Ir al contenido principal

Etiqueta: economía

CONARE: «Se debe reactivar la economía del país ante COVID-19»

La crisis sanitaria y económica demanda un diálogo responsable y constructivo para tomar medidas que contribuyan a estabilizar y reactivar la economía del país

25 de marzo del 2020. La crisis económica en nuestro país, agudizada por la pandemia del COVID-19, demanda un análisis responsable y serio, con el fin de tomar medidas que contribuyan a contener la recesión, reactivar la economía y proteger el bienestar de la población.

Por tal motivo y abogando por un diálogo constructivo, que permita la mejor y más adecuada toma de decisiones apegada a los principios de justicia social, el Consejo Nacional de Rectores manifiesta:

  1. Las propuestas deben ser sensatas y prudentes. Debemos proteger la salud de nuestra población mediante un programa de emergencia que, además de las disposiciones sanitarias, incluya medidas sociales, laborales y económicas. No es mediante el ataque al empleo público, ni la reducción temporal de los salarios públicos ni el cierre de «instituciones que no satisfagan un fin social» que se logrará la estabilidad social y económica del país, como lo indican economistas en un artículo de opinión de La Nación.
  2. Esa propuesta del citado artículo se basa en medidas para compensar a empresas del sector privado, por la crisis económica agudizada por la pandemia del coronavirus, y en reducir el salario de los trabajadores del sector público, lo que provocaría la contracción del consumo, incluso de artículos básicos, el aumento del desempleo y de la desigualdad social, y el empobrecimiento de un porcentaje aún más alto de la población nacional.
  3. El impacto de la pandemia afectará de manera significativa el acceso y la permanencia de estudiantes en todo el sistema educativo nacional, producto del aumento del desempleo y la disminución de ingresos de sus familias. Por ello, debemos tomar medidas que eviten o al menos mitiguen la deserción de estudiantes de la educación tanto privada como pública, en sus diferentes niveles: preescolar, primaria, secundaria y universitaria.
  4. La magnitud de la crisis obliga a apoyos subsidiarios de parte del Estado, los cuales no deben dirigirse unilateralmente a determinados sectores, sino al aseguramiento del bien común. El principio de solidaridad colectiva es apremiante e ineludible.
  5. La institucionalidad pública costarricense responde a la atención de la pandemia. Las instituciones estatales generan bien social, como se ha demostrado a través de la historia o en situaciones específicas como la que actualmente vivimos; es por ello que sugerir un cierre técnico de prácticamente la mitad del Estado, paralizando la acción del Gobierno, no solo es golpear fuertemente al sector público, sino a toda la economía nacional y agudizar más los síntomas de la recesión, de manera que se afectaría directamente también al sector empresarial privado.
  6. Costa Rica tiene el reto de atender y adoptar medidas inmediatas ante la crisis sanitaria y económica; dentro de esta urgencia debe prevalecer la creatividad, el sentido común, la innovación que garanticen el bienestar de sus habitantes y la democracia nacional. Esto se logrará con un enorme espíritu de solidaridad colectiva, responsabilidad individual y grupal, y la colaboración entre todos los sectores del país.
  7. Economistas de las universidades públicas, se han pronunciado y han sugerido medidas que pueden considerarse parte de las posibles acciones, tales como:a) Fortalecer las plataformas y medios que promuevan la economía digital, utilizando para ello los recursos de FONATEL. b) Un paquete económico de apoyo a los y las emprendedores y a las pequeñas y medianas empresas costarricenses, utilizando para ello recursos del sistema de Banca para el Desarrollo. c) Profundizar las medidas de protección a los segmentos de la población más vulnerables y los que se encuentran en condición de extrema pobreza. d) Intensificar las acciones legales y las medidas administrativas para enfrentar la alta elusión y evasión fiscal que enfrenta el país. e) Instar a la Asamblea Legislativa a aprobar la Ley contra la usura, utilizando para ello, el promedio de la tasa de interés máxima que se propone en los estudios realizados por la Universidad de Costa Rica y la Universidad Nacional.
  8. El Consejo Nacional de Rectores hace un llamado al análisis, al diálogo, al debate racional de forma constructiva y equilibrada, preservando el Estado Social y el compromiso con la Patria, que permita una recuperación económica, mediante un plan que integre diferentes acciones, sin menoscabar la estabilidad de las familias y el bienestar de la ciudadanía.
  9. Es inaceptable que se pida austeridad para un sector de la población y no para todos los sectores, en medio de una grave emergencia sanitaria que requiere inversiones adicionales y un mayor gasto corriente para garantizar la salud de la población. También es inaceptable que se trate de debilitar y vulnerar la institucionalidad en la coyuntura de esta pandemia. Todos los sectores sociales deben contribuir con el bienestar de toda la sociedad, en función de sus posibilidades.
  10. Es vital promover la cohesión social, la unión y la convergencia del trabajo conjunto entre todos los sectores sociales. Las universidades públicas estamos dispuestas a propiciar espacios para la articulación y la generación de ideas que favorezcan un sano debate para la estabilidad económica, con una visión solidaria, humanista y social que nos permita salir de esta pandemia con el menor impacto sobre la vida y la convivencia nacional.

Imagen ilustrativa.

Enviado por Efraín Cavallini Acuña.

Sea parte de SURCOS:

https://surcosdigital.com/suscribirse/

Solicitan a Ministerio de Planificación medidas para enfrentar COVID-19

Compartimos la carta enviada al Ministerio de Planificación y Política Económica solicitando las medidas que este Ministerio tomará ante la crisis económica y laboral que generará el COVID-19

San José, 23 de marzo 2020

M.Sc.

Maria del Pilar Garrido Gonzalo

Ministra de Planificación y Política Económica

República de Costa Rica

 

Asunto: Solicitud de información

Estimada ministra:

Reciba por este medio nuestro respetuoso saludo, deseándole los mejores éxitos en sus gestiones personales y laborales.

En vista de la notoria situación que atraviesa el mundo y el país en particular, a razón de que podríamos catalogarla como una suerte de guerra bacteriológica de baja intensidad que se inscribe en una puja global que al final podría aspirar a dibujar el mapa de un nuevo control geopolítico mundial, una suerte de una nueva repartición del planeta.

Es en este marco general que algunos han denominado una especie de reseteo al sistema económico y financiero global, que el Covid 19 (coronavirus), desata una serie de debates de distinto signo y sumamente enriquecedores, pero en lo concreto este virus provoca efectos e impactos a las economías del orbe y sin duda trastoca el mundo del trabajo, lo cual nos coloca en la realidad tica y todo lo que esto implica para la gente de carne y hueso.

Es en tal sentido nuestro deber caracterizar y evaluar las distintas formas y enfoques en que los y las tomadores y tomadoras de decisiones dentro de los poderes del Estado deciden abordar el momento y cómo actúan los grupos de verdadero poder, pues de esta lectura dependen las posiciones y las decisiones que desde el sector social se puedan ir configurando.

