Skip to main content

Etiqueta: epidemia

Día Mundial Sin Tabaco – 31 de mayo

El tabaquismo, la epidemia que mata silenciosamente, un viejo enemigo que se viste ahora de seda para seducir a la población joven.

Dra. Wing Ching Chan Cheng-Neumóloga
Coordinadora del Programa de Cesación de Tabaco-CCSS
Invitada de ACANAMED

La Organización Mundial de la Salud (OMS) motiva y exhorta a los países a celebrar cada año el 31 de mayo como el Día Mundial sin Tabaco, esto para crear conciencia a la población mundial de los peligros del consumo de tabaco, el cual representa la mayor epidemia de muertes en el mundo ya que cada año 8 millones de personas fallecen por su consumo, un millón de ellos es a causa del tabaquismo pasivo.

El tabaquismo aumenta el riesgo y causa aproximadamente 25 enfermedades. En Costa Rica está relacionado con 3 de las primeras causas de muerte, como lo son las enfermedades cardio y cerebrovasculares (infartos y “derrames cerebrales”), cáncer y la bronquitis crónica o enfisema (CCSS). Y no podemos dejar de lado todas las discapacidades y la pérdida de vida productiva que causa, y por ende también el dolor en muchas familias costarricenses. Cada año se gasta alrededor de $300.318 millones en costos sobre el sistema de salud y la economía. También es importante resaltar que en los tabaquistas que se infectan por la Sars-Cov2 aumenta el riesgo de complicaciones y muerte.

En el cuarto informe de la OMS (2021) se muestra que en la actualidad hay 1300 millones de tabaquistas en el mundo. La Región de las Américas ha tenido una tendencia al descenso más pronunciado cantidad de tabaquistas que ha pasado del 21% en el 2010 al 16% en el 2020.(OMS)

Costa Rica debe estar orgulloso como país líder en aprobar la Ley 9028 en marzo del 2012, Ley de Control de Tabaco y sus Efectos Nocivos en la Salud. Desde su aprobación es notoria la disminución del consumo de tabaco, bajando de un 14% los fumadores activos en el 2015 (IAFA) a un 8.7% en el 2022, en la última encuesta del país. Todas las medidas dentro del tratado marco para la regulación de los productos de tabaco ejercen de alguna forma la disminución de su consumo como lo es: la regulación de ambientes libres de humo de tabaco, la prohibición de publicidad y patrocinio, las advertencias sanitarias en los paquetes, los programas de apoyo a la cesación, el aumento de impuestos entre otros.

Aunque el 90% de la población (encuesta de tabaquismo en adultos en el 2015) muestra que la población conoce de los diferentes efectos dañinos en el cuerpo a causa del consumo de tabaco, el 70% expresaron que desean dejar de fumar, para muchos se requiere de varios intentos y apoyo para lograrlo definitivamente.

La Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), el Instituto sobre Alcoholismo y Farmacodependencia (IAFA) junto con el Ministerio de Salud trabajan y ponen a disposición diferentes recursos a la población para que puedan superar la triple dependencia que produce el consumo de productos de tabaco, como lo es la física (nicotina), psicológica y social.

Los recursos para la cesación son variados, para que la población los pueda acceder de acuerdo a su conveniencia y dónde residen. Exponemos estas ofertas que en tiempo de pandemia se adaptaron para que sean en gran parte bajo una modalidad virtual.

  • La CCSS pone a disposición 35 Clínicas de Cesación de Tabaco en 35 hospitales y en 6 Áreas de Salud con un abordaje integral, ya sea grupal, individual, presencial y virtual por un equipo de profesionales en salud expertos en cesación de tabaco.
  • El IAFA tiene los CAID (Centro de Asistencia Integral en Drogas) que brindan atenciones individualizadas por médicos o psicólogos expertos en adicciones.
  • Un Web chat del Ministerio de Salud: saludmovil.go.crcon información del tabaquismo y estrategias para el cese.
  • Un chatbot por WhatsApp: DEJAR DE FUMAR (8723-8216) que un asistente virtual que le ofrece un acompañamiento de 17 días previo al día del cese y luego 90 días adicionales con mensajes motivacionales y estrategias para mantenerse sin fumar o vapear.
  • Informaciónpor el Facebook “Dejar de fumar y vapear CR”.

