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Etiqueta: Día Mundial de los Pacientes Trasplantados

Día Mundial de los Pacientes Trasplantados

Dr. Mario Sánchez Arias
Especialista en Cirugía General,
Terapia Intensiva y Nutrición Clínica
Miembro de Número de ACANAMED

Sin órganos no hay trasplantes

No hay pacientes trasplantados, si no hay órganos donados disponibles, de modo que no se puede hablar de trasplantado sin donantes.

La donación de órganos en nuestro país es crítica (muy baja), si se compara con los países que lideran a nivel mundial el proceso de donación y trasplante como España por ejemplo, que tiene cifras de donación en algunas regiones de 35-40 donadores por millón de habitantes, siendo la de Costa Rica por mucho alrededor de 5-6 por millón de habitantes.

Todos los tipos de trasplantes más usuales como riñón, hígado, corazón, pulmón, tienen en Costa Rica listas de espera importantes de más de 12 meses y desgraciadamente una pérdida de potenciales receptores en lista de alrededor de un tercio.

Nuestro país si bien ha progresado mucho en el campo de los trasplantes, desde los años 80s y 90s en que se empezó con esta terapéutica, con leyes de donación (9222), con su respectiva reglamentación del año 2016, una política de donación y trasplantes aprobada por el Seguro Social del 2012, una participación activa y transparente del Ministerio de Salud en el tutelaje y distribución de los órganos donados; todavía tenemos un rezago importantísimo en todos los procesos de donación y trasplante debido principalmente a que se ha comprendido mal la actividad de trasplante y no se le ha propulsado como se requiere y más bien se le ha puesto muchísimas trabas de corte administrativo al desarrollo de todo el potencial de los profesionales que pujan por mejores condiciones y mejor gestión en materia de trasplantes.

El país está trabajando con órganos donados de dos fuentes: por donadores vivos, es decir personas que por altruismo deciden donar un órgano o parte de un órgano para que sea implantado en un enfermo terminal funcional, llamado receptor. O bien con órganos donados por los familiares de personas que llegan a tener muerte cerebral, criterios desarrollados desde hace muchos años (1968 Harvard) y modificados 2010 por Academia Americana de Neurología, en los que se puede utilizar todos los órganos viables: 2 riñones, dos pulmones, un corazón, un hígado, un intestino, un páncreas, hueso, córneas entre otros.

Pero como dijimos la donación en C.R. es muy baja, dado que la Institución del Seguro Social, no tiene una buena organización a nivel nacional, por ejemplo: ordenando que todo paciente que tiene probabilidad de llegar a evolucionar a muerte cerebral deba ser reportado a los coordinadores de trasplantes, de modo que si esto sucede, se pueda actuar rápidamente en la solicitud de donación, proteger el cadáver en oxigenación lo más pronto posible y de la mejor manera, de tal suerte que se pierdan los órganos menos posible en todo el territorio nacional y además que los órganos lleguen en la mejor condición posible para ser trasplantados.

Dentro de éstas posibilidades estamos expandiendo los criterios para aprovechar donadores que en otra hora no serían considerados. Así donadores obesos con IMC de 35 que no se utilizarían en el pasado hoy estamos promocionando su aceptación, con biopsias hepáticas para descartar una macro esteatosis importante. La edad límite de donador aceptada clásicamente fue 60 años, actualmente nos interesa más su estado funcional y estructural para varios órganos. Hemos pasado la barrera de trasplantar pacientes HBO incompatibles, sobre todo en casos de emergencia con la respectiva desensibilización, con buen resultado. Así mismo hay disposición de aceptar donantes con Virus B o C, HIV, particularmente para pacientes portadores de este mismo virus.

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En el mundo desarrollado en materia de trasplantes hoy día, el 40-50% de los órganos que se están utilizando, son de donador con corazón parado, particularmente del tipo III de la clasificación modificada de Maastricht. Hay programas que están realizando un 60% de sus trasplantes con órganos de este tipo de donación. En Costa Rica no estamos utilizando este tipo de donador, por falta de organización a nivel Institucional, ya que este proceso conlleva que se envíen a formar profesionales de todas las ramas necesarias en el particular, se desarrolle luego un protocolo y se empiece a coordinar con todas los entes responsables la iniciación de utilizar órganos de donador con corazón parado. Podemos pensar en utilizar órganos de personas que han muerto y son declarados por el facultativo respectivo, como tal. Inmediatamente se solicita la donación (o se ha hecho previamente), se inicia con maniobras para reperfundir los órganos y poder darles viabilidad en unas pocas horas.