Para el caso de Costa Rica hemos tomado nota y sin duda tenemos una lectura de lo que está aconteciendo en los teatros de operaciones visibles y en los paralelos que se desarrollan alrededor de la situación actual. Así las cosas, aprovechamos la presente para solicitarle de conformidad con nuestro ordenamiento jurídico y el derecho de petición que nos asiste constitucionalmente, que se nos remita dentro del plazo de ley un cuadro en formato digital que contenga la siguiente información:

1- Un listado consolidado de las medidas adoptadas vía leyes, decretos, o similares, para atender la pandemia del Covid 19. Igualmente, un listado de las propuestas que se pretenden implementar a futuro, para paliar esta terrible situación desde un punto de vista económico y social, vía leyes, decretos, o similares.

2- Fuente de financiamiento (interna o externa) con que se pretenden respaldar las medidas adoptadas, y a adoptar, del punto anterior. Favor adjuntar la referencia del oficio que respalda el estudio técnico respectivo o similar.

3- Impacto financiero de aporte por institución en términos absolutos y relativos con relación al presupuesto de la institución de que se trate.

4- Sectores beneficiados o grupos humanos cubiertos por distrito, cantón, provincia y un desglose por sexo, edad y sector laboral. Igualmente, adjuntar los criterios bajo los cuales se definieron estas poblaciones como las adecuadas para dichas ayudas.

5- Un listado de las medidas que están valorándose ejecutar a partir de las negociaciones que se desarrollan desde la Asamblea Legislativa, su fuente de financiamiento, los pasos de trámite que estas iniciativas requieren y posibles plazos de acuerdo legislativo.

6- Documento oficial del Plan Proteger en formato digital.

 

Sin otro particular se suscribe,

Juan Carlos Durán Castro

Dirigente Sindical

Trabajador Caja Costarricense de Seguro Social

 

Imagen ilustrativa, UCR.

Enviado por Juan Carlos Durán Castro.

Sea parte de SURCOS:

https://surcosdigital.com/suscribirse/

EN MEDIA CRISIS PRETENDEN PISOTEAR AL SECTOR PÚBLICO

El Sindicato de Trabajadoras y Trabajadores de la Educación Costarricense SEC, considera temerosas terribles y fuera de contexto las declaraciones del ex diputado Otto Guevara, que se suma a la intención del grupo enemigo de la clase trabajadora del sector público.

Este mal intencionado planteamiento se hace ante un evidente desconocimiento de que en este momento es el sector público el que se ha dado la tarea de sostener la economía de los pequeños y medianos empresarios, especialmente de la agricultura y el comercio.

Desconocen estos políticos y ciertas cámaras que el sector público es el que de alguna manera, está sosteniendo la capacidad de consumo que mantiene a flote los pocos negocios que aún siguen en pie pese a los constantes ataques de los cuales siguen siendo víctimas. Recordemos que recientemente se aprobó el proyecto de flexibilización laboral que permite la reducción de la jornada en el sector privado, presidido por la reducción en horas de trabajo, entonces ¿En qué están pensando estos señores para reactivar la economía?

El Sector Público es el único que paga los impuestos puntualmente para que con ellos el Gobierno pueda ejecutar parte del presupuesto, pese a ello al sector público no se le aprueban proyectos para beneficio propio, como los que se han dado para las grandes empresas.

Nos sentimos dichosos y orgullosos de contar aún con instituciones públicas que han sido sostén ante esta emergencia, logrando así mantener incólume la Seguridad Social de nuestro país como la Caja Costarricense de Seguro Social CCSS, el Ministerio de Salud, el Ministerio de Educación Pública MEP, el Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados AyA, el Instituto Costarricense de Electricidad ICE, la Fábrica Nacional de Licores FANAL, entre muchas otras, que han demostrado su eficacia ante la ineptitud de aquellos que han querido desmantelarlas.

Debemos entender que sin esas entidades y su grandioso valor humano, no estaríamos dando la batalla contra esta pandemia mundial, en hora buena, se les cayó a los neoliberales la campaña negativa y malsana contra estas instituciones públicas que hoy hacen frente a la emergencia nacional del COVID-19.

El SEC hace un llamado para que estos señores piensen en Costa Rica, en las familias que afectarían con semejante atropello a la estabilidad económica, no creemos que el Poder Ejecutivo y Legislativo presten atención a este tipo de propuestas nefastas, que surgen de políticos frustrados, cuestionados y trasnochados.

UNIDAS Y UNIDOS POR COSTA RICA VENCEREMOS ESTA PANDEMIA

Foto: Semanario Universidad.

Sea parte de SURCOS:

https://surcosdigital.com/suscribirse/

Las medidas económicas frente a la pandemia, sus prioridades y posibles efectos

German Masís

En tanto la pandemia del covid-19 continúa registrando nuevos casos y confirmando su expansión por todo el país, los Gobiernos anuncian y aprueban las medidas económicas que aplicaran como resultado de la reducción de las actividades económicas y de la decisión de las empresas de suspender su funcionamiento por el tiempo que dure la emergencia.

Con las planes y medidas que los Gobiernos van adoptando para enfrentar los efectos económicos de la pandemia, van definiendo la orientación y prioridades de la recuperación económica en cada país y definiendo los sectores considerados más golpeados, entre ellos las empresas, las pymes, los trabajadores, los consumidores y los pobres, a los que se dirigirán las eventuales medidas  gubernamentales.

De esta manera, es posible comenzar a valorar las prioridades de las políticas estatales en esta coyuntura, pero también proyectar el eventual impacto que podrían tener las medidas sobre los sectores y sobre la economía de los países en su conjunto.

En México ante la adversa coyuntura económica, el Presidente López Obrador manifestó que para paliar los efectos se priorizará en los sectores pobres que son los más necesitados y afirmó que “nada de rescates al estilo neoliberal que les daban a los bancos y a las grandes empresas. Que no estén pensando que van a ver condonaciones de impuestos u otros mecanismos. Si tenemos que rescatar, ¿a quién hay que rescatar?, a los pobres. (La Jornadadigital,23-3-2020)

Por su parte en nuestro país la Administración Alvarado ha mostrado su mayor preocupación por la situación de las empresas frente a la crisis sanitaria, lo que le llevó a definir como principales medidas: la moratoria de 3 meses del pago de impuestos, la reducción de las cargas sociales y la suspensión del pago de créditos a las empresas más golpeadas.

No obstante, las reacciones ante estas medidas y su impacto no se han hecho esperar. El Expresidente del Banco Central Francisco de Paula Gutiérrez, calificó como una “barbaridad” la moratoria de impuestos impulsada por el Gobierno y la Asamblea legislativa, manifestó que la medida difícilmente llegará a beneficiar a quienes más lo necesitan- pequeños empresarios y trabajadores informales-, y se plantea como si la situación fiscal del país no fuera crítica.  Dijo, esta medida además podría poner en aprietos a la Hacienda pública, que tendría que buscar en otro lugar los recursos que dejarán de ingresar en los meses de abril a junio.

