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Etiqueta: El Salvador

Bukele y Las Maras en El Salvador

Alberto Salom Echeverría

(primera parte)

Cualquier persona que no tenga la información debida, se sorprenderá al saber que el origen de las maras se produjo en los suburbios del sur de Los Ángeles, California, en Los Estados Unidos, antes que, en El Salvador como frecuentemente se cree. Su nacimiento se dio en la década de los años ochenta, a raíz del maltrato y la discriminación de las que fueron objeto los migrantes salvadoreños a los Estados Unidos, a manos de pandillas de nacionalidad mexicana y descendientes afroamericanos. Una buena parte de los migrantes salvadoreños huyeron de El Salvador, por las malas condiciones de vida derivadas de la guerra civil en la que estaba envuelto el “pulgarcito de América”, como llamó a una de las naciones más pequeñas del continente americano el escritor (poeta y fino en el estilo de su prosa), el salvadoreño Julio Enrique Ávila (n. 1892-m.1968). Aclaro que esta alusión de mi parte no posee el menor tono peyorativo, sino que corresponde a la connotación que le otorgó el poeta Ávila cuando afirmó: “El Salvador es el país más pequeño del continente, el Pulgarcito de América. Tan pequeño, tan pequeño es, que podría imaginarse que cupiera en el hueco de una mano. Sin embargo, la pequeñez geográfica, pobreza de territorio, ha sido vencida por un alma indígena indomable que ha logrado florecer los páramos y ha hundido su arado de madera hasta en los bordes del precipicio y las aristas de las cumbres. Todo el país cultivado, se ofrece al peregrino como un huerto generoso; y bajo su sombra un huerto con los brazos abiertos, con los brazos en cruz, para acoger al que viene de fuera en busca de abrigo o sustento. Pueblo que todo lo obtuvo del trabajo, en una lucha tenaz y paciente; pero que sabe compartir la parquedad de su bocado con quien lo ha menester…” (Cfr. Ávila, Julio E. “El Salvador, Pulgarcito de América.” -fragmento- en: https://m.facebook.com >posts)

Estos migrantes salvadoreños entonces se organizaron en primera instancia, para defenderse del latrocinio conforme el que eran tratados, en muchas circunstancias hasta por otras pandillas delincuenciales. Poco tiempo después se les sumaron personas de origen guatemalteco y hondureño, así como también algunos mexicanos y de otras nacionalidades. Este origen fruto de condiciones tan adversas, hizo que sus miembros se cohesionaran como una especie de “hermandad” y que tuvieran que actuar de manera clandestina en el territorio estadounidense. Al poco tiempo, las condiciones socio económicas paupérrimas en las que se vieron obligados a sobrevivir, los empujaron a incurrir en acciones delictivas. Esta deriva violenta, los enfrentó inclusive con el FBI y la DEA, acarreando en gran cantidad de ocasiones su deportación a El Salvador y los demás países de los que provenían, sin tener derecho a defensa legal alguna.

El regreso de los cientos o miles de deportados a El Salvador, Guatemala y Honduras dejó a muchos de ellos con una mano adelante y la otra atrás, merced a la violenta pauperización o empobrecimiento que experimentaban (y experimentan todavía) esas sociedades. Fue así como, la organización que habían creado en Los Estados Unidos, las experiencias de enfrentamiento con las autoridades policiales y haberse visto obligados a actuar prácticamente en la clandestinidad, los preparó, sin haberlo previsto, para afrontar las nuevas exigencias en sus países de origen.

Las maras como se habían denominado desde que se organizaron en el “Norte revuelto y brutal”, para usar la conocida expresión del inmortal prócer cubano José Martí, comenzaron a echar raíces como organización criminal al margen de la ley, en El Salvador, Honduras y Guatemala, pero principalmente en el primero de ellos, desde principios de la década de los noventa después de la deportación que sufrieron por parte del gobierno estadounidense.

En el caso de la “Mara Salvatrucha 13”, una de las más violentas, sus miembros fueron reclutados por el Cartel de Sinaloa, precisamente por su accionar cruel y violento. Fueron entrenados en el manejo de armas para ser insertados en el enfrentamiento contra “La Organización del Golfo” (Los Zetas o Cártel de los Zetas), una poderosa organización terrorista del narcotráfico en México, reputada por ser una de las más sanguinarias que se movía entre los estados de Tamaulipas, Nuevo León, Coahuila, Veracruz, Oaxaca y Tlaxcala, fundada por el capo Arturo Guzmán Decena, conocido como el “Z1”. (Cfr.  Marzulli, John (4 de marzo de 2011). «MS-13 gang member yelled ‘the beast has eaten!’ after murder of man he mistook for a Blood: witness – New York Daily News». Articles.nydailynews.com. Consultado el 24 de octubre de 2012.)