No hay duda de que la lucha antitabáquica es eficaz, y toda la población tiene la obligación moral y civil de apoyar las iniciativas para alcanzar los objetivos de disminuir el consumo del productos de tabaco.

El lema de la campaña mundial del Día Mundial Sin Tabaco de 2022: «El tabaco, una amenaza para nuestro medio ambiente», giró en torno a este tema. La campaña tuvo por objetivo sensibilizar al gran público sobre el impacto ambiental que tiene el tabaco que exponemos algunos de ellos:

  • La colilla de cigarrillo está elaborada de un material que tarda alrededor de 20 años en degradarse.
  • Una colilla de cigarrillo contamina alrededor 50 galones de agua y representa 1/3 del total de las basuras urbanas y de las costas.
  • Se tala un árbol para elaborar 300 cigarrillos.
  • Cada año se destruyen unos 3,5 millones de hectáreas de tierras para cultivar tabaco en ellas. Este cultivo favorece la deforestación, especialmente de los países en vías de desarrollo.
  • Las emisiones de gases de efecto invernadero equivalen a 84 millones de toneladas anuales de dióxido de carbono, produciendo más calentamiento global.

El consumo de cigarrillos tradicionales no es la única preocupación para las autoridades en salud. Advertimos a la población y a los padres de familia sobre la moda y el auge del uso de los sistemas electrónicos de administración de nicotina (SEAN), que se ha propagado ampliamente en las redes sociales y que está dirigido principalmente a la población joven. Son conocidos como vaporizadores, cigarrillos electrónicos, juuls, IQOS, narguila, entre otros.

Las diferentes autoridades en salud a nivel mundial declara que los SEAN no constituyen un método científicamente probado para dejar de fumar. Es altamente adictivo porque 1ml de e-líquido (la esencia o el líquido utilizado en estos dispositivos) puede contener hasta 21mg de nicotina, en contraste con un cigarrillo promedio que contiene 1-2mg. Y es importante mencionar que estos dispositivos no son inocuos, a diferencia de como lo promocionan, porque con el calentamiento del líquido o del tabaco calentado se han aislado aproximadamente 50 sustancias irritantes y cancerígenas. El problema está en que por ser dispositivos electrónicos, con la alrededor de 7000 aromas y sabores, están atrapando a millones de jóvenes que los consumen, haciéndoles creer que no causan daño. Cabe recalcarle a la población que en los ambientes en los que está prohibido de fumar también está incluida la prohibición de vapear.

Acá se muestra la portada de la revista Time, que expone alarmadamente que el uso del Juul es un nueva epidemia en los Estados Unidos de Norteamérica.

La mejor estrategia es no iniciar el consumo de ninguno de estos productos, ni tradicional ni electrónico; pero si usted o algún familiar o amigo ya tiene la dependencia, apóyelos con la información brindada y sean solidarios para que pueda llegar a estar libre del humo o del vapor del tabaco.

Personas expertas hacen llamado para combatir grave epidemia de enfermedad renal crónica

  • Enfermedad afecta, principalmente, a hombres jóvenes de Guanacaste, que laboran en el sector agrícola industrial.

San José, marzo de 2024. Con el objetivo de analizar la situación que vive el país y explorar posibles acciones conjuntas, la Academia Nacional de Ciencias realizó el foro Enfermedad Renal Crónica No Tradicional: Situación actual y perspectivas de abordaje de un serio problema de salud ocupacional.

En la actividad que se desarrolló de manera virtual, desde el Hospital de Liberia, participaron diversas personas expertas, quienes abordaron a profundidad esta problemática que se presenta, en mayor medida, en la provincia de Guanacaste.

Desde 1970, Costa Rica experimenta un aumento sostenido de casos de enfermedad renal crónica no tradicional, que afecta, principalmente, a hombres jóvenes, quienes realizan actividades de intensa actividad física en ambientes con altas temperaturas.

Datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos, revelan que en el período 2000-2022, en ciertas regiones de Guanacaste, la mortalidad fue 16 veces más alta para hombres y 4 veces más alta para mujeres en edades entre 30-59 años, esto en comparación con el resto del país.