Agregó que el crecimiento del país va a ser mucho menor al esperado, si es que hay crecimiento este año, vamos a tener un problema mucho más grave de desempleo y de producción, cuando todavía no hemos resuelto el problema fiscal. (LNdigital,23-3-2020). En esa misma perspectiva se manifestó la calificadora Moodys la que afirmó que el plan de estímulo económico de Costa Rica contra el coronavirus tendrá efectos fiscales, por un menor crecimiento de los ingresos tributarios este año.

Junto a la aprobación de la ley para posponer por 3 meses el pago de 4 impuestos cuyo objetivo es beneficiar a las empresas, los diputados aprobaron también la ley de autorización de la reducción de jornadas de trabajo ante la declaratoria de emergencia, el cual busca garantizar a las personas trabajadoras del régimen de empleo privado, mantener su puesto de trabajo mediante la reducción de la jornada laboral, cuando los ingresos de las empresas se vean afectados entre un 20 o un 60% (CRHoy,21-3-2020).

Esta ley que permite reducir las jornadas labores y consecuentemente el salario de los trabajadores hasta en un 75%, desprotege incuestionablemente los derechos laborales de éstos, ya que precisamente la legislación laboral establece que los elementos inviolables son el salario y la jornada, mientras prioriza claramente en el auxilio y apoyo de las empresas.

Como si la aprobación de esta ley no fuera suficientemente perjudicial para los trabajadores, la Unión de Cámaras de la Empresa Privada(UCCAEP), propuso poner un impuesto solidario a los trabajadores públicos, que según su Presidente, se trata de un impuesto solidario durante la crisis, para que ayude a pagar el subsidio de la gente que se quedó sin trabajo, los que ganen más de un millón pagarían un 10%, si el salario es mayor a 2 millones de colones pagarían un 15% y si el monto sube a 3 millones pagarían un 20%” (CRHoy,23-3-2020).

La opción del Gobierno y de las Cámaras empresariales es contundente, salvar y apoyar a las empresas y que los trabajadores sean los que paguen el costo de la emergencia, con la reducción de sus jornadas, de sus salarios e incluso con aportes a los trabajadores desempleados. Mientras se conoce por los medios que un número importante de empresas y hoteles ya han roto los contratos salariales dejando desempleados a más de 6.500 trabajadores.

Negros nubarrones se ciernen sobre la condición de los trabajadores en los próximos meses, a pesar de algunas noticias algo alentadoras sobre la decisión de los bancos de brindar una amnistía de 3 meses a las pymes y trabajadores en el pago de sus créditos y a la determinación del INDER de aplicar el no pago de los créditos en ese mismo período a más de 900 productores.

La reducción de los ingresos y la capacidad adquisitiva y el aumento del desempleo y la pobreza de la población trabajadora parecen inminentes ante los efectos económicos de la pandemia, igualmente para la economía nacional se visualiza el crecimiento del déficit fiscal y de la deuda pública, en un momento en que varias instituciones se han manifestado dispuestas a ceder sus superávits ya sea para amortizar la deuda o para atender la emergencia. Tendremos que estar atentos al acontecer de la pandemia y sobretodo para determinar sobre cuáles sectores recaerán en definitiva sus costos económicos, así como para identificar los eventuales ganadores y perdedores de la misma.

Ilustración: http://cr.globedia.com/politica-economica-desigualdad

El Covid-19 y la economía. No es un asunto de patadas

Luis Paulino Vargas Solís
Economista
Director Centro de Investigación en Cultura y Desarrollo
(CICDE-UNED)

La emergencia sanitaria del Covid-19 trae aparejado un severo impacto económico. Hay sectores para los que el efecto es directo y muy fuerte: hoteles, restaurantes, cines, bares, servicios vinculados al turismo y la educación. En otros casos la afectación tiene un carácter más indirecto, como podría ser el caso del transporte público y el comercio en general, y también sectores de la agricultura y la manufactura.

Es un frenazo asociado a un súbito colapso de la demanda y las ventas. Ello pone en marcha presiones deflacionarias que jalan la economía hacia abajo.

En las propuestas de solución planteadas, prevalece una opción: la de tratar de facilitarles a las empresas el manejo de su “flujo de caja”. De ahí que se autorice posponer el pago de impuestos y cuotas de la seguridad social, así como recortes en las jornadas laborales y la nómina de salarios. Esto último, como es obvio, afectará los presupuestos de familias trabajadoras, y traerá mucho sufrimiento e incertidumbre a sus vidas. Con demora, y de forma hasta el momento vaga, el gobierno de Carlos Alvarado plantea conceder posibles subsidios compensatorios para esas familias.

Hay aquí un detalle que es de fácil comprensión: si bien recortar jornadas laborales y salarios, puede ayudar, y ser, digamos que “beneficioso”, para una o algunas empresas individuales, sería en cambio un serio problema, si se generaliza a muchas empresas, y si afecta a una cantidad significativa de personas trabajadoras. Porque en tal caso habrá un efecto negativo apreciable sobre la demanda de consumo al nivel de la economía en general. Y muchas empresas que producen para el mercado interno, lo lamentarán.

Llover sobre mojado: ello sumaría fuerzas económicas negativas a las fuerzas económicas negativas que traen consigo las medidas que ha sido necesario aplicar contra el Covid-19. Razón de más para decir que las personas afectadas deberían recibir alguna compensación.

Por su parte, un grupo de economistas y otras personas proponen que se recorte en un 50%, el salario de todos los empleados y empleadas públicas “que no están trabajando” (aquí: «Si hay patadas, hay pa’todos»). Desde luego, es complicado saber quién sí está trabajando y quién no, pero eso es secundario, frente a un hecho que resulta insultantemente obvio: hay gente que no logra bajarse de su borrachera ideológica, ni siquiera en un contexto crítico como el actual.

¿Quién gana con soltar una ácida polémica ideológica como esta, justo en este momento?

Hay que tener la mente freída en ideología y el corazón envenenado de odio ¿No era siquiera factible esperar un tiempito, a que esta emergencia pase o por lo menos se alivie, para sacar a relucir esos temas tan ideologizados?

Pero, en fin, está visto que el fanatismo ideológico no conoce de cordura ni generosidad. Pero, ¿es que siquiera sabe de economía? La pregunta es relevante, puesto que la propuesta cuenta con la firma de varios economistas.

Vuelvo sobre algo que comenté más arriba: si tantas fuerzas empujan hacia abajo la economía ¿no deberíamos estar en búsqueda, de fuerzas compensatorias que la levanten? Pues resulta que, todo lo contrario, estos economistas nos proponen sumar fuerzas descendentes a las fuerzas descendentes que ya están en operación.

Si usted le reduce su salario a la mitad a 200.000 personas trabajadoras del sector público, tenga por seguro que el resultado será uno: un repentino y pronunciado agravamiento en la caída de la demanda de consumo ¿Dije más arriba que el recorte de salarios en el sector privado provocará lamentos en muchas empresas que producen para el mercado interno? Ahora súmele el efecto que tendría esta estúpida medida que estos economistas proponen.