El término de mara quiere decir “pandilla de muchachos”; en El Salvador la connotación es: gente, pueblo, chusma. “Salvatrucha 13” por su parte es una palabra compuesta que tiene que ver con Salvador por una parte y trucha por la otra, que significa en México, persona sagaz. El número 13 hace alusión a la treceava letra del alfabeto la “M” de “Mara”. El radio de acción de la “Mara Salvatrucha 13” ha estado distribuido principalmente entre Guatemala, Belice, El Salvador y Honduras y subsidiariamente en Canadá, Los Estados Unidos y México. Pero las maras en su conjunto se han extendido inclusive por algunos de los países europeos, como España y, se sabe de brotes en Chile, Ecuador, Bolivia, Perú, Colombia y Venezuela. Empero, en ninguno de ellos lograron establecerse. (Cfr.https://elpais.com/politica/2014/03/29/actualidad/1396110792_713723.html).

Otros de los Carteles, pandillas o Maras con los que se ha enfrentado la “MS13”, fueron los siguientes: Mara Barrio 18 (uno de sus peores enemigos), Cártel de Juárez, Los Negros, Sombra Negra, Cártel de Tijuana, Cártel de los Beltrán Leyva, The Rascals, Bloods, Norteños, Armenian Power, y los Latin Kings. Y como si este “pedigree” fuera poca cosa, la “Mara Salvatrucha 13” tuvo varios enfrentamientos armados con el Gobierno Federal de Los Estados Unidos.

Entre las actividades delictivas se le achacan: narcotráfico, robo, extorsión, terrorismo, trata de personas, inmigración ilegal, blanqueo de dinero, asesinato, proxenetismo, crimen, asalto, secuestro y tráfico de armas. De acuerdo con los datos acopiados, se le atribuye poseer entre 200.000 y 300.000 miembros. No obstante, hay que tomar en cuenta que, entre los procedimientos de las maras, existe la extorsión no solo contra el Estado y organizaciones, sino también contra la población. Muchas personas son reclutadas por las maras mediante ese procedimiento, so pena de ser asesinadas ellas y sus familias si no se enrolan con la organización o colaboran con ella. Por otra parte, las maras crecieron entre los jóvenes, debido a los diversos problemas familiares y sociales que sufrían de abandono, maltrato, abuso, etc. De esta manera los jóvenes y adolescentes ingresan a las maras desde la edad de los 12 años, buscando encontrar en ellas apoyo a sus familias. Además, muchos otros ingresaron a la organización bajo amenaza como se expresó antes. Es frecuente que se les obligue antes de ingresar a la organización a realizar algún acto violento, a fin de contar con la autorización para acceder a ella. Todo lo anterior debe tenerse muy presente para todo lo que en estos ensayos vamos a analizar.

(Cfr.https://es.wikipedia.org/wiki/Mara_Salvatrucha#:~:text=La%20Mara%20Salvatrucha%20comenz%C3%B3%20por,las%20m%C3%A1s%20violentas%20del%20mundo). Continuará la próxima semana…

 

Compartido con SURCOS por el autor.

Bukele y la democracia populista

Valentín Díaz Gutiérrez

Etimológicamente, democracia significa el poder del pueblo, pero como «pueblo» no es un todo categórico, sino una amalgama llena de matices hemos, convenido de manera casi unánime que democracia es el gobierno de o para las mayorías. Y como definición no está nada mal.

Pero solo es eso una bonita definición que no llena ni de lejos las aspiraciones de esas mayorías.

¿Y cuáles son esas aspiraciones? Maslow, fundador de la psicología humanista, y creador de la famosa pirámide, formula en su teoría una jerarquía de esas necesidades humanas y defiende que conforme se satisfacen las necesidades más básicas, los seres humanos desarrollan necesidades y deseos más elevados en el escalón superior de ella.

Así que en la base de esa pirámide y en la realidad, las mayorías de cualquier democracia aspiran a satisfacer las necesidades básicas de alimento, ropa y cobijo. Creo que todos podemos estar de acuerdo con él.