El panel expresó su profunda preocupación por la persistencia de esta epidemia silenciosa y exhortaron a los empresarios industriales agrícolas, de la construcción y de otros sectores pertinentes, así como al Ministerio de Salud, la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), el Instituto Nacional de Seguros, las municipalidades y otros gobiernos, así como a organizaciones locales, a establecer medidas urgentes para la prevención de esta enfermedad laboral, que continúa teniendo graves consecuencias en una de las poblaciones más vulnerables de nuestro país.

“Las estadísticas ponen en perspectiva la gravedad de la situación que se vive, principalmente en Guanacaste, donde urgen acciones más contundentes para frenar esta epidemia. Existen una serie de recomendaciones para prevenir el daño renal y, en nuestro país, el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social ha emitido lineamientos para la implementación de medidas preventivas en los lugares de trabajo. Sin embargo, estas recomendaciones deben implementarse de forma correcta y consistente y que su efectividad debe ser evaluada continuamente. Además, se requiere diseñar programas que lleguen a los trabajadores del sector informal, los cuales conforman una alta proporción de la fuerza laboral en riesgo”, señala el doctor José María Gutiérrez Gutiérrez, miembro de la Academia Nacional de Ciencias.

La enfermedad renal crónica no tradicional, inicialmente se detectó en trabajadores de campo de la caña de azúcar, pero también se ha observado en trabajadores de otros cultivos agrícolas, así como en el sector de construcción, minas, fabricación de ladrillos, camaroneras y pesca, entre otros.

El exceso de calor, o estrés térmico, que se genera en esas actividades laborales, produce aumento de la temperatura corporal y deshidratación, ocasionando cambios metabólicos severos que dañan los riñones. La posibilidad de un trasplante no es generalmente una opción para los pacientes, quienes fallecen con mucha frecuencia siendo jóvenes.

La gran cantidad de personas afectadas por esta enfermedad en Guanacaste, hizo necesario que la C.C.S.S. construyera modernas instalaciones en el Hospital Enrique Baltodano Briceño, de Liberia, para atender a los pacientes. Sin embargo, los casos nuevos siguen desbordando los servicios y los fallecimientos continúan.

Esta situación se ve agravada por la condición socioeconómica de la mayoría de estos trabajadores, a menudo personas migrantes sin un trabajo estable y con acceso limitado a servicios de salud.

“Los Programas de Descanso-Sombra-Hidratación-Higiene (DSHH) han demostrado ser capaces de prevenir, en gran medida, el desarrollo de daño renal, ya que su implementación evita la exposición laboral prolongada al sol y el estrés térmico, con descansos frecuentes en la sombra, la reducción de las jornadas laborales y una adecuada hidratación”, explica la doctora Catharina Wesseling, epidemióloga de La Isla Network (organización internacional que trabaja para ponerle fin a la enfermedad renal en la región).

La introducción de estos programas en un ingenio en Nicaragua, redujo la incidencia de nuevas lesiones renales, al pasar de 27% a 6% en cortadores de la caña y, con mejoras continuas en años posteriores, se logró reducir al 1%. Además, los casos de enfermedad renal aguda en los trabajadores de campo, atendidos en el hospital, se redujeron en más de un 80% entre 2017 y 2022, como consecuencia de estas intervenciones.

De epidemias, pandemia y sindemias

Rogelio Cedeño Castro, sociólogo y escritor costarricense.

De epidemias de toda clase ha estado surcada la larga historia de la humanidad, éstas no sólo han sido de orden natural o biológico en estricto sentido, sino que casi todas ellas se han exteriorizado, dentro de una naturalidad muy impregnada por lo social, con toda clase de situaciones paradojales, puntos de encuentro y desencuentro hacia el interior de la sociedad misma, dentro de lo que han sido siempre unas tensas y asimétricas relaciones con la naturaleza, las que con el paso del tiempo han venido estrechándose, y alcanzando peligrosos límites que eran insospechables, al menos durante el siglo XIX, cuando innumerables autores expresaban su optimismo acerca de los inagotables recursos del planeta. Hoy la naturaleza nos lanza advertencias no siempre explícitas de que las cosas han cambiado: el problema es que la especie humana hace como si esos peligros no existieran, por lo que no introduce los cambios requeridos en su accionar.