¿Dije economistas? Me da una horrible pena ajena decir que son economistas, siendo que yo digo de mí mismo ser economista. En protección de mi dignidad, diré que en realidad son ideólogos fanatizados, y que lo suyo no es economía, sino un tipo de religión sacrificial, destructiva y vengativa.

Vuelvo sobre cosas que ya he dicho. Decir, primero que nada, que es tiempo de dialogar y colaborar, con ánimo constructivo, con lealtad patriótica y espíritu generoso y solidario. Y, segundo, que es tiempo para buscar, con urgencia, políticas enérgicas e inteligentes que frenen el bajón de la economía y le infundan nuevos bríos.

Macron en Francia y Merkel en Alemania lo tienen clarísimo, y hacia ahí encaminan sus propuestas de política económica frente a esta situación. Incluso Merkel se ha dejado decir cosas que, en el ortodoxo contexto alemán, resultan absolutamente heréticas, cuando públicamente afirmó que por ahora habrá que olvidarse de los equilibrios presupuestarios, puesto que en este momento lo que urge es frenar y revertir la caída de la economía.

Los contextos son distintos, y seguramente en Costa Rica no podremos replicar mecánicamente lo que se hace en Europa. Pero la racionalidad subyacente, como asimismo el objetivo principal, son similares: introducir estímulos positivos que propicien la recuperación de la economía. Estoy trabajando un documento más amplio que, modestamente, intenta formular diversas ideas en ese sentido, y que daré a conocer en próximos días.

Ha dicho el ministro de Salud, Dr. Daniel Salas, que nunca había visto al país responder con tanta unión. Ya vemos que hay gente a la que eso le molesta, y que quieren sembrar desunión.

No les escuchemos, por favor.

Enviado a SURCOS por el autor, publicado originalmente en su blog:

https://sonarconlospiesenlatierra.blogspot.com/2020/03/el-covid-19-y-la-economia-no-es-asunto.html?m=1

El Día Después

Álvaro Salas Chaves, Expresidente Ejecutivo CCSS

¨Llegará el día en que un estornudo en oriente provocará un cataclismo en occidente¨. Así se expresaba la Dra. Libia Herrero en una charla sobre virus en la Universidad de Costa Rica hace algunos años. Pues amigos y amigas, ese día llegó.

Después de esta pandemia del coronavirus, nada volverá a ser lo que fue. Todos los órdenes existentes sobre la tierra: el político, social, económico, religioso, militar, habrán cambiado para siempre. Si el ataque y destrucción de las torres gemelas de New York cambiaron la organización y los esquemas de seguridad del transporte aéreo mundial, la pandemia del coronavirus trastornará los sistemas políticos y sociales, los esquemas económicos como la globalización y los sistemas de suministros y transporte de personas y carga del mundo. 

La pandemia del coronavirus ha venido a demostrar la absoluta vulnerabilidad de todas las sociedades del mundo, grandes y pequeñas, poderosas y débiles, de un signo político o del otro. Tendremos que repensar lo que creíamos que era estable y perenne. Quedó claro una vez más que ¡Nada es para siempre!

Los personajes más poderosos de la tierra reyes, príncipes y princesas, presidentes, generales jefes de ejércitos, actores de cine, primeros ministros, sacerdotes, médicos, enfermeras, cantantes, pobres y ricos, absolutamente todos, tenemos las mismas probabilidades de enfermar y morir por esta enfermedad como nos cuentan los medios informativos continuamente.

La pandemia, sin estar o estando, en la agenda secreta de los poderosos de Washington, Moscú o Beijín, ha venido a transformarlo todo. Este planeta fue uno antes de la pandemia y será otro después de la pandemia.

Un ejemplo concreto de esta situación es la cuaresma, la época más sagrada de toda la cristiandad, suspendida en todos los pueblos y ciudades del mundo católico. Igualmente ha sucedido con el peregrinaje y las celebraciones hacia la Meca. Aquellos millones de musulmanes caminando en círculos en los sitios sagrados del Islam han desaparecido en las pantallas de televisión. De igual manera, las celebraciones ancestrales del judaísmo han sido canceladas y podrán ser seguidas por la televisión religiosa y el internet.   

En Ciudad del Vaticano, todas las actividades religiosas masivas de la Semana Santa han sido canceladas, además de la ausencia del Papa Francisco en todas, nos demuestra que aquí están pasando cosas muy graves. Pero es claro, Su Santidad es un anciano muy enfermo con solo un pulmón que toda la gente quiere tocar, abrazar y recibir su bendición. Se convierte así en la persona más vulnerable sobre la tierra. Esa no es la situación de Donald Trump, nadie quiere acercarse y menos ser tocado por él y sin embargo se tuvo que realizar la prueba del coronavirus por un cuadro gripal que sufría.

Todo cambió en un segundo. Las actividades religiosas se podrán seguir, únicamente, por medio de la televisión religiosa, páginas web, los podcasts de cada una de las órdenes religiosas, sean estas cristianas, judías, o musulmanas. Para ello habrá necesidad de rediseñar y simplificar la liturgia que lo acompañe. Pero sin duda, habremos ganado mucho haciendo la actividad religiosa mucho más espiritual, mucho más íntima y menos una obra de teatro.

La cancelación de todos los cursos presenciales en las universidades europeas, americanas y, las nuestras en Costa Rica, demuestra que en adelante, los cursos tendrán que rediseñarse con un gran componente de elementos pedagógicos a distancia, desde la casa, el kiosco o la biblioteca, no por los libros que contiene, sino que por los espacios y la conectividad. Las enormes ciudades universitarias, los costosos y vistosos auditorios y las salas magnas, serán historia del pasado.

Los innovadores de cursos y carreras, técnicas y profesionales a distancia están teniendo en este momento una enorme vigencia y gran apoyo político académico para salvar la educación superior y también las finanzas universitarias, del presente y del futuro. Todo tendrá que ser rediseñado, repensado, innovado o desaparecer. Se requerirán un nuevo set de habilidades y destrezas educativas para lograr remontar este momento.

Los servicios de salud serán, en un alto porcentaje, organizados en forma ambulatoria y a distancia igualmente. Los pioneros de la telemedicina sienten hoy que es su oportunidad, que les llegó el momento que tanto esperaban. Se habían abierto camino casi a codazos en la tradicional y ancestral forma presencial de hacer medicina.

Grandes contingentes de pacientes podrán ser diagnosticados, tratados y seguidos clínicamente vía la televisión especializada, páginas web especializadas, y otros medios que todavía no existen ni conocemos, para desarrollar el componente capacitación y educación a pacientes. Vendrán nuevos desarrollos de algoritmos, aplicaciones y equipos sencillos adaptables a los teléfonos y las computadoras desde sus casas o centros de trabajo.

Como dijo el presidente Emmanuel Macron de Francia: queda claro que los servicios de salud y de salud pública no pueden ser un producto del mercado. La Salud y la Salud Pública para todos, deben estar organizados y financiadas por el estado. Este es el único que tiene la capacidad de respuesta, de oportunidad y de estar preparados para entrar en la batalla. El gobierno español ha decretado la integración de los sistemas de salud públicos y privados de Madrid para poder copar con la inmensa demanda insatisfecha que se ha generado.