A medida que uno va ascendiendo en la pirámide, sus aspiraciones se van ampliando y se van haciendo cada vez más sofisticadas, pero sobre todo surge el deseo innato de no perder la posición adquirida. Es el origen del pensamiento conservador, se perciba uno de izquierda o de derecha. Por encima de toda ideología y espiritualidad, ese egoísmo es parte del sentido común o mayoritario. Nadie quiere perder los privilegios que esa posición favorable en la pirámide confiere. Todos queremos mantenerlos si no acrecentarlos para nosotros y nuestros descendientes.

Y eso, aun siendo conscientes de que esa cómoda posición se sostiene sobre las injusticias en la base de la pirámide donde sigue habiendo personas que literalmente se mueren de hambre.

La sociabilidad, y eso lo digo yo, es la habilidad adquirida de mirar hacia otro lado y «tirar palante». Y esa peculiar sociabilidad también se extiende hacia las capas más bajas de la pirámide, no vayamos a idealizar. Es la dura y darwiniana lucha por la supervivencia.

¿Qué me he alejado mucho de Bukele? Pues no tanto si considero que muchos, muchos en mi entorno, parecen temer que se esté incubando un Bukele en su vecindario. En ese entorno donde nos preocupamos tanto por cosas tan abstractas como la libertad y el derecho. ¿La libertad y el derecho de quién?

No nos engañemos, no queramos mirar para otro lado con esas poses progresistas. Nuestra estabilidad en la pirámide depende de que sigan pasando esas cosas en el subsuelo. Por eso a Bukele se le ve y se le juzga dependiendo de la posición desde la que emitimos el juicio.

Vivimos en sociedades inmensamente desiguales e injustas. Bukele no es el responsable de ello, aunque sea como nosotros, como ustedes que tanto le critican, beneficiario de ellas. Su carrera política la inicia en el FMLN llegando a ser alcalde de San Salvador, momento en el que por discrepancias políticas es expulsado del partido. Y cuando llega a la presidencia lo hace con el principal objetivo de acabar con la delincuencia. Y como los habían hecho antes los gobiernos precedentes, empieza unas negociaciones con las maras, reduciendo significativamente los niveles de violencia.

Esas negociaciones oficiosas fueron muy contestadas por sus compatriotas, lo que no deja de ser normal en una sociedad democrática. Lo que es más anormal es que el propio Departamento del Tesoro de USA se inmiscuyera en un asunto interno de El Salvador como ya lo había hecho con el tema del Bitcoin, una vez más la sombra del Imperio apareciendo sospechosamente.

En ese clima de tensiones políticas internas y externas ocurre el fin de semana sangriento de marzo 2022, donde se cometen 76 homicidios atribuidos a las maras y que ocasionaron el estado de excepción y todo lo que ahora se cuestiona. La historia de esa «matanza» está aún por escribir y entre tanto hay muchas conjeturas respecto a la misma.

Ese hecho fue el detonante necesario para declarar el estado de excepción que a juzgar por las apariencias puede ser renovado durante todo el mandato de presidente.

Desde entonces, miles de salvadoreños han sido detenidos y encarcelados y se han producido múltiples violaciones de derechos humanos y detenciones arbitrarias que serían como los daños colaterales de esta guerra interna contra la delincuencia organizada o contra una parte de ella. Contra la que operaba en esa base de la pirámide, convirtiendo la vida de los salvadoreños pobres en un verdadero infierno. Y son esos ciudadanos que se sienten liberados por su carismático presidente los que le dan su respaldo en las encuestas de opinión. La gran mayoría que hasta ahora estaba soportando los rigores y la violencia de los mareros.

A nosotros, los que en El Salvador y fuera de él, estando en los escalones por encima de esa base caótica, nos cuesta entender la situación, nos percibamos de izquierda o derecha, porque como escribí antes, nuestra sociabilidad nos impide ver lo que ocurre ahí abajo. No se trata de estar con o contra Bukele o con o contra el próximo líder populista que surja. Se trata de ver con objetividad y hacer algo al respecto y con urgencia, porque la olla común sobre la que se asientan nuestras sociedades post socialdemócratas está a punto de explotar.

Ivania Cruz: los presos políticos en El Salvador nos llaman a luchar

Uno de los problemas reportados por medios de difusión como claves en El Salvador ha sido la constante lucha contra la violencia, que hace difícil la preservación del desarrollo en todas sus formas, ya que se ha vuelto un problema sistemático que repercute en toda la población.