Como un resultado visible de las actitudes humanas que han venido imperando, en este cambio de siglo nos alcanzó una epidemia de proporciones totales y con temibles efectos para la población, de tal manera que se le ha dado el calificativo de pandemia por ser una enfermedad extendida dentro una dimensión planetaria jamás alcanzada anteriormente, esa es el Covid 19, con una escala o condición totales que no alcanzaron ni la gran peste negra de la Edad Media europea, ocasionada por las ratas y el desconocimiento de los agentes patógenos que aquellas incubaron, ni la mal llamada “gripe española” de 1918-1920, una especie de deriva o “daño colateral”, provocado por las malas condiciones sanitarias a que dio lugar la Gran Guerra Europea (1914-1918), aunque ambas hayan ocasionado la pérdida de millones de vidas, no alcanzaron a ser pandemias en estricto sentido y difícilmente hubieran sido percibidas como tales.

La más reciente noción de sindemia apareció por ahí, de manera sigilosa, hace ya unos treinta años, pues se afirma que: “ El término sindemia, que es un neologismo creado con la unión de las palabras sinergia y epidemia, fue acuñado por Merrill Singer a mediados de la década de 1990 y desarrollado en su libro Introduction to syndemics de 2009”(Aristos Veyrud ECONOMÍAS); ahora bien, tengo la impresión de que todavía no hemos encontrado el término para designar el exterminio de hecho de buena parte de la población mundial, lo que implícitamente ocurriría una vez que se despliegue en toda su intensidad la llamada Cuarta Revolución Industrial, con la automatización de la mitad de los puestos de trabajo (para el caso de Costa Rica), aunque los apóstoles de ésta anuncien medidas paliativas (aquellas que alivian, pero no evitan el deceso del paciente) diz que para enfrentar ese fenómeno, a pesar de que no hay duda alguna que ese desempleo masivo se sumaría al que ya ha generado el Covid 19, en fin se trata de otro fenómeno epidémico para el que no habrá ninguna vacuna. Esa no este otra cosa que la cara política de un evento de suyo tan complejo, la dictadura del capital financiero se dispone a asaltar el estado social de derecho y los últimos bastiones del capital productivo, por lo general anclados en los estados nacionales que intentan reafirmar su soberanía frente a los poderes fácticos o silenciosos, los que van mucho más allá de la lógica de la existencia de los estados nacionales y de los requerimientos efectivos de las grandes poblaciones del planeta.

Frente a la amenaza latente, pero no oculta y más bien manifiesta, de la automatización masiva de los puestos de trabajo, sus apóstoles o emisarios nos dicen: ”Hay que mejorar y garantizar la protección social (algo en esencia paradojal) para evitar que los niveles de pobreza se disparen incluso mucho más en comparación con las cifras que enfrentamos actualmente con la pandemia”, apuntó el investigador (Andrés Fernández Arauz, Academia de Centro América)…Por esa razón, el estudio propone reducir las cargas sociales laborales que limitan la contratación de personal en las empresas…Costa Rica es un país con altas cargas laborales y esto desincentiva la creación de nuevas empresas y para las que sí se desarrollan, muchas lo hacen en el mercado informal” aseveró” (EL FINANCIERO n°1319 15 de enero de 2021, página 9). Todo esto es en realidad un conjunto de argumentaciones falaces que ocultan el efecto de las políticas recesivas, las que ha provocado la contracción del mercado interno, al disminuir estrepitosamente la demanda agregada de bienes y servicios. El capital financiero y sus agentes ideológicos se encargan de ocultar muy bien sus corridas financieras, en especial el peso insoportable de los intereses de la deuda interna sobre el conjunto de la economía, unos intereses asfixiantes con los que se beneficia ese sector social, con la ayuda de sus mentores ideológicos de la Academia de Centro América.

En estas condiciones sociales y políticas tan delicadas, sucede que las sindemias se desarrollan o irrumpen en condiciones de una gran inequidad sanitaria, la que por lo general tiene su origen en la pobreza creciente e intensificada, también el estrés o la violencia estructurales se encargan de hacer lo suyo en este macabro escenario, estamos avisados.

