gabinete del MINAE el proceder y las implicaciones de REDD+;
  • en diciembre del 2014 presentaron su caso en el Tribunal por los Derechos de la Naturaleza en Perú;
  • el 15 de octubre del 2015 más de 400 personas fueron a casa presidencial en Zapote para solicitar al presidente Luis Guillermo Solís que terminaran las negociaciones en territorio Bribri.

Según denuncian las comunidades adversas al proyecto ninguna de estas acciones fueron tomadas en cuenta por el gobierno. En este sentido señalan que estas omisiones son antidemocráticas y violatorias de los derechos indígenas. Por eso integrantes de comunidades de Talamanca decidieron construir participativamente la declaratoria, visitando 15 comunidades del territorio y recolectando más de 300 firmas, para presentarlas al resto de comunidades del territorio el viernes 1 de julio ante la asamblea de la ADITIBRI.

La declaratoria firmada concluye de la siguiente manera:

“[…] Rechazamos cualquier protocolo de consulta, formulada con mediadores culturales, red de asociaciones, Asociación de Desarrollo Integral u otros, en participación con FONAFIFO y MINAE, ya que no contempla un proceso de buena fe, figuras tradicionales y conocimiento de los pueblos indígenas involucrados, violentando evidentemente el espíritu del convenio 169.

[…] No aceptamos los cambios de REDD+, a “REDD+ indígena” u cualquier otro nombre, ya que atropella los derechos de los pueblos en todo el proceso.

Por lo tanto, conscientemente:

Haciendo uso a nuestro derecho de la propia consulta decidimos rechazar el proyecto REDD+, su protocolo de consulta, como cualquier modificación del nombre del proyecto y declaramos el Territorio Bribri de Talamanca libre de REDD+, de la presente fecha en adelante.”

La junta directiva de la ADITIBRI fue convocada en pleno, pero no se apersonaron el número suficiente de representantes, por lo que no hubo quórum. El presidente de la asociación se comprometió a darle seguimiento a esta petitoria. Las comunidades esperan una respuesta pronta de la ADITIBRI al respecto.

(*) Este artículo fue escrito por Zuiri Méndez, de Kioscos Ambientales de la Universidad de Costa Rica y Henry Picado, de la Red de Coordinación en Biodiversidad.

 

También lea:

Acuerdo de París sobre Cambio Climático: Ecologistas piden respetar la Declaratoria Bribri

 

Información e imagen tomadas para SURCOS Digital de http://www.vocesnuestras.org/

Suscríbase a SURCOS Digital:

https://surcosdigital.com/suscribirse/

Acuerdo de París sobre Cambio Climático: Ecologistas piden respetar la Declaratoria Bribri

Hoy se podría votar Acuerdo de París sobre Cambio Climático

Ecologistas piden respetar la Declaratoria del Territorio Bribri Libre de REDD

Tanto Coecoceiba Amigos de la Tierra y FECON solicitaron respeto a la declaratoria histórica del pueblo Bribri de Talamanca de rechazar la “estrategia indígena a nivel nacional REDD+” que se promueve en el país como una falsa solución al cambio climático contenida en las contribuciones a la mitigación y políticas nacionales.

La declaración del pueblo Bribri es un ejercicio inédito de autodeterminación en respuesta a 8 años de avance, sin trasparencia ni consulta, por parte de diferentes gobiernos centrales, que han repartido en consultorías, talleres y estudios más de $6.7 millones de dólares para lograr convencer a los indígenas de vender sus bosques bajo el discurso de la mitigación del cambio climático [Ver informe].

REDD+ es un negocio para las consultorías: en total el gobierno de Costa Rica giró durante el proceso de creación de estrategia $121,500.00 dólares y $734,233 dólares entregados a ADI’s (Asociación de Desarrollo Indígena) para que comunicaran la estrategia (oficio DG-OF-062-2016). Sin embargo las comunidades del territorio Bribri desconocen del tema. En total el gobierno ha gastado 855,733.39 dólares en la estrategia con los territorios indígenas y a pesar de esto a las comunidades indígenas no tienen acceso cotidiano a la información.