Las empresas de entrega de comida y paquetes a domicilio evolucionarán a transporte autónomo en base a drones especializados en el traslado de muestras de laboratorio y entrega de medicamentos delicados que ya existen pero que se han desarrollado en forma tímida hasta ahora. Toda la información biomédica entre médicos y pacientes será canalizada por la web de cada institución de salud y de seguros.

Por supuesto que esto generará otro sinfín de nuevos problemas. Si los pacientes, especialmente los ancianos, permanecen en sus casas, muchos de ellos viven solos, habrá que pensar en las nuevas formas de cuidarlos. ¿Quién les dará de comer, quien les ayudará en el aseo personal, quién o qué les lavará la ropa y les limpiará las casas? Surgirán, sin duda, nuevas propuestas inteligentes para hacerlo.

O sea, todas las empresas de telecomunicaciones y apps médicas y de laboratorio estarán desarrollando cientos de nuevos dispositivos para los teléfonos, las tabletas y las computadoras para evitar el traslado masivo de personas a los hospitales y centros de salud.

El transporte público, ahora sí, ya no lo podrán contener más, será autónomo, con vehículos que no contaminen más. Lo que está sucediendo en Beijín no tiene parangón en la historia de la humanidad. El cielo azul se empieza a ver nuevamente. Ese color amarillo sucio, denso, mal oliente está siendo barrido por el viento y por primera vez en muchos años, los chinitos empiezan a entender por qué China era conocida como el Reino Celeste.

¿Qué haremos con el desempleo que se generará? A pensar señores, llegó el tiempo de pensar, de investigar, de tratar, de imaginar, de soñar, todo se vale.

La economía sufrirá los cambios más intensos de todos los sectores. La globalización llegó a su término. Las cadenas de abastecimientos mundiales han demostrado su inoperancia en estos casos de paralización mundial del transporte aéreo, marítimo y terrestre. Los suplidores únicos de productos intermedios o finales para toda la industria, llegó a su fin.

Los mercados de valores tendrán que buscar nuevas alternativas. Llevamos ya dos semanas de las peores pérdidas en bolsa desde la segunda guerra mundial. Las empresas aéreas reportan pérdidas billonarias, los aviones están en tierra costando una fortuna mantenerlos sin que exista siquiera una fecha aproximada para reiniciar las operaciones. El fantasma del desabastecimiento de productos básicos alimenticios y de uso doméstico se observa en todos los países. Las personas acaparan como si no fuera a existir el día después.

Imagen alusiva: Semanario Universidad.

La “burbuja del consumo” en Costa Rica

Luis Paulino Vargas Solís

 

Vino la crisis económica mundial, que inicia en 2007 en Estados Unidos, y luego se agudiza hasta alcanzar su clímax hacia fines de 2008 e inicios de 2009.

Los efectos de aquella gran perturbación mundial, empezaron a sentirse en Costa Rica desde 2008, pero más claramente en 2009.

Después de aquello, valga enfatizarlo, la economía costarricense nunca más volvió a ser lo que solía ser.

Como si nos hubiésemos deslizado hacia una “nueva normalidad”, pero, paradójicamente, una «normalidad patológica»: gravísima crisis del empleo, pertinaz crisis fiscal, agudizados desequilibrios regionales, disminuido dinamismo económico. Todo lo cual conlleva nefastas consecuencias sociales.

Más un serio agravante: cada uno de sus síntomas problemáticos se perpetúa. Diez años después, no hay alivio a la vista.

Y, sin embargo, el período 2010-2016 fue un poquito mejor. Y ello principalmente por una razón: el empuje proporcionado por el consumo de personas y familias.

Las cosas cambiaron de 2016 para acá. Vamos cuesta abajo principalmente porque el dinamismo del consumo se derrumbó.

La pregunta inevitable: ¿cómo pudo el consumo tener tan notable desempeño si el poder adquisitivo de los ingresos de la población no ha tenido mejora alguna durante todo el período posterior a 2009 y por qué las cosas cambian de 2016 para acá?

Como dijo Cantinflas: “ahí está el detalle”. Y el detalle tiene un nombre: crédito para consumo. Por lo tanto deuda de personas y familias.

Es la burbuja del consumo que entra en fase de agotamiento a partir de 2016, y ahora nos está explotando en la cara.

La banca –en especial la privada– quiso inflarla y mucha gente se dejó arrastrar por la correntada.

La deuda proporcionó combustible al consumo que proporcionó combustible a la economía.

Ya no más.

 

Compartido con SURCOS por el autor.

Sea parte de SURCOS:

https://surcosdigital.com/suscribirse/

José Luis Vega Carballo: Situación económica nacional octubre 2019

Comentarios complementarios alrededor de un artículo de Miguel Gutiérrez Saxe sobre situación económica nacional por José Luis Vega Carballo, octubre de 2019

La clase gobernante, al servicio de la económicamente dominante, se empeña en medio de lo que ya se perfila como la segunda gran recesión de este siglo en seguirse equivocando una y otra vez por el mismo sinuoso camino por el que transita desde la primera presidencia de los Arias (1986-90 ) y adonde ésta que llamaremos oligarquía neoliberal de derechas se pierde en el bosque por aferrarse ciegamente a los vetustos árboles de la ortodoxia neoliberal y neo fascista, en simbiosis con el sector empresario, el Banco Mundial, la OMC y ahora con la OCDE, un una plataforma en trenza de vida útil que ya cumple cuatro décadas de reproducción, transformación reactiva e íntima coordinación integral estratégica. Veamos el “qué” de la cuestión:

1.Sigue la clase gobernante empecinada en aplicar el “austericidio” a las finanzas públicas – con el objetivo de reducir o liquidar el Estado de Bienestar plasmado en la Constitución Política de 1949-, ahora de la mano de una alianza PAC-PLUSC-PLN. De ese talmúdico modo disminuye la demanda agregada total por bienes y servicios y deprime al estancado mercado interno, generando efectos pro-cíclicos en vez de rectificar el rumbo y adoptar políticas fiscales y generales anti-cíclicas reinstalando el papel del Estado como agente planificado y articulador de la sociedad civil y el mercado. De ese modo también se comprimen el ahorro y la inversión, lo mismo que el consumo nacional, todo lo cual se refuerza el círculo vicioso de la recesión económica, con escalada de las tensiones sociales, incluida la lucha de clases. Entre las medidas de austeridad fiscal están las reglas para la estabilidad presupuestaria que, entre cosas, congelan los salarios de los empleados por dos décadas e impone una camisa de fuerza sobre el crecimiento de los egresos, incluidas las inversiones productivas en infraestructura física y social (escuelas, centros de salud, etc.) cuando más se necesita que crezcan los egresos en esos rubros para estimular el empleo y levantar el consumo de bienes y servicios generales como un modo de reactivar el alicaído sector productivo empresarial o economía tradicional. Se sigue alentando y privilegiando el crecimiento del sector exportador, la apertura/liberalización y la inversión extranjera como motores económicos: más de lo mismo…