Violencia y no violencia, un nuevo destino para la humanidad

José Rafael Quesada / pressensa

Vivimos una época violenta, muy violenta; quizás tan violenta como otras épocas, sin embargo, la diferencia radica en que la actual es una violencia estructural y mundial; que hasta la OMS retrata como “epidemia mundial” en muchos de sus variados informes de situación.

La reflexión sobre la violencia y la no violencia, como métodos de acción del ser humano en la modificación permanente de su medio personal y su medio histórico, es un reto fundamental que puede redefinir la ruta del ser humano en los momentos de crisis civilizatoria, como parece ser la que vivimos en el mundo pandérmico de hoy.

Aunque esto último se tratara de eventos recurrentes en la historia del ser humano en su propósito de superación del dolor y el sufrimiento que su organización social determinara en cada momento, para superar los obstáculos o las situaciones del medio que le sometían; en las últimas decisiones civilizatorias, parece que la humanidad decidió la violencia como su método para dirimir diferencias y para completar sus deseos actuando sobre otros, en un intento de despojo de la propia intencionalidad de sus semejantes.

“La violencia en el hombre, movida por los deseos, no queda solamente como enfermedad en su conciencia, sino que actúa en el mundo de los otros hombres ejercitándose con el resto de la gente”. La curación del sufrimiento, Silo, 1969. Lo que nos permite comprender que ese comportamiento recurrente has formado parte del desarrollo de la conciencia humana en los últimos milenios.

Esto que puede ser superado por el cambio en la intencionalidad del ser humano, se manifiesta de diferentes formas en los difíciles procesos de avance de la conciencia humana, en su dirección de superación del dolor y el sufrimiento en las diferentes sociedades que hemos creado a lo largo de la historia.

Podemos imaginar al Mahatma Gandhi, luchando como el mismo lo decía en su mundo interno por superar la violencia que existía en el fondo de su corazón, para poder lanzar su propuesta de transformación social la “Satyagraha”, que fue su metodología de desobediencia civil no violenta, con objetivos ético-políticos soportados por una fuerte identidad espiritual.

O podemos imaginar a Martin Luther King Jr., preparando su proclama “Yo tengo un sueño” en un momento histórico, que requería del lanzamiento retórico de su mensaje por la defensa de los Derechos Civiles, para dar un giro en esa lucha crucial para transformar la sociedad racista en que vivía.

Comentar y proponer opciones a la violencia del ser humano, se vuelve un acto complejo por la profundidad de la reflexión personal sobre el contexto de la violencia personal y de los procesos sociales en la actualidad.

Cuando presenciamos los alucinantes debates sobre una vacuna y quién la produce y cuánto cuesta a los que no puedan pagarla, estamos frente a un dilema de cinismo y destrucción de la vida en una condición anti humanista, o de un sencillo avance hacia una nueva sensibilidad humana, cuando se logra cambiar la dirección del dinero como instrumento de la violencia o de la no violencia.

Pero se vuelve un nuevo acto de reflexión sobre el momento actual y la constante de violencia que tiñe de dolor y sufrimiento a amplias capas de la sociedad humana y sume a millones en un mundo sin salida y sin futuro.

Navegamos desde la experiencia personal en un intento para lograr un penetrante análisis de las condiciones del medio social y los factores generadores de violencia, que nos aseguren una ruta para vencer esta al parecer ineludible ruta de la violencia como razón de ser del ser humano.

Quizás la evolución humana ha tenido distintas formas y métodos de desarrollo, donde muchísimos autores e investigadores científicos han coincidido que la violencia ha sido parte de los distintos contextos históricos y sociales. Quizás solo diferenciada en las distintas fuerzas que la aplican o en las tecnologías de aplicación de esa violencia, que poco a poco se fue consolidando como una cultura y como un indeseable mecanismo de apropiación de una parte o de la totalidad del todo social.