La declaratoria que rechaza REDD+ por parte de los pueblos indígenas Bribris fue elaborada entre marzo y junio de 2016 en más de 15 comunidades del territorio, en espacios auto-organizados bajo su propio idioma y firmada por más de 300 personas. La declaratoria es contundente: “Haciendo uso a nuestro derecho de la propia consulta decidimos rechazar el proyecto REDD+, su protocolo de consulta, como cualquier modificación del nombre del proyecto y declaramos el territorio Bribri de Talamanca libre de REDD+, de la presente fecha en adelante.” Para los firmantes: “El cuido de los bosques es un derecho y deber de toda persona e institucionalidad, para el pueblo Bribri el uso de recursos naturales en medicina, vivienda, educación, espiritualidad y en la vida en toda su complejidad, son concepciones culturales y tradicionales”.

La declaratoria es producto de un largo conflicto donde las comunidades Bribris vienen rechazando que se avance en el proceso sin una consulta previa, a pesar de las negociaciones y ofrecimientos, sin tener claro las implicaciones de estos “negocios climáticos” (Ver cronología del conflicto).

¿El acuerdo de la COP 21 de París es una solución o un fraude?

Tanto la Cumbre de Naciones Unidas sobre Cambio Climático, como el acuerdo final resultado de la última reunión en París, son una farsa, que no propone medidas reales, profundas y legalmente vinculantes para enfrentar el cambio climático, como ha señalado COECOCEIBA Amigos de la Tierra Costa Rica, advirtiendo que el deterioro ambiental, causado por las emisiones de gases que generan principalmente los países industrializados, no disminuirá si no se toman medidas mucho más radicales.

El mismo acuerdo de París lo reconoce en el punto diecisiete del capítulo dos. Dice lo siguiente: “Observa con preocupación que los niveles estimados de las emisiones segregadas de gases de efecto invernadero en 2025 y 2030 resultantes de las contribuciones previstas… no son compatibles con los escenarios de dos grados centígrados”. O sea, las reducciones previstas determinadas a nivel nacional (INDCs por su acrónimo en inglés), que representan el aporte que cada país estaría en capacidad de hacer a un nuevo régimen climático global post 2020, no son suficientes para evitar un escenario de aumento de la temperatura de dos grados. Ya llegamos a un aumento de un grado centígrado promedio, con las consecuencias ambientales y sociales que esto traerá.

Oilwatch internacional señala que para lograr esto y para que en el 2100 no lleguemos a un máximo de dos grados centígrados de aumento de temperatura a nivel mundial promedio, deberíamos dejar en el subsuelo al menos las dos terceras partes de las reservas conocidas de petróleo, gas y carbón.

Para el caso de Costa Rica la farsa resulta muy clara, ya que la política de Costa Rica ha permitido que este año aumentara en un 6% la importación de combustibles, importación y quema de combustibles y sesenta mil vehículos más en las calles, mientras que nuestra matriz energética depende en un 70 % de petróleo (el 60% lo consume el sector transporte) y el consumo total representa una factura petrolera del 4,5% del PIB. La contradicción con el mito “Costa Rica es un país de energías limpias” fue señalado en el Informe Estado de la Nación (2012). Esto no es sostenible ni renovable.

Además ha instrumentalizado mecanismos para que el sector financiero siga obteniendo mayores beneficios que les permitirá vender productos o servicios bajo una máscara verde. Es el ejemplo de la política de Carbono Neutralidad para el año 2021, de la estrategia REDD y un incipiente pero en camino Mercado de Carbono (es de los primeros en un país en desarrollo como Costa Rica) y el cual sería el espacio donde se podrá comprar y vender créditos de carbono, que podrán ser utilizados por las empresas para compensar sus actividades contaminantes.

Es de trascendental importancia implementar acciones para combatir el cambio climático, incluyendo a las comunidades campesinas y Pueblos Indígenas para construir una visión crítica común para que sean los propios actores quienes tomen las decisiones sobre lo que puede o no pasar en su territorio, y apoyar propuestas para la defensa y la recuperación de los bienes comunes, que impliquen el respeto de los derechos de estas comunidades.

 

Informes: Mariana Porras, Coecoceiba Amigos de la Tierra, tel. 8302 2360, mariana@coecoceiba.org y Mauricio Álvarez, FECON, tel. 88709165, presidencia@feconcr.org

Declaratoria del Territorio Bribri http://www.feconcr.org/doc/Territorio%20bribri%20libre%20de%20redd%2B.pdf

Cronología del conflicto por Redd+ http://www.feconcr.org/doc/CronologiaREDD%2BCR.pdf

 

-También lea:

Día pueblos indígenas: Por la autonomía y la autodeterminación en la defensa del Territorio

 

*Imagen con fines ilustrativos.

Enviado a SURCOS Digital por FECON.

Suscríbase a SURCOS Digital:

https://surcosdigital.com/suscribirse/