No podemos pensar en utilizar órganos de animales genéticamente modificados (Xenotrasplante), porque es una posibilidad muy lejana para nuestra realidad e impráctica. Sabemos que hoy día se está trabajando en el cultivo de tejido, pero no se han podido formar órganos que sirvan para el trasplante, todavía y de nuevo en CR estaríamos muy lejanos de esta posibilidad.

Pero sí podemos poner a liderar los trasplantes a personas que conozcan el funcionamiento de la actividad de trasplantes, que tengan poder resolutivo y NO depender de gerencias políticas que cambian a cada rato y que no permiten avanzar la actividad. Sí podemos desarrollar una campaña pública de estímulo a la donación, agradable, amplia y permanente. Sí podemos crear una red a nivel país para aprovechar todos los muertos neurológicos. Sí podemos tener coordinadores de trasplantes en todos los centros hospitalarios, adecuadamente pagados. Sí podemos invertir en más y mejor tecnología para preservar los órganos en el tiempo y hacerlos más funcionales. Sí podemos invertir en formar equipos que formalicen un protocolo para el aprovechamiento de los órganos de donadores con corazón parado, como se ha explicado.

Con esto los grupos profesionales trasplantadores, tendrían un caudal de órganos más abundante, de tal suerte que las listas de espera se acorten, que menos pacientes se pierdan mientras esperan ser llamados, que el resultado de los trasplantados sea cada vez mejor al contar con más y mejores órganos.

Cumpliendo con todo lo que está a nuestro alcance, tendremos cada día más personas trasplantadas para celebrar este día tan especial, día que les cambió por completo el futuro a muchas personas y familias en Costa Rica y en el mundo.

6 de junio Día Mundial de los Pacientes Trasplantados

Dr. Mario Sánchez Arias
Especialista en Cirugía General, Terapia Intensiva y Nutrición Clínica
Miembro de Número de ACANAMED

El día 6 de junio ha sido designado, Día Mundial de los Pacientes Trasplantados, por la Organización Mundial de la Salud (OMS), con el propósito de estimular en la población una cultura de donación de órganos y así dar una oportunidad de vida a pacientes que no tienen ya otro tratamiento más que el trasplante como su última alternativa.

El hombre siempre ha tenido el deseo de prolongar su vida (cuando el funcionamiento de un órgano en particular llega a un estado terminal) a través del uso de órganos de otras especies. Y fue así cómo se iniciaron los trasplantes a principios del siglo XX; trasplantando riñones de perro o cerdo a seres humanos (xenotrasplantes).

Es con las técnicas quirúrgicas introducidas por Alexis Carrel, cirujano francés (premio Nobel de fisiología y medicina en 1912), como se posibilita el desarrollo de estos implantes que requerían sutura vascular. El primer reporte de un trasplante renal de un humano a otro fue realizado por Voronoy, un cirujano Ucraniano en 1933. Luego David Hume en Boston, EU en 1953 publica los primeros 9 trasplantes de riñón en el muslo. El primer trasplante de riñón con donador vivo (una madre le dona a su hijo) se realizó en Paris en 1952.  Pero todos estos intentos fracasaron por rechazo de los injertos, pues no había cómo inmunosuprimir al receptor y así evitar la pérdida del órgano.  No fue hasta que Murray, Merril y Harrison (en el hospital Brigham de Boston en 1954) realizan un trasplante de un gemelo idéntico a otro, es que se tuvo una supervivencia a largo plazo del receptor, pues no requería inmunosupresión.