También arengaba y hacía su reflexión sobre la violencia epocal nuestro maestro Silo, Mario Rodríguez, hablándole a las piedras en la cordillera de los Andes, y decía que: “Debes distinguir dos tipos de sufrimiento. Hay un sufrimiento que se produce en tí merced a la enfermedad (y ese sufrimiento puede retroceder gracias al avance de la ciencia, así como el hambre puede retroceder, pero gracias al imperio de la justicia)”. Silo, La Curación del Sufrimiento, mayo de 1969

Y de esta forma se adelantaba en las épocas desde hace 51 años, describiendo el entramado de la violencia que se cernía sobre el siglo XX de esta civilización, que se acercaba de forma veloz a convertirse en planetaria.

La gravedad de las crisis sucesivas en diversas áreas del quehacer humano, mostraban el rostro de la violencia en todas las esferas de la vida del ser humano, que parece no querer mirar la violencia en sí mismo en su mundo interno, en su quehacer cotidiano y en la dificultad para comprender por qué la ejerce sobre sí mismo y sobre los otros seres humanos que rodean su vida.

La casi perversa visión o sesgo del análisis introspectivo, que hacía pensar a millones que la violencia no era parte de su vida, sino de la de otros a muy larga distancia de su cotidianidad, dificulta que estos seres puedan contribuir en la superación de la violencia planetaria.

Y contribuyeron de muchas formas en la constante de crecimiento de la violencia en muchos puntos del planeta y en la vigencia de un sistema perverso de la cultura y la configuración de una imagen natural del ser humano, capaz de ejercitar la violencia y justificarla como modo de vida y de acción en el mundo.

“No hay falsas puertas para acabar con la violencia. ¡Este mundo está por estallar y no hay forma de acabar con la violencia! ¡No busques falsas puertas! No hay política que pueda solucionar este afán de violencia enloquecido. No hay partido ni movimiento en el planeta que pueda acabar con la violencia. No hay falsas salidas para la violencia en el mundo…”

Volvía a recitar casi con indignación el maestro Silo, para decir claramente en 1969, que era muy difícil que la humanidad con los mismos instrumentos jurídicos, políticos y sociales, que caracterizan a este sistema que determina la humanidad, pudiera solucionar con la violencia. Esto si no se asume como una tarea militante, de denuncia permanente y con disposición real de superar la violencia como instrumento de solución en las relaciones entre los seres humanos en su individualidad y su comportamiento social.

No hay forma de acabar con la violencia si no cambia el sistema, si no lo cambiamos como una decisión radical de la humanidad para trabajar todos los seres humanos, en un acto civilizatorio de respuesta a la ruta suicida que llevamos en el momento actual.

Esta época para la humanidad parece convertirse en una sucesión sin pausa entre guerras, hambrunas, amenazantes pandemias, destructivas crisis económicas, incontrolables líderes capaces de oprimir teclas que dirigen impersonales drones o misiles contra poblaciones y naciones enteras, hasta la inmensa capacidad destructiva contra la naturaleza y el planeta, solo para producir opulencia para unos y hambre para miles de millones.

Y se vuelve alucinante la violencia del sistema, cuando los millones de migrantes, pobres desplazados y mujeres agredidas, no parecen comprender el origen de la violencia que los ubicó casi irremediablemente en esa postración, para justificar una vez más el origen de esa violencia abrazando valores y creencias justificadoras de semejante destino manifiesto.

Por eso no hay partido, ni sistema, ni movimiento capaz de resolver el acertijo de la violencia del ser humano, porque se debe disponer de valentía y de reflexión en el interior de cada ser humano, como opción y decisión de superarla para alcanzar un nuevo tipo de vida en el ser humano, tanto en ese mundo interno como en sus relaciones sociales.

Y esa será la esperanza constante, la de cambiar el sentido histórico de la vida en el planeta y de la vida de cada ser humano, que podrá ocurrir si millones tomamos la decisión de cambiar la ruta en los momentos de cercanía a los abismos y amenazas de extinción, como parece que nos encontramos en este momento de tanta violencia.

Por lo que cuando ocurren semejantes momentos de comprensión de lo ineficaz de las soluciones violentas como las que usamos en los últimos milenios de historia humana, porque que cuando nos acercamos a esta posible transformación como humanidad en ruta hacia una nación humana que se hizo mundial; entonces sí podremos sumarnos como solución no violenta ante tanta violencia y recitar con el maestro Silo en sus palabras en la primera celebración anual de “el Mensaje de Silo”:

“Estamos al final de un obscuro período histórico y ya nada será igual que antes. Poco a poco comenzará a clarear el alba de un nuevo día; las culturas empezarán a entenderse; los pueblos experimentarán un ansia creciente de progreso para todos entendiendo que el progreso de unos pocos termina en progreso de nadie. Si, habrá paz y por necesidad se comprenderá que se comienza a perfilar una nación humana universal”.