Ante ello, Ivania Cruz, abogada y vocera del Comité de Familiares de Presas y Presos Políticos de El Salvador, alza la voz en cuanto a la realidad vivida por la población en relación con las medidas establecidas por el gobierno del presidente Nayib Bukele.

Bajo una de las más violentas olas de violencia, el gobierno ha establecido acciones igualmente drásticas, modificando, reformando y agregando nuevas atribuciones al código penal salvadoreño con condenas más largas para aquellos implicados o relacionados a las pandillas, y sumado a esto, el restringir la libertad de expresión y de prensa, estableciendo condenas a periodistas que den visibilidad a todo lo relacionado con la problemática, además de la suspensión de las garantías sociales y con ello diversas acciones de índole autoritaria.

Ivania Cruz y en base al informe reciente del Observatorio de Derechos Humanos de la Universidad Centroamericana José Siméon Cañas (UCA), donde exponen las arbitrariedades que suceden bajo la mira de nadie. Este informe establece que en El Salvador se han reportado 4,060 personas como desaparecidas durante los últimos dos años.

Según lo expuesto por Cruz, lo que se está viviendo en El Salvador no solo se basa en la problemática de los grupos violentos, sino que, ésta se ha utilizado como una forma de establecer un régimen fuera de los derechos humanos, donde se instaura una persecución política sobre aquellos opositores al gobierno. 

Por ello Cruz declaró para el Semanario Universidad:

“Actualmente en El Salvador vivimos una dictadura. A los magistrados de la Corte Suprema de Justicia los sustituyen y ahora con una nueva ley sobre la carrera judicial ya no solamente (controlan) a los magistrados, si no a los jueces de los casos que a ellos les interesaba sustituir, como el caso de (la masacre de) El Mozote.

Cofappes entra a partir de 2021 por los primeros casos individuales; hoy, 2022, hablamos de capturas masivas.

En el 2021 hablamos de capturas a cualquier oposición, comenzó su discurso con los partidos opositores, FMLN y Arena, pero después pasó a cualquier crítica: hay siete periodistas exiliados, existe la ley mordaza según la cual los periodistas ya no pueden hacer publicaciones sobre las pandillas. Es una limitante a la libertad de expresión y al periodismo en El Salvador”.

De esta manera la abogada Cruz señala que es grave la situación que presenta el país, donde el Estado infringe violencia sobre los ciudadanos, en cuanto a estos encarcelamientos masivos que se dan bajo la persecución y el silencio, lejos de cualquier vestigio de derechos. Además, se debe tener presente que no existe un oposición consolidada dentro de El Salvador, ya que sin oposición en la Asamblea Legislativa, pudo realizar diversas acciones como el despido de los jueces de la Sala Constitucional de El Salvador, estableciendo nuevos afines a sus intereses. 

Por cuánto, los esfuerzos visiblemente extremistas del presidente Bukele, que señala ante el público como una lucha contra las fuerzas violentas y guerrillas, que se establecen en El Salvador genera una disminución visible, aun así Cruz señala que “actualmente en el país, hay más de 100 muertos a manos del Estado dentro de los centros penales por el régimen de excepción, pero la gente a veces cree que esos muertos son pandilleros, pero la mayoría son personas civiles, o jóvenes que fueron muertos por riñas dentro de una celda en la que estás metiendo a gente inocente mezclada con pandilleros”. 

Para mayor información consultar la entrevista realizada a Cátedra Centroamérica/UCR: https://fb.watch/h6nDbs8eIg/?mibextid=RUbZ1f

O bien, consultar noticia en Semanario Universidad:  https://semanariouniversidad.com/mundo/centroamerica/el-salvador-es-una-bomba-de-tiempo/

Camino a la dictadura

Imagen: Allan McDonald

Bukele y su proyecto de reelección

Todas las actuaciones políticas del presidente Nayib Bukele indican que está llevando rápidamente a la república de El Salvador hacia una dictadura de derechas.

David Mena

El último acto lo efectuó el 15 de septiembre, celebración de un nuevo aniversario de la independencia, cuando anunció que será candidato a la presidencia en 2024, violando la constitución, que prohíbe la reelección de manera inmediata.

La prohibición de la reelección inmediata se basa en la previsión de eliminar las ventajas que tendría un presidente en funciones porque utilizaría el poder del Estado para asegurar su triunfo sobre otros aspirantes.