De modo que no se obtuvieron sobrevidas adecuadas de los receptores hasta que se descubren sustancias que inducen inmunosupresión (depresión del sistema inmunológico del receptor) y permiten que el receptor no rechace el órgano. Fue Calne en 1959 quién introdujo la 6-mercaptopurina (6-MP) un antimetabolito que induce tolerancia del receptor al injerto y demostró supervivencia prolongada de riñones trasplantados en perros por lo que en el mismo año se inició su uso en los humanos en Boston, Paris y Londres. Luego se usó la Azatrioprina un nitroimidazol derivado de la 6-MP, ambos tienen un efecto difuso en la síntesis de ADN Y ARN.  Seguidamente Goodwin en California en 1960 utilizó la prednisona, un glucocorticoide que provoca retardo en la inmunidad mediada por células para inhibir un episodio de rechazo. Y el Dr. Starzl en 1963 utiliza y recomienda el uso de azatrioprina y glucocorticoides desde el inicio del trasplante, sin esperar que ocurriera rechazo y así se empezó a tener mejores sobrevidas.  Hasta aquí los trasplantes eran considerados solo como tratamiento experimental, pero con el primer trasplante de hígado realizado por Starzl en la Universidad de Colorado en 1967 y el primer trasplante de corazón realizado por Barnard en Suráfrica en ese mismo año, pasó a ser el trasplante, una opción terapéutica de la enfermedad funcional terminal de un órgano y dejó de ser un tratamiento experimental.

De aquí en adelante aumentan y perfeccionan las técnicas y los medicamentos para no rechazar el injerto. El descubrimiento de la ciclosporina (una nueva droga inmunosupresora que previene el aumento de linfocitos T, inhibiendo la inerleukina-2) en 1980 y la utilización de varios medicamentos inmunosupresores al mismo tiempo y desde el inicio del trasplante fueron produciendo mejoras en los resultados y sobrevida de los pacientes. Así se inician los trasplantes de pulmón en 1963 por Hardy en EU, de páncreas-riñón en Minesotta en 1966 por Kelly y Lillehei, de intestino por Benedetti en Illinois en 1998.

En Costa Rica hemos tenido notables médicos que se han dedicado a este campo, realizando el primer trasplante de riñón en 1969 en la Clínica Católica por H. Weinstok y su grupo, de corazón por el Dr. L Soto y su equipo en 1991 en HM., de hígado por el Dr. F. Ferraro y su servicio de cirugía general en HCG en 1993, trasplante combinado de páncreas-riñón por Dr. C. Montalbert y Dr. Sánchez en HCG en 1994, de intestino en 2013 por Dr. Sánchez en HCG, pulmonar doble en 2019 en HCG. Hoy día la Seguridad Social ofrece a su población casi todo tipo de trasplante para prolongar su vida, con la limitación de una donación de órganos muy baja.

Sin duda la baja donación de órganos en nuestro país, es el mayor limitante a la resolución de la enfermedad terminal funcional de muchos pacientes.  La donación en nuestro país es de 5-6 por millón de habitantes, cuando hay países como España que alcanzan cifras de más de 30 por millón. A pesar de que hemos hecho mejoras en la organización de la actividad de trasplantes con una ley para donación, un reglamento, una política de trasplantes aprobada por la Caja Costarricense de Seguro Social, una participación de lleno del Ministerio de Salud en la administración de los órganos, nos quedan innumerables campos de mejora para comprender y mejorar la actividad trasplantológica en nuestro país y así darle el beneficio a los pacientes terminales de volver a una vida casi normal.  Por otro lado nos falta trabajar más con donador vivo y donador con corazón parado (aquel donador que sufre muerte orgánica comprobada, se deja unos minutos, se toma el consentimiento de donación y luego inmediatamente se perfunde para recuperar los órganos), dónde podríamos tener la solución a muchos casos en la actualidad.

Costa Rica tiene un nivel muy bueno de conocimiento en este campo, profesionales muy dedicados y preparados, un solo sistema de Seguridad Social que abarca todo el país, todo lo cuál obliga a tener una práctica de trasplantes muy fuerte pero todavía es débil.  Deberíamos estar publicando lo que hacemos. Pero en la Institución no se estimula el reporte de resultados.

Vivimos en un país dónde la insuficiencia orgánica terminal va en aumento, gastamos millones manteniendo a los pacientes en terapias de sustitución muy caras y no alcanzamos a trasplantar un buen porcentaje de ellos, lo que sería más barato.  El trasplante es la terapia médica más costo-efectiva.  Porque devuelve a un paciente crónico, casi en la línea de muerte a tener una vida normal, con la ingesta de unos pocos medicamentos.

Los grupos médicos debemos reorganizar todo el aparato trasplantológico del país y utilizar todos los tipos de donadores, así como la población seguir donando órganos para que nuestros pacientes tengan mejor oportunidad.