Y prosigue en el mismo fragmento: “Entre tanto, los que no somos escuchados trabajaremos a partir de hoy en todas partes del mundo para presionar a los que deciden, para difundir los ideales de paz en base a la metodología de la no violencia, para preparar el camino de los nuevos tiempos”.

Nuevos tiempos que sí parecen acercarse sí son parte de la construcción y del aporte de cada persona en la superación del dolor y el sufrimiento en uno mismo y en los demás; por lo que la superación de la violencia como instrumento de opresión de unos sobre otros, parece ser la clave de esta nueva construcción.

Y finalmente en esa aguda capacidad humana de adaptarse y transformarse a sí mismo, como una habilidad social en la dirección de sobrevivir como especie superando lo peor de sí misma como especie; le permitirá al ser humano como una decisión colectiva abrir las ventanas para que “el clarear del alba de un nuevo día”, ingrese al corazón de cada persona y cada habitación e ilumine el buen vivir al que todos y todas aspiramos en estos nuevos tiempos que se vislumbran.

 

(Imagen de Bo Lind Knudsen).

Compartido con SURCOS por el autor, publicado en https://www.pressenza.com/es/2020/06/violencia-y-no-violencia-un-nuevo-destino-para-la-humanidad/

Coronavirus y la lucha de clases

SURCOS recibió este libro con seis artículos de excelente calidad. Una oportunidad para una mirada comprensiva del momento que estamos viviendo como humanidad.

La editorial Terra sem Amos nos presenta en portugués esta compilación que ojalá podamos compartir en estos días de autocuidado y reflexión.

SUMÁRIO
A crise do coronavírus é um monstro alimentado
pelo capitalismo

MIKE DAVIS………………………………………………………………… 05
Política anticapitalista em tempos de COVID-19
DAVID HARVEY…………………………………………………………… 13
França: pela socialização do aparato de saúde
ALAIN BIHR………………………………………………………………… 25
Coronavírus: a militarização das crises
RAÚL ZIBECHI…………………………………………………………….. 31
Sobre a situação epidêmica
ALAIN BADIOU…………………………………………………………… 35
Um golpe como “Kill Bill” no capitalismo
SLAVOJ ŽIŽEK……………………………………………………………… 43
Sobre os autores……………………………………………………….. 48

Descargar aquí:

Compartido con SURCOS por Oscar Jara Holliday.

Avanzan estudios para prevenir mortal epidemia en Centroamérica

  • Epidemia de la enfermedad renal crónica de causas no tradicionales

 

Laura Ortiz C.

Periodista UNA

 

La Epidemia de Nefropatía Mesoamericana (MeN por sus siglas en inglés), es el nombre que se le da a la epidemia de la enfermedad renal crónica de causas no tradicionales (ERCnT) en la región. Esta es considerada como uno de los problemas de salud pública más importantes en Centroamérica, donde a lo largo de la costa del Pacífico en El Salvador, en los municipios de León y Chinandega en Nicaragua y en algunos cantones de la provincia de Guanacaste en Costa Rica, los casos de falla renal han venido en aumento. Asimismo, fenómenos similares se han reportado en Sri Lanka e India.

Del 18 al 20 de noviembre del año anterior, alrededor de 75 expertos de 18 países se reunieron en el país en el II taller internacional sobre este tema, organizado por el Programa Salud, Trabajo y Ambiente del Instituto Regional de Estudios en Sustancias Tóxicas de la Universidad Nacional (Saltra-Iret), y el Consorcio para la Epidemia de la Nefropatía en México y Centroamérica (Cencam), con el fin de discutir la evidencia sobre las posibles causas de la MeN, sus secuencias fisiopatológicas, y las similitudes y diferencias con otras epidemias de enfermedad renal crónica no relacionada con las causas tradicionales de diabetes e hipertensión en Sri Lanka y otras partes del mundo. La discusión también incluyó los métodos para evaluar diferentes aspectos de la epidemia, que abarcaron desde preguntas sobre su etiología hasta las intervenciones dirigidas a su prevención.