La argumentación de los publicistas de Bukele consiste en afirmar que es un presidente popular y que nadie ha hecho lo que él ha logrado, y que eso le da derecho a reelegirse.

En el camino de la reelección se inscribe la destitución inconstitucional por el parlamento de los magistrados de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, que fueron remplazados por otros, dóciles al gobierno.

Justificaciones y falacias

Los publicistas del gobierno “justifican” el proyecto de reelección en que Bukele ha sido un buen administrador, sobre todo cuando la pandemia, pero “olvidan” que en esta legislatura se dictó una ley para eliminar el acceso a la información de todo lo realizado por el ministro de Salud (como el uso discrecional de varios centenares de millones de dólares provenientes de Estados Unidos) y otros ministerios que también usaron fondos públicos.

Otro de sus argumentos refiere a la reducción notable de la cifra de homicidios desde que Bukele asumió, el 1 de junio de 2019 (no hubo ninguno hasta marzo de 2022, cuando como rayo en cielo sereno hubo 80 asesinatos en un fin de semana).

El periódico virtual El Faro demostró que en esos casi 3 años Bukele estableció un pacto secreto con las pandillas (maras). Luego rompió con una de ellas, la Mara Salvatrucha 13 (MS 13), por incumplimiento de las prebendas pactadas. No obstante, en ese mismo periodo crecieron las cifras de personas desaparecidas, así como el hallazgo de cementerios clandestinos, acciones atribuibles a las pandillas.

El Faro demostró, años atrás, que funcionarios de los gobiernos de ARENA y del FMLN tuvieron acuerdos secretos con las pandillas, por lo que fueron procesados por la fiscalía general de la república.

Pero eso no ha sucedido con funcionarios del gobierno de Bukele, porque la asamblea legislativa constituida el 1 de mayo de 2021, con mayoría absoluta de diputados del partido del presidente, destituyó, en la misma sesión de apertura, al fiscal general que investigaba las operaciones secretas del mandatario con las pandillas y la corrupción de otros funcionarios del gobierno actual.

El Fiscal General nombrado el 1 de mayo de 2021, obediente a las directrices del presidente, destituyó a los fiscales que investigaban el pacto con las pandillas y eliminó el acuerdo con la OEA que creaba la Comisión Internacional contra la Impunidad (CICIES).

Un régimen de excepción

A partir de marzo pasado, para encubrir la mentira del control territorial que ejercía el gobierno, Bukele tuvo una reacción violenta para “castigar” a los pandilleros y mostrar ante la población su poder.

Así, se instaló el “régimen de excepción”, que supone la pérdida de cuatro garantías constitucionales: el derecho a la libertad de reunión y asociación; el derecho a la defensa; el derecho a la inviolabilidad de la correspondencia e intervención de las comunicaciones sin que sea necesaria una orden judicial y el plazo de detención administrativa solo por 72 horas (que pasó a 15 días).

Entre marzo y septiembre últimos, el ejército y la policía nacional civil han capturado a más de 50 mil personas, incluidas muchas que no tienen relación con las pandillas pero que viven en los barrios populares y su condición de pobreza da a los captores la justificación para su apresamiento.

Se sabe sin embargo que las dirigencias de varias pandillas no están encarceladas y que además, hay decisión gubernamental de no entregar a líderes pandilleros solicitados por la justicia de Estados Unidos para ser juzgados en ese país.

Hay restricciones para que los presos accedan a procesos legales para demostrar su inocencia. No tienen acusaciones por delitos cometidos sino la presunción de que son pandilleros por apariencia o por lugar de residencia y porque forman parte de las cuotas de capturados que deberían cumplir los soldados y los policías diariamente.

Hoy hay en El Salvador, entre estos nuevos presos y los anteriores, unos 80.000 detenidos hacinados en las cárceles del país, que tienen una capacidad máxima cuatro veces inferior a esa cifra.

Durante los últimos seis meses ha habido denuncias de homicidios efectuados por autoridades carcelarias o por otros prisioneros y de muertes por negligencia en la atención médica de las personas privadas de libertad.

El factor del desencanto

Bukele ha destruido la institucionalidad democrática y ha creado una maraña de manejables funcionarios para su propósito de la relección.

Cuenta a su favor el desencanto de la población con todos los gobiernos que se han sucedido en los últimos años (cuatro de ARENA y dos del FMLN), que no proporcionaron alivio a la pobreza y miseria grandes sectores. La antigua estructura de dominación política y de concentración económica sigue vigente. Es pasado y presente.