2.Refuerzo implacable del sufrimiento y la degradación social y familiar del 80% de la población subyacente e indefensa, con generación de un clima de pesimismo y un estado de inseguridad e inestabilidad, mientras la insensible clase dominante muestra rechazo y desprecio a cualquier iniciativa que huela a Justicia Social. Lo anterior está ligado y se desprende de la galopante desigualdad de las oportunidades y los ingresos, acelerada del 2007 a la fecha. Pasamos de un estado de bienestar y seguridad social a uno de gran malestar e inseguridad social. También se dispararon la exclusión, la pobreza, el desempleo y la informalidad del mercado laboral. El índice de Gini que mide la desigualdad de ingresos en una escala de 0-100 se ubica en 0,514, uno de los altos de Latinoamérica y ¡entre los peores 9 del mundo!; que significa que el 20% de las familias más acomodadas acapara el 50,7% de los ingresos totales y el 20% más pobre sólo reúne un 3,9%.en general; un poco más del 25% de los hogares sufren pobreza o le andan muy cerca de hundirse en ella. No sorprende que en el Índice de Desarrollo Humano de Naciones Unidas, Costa Rica descendió entre todos los países del puesto 42 en 2003 al puesto 63 en 2018. Por su parte, las desigualdades y desequilibrios territoriales se entrelazan con los índices deteriorados de desarrollo social a escala nacional, particularmente en las zonas rurales y costeras. Por ejemplo, El coeficiente de Gini en las Regiones Brunca, Chorotega y Hurtar Atlántica es cercano al 0,53 y la tasa de desempleo s0e ubica en el 30% con niveles de pobreza aún más altos.

3.Mientras el hundimiento social costarricense se agudiza desde la Gran Recesión de 2007-08, el rumbo de la economía se le entrega a las fuerzas ciegas e incontroladas del mercado y la política monetaria del Banco Central, que refuerzan el dominio del sector especulativo que ha sido consagrado como intocable y ultra poderoso dentro del bloque de poder.

4.A la par, a fin de salir de apuros y tendencias recesivas que no permiten que la economía crezca por encima del incremento de la población, se lanzan medidas superficiales corto o nulo alcance de puramente paliativo de tipo crediticio centradas en la manipulación de tasas de interés y encajes. Esas medidas poco o nada alivian el sufrimiento y la exclusión social y menos alteran la distribución del ingreso en beneficio de las capas de medios y menores ingresos que componen el 80% de las familias, cuyo poder adquisitivo viene disminuyendo, con más notoria intensidad de hace tres años para acá, al par que soportan una distribución desigual de los ingresos: según datos oficiales del INEC los ingresos promedio de los hogares ubicados en el decil inferior (1 de cada 10 del total) apenas reciben el 5,5%de los ingresos (41.503 colones) en tanto los pertenecientes a los tres deciles superiores acaparan el 51% y cerca de 1,2 millones o sea 16,1 más veces que los más acomodados grupos por lo que los más empobrecidos tienen una capacidad nula para elevar sus niveles de consumo de bienes y servicios. Hay un 1% de familias del deci 1 que controlan el 20% de todos los ingresos, % siendo los más ricos. La población ubicada en los deciles intermedios anda cerca de los deciles inferiores, ya que están endeudados al tope por montos que superan el 60% de sus ingresos promedio provenientes de salarios estancados y hoy día a la baja. No extraña que sus ingresos hayan descendido un 4,63% a 444.086 colones, o sea: 21.938 colones menos que del año pasado al presente. A ello debe sumarse la creciente precarización de la fuerza de trabajo ocupada que llega a un 46% del total y cuyo poder adquisitivo es insuficiente para cubrir sus necesidades básicas… Nadie puede pensar que esa baja capacidad adquisitiva vaya a neutralizar o a detener la veloz caída general del poder adquisitivo ni que favorezca la cacareada reactivación económica del sector productivo nacional, mucho menos ampliar el mercado nacional, para lo cual se requerirían medidas fuertes de redistribución del ingreso nacional y sobre todo potenciar las rentas del trabajo por encima de las del capital cuyos dueños gastan muy poca proporción de su dinero en la compra de bienes y servicios generales, rentas que, por cierto, guardan una proporción de 60 a 40 cuando hace treinta años ésta era de 40 a 60.

5.Aumento continuado del endeudamiento público y privado. El primero llega a la astronómica suma de 34.000 millones de dólares (56% del PIB) y el privado total de personas y empresas a 22.300 millones de colones, del cual 1.200 millones de colones es crédito personal para consumo, ascendiendo su monto a un nivel equivalente al 60% de los ingresos familiares… siendo el total colonizado en tarjetas de crédito para consumo de 6,2 millones de dólares y en colones el privado per capita llega a 4,3 millones de colones y el familiar a 8,5 millones, sin registrarse allí el informal de los prestamistas y que ahora viene reforzado por la entrada en el negocio de los narcotraficantes. El total de la deuda privada de personas físicas y jurídicas alcanza un total de 66% del PIB que sumada a la pública de 55% se remontan ambas a 121% del Pib=100%. La SUGEF ha informado que 126.000 empleados del gobierno central sólo reciben en promedio 190.000 al mes debido a su extremo endeudamiento. Muchos de los créditos personales con elevados intereses, segundos después de los de las abusadas tarjetas, son riesgosamente utilizados para inversiones productivas. El Banco Popular reporta que uno de tres clientes a octubre de este año posee préstamos para consumo que les comprometen un 75% de sus ingresos. Téngase en cuenta que el ingreso familiar promedio mensual apenas roza el millón de colones en tanto el de los trabajadores es la mitad de ese monto en promedio; y que elevadas tasas de endeudamiento familiar y personal promedio vienen a rebajar muchísimo el ingreso disponible para consumo y reduce el poder de mercado para las empresas productivas privadas. No extraña que el sector comercial sólo crezca en 0, 2% entre 2018-19. Lo anterior explica asimismo que la tasa de ahorro no supere el 16% del PIB, siendo la más baja en Centroamérica. La reciente reforma tributaria y fiscal no cambia este panorama con efectos de bola de nieve. Y ahora se busca bajar y facilitar las tasas crediticias, especialmente de las tarjetas de crédito, lo que hará que crezca la deuda privada mientras la pública y los pagos de sus intereses seguirán por igual al alza. En igual sentido de deterioro e incertidumbre se comportarán las demás variables macro económicas como el PIB per capita. Lo mismo que la demanda agregada ya que el consumo nacional que crecía a tasas del 5% sólo cinco años ahora lo hace al 1,06. Y esto hará que adicionalmente se reduzca la tasa de tributación y siga adelante la fiesta de la evasión y elusión, así como las de las exenciones y exoneraciones fiscales de los sectores más ricos y poderosos, la tasa acumulada de todas las cuales ser acerca al 15% del PIB…

6.En materia de política social resalta la completa desvinculación existente entre los programas de asistencia social para los más necesitados y la generación de empleo, reduciéndose al papel de instrumentos para la administración de la pobreza, de ahí que su financiamiento se considere gasto improductivo de corte paternalista, que no permite a las familias pobres superar la “ley de hierro” de la pobreza e indigencia que indica que cualquier aumento de los ingresos en esas dos esferas es gastado de inmediato en consumo sin alcanzar a generar ingresos adicionales disponibles vía el ahorro para invertir en renglones clave (formación laboral, salud, medios de trabajo, materias primas, etc.), para la generación de empleo, pequeños negocios y otras actividades productivas que apalanquen salidas exitosas de la pobreza y la degradación social de una a otra generación.