De acuerdo con Jennifer Crowe, investigadora del IRET-UNA, el informe científico completo de este encuentro está disponible en inglés, y se prepara la traducción a español-, en él se detallan los datos científicos relevantes para las hipótesis de las causas y las recomendaciones para investigación, intervención y búsqueda de soluciones.

Encuentro de factores

“Hubo consenso en que la MeN tiene un componente predominantemente ocupacional. Hay evidencia creciente sobre el papel causal del trabajo extenuante, el calor y la rehidratación insuficiente como factores de riesgo; y se ha progresado en la clarificación de las vías fisiopatológicas del estrés por calor que conduce a la enfermedad renal crónica. Por ende, se justifica realizar estudios de intervención para reducir estos factores en trabajadores de alto riesgo y, de hecho, ya se inició un importante estudio al respecto. Sin embargo, se considera que hay otros componentes que también pueden jugar un papel importante, posiblemente en combinación con estos últimos. La exposición a algunos agroquímicos específicos o a otros agentes tóxicos aún desconocidos, requieren ser evaluados como posibles factores de riesgo relacionados con el origen o la evolución de la enfermedad. Con base en los estudios realizados a la fecha, no existe evidencia sobre la exposición a metales pesados o alcohol como factor único o como factores de riesgo importantes para la MeN”, cita la declaración sobre los resultados del Taller.

El comité también coincidió en que se debe clarificar el papel de los agentes infecciosos, los anti-inflamatorios no asteroideos AINEs, la susceptibilidad genética, las interacciones genético-ambientales y los determinantes sociales, como factores contribuyentes para la aparición y la evolución de la enfermedad.

De acuerdo con Crowe, quien también forma parte de este Comité científico, los participantes en el taller también enfatizaron la necesidad de analizar los factores sociales y económicos que promueven la enfermedad, incluyendo las condiciones de trabajo, el desempleo, el empleo precario y la pobreza en general, a través de estudios tanto comunitarios como en lugares de trabajo. Se destacó la necesidad de proveer entornos de trabajo alternativos y mejorados, particularmente en ambientes con condiciones de altas temperaturas y exposición a agroquímicos, así́ como la necesidad para mejorar la atención de la salud de las víctimas de la epidemia.

El informe también menciona que se le dio alta prioridad a los enfoques regionales coordinados para estudiar la prevalencia y la etiología, y para evaluar las intervenciones. También al enfoque global de la ERCnT para entender las similitudes y diferencias de esta epidemia en diferentes áreas geográficas.

“En particular, es necesario realizar estudios estandarizados (incluyendo estudios sencillos de prevalencia) que permitan hacer comparaciones válidas entre países y regiones. Este es un paso muy importante para determinar si la epidemia de ERCnT en Centroamérica que hemos llamado MeN, es similar a las que están ocurriendo en otras partes del mundo. A su vez, el tener un mejor entendimiento sobre el grado en que la ERCnT está ocurriendo en múltiples localizaciones, podría proporcionar información importante relacionada con las causas probables de esta enfermedad mortal”, explicó Crowe.

Según Crowe, la enfermedad ha sido priorizada por la Organización Panamericana de la Salud y el Consejo de Ministros de Salud de Centroamérica y República Dominicana y la respuesta académica es fundamental para disminuir el sufrimiento de algunas poblaciones, especialmente la de los trabajadores de la caña de azúcar, afectados a lo largo de Mesoamérica.

 

Para conocer el informe completo del II Taller Internacional de MeN puede ingresar al sitio www.saltra.una.ac.cr, ahí encontrará una versión en inglés que pronto se publicará en español. Mayor información con la investigadora Jennifer Crowe (8362-8722) o con la Oficina de Comunicación de la UNA (2277-3066).

 

*Imagen de portada con fines ilustrativos tomada de connectas.org

Enviado por Laura Ortiz C., Periodista UNA.

Suscríbase a SURCOS Digital:

https://surcosdigital.com/suscribirse/