La miseria ha llevado a grandes cantidades de salvadoreños, buena parte de ellos jóvenes, a emigrar, a integrarse a las maras, que se han constituido en un poder territorial y hasta político, o a sumarse al ejército de desocupados que no encuentran trabajo.

El Salvador tiene además acumulados problemas como una estructura económica concentradora del ingreso; marginación y exclusión social; inseguridad generalizada; emigración obligada; desempleo creciente; medio ambiente amenazado; deterioradas finanzas públicas y creciente endeudamiento externo; uso corrupto de presupuestos públicos; estancamiento educativo…

Bukele ha sabido captar ese desencanto, atacando a los partidos tradicionales y prometiendo mano dura a la delincuencia, y al mismo tiempo ha copado las instituciones del Estado para eliminar toda oposición.

El presidente considera un lastre para su gobernabilidad autoritaria las reglas democráticas constitucionales y con su mayoría legislativa controla todos los resortes del poder político.

Tras tres años de gestión está claro que gobierna para su grupo familiar y amistades, aliados a familias de la vieja oligarquía, de la cual sigue el mismo patrón de conducta: utilizar el aparato del Estado para incrementar su patrimonio.

Ahora necesita ser reelecto para evitar que un nuevo gobierno investigue su corrupción y para mantener el control del Estado con el fin de continuar la acumulación económica de su familia y allegados.

 

Fuente: http://www.rel-uita.org/el-salvador-2/camino-a-la-dictadura/

El Salvador: situación nacional y régimen de excepción

Este próximo viernes 16 de septiembre a las 6:00 p.m. en el Programa Alternativas se hablará sobre “El Salvador: situación nacional y régimen de excepción”, con la invitación del y las siguientes panelistas: 

  • Patricia Reyes: representante del movimiento Víctimas del régimen.
  • Samuel Ramírez: ingeniero, representante del movimiento de Víctimas del régimen. 
  • Sonia Urrutia: dirigente del Bloque de Resistencia Rebeldía Popular y secretaria general de FESTRAJUSAL. 

Puede dar seguimiento al Programa Alternativa por medio de Facebook Live Alternativas o la transmisión radial de Radio 16 oficial: 1590 AM.

Autoritarismo, excepción y derechos humanos: El Salvador

La Facultad de Ciencias Sociales de la UCR le invita a participar de la jornada de este viernes 15 de julio de su Viernes de Cátedra, con el tema: “Autoritarismo, excepción y derechos humanos: El Salvador”.

Se contará con la participación de la M.Sc. Jeannett Aguilar, el Dr. Álvaro Artiga González y la moderación de Mario Zúñiga.

Les esperamos a las 4:00 p.m. por medio del Facebook Live de Cátedra Centroamericana (UCR) https://www.facebook.com/CatedraCentroamerica

 

Compartido con Surcos por Juan Carlos Cruz Barrientos.

Invitación al programa “Memoria, Verdad y Justicia: Niñez Desaparecida en El Salvador”

Hoy miércoles 6 de julio, se extiende una invitación a escuchar el programa Voces y Política, donde el tema principal es “Memoria, Verdad y Justicia: Niñez Desaparecida en El Salvador”, a partir de las 5:00pm.

Se entrevistará a integrantes de Pro-Búsqueda (Organización Defensora de Derechos Humanos de El Salvador), conjuntamente con sobrevivientes, víctimas y familiares de personas menores de edad desaparecidas durante el conflicto armado.

Puede escuchar el programa por 96.7 FM en Radio Universidad o sintonizar a través del Facebook de Radio Universidad de Costa Rica y el programa Kioscos Socioambientales.

La CIDH analizará la situación de derechos humanos y Estado de Derecho en El Salvador

Este jueves 23 de junio, a las 9:00 am (hora de El Salvador), 11:00 am hora de Washington DC, tendrá lugar una Audiencia Pública en la cual las organizaciones solicitantes expondrán sobre las violaciones de derechos humanos que se han documentado en El Salvador en el contexto del Régimen de Excepción.