7.Un sistema de beneficios universales monetarios debe sustituir al actual y obsoleto de subsidios condicionados y degradantes, además de inútil para otra cosa que no sea administrar la pobreza de una cuarta o quinta parte de la población. Debe pensarse y discutirse un sistema superior de Renta Básica Universal (RBU) más digno y eficaz para ayudar a todos los sectores que padece insuficiencia de ingresos para llevar una vida decente y más plena y digna. La RBU no es un subsidio condicionado otorgado ex post a los fracasados debido a hechos consumados, sino una renta ex ante asignada como derecho ciudadano y no como paliativo de la pobreza o el desempleo. Cubriría a los menores de edad con una cuota de más baja cuantía que la asignada a todos los adultos. No debe prolongarse la vía al IMAS y Asignaciones Familiares retornando a la idea original de don Pepe Figueres.

8.El nivel de inversión en investigación y desarrollo científico tecnológico y para apoyar la educación profesional y técnica así como orientada a fortalecer la formación y formalidad de la fuerza de trabajo nacional, es sumamente bajo, raquítico e insuficiente para transformar nuestras fuerzas productivas; y no puede contribuir a una reconversión laboral de cara al surgimiento de una economía del conocimiento y la información; lo cual resulta trágico para sel presente y futuro de las clases trabajadoras y populares.

9.El énfasis que pone la clase dominante en el papel del llamado “emprendedurismo” no pasa de ser una farsa y pose ideológica de pésimo gusto. Pues no hay disponible capital de riesgo en la banca para respaldar los emprendimientos, dada la exigencia de elevadas garantías de solvencia en forma de propiedad y garantías reales (como si el capital intelectual y social no lo fueran!) , razón por la cual los emprendedores son forzados a buscar socios capitalistas quienes se llevan la parte del león del negocio. Aparte de esas negatividades, tómese en cuenta que el 80% de los emprendimientos fracasan al cabo de uno a tres años. Las pymes también deben superar ese “valle de la muerte”; y aunque con los emprendimientos son el 96% de todas las empresas en el país, sólo generan un 7% del empleo, en comparación con las grandes empresas y multinacionales que aportan el 93%. Así las cosas, apostar a los mini empresarios para salir de la recesión y generar más empleos, es caer en una vana ilusión o cuando más en una azarosa lotería…

10.Con una tasa tributaria de tipo africano de 13% del PIB es imposible financiar y sostener las actuales instituciones y políticas sociales, salvo mediante pernicioso endeudamiento estatal. Y menos cuando la suma de la elusión, la evasión y el contrabando se aproximan a un 15% del PIB. Esto es un gran y redondo corrupto negocio para la clase capitalista dominante que en vez de pagar impuestos ahorra buena parte de sus ganancias y beneficios para especular yendo a invertir en la compra de títulos valores de la deuda pública, los que le multiplican sus rentas mientras las del factor trabajo se hunden. Hay, pues un verdadero “círculo virtuoso” en el tema de la baja tributación y el incesante aumento del déficit fiscal y la deuda pública interna y externa que se aproximan a un 60% del PIB, situación que, por cierto, se ve agravada por las grandes pérdidas de poderosas empresas públicas, como el ICE, A y A y CNP que inciden negativamente sobre el endeudamiento y la pérdida de poder adquisitivo de los consumidores. La reciente reforma tributaria y fiscal no alterará dicho círculo ni va a ir acompañada de fuertes y efectivas medidas de reactivación económico con desarrollo social sostenible y con aumento del consumo privado, el, que en el último quinquenio bajó de 70 a 63-66% del producto; y muestra fuerte descenso en los últimos tres años, lo cual estimula las deudas reguladas por la SUGEF para consumo, el que en los últimos diez años subió 9 puntos para llegar a 37% del PIB. Todo un sistema irregular de encadenamientos recesivos y socialmente regresivos.

Ahora hay que preguntarse si el modelo económico, social, cultural y ambiental o ecológico-social existente que viene proyectándose desde mediados de los años de 1980, es viable en adelante como para sostener la democracia y una mejor calidad de existencia para la población y sus aspiraciones de mejoramiento integral. Veamos:

  • La interrogante nos remite directamente al terreno de lo político. Y allí el panorama es crítico pues se atraviesa una crisis de “transitabilidad” consistente en que una vez finalizado cada torneo electoral los partidos políticos prácticamente desaparecen y son los grupos de interés y alta presión fáctica de la clase dominante los que comienzan a gobernar de facto, con las cámaras empresariales y el poder mediático de la televisión, la radio la prensa y ahora de las manipuladas plataformas y redes digitales al frente en el manejo de la hegemonía: el factor clave que sostiene y hace prosperar al gran capital local y transnacional integrados al imperio anglosionista con sus comandos centrales en Washington, apuntalados por los organismos financieros internacionales. Pero esta franja hegemónica local no es homogénea sino altamente competitiva y resquebrajada en la defensa de intereses sectoriales de distintas fracciones de la clase dominante y de la clase gobernante posicionada en los poderes superiores del Estado; fracciones inestables y cambiantes reacias a organizarse y funcionar armónicamente; y que a su vez comienzan a recibir múltiples presiones “desde abajo”, desde las clases subordinadas y sus organizaciones así como del conjunto del movimiento social que no forma parte del sector público sindicalizado que también se moviliza y agita. Últimamente se ha visto emerger un movimiento religioso neopentecostal que introduce mucha inestabilidad política mediante dos fracciones parlamentarias de peso. El resultado es un paralelogramo de fuerzas encontradas y conflictivas que chocan entre sí y provocan una prolongada crisis de eficacia, legitimidad y parálisis o bloqueo constante del Estado y de todo el sistema político, así como del subsistema operativo de la administración pública en todos sus niveles jerárquicos, una crisis que llamaremos de tránsito o de transitabilidad orgánica que hace al conjunto del Estado navegar sin rumbos claros, en direcciones indefinidas e incoherentes, y que sobre todo lo priva de fluidez y articulación integran, de coordinación estratégica, visión y vida útil. Curiosamente, está dificultad de transitar por rutas definidas y de modo ordenado no desemboca necesariamente en una crisis de la hegemonía, ya que la clase dominante no pierde hasta ahora el control social y político fundamental de la sociedad, el Estado y la economía, en especial del sector financiero – bancario privado y público, ni de los mecanismos que garantizan su seguridad básica y la reproducción sistémica, todo ello bajo el aliento y protección de su estrecha alianza con el capital transnacional y el imperio anglosionista. Las clases dominante y gobernante deben pagar un buen precio por ese respaldo: deben permitir que las corporaciones transnacionales campeen libremente y exploten sin mayores obstáculos ni controles todos los recursos humanos y naturales del país según lo establecido por los tratados internacionales de libre comercio y acepten la desnacionalización a ultranza como realidad estructural, como sistema vivencial.
  • Bajo las anteriores condiciones de extrema dependencia y subordinación, los partidos políticos y los órganos del Estado pierden toda responsabilidad y representación respecto de la sociedad civil y la política pasa a ser un ejercicio mediático y teatral, un mero espectáculo entretenido a cargo del bloque de poder dominante y su poder mediático, totalmente vaciado de contenidos reales y relevantes, un epifenómeno circense. La democracia liberal se vuelve democracia de fachada. En ese punto y momento estamos.
  • Pero hay más. La fragmentación y desarticulación del sistema político (Estado, partidos, grupos de interés, asociaciones y movimientos sociales) y su desarticulación respecto de la sociedad civil y en buena medida del funcionamiento de los mercados con la consiguiente entrega del sistema económico-financiero al empresariado local y transnacional, con alineamiento de los bancos comerciales estatales, ha producido un estado de anomia o desregulación, que ha estallado en el ámbito de la sociedad civil en la forma de debilitamiento de la normatividad sociocultural. Esta anomia sociopolítica generalizada ha intensificado la criminalidad común y organizada, y la corrupción de alto vuelo entre todas las élites de la clase dominante; se ha convertido en un fenómeno sistémico, es decir, que la corrupción dejó de ser individual, dispersa, casual y esporádica, es decir hormiga y burocrática para operar en gran formato, elefante y político, institucionalizarse y establecer la ilegitimidad como norma común en las relaciones público-privadas. Más aún, incluso ha engendrado un estilo de gobernanza que trabaja desde la oscuridad al margen de la luz pública y por detrás y por encima de los poderes de la institucionalidad pública formal. Es lo que los anglosajones llaman un “deep state” o Estado Profundo. Lo vamos a denominar un Supra-Sistema de Corrupción Planificada o SSCP revelador de un desajuste de mayor profundidad y calado entre la superestructura político-institucional y jurídica, y la infraestructura socioeconómica en donde se alojan las relaciones sociales del dominio de clase, de una gran y grave envergadura en medio de la crisis de transitabilidad, de liderazgo, eficacia y legitimidad. Sin duda, un gran desorden que nadie sabe cuándo y cómo acabará, y una amenaza de quiebra para lo que queda en pie tambaleante de la democracia de fachada, a manos de fuerzas desleales a la misma. Un estado de cosas así no es viable ya que la ciudadanía se rebelará a como pueda contra él en nombre de la ley y el orden, posiblemente depositando (falsamente ¿?) sus esperanzas en un “hombre fuerte”. Ya sabemos lo que esto puede acarrear…
  • Demás está decir que el subsistema de los partidos políticos está hecho añicos. Son chinamos que se esfuman después de cada elección nacional y sólo a cargo un diminuto cuadro parlamentario y político-mediático como vocero de pura fachada. La Asamblea Legislativa funciona a medias al vaivén que le imprimen los lobbyistas de los grupos de interés de la clase dominante; y el presidente con su gabinete por igual, casi como otro grupo de presión a cargo de la administración tecnoburocrática rutinaria del embotado Estafo. El poder judicial es un brazo del SSCP que administra un remedo de justicia en favor de una gobernanza de padrinos y amigotes de muy arriba.

Pará contrastar lo existente, examinemos cuáles podrían ser los elementos que allí faltan para moverse en direcciones diferentes a las del modelo neoliberal que comenzó a imponerse a finales del siglo pasado:

  • Crecimiento económico sostenido y equitativo orientado a equilibrar la relación de distribución de la renta nacional entre trabajo y capital, y respetuoso del medio ambiente y alta organización y participación comunitaria de bases
  • Volver los ojos al mar, donde tenemos 9 veces más territorio que en Tierra firme y donde los recursos pesqueros y del subsuelo son superabundantes
  • Reconversión tecnológica masiva de la fuerza de trabajo ocupada y ociosa
  • Pleno empleo con salarios crecientes que apoyen una mejor distribución de la riqueza y las oportunidades
  • Infraestructuras físicas y sociales de calidad para toda la población con énfasis en zonas rurales y costeras
  • Provisión de servicios públicos de cantidad y calidad aumentadas, eficientes y rentables en términos de desarrollo económico social solidario y eficiente
  • Políticas económicas y fiscales que garanticen empleo, paridad de géneros, etnocultural y territorial
  • Libertades públicas y ciudadanas democráticas acompañadas de medidas y derechos que permitan avanzar hacia un régimen participativo de democracia militante, como el prescrito por la Constitución, artículo
  • Una administración pública decente, transparente, digna, eficaz, eficiente y productiva con proyectos y programas cercanos a la ciudadanía y las comunidades más necesitadas de mejores infraestructuras de servicios
  • Partidos políticos que representen efectivamente los intereses públicos y populares de las grandes mayorías sociales
  • Coaliciones sociales amplias entre diversos grandes sectores capaces de unir y rearticular las políticas económica, social, cultural y ambiental para la protección, el bienestar y las oportunidades para las grandes mayorías
  • Poder judicial transparente que administre justicia pronta, cumplida y apegada a la ley y la Constitución con una Corte democratizada y horizontal, sin el verticalismo elitista, autoritario y corrupto de la actualidad; y un Tribunal de Elecciones proactivo y garante de los derechos y procedimientos de la democracia representativa y participativa con campañas realmente libres, competitivas y transparentes en todo, incluyendo su financiación
  • Políticas fiscales en pro de la justicia y la solidaridad sociales sin responder a intereses y privilegios privados defraudadores del fisco, y que no se hallen en manos de la actual mafia tributaria y de hacienda, y un endeudamiento público al servicio de la transformación de la economía en un sistema sostenible y socialmente equilibrado en todos los sentidos, incluyendo el ecológico
  • Si la globalización es inevitable, ello no obsta para que no sea regulada democráticamente bajo un sistema de gobernanza mundial, ya que el país no puede resolver la mayoría de sus grandes problemas que han rebasado los marcos nacionales, por lo cual el plano de las relaciones exteriores debe ser clave y puesto en prioridad, más no sólo al servicio del comercio exterior y de los monopolios transnacionales que han tomado la economía en sus sectores más dinámicos y pujantes, para su propio provecho y han dado origen a una disfuncional “economía dual” escindida en un sector local estancado y casi moribundo, y otro sector exportador moderno donde se agrupan las más grandes empresas, en su inmensa mayoría poderosas y voraces transnacionales.

 

Foto: UCR

Compartido por el autor.

Sea parte de SURCOS:

https://surcosdigital.com/suscribirse/