Durante la audiencia se presentará información actualizada sobre los siguientes temas:

  • Detenciones arbitrarias
  • Comunidades y poblaciones afectadas
  • Condiciones carcelarias
  • Personas fallecidas bajo tutela del Estado
  • Otros

En la audiencia participarán las organizaciones peticionarias: Aministía Internacional, Asociación Azul Originario (AZO), Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (CEJIL), Colectiva Feminista para el Desarrollo Local, Cristosal, Fundación Democracia, Transparencia y Justicia (DTJ), Fundación de Estudios para la Aplicación del Derecho (FESPAD), Fundación para el Debido Proceso (DPLF), Instituto de Derechos Humanos de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (IDHUCA), Red Salvadoreña de Defensoras de Derechos Humanos, Servicio Social Pasionista (SSPAS), Oficina de Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA), y la Organización de Mujeres Salvadoreñas para la Paz (ORMUSA),

La Audiencia se celebrará de manera virtual y podrá seguirse en directo, en idioma español, en las redes sociales de la CIDH. Invitamos a seguirla y a acompañar a las organizaciones utilizando las etiquetas

#ElSalvador #RégimenDeExcepción #CIDHAudiencia

Enlace a la página de Facebook: https://es-la.facebook.com/CIDH.OEA 

Enlace a la página de  twitter: https://twitter.com/CIDH?ref_src=twsrc%5Egoogle%7Ctwcamp%5Eserp%7Ctwgr%5Eauthor

Declaración de la Asociación Americana de Juristas denunciando intento de criminalizar las marchas del 1 de mayo en El Salvador

En toda América Latina y el Caribe, organizaciones laborales y movimientos sociales, planean marchas masivas para el 1 de mayo. En El Salvador, las organizaciones han denunciado los despidos masivos ilegales de empleados públicos, los ataques por parte del gobierno de Nayib Bukele a la democracia y la suspensión de derechos constitucionales, incluido el derecho al debido proceso, bajo el actual Estado de Excepción y han hecho un llamado exigiendo el respeto al derecho de sindicalización.

El gobierno de El Salvador, con la pretensión de criminalizar la lucha social, y prohibir la reivindicación del derecho al trabajo, a un salario justo y a condiciones de vida digna, amenaza con arrestar a quienes marchen el 1 de mayo y procesar a dirigentes políticos corno el exsecretario general de FMLN, Medardo González.

La AAJ condena las expresiones del gobierno de Bukele, a través del ministro de Trabajo, Rolando Castro, en referencia a las manifestaciones planificadas, en rueda de prensa el 28 de abril, por las cuales acusó a sindicalistas y lideres de los movimientos sociales y populares que convocan marchas el domingo de ser «colaboradores, financiadores de grupos criminales».

La AAJ alerta a la comunidad internacional, en especial a los sindicatos y a las organizaciones de derechos humanos del Continente, sobre las violaciones a la Constitución de la República de El Salvador, y de los convenios y tratados suscritos por el pais en materia de los derechos humanos, y las convoca a condenar estas peligrosas actuaciones y reclamar al gobierno que garantice la seguridad y el bienestar de los sindicalistas y dirigentes de los movimientos sociales.

30 de abril de 2022

Vanessa Ramos. Presidenta AAJ Continental

Luis Carlos Moro. Secretario General

Beinusz Szmukler. Presidente del Consejo Consultivo de la AAJ

30 Años: Acuerdo de Paz en El Salvador

Organizado por la Asociación Americana de Juristas (AAJ) y Asociación Internacional de Juristas Democráticos (AIJD/IADL)

Auspiciado por Librería Editorial ConTexto y Fundación Formarte

En el conversatorio «30 Años Acuerdo de Paz en El Salvador» del pasado sábado 9 de abril, se habló sobre este tema tras 3 décadas de desarrollo. El conversatorio fue moderado por Vanessa Ramos, presidenta de la AAJ, y Luis Carlos Moro, secretario general de la misma organización. Además, se contó con la participación de los siguientes expositores:

  • Oscar Alfredo Santamaria, firmante de los Acuerdos de Paz en representación del gobierno de El Salvador,
  • Lic. Nidia Díaz, firmante de los Acuerdos de Paz en representación del FMLN,
  • Dr. Álvaro de Soto, representante de las Naciones Unidas para el proceso de paz en El Salvador.

Los Acuerdos de Paz de Chapultepec fueron firmados el 16 de enero de 1992 en el Castillo de Chapultepec, Ciudad de México, por el Gobierno salvadoreño y el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional, para poner fin a doce años de guerra civil que dejó 75.000 muertos, 550.000 desplazados internos, y 500.000 refugiados.

Se le invita a ver el conversatorio por YouTube o Facebook.